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TRAMITACIÓN DEL CUADERNO DE APREMIO

I. INICIO.

En el cuaderno de apremio se van a contener todas


las actuaciones y trámites que permitirán al ejecutante
obtener el cumplimiento compulsivo de la obligación en
el patrimonio de su deudor.

Este cuaderno se inicia con el mandamiento de


ejecución y embargo y comenzará a tramitarse cuando el
ejecutado no pague la deuda al momento de requerírsele
de pago. En esa oportunidad, el receptor va a embargar
bienes suficientes del deudor para asegurar el
resultado del juicio. Lo que constituye la primera
actuación.

II. EL EMBARGO.

“Es un acto jurídico procesal que tiene por objeto


asegurar el resultado de la pretensión deducida,
afectando determinados bienes del deudor, al
cumplimiento de la sentencia que en el procedimiento
ejecutivo se dicte”.

El embargo es una medida cautelar de aseguramiento


de la futura ejecución forzada porque "sirve para
facilitar el resultado práctico de una ejecución
forzada, impidiendo la dispersión de los bienes que
puedan ser objeto de la misma”.

Para la Jurisprudencia embargo “es la aprehensión


material o simbólica que por mandato de la justicia se
hace de determinados bienes de un deudor y que se
entregan a un depositario para que tome la tenencia de
ellos, cesando desde ese momento la que antes ejercía
1
el dueño o ejecutado, con el objeto preciso e inmediato
de enajenarlos para aplicar su valor al pago de la
deuda, con sus intereses y costas".

El embargo, por lo tanto, se perfecciona por “la


entrega real o simbólica de los bienes al depositario
que se designe, aunque éste deje la especie en poder
del mismo deudor". (Artículo 450, inciso l° Código de
Procedimiento Civil).

El embargo, sea que se conciba como una medida de


apremio o cautelar, sólo tiene justificación en cuanto
a su verificación y mantención dentro del juicio
ejecutivo en la medida en que se mantenga la vigencia
de la relación procesal que se constituye a partir del
requerimiento de pago. Si por cualquier motivo que no
fuere la dictación de una sentencia ejecutiva
condenatoria termina el proceso ejecutivo, el embargo
deberá entenderse alzado dado que no existirá
obligación principal a la cual deba cautelarse o
apremiarse para su pago.

En todo caso, es menester hacer presente que el


embargo debe recaer sobre bienes que sean de propiedad
del ejecutado o sobre los cuales éste aparezca como
poseedor. En efecto, si así no fuera, el verdadero
dueño o poseedor de los bienes embargados podría
intentar las correspondientes tercerías, no cumpliendo
el embargo la función que le es propia. "El embargo
debe recaer sobre los bienes del deudor, entendiéndose
por tales los que realmente sean suyos o que por
poseerlos pueda ser reputado su dueño".

Para los efectos de cautelar que los bienes a


embargarse sean del ejecutado y no de terceros, se ha
señalado que la orden de embargar contiene la facultad
de trabar embargo si a requerimiento no paga el
ejecutado sobre bienes de propiedad del deudor. Por lo
que debe tratarse de bienes propios de aquél, pues tal

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es la orden emanada del juez que fija atribuciones,
derechos y obligaciones del funcionario judicial. Tanto
la jurisprudencia como la doctrina están contestes en
que en el juicio ejecutivo la preexistencia de los
bienes en el patrimonio del deudor es indispensable
para que puedan ser señalados en el embargo.

III. BIENES INEMBARGABLES.

El principio general, sentado por el artículo 2465


Código Civil, es que el acreedor puede perseguir su
crédito sobre todos los bienes del deudor, raíces o
muebles, presentes o futuros, pero no sobre aquellos
que la ley ha declarado inembargables. -> Artículo 445
Código de Procedimiento Civil.

No son embargables:

1° Los sueldos, las gratificaciones y las pensiones de


gracia, jubilación, retiro y montepío que pagan el
Estado y las Municipalidades (inciso l°);

2° Las remuneraciones de los trabajadores en la forma


que determina el artículo 56 Código del Trabajo.

En ambos numerales existen excepciones a la


inembargabilidad de los sueldos:

a) Los sueldos, gratificaciones, pensiones de gracia,


jubilaciones, retiros y montepíos son embargables hasta
el 50% tratándose de deudas que provengan de pensiones
alimenticias decretadas judicialmente (artículo 445, N°
1, inciso 2°);

b) Los sueldos de los trabajadores son embargables


hasta el 50% para dar cumplimiento al pago de las
pensiones alimenticias a las que fueren condenados
judicialmente;

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c) También son embargables hasta en un 50% los sueldos
de los trabajadores, cuando éstos hubieren cometido
defraudación, hurto o robo en contra del empleador en
el ejercicio de su cargo.

d) Cuando el trabajador, de su sueldo, haya de pagar


remuneraciones adeudadas a otros trabajadores, también
se le puede embargar hasta un 50%, y

e) "podrán ser embargadas las remuneraciones en la


parte que excedan de 56 UF" (Artículo 56, inciso l° Cº
del Trabajo).

3° Las pensiones alimenticias forzosas;

4° Las rentas periódicas que el deudor cobre de una


fundación o que deba a la liberalidad de un tercero, en
la parte que estas rentas sean absolutamente necesarias
para sustentar la vida del deudor, de su cónyuge y de
los hijos que viven con él y a sus expensas;

5° Los fondos que gocen de este beneficio, en


conformidad a la Ley Orgánica del Banco del Estado de
Chile y en las condiciones que ella determine:

6° Las pólizas de seguro sobre la vida y las sumas que,


en cumplimiento de lo convenido en ellas, pague el
asegurador. Pero, en este último caso, será embargable
el valor de las primas pagadas por el que tomó la
póliza.

7° Las sumas que se paguen a los empresarios de obras


públicas durante la ejecución de los trabajos. Esta
disposición no tendrá efecto respecto de lo que se
adeude a los artífices u obreros por sus salarios
insolutos y de los créditos de los proveedores en razón
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de los materiales u otros artículos suministrados para
la construcción de dichas obras;

8° El bien raíz que el deudor ocupa con su familia,


siempre que no tenga un avalúo fiscal superior a de 50
UTM o que se trate de una vivienda de emergencia, y sus
ampliaciones, a que se refiere el art 5° del D. L.
2.552 de 1979; los muebles de dormitorio, de comedor y
de cocina de uso familiar y la ropa necesaria para el
abrigo del deudor, su cónyuge y los hijos que vivan a
sus expensas. (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley
19.594, publicada en el Diario Oficial de 1 de
Diciembre de 1998 y la inclusión de las viviendas de
emergencia y sus ampliaciones se efectuó por la Ley
19.515, publicada en el Diario Oficial de 30 de Agosto
de 1997.).

