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IGLESIA CRISTIANA CASA DE PAZ

ACADEMIA DE DISCIPULOS

NIVEL II

FUNDAMENTOS DEL LIDERAZGO

INTEGRANTES

 YULIMAR RODRIGUEZ

 MARIA DE REYES

 ISABEL PORTEL
INDICE

INTRODUCCION

1.- Consolidación

1.1.- Consolidación I y Consolidación II

2.- Servicio

2.1.- Atendiendo Al Señor

2.2.- La Milla Extra

2.3.- Derribando Argumentos

3.- Autoridad

3.1-Intercesión

3.2- Echando Fuera Demonios

3.3- Imposición De Manos

3.4- Sanando Enfermos

4.- Predicas

4.1.- Como predicar

5.- Modelo de Jesús

5.1.- Que sean uno

5.2.-Respetando las autoridades

5.3.- Bendición de la cobertura

CONCLUSION
INTRODUCCIÓN

Trabajar para Dios es retribuirle a él todo lo que ha hecho por nosotros, es


obedecer la palabra de Dios y hacer cumplir su voluntad aquí en la tierra. Uno de
los mandatos que tenemos como cristianos es predicar el mensaje de salvación.

Esto se puede apreciar en la palabra: “Porque ejemplo os he dado, para que


como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13.15) De esta manera que
cuando Jesucristo vino a este mundo, nos dio el ejemplo de lo que significa el
servicio a la obra de Dios, donde disponemos nuestro corazón para hacer cumplir
la voluntad de nuestro Padre.

Las personas que aceptamos a Cristo Jesús como nuestro único y verdadero
salvador y lo recibimos en nuestros corazónes, comenzamos a experimentar la
transformación espiritual porque ahora el Espíritu Santo mora en nosotros. Es
decir, dejamos la vida pasada y ahora somos nueva criatura en Cristo Jesús.

Desde ese momento, la persona está llamada a trabajar para Dios, a servirle
aquí en la tierra para predicar su palabra a toda criatura: “Y les dijo: Id por todo el
mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

Para poner en práctica nuestra fe, debemos obrar, servir y dar un buen
testimonio de lo que Dios ha hecho en nuestra vida y esto se manifiesta a través
del fruto del Espíritu Santo: Mansedumbre, paciencia, tolerancia, humildad, entre
otros.

Por otro lado, es importante que como hijos de Dios dispuestos a la obra de
Cristo, debemos estar armados con la palabra de Dios, escudriñarla y hacerla
parte de nuestro devocional diario para así tener siempre una palabra consistente
en nuestra vida.
1.- CONSOLIDACIÓN I Y CONSOLIDACIÓN II

La Consolidación es fundamental en el desarrollo del liderazgo, pues nos


permite cuidar el fruto ganado, para que permanezca y así pueda recibir el amor y
la enseñanza necesaria hasta que se afirme en la fe.

Consolidar, es afirmar la decisión de los nuevos creyentes que recibieron a


Jesús, y velar por sus necesidades. El propósito de la consolidación, es que
aquellos que se convierten permanezcan en el Señor, hasta que desarrollen la
plenitud de vida que Dios les ofrece.

Podemos comparar la consolidación, con el momento en el cual, la madre,


después de dar a luz, toma al bebé en sus manos y le brinda a mor y cuidado,
cargándolo y atrayéndolo a ella, dándole el amor maternal que todo recién nacido
necesita, velando por él, alimentándolo y bendiciéndolo. De igual forma, consolidar
consiste en recibir aquellos que han nacido de nuevo, brindándoles una atmosfera
cálida de amor, aceptación y cuidado. Es la etapa, en la que nos esforzamos
porque los bebés espirituales se sienten bien en su nueva vida, velando por ellos y
atendiéndolos en sus necesidades.

En 1º de Corintios 15:1, Pablo menciona tres etapas del evangelio en una


persona: la predicación, que se da cuando alguien más comparte el evangelio de
Cristo; la conversión, que es cuando cree y recibe al Señor, y la perseverancia,
que se logra cuando se consolida al creyente.

Al consolidar a los convertidos, nos aseguramos una mayor perseverancia


de ellos en el reino, así como un mayor grado de bendición.

Debemos recordar que cada persona que se entrega al Señor, es como un


hijo que Dios pone en nuestras manos para que se lo cuidemos. Él esta confiando
en nosotros, al darnos estos bebés y espera que le respondamos. El los ama y
decidió salvarlos, por eso los tocó para que recibieran a Jesús. El envió a su hijo
Jesucristo a morir por ellos y al Espíritu Santo para convencerlos de pecado y
atraerlos a Jesús. El nos envió a nosotros a predicarles y cuidarles para que el
fruto permanezca. Jesús dijo: “no me elegisteis vosotros a mi, sino que yo os elegí
a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca” (Juan 15:16)

FUNDAMENTOS DE LA CONSOLIDACIÓN

1. Cuidar con mucho amor

Todo lo que hacemos en la obra de Dios debe estar motivado por el amor y
la consolidación no se queda fuera de este mandamiento que Jesús nos dejó. Ni
los números, ni el crecimiento, ni motivaciones personales del líder deben
mezclarse al momento de iniciar el proceso de consolidación de un nuevo
creyente, siempre el amor y el beneficio de la persona nueva debe ser nuestra
motivación. Amar siempre a la persona aun cuando esta no quiera seguir a Jesús
o sea en un comienzo un discípulo difícil de amar. Jesús amó a sus discípulas
durante todo el proceso para consolidarlos, hasta el final. (Juan 13.1).

