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AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016.

QUEJOSA: **********.

PONENTE:
MINISTRO ALBERTO PÉREZ DAYÁN.

SECRETARIO:
ISIDRO MUÑOZ ACEVEDO.
Vo. Bo.

Ciudad de México. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día de dos
mil diecisiete.

VISTOS para resolver el recurso de revisión identificado al rubro


y;

RESULTANDO:

PRIMERO. Trámite y resolución del juicio de amparo. Por


escrito presentado el doce de mayo de dos mil quince en la Oficina de
Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Materia Civil
en la Ciudad de México, **********, por su propio derecho, solicitó el
amparo y la protección de la Justicia Federal, contra las siguientes
autoridades y actos:

"Fracción III. La autoridad o autoridades responsables:

a) Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal –ahora Ciudad de


México-. La omisión de cumplir con sus obligaciones en materia de
perspectiva de género, en particular la omisión de contar con personal
capacitado en perspectiva (sic) de género.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [2]
b) Director del Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal -ahora Ciudad de México-. 1. El oficio número
********** de fecha 13 de abril de 2015, suscrito por el Director del Instituto
de Ciencias Forenses en el que señala el Instituto "… no cuenta con peritos
médicos psiquiatras con prospectiva de género". 2. Asimismo se reclama la
omisión de cumplir con sus obligaciones en materia de perspectiva de
género, en particular la omisión de contar con personal capacitado en
perspectiva de género".

La quejosa señaló como derechos violados los contenidos en los


artículos 1, 4, 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; 1, 2 y 24 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y lo dispuesto por la Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y
la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Contra la Mujer.

Por auto de catorce de mayo de dos mil quince, el Juzgado


Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal –ahora Ciudad de
México-, registró la demanda con el expediente **********, y determinó
que dicho órgano jurisdiccional carecía de competencia legal para
conocer del asunto, ya que se trataba de un acto de naturaleza
administrativa, por lo que ordenó su remisión al Juzgado de Distrito en
Materia Administrativa en turno.

Mediante proveído de veinticinco de mayo de dos mil quince, el


Juzgado Quinto de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito
Federal –actualmente Ciudad de México-, registró la demanda con el número
de expediente **********, y acordó no aceptar la competencia declinada
por el Juez Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, al
considerar que las omisiones reclamadas se encuentran
estrechamente relacionadas con un juicio del orden familiar y, por
tanto, su conocimiento correspondía a un Juez de Distrito en Materia
Civil. En consecuencia, ordenó la devolución de los autos al órgano
declinante.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [3]

El veintiocho de mayo de dos mil quince,


el Juzgado Primero de Distrito en Materia Civil
en el Distrito Federal –ahora Ciudad de México-
insistió en declinar la competencia del asunto;
por lo que ordenó remitir los autos al Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito en turno, para el efecto
de que determinara a qué órgano le correspondía resolverlo.

Del conflicto competencial conoció el Sexto Tribunal Colegiado


en Materia Civil del Primer Circuito, el cual lo registró con el número
********** y, en sesión de veinticuatro de junio de dos mil quince,
determinó lo siguiente:

"ÚNICO. Se declara que la competencia legal para el conocimiento del


juicio de amparo indirecto promovido por **********, se finca en el Juez
Quinto de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal, razón
por la que se ordena remitirle el expediente ********** del índice del
Juzgado Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, para
que se avoque a su conocimiento".

En acuerdo de diez de julio de dos mil quince, el Juzgado Quinto


de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal –ahora Ciudad
de México-, previno a la promovente para que llevara a cabo las
siguientes aclaraciones:

"1. Manifieste si ya le fueron practicados los estudios psicológicos y


psiquiátricos ordenados por el Juez Cuadragésimo de lo Familiar del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal dentro del expediente
********** y, en su caso, si fueron realizados por "un perito especialista en
perspectiva de género".
2. Informe a este Juzgado cuál es el estado procesal del juicio de amparo
********** del índice del Juzgado Décimo de Distrito en Materia Civil en el
Distrito Federal, es decir, deberá precisar con detalle si ya se tuvo por
cumplida la sentencia de amparo ahí dictada y, en su caso, cuáles fueron
o han sido las obligaciones establecidas a las autoridades responsables
respectivas para cumplir con dicha sentencia.
3. Precise qué actos han desplegado las autoridades que sean tendientes
a darle cumplimiento a aquella sentencia de amparo.
[…]".
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [4]
En cumplimiento, la quejosa manifestó:

"1.- Señalo que a la suscrita no se le han practicado los estudios


psiquiátricos. Como se desprende de la lectura de la demanda de
garantías, el origen del acto reclamado deriva únicamente del tema de
estudios psiquiátricos con perspectiva de género, por lo que sorprende a
esta parte quejosa el presente requerimiento en cuanto a que manifieste
si ya le fueron practicados estudios psicológicos (los cuales por sí
reiteran la necesidad de que se les informe, hay un estudio psicológico
que fue practicado a todas las partes (padre, mi menor hijo y la suscrita),
por parte de una especialista del Departamento de Psicología del Centro
de Convivencia Supervisada del Tribunal).
2.- Si leen los antecedentes al acto reclamado en el presente amparo se
percatarán que el efecto de la sentencia dictada en el amparo **********
fue para que:
[…]
Lo anterior porque quedó justificada la necesidad de que dicha prueba
(la pericial psiquiátrica) se recabara con conocimiento específico de
perspectiva de género.
En este sentido, las responsables dejaron sin efecto la resolución y su
ejecución, y dictaron una nueva resolución (el cual si leen la demanda
de amparo aparece en los antecedentes al acto reclamado), por lo que
ya se tuvo por cumplida la sentencia de amparo.
3.- Si leen los antecedentes al acto reclamado en la demanda de
amparo, las autoridades responsables dieron cumplimiento a dicho
amparo mediante:
a) Resolución de fecha 18 de marzo de 2015 de la Primera Sala del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en el toca número
********** (sic), mediante la cual deja sin efectos la resolución de fecha
14 de agosto de 2014 y resuelve:
„…en cuanto a la petición de la promovente relativa a que el Instituto de
Ciencias Forenses dependiente de este Tribunal, designe un psiquiatra
especialista en género, también se estima procedente, debido a la naturaleza
del asunto que involucra a un menor…‟.
b) Auto de fecha 23 de marzo de 2015, en el que el Juzgado
Cuadragésimo de lo Familiar ordenó que se girara oficio al Instituto de
Ciencias Forenses para que, en cumplimiento de la sentencia de fecha
24 de Octubre de 2014, dictada por el Juzgado Décimo de Distrito en
Materia Civil del Primer Circuito, así como de la resolución emitida por la
Primera Sala Familiar; se „…proceda a nombrar un psiquiatra con
conocimiento en perspectiva de género…‟.
Conforme a lo anterior, las responsables dieron cumplimiento al amparo,
y si bien lo anterior son antecedentes al acto reclamado, parece que se
pierde de vista que lo que aquí se reclama es el oficio ********** de fecha
13 de abril de 2015, suscrito por el Director del Instituto de Ciencias
Forenses en el que señala el Instituto „…no cuenta con peritos médicos
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [5]

psiquiatras con perspectiva de género".1

Por auto de quince de julio de dos mil


quince, se tuvo por desahogado el
requerimiento y se admitió a trámite la
demanda de amparo.

Seguidos los trámites de ley, el dieciocho de septiembre de dos


mil quince se celebró la audiencia constitucional y se dictó sentencia
terminada de engrosar el treinta de septiembre de dos mil quince, en
la que negó el amparo solicitado.

SEGUNDO. Trámite del recurso. Inconforme con el fallo


anterior, la quejosa **********, por conducto de su autorizado **********,
interpuso recurso de revisión, del cual conoció el Décimo Noveno
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, el
que lo admitió a trámite mediante acuerdo de veintinueve de octubre
de dos mil quince, con el número de expediente **********.