La inembargabilidad establecida en el inciso


precedente no regirá para los bienes raíces respecto de
los juicios en que sean parte el Fisco, las Cajas de
Previsión y demás organismos regidos por la ley del
Ministerio de la Vivienda y Urbanismo;

9° Los libros relativos a la profesión del deudor hasta


el valor de 50 UTM, a elección del mismo deudor.

10° Las máquinas e instrumentos de que se sirve el


deudor para la enseñanza de alguna ciencia o arte,
hasta dicho valor y sujetos a la misma elección;

11° Los uniformes y los equipos de los militares, según


su arma y grado;

12° Los objetos indispensables al ejercicio personal


del arte u oficio de los artistas, artesanos y obreros
de fábrica; y los aperos, animales de labor y material
de cultivo necesarios al labrador o trabajador de campo

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para la explotación agrícola, hasta la suma de 50 UTM,
a elección del mismo deudor;

l3° Los utensilios caseros y de cocina, y los artículos


de alimentos y combustibles que existan en poder del
deudor, hasta concurrencia de lo necesario para el
consumo de la familia durante un mes;

14° La propiedad de los objetos que el deudor posee


fiduciariamente;

15° Los derechos cuyo ejercicio es enteramente


personal, como los de uso y habitación:

16° Los bienes raíces donados o legados con expresión


de no embargables, siempre que se haya hecho constar su
valor al tiempo de la entrega por tasación aprobada
judicialmente; pero podrán embargarse por el valor
adicional que después adquieran;

l7° Los bienes destinados a un servicio que no pueda


paralizarse sin perjuicio del tránsito o de la higiene
pública, como los ferrocarriles, empresas de agua
potable o desagüe de las ciudades, etc.; pero podrá
embargarse la renta líquida que produzcan, observándose
en este caso lo dispuesto en el artículo anterior; y

l8° Los demás bienes que leyes especiales prohíban


embargar.

Ejemplo de este caso es el usufructo del marido


sobre los bienes de la mujer casada bajo el régimen de
sociedad conyugal; el usufructo del padre o madre sobre
los bienes del hijo de familia; los bienes destinados
al funcionamiento de los servicios administrativos y
médicos del Servicio de Seguro Social, etc.

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El inciso 2º del artículo 445 finaliza diciendo que
"son nulos y de ningún valor los contratos que tengan
por objeto la cesión, donación o transferencia en
cualquier forma, ya sea a título gratuito u oneroso, de
las rentas expresadas en el número l° de este artículo
o de alguna parte de ellas".

En caso de que los bienes mencionados en el


Artículo 445 Código de Procedimiento Civil fueran, no
obstante, embargados al ejecutado queda la posibilidad
de impetrar el respectivo incidente de exclusión del
embargo. (Artículo 519, inciso 2° Código de
Procedimiento Civil).

La inembargabilidad es un derecho que, por regla


general, se establece en beneficio sólo del deudor,
pudiendo éste renunciarla, sea expresa sea tácitamente
(Artículo 12 Código Civil).

La renuncia será expresa cuando en el contrato que


consigna la obligación se ha excluido de la
inembargabilidad uno o más bienes.

La renuncia será tácita cuando embargado un bien


que, de acuerdo al artículo 445 Código de Procedimiento
Civil, no puede serlo, el deudor no opone el incidente
de exclusión del embargo en tiempo y forma.

Existen, empero, casos en que la inembargabilidad


no es renunciable, puesto que aquella no sólo mira al
interés particular del renunciante sino que también al
de su familia o en el de la sociedad. Por ejemplo, es
el caso de los números 8º, 13º, etc., del artículo 445
Código de Procedimiento Civil La inembargabilidad se
establece en beneficio de la comunidad en los números
1º y 7º del artículo 445 Código de Procedimiento Civil.

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IV. LA PRACTICA DEL EMBARGO.

La diligencia del embargo se lleva a cabo por el


ministro de fe “receptor”, dando cumplimiento a la
orden del tribunal contenida en el mandamiento de
ejecución y embargo, con el auxilio de la fuerza
pública si llegare a ser necesario. (Artículo 443.
Inciso final Código de Procedimiento Civil).

Orden en que debe verificarse el embargo de bienes del


ejecutado.

1° El embargo recaerá sobre el cuerpo cierto debido


designado en el mandamiento (Artículo 443, inciso 3°);

2° El embargo recaerá sobre los bienes que el


ejecutante haya señalado en su demanda ejecutiva o en
el acto de practicarse la diligencia del embargo.
(Artículo 443, inciso 3° y 447 Código de Procedimiento
Civil).

3° Si el ejecutante no señala bienes sobre los que


habrá de practicarse el embargo, éste deberá recaer en
los bienes que indique el deudor "si, en concepto del
ministro de fe encargado de la diligencia, son
suficientes o si, no siéndolo, tampoco hay otros
conocidos" (Artículo 448 Código de Procedimiento
Civil).

4° "Si no designan bienes el acreedor ni el deudor, el


ministro de fe guardará en el embargo el orden
siguiente:

l° Dinero;

2° Otros bienes muebles;

3° Bienes raíces; y

4° Salarios y pensiones".

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Requisitos que debe cumplir el embargo.

1. Debe realizarse en días y horas hábiles, pudiéndose,


no obstante, solicitarse la habilitación de día y hora
(Artículos 59 y 60 Código de Procedimiento Civil).

En cuanto al lugar en que debe practicarse el


embargo, tratándose de bienes muebles, este debe
realizarse materialmente en el lugar en que se
encuentran ubicadas.

2. Debe practicarse previa notificación del mandamiento


de ejecución y embargo al ejecutado, esto es, debe
realizarse en forma previa el requerimiento de pago.

Empero, es posible que antes del requerimiento de


pago se solicite una medida prejudicial en el
procedimiento ejecutivo, medida que puede tener el
carácter de precautoria impidiendo, de esta forma al
ejecutado, que pueda disponer de los bienes. (Artículos
279 en relación al artículo 3° Código de Procedimiento
Civil).