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos
con los otros. (Juan 13:35) RVR1960

2. Cuidar de manera personal.

David concebía a Dios como su pastor personal, no alguien lejano, sino un


Dios personal, que cuida y protege no por medio de alguien sino siempre
directamente. Este es el modelo que nos deja El Señor al momento de cuidar un
nuevo creyente. Debemos cuidar cada persona como si fuera la única que
necesitara nuestra ayuda. Cada persona que llega a nuestro ministerio debe
entender que cuenta con alguien que lo cuidara y estará pendiente de sus
necesidades de manera personal.

“Jehová es mi pastor; nada me faltará.”(Salmos 23:1)


3. Cuidar hasta afirmar su fe.

El crecimiento espiritual que anhelamos ver en un nuevo creyente al


cuidarlo es parecido al que se ve en el ámbito físico con un bebe recién nacido.
Este bebe llega este mundo siendo una persona totalmente dependiente de sus
padres, pero por medio del cuidado, amor y ambiente adecuado se convierte cada
día en una persona responsable de sí misma, capaz de cuidarse y tomar
decisiones que le beneficien, como alimentarse por sí mismo, cuidarse, vestirse.
Espiritualmente, debemos esforzarnos como líderes en formar estas cualidades
en cada nuevo convertido, hasta que veamos avances tales como una vida
devocional estable, integridad, fe, deseo de crecer, amor por la Palabra y otras
más.

“Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,
después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione,
afirme, fortalezca y establezca”.(1a. Pedro 5:10-11) RVR1960

4. Desarrollar hábitos espirituales.

Los hábitos espirituales en un nuevo creyente son la base de la formación


de su carácter y, por lo tanto, debemos invertir bastante tiempo ayudándolo a que
estos se formen de manera correcta en su vida. La oración, el ayuno, el ofrendar,
congregarse, santificar su vida, leer y estudiar la Palabra están dentro de los
hábitos espirituales básicos que debemos formar.

“Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno


de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan
enseñó a sus discípulos”. (Lucas 11:1) RVR1960

5. Motivar a las personas a que sean parte activa de la iglesia.

Cada nuevo creyente encuentra fortaleza y compañerismo al involucrarse


de manera activa en la iglesia. Para cumplir este propósito las células son parte
fundamental, debido a que allí se generaran lazos de amistad que llevan al nuevo
creyente a querer involucrarse más en las actividades del ministerio, lo cual lo
llevará a crecer espiritualmente y en madurez.

“Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas
las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos
según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el
templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y
sencillez de corazón”. (Hechos 2:44-47) RVR1960

PRINCIPIOS DE LA CONSOLIDACIÓN

1. Mostrar los beneficios de pertenecer a la familia de DIOS

Es esencial que cada nuevo creyente entienda que la iglesia es una familia
espiritual y que pertenecer a ella traerá protección, provisión, formación, ayuda en
los momentos difíciles y crecimiento a su vida. Muchas personas nuevas llegan
con un concepto errado de la familia debido a las heridas allí producidas, pero al
llegar a la iglesia deben recibir esa aceptación, perdón y amor que no recibieron
en su familia primaria. La iglesia debe entenderse primeramente como una familia
donde la persona puede sentirse segura.

2. Mostrar interés por las necesidades de las personas.

El interés por las necesidades de la persona nueva nos da el permiso para


liderar esa persona. Nunca podremos pastorear a alguien que no amemos y por
quien no estemos realmente interesados. Para esto es necesitamos amar cada
persona con el amor de Dios que es incondicional e independiente del
comportamiento del otro. Jamás debemos tener agendas ocultas o motivaciones
erradas al pastorear una persona, únicamente interesarnos por el bienestar de
estar persona, ya que el llamado a servir Dios lo hará El Señor a su debido tiempo
con cada persona en particular.

3. Ofrecer compañerismo a los nuevos creyentes.

Dios nos creó para vivir en comunidad y rodeados de amigos, no como


seres independientes. La consolidación busca que cada nuevo creyente encuentre
en la iglesia un grupo de amigos de su mismo género y actividades parecidas para
que juntos puedan crecer en la nueva vida en Cristo. Los jóvenes deben estar con
los jóvenes, las parejas con las parejas, hombres, mujeres y hasta los niños y pre
adolescentes deben encontrar una célula donde su necesidad de amistad sea
suplida.

4. Regar la semilla que ha sido plantada.

Cada Palabra que se comparta en la célula, cada predicación en la iglesia,


tiempos de intercesión, cada visita, cada llamada telefónica, cada convención,
cada consejería que se lleve a cabo con el nuevo creyente tiene como propósito
regar esa semilla que ya se sembró en Él y hacerla crecer hasta que se vea fruto
en el carácter de la persona que hemos ganado para Jesús.

5. Enseñar de Cristo, de su amor y la vida abundante que él tiene para


ofrecer.

Es importante que el nuevo creyente renueve su mente y crea que el amor


de Dios ha provisto en el sacrificio de Jesús la respuesta para todas y cada una de
sus necesidades, tanto físicas, espirituales, emocionales como financieras.
Muchas personas llegan con el concepto de un Dios lejano, que se complace en
ver sufrir a las personas, cuando el evangelio se trata de todo lo contrario, un Dios
amoroso que nos busca y desea nuestro bienestar integral.

6. Hacer consciente a cada persona de su decisión por Cristo.

Las personas que han aceptado a Jesús no dimensionan las riquezas


abundantes que han recibido al aceptar a Cristo. Muchos creen que solo algunos
problemas han sido solucionados, pero es nuestro deber por medio de las células
y en nuestro trato con ellos, hacerlos consientes de todos los beneficios y
responsabilidades que han recibido al aceptar a Jesús en sus vidas como Señor y
Salvador.

