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Henri Fayol es considerado el padre de la administración moderna debido a sus aportes, teorías,
principios y doctrina, dadas a conocer en las primeras décadas del siglo XX. Sus enseñanzas básicas
se sintetizan en el siguiente texto esperando que resulten útiles para quien lo consulte.
Henri Fayol (1841-1925), nació en Constantinopla en el seno de una familia burguesa. Hizo sus
primeros estudios en el Liceo de Lyon, Francia, en 1860, la Escuela Nacional de Minas en Saint
Etienne le otorgó el grado de ingeniero en minas. A partir de ese momento trabajó en la
extracción de carbón y la fundición de hierro del consorcio francés Commentry-Fourchambault
Company.
Fayol laboró toda su vida en la misma empresa. De 1860 a 1866 trabajó como ingeniero, época en
la cual realizó notables avances en la técnica para combatir los incendios subterráneos que
ocurrían en la compañía.
A los 25 años su trabajo fue recompensado con el ascenso a gerente de las minas Commentry. Seis
años después ocupó el cargo de director de un grupo de minas. En 1888, la empresa pasaba por
serias dificultades pues no había pagado dividendos desde 1885, fue nombrado director general,
puesto desde el cual empezó a revitalizarla aplicando un nuevo método de administración que le
dio resultados satisfactorios, al cual llamó Administración Positiva.
Según sus propias manifestaciones, los estudios administrativos que realizó tenían fines
exclusivamente prácticos y de aplicación personal; no obstante, al cabo de varios años de
experimentación, observación y control constantes, estos le sirvieron no solo para alcanzar un
éxito sin precedentes, sino que también le permitieron postular el cuerpo doctrinal de los
principios de la ciencia de la administración. La doctrina Fayolista se inició dando especial
trascendencia a la fundamentación metodológica, de ahí que el mismo Fayol la
llamara Administración Científica, Positiva o Experimental.
Fayol amplió su doctrina, incluyendo procedimientos para la investigación administrativa, puesto
que la primera concepción metodológica presentaba únicamente reglas fundamentales a las
cuales había llamado Elementos de Administración.
Para Fayol, los procedimientos administrativos eran instrumentos muy importantes para la buena
dirección de toda empresa, puesto que permitían el diagnóstico y la solución de muchas
dificultades propias de las organizaciones de su tiempo.
El Fayolismo tuvo también una tercera expansión o etapa en cuanto a sus postulados se refiere,
cuando el propio Fayol completó y profundizó los principios de su doctrina para hacerla universal y
aplicable también al campo de la administración pública. En los últimos años de su vida se dedicó
preferentemente a escribir acerca de este tema con el fin de adoctrinar al Estado para hacerlo más
eficiente.
Las investigaciones de Fayol se enfocaron hacia todas las empresas y hacia el Estado. Poco a poco
se convenció de que los principios administrativos eran aplicables a todas las empresas,
cualesquiera fuese su naturaleza, objetivos y magnitud. “No hay una doctrina administrativa para
la industria y una doctrina administrativa para el Estado; no hay más que una sola doctrina
administrativa. Los principios y las reglas que valen para la industria valen para el Estado y
viceversa.”
Universalidad de la Administración
Fayol identificó una serie de agrupaciones de actividades ejecutadas para conseguir los objetivos
de la organización:
Principios de la administración
Los principios generales de la administración sugeridos por Fayol aún son considerados, por gran
parte de los administradores, útiles para la práctica contemporánea de la administración:
Principios de poder
1. Subordinación del interés individual al interés general: este principio sostiene que los
intereses de una persona (o grupo) no deben prevalecer sobre las metas de la
organización en su conjunto.
2. Cadena escalar: esta característica definida por Fayol como línea de autoridad, quería
decir que cierta cantidad de autoridad debe corresponder a cada posición jerárquica, pero
también que los estratos más bajos de administradores siempre deben mantener
informados a los niveles superiores de sus actividades laborales.
3. Autoridad y responsabilidad: la autoridad para Fayol, se define como “el derecho de dar
órdenes y el poder para conseguir su fiel obediencia”; la responsabilidad entraña ser
confiable, lo cual, por naturaleza está asociado con la autoridad.
4. Unidad de mando: los trabajadores de las organizaciones deben recibir órdenes de un solo
“administrador”, para así evitar conflictos y malentendidos.
5. Unidad de dirección: de acuerdo con esta regla, toda la organización se debe mover en
dirección de un objetivo común, en una dirección única.