En sesión del dos de junio de dos mil dieciséis, el Tribunal


Colegiado dictó sentencia que culminó con el siguiente punto
resolutivo.

"ÚNICO. Se solicita a la Suprema Corte de Justicia de la Nación ejerza su


facultad de atracción para conocer del presente recurso.".

Mediante proveído de veintitrés de junio de dos mil dieciséis, el


Presidente de este Alto Tribunal admitió a trámite la solicitud de
ejercicio de la facultad de atracción y la registró con el número
**********; el asunto se radicó en la Segunda Sala y en sesión de
diecinueve de octubre siguiente se determinó ejercer la facultad de
atracción para conocer del amparo en revisión ********** del índice del
Décimo Noveno Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito.

1
Fojas 74 a 75 del cuaderno de amparo **********.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [6]
El veinticinco de noviembre de dos mil dieciséis esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación, se avocó al conocimiento del asunto y
lo radicó con el número 1161/2016; asimismo, turnó el expediente
para su estudio al Ministro Alberto Pérez Dayán; ordenó su envío a
la Sala de su adscripción y, en la misma providencia, ordenó notificar
al Agente del Ministerio Público de la Federación.

Por acuerdo de dieciocho de enero de dos mil diecisiete, el


Presidente de la Segunda Sala determinó que ésta se avoca al
conocimiento del asunto y ordenó remitir el expediente relativo al
Ministro ponente para la elaboración del proyecto de resolución
respectivo.

El proyecto de sentencia fue publicado de conformidad con lo


dispuesto en los artículos 73 y 184 de la Ley de Amparo en vigor; y

CONSIDERANDO:

PRIMERO. Competencia. Esta Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer y resolver
este recurso de revisión, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción I, inciso e), de la Ley de
Amparo; y, 21, fracción II, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, con relación a lo previsto en los puntos
Primero y Segundo, fracción III, del Acuerdo General 5/2013, del
Pleno de este Alto Tribunal, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el veintiuno de mayo de dos mil trece, toda vez que se
promueve contra la sentencia dictada por un Juez de Distrito en un
juicio de amparo indirecto, en el que se reclamó la omisión de contar
con personal capacitado en perspectiva de género, el oficio número
********** de fecha trece de abril de dos mil quince, suscrito por el
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [7]

Director del Instituto de Ciencias Forenses en


el que señala que el Instituto -no cuenta con peritos
médicos psiquiatras con perspectiva de género-; y no
resulta necesaria la intervención del Pleno de
este Alto Tribunal.

SEGUNDO. Oportunidad y legitimación. Este aspecto no será


materia de análisis por esta Segunda Sala, toda vez que el Tribunal
Colegiado de Circuito que previno en el conocimiento del asunto,
determinó que el recurso de revisión se interpuso oportunamente y por
parte legitimada para ello.

TERCERO. Antecedentes. Para estar en aptitud de examinar la


materia del presente recurso, es importante tener presentes los
siguientes antecedentes que informan el asunto:

I. Juicio de origen. En el juicio ********** del índice del Juzgado


Cuadragésimo de lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal –ahora Ciudad de México-, se ordenó a la quejosa **********,
la práctica de estudios psicológicos o psiquiátricos.

Por escrito de cinco de marzo de dos mil catorce, la quejosa


solicitó adecuar los estudios psiquiátricos ordenados, entre otros, para
el efecto de que se designara como perito a un psiquiatra con
especialidad en género. En auto de diez de marzo de dos mil catorce,
el juez familiar se pronunció respecto a tal solicitud.

II. Recurso de apelación. Inconforme con lo anterior, **********


interpuso recurso de apelación en su contra, el cual fue registrado con
el número de expediente ********** del índice de la Primera Sala del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal
–ahora Ciudad de México-. En sentencia de catorce de agosto de dos mil
catorce, la referida Sala declaró infundado el recurso.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [8]
III. Primer juicio de amparo. Contra la anterior sentencia,
********** promovió juicio de amparo indirecto. Correspondió conocer
del asunto al Juzgado Décimo de Distrito en Materia Civil en el Distrito
Federal -ahora Ciudad de México-, registrándose al efecto con el número de
expediente **********.

Previos los trámites de ley, el juez federal dictó sentencia el


veinticuatro de octubre de dos mil catorce, en la que concedió el
amparo para el efecto de que se dejara insubsistente la sentencia
reclamada y, en su lugar, se emitiera otra en la que se considerara la
procedencia de la solicitud de un psiquiatra con conocimientos en
perspectiva de género.

En cumplimiento a dicha ejecutoria, el veinticuatro de marzo de


dos mil quince, el Juzgado Cuadragésimo de lo Familiar del Tribunal
Superior de Justicia del Distrito Federal –ahora Ciudad de México-, emitió el
oficio ********** en cual solicitó el nombramiento de un psiquiatra con
conocimientos en perspectiva de género.

El Director del Instituto de Ciencias Forenses del citado tribunal


dio respuesta por medio del oficio **********, en el siguiente sentido:

"En relación a su oficio número **********, expediente **********,


secretaria „A‟, dictado en el juicio de CONTROVERSIA DEL ORDEN
FAMILIAR, (INCIDENTE DE SUSPENSIÓN DE RÉGIMEN DE VISITAS
Y CONVIVENCIAS TOMO II), promovido por ********** en contra de
**********, mediante el cual solicita se nombre un psiquiatra con
conocimiento en perspectiva de género, a fin de que determine sobre los
puntos señalados, en su oficio en comento.
Al respecto hago de su conocimiento que este Instituto de Ciencias
Forenses, no cuenta con peritos médicos psiquiatras con
conocimiento en perspectiva de género.
Con lo anterior se da cumplimiento a su solicitud, reitero las seguridades
de mi atenta y distinguida consideración".

IV. Segundo juicio de amparo. Inconforme con dicha


respuesta, la quejosa promovió juicio de amparo indirecto en su
contra. Correspondió conocer del asunto al Juzgado Quinto de Distrito
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [9]

en Materia Administrativa en la Ciudad de


México, radicándose con el número de
expediente **********.

Agotados los trámites de ley, el Juez


Federal dictó sentencia el treinta de septiembre de dos mil quince, en
la que negó el amparo, por las razones que en seguida se exponen:

En principio el Juez consideró infundados los conceptos de


violación ya que con independencia de lo resuelto en
procedimientos jurisdiccionales previos, las autoridades
señaladas como responsables en el presente juicio de amparo
"no están obligadas a contar con un perito con conocimientos
especializados en perspectiva de género".

Ello, toda vez que la prueba pericial consiste en un dictamen


que emite una persona versada en alguna ciencia, arte u oficio,
con la finalidad de dar claridad a los órganos jurisdiccionales
sobre algún hecho cuya existencia no puede ser acreditada o
apreciada sino a través de conocimientos científicos o técnicos.

De manera específica, la práctica de una prueba pericial en


psiquiatría dentro de un proceso jurisdiccional implica que, al
tomar en cuenta las bases del conocimiento de la psiquis
normal y las desviaciones de la normalidad, se determinará si el
individuo a quien se practicará dicha probanza se encuentra
dentro de los parámetros de lo que la ciencia califica como
normal y, en esa medida, otorgar o no un diagnóstico del
problema de la persona a quien se le practica, en virtud de que
dicho medio de convicción se ofrece con el objeto de
determinar la personalidad y perfil psicológico de un individuo, y
su interrelación con las demás personas que lo rodean.