7. Involucrar a las personas en las actividades de la iglesia.

La iglesia debe centrar sus actividades en aquellas que provean crecimiento


y edificación al nuevo creyente como los son las Células y la Universidad de la
Vida. Estas dos actividades darán crecimiento y firmeza a los nuevos creyentes y
los líderes deben esforzarse por involucrar a sus discípulos en estas dos
actividades fundamentales en el trabajo de la visión. Estrategias Para La
Consolidación Eficaz Del Discípulo.

En la alta gerencia de la consolidación eficaz hay cosas que usted nunca


debe dejar de hacer, a continuación se recomienda:

1. Ore por sus discípulos por nombre y apellidos.

2. Pídale al Espíritu Santo que le revele sus debilidades y cúbralos en


oración

3. El espíritu le mostrará en qué áreas son tentados con más frecuencia

4. Usted debe cubrirlos y ver cuales necesidades de familia. Esposo, e


hijos.

5. Profetiza sobre su economía, su salud, sobre lo que le rodea.

6. Activa la paz, Visualiza su crecimiento y desarrollo.

7. Activa en el espíritu tu dedicación

8. Declara en el espíritu que son los mejores.

9. Míralo en el poder del uno como tu mejor equipo.


2. SERVICIO

2.1 ATENDIENDO AL SEÑOR

Servir con excelencia implica esfuerzo y dedicación. Debemos aprender a


ser siervos útiles y obedientes que hagamos más de lo que nos pidan. No seas
siervo inútil. Si estás cansado, busca un cinturón para sujetarte, saca fuerzas de
donde puedas y siempre da más de lo que te pidan. Atiende a quien te da
órdenes, que no te importe lo que piensen o digan los demás. Apóyate con la
Palabra, recítales Lucas 17:7. El siervo ara y apacienta. El siervo tenía sus
responsabilidades por las cuales tenía su paga, él fue contratado para arar la tierra
y apacentar el ganado así mismo todos tenemos responsabilidades de siervos
ante Dios. Debemos entender que aún en nuestros trabajos o negocios estamos
haciendo parte de nuestro servicio a Dios. Se ha mal entendido que el servicio es
solo en la iglesia y sucede que en la iglesia somos una maravilla, pero fuera de
ella un desastre. ¡Recuerde que donde estemos, somos siervos de Dios, pues si
nos toca arar o apacentar debemos ser los mejores Ser buen cristiano significa ser
un trabajador que se esfuerza y destaca.

Sin importar a lo que te dediques, siempre demuestra tu compromiso y sé


útil. Y lo más importante, atiende a tu Señor, nunca te acuestes sin servirle la cena
y compartir con Él, En ese momento el fortalecerá y te hablará. Mientras más
atiendas al Señor, tendrás más revelación, palabra y unción.

2.2 LA MLLA EXTRA

“A cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. “
Mateo 5:41

A través de esta enseñanza, Jesús nos insta a hacer más de lo que estamos
obligados porque la primera milla se camina por imposición y la segunda milla,
por voluntad propia.

Reveló así el secreto para tener éxito en cualquier trabajo, fuera del ámbito
espiritual o religioso.
Se refería a dar más y con excelencia, ya que es un hecho comprobado que
quien se limita a hacer sólo lo que le piden, no sobresale del resto y representa a
una persona promedio. Recorrer la milla extra significa que damos lo mejor de
nosotros mismos, en todo lo que hacemos, sin medir el beneficio inmediato.

El mejor ejemplo de este concepto es Jesús, toda su vida, y aun su muerte y


resurrección se trata de esto, de dar más por amor.

Cuando Jesús convirtió el agua en vino en las bodas de Caná (Juan cap 2)
graficó con esa acción lo que dijo en su sermón. Una vez realizado el milagro del
vino, recibió este comentario del encargado de la fiesta:

—Todos sirven primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido
mucho, entonces sirven el más barato; pero tú has guardado el mejor vino
hasta ahora.

Jesús hizo la diferencia en ese banquete transformando en agua en un vino


de calidad y no en el que guardaban para el final de la fiesta. Su intervención
consistió en un acto excelente como no podía ser de otra manera. Cuando Jesús
habla de hacer una milla extra, se refiere a hacer algo más de lo pedido, a hacer
un esfuerzo y no por obligación sino por gusto, por placer, por amor. La primera
milla la das como «esclavo», no hay opción, es una orden a cumplir sí o sí. La
segunda, la das desde la libertad; pudiendo sólo cumplir con tu obligación decidís
hacer más que eso.

Quien camina la primera milla, camina el sendero de la obligación. Pero


quienes caminamos la milla extra, caminamos por el sendero de la BENDICION.
Quienes viven caminando solo la primera milla - viven SU VIDA. Pero, los que
vivimos, de una manera más excelente, con la ayuda del Espíritu Santo,
caminando la milla extra, VIVIMOS LA VIDA DE CRISTO – Aleluya

El que camina la primera milla, hace lo esperado por la gente. Pero,


quienes caminamos la milla extra, hacemos lo esperado POR DIOS. El que
camina la primera milla, lo hace procurando solamente su beneficio personal.
Pero, a quienes caminamos la milla extra, nos impulsa la fuerza del Espíritu Santo
que brota de lo más profundo de nuestro corazón, y nos mueve a ser un canal de
bendición para otras personas.

2.3 DERRIBANDO ARGUMENTOS

2 Corintios 10:3-6 RVR60

"Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las


armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento
a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia,
cuando vuestra obediencia sea perfecta."

