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Dogmatismo

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El dogmatismo filosófico de Zenón de Citio implicaba aceptar el mundo sin
cuestionarlo.

¿Qué es el dogmatismo?
Un dogma es algo que se debe aceptar sin cuestionarlo, como es el caso de los
dogmas religiosos, de los que no podemos pedir evidencia alguna, sino creer o no
creer. Por lo tanto, el dogmatismo puede definirse como la propensión a los
dogmas, o sea, a exigir que una verdad sea aceptada sin posibilidad de
cuestionamiento.

Sin embargo, en filosofía, el dogmatismo es una corriente opuesta al escepticismo


y al idealismo. El dogmatismo filosófico defendía la necesidad de aceptar el
mundo por sí mismo, sin someterlo a cuestionamiento, y confiar en la capacidad
de la razón humana para llegar a la verdad, incluso a través de las opiniones y las
creencias.

Esta escuela se originó en la Antigua Grecia de la época clásica, cuando el


“dogma” se entendía como una opinión filosófica u opinión fundamentada. Este
término continuó usándose a lo largo de la historia de Occidente, sobre todo
vinculado con el pensamiento religioso cristiano.

Comenzó a hablarse de dogma con la acepción técnica contemporánea a partir


del Concilio de Trento (1545-1563), en el que las autoridades eclesiásticas
decidieron que son dogmas aquellas verdades reveladas por Dios y reconocidas
por la Iglesia.

Tipos de dogma
Existen dogmas en distintos aspectos de la vida, especialmente en los referidos a
lo religioso y lo metafísico, o sea, a consideraciones filosóficas muy fundamentales
que no tienen una forma de comprobarse efectiva y prácticamente. Tales como:
Dogma religioso. Aquellos conceptos que una Iglesia defiende como ciertos e
inamovibles respecto a Dios, a sus deseos o al modo de honrarlo, son dogmas:
deben aceptarse o no aceptarse, pero no es posible exigir una evidencia de su
carácter verdadero. Por ejemplo, la Iglesia Católica sostiene que Dios es una
trinidad, compuesta por padre, hijo y espíritu santo.
Dogma jurídico. Los sistemas de administración de justicia, es decir, el Derecho,
parte de un conjunto de consideraciones fundamentales incuestionables, que
conforman la dogmática jurídica. Dichos dogmas no son más que abstracciones
de las normas jurídicas, que permiten el funcionamiento del sistema. Por ejemplo,
en las Constituciones suele haber una “parte dogmática” en la que se establecen
los derechos básicos que deben aceptarse de entrada, sin cuestionamientos
posibles.
Dogma científico. Si bien parece una contradicción en sus términos, pues la
ciencia como tal no podría actuar de manera dogmática, sino empírica y escéptica,
es posible hablar de dogmas científicos para referirse a aquellas teorías
fundamentales que describen fenómenos observables, cuantificables, pero
inexplicables aún por ninguna otra vía. Por ejemplo, la capacidad de ser
observadores objetivos de la naturaleza es algo que bien puede considerarse un
dogma científico, dado que sin ello todo lo demás colapsa.

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Los dogmáticos, como el matemático Pitágoras, confiaban en la razón.
El dogmatismo y el escepticismo son posturas encontradas, y fueron en la
antigüedad movimientos filosóficos contrarios. Por un lado los escépticos
sostenían que es imposible para el ser humano alcanzar la verdad respecto al
mundo. En consecuencia, abrazaban la necesidad de una vida indiferente, alejada
de todo juicio.

Por otro lado, los dogmáticos creían en la razón como vía de acceso a la verdad.
Aceptaban el mundo tal y como venía, sin cuestionarlo, tomando como ciertas
incluso las opiniones y creencias.

Los puntos fundamentales del dogmatismo pueden resumirse en:

El mundo debe tomarse por sí mismo y aceptarse, sin cuestionamientos.


Nada se puede poner en duda, incluso las opiniones y las creencias son
verdaderas.
Se debe tener confianza plena en la razón como vía de acceso a la verdad. 1

Representantes del dogmatismo


Uno de los más usuales representantes de la escuela del dogmatismo en la
Antigüedad fue Zenón de Citio (333-264 a. C.), considerado el padre fundador de
los estoicos, cuyo pensamiento tomó importantes rasgos de la obra de Heráclito,
Platón y Aristóteles.