Ahora, si bien todas las autoridades del Estado, con el objeto


de garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de
violencia y a ser tratadas en un plano de igualdad ante la ley,
están obligadas a adoptar en sus actos el método de análisis
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [10]
que se conoce como perspectiva de género, el cual tiene por
objeto la detección y eliminación de las barreras u obstáculos
que discriminan a las personas por condición de género a
través de argumentos estereotipados que parten de una
posición acrítica sobre los roles que tradicionalmente han sido
impuestos a hombres y mujeres, y que insisten en mantener en
situación de desventaja a grupos históricamente vulnerados,
como es el caso de las mujeres.

Lo cierto es que "la perspectiva de género no puede entenderse como


una ciencia, arte, técnica o industria como tal, en virtud de que, como se
precisó, se trata de una herramienta, método, categoría de análisis o
enfoque que sirve para detectar y eliminar todas las barreras y
obstáculos que discriminan a las personas por razón de sexo o género"
y que es transversal a todas las áreas de conocimiento en las
que esté implicada una situación asimétrica de poder o de
contextos de desigualdad estructural.

En este sentido, la perspectiva de género es una herramienta


de análisis que debe ser usada por cualquier autoridad en los
casos en los que advierta dichas barreras u obstáculos. En el
caso de los peritos, se trata de una visión que permitirá al
experto emitir su opinión técnica con un enfoque incluyente, y
sin tomar en cuenta la asignación social diferenciada de roles y
tareas que tienden a generar un trato discriminatorio por razón
de género o sexo.

Pero ello no implica que todos los peritos, en tanto auxiliares de


la justicia, "además de la técnica o arte en la cual son expertos, tengan
que acreditar que también son especialistas en perspectiva de género o
que poseen conocimientos específicos sobre ello", tomando en
cuenta que se trata de un método que surge como resultado de
una teoría multidisciplinaria, y que puede ser utilizado, al menos
en la administración de justicia, en todas las etapas del
proceso, sea civil, penal, administrativo, constitucional o
mercantil; sin que para su empleo se requieran conocimientos
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [11]

técnicos, puesto que de lo contrario se llegaría al


absurdo de sostener que las personas que no
cuenten con ellos no tienen o no pueden aplicar
criterios con perspectiva de género.

De modo que, aun cuando todas las autoridades,


en sus políticas y actos, deban adoptar la categoría de análisis
conocida como perspectiva de género, "ello no puede llegar al
extremo de que cuenten con conocimientos especializados en ese
enfoque"; lo que debe replicarse respecto de los peritos, puesto
que dicho enfoque no constituye una ciencia, arte, técnica o
industria en sí, sino una herramienta de análisis para casos
concretos.

Y si bien la promovente destaca lo dispuesto en los artículos 7 y


8 de la Convención Americana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Convención Belém Do
Pará), en relación con el acceso de las mujeres a
procedimientos legales, justos y eficaces; el fomento a la
educación y capacitación de personal, así como el suministro
de servicios especializados para la prevención, sanción y
eliminación de la violencia contra la mujer, lo cierto es que de
dichas obligaciones no se puede derivar la relativa a contar con
peritos con conocimientos específicos en perspectiva de
género, pues en la medida en la que un experto en una técnica,
ciencia o arte emita su opinión tomando en cuenta la posible
existencia de situaciones asimétricas de poder o de contextos
de desigualdad estructural basados en el sexo o género,
entonces, su dictamen tendrá perspectiva de género, aun
cuando no cuente con un título o certificación que así lo
acredite.

Sin que sea obstáculo que el Juez Décimo de Distrito en


Materia Civil en el Distrito Federal, al resolver el juicio de
amparo **********, estimó que del juicio de origen se advertían
elementos que hacen necesaria la designación de un psiquiatra
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [12]
con conocimientos en perspectiva de género, pues tal
determinación no vincula a este órgano jurisdiccional a
pronunciarse sobre la obligación de la autoridad responsable de
contar con peritos psiquiatras con esas características, ya que
ésta se analiza no a partir de lo que se resolvió en dicho juicio,
sino a partir de las disposiciones convencionales y
constitucionales que, de manera específica, la promovente
considera violadas con motivo de la omisión de contar con
peritos con esas características. De ahí que el sentido adoptado
en esta sentencia no se aparta de lo resuelto en juicios previos,
sino de la regulación nacional e internacional en materia de los
derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, a la
igualdad y no discriminación.

V. Recurso de revisión. Para combatir las anteriores


consideraciones, la recurrente plantea esencialmente, lo siguiente:

En el primer agravio aduce que, contrario a lo determinado


por el Juez de Distrito, de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer
-Belem Do Pará- y de la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, sí se
desprende la obligación de las autoridades de contar con
conocimientos en perspectiva de género.

En efecto, en atención a los artículos 7 y 8 de la Convención


Belem Do Para, todas las instituciones estatales que auxilien
en la impartición de justicia, se encuentran obligadas a dar
cumplimiento a la obligación de garantizar el acceso de las
mujeres a una justicia igualitaria, libre de discriminación y
violencia y acorde con los estándares internacionales en
materia de protección de los derechos de las mujeres.

Siendo que el Juez de Distrito no sólo señala que no es


obligación contar con especialistas en perspectiva de género,
sino que resulta innecesario contar con conocimientos
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [13]

específicos en perspectiva de género, con lo cual


está negando la existencia de la obligación de
fomentar la educación y la capacitación del
personal del Estado en la materia.

En esa tesitura, las autoridades nacionales,


independientemente de la materia que les competa, deberán
realizar todas las gestiones necesarias para garantizar que las
mujeres puedan desarrollarse en un sistema de equidad, libres
de toda violencia y a su vez, deberán implementar políticas
que permitan que las condiciones estructurales de las mujeres
no impliquen una carga para ellas y, en ese sentido, generar
instituciones especializadas en temas de género que puedan
dar la atención que requieran.

En suma, el reconocimiento de la importancia de contar con


personal especializado en materia de género en el seno de las
instituciones nacionales, es de vital importancia, pues sólo de
esa manera se podrá garantizar el pleno acceso a la justicia
de las mujeres.

En el segundo agravio señala que el Juez de Distrito reduce


la perspectiva de género a una mera herramienta de análisis,
carente de carácter científico, y cuyo conocimiento específico
previo no es necesario para que se emitan actos o políticas
con dicha perspectiva.

Habida cuenta que la incorporación de especialidades,


maestrías y doctorados en género que muchas universidades
del país y extranjeras han realizado a sus planes de estudio
-tan solo la Universidad Nacional Autónoma de México tiene un Programa
especial dedicado a los Estudios de Género, la Facultad de Derecho de la
misma Universidad tiene una especialidad en Género y Derecho, e incluso
ha incorporado una especialización previa a nivel licenciatura-, dan
muestra de la cientificidad de dicha disciplina.

Incluso si en la historia de la psiquiatría, es dable observar que


el género ha sido un factor esencial en la construcción de tal
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [14]
ciencia.

CUARTO. Estudio. En principio, se precisa que como lo señaló


el Tribunal Colegiado, debe quedar firme la determinación contenida
en el considerando segundo del fallo que se recurre -en el cual el Juez de
Distrito estableció que la omisión del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal
de contar con personal capacitado en perspectiva de género no se tendría como acto
reclamado-, en virtud de que esa parte de la sentencia no fue combatida
por la quejosa.

Ilustra lo anterior, la jurisprudencia que se lee bajo el rubro:


"REVISION EN AMPARO. LOS RESOLUTIVOS NO COMBATIDOS DEBEN
DECLARARSE FIRMES".2

Precisado lo anterior, y toda vez que no se advierte que se


actualice una causa de improcedencia diversa a las analizadas por el
Juez de Distrito y el Tribunal Colegiado, lo procedente es analizar los
restantes agravios expuestos por la promovente de amparo.