Antes de ser creyentes en Jesucristo teníamos nuestros propios ideales,


teorias, argumentos, pensamientos, creencias y principios. Muchos nos
aferrabamos a lo poquito que teníamos o habíamos aprendido como a un clavo
ardiendo. Al descubrir la verdad en Jesús comprendimos muchos de los errores en
los que estabamos posicionados, nos dimos cuenta de que nuestros
pensamientos no concordaban con los de Dios, y que a causa de tantas mentiras
que teníamos metidas en nuestras cabezas nuestras vidas eran un rotundo
fracaso

Aunque seamos creyentes, no crean ustedes que el proceso de cambio se


terminó cuando recibimos a Cristo en nuestros corazones como nuestro salvador.
Aún tenemos que enfrentar batallas, todavía tenemos que lidiar con nuestros
propios pensamientos, con argumentos que se levantan y con ideas contrarias a la
mente del Señor. Muy especialmente tendremos que superar y vencer ideales
religiosos, mentiras espirituales, paradigmas equivocados y creencias erroneas.
Cuando alguien está encerrado en sus propias fortalezas que se ha construido; y
créanme que todos y cada uno de los creyentes tienen alguna fortaleza donde
están refugiados y se sienten a salvo. Pero son fortalezas carnales, son los
castillos que ellos mismos se han construido, por supuesto con la ayudita del
diablo. Pueden ser creencias, paradigmas y argumentos religiosos que parecen
muy espirituales; pero son mentiras y son ideales provenientes de actitudes e
intenciones altivas y orgullosas

Las fortalezas y argumentos altivos son todas aquellas cosas que se han
levantado en nuestras vidas y que constituyen verdaderos obstáculos para
conocer a Dios. Es la aceptación, sumisión y obediencia a la voluntad de Dios el
único camino que nos conduce a la victoria.

"llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando


prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea
perfecta."

Jesús dijo que nadie podía entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus
bienes si primero no le ata. El hombre fuerte, aunque nos gusta pensar que es el
diablo, pero no es así; es el viejo hombre al cual estamos ligado desde que
nacimos. Satanás se alía con el viejo hombre, con la carne, y ambos construyen
las fortalezas en las que somos encerrados.

La única forma de vencer y derrocar al viejo hombre es por la Cruz de Cristo,


es decir, tomando nuestra posición en ella. Una vez realizado este hecho todo el
botín de una vida abundante y de victoria será nuestro. Satanás habrá perdido a
su aliado principal, ¡Gloria al Señor! Las fortalezas, los argumentos, las
falsedades, la religiosidad y las altiveces irán cayendo.

3. AUTORIDAD

3.1 INTERCESIÓN

Un intercesor es una persona que toma el lugar de otra o que suplica en el


caso de otra persona. Cuando oramos de esta manera, estamos intercediendo. La
intercesión puede definirse como la oración santa, llena de fe y de perseverancia,
con que alguien suplica a Dios en nombre de otros que desesperadamente tienen
necesidad de la intervención divina

ORACIÓN DE INTERCESIÓN

"No impongas las manos a nadie a la ligera, no sea que te hagas cómplice
de los pecados del otro" (1 Timoteo 5:22)

Un intercesor es una persona que toma el lugar de otra o que suplica en el


caso de otra persona. Cuando oramos de esta manera, estamos intercediendo. La
intercesión puede definirse como la oración santa, llena de fe y de perseverancia,
con que alguien suplica a Dios en nombre de otros que desesperadamente tienen
necesidad de la intervención divina.

Jesús es el intercesor modelo. Ya lo fue mientras Él estaba aquí en la tierra:


oró por aquellos que estaban enfermos y poseídos por los demonios, también oró
por sus discípulos e incluso oró por todos cuando Él intercedió por aquellos que
creían y que creerían en Él. Jesús continuó su ministerio de intercesión después
de su muerte y resurrección cuando Él volvió al cielo y allí sigue siendo nuestro
intercesor ante Dios.

La importancia de la intercesión

La intercesión evidentemente es importante debido al énfasis que Jesús


colocó en ella en su propio ministerio terrenal. Su importancia también se Revela
en diferentes partes de la Biblia, llenas de historias de hombres y mujeres que
experimentaron resultados poderosos a través de una eficaz intercesión. A través
de una intercesión eficaz, se puede entrar en el mundo espiritual desde cualquier
parte. Las oraciones de intercesión no tienen limitación de distancia pues pueden
penetrar lugares humanamente inalcanzables e incluso pueden cruzar barreras
geográficas, culturales y políticas. Incluso puede afectar el destino de individuos y
ayudar a salvar las vidas y almas de hombres y mujeres, y puede extender el
Evangelio del Señor alrededor del mundo mientras se intercede en oración.
Cómo interceder

El intercesor está ante Dios mediando por el hombre pecador o por un


hermano necesitado. Para ser eficaz, la persona que intercede por otra debe estar
primero ante Dios, en soledad, para desarrollar la intimidad necesaria para cumplir
este papel. Es sobre la base de esta relación íntima con Dios que nosotros
podemos permanecer entonces entre Él y otros, sirviendo como un abogado e
intercesor en su nombre.

A veces esta intercesión se hace con entendimiento. Esto ocurre cuando se


intercede por otros en su propio idioma materno y se entiende lo que se está
diciendo.

En otras ocasiones es el Espíritu Santo quien habla a través de la persona


que intercede, orando directamente a Dios según Su voluntad: "Además el Espíritu
nos viene a socorrer en nuestra debilidad porque no sabemos pedir de la manera
que se debe, pero el propio Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no se
pueden expresar" (Romanos 8:26).

También puede ocurrir que la intercesión sea en una lengua desconocida; a


lo que se le llama orar en lenguas. "El que habla en lenguas extrañas no habla a
los hombres, sino a Dios, pues nadie le entiende; su espíritu le hace decir cosas
incomprensibles" (1 Corintios 14:2) Es difícil entender este tipo de intercesión con
nuestra mente, pero es el nivel más profundo de oración de intercesión y el más
eficaz porque es hecho según la voluntad de Dios. La mente y la voluntad de la
persona que intercede no afectará las oraciones transmitidas por el Espíritu Santo
a través del intercesor en una lengua desconocida.
3.2 ECHANDO FUERA DEMONIOS

Debes tener el poder.

