Está en la página 1de 5

DEFINICIÓN DE

VIOLENCIA ESCOLAR
La violencia contempla los actos que se ejercen con la intención de lograr
una cosa a través del uso de la fuerza. La conducta violenta, por lo tanto,
busca dañar física o mentalmente a otra persona para someterla. En el
caso de la violencia escolar, está dada por la conducta que se desarrolla en
el seno de una escuela y que tiene la finalidad de generar algún tipo de
daño en dicho marco.
La violencia escolar puede desarrollarse dentro de la escuela (en un aula, un
pasillo, un patio, etc.) o en otros sitios que están vinculados a ella. Sus
víctimas pueden ser estudiantes, docentes, trabajadores de la escuela o
familiares de los alumnos.
Dentro de la violencia escolar podemos subrayar que existen tres tipos que
se determinan en función de quien es el agresor y quien el agredido. Así, por
ejemplo, podemos hablar en un primer término de lo que es la violencia de
alumnos hacia otros alumnos.
En segundo lugar, nos encontramos con la violencia escolar que es ejercida
por alumnos sobre el personal docente de su centro en cuestión. La misma se
manifiesta tanto a nivel físico, a través de lesiones de distinta categoría,
como a nivel psicológico haciendo uso de insultos y humillaciones de muy
variada tipología.
Y en tercer lugar se encuentra la violencia escolar que es ejercida por el
propio personal docente hacia otros compañeros, hacia alumnos, padres de
estudiantes o incluso miembros del colegio que trabajen en el ámbito de la
administración o de los servicios. Entre las manifestaciones más frecuentes
que tiene este tipo de violencia se encuentran las siguientes:
Ataques al aspecto emocional de las víctimas mediante humillaciones o
violencia verbal en toda su extensión.
Violencia física.
Relaciones de tipo confuso. En esta categoría se incluyen desde abusos de
tipo sexual hasta acoso de diversa índole.
Existen múltiples causas que pueden propiciar la irrupción de la violencia
escolar. Los expertos hablan de la falta de límites en la conducta, de la
transmisión de situaciones violentas a través de los medios que pueden
generar un efecto de contagio y de las condiciones de exclusión y
discriminación social.
Es frecuente que la violencia escolar se asocie al acoso escolar, también
conocido como bullying. Este acoso consiste en someter a un alumno a un
maltrato constante y sostenido a lo largo del tiempo a través de burlas,
insultos, golpes, etc.
¿Cuáles son las formas de violencia en la escuela?
Según encuestas internacionales que recopilan datos sobre la violencia en la
escuela, la UNESCO reconoce las siguientes formas de violencia en el entorno
escolar:
La violencia física, es decir, toda forma de agresión física perpetrada por los
compañeros, los docentes o miembros del personal escolar con la intención
de herir.
La violencia psicológica que se manifiesta mediante agresiones verbales o
emocionales, en la que figuran todas las formas de exclusión, rechazo,
insultos, propagación de rumores, mentiras, injurias, burlas, humillaciones,
amenazas o castigos psicológicos.
La violencia sexual, que incluye la intimidación con carácter sexual, el acoso
sexual, los toqueteos no deseados, la coerción sexual y la violación
perpetrada por un docente, un miembro del personal escolar o un
compañero de clases.
El acoso, mediante el que se define más bien un modo de comportamiento
que incidentes aislados, y que puede definirse como un comportamiento
intencional y agresivo que tiene lugar de manera repetida contra una víctima.
Puede manifestarse de diferentes formas:
Acoso físico, incluidos puñetazos, patadas y destrucción de bienes;
Acoso psicológico, como burlas, insultos y amenazas; o en las relaciones,
mediante la propagación de rumores y la exclusión del grupo; y
Acoso sexual, como el hecho de burlarse de la víctima mediante bromas,
comentarios o gestos de carácter sexual, algo que puede interpretarse como
acoso sexual en determinados países.
El ciberacoso es una forma de intimidación psicológica o sexual que tiene
lugar en línea. Incluye la publicación o el envío de mensajes electrónicos,
incluidos textos, fotos o vídeos, con el objetivo de acosar, amenazar o atacar
a otra persona por conducto de diferentes redes sociales. El ciberacoso
consiste fundamentalmente en propagar rumores, difundir informaciones
falsas o mensajes hirientes, fotos o comentarios embarazosos o también
excluir a alguien de las redes sociales u otros medios de comunicación.
¿Cuáles son las consecuencias de la violencia en la escuela?
Las consecuencias en la vida escolar: el acoso socava el sentimiento de
pertenencia a la escuela y afecta el acceso a la educación. Los niños que son
acosados con frecuencia son más propensos a manifestar un sentimiento de
exclusión y el deseo de abandonar la escuela al terminar sus estudios
secundarios. Los niños acosados obtienen rendimientos escolares inferiores a
los demás.
Consecuencias para la salud: el acoso afecta la salud mental y el bienestar de
los niños. Son más los niños que han sido víctimas de acoso con sentimientos
de soledad e ideas suicidas, así como los que presentan mayores tasas de
consumo de tabaco, alcohol o cannabis y que confiesan sentirse menos
satisfechos con sus vidas y estado de salud. La violencia en la escuela
también puede provocar heridas y daños físicos.
Cómo la UNESCO puede contribuir a los esfuerzos de prevención y de lucha
contra la violencia y el acoso escolar?
Los datos disponibles demuestran que las respuestas eficaces ante la
violencia y el acoso escolar deben ser globales y disponer de una
combinación de políticas e intervenciones. Esta respuesta global a la violencia
y al acoso escolar se llama frecuentemente “enfoque global de la educación”.
A partir de un examen profundo de los marcos conceptuales que se
describen en este enfoque global, la UNESCO ha identificado nueve
elementos esenciales de una respuesta que más allá de la escuela y que
pudiera describirse mejor como un enfoque global a escala del sistema
educativo o de la educación. Estos elementos son los siguientes:
Un liderazgo político fuerte y un marco jurídico y político sólido para
combatir la violencia y el acoso escolar;
Una formación de los docentes en materia de violencia y acoso escolar, pero
también en materia de gestión positiva de las aulas;
Planes de estudio, un aprendizaje y una enseñanza que generen un ambiente
escolar más amistoso (opuesto a la violencia y al acoso escolar), así como las
competencias sociales y emocionales de los alumnos;
Un entorno seguro en las escuelas y en las aulas, tanto en lo psicológico
como en lo físico;
Mecanismos de alerta destinados a las víctimas de la violencia o el acoso
escolar, así como servicios de apoyo y de orientación;
Implicación de todas las partes interesadas, incluidos los padres;
Empoderamiento y participación de los alumnos;
Colaboración y alianzas entre el sector educativo y una amplia gama de
asociados (otros sectores gubernamentales, ONG, universidades);
Datos fehacientes: seguimiento de la violencia y el acoso escolar y evaluación
de las respuestas.

También podría gustarte