Para tal efecto, debe precisarse que de la relatoría de los


antecedentes antes expuestos, de la fijación concreta de los actos
reclamados que realizó el Juez de Distrito, así como del escrito de
agravios, se advierte que la litis en la presente vía estriba en
determinar si el hecho de que el Instituto de Ciencias Forenses del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, no cuente con peritos
médicos con conocimientos en perspectiva de género, resulta
contrario al derecho humano de acceso a la justicia en condiciones de
igualdad.

A fin de dilucidar tal punto jurídico, se estima pertinente analizar,


primeramente, los principios generales de la impartición de justicia con

2 Consultable en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo VII, Marzo de 1991, Página: 60.
Octava Época.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [15]

perspectiva de género y, con base en ello, se


determinará lo relativo a la regularidad
constitucional del acto reclamado.

1. Principios sobre la obligación de


impartir justicia con perspectiva de género. En principio, debe
tenerse en cuenta que la idea de integrar una perspectiva de género
quedó claramente establecida como estrategia global para promover la
igualdad en la Plataforma de Acción adoptada en la Cuarta
Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer -celebrada
en Pekín en mil novecientos noventa y cinco-. Dicha Plataforma resaltó "la
necesidad de garantizar que la igualdad entre los géneros es un objetivo
primario en todas las áreas del desarrollo social". Asimismo, en mil
novecientos noventa y siete, el Consejo Económico y Social de las
Naciones Unidas, definió el concepto de la transversalización de la
perspectiva de género en los siguientes términos:

"Transversalizar la perspectiva de género es el proceso de valorar


las implicaciones que tiene para los hombres y para las mujeres
cualquier acción que se planifique, ya se trate de legislación,
políticas o programas, en todas las áreas y en todos los niveles.
Es una estrategia para conseguir que las preocupaciones y
experiencias de las mujeres, al igual que las de los hombres,
sean parte integrante en la elaboración, puesta en marcha,
control y evaluación de las políticas y de los programas en todas
las esferas políticas, económicas y sociales, de manera que las
mujeres y los hombres puedan beneficiarse de ellos igualmente y
no se perpetúe la desigualdad. El objetivo final de la integración es
conseguir la igualdad de los géneros".

Históricamente, la efectiva realización de los derechos humanos


evidencia las diferencias y desigualdades que existen entre diversos
grupos de la población para ejercerlos. Es así que comienza a
gestarse la preocupación por atender a estos grupos en desventaja, y
sus dificultades particulares, con el objeto de asegurar el cumplimiento
de estos derechos en condiciones de igualdad para todos y todas, no
sólo en un contexto jurídico, sino fáctico.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [16]
La conceptualización que se tenga del “género” afecta al derecho
igual del hombre y la mujer a disfrutar de sus derechos. El género
"alude a las expectativas y presupuestos culturales en torno al comportamiento,
las actitudes, las cualidades personales y las capacidades físicas e intelectuales
del hombre y la mujer sobre la base exclusiva de su identidad como tales". Así,
las ideas preconcebidas sobre el papel económico, social y cultural en
función del género "impiden que el hombre y la mujer compartan
responsabilidades en todas las esferas en que lo exige la igualdad".3

En esa tesitura, una de las perspectivas más difundidas y de


mayor acuerdo a este respecto comprende el género a partir de su
diferenciación con el sexo. Así, mientras que el sexo se refiere a las
características y diferencias biológicas, que serían comunes a todas
las sociedades y culturas, "el género se relaciona con la manera en que esa
diferencia biológica se construye social y culturalmente".4 Las personas
interpretan diferentes roles en sus vidas, están reglamentadas por
normas socialmente construidas, que establecen formas de ser y de
sentir, de hablar y pensar. Uno de ellos, los roles de género,
históricamente, han ubicado a la mujer en una posición de exclusión y
subordinación.

Así, el punto de partida para comprender lo que propone la


perspectiva de género es distinguir entre dos conceptos: sexo y
género. Esta distinción ha permitido revelar cómo la sociedad y su
infraestructura jurídica atribuyen consecuencias a partir de los cuerpos
de las personas,5 los cuales a menudo se traducen en estereotipos.

En ese sentido, los estereotipos de género están relacionados


con las características social y culturalmente asignadas a hombres y

3 ONU. Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Observación General No. 16 (2005): “La
igualdad de derechos del hombre y la mujer al disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales
(artículo 3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)”. Mayo 2005. Párrafo 14.
4 ONU MUJERES, UNICEF, et. al. “Ampliando la mirada: la integración de los enfoques de género,

interculturalidad y derechos humanos”. Santiago de Chile. Diciembre de 2012. Página 23.


5
SCJN. “Protocolo para juzgar con perspectiva de género: haciendo realidad el derecho a la igualdad”.
Segunda Edición. Noviembre de 2015. Página 63.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [17]

mujeres a partir de las diferencias físicas


basadas principalmente en su sexo. Si bien los
estereotipos afectan tanto a hombres como a
mujeres, tienen un mayor efecto negativo en las
segundas, pues históricamente la sociedad les
ha asignado roles invisibilizados, en cuanto a su relevancia y
aportación, y jerárquicamente considerados inferiores a los de los
hombres.

De esta forma, el enfoque o perspectiva de igualdad de género


"está orientado a observar, estudiar y transformar las diferencias culturales,
económicas y políticas en la construcción de la condición y posición de
hombres y mujeres, niños y niñas, que generan desigualdades y se expresan en
situaciones de discriminación y exclusión social". La progresiva
incorporación de este enfoque en el ámbito de planificación y gestión
pública de los diferentes países en general, y de las Organizaciones
de las Naciones Unidas en particular, "emerge de la necesidad de apreciar
y valorar la realidad desde una perspectiva de justicia e igualdad".6

Por un lado, "intenta controlar los posibles efectos e impactos adversos


que dejan a unas u otros en situación de desventaja"7 –cuidando de no incurrir en
discriminación por género–; y por otro, promueve la igualdad de
oportunidades con especial énfasis en el fortalecimiento de las
capacidades y competencias de las mujeres y las niñas a través de su
empoderamiento como titulares de derechos.

El enfoque de igualdad de género, bajo esta perspectiva,


"aparece como una herramienta clave que busca abordar las diferencias
basadas en el género, para que sean aceptadas y valoradas", pero al mismo
tiempo, entrega los dispositivos y herramientas analíticas para
identificar qué tipo de relaciones y bajo qué condiciones implican una

6
ONU MUJERES, UNICEF, et. al. “Ampliando la mirada: la integración de los enfoques de género,
interculturalidad y derechos humanos”. Santiago de Chile. Diciembre de 2012. Página 23.
7
Ídem.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [18]
ausencia de reconocimiento de la identidad de las mujeres y de los
hombres. La igualdad de género, los derechos de la mujer y el
empoderamiento de las mujeres "constituyen ingredientes fundamentales
para crear un mundo más justo y equitativo para todos".8

Tanto el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra


la Mujer y el Comité de los Derechos del Niño, han reconocido, en una
declaración conjunta, que las prácticas discriminatorias y nocivas de
las que son víctimas las mujeres, "están profundamente arraigadas en las
actitudes sociales según las cuales se considera a las mujeres y las niñas
inferiores a los hombres y los niños sobre la base de funciones
estereotipadas", tales actitudes ponen en relieve la dimensión de género
de la violencia e indican que las "actitudes y estereotipos por razón de
sexo o de género, los desequilibrios de poder, las desigualdades y la
discriminación perpetúan la existencia generalizada de prácticas que a menudo
implican violencia o coacción".9

Atento a ello, el Comité para la Eliminación de la Discriminación


contra la Mujer y el Comité de los Derechos del Niño, han manifestado
que los Estados tienen la obligación "de cuestionar y cambiar las
ideologías y estructuras patriarcales que impiden a las mujeres y las niñas
ejercer plenamente sus derechos humanos y libertades".10

