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Arquidiócesis de Valencia

Seminario Mayor Arquidiocesano “Nuestra Señora del Socorro”


Cristología I
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Autor: Aponte Pastrán, José Gabriel / III de Teología.
i. LA HISTORIA Y DESTINO DE CRISTO. CRISTOLOGÍA BÍBLICA, ACCIÓN.
La novedad del mensaje de Jesús comienza por el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento. Jesús
se une al movimiento de Juan y se hace bautizar, de alguna manera, es una llamada interior que transmite una
total cercanía a su pueblo (Mt 3,13), un signo palpable del comienzo de su misión profética y sacerdotal.
Todo lo que el Hijo de Dios presenta es una iniciativa liberadora que robustece su voluntad, confiriéndole así,
plena autoridad para realizar la misión que ha recibido. El Reinado instaurado por Él, es signo de soberanía real y de
la realeza de Dios. “Jesús nunca define el significado de este Reino sino que lo manifiesta y actualiza con su
predicación, milagros, relaciones y amistad”. Tras su bautismo, Él es ungido por el Espíritu Santo. Esta acción
conforma su humanidad, alumbra su propia conciencia, y lo que ya antes se ha expresado, fortifica también su
voluntad, que es además, la del Padre.
Jesús no explica ni da una definición de Reino de Dios. De alguna manera, predica el Reino porque sabe que a
quienes se dirige, lo van a entender. Al pronunciar la expresión “Reino de Dios” no está hablando de una realidad
futura, es más bien una realidad que está en la esfera de Dios, es decir: una realidad divina que se hace presente.
Por tanto, el objetivo de la predicación de Jesús es mostrar el Reino. Esta predicación se sitúa en un contexto
esperanzador; por consiguiente, la predicación de Juan el Bautista, aunque no era la predicación central, sirvió para
responder a una época como preparación a la venida del Mesías enviado. Por ello, la época siguiente, es decir: la de
Jesús, es una época donde el Reino de Dios se ha de consumar. .
Evidentemente, cuando se ha de expresar que el Reino es una realidad que está en la esfera de Dios, se quiere
manifestar el sentido propio del Reino, pues, aunque no se percibe (según nuestros criterios) es de considerar que
Dios es el único que puede hacer que el hombre, por la gracia, pueda llegar a percibir tal afirmación. Todo esto
supone un perentorio lenguaje de proximidad. Es decir, un tipo de actualización escatológica, un futuro cósmico y
territorial.
Esta manifestación es cíclica, una realidad que ya está. La venida del Reino es una realidad ya presente. El
anuncio de una buena nueva devela el sentido de la soberanía o el señorío de Jesucristo. Pensar en ello, ha llevar
también a considerar la idea de un futuro o una inminencia apocalíptica, algo nuevo. Sobre ello se aclama en el
Padre nuestro: “Venga a nosotros tu Reino” (Lc 11, 2). Esta petición se vive de forma proleptica 1, es decir: desde el
querer proyectar una idea hacia algo que va más allá. Tal cual se ha afirmado en la predicación de Juan el Bautista
al preparar el camino al Señor, y en Jesucristo, al anunciar la venida del Reino (Mt 3, 1-12).
Por tal motivo, “el concepto de Reino de Dios puede ser considerado como paralelo al concepto joánico de Vida
eterna y el concepto paulino de Salvación”. En función de su misión profética, real y sacerdotal, Jesús expresó con
exousía- su doctrina, con la que además, hace frente a los poderes, instituciones y problemas del momento
(Mt 28,18). Por eso, en todo el desarrollo de su mensaje, Jesús reclama la “autolegitimación de su propia doctrina.
Él ha “Ha cumplido objetivamente el mesianismo, trayendo el Reino y con él la salvación.
Finalmente, lo que vivimos es el señorío de Jesús. La presencia del Reino se lee desde un lenguaje de proximidad
“un ya pero todavía no”; En su anuncio se afirma tal situación. De tal modo, a diferencia de Juan, Jesús muestra en
el anuncio del perdón, algo que viene en anuncio, y que además, está presente. Es una actualización escatológica
(Todavía no). Jesús habla del Reino, y toda esta teología tiene una nota de escatología realizada, es decir: todo el
anuncio profético del nuevo testamento está vivo, no se refiere al futuro, sino al ministerio propio de Jesús y su
actualización en la vida de la Iglesia. Siendo Él entonces, el contenido propio del Reino.
.

-Referencias bibliográficas.
González, O (2011). Cristología. Biblioteca de Autores Cristianos: Madrid.

1
El termino prolepsis es un término que evoca un tipo de anticipación al futuro, muy diferente al término analepsis que define la idea de una
retrospección al pasado.

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