3. De la diligencia debe levantarse un acta, suscrita


por el ministro de fe que practicó la diligencia y por
el depositario, acreedor o deudor que concurran al acto
y que desee firmar.

En el acta se deben expresar el lugar y hora en que


se trabó el embargo, la expresión individual y
detallada de los bienes embargados, si actuó con
auxilio de la fuerza pública o no, individualizando a
los funcionarios que participaron en la diligencia;
Además debe dejarse constancia de toda alegación que
haga un tercero invocando la calidad de dueño o
poseedor del bien embargado.

Tratándose del embargo de bienes muebles, el acta


deberá indicar su especie, calidad y estado de
conservación y todo otro antecedente o especificación

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necesarios para su debida singularización, tales como
marca, número de fábrica y de serie, colores y
dimensiones aproximadas, según ello fuera posible. En
el embargo de bienes inmuebles, estos se
individualizarán por su ubicación y datos de la
respectiva inscripción de dominio.

4. Debe expresarse en el acta que los bienes embargados


se han entregado real o simbólicamente al depositario.

Este requisito es de suma importancia desde un


doble punto de vista. En efecto, en primer lugar,
civilmente, es un requisito esencial del embargo,
puesto que éste se entiende verificado con la entrega
real o simbólica del bien al depositario. (Artículo 450
inciso l° y 451)

Por otro lado, desde la perspectiva penal, es un


presupuesto necesario e indispensable para configurar
el delito de depositario alzado.

5. El acta de embargo que levanta el receptor debe ser


firmada obligatoriamente por él, por el depositario, y
por el acreedor y el deudor, si concurrieren.

Si el depositario no sabe escribir o si alguna de


las partes se niega a firmar, se expresarán estas
circunstancias. (Artículo 450, incisos 2° y 3° Código
de Procedimiento Civil).

6. El Ministro de Fe debe mandar carta certificada al


ejecutado comunicándole el embargo, sin que su omisión
afecte validez de la actuación. (Artículo 450 inciso
penúltimo y último).

Si el deudor, por cualquier motivo, se niega a que


se practique el embargo, impidiendo el acceso del
receptor al lugar en que se encuentran los bienes o la
entrega de ellos al depositario, esta diligencia se va
a llevar a efecto con el auxilio de la fuerza pública;
solicitándose ello en un escrito posterior. La

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resolución, en caso de que sea procedente, será
"ofíciese".

El embargo se perfecciona con la entrega al


depositario provisional.

El depositario provisional deberá, por su parte,


entregar esos bienes al depositario definitivo que las
partes designen de común acuerdo o, a falta de éste,
por el propio tribunal. (Artículo 451, inciso l° Código
de Procedimiento Civil).

En la práctica, los tribunales jamás designan


depositarios definitivos y sólo designan como
depositario provisional al deudor.

Si los bienes embargados se encuentran en


territorios jurisdiccionales distintos o consisten en
especies de diversa naturaleza, podrá designarse a más
de un depositario.

Si el embargo recae sobre dinero, alhajas, joyas o


especies preciosas o efectos públicos, el depósito de
la cosa o cosas embargadas deberá hacerse en alguna
oficina del Banco del Estado a la orden del tribunal
respectivo. (Artículo 451 inciso final Código de
Procedimiento Civil en relación con el artículo 507
Código Orgánico de Tribunales).

El certificado que acredite el depósito se agregará


al expediente. (Artículo 451).

Art. 444, inc. final Código de Procedimiento Civil.


“Si la ejecución recae sobre el simple menaje de la
casa……”

Art. 444, inc 1º Código de Procedimiento Civil. “Si


la ejecución recae sobre una empresa o establecimiento
mercantil o industrial, o sobre cosa o conjunto de
cosas que sean complemento indispensable para su
explotación…”
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Art. 452 Código de Procedimiento Civil. "Si el
deudor no concurre a la diligencia de embargo o si se
niega a hacer la entrega al depositario, procederá a
efectuarla el ministro de fe".

Art. 454 Código de Procedimiento Civil. "Cuando la


cosa embargada se halle en poder de un tercero que se
oponga a la entrega alegando el derecho de gozarla a
otro título que el de dueño…”,

Una vez que se haya practicado el embargo, el


receptor debe entregar "inmediatamente" el acta en la
secretaría del tribunal, y el secretario pondrá
testimonio del día en que la recibe. (Artículo 455,
inciso l°)

V. LOS EFECTOS DEL EMBARGO.

Es menester que las distingamos en cuanto al bien


embargado, en cuanto al dueño del bien y respecto de
los demás acreedores.

1°. Efectos en cuanto al bien embargado.

De acuerdo al artículo 1464 del Código Civil, hay


objeto ilícito en la enajenación de “las cosas
embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo
autorice o el acreedor consienta en ella".

Lógico resulta para el legislador resguardar


eficazmente el crédito del acreedor y la medida por la
ley señalada para su cautela.

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Artículo 453 Código de Procedimiento Civil ->
Bienes Raíces

Artículo 297 inciso 2º Código de Procedimiento


Civil -> Bienes Muebles.

2°. Efectos en cuanto al dueño.

El embargo no priva al dueño del bien del derecho


de propiedad que tiene sobre él, limitándolo
simplemente en lo que respecta a la facultad de
disposición.

En efecto, el dueño puede usar y gozar de la cosa


embargada, mas no puede disponer de ella toda vez que
en su enajenación existe objeto ilícito, según acabamos
de ver.

Lo anterior, lógicamente, si el ejecutado reviste


la calidad de depositario, ya que si éste es un
tercero, la actuación judicial del embargo privará al
dueño de todas las facultades que el derecho de
propiedad confiere, sin perder en todo caso la
titularidad del dominio.

Si, estando en poder del ejecutado el bien


embargado en calidad de depositario, dispone de él, o
sea si se "alza", comete el delito de depositario
alzado, penado en el Art. 444, inc. final con la pena
del Art. 471 del Código Penal-

3°. Efectos en cuanto a los acreedores.

Dentro de la legislación nacional, el embargo no


constituye una causal de preferencia para el pago,
puesto que no aparece mencionado dentro de los créditos
preferentes o de los privilegios contemplados en el
Título XLI. Libro IV del Código Civil.

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Tampoco es una causal que mejore los derechos de
los acreedores preferentes.