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https://concepto.de/dogmatismo/
Pero otros filósofos importantes asociados al dogmatismo fueron Tales de Mileto
(c. 624 – c.546 a. C.), Anaximandro (c. 610-545 a. C.), Anaxímenes (c. 590-525 a.
C.) y Pitágoras (c. 569-c.475).
Fuente: https://concepto.de/dogmatismo/#ixzz7b3xT0kaR

Escepticismo
El escepticismo es la tendencia a no creer afirmaciones sin evidencias.

¿Qué es el escepticismo?
Al hablar de escepticismo, generalmente nos referimos a una actitud de duda
hacia lo que otros proclaman como hechos. O sea, la tendencia a no creer de
buenas a primeras en las opiniones, creencias o afirmaciones de terceros, a
menos que estén apoyadas por las evidencias necesarias. Así, una persona
escéptica es todo lo contrario de una persona crédula.

Sin embargo, en la filosofía clásica se llamó también escepticismo a una corriente


de pensamiento que floreció en la antigüedad griega, y que se basaba en la duda,
es decir, que negaba la posibilidad de que los seres humanos podamos llegar a
conocer la verdad de algo.

Su principal representante era el filósofo Pirrón (c. 360- c. 270 a. C.), quien decía
que “no afirmaba nada, sólo opinaba”, pues ése era el espíritu de los escépticos:
una postura indiferente ante el mundo.

El término “escéptico”, así, proviene del vocablo griego skeptikós, derivado del
verbo griego skeptesthai (“mirar” u “observar”). Los filósofos escépticos, así, se
hacían llamar skeptikoi, “los que examinan” o “los que investigan”, ya que se
mostraban insatisfechos con las razones presentadas respecto a la posibilidad del
conocimiento humano.

Estos filósofos retaban a los grandes maestros como Platón, Aristóteles o los
estoicos, oponiéndose a cualquier forma de pensamiento dogmático.

Se dice que el afán de descreimiento de los escépticos llegó a tales niveles, que
nada era verdadero o falso, ni malo o bueno, ni herético o sagrado. Así ponían en
práctica la epojé o suspensión del juicio, y podían alcanzar la ataraxia o paz
mental. Los preceptos del escepticismo pueden expresarse de la siguiente
manera:

El conocimiento humano es imposible, y nada puede afirmarse de nada.


Todo aquello que conocemos a través de los sentidos es irreal.
La realidad no puede ajustarse a los conceptos que manejamos mentalmente.
Las cosas que conocemos llegan a nosotros por azar, o por costumbre.

Características del escepticismo


En resumen, el escepticismo se caracterizaba por lo siguiente:

 Dudaba de antemano de cualquier afirmación o hecho, de los cuales no se


presenten evidencias incontrovertibles. Por ese camino, dudar de toda
posible afirmación o aseveración hasta llegar a la suspensión del juicio y la
indiferencia ante el mundo.
 Abarcó diferentes posturas y posiciones filosóficas, dependiendo de cada
pensador escéptico. Alcanzó su postura más productiva siglos después,
durante el Renacimiento europeo.
 Los escépticos fueron impopulares en la Antigua Grecia, pues tenían fama
de “desbaratadores” de ritos, leyendas y mitos populares. Lo que jamás
cuestionaron fue el sistema socrático de hipótesis y deducciones.

El escepticismo desapareció tras la caída de la civilización grecorromana, pero


reapareció siglos después durante el Renacimiento, cuando pasó a convertirse en
una herramienta contra el dogmatismo cristiano medieval, fundamental para el
surgimiento del pensamiento científico.

Representantes del escepticismo


Entre los principales representantes del escepticismo figuran:

Pirrón (c. 360- c. 270 a. C.). Padre del escepticismo, se dice que fue un gran
viajero que conoció culturas lejanas junto al ejército de Alejandro Magno. Todo ese
bagaje le permitió poner en duda muchas de las verdades tradicionales de su
pueblo.
Timón el Silógrafo (c. 320-230 a. C.). Filósofo griego y poeta satírico, fue
discípulo de Pirrón y de Estilpón de Megara, y casi todo lo que sabemos de él
proviene de la obra de Diógenes Laercio. Se dice que era sumamente elocuente,
pero pobre.
Sexto Empírico (c. 160-210). Médico y filósofo romano de origen griego, a quien
debemos la mayoría de los preceptos del escepticismo pirroniano, en su obra
Esbozos Pirrónicos.
Luciano de Samósata (125-181). Escritor romano de origen sirio que utilizó la
lengua griega, perteneciente a la llamada Segunda sofística. Junto a Sexto
Empírico fueron los últimos escépticos de la Antigüedad. 2

Fuente: https://concepto.de/escepticismo/#ixzz7b3yi00oR

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https://concepto.de/escepticismo/

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