Principios de organización
1. Disciplina: este precepto implica la necesidad de que los trabajadores hagan un esfuerzo
común, en forma ordenada; sin embargo, se deben aplicar sanciones, con un buen criterio,
para alentar el esfuerzo común.
2. Centralización: según la definición de Fayol, la centralización significa reducir la
importancia del papel del subordinado mientras que la descentralización implica
aumentarla; los grados de centralización/descentralización adoptados dependen de cada
organización en la que el “administrador” trabaje.
3. Orden: para aumentar la eficiencia y la coordinación todos los materiales y personas
relacionadas con un tipo específico de trabajo deben ser designados en la misma ubicación
general dentro de la empresa; un lugar para que cada uno esté en su lugar.
4. Equidad: este principio que Fayol diferenciaba de la justicia constituía la ejecución de las
convenciones establecidas; sin embargo, las convenciones no pueden prever todo, por lo
cual deben ser interpretadas y sus insuficiencias complementadas; todos los empleados
deben ser tratados de la forma más “igualitaria” posible.
5. Iniciativa: los administradores deben estimular la iniciativa del trabajador, la cual se define
como “una actividad nueva o adicional emprendida por voluntad propia”.
6. Estabilidad del personal en sus cargos: la retención de los trabajadores más productivos
debe ser prioritaria para la administración; la contratación de nuevos empleados
normalmente lleva asociados los costos del reclutamiento y la selección, así como los
defectos propios del proceso.
7. Espíritu de Equipo: de acuerdo con este precepto, los administradores deben propiciar la
armonía y la buena voluntad general de los empleados, pues ambos son poderosas fuerzas
de la organización.
Uno de los mayores aportes de Fayol a la administración estriba en dar a conocer la importancia
que tiene su estudio para el desarrollo de todas las organizaciones:
Debemos precisar que las relaciones sociales se estudian desde dos ángulos distintos: el filosófico
y el empírico. En el primer caso, se trata de buscar las razones últimas y los principios
fundamentales de lo esencial y común en las funciones sociales: ¿Qué es la sociedad? ¿Cuál es la
causa que lleva al hombre a formar la sociedad? ¿Es su propia naturaleza o su libre voluntad o la
combinación de ambas? ¿Qué diferencia existe entre comunidad y sociedad?
Este punto de vista que se ha llamado comúnmente “metafísica social”, tiene conexiones con la
administración, ya que los principios que esta última utiliza para deducir sus reglas y estructurar
sus instrumentos administrativos son, con mucha frecuencia de índole sociológica.
De la administración de empresas podemos formular esta definición: es la técnica que busca lograr
resultados de máxima eficiencia en la coordinación de las cosas y personas que integran una
empresa.
Conclusiones
Frederick Winslow Taylor, ingeniero norteamericano que ideó la organización científica del
trabajo, nacido en la ciudad de Germantown (Pennsylvania) en 1856 y muerto en Filadelfia en
1915. Procedente de una familia acomodada, abandonó sus estudios universitarios de Derecho
por un problema en la vista y a partir de 1875 se dedicó a trabajar como obrero en una de las
empresas industriales siderúrgicas de Filadelfia.
Este análisis del trabajo permitía, además, organizar las tareas de tal manera que se redujeran al
mínimo los tiempos muertos por desplazamientos del trabajador o por cambios de actividad o de
herramientas; y establecer un salario a destajo (por pieza producida) en función del tiempo de
producción estimado, salario que debía actuar como incentivo para la intensificación del ritmo de
trabajo. La tradición quedaba así sustituida por la planificación en los talleres, pasando el control
del trabajo de manos de los obreros a los directivos de la empresa y poniendo fin al forcejeo entre
trabajadores y empresarios en cuanto a los estándares de productividad.
Taylor se hizo ingeniero asistiendo a cursos nocturnos y, tras luchar personalmente por imponer el
nuevo método en su taller, pasó a trabajar de ingeniero jefe en una gran compañía siderúrgica de
Pennsylvania (la Bethlehem Steel Company) de 1898 a 1901. Taylor se rodeó de un equipo con el
que desarrolló sus métodos, completó sus innovaciones organizativas con descubrimientos
puramente técnicos (como los aceros de corte rápido, en 1900) y publicó varios libros defendiendo
la “organización científica del trabajo” (el principal fue Principios y métodos de gestión científica,
1911).