En efecto, los Estados deben cumplir con sus obligaciones para


con las mujeres "mediante la formulación de políticas, programas y marcos
institucionales de carácter público que tengan por objetivo satisfacer las
necesidades específicas de la mujer a fin de lograr el pleno desarrollo de su

8
ONU. “Manual para la incorporación de la perspectiva de género en la programación común a escala
nacional”. Julio de 2014. Página 1.
9
ONU. Recomendación General No. 31 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y
observación general núm. 18 del Comité de los Derechos del Niño sobre las prácticas nocivas, adoptadas de
manera conjunta. 14 de noviembre de 2014. Párrafo. 6.
10
Ibídem. Párrafo 62.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [19]

potencial en pie de igualdad con el hombre".11

Respecto a esas obligaciones estatales,


debe tenerse en cuenta que conforme al
artículo 2 de la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, los
Estados deben ocuparse de todos los aspectos de sus obligaciones
jurídicas para respetar, proteger y hacer cumplir el derecho de la
mujer a la no discriminación y al goce de la igualdad.

La obligación de “proteger” requiere que los Estados resguarden


a la mujer contra la discriminación "y adopten medidas directamente
orientadas a eliminar las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole
que alimenten los prejuicios y perpetúen la noción de inferioridad o
superioridad de cualquiera de los sexos y los roles estereotipados de los
hombres y las mujeres".12

Por su parte, la diversa obligación de “cumplir” abarca el


mandato de facilitar la plena efectividad de los derechos de la mujer y
tomar medidas para ello. Los derechos humanos de la mujer "deben
hacerse efectivos mediante la promoción de la igualdad de facto o sustantiva
por todos los medios apropiados", entre ellos la adopción de políticas y
programas concretos y efectivos orientados a mejorar la posición de la
mujer y lograr esa igualdad de facto.13

Por ende, no es suficiente garantizar a la mujer un trato idéntico


al del hombre, sino que también "deben tenerse en cuenta las diferencias
biológicas que hay entre la mujer y el hombre y las diferencias que la sociedad y
la cultura han creado". En ciertas circunstancias será necesario que haya

11
ONU. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Proyecto de Recomendación
General No. 28 relativa al artículo 2 de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Contra la Mujer. 16 de diciembre de 2010. Párrafo 9.
12
ONU. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Proyecto de Recomendación
General No. 28 relativa al artículo 2 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer. 16 de diciembre de 2010. Párrafo 20.
13 Ídem.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [20]
un trato no idéntico de mujeres y hombres para equilibrar esas
diferencias. El logro del objetivo de la igualdad sustantiva también
exige una estrategia eficaz encaminada a corregir la representación
insuficiente de la mujer y una redistribución de los recursos y el poder
entre el hombre y la mujer.14

En congruencia con lo anterior, el Comité de Derechos


Económicos, Sociales y Culturales, ha sostenido que la igualdad
sustantiva de hombres y mujeres no se logrará sólo con la
promulgación de leyes o la adopción de principios que sean a primera
vista indiferentes al género. Al aplicar el artículo 3 del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, los
Estados Partes deben tener en cuenta que las leyes, los principios y la
práctica pueden dejar a un lado la desigualdad entre hombres y
mujeres o incluso perpetuarla, "si no tienen en cuenta las desigualdades
económicas, sociales y culturales existentes, en especial las que sufren las
mujeres".15

Para eliminar la discriminación, en la práctica, "se debe prestar


suficiente atención a los grupos o individuos que sufren injusticias históricas o
son víctimas de prejuicios persistentes", en lugar de limitarse a comparar
el trato formal que reciben las personas en situaciones similares. Los
Estados partes deben, por tanto, "adoptar de forma inmediata las medidas
necesarias para prevenir, reducir y eliminar las condiciones y actitudes que
generan o perpetúan la discriminación sustantiva o de facto".16

La obligación de “proteger” contenida en el artículo 3 del referido


Pacto, exige que los Estados Partes "tomen disposiciones encaminadas

14 ONU. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Recomendación General No. 25.
Enero de 2004. Párrafo. 8.
15
ONU. Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Observación General No. 16 (2005): “La
igualdad de derechos del hombre y la mujer al disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales
(artículo 3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)”. Mayo 2005. Párrafo 8.
16 ONU. Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Observación General No. 20: “La no

discriminación y los derechos económicos, sociales y culturales (artículo 2, párrafo 2 del Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales). Mayo de 2009. Párrafo 8.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [21]

directamente a la eliminación de los prejuicios, las


costumbres y todas las demás prácticas que
perpetúan la noción de inferioridad o superioridad de
uno u otro sexo y las funciones estereotipadas del
hombre y la mujer".17

Por su parte, el artículo 7 de la Convención Interamericana para


Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer -Belem Do
Pará-, establece que, dentro de las obligaciones de los Estados, se
encuentran las relativas a: (I) tomar todas las medidas apropiadas y
expeditas, para abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia
contra la mujer "y velar por que las autoridades, sus funcionarios, personal y
agentes e instituciones se comporten de conformidad con esta obligación";
(II) tomar todas las medidas apropiadas "para modificar prácticas jurídicas
o consuetudinarias que respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia
contra la mujer" y (III) establecer procedimientos "legales justos y eficaces
para la mujer que haya sido sometida a violencia", que incluyan, entre otros,
medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales
procedimientos.

Al respecto, debe tenerse en cuenta que si bien la aludida


Convención hace referencia a la violencia contra la mujer, lo cierto es
que ésta constituye "una forma de discriminación que inhibe gravemente la
capacidad de la mujer de gozar de derechos y libertades en pie de igualdad con
el hombre",18 en tanto repercute en el diseño y ejecución del proyecto de
vida de las mujeres.

En ese sentido, es dable colegir que el derecho de la mujer a


una vida libre de discriminación y de violencia se traduce en la
obligación de toda autoridad de actuar con perspectiva de

17 ONU. Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Observación General No. 16 (2005): “La
igualdad de derechos del hombre y la mujer al disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales
(artículo 3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)”. Mayo 2005. Párrafo 19.
18
ONU. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Recomendación General No. 19.
Enero de 1992. Párrafo 1.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [22]
género, lo cual pretende combatir argumentos estereotipados e
indiferentes para el pleno y efectivo ejercicio del derecho a la
igualdad.

En efecto, la incorporación de la perspectiva de género es el


método ideal para conseguir un cambio transformador; dicha
estrategia integra tanto intervenciones específicas de género,
destinadas a apoyar la igualdad de género y el empoderamiento de las
mujeres en determinados grupos sociales, organizaciones o procesos,
como iniciativas que integran los asuntos de género, a fin de
garantizar la integración de la igualdad de género.

Al respecto, el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia


de la Nación, al resolver el expediente Varios **********, sostuvo que el
reconocimiento de los derechos de la mujer a una vida libre de
violencia y discriminación y de acceso a la justicia en condiciones de
igualdad "exige que todos los órganos jurisdiccionales del país impartan
justicia con perspectiva de género, que constituye un método que pretende
detectar y eliminar todas las barreras y obstáculos que discriminan a las
personas por condición de sexo o género", es decir, implica juzgar
considerando las situaciones de desventaja que, por cuestiones de
género, discriminan e impiden la igualdad.