Para efectuar el pago con el producido del bien


embargado se aplican las reglas sobre prelación de
créditos del Código Civil y no importa para nada la
fecha del embargo practicado.

Para el pago sólo se mira a la naturaleza de la


obligación sustancial y no a la fecha de la realización
de la actuación procesal.

Hay que tener presente, no obstante, que existe una


medida que otorgada como precautoria, establece
preferencia para el pago. Esa es el denominado "derecho
legal de retención", el que se asimila a la hipoteca o
a la prenda para los efectos de solucionar las deudas.
(Art. 546 C.P.C.).

VI. EL REEMBARGO.

El embargo que se traba sobre un bien determinado


no impide que, con posterioridad, se traben otros
embargos sobre el mismo. Ello, debido a que el embargo,
si bien, produce el efecto de configurar el objeto
ilícito del artículo 1464, N° 3 Código Civil, no saca
del comercio humano el bien sobre que recae.

Al efecto, nuestra jurisprudencia ha declarado que


"es procedente el reembargo de un bien y su posterior
realización en el procedimiento de ejecución que este
preparado para ello. Decretado un embargo en una
ejecución y trabado éste sobre un bien del deudor,
otros acreedores pueden trabar un nuevo embargo sobre
el mismo bien y la realización de él es legalmente
posible en cualquiera de las ejecuciones que llegue
primero a la etapa de venta, sin perjuicio de que los
demás acreedores hagan uso de los derechos que les
confieren los artículos 527, 528 y 529 del Código de
Procedimiento Civil.

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Además, el hecho que se haya interpuesto una
tercería de prelación respecto de un determinado bien
embargado no constituye obstáculo para que ese bien sea
reembargado y vendido, sin perjuicio de efectuarse el
pago con el producto de la realización al acreedor
preferente si éste ganase la tercería. Al efecto, se
ha señalado que “es procedente el reembargo de un bien
y su posterior realización en el procedimiento de
ejecución que llegue primero a la etapa de venta, cuyo
producto se retendrá hasta que recaiga sentencia firme
en la tercería de prelación interpuesta.

“Reembargo” -> Artículos 527 y 528 del Código de


Procedimiento Civil.

Si uno de los muchos acreedores que un deudor tiene


ha sido diligente y por su actuación se ha trabado
embargo sobre uno o más bienes, los demás acreedores
deben iniciar por su cuenta otros juicios en contra del
ejecutado. Para obtener el pago de sus acreencias, los
acreedores tienen dos vías:

1. una consiste en la comparecencia ante el juicio


entablado por el acreedor diligente interponiendo la
correspondiente tercería de pago o de prelación, según
corresponda, o

2. solicitar al tribunal ante el cual se está


ventilando el juicio ejecutivo por él iniciado, que
oficie al juez que ordenó el embargo en primer lugar
para que no se pague el primer acreedor hasta tanto no
se haya caucionado su crédito (Artículos 528 Código de
Procedimiento Civil).

No obstante lo anterior, el primer depositario debe


permanecer en el carácter de tal, aún cuando se haya
trabado posteriormente otro embargo (Artículo 528,
inciso 2° Código de Procedimiento Civil).

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El artículo 529 Código de Procedimiento Civil
contempla la posibilidad de que el acreedor que opuso
una tercería de pago solicite la remoción del
depositario. Los terceristas pueden actuar como
coadyuvantes del ejecutante.

Nuestra jurisprudencia ha fallado que no existe


objeto ilícito en la enajenación que se efectúa en
pública subasta de los bienes que se encuentran
reembargados, aun cuando no exista autorización de los
diversos tribunales que han ordenado la práctica de
estas medidas cautelares.

Empero, en la práctica, y sobre todo tratándose de


la realización de bienes raíces, para proceder a su
remate en pública subasta, siempre se oficia por el
tribunal que va a practicar la subasta a los tribunales
que han ordenado la práctica de embargos para que
autoricen su enajenación.

VI. INSTITUCIONES VINCULADAS AL EMBARGO.

Existen cinco instituciones vinculadas al embargo


de bastante importancia. Tales son:

1. La exclusión del embargo;

2. La ampliación del embargo;

3. La reducción del embargo;

4. La sustitución del embargo, y

5. La cesación del embargo.

1°. LA EXCLUSIÓN DEL EMBARGO.

“Consiste en la facultad que el ejecutado tiene


para solicitar que se alce o se deje sin efecto el

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embargo que hubiera recaído sobre bienes que, según la
ley, tienen el carácter de inembargables”.

“Se tramitará como incidente la reclamación del


ejecutado para que se excluya del embargo alguno de los
bienes a que se refiere el artículo 445" (Art. 519,
inc. 2° Código de Procedimiento Civil).

2°. LA AMPLIACIÓN DEL EMBARGO.

“Consiste en la facultad que la ley confiere al


ejecutante para solicitar que se incorporen al embargo
verificado nuevos bienes porque los ya embargados
resultan insuficientes para cubrir el capital,
intereses y costas adeudados” (Art. 456 Código de
Procedimiento Civil).

El Art. 456 Código de Procedimiento Civil contempla


dos situaciones que hacen procedentes la ampliación:

a) Los motivos para conceder la ampliación del


embargo se entrega por la ley al criterio del tribunal:
"Puede el acreedor pedir ampliación del embargo en
cualquier estado del juicio, siempre que haya justo
motivo de temer que los bienes embargados no basten
para cubrir la deuda y las costas" (inciso l°).

En este caso el tribunal debe realizar un juicio de


oportunidad calificando la procedencia o improcedencia
de la ampliación.

b) Los motivos para conceder la ampliación del


embargo son calificados como suficientes por la propia
ley: “El haber recaído el embargo sobre bienes
difíciles de realizar, será siempre justo motivo para
la ampliación. Lo será también la introducción de
cualquiera tercería sobre los bienes embargados" (Art.
456, inc. 2° Código de Procedimiento Civil)

Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de un embargo


que haya recaído en una cuota de una comunidad
hereditaria que es propiedad del deudor.

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El inciso final del Art. 456 Código de
Procedimiento Civil establece que "pedida la ampliación
después de la sentencia definitiva, no será necesario
el pronunciamiento de nueva sentencia para comprender
en la realización los bienes agregados al embargo".

En consecuencia, la resolución que recae sobre la


solicitud de ampliación, acogiéndola, será por sí sola
título suficiente para embargar nuevos bienes.