Muchas cosas funcionan para dar potencia al motor de cualquier vehículo.


Incluyen suministro de combustible, bujías, pistones y un sistema de escape
eficiente. De la misma manera, genera poder para expulsar demonios confiando
en el nombre de Jesús, orando, ayunando y aplicando la Palabra escrita de Dios.

Debes tener la autoridad.

Hay leyes en lo físico que son paralelas a lo sobrenatural. Cuando desee


desalojar a alguien de una casa, debe tener un documento judicial o policial escrito
para mostrárselo a esa persona.

En lo sobrenatural, si quieres expulsar demonios debes tener autorización.


Esta autorización se le ha dado a cada creyente en Jesús como se muestra en
Mateo 10:1,

“Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los
espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia”.

Se requiere santidad Si quieres echar fuera demonios, entonces se requiere


santidad. Puedes adquirir la santidad de dos formas. Primero arrepintiéndote de
todos tus pecados pecaminosos y prometiéndole a Dios que no los volverá a
repetir. En segundo lugar, obtienes santidad al odiar el pecado en todas sus
formas.

3.3 IMPOSICIÓN DE MANOS

La imposición de manos es uno de los rudimentos de la doctrina de Cristo


mencionados en Hebreos 6:1-2, en donde se nos dice lo siguiente:

"Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos


adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del
arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de
bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y
del juicio eterno"

Imponer manos estando lleno de fe y bajo la voluntad de Dios

Debemos tener presente que nunca los dones de Dios nunca vienen por
voluntad del ser humano y menos por su capricho, por lo tanto, quien impone
manos debe estar lleno de fe y estar bajo la voluntad de Dios y su palabra,
además, en armonía con aquel sobre quien se impone manos. Este último también
debe ser lleno de fe y estar bajo la voluntad de Dios. Todo esto debe ser antes de
desear los resultados que trae la imposición de manos.

A Dios le ha placido usar este método de la imposición de manos para


realizar obras maravillosas; sin embargo, Dios hace las cosas de manera
soberana sin importar el acto en sí de la imposición de manos Es de notar que
Jesucristo a través de su Ministerio, frecuentemente imponía las manos. Notemos
algunos casos:

Observe la petición que le hizo Jairo a Jesús: "Mi hijo acaba de morir; mas
ven y pon tus manos sobre ella, y vivirá" Mateo 9:18. Es evidente que Jairo sabía
que Jesús comúnmente imponía las manos y por esto le pidió que viniera y lo
hiciera con su hija enferma para que sanara.

Lo mismo ocurrió en el caso de un sordomudo que sanó el Señor Jesús. "le


trajeron un sordo y tartamudo y le rogaron que le pusiera la mano encima" Marcos
7:32.

Jesús también sanó así a un ciego: "Entonces, tomando la mano del ciego, le
sacó fuera de la aldea, y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le
preguntó si veía algo... luego le puso otro vez las manos sobre los ojos, y le hizo
que mirase, y fue restablecido" Marcos 8:23.

Jesucristo imponía las manos sobre muchos en la misma ocasión. "Al


ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían
a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sonaba" Lucas 4:40.
Jesús no solo imponía las manos en casos de sanidad, sino que también
bendecía a los niños así: "y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre
ellos, los bendecía" Marcos 10:16. Mateo 19:13 nos dice que las personas le
pidieron a Jesús que les impusiera las manos a sus niños. ¿Por qué? Ellos
notaron que Jesús lo hacía frecuentemente y que había bendición cuando Él
imponía las manos sobre alguien. Este ejemplo es muy importante porque nos
señala que Jesús imponía las manos, no solo para sanidad, sino también para
impartir alguna bendición.

Un ministro de Dios o un santo de Dios puede poner sus manos sobre


alguien invocando bendiciones y, de esta manera, la persona puede recibir
bendición de parte de Dios. Recordemos que Jesús tenía como una de sus
prácticas la imposición de manos sobre los niños para bendecirlos, esto es lo que
dice en Marcos 10:16: "Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre
ellos, los bendecía". En el libro de Génesis 48:14-22 encontramos como Israel
extendió sus manos sobre Efraín y Manasés y mediante la imposición de manos
los bendijo, tomando aquí un papel importante la fe de quien imponía las manos.

La fe es un elemento indispensable para la imposición de manos. En


Hebreos 11:20-21 se nos dice: "Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto
a cosas venideras. Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de
José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón"

Hay que hacer uso de la imposición de manos con fe, de esta forma, Dios
actuará en la persona conforme a la voluntad de Dios. Sanidades imponiendo las
manos.

En la Biblia encontramos escrituras que nos hablan de recibir sanidad


mediante la imposición de manos, aunque tengamos siempre presente que Dios
es quien hace la obra de sanidad sobre la persona. Nunca hay que pensar que es
el poder o santidad de la persona que hace uso de la imposición de manos lo que
trae sanidad sino el poder y la obra de Dios en las vidas de las personas sobre las
cuales se impone las manos.

Marcos 16:18 "... Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán"

Pedro tomó al paralítico de la mano cuando lo sanó (Hechos 3:7). Así como
se dijo de Jesús, también de los Apóstoles dijeron que: "Por la mano de los
apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo" Hechos 5:12;
(también en Hechos 14:3 y 19:11)

Imposición de manos cuando se da una posición de liderazgo en la


Biblia.

Cuando se está dando una posición de liderazgo a alguien dentro de la


iglesia del Señor es de gran importancia que se haga uso de la imposición de
manos sobre ellos para tener de esta forma, la mano de Dios sobre ellos y la
aprobación de los hombres en la iglesia.