De ahí que los juzgadores "deben cuestionar los estereotipos


preconcebidos en la legislación respecto de las funciones de uno u otro género,
así como actuar con neutralidad en la aplicación de la norma jurídica en cada
situación", toda vez que el Estado debe velar por que en toda
controversia jurisdiccional, donde se advierta una situación de
violencia, discriminación o vulnerabilidad por razones de género, ésta
se tome en cuenta, a fin de visualizar claramente la problemática y
garantizar el acceso a la justicia de forma efectiva e igualitaria.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [23]

Así, la obligación de impartir justicia con


perspectiva de género, "debe operar como regla
general, y enfatizarse en aquellos casos donde se esté
ante grupos de especial vulnerabilidad", como
mujeres y niñas indígenas, por lo que el
juzgador debe determinar la operabilidad del derecho conforme a los
preceptos fundamentales consagrados tanto en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, como en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, "procurando
en todo momento que los paradigmas imperantes de discriminación por razón
de género no tengan una injerencia negativa en la impartición de justicia"; por
el contrario, atendiendo precisamente a tales prejuicios o estereotipos,
"el juzgador debe considerar las situaciones de desventaja que tienen las
mujeres, sobre todo cuando es factible que existan factores que potencialicen
su discriminación", como lo pueden ser las condiciones de pobreza y
barreras culturales y lingüísticas.

Las anteriores consideraciones dieron lugar a la tesis


P. XX/2015 (10a.), que se lee bajo el rubro: "IMPARTICIÓN DE JUSTICIA
CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. OBLIGACIONES QUE DEBE CUMPLIR EL
ESTADO MEXICANO EN LA MATERIA".19

Atento a lo anterior, resulta inconcuso que la labor jurisdiccional


juega un papel relevante en la caracterización de las mujeres. Quienes
imparten justicia tienen en sus manos hacer realidad el derecho a la
igualdad, para lo cual deben evitar que en el proceso de interpretación
y aplicación del Derecho "intervengan concepciones prejuiciadas de cómo
son y cómo deben comportarse las personas por pertenecer a un sexo o género
determinado".20

19
Consultable en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 22, Septiembre de 2015, Tomo I,
Página: 235. Décima Época.
20
SCJN. “Protocolo para juzgar con perspectiva de género: haciendo realidad el derecho a la igualdad”.
Segunda Edición. Noviembre de 2015. Página 14.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [24]
Para alcanzar sus objetivos, el proceso debe tener en cuenta los
factores de desigualdad real de quienes son llevados ante la justicia.
Es así como se atiende el principio de igualdad ante la ley y los
tribunales y la correlativa prohibición de discriminación.

Como lo ha señalado la Corte Interamericana de Derechos


Humanos, la presencia de condiciones de desigualdad real "obliga a
adoptar medidas de compensación que contribuyan a reducir o eliminar los
obstáculos y deficiencias que impidan o reduzcan la defensa eficaz de los
propios intereses". Si no existieran esos medios de compensación,
ampliamente reconocidos en diversas vertientes del procedimiento,
"difícilmente se podría decir que quienes se encuentran en condiciones de
desventaja disfrutan de un verdadero acceso a la justicia y se benefician de un
debido proceso legal en condiciones de igualdad con quienes no afrontan esas
desventajas".21

Asimismo, en cuanto al acceso efectivo a la tutela jurisdiccional


en condiciones de igualdad, la Relatora Especial sobre la Violencia
contra la Mujer, sus Causas y Consecuencias, ha señalado que la
persistencia de la discriminación y violencia contra las mujeres,
únicamente pueden ser sostenidas mediante un ambiente cultural,
social y político represivo e injusto. Sin la efectiva realización de los
derechos humanos de las mujeres, la Declaración Universal de los
Derechos Humanos se reduce a una mera retórica. De ahí que resulta
indispensable que el acceso a la justicia no se vea entorpecido ni
obstaculizado por las concepciones estereotipadas que se tengan
respecto a la desigualdad por razón de género.

La cuestión de proveer a las mujeres con un adecuado acceso a


la justicia necesita considerar diversos factores, como lo son la
ratificación de tratados internacionales, la armonización de la
legislación interna, la capacitación de abogados y jueces en la

21 Corte IDH. Caso Baldeón García vs. Perú. Sentencia de 6 de abril de 2006. Párr. 202.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [25]

jurisprudencia relacionada con los fallos


emitidos con perspectiva de género, así como
la sensibilización respectiva para evitar
prácticas nocivas para las mujeres basadas en
prejuicios y estereotipos.22

La perspectiva de género, entonces, se presenta como una


necesidad básica dentro del acceso a la tutela jurisdiccional en
condiciones de igualdad, en tanto da cuenta de la falsa dicotomía
entre sexo y género, al tiempo que: (I) permite visibilizar la asignación
social diferenciada de roles y tareas en virtud del sexo, género o
preferencia/orientación sexual; (II) revela las diferencias en
oportunidades y derechos que siguen a esta asignación; (III) evidencia
las relaciones de poder originadas en estas diferencias; (IV) se hace
cargo de la vinculación que existe entre las cuestiones de género, la
raza, la religión, la edad, las creencias políticas, entre otras;
(V) cuestiona los impactos diferenciados de las leyes y políticas
públicas basadas en estas asignaciones, diferencias y relaciones de
poder, y; (V) determina en qué casos un trato diferenciado es arbitrario
y en qué casos necesario.23

Dar cumplimiento al mandato constitucional y convencional de


garantizar el goce del derecho a la igualdad, pasa por el
reconocimiento y reivindicación de estas identidades, lo que para
quienes juzgan implica una nueva aproximación al derecho y a la
forma de impartir justicia. Los tribunales tienen responsabilidad frente
a la sociedad "de evitar la incorporación y el reforzamiento de

22 ONU. Relatora especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias. Informe intitulado:
“Integration of the human rights of women and the gender perspective: violence against women: towards an
effective implementation of international norms to end violence against women”. 26 de diciembre de 2003.
Párrafo 57.
23 SCJN. “Protocolo para juzgar con perspectiva de género: haciendo realidad el derecho a la igualdad”.

Segunda Edición. Noviembre de 2015. Página 64.


AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [26]
preconcepciones violatorias del principio de igualdad en sus decisiones
judiciales".24

Juzgar con perspectiva de género implica hacer realidad el


derecho a la igualdad. Responde a una obligación constitucional y
convencional de combatir la discriminación por medio del quehacer
jurisdiccional para garantizar el acceso a la justicia y remediar, en un
caso concreto, situaciones asimétricas de poder. Así, el Derecho y sus
instituciones constituyen herramientas emancipadoras que hacen
posible que las personas diseñen y ejecuten un proyecto de vida digna
en condiciones de autonomía e igualdad.

Quienes imparten justicia tienen la posibilidad de traducir los


tratados en realidades para las personas, de evidenciar el compromiso
del Estado con la justicia y de evitar la revictimización, así como
generar que las demandas por la justicia se hagan efectivas a nivel
nacional y no tengan que trasladarse ante instancias internacionales,
lo que posterga las aspiraciones de justicia de las víctimas. Ello
impactará en las personas, en la consecución de sus proyectos de
vida y en la caracterización del Estado como garante de dichos
proyectos.

2. Aplicación de los principios sobre la impartición de


justicia con perspectiva de género al presente caso. En principio,
debe puntualizarse que la necesidad de que se aplique una
perspectiva de género al juicio de origen, no es una cuestión que se
encuentre a debate en la presente vía, por el contrario, el Juez Décimo
de Distrito en Materia Civil en la Ciudad de México, al resolver el juicio
de amparo **********, estableció que era necesario que la controversia
jurisdiccional atendiera a un enfoque de género para determinar la
aducida alienación parental por parte de la quejosa.

24
Ibídem. Página. 70.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [27]

En ese sentido, debe precisarse que la


litis en la presente vía estriba en determinar,
únicamente, si resulta contrario al derecho
humano de acceso a la justicia en condiciones
de igualdad, el hecho de que el Instituto de
Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal
–ahora Ciudad de México- no cuente con peritos médicos con conocimientos
específicos en perspectiva de género.

