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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS


ESCUELA ACADEMICO PROFSIONAL DE AGRONOMIA

SEMINARIO II

FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE EL PROCESO DE LA FOTOSÍNTESIS

INTEGRANTES: Montoya Dávila, Ángel Denilson


Gonzales Sajami, Katherine Oriana
Mantilla Yopla, Moisés Aldemar
Pérez Cueva, Eylin Lizbeth

CURSO: Bioquímica

DOCENTE: Vilca Gavidia, Marleny Elizabeth

GRUPO: B3

Cajamarca 20 enero de 2023


I. INTRODUCCIÓN
La fotosíntesis es un proceso de anabolismo autótrofo. Constituye no sólo la
forma de nutrición del reino vegetal sino por la base de la alimentación de
todas las cadenas tróficas. Consta de dos fases: una luminosa y otra oscura.
En ellas se produce la transformación no sólo de materia inorgánica en
orgánica, sino también de energía luminosa en energía química de enlace.
Para que se lleve a cabo la fotosíntesis se necesitan los siguientes elementos:
Sol (energía solar), gas carbónico (CO2) que entrara por las estomas de las
hojas, Clorofila, Agua y Sales minerales (absorbidas por las raíces). Las
plantas son autótrofas porque tienen la capacidad para captar la energía del
sol y fijarla en los enlaces de los compuestos orgánicos que elaboran la
energía del sol y fijarla en los enlaces de los compuestos orgánicos que
elaboran mediante la fotosíntesis.
La fotosíntesis es un proceso fisicoquímico por el cual plantas, algas,
bacterias fotosintéticas y algunos protistas como diatomeas utilizan la
energía de la luz solar para sintetizar compuestos orgánicos. Se trata de un
proceso fundamental para la vida sobre la tierra y tiene un profundo impacto
sobre la atmósfera y el clima terrestres: cada año los organismos con
capacidad fotosintética convierten en carbohidratos más del 10% del dióxido
de carbono atmosférico. El conocimiento básico de este proceso es esencial
para entender las relaciones entre los seres vivos y la atmósfera, así como el
balance de la vida sobre la tierra. Desde el punto de vista evolutivo, la
aparición de la fotosíntesis oxigénica supuso una verdadera revolución para
la vida sobre la tierra: cambió la atmósfera terrestre enriqueciéndola, hecho
que posibilitó la aparición de organismos que utilizan el oxígeno para vivir.
La fotosíntesis es el único mecanismo de entrada de energía para la biosfera
(con excepción de los procesos que realizan algunas bacterias
quimiosintéticas que obtienen energía de la oxidación de sustratos
inorgánicos). La fotosíntesis incluye reacciones de oxido-reducción.
Básicamente en el proceso de oxidación la molécula de agua libera
electrones con producción de oxígeno y la reducción del dióxido de carbono
para formar carbohidratos (Salisbury y Ross, 1994).
II. OBJETIVOS
2.1. Objetivos generales
Entender como influyen los factores sobre el proceso de fotosíntesis

2.2.Objetivos específicos
- Reconocer los procesos que se llevan a cabo durante la fotosíntesis.
- Interpretar como actúan dichos factores en el proceso de fotosíntesis
III. MARCO TEORICO
3.1. Fotosíntesis y luz
La fotosíntesis es el proceso metabólico que ocurre en las plantas
terrestres, las algas de aguas dulces, marinas o las que habitan en los
océanos, y que permite la transformación de la materia inorgánica en
materia orgánica y al mismo tiempo convierten la energía solar en
energía química. Este proceso reviste gran importancia para la vida en la
Tierra, ya que los organismos heterótrofos dependen de estas
conversiones energéticas y de materia para su subsistencia. También a la
eliminación de oxígeno fotosintético a la atmósfera obedecen la mayoría
de los seres vivos.