Recordemos que la imposición de manos trae bendición cuando viene de


alguien que tiene una posición de autoridad dentro de la iglesia; además, la
imposición de manos, trae dirección y liderazgo y autoridad en las vidas de
quienes se están iniciando en una posición de líder dentro de la iglesia.

Pablo le dijo a Timoteo no impongas manos con ligereza

Esto es de gran importancia, tanto que el apóstol Pablo le aconseja a


Timoteo "no impongas con ligereza las manos a ninguno..." (1 Timoteo 5:22). Esto
aplica tanto la imposición de manos para poner a otros en lugares de autoridad y
liderazgo, tal como ya se explicó anteriormente; sin embargo, es bueno considerar
esto también al momento de orar e imponer manos por otros motivos.

Debemos tener presente que las escrituras nos dicen claramente que todos
los creyentes tienen permitido imponer las manos sobre los enfermos para
sanidad, esto conforme al versículo mencionado anteriormente (Marcos 16:18),
pues el versículo 17 dice que estas señales seguirán a los que creen.
Debemos tener cuidado de que la imposición de manos sea en santidad, en
obediencia a Dios, en la voluntad de Dios. No podemos permitir que alguien que
no anda bien espiritualmente, o peor aún en pecado, imponga manos sobre otro.

3.4 SANANDO ENFERMOS

Lo primero que Jesús menciona de su ministerio es al Espíritu Santo. Jesús tuvo


la humildad de reconocer que era alguien mas quien hacia los milagros. (Lucas
4:14-19)

Lo mismo debemos hacer nosotros. Cuando los enfermos nos busquen para
que oremos por ellos, lo hacen porque Dios está con nosotros. No basta recibir
unción debemos estar claros que es para hacer bienes y sanar. Jesús se apartaba
a lugares desiertos para orar y escuchar la voz de Dios. Nosotros también
debemos hacer lo mismo.

Teniendo la unción, Jesús no la reservó solo para él, sino que se la dio a
otros doce y luego a setenta y dos para que hicieran lo mismo. Es importante que
recordemos que la unción y el orgullo no van juntos. Eliseo tuvo que agacharse a
recoger el manto, y al hacerlo, una doble porción de unció vino sobre él.

JESUS Y LA SANIDAD

El poder para sanar estaba sobre El

En Lucas 5:17-25 leemos la historia del paralítico que bajo del techo de la
casa y fue sano.” Aconteció un día que él estaba enseñando, y estaban sentados
los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de
Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del señor estaba con él para sanar.”

Los fariseos estaban escuchando la doctrina y el poder de Dios estaba con


Jesús para sanar, pero no estaba sanando, sino enseñando. Más adelante dio la
palabra y sanó al paralítico. La unción para sanar esta sobre muchos, pero no
opera sino hasta que se da la palabra.
“Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra
perdonar (pecados dijo al paralítico):A ti te digo levántate, toma tu lecho y
vete a tu casa. Al instante levantándose en presencia de ellos, y tomando el
lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios”.

La sanidad no es un evento aislado del perdón de pecados, sino que


confirma que El nos puede salvar. En una iglesia, ministerio o célula, se debe dar
palabras y deben suceder milagros.

Jesús no estorbó la fe de la gente

Lucas 6:17-19 dice que toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía
de él y sanaba a todos. No debemos estorbar la fe de la gente, ellos creían que si
lo tocaban seria sanados. Las personas necesitan ver que aquel que va a orar por
ellos, es el primero que cree que ese milagro puede suceder.

Luego de demostrar el poder, lo delegó

Marcos 3:7-12 relata que muchas personas venían de los alrededores a ser
sanados. Las multitudes eran atraídas a Jesús por los milagros y sanidades
Muchos caían sobre él para ser sanados, pues a Jesús no le daba tiempo de orar
por todos.

No todos son sanos al orar por ellos, pero no debemos desviar la atención de
la gente del poder de Dios a nuestro cariño y compasión.

Luego de esto llamó a doce para delegarles poder para sanar enfermedades.
Delegó ese mismo poder sobre otras doce personas , a quienes llamó sus
discípulos, pues su deseo era hacer bien a muchos y solo no podía. Esos doce
aprendieron a hacer lo mismo, incluso no tenían tiempo de comer, tal como le
sucedió a Jesús. (Marcos 3:13-15)

Jesús ordeno que sanáramos enfermos

En Marcos 16:15-18, antes de ascender a la presencia del padre, Jesús


ordenó que sanáramos a los enfermos. No se trata de si queremos o no, o si
fuimos llamados a sanar, o si tenemos el ministerio de sanidad. Solamente
debemos obedecer. El primero delegó autoridad, luego los envió y por ultimo lo
ordenó. El enfermo debe ver que tú crees en lo que estas predicando y haciendo.
Nosotros debemos ser los primeros en creer que el milagro sucederá.

Los discípulos lo hicieron

Los discípulos predicaban arrepentimiento y sanaban a los enfermos, luego


se sentaban con Jesús en su grupo de discipulado y le reportaban lo que
enseñaron e hicieron. “Porque eran muchos los que iban y venían , de manera que
ni aun tenía tiempo de comer.”(Marcos 6:30-31)

Diferentes formas en que fueros sanados:

Imponer las manos Marcos 16:16

Por la autoridad de la palabra Lucas 5:17-27 6

De lejos ”Los diez leprosos obedecieron” Lucas 17:11-19

Tocaron a Jesús Lucas 6:19

Muchos cayeron sobre él Marcos 3:11

Escupió o hizo lodo Marcos 7:31

La sombra de Pedro Hechos 5:15

Pablo hizo milagros con su ropa Hechos 19:11

Ungirlos con aceite Santiago 5

LA CLAVE ES FE

Jesús vino donde se encontraban sus discípulos y los encontró discutiendo


con los fariseos por un endemoniado que no había sido libre. “Viniendo entonces
los discípulos a Jesús, aparte , dijeron ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo
fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque desierto os digo, que si tuvieses
fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá; y nada os
será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno.”(Mateo 17:17-
21)

Sin fe es imposible agradar a Dios, Ese muchacho no recibió el milagro


cuando los discípulos oraron porque ellos mismos no creyeron a Jesús. El Señor
no les mando a ayunar cuando los envió a sanar a los enfermos, sino les mando a
creerle.