A juicio de esta Segunda Sala, la ausencia de tales peritos


especializados por parte del Tribunal responsable no conlleva, en sí y
por sí misma, una violación al derecho humano de acceso a la
tutela jurisdiccional en condiciones de igualdad, y para establecer
las razones de ello, es menester tener en cuenta el alcance que tiene
el referido principio en tratándose de órganos auxiliares en la
impartición de justicia y, por ende, en la función pericial.

2.1. Perspectiva de género y auxiliares en la impartición de


justicia. Como se ha señalado, la perspectiva de género, en esencia,
radica en la obligación positiva de detectar y eliminar todas las
barreras y obstáculos que discriminan a las personas por condición de
género, a fin de controlar los posibles efectos e impactos adversos que
dejan a las personas en desventaja por esa sola razón.

En cuanto al derecho humano a la tutela jurisdiccional efectiva, la


perspectiva de género manda que en toda controversia jurisdiccional
se procure que los paradigmas imperantes de discriminación por razón
de género no tengan una injerencia negativa en el acceso e
impartición de justicia, a fin de lograr el pleno y efectivo ejercicio del
derecho a la igualdad en ese ámbito.

Al respecto, debe tenerse en cuenta que el presente asunto


conlleva a dilucidar la aplicación de la perspectiva de género respecto
de sujetos que, si bien no se encuentran encargados de impartir
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [28]
justicia, tienen una injerencia dentro del proceso judicial. Es decir, el
presente caso no se encuentra enfocado a los débitos que depara la
perspectiva de género para el juzgador, sino al alcance de esa
obligación respecto de la función de los auxiliares o coadyuvantes en
la impartición de justicia, como lo son precisamente, los peritos
oficiales.

En ese sentido, esta Segunda Sala considera que si bien la


perspectiva de género impacta de manera primordial al juzgador, en
tanto es la autoridad que mayor injerencia y responsabilidad guarda
para asegurar que los estereotipos y prejuicios culturales que imperan
en un género determinado, no menoscaben la tutela jurisdiccional
efectiva, lo cierto es que los auxiliares en la impartición de
justicia, también cuentan con la obligación de ejercer su función
bajo una perspectiva de género, lo que implica que eviten la
incorporación y el reforzamiento de paradigmas culturales y
sociales que resulten violatorios del derecho humano a la
igualdad.

Al respecto, debe tenerse en cuenta que al resolver el caso


González y otras -"Campo Algodonero"- Vs. México, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, entre otras consideraciones,
sostuvo la importancia de que "todos los funcionarios reconozcan las
afectaciones que generan en las mujeres las ideas y valoraciones
estereotipadas en lo que respecta al alcance y contenido de los derechos
humanos".25

Precisando que el Estado mexicano debe tomar medidas


tendientes a lograr una efectiva consecución de la perspectiva de
género, las cuales deberán estar destinadas a orientar la función de
los "policías, fiscales, jueces, militares, funcionarios encargados de la atención

25Corte IDH. Caso González y otras ("Campo Algodonero") Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C No. 205. Párrafo 540.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [29]

y asistencia legal a víctimas del delito y a cualquier


funcionario público, tanto a nivel local como federal,
que participe directa o indirectamente en la
prevención, investigación, procesamiento, sanción y
reparación [de violaciones a los derechos humanos de
la mujer]".26

Asimismo, la Corte ha establecido que el deber de no


discriminación implica que los procedimientos jurisdiccionales deben
resultar eficaces para sancionar y reparar las violaciones a los
derechos humanos de las mujeres. La ineficacia o indiferencia
respecto a dichas controversias jurisdiccionales "constituye en sí misma
una discriminación [de la mujer] en el acceso a la justicia".27 A más, el
incumplimiento del deber de no discriminación se ve agravado cuando
los sujetos que intervienen en el procedimiento efectúan declaraciones
que denotan la existencia de prejuicios y estereotipos sobre el rol
social de las mujeres.28 La creación y uso de estereotipos "se convierte
en una de las causas y consecuencias de la violencia de género en contra de la
mujer".29

En ese sentido, resulta inconcuso que el deber de comportarse


atendiendo a la perspectiva de género en modo alguno puede
concebirse o reducirse de manera exclusiva a la función de juzgar,
sino que, como lo ha establecido la jurisprudencia interamericana,
debe incorporar también a quienes participen en la prevención,
investigación, procesamiento, sanción y reparación de violaciones a
los derechos humanos de la mujer, en aras de que ejerzan su labor
apartándose de conductas que refuercen la existencia de prejuicios y
estereotipos de género.

26 Ibídem. Párrafo 542.


27 Corte IDH. Caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277. Párrafo 208.
28 Ibídem. Párrafo 212.
29
Ibídem. Párrafo 213.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [30]
En efecto, únicamente en aquellos casos en que los
coadyuvantes o auxiliares en la impartición de justicia, tomen en
cuenta los factores de desigualdad real de quienes son llevados ante
el proceso jurisdiccional, es que verdaderamente se puede considerar
que el proceso y el enjuiciamiento respectivo cumplimentan con el
acceso a la justica en condiciones de igualdad; de ahí que ese débito
constitucional debe concebirse de manera holística, en tanto la
perspectiva de género -en los casos en que sea necesario aplicar tal enfoque-
debe regir el funcionamiento de dichos auxiliares en la impartición de
justicia.

Lo anterior resulta coincidente con las obligaciones positivas


adjetivas que los artículos 2 de la Convención sobre la Eliminación de
todas las formas de Discriminación contra la Mujer, 3 del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y 7 de
la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Contra la Mujer -Belem Do Pará-, en el sentido de que el Estado
mexicano debe adoptar todas las medidas necesarias para "eliminar las
prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que alimenten los
prejuicios y perpetúen la noción de inferioridad o superioridad de cualquiera de
los sexos y los roles estereotipados de los hombres y las mujeres".

En efecto, con independencia de que los coadyuvantes o


auxiliares en la impartición de justicia puedan o no tener la
connotación propia de una “autoridad”, lo cierto es que, al incidir en la
función estatal del acceso a la tutela jurisdiccional, se encuentran
constreñidos a cumplimentar con los requisitos legales y
constitucionales que respeten la dignidad de las personas que formen
parte de la controversia jurisdiccional.

Precisamente, esa dimensión objetiva de los derechos humanos


ha sido reconocida por el Comité de derechos económicos, sociales y
culturales, el cual ha establecido que los Estados deben asegurarse
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [31]

de "que existan, y se apliquen, planes de acción,


políticas y estrategias para combatir la discriminación
formal y sustantiva en relación con los derechos
recogidos en el Pacto, tanto en el sector público como
en el privado".30 Asimismo, acorde con el Comité
para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, el Estado
tiene la obligación de ejercer la diligencia debida "para prevenir actos que
menoscaben el reconocimiento, disfrute o ejercicio de derechos por parte de las
mujeres y los niños, y garantizar que las entidades del sector privado no
cometan actos de discriminación contra las mujeres".31

Quienes tengan incidencia en el proceso y coadyuvan en la


administración de justicia, no deben prescindir de la perspectiva de
género, pues de lo contrario, "difícilmente se podría decir que quienes se
encuentran en condiciones de desventaja disfrutan de un verdadero acceso a la
justicia y se benefician de un debido proceso legal en condiciones de igualdad
con quienes no afrontan esas desventajas".

Como se ha expuesto, las leyes, los principios y la práctica


pueden resultar inocuas para salvaguardar el derecho a la igualdad, e
inclusive perpetuar la desigualdad "si no tienen en cuenta las
desigualdades económicas, sociales y culturales existentes, en especial las que
sufren las mujeres"; de ahí que "se debe prestar suficiente atención a los
grupos o individuos que sufren injusticias históricas o son víctimas de
prejuicios persistentes".

