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Blog dedicado a aspectos psicológicos del deporte.

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17 DE JULIO DE 2013

Características del deportista: TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN.

En artículos anteriores, hablábamos de la importancia de las emociones del deportista en los


procesos cognitivos que ha de poner en marcha al practicar su deporte. Pero las emociones
también influyen en otras áreas como la motivacional. Este es el caso de la frustración, una
emoción que si no es bien gestionada puede resultar perjudicial para el deportista.

Pero, ¿qué es la frustración?.

Es una emoción negativa que se activa cuando los deseos o expectativas personales no se
cumplen. Es decir, cuando una persona no consigue lo que quiere. Por ejemplo, un tenista cuya
estrategia de partido consiste en subir rápido a la red después de sacar, para presionar al rival y no
lo consigue, se frustrará.

Si bien el carácter negativo de esta emoción es común para todas las personas, la intensidad de la
misma varía de unas a otras, pudiendo generar desde cierto malestar hasta una furia
incontrolable. En ese sentido, algunos autores plantean que la frustración aumenta la probabilidad
de llevar a cabo acciones agresivas y violentas (Berkowitz, 1969; Baron, 1977). Por ejemplo, un
jugador, al que le roban el balón e inmediatamente comete falta.

Igualmente las personas difieren en el grado en que son capaces de tolerar dicha frustración,
distinguiéndose entre personas con:

·         Alta tolerancia a la frustración: Se caracterizan por aceptar que la vida no es de color rosa,
que no siempre se puede conseguir lo que uno quiere y por tanto, afrontan los problemas y
dificultades que van surgiendo, a pesar de las molestias o incomodidades que les puedan causar.

·         Baja tolerancia a la frustración: Se caracterizan por creer que la vida ha de ser fácil y cómoda,
donde pueden conseguir todo lo que ansían sin esfuerzo alguno y donde la angustia y sufrimiento
no tienen cabida. Por tanto, intentan evitar cualquier situación problemática que pueda generarles
dicho sufrimiento y cuando no pueden evitarla, reaccionan de forma exagerada ya que no saben
cómo afrontarla.

¿Cómo influye la tolerancia a la frustración en el deportista?.

En el mundo del deporte, continuamente se ponen a prueba los deseos y expectativas de los
deportistas. Así, desde pequeños se enfrentan a situaciones en las que sus deseos pueden ser, o
no, satisfechos (e.g., jugar muchos minutos, ser titular, jugar en una determinada posición, no
tener lesiones, ganar partidos, ser el mejor, etc.).

Cuando un deportista tolera mal la frustración, es decir, tiene baja tolerancia a la frustración, y
tiene que enfrentarse a una situación en la que sus expectativas pueden no cumplirse y por tanto,
puede pasarlo mal (e.g., jugar un partido donde la victoria a priori no es fácil), se enfadará ante el
más mínimo obstáculo (e.g., ir por debajo en el marcador), buscará malas soluciones a esa
situación (e.g., protestar al árbitro, parar a los contrarios mediante faltas,..) e incluso evitará
dichas situaciones, lo que a su vez le generará más frustración. A largo plazo, este deportista
puede llegar a abandonar el deporte para evitar estas “situaciones frustrantes”.

En cambio, un deportista con alta tolerancia a la frustración afrontará las situaciones


problemáticas de forma adecuada, gestionando sus emociones y buscando la mejor solución a las
mismas.

Pero ¿cómo afecta a la motivación?.

Como se ha comentado unos párrafos más arriba, las personas con baja tolerancia a la frustración
tienden a evitar situaciones molestas. Por tanto, un deportista con baja tolerancia a la frustración
puede evitar entrenar porque eso le supone un excesivo esfuerzo, jugar con intensidad para no
lesionarse, seguir esforzándose en un partido con el marcador en contra porque va a perder
igualmente, etc.

En otras palabras, la baja tolerancia a la frustración perjudica a la motivación, tanto a su


componente direccional (i.e., aproximación-evitación de ciertas situaciones) como a su
componente de intensidad (i.e., cantidad de empeño que pone el deportista en una determinada
situación), por lo que resulta fundamental enseñar a los deportistas, desde las etapas iniciales, a
tolerar la frustración, a seguir luchando frente a las adversidades. De esa forma podrán llegar a ser
deportistas de élite, como ya han mostrado y siguen mostrando Rafa Nadal, Iker Casillas, etc.

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