3.1.1. La luz solar principal fuente de energía para la biosfera


La luz es la fuente primaria de energía para la vida sobre
la Tierra. La biosfera en la que vivimos es un sistema cerrado
y en equilibrio dinámico constante desde el punto
de vista termodinámico. Ser un sistema cerrado significa
que no intercambia materia con el exterior, pero sí recibe
energía. Esta energía “extraterrestre” es esencial para la
dinámica tanto geológica como biológica de este planeta,
que alberga algo tan genuino como la vida.

3.1.2. Las plantas son organismos autótrofos fotosintéticos


Mediante un único y complejo proceso fisiológico
denominado fotosíntesis, determinados organismos vivos
autótrofos, (también llamados fotoergónicos o fotosintéticos),
son capaces de absorber y utilizar la energía luminosa.
Cualquier fuente de luz visible (por ejemplo, una lámpara
incandescente o fluorescente) sirve a los organismos
fotosintéticos para realizar la fotosíntesis. Así pues, nada hay
de específico o misterioso en el Sol. Esos organismos
simplemente usan su luz, si bien la luz solar tiene una
intensidad y un espectro difícil de alcanzar o de imitar con la
iluminación artificial.
Entre los organismos fotosintéticos, los vegetales constituyen
el grupo principal y el más abundante. La fotosíntesis
es un proceso distintivo del reino vegetal, que en buena
parte determina los rasgos característicos de la estructura y
la fisiología de las plantas. El tipo de fotosíntesis que realizan
los vegetales se caracterizan por la formación de oxígeno
(O2) como subproducto que se desprende a la atmósfera. Este
tipo de fotosíntesis se denomina fotosíntesis oxigénica y
no está restringido a las plantas superiores, pues se da
también en las algas y en los organismos procariotas, como
las cianobacterias y las bacterias verdes-oxifotosintéticas.
Existe también la modalidad de fotosíntesis anoxigénica,
que llevan a cabo ciertas bacterias que viven en condiciones
anaerobias y no producen oxígeno. La similitud de los
procesos fotosintéticos fundamentales es bastante grande
entre ambas modalidades de fotosíntesis.

3.1.3. La fotosíntesis es un proceso biológico de fotoabsorción y


fotoasimilación que consta de dos fases
La primera fase es un proceso de conversión de energía
luminosa en energía electroquímica. Se inicia con la
absorción de la luz por ciertos complejos pigmento-proteína
denominados antenas, «cosechadores» de luz, y continúa con
la canalización de la energía de los fotones hacia los centros
de reacción de los fotosistemas, donde la energía se
transforma en una corriente de electrones y protones entre
moléculas oxidorreductoras. Las reacciones de
oxidorreducción producen, en último término, dos
biomoléculas estables (NADPH y ATP) que se van
acumulando. Estas biomoléculas son útiles como fuente de
“energía asimiladora”, ya que proporcionan poder de
reducción (el NADPH) y poder de enlace (el ATP),
necesarios para la siguiente fase.
En la segunda fase de la fotosíntesis se produce toda una serie
de reacciones de asimilación de elementos necesarios para la
construcción biomolecular: C, H, O, N, S, etc. El elemento
esencial y predominante en la materia orgánica es el carbono.
En la fotosíntesis, el carbono se toma del dióxido de carbono
(CO2) del aire.