Cuando Jesús habla sobre “éste género…” se refería a la falta de fe de los


discípulos, al género de incredulidad. Ese género sale cuando nos acercamos a
Dios en oración y ayuno, y en su presencia nuestra fe es aumentada y fortalecida.

4.- Predica

4.1.- Como predicar

Predicando por las casas

Todo obrero debe aprender a predicar en el contexto de la visión, es decir,


a través de los grupos de amistad. Jesús también predicó por las casas

En Lucas 19:1 se presenta la historia de Zaqueo, jefe de los publicanos,


escogido por Jesus para entrar en su casa, sin embargo causo murmuracion entre
las personas por estar en medio de pecadores, pero Jesus les hizo entender que
LA SALVACION HABIA LLEGADO A ESA CASA.

En Marcos 2:13-10 vemos los tipos de personas que deben estar en los
grupos familiares:

 JESUS

 LOS DISCIPULOS DE JESUS

 LOS PUBLICANOS Y PECADORES


I.-Cuida el mensaje

Debes procurar que el mensaje no sea religioso: Enseñar la Palabra de una


manera sana 1 tim. 6:3-4

Enseña aquello que has aprendido de tus líderes y encarga a otros que
enseñen lo mismo. No debes prestar atención a temas necios que acarrean
disputas, presentándote como una persona aprobada por Dios.

II.- Cuida el lenguaje

Utiliza un lenguaje que todos puedan entender, tal como lo hizo nuestro
Señor Jesús. Ilustra el mensaje con testimonios, anécdotas o ejemplos que
ayuden a los oyentes a recibir la Palabra de Dios. Evita que las demás personas
se sientan ofendidas o heridas. Habla con gracia. La Biblia dice que nuestras
palabras sean sazonadas con sal para dar edificación al oyente. Col. 4:6

III. Cuida la forma

No leas los bosquejos porque al hacerlo dará la impresión de que estas


dando un discurso y no palabras vivas. Estudia el mensaje con anticipación y
prepárate en oración para que seas instrumento de Dios. Utiliza un tono de voz
adecuado, evita gritar para que tus palabras sean comprendidas.

IV.- Predica en santidad. 1 tim 4:16

Vive lo que predicas, lo que hablas, dando testimonio que el Espiritu Santo
mora en ti y las palabras que hablas son inspiradas por El.

V.- Predica con milagros. Marc. 16:17-18

Jesús siempre acompaño su mensaje con señales y milagros. Jesús vio en


las necesidades una oportunidad para llevar un mensaje de salvación. Ora por los
enfermos creyendo que sanaran, por los oprimidos. Que en cada situación haya
una oportunidad para dar buenas noticias.

5.- Que sean uno

Una de las últimas peticiones que Jesús hizo al Padre fue que
permaneciéramos en unidad y en un solo sentir. Los discípulos de Jesús no
habían comprendido este principio y entre ellos había disputas. Es por ello que en
la última cena Jesús oro para que fuesen uno. Al mismo tiempo oro por todos
aquellos que seriamos ganados a través de ellos para que también fuésemos uno.
Juan 17:20-23

I.- Solícitos en guardar la unidad

Como hijos y siervos de Dios debemos caminar con la dignidad que nuestra
posición y dignidad ameritan. Debemos esforzarnos en guardar la unidad así como
Jesús guardo a sus discípulos para que fuesen uno. Efesios 4:1-3

II.- La bendición de ser uno

Un beneficio de la unidad es el crecimiento personal que recibimos como el


cuerpo de Cristo, así como el crecimiento numérico de una congregación. Cuando
hay unidad en el corazón habrá un mismo idioma entre nosotros, si hablamos los
mismo es porque nuestro corazón está en un mismo sentir.

El vínculo perfecto de la unidad es el amor que debe existir entre nosotros.


Efesios 4:15 / 1 Corintios 1:10 / Juan 13:34.

El poder de Dios muestra que El camina con nosotros, el fruto habla de


quien somos nosotros pero el amor manifiesta que somos sus discipulos.
III.- Los enemigos de la unidad

Debemos tener cuidado con la forma sutil en que ocurren las divisiones.
Pablo exhortaba a la iglesia de Corinto a que había entre ellos divisiones, dejando
claro que una división no era necesariamente una partición sino pensamientos
divididos y rivalidades.

El Apóstol instruyó a los cristianos a fijarse en aquellos que causan


divisiones y tropiezos y que se apartaran de ellos porque tales no sirven al Señor
sino a ellos mismos. Romanos 16:17-18.

Los enemigos claros de la unidad son:

 Cuando alguien se cree que es mayor o mas importante que los demas y
por lo tanto no necesita al hermano.

 Sentirse menos y por ende no necesario a los demás. Ninguna de estas


dos actitudes son correctas ni se fundamentan en el genuino amor. Por el
contrario debemos preferirnos unos a los otros, no velando solo por el bien
propio sino también por el de los demás.

División es tener más de una visión. Debemos tener el mismo sentir que hay
en el Padre, el Hijo y Espíritu Santo: el amor. Y el mayor amor que hay es dar
la vida por los amigos, que es parte importante de nuestra visión.

