Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de “temporada”?
En primer lugar conviene aclarar que los contratos de arrendamiento de vivienda recaen
sobre viviendas urbanas habitables con el fin de satisfacer una necesidad permanente
o indefinida del inquilino. En cambio, los contratos de arrendamiento de temporada
tienen una finalidad de alojamiento transitoria y ocasional, condicionada en todo
caso a un período de tiempo muy concreto, por ejemplo por motivos de estudios, de
trabajo temporal, etc.
Por ello, y tal y como señala el Tribunal Supremo, si se optara finalmente por suscribir
un contrato de arrendamiento de temporada, es fundamental que “se haya convenido el
uso y disfrute de una vivienda durante un plazo concertado en atención, no a la
necesidad permanente que el arrendatario tenga de ocupar aquella para que le sirva de
residencia habitual familiar, sino para habitar transitoriamente o en épocas
determinadas” debiéndose reflejar las circunstancias concretas en el propio contrato y
siendo aconsejable incluso acreditar en la medida de lo posible las mismas para que no
dé lugar a futuras controversias y/o litigios innecesarios. Así por ejemplo podría ser
interesante reflejar en el contrato el motivo concreto del arrendamiento y su
temporalidad, hacer mención al domicilio habitual del arrendatario y posible
empadronamiento en el mismo, o bien añadir cláusulas del tipo: “El arrendatario no
pretende en ningún caso una ocupación indefinida del inmueble, ni desea establecer en
el mismo su vivienda habitual” Con ello quedaría suficientemente acreditado la
temporalidad del contrato en cuestión sin que con posterioridad se pueda exigir la
duración mínima prevista en la LAU para los contratos de arrendamiento de vivienda.