3.1.4. Pigmentos fotosintéticos


En las plantas, la luz destinada a impulsar el proceso
fotosintético es absorbida por dos tipos principales de
pigmentos: clorofilas y carotenoides, que son moléculas
cromóforas sensibles a la radiación luminosa y genéricamente
llamadas pigmentos fotosintéticos.
Estos pigmentos no están libres en el aparato fotosintético,
sino que se encuentran engarzados dentro de las proteínas
fotosintéticas formando los complejos pigmento proteína.
La asociación de estos pigmentos con los polipéptidos
es de tipo no covalente, por lo que, al desnaturalizarse la
proteína, los pigmentos se liberan. El pigmento fotosintético
más importante es la clorofila, ya que es la biomolécula
cromófora que interviene más directamente en el proceso de
absorción y conversión de la energía luminosa. Existen
distintos tipos de clorofilas, pero todos ellos se caracterizan
por tener un anillo tetrapirrólico cíclico, de tipo porfirina
(similar al grupo hemo), con un catión metálico de magnesio
ligado en el centro del anillo (Mg2+). También cuentan en su
estructura con una larga cadena hidrófoba de fitol que les
facilita el anclaje dentro de zonas o estructuras poco polares.
Debido a esta estructura molecular, las clorofilas son capaces
de absorber la radiación luminosa en la zona del azul y
también en la zona del rojo; por ello, son de color verde, y
dan al reino vegetal ese color característico.
Los carotenoides son compuestos de cuarenta átomos de
carbono (C40) que tienen una estructura principal lineal con
grupos metilo laterales cada 4 carbonos. Desde el punto de
vista biosintético, son derivados de la fusión de ocho
unidades de isopreno (molécula de 5 C). Por ello, son lípidos
isoprenoides. La función fotosintética principal de los
carotenoides es proteger el aparato fotosensible mediante
mecanismos de disipación y extinción de energía.
3.2.Factores que afectan al rendimiento fotosintético
3.2.1. Disponibilidad de CO2
El CO2 es un gas que se encuentra de forma natural en la
atmosfera en niveles muy bajos (380 ppm aproximadamente).
A pesar de ello, es el sustrato principal de la fotosíntesis, ya
que es la fuente de carbono para la síntesis de los distintos
compuestos orgánicos de las plantas. La mayor parte de las
depende de la difusión del CO2 desde la atmósfera hasta los
cloroplastos, donde tendrá lugar la fijación del dióxido de
carbono gracias a la actividad carboxilasa de la enzima
rubisco. Estas plantas en las que la absorción de CO2 depende
con qude la difusión son las denominadas plantas C3. Otras
plantas dependen menos de la difusión, ya que tienen
mecanismos que les permiten concentrar el CO2 para la
fotosíntesis, aunque con un cierto coste energético. Son
ejemplo de ellas las plantas C4 y las plantas CAM
(metabolismo acido de las crasuláceas)
2.4.1.1. El CO2 debe atravesar distintas barreras de la
hoja hasta poder ser utilizado por la rubisco
El CO2 difunde desde el aire hasta el cloroplasto, y
para ello debe pasar por distintas partes de la hoja: 1)
la capa límite o boundary layer; 2) los estomas; 3) los
espacios aéreos del interior de la hoja, y 4) la fase
líquida en el interior de la hoja, que incluye la
disolución del CO2.
Una vez que el CO2 ha difundido a través de la capa
límite, entra por los poros estomáticos. Los estomas
ofrecen una resistencia variable, según el grado de
apertura en que se encuentren. Una vez superada la
resistencia estomática, el último obstáculo de la fase
gaseosa son los espacios aéreos del interior de la hoja,
es decir, las cavidades delimitadas por las paredes de
las células del mesófilo, incluidas las cavidades
subestomáticas (resistencia de los espacios
intercelulares).
2.4.1.2.El CO2 estimula la fotosíntesis a través de su
acción como sustrato
A pesar de que existen otros factores limitantes, el
CO2 es un factor clave que determina la tasa de
fotosíntesis, puesto que es uno de los principales
sustratos de ese proceso. En general, si las plantas no
presentan limitaciones por otros factores, responden
incrementando la fotosíntesis a medida que la
concentración de CO2 aumenta. Estos incrementos de
la fotosíntesis no son idénticos en todas las plantas,
sino que varían según la fisiología de cada una de
ellas.
2.4.2. Luz como factor ambiental más variable que afecta a la
fotosíntesis
La radiación luminosa, o luz, es el elemento clave de la
fotosíntesis, dado que es su fuente primaria de energía. Por
otra parte, la luz también actúa como factor regulador del
crecimiento y desarrollo de los vegetales.
2.4.2.1. Ambiente luminoso
El ambiente luminoso al que se encuentran expuestas
las plantas afecta a su crecimiento y desarrollo, y
determina su morfología foliar y su fisiología, hasta el
punto de que únicamente sobreviven las plantas cuya
fotosíntesis está adaptada a dichas condiciones de luz.
Cabe diferenciar dos tipos de adaptaciones: la de las