La organización científica del trabajo o taylorismo se expandió por los Estados Unidos desde finales
del siglo XIX, auspiciada por los empresarios industriales, que veían en ella la posibilidad de
acrecentar su control sobre el proceso de trabajo, al tiempo que elevaban la productividad y
podían emplear a trabajadores no cualificados (inmigrantes no sindicados) en tareas manuales
cada vez más simplificadas, mecánicas y repetitivas.
Aportaciones de F. Taylor
1. Principio de Planeamiento: sustituir el trabajo del improvisado del obrero, por métodos
basados en procedimientos.
2. Principio de Preparación: selección de los trabajadores de acuerdo con sus aptitudes y
habilidades para producir más y mejor.
3. Principio de Control: controlar el trabajo para verificar que el mismo se esté ejecutando
correctamente.
4. Principio de Ejecución: distribuir las atribuciones y responsabilidades para que la ejecución
del trabajo sea disciplinada.
5. Estudiar y Analizar el trabajo realizado por el obrero, es decir como lo hace.
Crítica de F. Taylor
Dentro de las principales críticas efectuadas en ese periodo se pueden nombrar algunas:
La administración científica le dio atención al elemento humano, se preocupó por las tareas,
organización y ejecución, y a los factores directamente relacionados con el cargo y función del
operario, que sería el tiempo y el movimiento, A esta teoría se le conoce como “teoría de la
maquina”.
La proposición de Taylor de que la eficiencia administrativa aumenta con la especialización
del trabajo.
Taylor consideró los recursos humanos y materiales no tanto recíprocamente ajustables, sino
sobre todo, al hombre trabajando como un apéndice de la maquinaria industrial. En cuanto a este
aspecto fue duramente criticado y tildado de haber cometido un error como pionero.
Visualiza las empresas como si existieran en el vacío, o como si fuesen entidades autónomas,
absolutas y herméticamente cerradas a cualquier influencia venida de fuera de ellas; se caracteriza
por el hecho de visualizar solamente aquello que sucede dentro de una organización, sin tener en
cuenta el medio ambiente en que está situada.
Frank Bunker Gilbreth (1868-1924) nació en Fairfield, EEUU. Cuando contaba con 17 años, y
habiendo aprobado los exámenes para ingresar al Instituto Tecnológico de Massachusets.
Diez años después fue superintendente jefe de una constructora y a los, 26 años de edad se
convirtió en uno de los contratistas más renombrados en el mundo.
Contrajo matrimonio con Lilian Evelyn Moller, estudiante de literatura inglesa que más tarde se
doctoro, con la cual tuvo doce hijos.
Junto a su esposa, Frank estudió los movimientos que hacían los albañiles en la construcción,
tanto en el momento como en películas y fotografías. Crearon formas de facilitar su trabajo e
hicieron estudios sobre ergonomía.
Tras la muerte de Frank en 1924, Lilian continuó sus trabajos y divulgó una serie de conceptos
organizativos orientados a valorar el factor humano. También intentó seguir al frente de la
consultora de Frank, pero los clientes decidieron no renovar sus contratos habiendo una mujer al
mando. Lilian fue la primer psicóloga industrial de la historia.
Estableció un Instituto de estudio de movimientos, donde enseñó las distintas metodologías que
habían creado. Tiempo después, comenzó por su cuenta estudios sobre los electrodomésticos y la
eficiencia en el hogar y fue contratada por General Electric. Ingresó en la sociedad norteamericana
de ingenieros mecánicos, obtuvo un título honorifico de ingeniera y un doctorado.
Sus estudios y experimentos llevaron a Frank a identificar 17 elementos básicos que se podrían
aplicar en cualquier actividad para reducir la cantidad de movimientos necesaria. A estos
elementos los llamó Therbligs y le asignó un símbolo y un color.
Conclusión
El análisis del trabajo permitió, además la organización de tareas que de tal manera que los
tiempos a los que les llamamos muertos los se redujeran.
Podemos mencionar también que se hizo ingeniero asistiendo a cursos nocturnos y tras hacer
luchas de poner un método nuevo, se hizo de un trabajador a jefe.
Su organización científica a la que podemos llamar Taylorismo se expandió por todos los estados
unidos, elevando su productividad de trabajo.
La administración se podría decir que desde las edades medievales, donde se aplicaba la cacería
en grupos, podríamos decir que se adquiría la organización o trabajo en equipo.
Podemos mencionar que su modelo de administración científica de Taylor recibió una serie de
críticas.