3°. LA REDUCCIÓN DEL EMBARGO. -> Art. 447 Código de


Procedimiento Civil.

“Consiste en la facultad concedida por la ley al


ejecutado para solicitar que se alce el embargo de
alguno de los bienes sobre los cuales aquél ha recaído,
por ser excesivos para asegurar cumplidamente la
obligación y las costas.

El embargo debe limitarse a los bienes necesarios y


suficientes para obtener el cumplimiento de la
obligación y no debe constituir un arma de presión en
manos del ejecutante. El abuso del derecho se toma en
ilicitud manifiesta.

4°. LA SUSTITUCIÓN DEL EMBARGO.

Es una facultad del ejecutado, más no en términos


amplios, puesto que presenta las siguientes
limitaciones:

a) la substitución sólo puede hacerse por dinero, y

b) la substitución no opera cuando el embargo ha


recaído sobre la especie o cuerpo cierto debida.

De acuerdo al Art. 457 Código de Procedimiento


Civil, el ejecutado puede solicitar la substitución en
cualquier estado del juicio.

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En la práctica, la substitución será solicitada por
el ejecutado cuando el embargo haya recaído sobre
bienes que él desee administrar o disponer libremente.

En los casos en que procede la substitución del


embargo, el ejecutado no esta pagando la obligación que
se le demanda, sino que sólo reemplazando las garantías
que aseguran el cumplimiento de la sentencia. En
consecuencia, cuando exista la substitución del embargo
al ejecutante sólo podrá pagársele la obligación una
vez que se encuentre ejecutoriada la sentencia que en
la causa se dicte.

El ejecutado debe hacer presente que la suma de


dinero que acompaña al tribunal tiene por objeto
substituir el o los bienes embargados y no pagar la
deuda.

5° LA CESACIÓN DEL EMBARGO.

Consiste en que el ejecutado deposita dinero en la


cuenta corriente del Tribunal para pagar la obligación
que se demanda, con el objeto de que se deje sin efecto
el embargo que hubiese recaído sobre los bienes
constitutivos de su patrimonio (Art. 490 Código de
Procedimiento Civil), poniéndose término al juicio
ejecutivo.

El Art. 490 Código de Procedimiento Civil ha creado


problemas a la doctrina respecto del momento hasta el
cual se pueden liberar los bienes embargados. Dice el
precepto que "antes de verificarse el remate, puede el
deudor libertar sus bienes pagando la deuda y las
costas".

Nuestra jurisprudencia, interpretando el art. en


forma armónica con otros preceptos, ha señalado que la
facultad de hacer cesar el embargo precluye en el
momento en que se extiende el acta de remate.

Si el ejecutado no expresa en su escrito que el


dinero que deposita tiene por objeto la sustitución, la
consignación se va a tomar como cesación y, en

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consecuencia, también como un desistimiento de las
excepciones opuestas.

Todas las instituciones mencionadas se tramitan


como incidentes, en el cuaderno de apremio y nunca van
a paralizar el curso del cuaderno ejecutivo o
principal.

-> Art. 458 Código de Procedimiento Civil.

VI. ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS.

Corresponde, por regla general, al depositario


provisional que designa el ejecutante en el mandamiento
de ejecución y embargo o el juez en subsidio (Art. 443
N° 3 en relación con el Art. 479 C.P.C.)

El depositario provisional ejerce el cargo hasta


que se designe depositario definitivo en la causa, el
cual debe nombrarse en audiencia verbal, por las partes
de común acuerdo o por el tribunal, a falta de éste
(Art. 451, inc. 1° Código de Procedimiento Civil) Sin
embargo, hay que tener presente que en la práctica lo
normal es que nunca se designe depositario definitivo.

Respecto del bien o bienes embargados el


depositario sólo puede ejercitar facultades de
administración. En consecuencia, va a poder realizar
todos los actos que tengan por objeto la conservación,
explotación y reparación de los bienes que se han
puesto a su cuidado.

En todo caso, es menester tener presente que por el


mero depósito no se confiere al depositario la facultad
de usar la cosa (arts. 2200 y 2250 Código Civil).

Por excepción, el depositario tiene facultades de


disposición, las que se pueden ejercer sólo con la
previa autorización del tribunal (Art. 483 Código de
Procedimiento Civil).

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El depositario debe rendir cuenta de las gestiones
que haya realizado durante el desempeño de su cargo
(Art. 514 Código de Procedimiento Civil).

Excepcionalmente, el tribunal puede ordenar al


depositario que rinda cuentas parciales antes que
termine de desempeñar su cargo.

Las cuentas que rinde el depositario se deben poner


en conocimiento de las partes, las que tienen el
término de 6 días para examinarlas. Si transcurrido ese
plazo ninguna de las partes formula objeciones, la
cuenta se tiene por aprobada; en caso contrario se
generara el correspondiente incidente. (Art. 514 Código
de Procedimiento Civil).

Tanto el depositario provisional como el definitivo


son remunerados. Esta remuneración es fijada por el
tribunal una vez que el depositario haya rendido cuenta
y ésta haya sido aprobada, tomando en consideración la
responsabilidad y trabajo que el cargo le haya impuesto
(Art. 516).

Del producto de la realización de los bienes


embargados se pagan, en primer lugar, y a prorrata, las
costas y la remuneración del depositario; y luego se
paga el crédito.

Por excepción, existen depositarios que no tienen


derecho a remuneración, siendo los indicados por el
Art. 517 Código de Procedimiento Civil: "No tienen
derecho a remuneración:

1° El depositario que, encargado de pagar el


salario o pensión embargados, haya retenido a
disposición del tribunal la parte embargable de dichos
salarios o pensión; y

2° El que se haga responsable de dolo o culpa


grave.

VII. CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA.

21
Sabemos que el cuaderno de apremio siempre puede
llegar hasta el embargo, paralizándose en este cuando
se han opuesto excepciones en el cuaderno ejecutivo.
Pero, si las excepciones no se han opuesto, el
mandamiento de ejecución y embargo hace las veces de
sentencia definitiva y se podrá continuar con los
trámites necesarios para la realización de los bienes
embargados.

Supuesto que ya hemos pasado toda la tramitación


del cuaderno ejecutivo, se puede dictar sentencia
condenatoria en contra del ejecutado. Para el
cumplimiento de la sentencia condenatoria es menester
efectuar una distinción según si la sentencia es de
pago o de remate.