plantas de sol (o heliófilas) y la de las plantas de
sombra (o esciófilas). También existen adaptaciones
en los árboles; así, en un mismo árbol hay hojas de sol
y de sombra, que corresponden a emplazamientos
soleados o sombreados, respectivamente.
Las hojas crecidas en condiciones de luz débil (hojas
de sombra), aunque normalmente pueden tener mayor
superficie que las desarrolladas con una luz intensa
(hojas de sol), son más delgadas porque poseen menos
capas de células del mesófilo en empalizada, células
más cortas, y menor peso por unidad de área foliar. En
las hojas de sol, la epidermis, el mesófilo esponjoso y
los sistemas vasculares están más desarrollados.
También existen diferencias en el aparato
fotosintético: las hojas de sombra poseen más grana
por cloroplasto y un mayor número de tilacoides
apilados por grana que las de sol.
2.4.3. Periodo de luz o fotoperiodo
Llamamos fotoperiodo al conjunto de procesos que permite a
las plantas regular sus funciones biológicas utilizando el
número de horas de luz que hay a lo largo de todo el año. Esto
implica que este proceso tiene lugar tanto en verano –cuando
los días son más largos– como en invierno –cuando los días
son más cortos–. El fotoperiodo fue un concepto que surgió a
principios de siglo para explicar el comportamiento de las
plantas en función de su exposición a la luz. Es lo que se
conoce como fototropismo, un concepto que veremos más
adelante.
De hecho, los seres vivos regulan sus procesos vitales a las
condiciones de su entorno. La luz y el agua son dos recursos
naturales fundamentales la realización de sus funciones vitales.
Por ello, el fotoperiodo resulta clave para su metabolismo.
Este tiempo de exposición de los vegetales a la luz solar
determina el crecimiento de las hojas y su dirección. Además,
influye en otros procesos importantes como la germanización y
la floración. Esto se debe a que, según la cantidad de horas que
una planta reciba del sol, ésta crecerá más o menos. Por
ejemplo, en invierno, al haber menos horas de luz, muchas
especies de vegetales interrumpen su crecimiento.
Los rayos de luz son captados por las plantas a través de
receptores que se encargan de “traducir” estos rayos en energía
para la realización de funciones vitales para el organismo. Esta
reacción se conoce como fototropismo.
Cuando una planta crece hacia la fuente de una fuente lumínica
se conoce como fototropismo positivo y es el que realizan los
tallos de las plantas. Sin embargo, si este crecimiento se realiza
en dirección opuesta a la de la luz, se trata de fototropismo
negativo. Este último es propio de las raíces que suelen crecer
alejándose de la luz.
El fotoperiodo en plantas, según su tipo
La fotoperiodicidad permite a las plantas realizar la regulación
de la fisiología o desarrollo en respuesta a la duración del día.
El proceso del fotoperiodo permite diferenciar especies de
plantas según la respuesta que dan a las señales lumínicas.
• Plantas de días cortos: este tipo de vegetales florece y
crece en aquellos días en la su exposición lumínica es menor.
Esto se debe a que son capaces de acelerar su metabolismo.
• Plantas de días largo: son aquellas que necesitan de una
exposición mayor para su crecimiento. Dos plantas de días
largos son la espinaca y el betabel.
• Plantas neutrales: cuya respuesta al fotoperiodo es nula y
su crecimiento se da a partir de una serie de mecanismo
autónomos que permiten la regulación de su organismo.
En algunas ocasiones, el fotoperiodo se manipula manualmente
para proporcionar a la planta la cantidad de luz necesaria para
desarrollarse con normalidad. Esto ocurre especialmente en
lugares donde las condiciones climatológicas y lumínicas
dificultan el desarrollo de algunas especies. Para alargar el día
artificialmente se emplean lámparas de luz especiales que
permite la regulación del tiempo y la intensidad de la
exposición a la luz. Por el contrario, en ocasiones se prefiere
alargar la noche, para lo cual es necesario utilizar pantallas
térmicas que crean oscuridad total.
Por otro lado, el fotoperiodo también activa el proceso de
floración de algunas especies de plantas. Es decir, el
fotoperiodo permite a estos seres vivos cambiar al modo
reproductivo, aunque este proceso se activa solo en
determinadas épocas del año.
2.4.4. Disponibilidad de agua
En los nudos del tallo se originan ramificaciones del sistema
vascular que pasan a través del pecíolo hasta el limbo foliar.
Dentro del limbo, las ramificaciones son extensas, y a
menudo se anastomosan, terminando como elementos
xilemáticos aislados con sus extremos abiertos, en tal número
que ninguna célula de la hoja se encuentra a más de dos o tres
células de distancia de los nervios. Es precisamente a través
de esta intrincada y extensa red de elementos xilemáticos
como el agua y los nutrientes minerales se mueven en la hoja.

