Está en la página 1de 2

Induquim Gonveg Cía. Ltda.

MATERIAS PRIMAS Y PRODUCTOS QUÍMICOS PARA LA INDUSTRIA EN GENERAL


Corazón de Jesús No. 60 y Panamericana Norte km 12 ½ Quito -Ecuador
E-mail: info@grupoinduquim.com © Web: www.grupoinduquim.com

Folleto Técnico INDUQUIM ACI-005


Por: Ing. Carlos M. Batallas G., MSc

ENSUCIAMIENTO Y LIMPIEZA DE MEMBRANAS RO


Las membranas de cualquier sistema de ósmosis
inversa se encuentran siempre sujetas a un proceso
continuo de ensuciamiento, en menor o mayor
grado, durante su periodo de operación normal y
como resultado de la ineludible presencia de sólidos
en suspensión y materiales disueltos en el agua de
alimentación. Substancias minerales, compuestos de
naturaleza orgánica, especies biológicas y, aún, los
propios residuales de productos químicos empleados
en el control de incrustaciones y neutralización de
cloro residual, van ocupando gradualmente
posiciones en el interior de los cartuchos hasta hacer
decaer calidad y cantidad de permeato útil. Son
múltiples los factores que afectan la rapidez e
intensidad con la que tiene lugar este proceso.
SISTEMA PORTÁTIL PARA LIMPIEZA DE
MEMBRANAS DE ÓSMOSIS INVERSA

Calcio y magnesio, en las formas de compuestos de carbonatos y sulfatos, incrustantes, aparecen


como las especies químicas de mayor y más frecuente impacto sobre la condición de limpieza de
los sistemas RO, sea que se trate de la desalinización de agua para efectos de consumo humano o
uso industrial en una Planta, o de la refinación y acondicionamiento de un flujo para usos en
generación termoeléctrica, o producción de agua de altísima pureza para consumo farmacéutico o
electrónico. Continúan el hierro, aluminio, manganeso, níquel, cobre, en forma de óxidos e
hidróxidos, posicionados generalmente en forma superficial sobre las capas más cercanas de la
espiral al flujo de agua de alimentación. El aluminio y hierro bien pueden estar presentes como
resultado de procesos previos de clarificación y potabilización del agua en donde se apliquen sales
de los mismos como agentes coaguladores que remueven turbiedad y color.

La sílice representa para los sistemas de ósmosis inversa el material más peligroso de
ensuciamiento. En el agua de alimentación se encuentra normalmente en forma coloidal y soluble,
pero, las condiciones de altísimo estrés como resultado de las elevadas presiones dentro de las
espirales y la presencia de hierro, calcio, magnesio y cloruros, catalizan aquellas formas hacia
sílice-polimerizada, la cual forma depósitos e incrustaciones muy difíciles de remover.
Independientemente de la concentración de sílice total medida en el agua de alimentación, se
recomienda siempre que el producto antiincrustante que se dosifica en línea para el control e
inhibición de calcio y magnesio, sea acondicionado para tratar sílice-polimerizada.

El siguiente nivel de substancias potencialmente ensuciadoras de membranas RO lo constituye la


presencia de material orgánico natural (ácidos húmico y fúlvico, lignitos, aceite, detergentes,
polímeros), bacterias, algas y hongos, presentes en el agua de alimentación. Los agentes biocidas
utilizados en línea para el control y reducción de la masa microbiológica del agua ayudan
eficazmente en la reducción de la población microbiana, pero, no totalmente, hasta una condición
de completa esterilización. Las mínimas fracciones de población microbiana y orgánica que, no
obstante, se acumulan, representan de por sí material que se reproduce rápidamente en el interior
de las membranas, generando por esta vía continua pérdida del diferencial de presión en el
sistema, menor calidad de permeato y disminución del volumen de agua producida por unidad de
tiempo.

Finalmente, muchas seguridades se deben tomar en el curso de la aplicación de los productos


químicos coagulantes o mejoradores de SDI, antiincrustantes, bactericidas y neutralizantes de
cloro. Sobredosificaciones de los mismos generan a largo plazo, igualmente, acumulación interna
de material que contribuye al ensuciamiento y, siempre, al desequilibrio de los índices de
estabilidad del agua, con graves consecuencias sobre el tiempo de vida útil de las espirales.
Normalmente, tres son las vías de diagnóstico por las que se determina el momento apropiado de
someter a limpieza los sistemas RO:
a) cuando el flujo de permeato o agua producida disminuye en un 10 % respecto del flujo
inicial de operación;
b) cuando la calidad del parámetro principal de control del permeato se reduce en un 10%
respecto de su estado inicial; y,
c) cuando el diferencial de presión, delta P, entre los flujos de alimentación y rechazo (o
concentrado) se ha incrementado en un 15 %.
La frecuencia de limpieza de los sistemas de ósmosis inversa está sujeta, igualmente, a muchos
factores; variará según la calidad del agua de alimentación, los aditivos químicos usados, el
volumen de permeato prefijado, el sitio y tipo de aplicación. Para sistemas de desalinización, la
regla general debería ser una vez cada 6 ó 9 meses. En sistemas más especializados, podría variar
entre una vez al mes o cada tres meses. Pero, en todo caso, nunca se deberían superar los
porcentajes ya detallados y que involucren ensuciamientos severos. Generalmente, por sobre el
30% de pérdida de condiciones operativas, se vuelve imposible restaurar al cien por ciento las
condiciones de eficiencia de las membranas.

Rev.: Junio de 2010

También podría gustarte