Una vez que la sentencia de pago está ejecutoriada


o, sin estarlo, se han caucionado las resultas del
juicio, el ejecutante debe solicitar que se proceda a
la liquidación del crédito y a la tasación de las
costas. (Art. 510 Código de Procedimiento Civil).

Art. 512 Código de Procedimiento Civil "si el


embargo se ha trabado sobre la especie misma que se
demanda, una vez ejecutoriada la sentencia de pago, se
ordenará su entrega al ejecutante".

Como se puede apreciar, el cumplimiento de la


sentencia de pago es casi automático, toda vez que no
es necesario realizar ningún otro trámite que no sea la
liquidación del crédito y de las costas.

Situación distinta es la de la sentencia de remate.


En efecto, como ésta se dicta cuando el embargo ha
recaído sobre bienes que no son dinero ni la especie o
cuerpo cierto debida, será menester convertir en dinero
los bienes que cautelan el resultado del juicio.

La apelación que se interponga contra esta


sentencia se concede en el sólo efecto devolutivo y, en
consecuencia, puede, de todos modos, procederse a la
realización de los bienes, mas no puede hacerse pago al
ejecutante con el producido mientras la sentencia no se

22
encuentre ejecutoriada, conforme a lo establecido en el
Art. 510 Código de Procedimiento Civil.

La sentencia de remate causa ejecutoria para todos


los efectos de que se realicen los bienes, pero todo lo
que en su virtud se efectúe queda sujeto a la condición
de que la resolución sea confirmada.

En la sentencia de remate será necesario recurrir a


un procedimiento que permita reducir a dinero los
bienes embargados. El Código denomina a este
procedimiento como "procedimiento de apremio" (Art.
458, inc. 1° Código de Procedimiento Civil).

VII. EL PROCEDIMIENTO DE APREMIO (REALIZACIÓN DE


BIENES).

Para los efectos de convertir en dinero los bienes


embargados, o sea, para la realización de los mismos,
el legislador ha debido clasificarlos en las cuatro
categorías, a saber:

1° Bienes muebles sujetos a corrupción, susceptibles


de próximo deterioro o de difícil o dispendiosa
conservación.

Estos bienes son vendidos por el depositario, con


autorización judicial y sin necesidad de que
previamente se practique una tasación. -> Art. 483

2° Efectos de comercio realizables en el acto.

Típico ejemplo es el de las acciones de sociedades


anónimas abiertas, según la terminología de la Ley
18.046 sobre sociedades, ya que éstas tasan sus
acciones en la Bolsa de Comercio.

3°. Bienes muebles no comprendidos en las situaciones


anteriores:

23
El Art. 482 C.P.C., "bienes muebles embargados se
venderán en martillo, siempre que sea posible, sin
necesidad de tasación. La venta se hará por el
martillero designado por el tribunal que corresponda".

En la práctica, la designación del martillero se


solicita al tribunal conjuntamente con el escrito de
retiro de especies. En dicha presentación se pide que
se faculte al martillero designado para fijar la fecha
del remate y el número de avisos que estime necesarios
para publicitar tal remate. Además, en un otrosí, se
pide el auxilio de la fuerza pública en caso de que el
ejecutado se oponga al retiro de las especies.

En caso que hubiere oposición del deudor para hacer


entrega de los bienes embargados al depositario
provisional o definitivo designado en el proceso,
deberá procederse a cumplir esa diligencia con el
auxilio de la fuerza pública. En caso que el
depositario provisional de los bienes fuere el deudor,
sólo podrá efectuarse el retiro de especies embargadas
con el auxilio de la fuerza pública una vez que se
hubiere dictado una sentencia de remate, la que se
puede cumplir no obstante que el deudor hubiere
deducido el recurso de apelación o de casación en su
contra.

El inc. 3º del art. 455, el retiro de las especies


no podrá decretarse sino hasta transcurridos que sean
10 días desde la fecha de la traba del embargo, a menos
que el juez, por resolución fundada, ordene otra cosa.
Por lo tanto no es posible que se efectué en forma
simultánea el embargo y retiro de especies.

El uso no autorizado o el anuncio o amenaza de uso


del auxilio de la fuerza pública sin estar decretado,
será sancionado en la forma prevista en el N° 4 del
art. 532 del Código Orgánico de Tribunales.

En algunas ocasiones, el ejecutante puede tener


interés en adjudicarse el bien que se remata con cargo
a su crédito. En este caso, hay que presentar un
escrito al tribunal solicitando autorización para
participar en el remate con cargo a su crédito,
oficiándose al efecto al martillero designado.

24
4°. Bienes que requieren previa tasación.-> Artículo
485 Código de Procedimiento Civil.

Los bienes que requieren de previa tasación para su


realización son:

a) Todos los bienes raíces, y

b) Algunos bienes muebles que no quedan comprendidos en


las situaciones señaladas precedentemente, ejemplo de
lo cual son los derechos en sociedad de personas.

ETAPAS QUE ESTABLECE EL Código de Procedimiento Civil


PARA LA SUBASTA PUBLICA DE LOS INMUEBLES

a. Tasación;

b. Fijación de día y hora para la subasta;

c. Bases del remate;

d. Purga de Hipotecas;

e. Autorización para enajenar bien raíz embargado;

f. Publicación de avisos;

g. Subasta del inmueble;

h. Otorgamiento de escritura pública;

NOTA: La purga de hipotecas no es precisamente un


trámite del procedimiento de realización del inmueble
sino que un efecto del mismo. Pero, sistemáticamente es
conveniente tratarla en el lugar indicado por las
razones que luego veremos.

1° TASACIÓN: (Artículos 486 y 487 Código de


Procedimiento Civil):

25
Será aquella que figure en el rol de avalúos que esté
vigente para los efectos del pago de la contribución
territorial, a menos que el ejecutado solicite que se
practique nueva tasación.

El ejecutado tiene un plazo de tres días, como en


todo documento público, para objetar el avalúo y
requerir una nueva tasación del inmueble.

Requerida la nueva tasación del inmueble se deberá


citar a las partes para dentro de 2º día, con el fin de
que se designe perito tasador.

El perito debe practicar todos los trámites


necesarios para hacer la tasación y presentar el
informe de ella al tribunal.

Presentado que sea el informe del perito, debe éste


ser puesto en conocimiento de las partes, teniendo
ellas un plazo de 3 días para impugnarlo. De la
impugnación que efectúe una de las partes se dará
traslado por tres días a la contraparte.