El agua se utiliza para los procesos químicos y bioquímicos


que apoyan el metabolismo de la planta. La planta utiliza la
luz del sol para separar el agua en hidrógeno y oxígeno. El
hidrógeno luego utiliza dióxido de carbono en el aire para
formar azúcar, mientras que el oxígeno se desecha a la
atmósfera y forma vapor de agua. Las plantas utilizan el
oxígeno para quemar el azúcar y producir energía para los
procesos vitales. El único propósito de las hojas es recoger la
luz y hacer azúcar. Las hojas sacan agua de las raíces y el aire
entra en las hojas a través de pequeños orificios llamados
estomas. Las estomas abiertas no solo dejan entrar el aire,
sino también hacen que la planta pierda agua por
evaporación. Sin estos agujeros para conservar el agua, la
fotosíntesis y la producción de azúcar se detendrían.
El agua cumple un papel importante en el desarrollo del
proceso de la fotosíntesis y es un componente fundamental,
para la expulsión de oxígeno y dióxido de carbono de las
plantas

Proporciona electrones que reemplazan a los electrones


retirados de la clorofila, una vez cumplido el proceso del
fotosistema 2. Proporciona oxígeno en el proceso de la
fotosíntesis. Es la encargada de traer los nutrientes a las
plantas. El agua es un componente que, en la fotosíntesis
cumple una función muy importante para la vida de las
plantas. Este proceso hace que las plantas requieran y
obtengan dióxido de carbono de la capa atmosférica.

En el momento en que las plantas adquieren el dióxido de


carbono la planta corre el riesgo de deshidratarse, para que
esto no ocurra las plantas absorben agua desde sus raíces y la
transportan hasta la hoja. Las células eucariotas son las
células donde ocurre la fotosíntesis, estas células tienen una
pared celular, que es sumamente importante para muchos de
los procesos fisiológicos. Entre estos procesos que se llevan a
cabo están: Alargamiento Celular. Apertura de estomas.
Transporte de nutrientes Mientras estos procesos se cumplen,
el agua es uno de los componentes que más limita la
producción de las plantas esto, tanto en ecosistemas naturales,
como la agricultura.

El agua cumple una función crucial en la vida de las plantas.


La fotosíntesis requiere que las plantas obtengan el CO2 de la
atmósfera, pero al mismo tiempo se exponen a una pérdida de
agua y por tanto a una amenaza de deshidratación. Para
prevenir la deshidratación, las plantas deben absorber agua
por las raíces y transportarla a la parte aérea. Pequeños
desequilibrios entre la absorción de agua y la pérdida de agua
a la atmósfera pueden causar un déficit hídrico que puede
llevar a un malfuncionamiento de muchos procesos celulares.
Por ello, el equilibrio entre la absorción, transporte y pérdida
de agua representa un importante desafío para las plantas
terrestres.

Las células vegetales, a diferencia de los animales, poseen


una pared celular, que les permite desarrollar una presión
hidrostática interna, denominada presión de turgencia. Este
parámetro es importantísimo para muchos procesos
fisiológicos, como, por ejemplo, el alargamiento celular, la
apertura de las estomas, el transporte por el floema, así como
diferentes procesos de transporte a través de las membranas.
La turgencia también contribuye a la rigidez de los tejidos no
lignificados.