5.2 Respetando autoridades

Honrar a nuestros padres es justo, no hacerlo es injusto. Este es el primer


mandamiento con promesa, lo que quiere decir que aunque todos los
mandamientos son importantes este es más importante.

Cumplir con este mandamiento trae bendición, no cumplido trae maldición.


Esta misma importancia se transmite a la hora que se debe a todo tipo de
autoridad. Hebreos 13:17.

En la Biblia hay promesas para los padres que educan bien a sus hijos y
también las consecuencias para los que los educan mal. Pero debemos
comprender que hay pecados más delicados que otros y deshonrar a los padres
es aún más delicado que la mala crianza de los padres a los hijos.

Dios es autoridad y funciona a través de las autoridades. El espera que se


respete y honre todo tipo de autoridades. Los errores de alguien en autoridad son
de ésta pero murmurar de el o juzgarlos es error del que lo hace.

Muchos de los que andan sumergidos en las drogas, en depresión,


enfermos, en oscuridad tenebrosa es porque quizás algún día maldijeron a sus
padres

B.- Honrando al esposo. 1 Pedro 3:1-6

En este pasaje vemos que cualquier mujer que quiera esperar en Dios debe
hacerlo sujeta a su marido. Una mujer sujeta no es la discute o pelea con su
marido, es aquella que influencia a su esposo para que este se someta a la
voluntad de Dios. Es necesario que las personas estén sujetas a las autoridades
sin necesidades de recibir amenazas.

El no respetar a nuestras autoridades trae estorbo a nuestras oraciones.


Dios quiere bendecir y bendice a quien respeta y honra autoridades y a quien
mantiene esa armonía sabiamente.

La desobediencia de Saúl

Saúl fue el primer Rey de Israel y la voluntad de Dios era que el reino que Dios le
dio a David, fuera de Saúl. Dios no solo quería hacer Rey a Saúl, sino quería
confirmar su reinado. No es lo mismo estar en el cargo que ser confirmado en el
mismo. Sin embargo se dejó llevar por el desespero y desobedeció al profeta
Samuel. Es por ello que vinieron consecuencias a su vida y reinado.
5.3.- La bendición de la cobertura

Al hablar de cobertura en el contexto de la visión nos referimos al cuidado y


protección que recibimos de una persona por medio de las bendiciones recibidas.

En otras palabras, Cobertura es estar al cuidado de personas que han sido


bendecidas por Dios. Para estar bajo la cobertura de alguien hay que seguir la
visión de esa persona, aquel que está bajo cobertura sigue los mismos principios
que su maestro, tener cobertura es estar bajo la autoridad de alguien.

Eliseo fue un siervo de Elías y no lo dejo en ningún momento asta tomar la


doble porción de la unción, servimos a Dios y también a la persona.
CONCLUSION

Durante su vida en la tierra, Jesús enseñó muchas cosas profundas sobre el


Reino de Dios, pero también conceptualizó principios de vida para la gente. Entre
las enseñanzas que dio sobre la espiritualidad.

Como pastores y líderes nos encontramos ante el gran desafío de retener la


gente que el señor nos está confiando, de aquí la importancia de la consolidación.

Ofrece siempre la mejor cena al Señor porque seguramente de ella comerás.


Dale la mejor adoración porque Él te honrará de la misma forma. En nuestro
caminar personal con Cristo – tomemos hoy la decisión de caminar la milla extra –
que es la milla de la bendición. Procurar que nuestra vida devocional sea
consistente y fructífera. Separar tiempo para hablar con Dios; y para estudiar con
detenimiento la Biblia. Que el momento de adoración en comunidad, no sea algo
que hagamos "de vez en cuando", sino algo que es central en nuestra vida, pues
sabes que "cuando el pueblo del Señor le alaba, suceden cosas maravillosas".

Caminemos la milla extra con Cristo, y colocar nuestros talentos y dones al


servicio de la Iglesia y del prójimo. No lo veamos como una carga ni una
obligación - si no como un privilegio, como algo que te trae alegría y satisfacción, y
que sabes tiene un impacto positivo en los demás

El viejo hombre ha sido crucificado juntamente con Cristo, en la obra de la


cruz todo nuestro ser pecador, el cuerpo de pecado fue destruido, es decir que fue
desactivado, desconectado, para que ya no seamos dominados por el pecado. La
cruz es la arma más poderosa que Dios a entregado a su pueblo, es la artillería
pesada. Pero no es para que vayamos por ahí crucificando a todo el mundo, sino
para que cada uno se identifique con esa cruz y muera en ella.

Los argumentos carnales y la altivez del alma no pueden ser vencidas sino
por la Cruz de Cristo. Jesús es el intercesor por excelencia: Hebreos 7:25, nos
dice: “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan
a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”. Romanos 8:34 dice: “Cristo es
el que murió; más aún el que también resucitó, el que además está a la diestra de
Dios, el que también intercede por nosotros”. Antes de intentar echar fuera
demonios, debe tener el poder. Este poder es proporcionado por nuestro Señor
Jesucristo. Cuando tienes fe en Jesucristo, tienes la capacidad de expulsar
demonios. La imposición de manos es uno de los rudimentos de la doctrina de
Cristo y es una práctica que tuvo la iglesia primitiva y que se aplica todavía en la
iglesia del Señor.

Es importante el estudio de la doctrina de la imposición de manos ya que, tal


como se menciona en Hebreos 6:1-2, es parte de los principios o rudimentos de la
doctrina de Cristo. Quizás no sea un tema tan mencionado, pero que es parte de
la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo en su ministerio terrenal y fue retomado
por los apóstoles y la iglesia primitiva. Así como el Espíritu Santo ungió a Jesús
para sanar y hacer milagros, hoy nosotros también tenemos la unción de su
Espíritu Santo para hacer lo mismo que hizo Jesús.

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