Transcurrido este plazo de tres días, sea que se


haya evacuado o no el traslado, el tribunal puede optar
por los siguientes caminos:

a. aprobar la tasación.

b. ordenar que se rectifique la tasación por el mismo


perito que evacuó el informe, o por otro; o fijar el
tribunal por sí mismo el justiprecio de los bienes.

->Art. 487 inc. 2º

Estas resoluciones son inapelables.

2°. FIJACIÓN DE DIA Y HORA PARA EL REMATE. ART. 488

Para realizar la subasta es previa la realización


de los siguientes actos:

26
a). publicación de avisos, dándose cuenta del día y
hora en que el remate se va a realizar y el lugar donde
se efectuará.

b). aprobación de las bases del remate; y

c). acompañamiento de un certificado de gravámenes y


prohibiciones respecto del inmueble.

En consecuencia, la fijación del día del remate


debe hacerse en un plazo tal que se tenga tiempo para
hacer todos estos trámites: generalmente un mes o un
mes y medio después de aprobada la tasación.

3°. LAS BASES DEL REMATE.

La aprobación de las bases del remate, es decir, de


las condiciones en que debe procederse a la venta del
inmueble, debe efectuarse por las partes de común
acuerdo.

El ejecutante debe presentar un escrito en el cual


propone al tribunal las bases o condiciones en que haya
de efectuarse el remate. El tribunal proveerá "como se
pide, con citación", indicando que se aprueban las
bases del remate si el ejecutado no se opone a ellas
dentro del plazo de 3 días, contados desde la
notificación de la resolución. (Art. 491).

Si no existe acuerdo, las bases del remate deben


ser determinadas por el tribunal, teniendo éste
presente las siguientes limitaciones:

a). El precio en el cual se va a vender el inmueble no


puede ser inferior a los dos tercios de su tasación;

b). El precio deberá pagarse de contado, a menos que el


tribunal, por motivos fundados, resuelva otra cosa
(art. 491); y

27
c). Las personas interesadas en participar en la
subasta deberán otorgar una garantía de seriedad de la
oferta, cuyo monto será equivalente a un 10% del valor
en que los bienes van a ser subastados.

En las bases del remate se deben contemplar las


siguientes cláusulas:

1. especificación del bien que se va a vender;

2. precio que se pide como mínimo;

3. forma en que el precio se va a pagar;

4. garantías que se pueden otorgar para caucionar el


pago a plazo del saldo de precio;

5. la fecha en que se efectuará la entrega del


inmueble;

6. la facultad del ejecutante de participar en el


remate con cargo a su crédito.

7. también deben contemplarse la situación de los


insumos atrasados: Luz, agua, electricidad, etc. Si en
las bases del remate nada se dice respecto de esta
cláusula, los gastos que ocasionaren serán de cuenta
del adjudicatario.

4°. LA PURGA DE LAS HIPOTECAS (Arts. 2428 C.C. y 492


Código de Procedimiento Civil)

La purga de las hipotecas consiste en la extinción


de las hipotecas, que se produce cuando concurren tres
requisitos copulativos:

1. que el inmueble sea vendido en pública subasta;

2. que los acreedores hipotecarios sean citados; y

28
3. que haya transcurrido entre la citación de los
acreedores hipotecarios y la subasta el término de
emplazamiento del juicio ordinario (Artículo 3° Código
de Procedimiento Civil).

Una vez efectuada la subasta se extinguen todas las


hipotecas constituidas sobre el bien raíz.

5°. AUTORIZACION PARA ENAJENAR BIEN RAIZ EMBARGADO.

Si el inmueble que se va a rematar se encuentra


embargado por orden de otro tribunal donde se está
siguiendo otro juicio, dicho bien raíz no puede
venderse sin previa autorización del tribunal que lo
decretó.

En consecuencia, hay que presentar un escrito al


tribunal solicitando que dirija un oficio al tribunal
que haya dispuesto el embargo, para los efectos de que
autorice la venta en pública subasta. Sin perjuicio de
ello, debemos tener presente, que se ha declarado que
cuando el art. 1464 N° 3 del Código Civil sanciona con
objeto ilícito las enajenaciones que menciona, sólo
incluye aquellas voluntarias, mas no a las
enajenaciones forzadas realizadas por el ministerio de
la justicia.

El hecho de que un inmueble tenga o no hipotecas


constituidas o embargos decretados se acredita con un
certificado de prohibiciones y gravámenes emanados del
Conservador de Bienes Raíces, documentos que se deberán
acompañar al expediente.

En consecuencia:

a. si se remata el inmueble sin haberse citado a los


acreedores hipotecarios, se mantienen vigentes todas
las hipotecas;

b. si el que ejecuta el inmueble es el primer acreedor


hipotecario y no se ha citado a los acreedores de grado
posterior, el adjudicatario del inmueble se subrogará

29
en los derechos del primer acreedor hipotecario, de
acuerdo a lo que preceptúa el art. 1610 N° 2 del Código
Civil.

6. PUBLICACIÓN DE AVISOS.

Deben efectuarse en la forma que establece:

El artículo 489 Código de Procedimiento Civil


concordado con el art. 502 Código de Procedimiento
Civil.

La ley no exige que se deje constancia en el


expediente del hecho de haberse publicado los avisos,
pero como la liquidación de los bienes raíces es un
trámite solemne, debe dejarse constancia de los avisos
en el expediente para que no se declare la nulidad del
remate. En la práctica se agrega a la certificación un
recorte del diario donde aparece el aviso del remate.

7°. REMATE DEL INMUEBLE.

Al respecto es menester distinguir dos situaciones:

1. Existen postores en el remate:

En primer término, el tribunal ha de calificar la


caución que los interesados deben rendir para
participar en la subasta.

Realizada la calificación, se procede a efectuar el


remate partiendo del mínimo y se adjudicará el inmueble
a la persona que presente la mejor postura.

Efectuada la adjudicación, se deberá levantar un


acta de remate, documento eminentemente solemne que
hace las veces de escritura pública para los efectos
prescritos en el art. 1801 del Código Civil, el que en
su inc. 2º establece que "la venta de los bienes
30
raíces, servidumbres y censos, y la de una sucesión
hereditaria, no se reputan perfectas ante una ley,
mientras no se ha otorgado escritura pública".