El agua es uno de los elementos que más limita la producción


vegetal tanto en la agricultura como en los ecosistemas
naturales, lo que va a conducir a marcadas diferencias en el
tipo de vegetación dependiente de un gradiente de
precipitaciones. La razón por la cual el agua es una fuente
limitante es debido a que las plantas la usan en grandes
cantidades. La mayor parte del agua absorbida por las raíces
es transportada por la parte aérea y evaporada por la
superficie de las hojas (aprox. 97%). Esta pérdida de agua se
denomina transpiración. En contraste, una pequeña cantidad
de agua absorbida por las raíces permanece en la planta para
usarse en procesos de crecimiento (2%) o bien es usada en
procesos bioquímicos (1%) como las reacciones de la
fotosíntesis u otras reacciones metabólica a pérdida de agua a
la atmósfera es una consecuencia inevitable unida al proceso
de fotosíntesis en las plantas terrestres. La absorción de CO2
está acoplada a la pérdida de agua mediante un proceso de
difusión. Cuando el CO2 difunde al interior de las hojas, el
vapor de agua difunde hacia la atmósfera. Sin embargo, por
cada molécula de CO2 absorbida se pierden unas 400
moléculas de agua. Esto es debido a que el gradiente que
conduce a la pérdida de agua es mucho mayor que el del CO2
absorbido. Este intercambio desfavorable ha tenido una
importante influencia en la evolución de la forma y la función
de las plantas y explica el porqué de la importancia del agua
en la fisiología de las plantas.

2.4.5. Temperatura
La temperatura de la planta, como organismo poiquilotermo
que es, está estrechamente relacionada con la temperatura
ambiental. Ello significa que la fotosíntesis deberá enfrentarse
con ese amplio rango de temperaturas, así, se encontrará
actividad fotosintética próxima a los 0 °C en plantas alpinas,
y cercana a los 50 °C en algunas especies de desiertos cálido
Como consecuencia de todos los factores mencionados, existe
una importante variabilidad entre las temperaturas óptima,
máxima y mínima en las diferentes especies. Así, cabe
destacar que el rango óptimo abarca de 15 a 30 °C para la
mayoría de las especies C3, pero las plantas de sombra y las
especies que florecen al principio de la primavera tienen un
rango óptimo entre 10 y 20 °C; las plantas de sol, entre 25 y
35 °C; algunos arbustos de desierto, hasta por encima de 40
°C, mientras que muchas plantas C4 siguen fotosintetizando
bien a temperaturas superiores a 40 ºC. También es variable
la temperatura máxima (Tmáx), que podríamos calificar de
punto de compensación de calor: con temperaturas altas, la
fotosíntesis bruta se reduce rápidamente y la respiración y la
fotorrespiración aumentan con gran velocidad, hasta llegar a
un punto en que todo el CO2 asimilado es liberado de nuevo;
más allá de este punto, que oscila entre los 40 y los 60 °C,
según se trate de plantas leñosas o herbáceas, se observa una
emisión neta de CO2 a la luz. La causa de la reducción de la
fotosíntesis bruta a elevada temperatura todavía no se conoce
bien: en primer lugar, está la pérdida de funcionalidad que
debe sufrir la rubisco, como cualquier otra enzima (cambios
conformacionales y estructurales), al aumentar la temperatura
(proceso de desnaturalización de las proteínas).

El aumento de temperatura acelera las reacciones químicas


de la fotosíntesis (como en cualquier otra reacción química),
hasta alcanzar un máximo (llamado temperatura óptima de
esa especie) por encima del cual comienzan a cerrarse los
estomas para no perder agua (con lo que aumenta el O2 y
disminuye el CO2, hace que este proceso paraliza la
fotosíntesis), además de que los enzimas fotosintéticos se
desnaturalizan con el calor (con lo que no sólo se paraliza,
sino que disminuye la fotosíntesis).

