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LOS ESTEROIDES

Los esteroides son una de las moléculas de señalización que denominamos hormonas. La familia de
los esteroides comprende un gran grupo de hormonas cuya base común es el esterano o
ciclopentano-perhidro-fenantreno, una molécula orgánica de 17 carbonos que forman 4 anillos. Tres
de ellos formados por 6 carbonos y el último por cinco carbonos. Las diferentes hormonas derivadas
del esterano se sintetizan por adición de grupos funcionales (por ejemplo, grupos hidroxilos o
cadenas hidrófobas). Por lo tanto, todas las hormonas esteroides son lipídicas puesto que su base es
un lípido, el colesterol.

El esterano es la base de las hormonas esteroideas.

Las hormonas se definen de forma muy general como todas aquellas moléculas que se sintetizan en
una célula y producen una respuesta en otra célula, que suele estar alejada, en otro tejido u órgano.
(hormonas endocrinas) o bien actúan sobre la misma célula que los sintetizo (autocrinas) o sobre
células cercanas o adyacentes (hormonas paracrinas).
El resto de los esteroides, por lo general, son derivados del colesterol. Que es uno de los esteroides
más abundantes en los animales y las plantas puesto que también forma parte de la membrana
citoplasmática (por lo que vemos que no solo tienen función como señales, sino que además
realizan otras funciones primordiales como estructural en la membrana o reguladora, mediando en
los niveles de sal, por ejemplo).
Sus funciones como hormona están relacionados con la diferenciación sexual, los andrógenos como
la testosterona y otras hormonas derivadas se sintetizan a partir del colesterol y las hormonas
femeninas como los estrógenos o la progesterona también. Además, también son esteroideos los
corticoides, tanto los glucocorticoides (como la cortisona y el cortisol, que no son lo mismo) como
los mineralocorticoides como la aldosterona, encargada de sacar de las células las sales de sodio y
los cloruros, para aumentar nuestra sed.

La hormona esteroidea masculina más conocida es la testosterona, producida en los testículos


principalmente, pero también en los ovarios. Ésta potencia la masa muscular y disminuye la
acumulación de grasa, dando un mayor tamaño y musculatura a los hombres, aunque también es la
culpable de la agresividad, la calvicie o el vello en el cuerpo o el oloroso sudor tras el esfuerzo.
Estas desventajas no las presentan los estrógenos, las hormonas esteroides femeninas, que si bien
también ayudan a disminuir el colesterol en sangre son más importantes por ser de los principales
reguladores del ciclo menstrual femenino y todos sus inconvenientes.

Unos datos: Como hemos mencionado la testosterona también está presente en las mujeres, una de
sus funciones es activar el deseo sexual Por lo que en algunos tratamientos anticonceptivos se
emplean hormonas esteroideas femeninas, estrógenos, para engañar al cuerpo y hacerle creer que ya
está embarazado. Este engaño produce una bajada de la producción de testosterona femenina, que
va acompañada de una disminución del apetito sexual.

Otro dato más: el uso de esteroides anabolizantes, (muy parecidos a la testosterona) empleados por
culturistas y afines para aumentar la masa muscular (aumentan la síntesis de proteínas) suponen un
exceso de estas hormonas en el cuerpo que puede causar problemas de hígado, así como el
encogimiento de los testículos. Esto es debido al sistema de regulación del cuerpo. Al notar que hay
un exceso de testosterona inhibe el crecimiento e incluso disminuye el tamaño de la glándula que lo
segrega, en este caso los testículos (que perderán fertilidad). Por si esto fuera poco al notar el
exceso el cuerpo hace lo que sea por reducir los niveles de esta hormona, por lo que también la
convertirá en estrógenos (hormonas femeninas) lo que producirá ginecomastia, crecimiento de
tejido mamario.

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