En consecuencia, la compraventa (porque eso es, en


definitiva, la venta en pública subasta, pero con la
particularidad que una de las partes en el contrato va
a ser representada por el tribunal), se reputa perfecta
desde el momento en que extiende el acta del remate,
documento que deberá ser firmado por el juez de la
causa, por el rematante o adjudicatario del inmueble y
por el secretario del tribunal.

2. No existen postores en el remate:

Soluciona este problema el artículo 499 Código de


Procedimiento Civil, al establecer que "si no se
presentan postores en el día señalado, podrá el
acreedor solicitar cualesquiera de estas dos cosas, a
su elección:

1ª. Que se le adjudiquen por los dos tercios de la


tasación los bienes embargados; y

2ª Que se reduzca prudencialmente por el tribunal el


avalúo aprobado. La reducción no podrá exceder de una
tercera parte de este avalúo.

Si el acreedor escoge por esta segunda vía, es


decir, por un nuevo remate, y no hay postores se
resuelve la situación por lo prescrito en el art. 500
Código de Procedimiento Civil: "Si puestos a remate los
bienes embargados por los dos tercios del nuevo avalúo,
hecho de conformidad al nº 2° del art. anterior,
tampoco se prestan postores, podrá el acreedor pedir
cualquiera de estas tres cosas, a su elección.

lª. Que se le adjudiquen los bienes por los dichos dos


tercios;

2ª. Que se pongan por tercera vez a remate, por el


precio que el tribunal designe; y

31
3ª. Que se le entreguen en prenda pretoria. "es un
contrato en cuya virtud, por el ministerio del
tribunal, se entregan al acreedor bienes embargados,
sean raíces o muebles, para que se pague con sus
frutos.”

Para la prenda pretoria rigen los arts. 501 a 507


del Código de Procedimiento Civil.

8° OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA.

El Código de Procedimiento Civil establece con


posterioridad al acta de remate debe extenderse la
escritura pública definitiva. Si bien es cierto que el
acta de remate hace las veces de escritura pública para
los efectos del Artículo 1801, inciso 2º del Código de
Procedimiento Civil, o sea, desde que es firmada por el
juez, el rematante y el secretario se reputa perfecta
la venta; no es menos cierto que dicha acta no es un
título suficiente para los efectos de practicar la
tradición del inmueble, cosa que, como sabemos, se
produce al inscribirse en el Registro de Propiedades
del Conservador de Bienes Raíces la escritura pública
de compraventa, que deberá extender el juez como
representante del deudor. Relacionado con el art. 497

El juez debe ordenar que se extienda la escritura


definitiva a petición de parte y dentro de 3 día de
efectuado el remate (Art. 495, inc. 2°). Este plazo de
3 días, pese a la redacción del precepto, no es un
plazo fatal ni genera la caducidad del derecho a
otorgarse la escritura de compraventa definitiva.

En la escritura de compraventa deben insertarse los


siguientes antecedentes:

1). Todos los antecedentes relativos a la validez del


juicio en que se produjo el remate, esto es, el
requerimiento de pago; el certificado de que no se
opusieron excepciones o, si se trata de la sentencia
dictada en la causa, el certificado de ejecutoriada de

32
dicha resolución que fijó el día y la hora de la
subasta; la publicación de los avisos; la certificación
del secretario de que dichos avisos fueron publicados;
y, en general todos los antecedentes que permitan
demostrar a terceros que se cumplieron los presupuestos
o requisitos necesarios para la validez del juicio.

2). Todos los antecedentes relativos al remate o a la


venta misma, como, el acta de remate; las
autorizaciones otorgadas por el tribunal en caso de que
hubieren existido otros embargos, para la venta del
inmueble en pública subasta, etc.

3). Deberán insertarse todos los antecedentes que


permitan demostrar la purga de las hipotecas que
hubieren afectado al inmueble.

Puede suceder, sin embargo, que la persona que se


adjudicó la cosa en el remate se desista de efectuar la
compra o sea, que no se realice nunca la adjudicación.
A este respecto, se ha suscitado una discrepancia en la
doctrina:

1. Un sector sostiene que el adjudicatario tiene la


obligación de comprar el inmueble, por cuanto la venta
se reputa perfecta y conforme a lo que establece el
artículo 495 Código de Procedimiento Civil.

En consecuencia, haciendo valer el acta de remate


como título ejecutivo, se puede demandar el
cumplimiento de esa obligación de hacer el
adjudicatario.

Admitir la posibilidad de que el adjudicatario o


adquirente dejara sin efecto la adjudicación y no
quisiere suscribir la escritura pública sería aceptar
que los contratos pueden dejarse sin efecto con la sola
voluntad de una de las partes fuera de los casos
expresamente indicados por la ley, cosa que atenta

33
contra el espíritu de la legislación sustancial civil
(Artículo 1545 Código Civil).

2. Otro sector sostiene que el adjudicatario tiene


derecho a desistirse de suscribir la escritura de
compraventa consistiendo la sanción aplicable en la
pérdida de la suma de dinero que haya depositado como
garantía de seriedad de la oferta, de acuerdo con lo
que señala el artículo 494, inciso 2° Código de
Procedimiento Civil.

En la práctica, se adopta este segundo criterio, lo


que podría permitir al ejecutado hacer uso de esta
circunstancia a través de un tercero para paralizar o
dilatar el procedimiento, constituyendo esto notoria
mala fe.

XVI. LA NULIDAD DE LA SUBASTA.

La pública subasta puede ser atacada desde un doble


punto de vista: como nulidad procesal o como nulidad
substancial.

1° Nulidad procesal:

La nulidad procesal se producirá cuando el vicio


que la origina sea de carácter procedimental, debiendo
ser solicitada y ser declarada durante el curso del
juicio ejecutivo.

La jurisprudencia nacional ha señalado que la


nulidad por vicios procesales puede alegarse sólo hasta
que se encuentre ejecutoriada la resolución que ordena
extender la escritura de subasta. Empero, otra
jurisprudencia ha declarado que la nulidad procesal
incluso puede solicitarse después de ejecutoriada la
referida resolución.

2° Nulidad sustancial:

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Es la que se produce a consecuencia de un vicio
vinculado al acto de la compraventa en la subasta. De
esta nulidad sustancial se debe reclamar en un juicio
ordinario posterior, en el cual lo que se demandará
será la nulidad de una venta.

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