Los límites de temperatura entre los que puede realizarse la


fotosíntesis dependen de la especie de que se trate, las
especies que crecen en clima cálido hacen mejor la
fotosíntesis con temperaturas altas (hay bacterias que la hacen
a 70ºC) y las de clima frío la hacen mejor con temperatura
baja (hay líquenes en el polo que prefieren los 0ºC). Es
normal que las plantas C4 prefieran mayor temperatura que
las C3.

El calor excesivo puede reducir la eficiencia de las enzimas


que impulsan la fotosíntesis, así como mermar gravemente la
capacidad de las plantas para regular la captación de dióxido
de carbono y la pérdida de agua, entre otros efectos nocivos.
Un ejemplo es el de la rubisco, la enzima clave que fija el
dióxido de carbono en azúcares, haciendo posible la vida en
la Tierra. La rubisco acelera su actividad al aumentar la
temperatura, pero también se vuelve más propensa a cometer
errores. En vez de fijar el dióxido de carbono uniéndolo a
azúcares, un paso clave en la fotosíntesis, la Rubisco a veces
fija el oxígeno, iniciando una vía diferente que desperdicia los
recursos de la planta. Las temperaturas más altas hacen que
esto sea más probable. A temperaturas aún más elevadas, la
enzima comenzará a perder su integridad estructural, hasta
quedar inservible.

El calor excesivo también puede socavar el rendimiento


reproductivo de una planta. Otras enzimas sensibles al calor
son esenciales para la maquinaria de recolección de luz de las
plantas o intervienen en el traslado de azúcares a los
diferentes tejidos de la planta, lo que permite que esta crezca
y produzca granos o frutos. Si estas pequeñas máquinas
moleculares son empujadas fuera del rango de temperaturas
que es óptimo para ellas, entonces ya no pueden hacer su
trabajo. Cuando las temperaturas suben demasiado, las hojas
de las plantas abren los poros de su superficie, llamados
estomas, para enfriarse. Las estomas también permiten a las
plantas absorber el dióxido de carbono de la atmósfera, pero
cuando están completamente abiertos, la hoja puede perder
demasiada humedad. Entonces el rubisco se ha observado que
a temperaturas altas la producción de xilulosa 1,5-bisfosfato
aumenta, un producto del mal funcionamiento de la rubisco
causado por una protonación anormal del grupo enediol,
intermediario de la reacción, que impide la fijación de CO2.
Por otra parte, se ha observado que la rubisco activasa es una
enzima bastante termolábil, dado que a temperaturas
moderadamente altas (> 35 ºC) pierde funcionalidad, por lo
que el estado de activación de la rubisco in vivo también
disminuye de forma importante, afectando a la tasa de
fotosíntesis. Finalmente, la membrana tilacoidal parece
aumentar excesivamente su permeabilidad con temperaturas
elevadas, lo que dificulta mucho la formación del gradiente
de protones, necesario para la síntesis de ATP.
3. CONCLUSIONES
• Todos los factores que antes se han presentado por separado, pueden darse en
realidad al mismo tiempo en condiciones naturales, e interactúan para ejercer
una influencia compleja sobre la fotosíntesis.
• En conclusión, el proceso de la Fotosíntesis es esencial para la alimentación de
las plantas y, a la vez, es básico para todos los seres vivos. Son muchos los seres
vivos que dependemos del oxígeno que se libera durante la fotosíntesis.

4. REFERENCIAS
5. https://www.uaeh.edu.mx/docencia/VI_Lectura/bachillerato/documentos/20
14/LECT110.pdf
6. https://eprints.ucm.es/id/eprint/9233/1/Fisiologia_Vegetal_Aspectos_basicos
.pdf
7. https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/10416/%20jorgeenriq
uesaenzguarin.2012.pdf?sequence=1&isAllowed=y
8. https://sensiseeds.com/es/blog/fotosintesis-que-ocurre-durante-la-fase-
oscura-y-la-fotorrespiracion/

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