En suma, el deber que comporta garantizar el acceso a la justicia


en condiciones de igualdad, incluye la relativa obligación de que los
auxiliares y coadyuvantes en la administración de justicia, reconozcan
las afectaciones que generan en las personas las ideas y valoraciones
30 ONU. Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Observación General No. 16 (2005): “La
igualdad de derechos del hombre y la mujer al disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales
(artículo 3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)”: Mayo 2005. Párrafo 38.
31 ONU. Recomendación General No. 31 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y

Observación General No. 18 del Comité de los Derechos del Niño sobre las prácticas nocivas, adoptadas de
manera conjunta. 14 de noviembre de 2014. Párrafo. 6.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [32]
estereotipadas en lo que respecta al alcance y contenido de los
derechos humanos, y desarrollen su función de manera tal que se
aparten de tales preconcepciones discriminatorias para la dignidad de
los justiciables.

2.2. Perspectiva de género y función pericial. Ahora, respecto


a los peritos oficiales, es dable afirmar que el objeto de su función,
dentro de las controversias jurisdiccionales, estriba en el auxilio en la
administración de justicia, mediante la actividad en la cual, un
experto en determinada ciencia, técnica o arte, aporta al juzgador
conocimientos propios en dicha materia y que resultan necesarios
para resolver el caso presentado por las partes.32

En efecto, la prueba pericial consiste en un dictamen que emite


una persona que tiene una experticia en alguna ciencia, arte u oficio,
con la finalidad de dar claridad a los órganos jurisdiccionales sobre
algún hecho cuya existencia no puede ser acreditada o apreciada sino
a través de una gnoseología especializada. Mediante el ejercicio
pericial, una persona competente, atraída al proceso, lleva a cabo una
investigación o valoración a efecto de que el Tribunal tenga
conocimiento del mismo y, por ende, se encuentre en aptitud de
resolver respecto de los propósitos perseguidos por las partes en
conflicto, cuando carezca de elementos propios para hacer una justa
apreciación de los hechos relevantes.33

Respecto al deber de “objetividad” que debe imperar en todo


dictamen formulado por los peritos oficiales, debe señalarse que un
peritaje deba ilustrar al Juez sobre las cuestiones altamente
tecnificadas o especializadas a fin de que se encuentre en aptitud de
resolver la controversia.

32 UNAM. Diccionario Jurídico Mexicano. Ed. Porrúa. Primer Edición. México 2007. Voz “Peritaje”.
Página 2834.
33 Ibídem. Página 2835.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [33]

Ilustrar el criterio del Juez implica


explicarle en forma detallada, el contenido y
significado de aquellos enunciados y principios
que son propios de la materia pericial, y hacer
una aplicación concreta, detallada e individual
de los mismos a los hechos controvertidos del caso -es decir, de manera
objetiva-, para que el juzgador, con ese aprendizaje, pueda por sí
mismo, efectuar los razonamientos técnicos o revisarlos.

Si al emitir su dictamen pericial el perito oficial no da las


razones debidas y fundadas que sustentan su opinión -las cuales se
insiste, deben basarse en un apreciación objetiva-, tal dictamen no cumple con
su cometido que es precisamente auxiliar al juzgador en la percepción
e inteligencia de los hechos relevantes, ya que no aporta datos
fundados que permitan deducir consecuencias que conduzcan al
conocimiento de la verdad que se busca,

Da sustento a lo anterior, la tesis intitulada: "PRUEBA PERICIAL,


APRECIACIÓN DE LA".34

Atento a las consideraciones hasta aquí expuestas, esta


Segunda Sala colige que los peritos oficiales, al auxiliar en la
administración de justicia, cuentan con la obligación de
conducirse de tal manera que, al llevar a cabo su labor, no
incurran en actuaciones que fortalezcan los estereotipos o
prejuicios basados en el género, sino que ejerzan su valoración
cognoscitiva en condiciones de objetividad y “neutralidad de
género”, apartándose de preconcepciones sociales y culturales que
impacten negativa e injustificadamente en las personas por razón de
su género.

34
Visible en el Semanario Judicial de la Federación, Volumen 157-162, Cuarta Parte, Página: 149.
Séptima Época.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [34]
Lo cual conlleva a que, tal y como lo sostuvo el Juez de Distrito,
los peritos cuiden que se emita su opinión técnica respectiva con un
enfoque objetivo, esto es, sin incurrir en asignaciones sociales
diferenciada de roles y tareas que tienden a generar un trato
discriminatorio por razón de género o sexo. En la medida en que
dichos expertos emitan su opinión desechando cualquier
estereotipo o prejuicio de género, a fin de visualizar las
situaciones de desventaja provocadas por dicha condición
sociocultural, entonces, su dictamen tendrá perspectiva de
género.

Si la valoración del perito oficial incurre en paradigmas


imperantes de discriminación por razón de género, no sólo tal
probanza carecerá de verdadera objetividad -elemento esencial de tales
dictámenes-, sino que, desde luego, esa situación incidirá negativamente
en el derecho de acceso e impartición de justicia en condiciones de
igualdad, perpetuándose así el trato diferenciado y discriminatorio de
las personas por cuestiones de género, aun dentro de un esquema
institucional, como lo son los procesos jurisdiccionales.

Por ende, debe reiterarse que si bien el servicio que presta el


perito está enfocado al desahogo de una prueba ofrecida por las
partes para la demostración de sus respectivas pretensiones, lo cierto
es que la función pericial oficial, en tanto auxiliares y sujetos que
tienen una incidencia real en el procedimiento y en la valoración de los
hechos, no puede prescindir de la obligación relativa a que se
conduzcan de manera tal que no fortalezcan los prejuicios y
estereotipos que discriminan a las personas por condiciones de
género, sobre el todo el de grupos históricamente vulnerables, como lo
ha sido la mujer.

Como lo ha establecido la Corte Interamericana de Derechos


Humanos, el incumplimiento del deber de no discriminación se ve
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [35]

agravado cuando los sujetos que intervienen en


el procedimiento efectúan declaraciones o
valoraciones que denotan la existencia de
prejuicios y estereotipos sobre el rol social de
las mujeres.35

Una vez precisado lo anterior, esta Segunda Sala estima que si


bien los peritos deben ejercer su función apartándose de los
estereotipos y prejuicios que imperen en un determinado género, lo
cierto es que, contrario a lo aducido por la recurrente, ello no conlleva
a que, forzosamente, los peritos oficiales deban contar con un grado
académico o certificación institucional que acredite su especialidad y
conocimientos en la materia de perspectiva de género.

En efecto, aunque la propia Relatora Especial sobre la Violencia


contra la Mujer, sus Causas y Consecuencias ha acogido
favorablemente medidas conexas como la inclusión de auxiliares a la
impartición de justicia que cuenten con experiencia específica en el
tratamiento de mujeres y violencia de género36, lo cierto es que la
obligación material de actuar con base en una perspectiva de género,
no tiene el alcance de exigir que, en todos los casos los auxiliares y
coadyuvantes en la función de impartición de justicia, como lo son los
peritos oficiales, cuenten con una especialidad o certificación, ya
institucional o académica, que avale sus conocimientos en esa
materia, por más loable que pueda resultar tal situación.

Como se ha precisado, la perspectiva de género en el contexto


de los auxiliares en la impartición de justicia, se encuentra constreñida
a que ejerzan su función desestimando estereotipos o prejuicios
discriminantes asignados a determinado género.

35Ibídem. Párrafo 212.


36
ONU. Informe de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias. 1
Agosto de 2011. Párrafo 59.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [36]
En ese sentido, es dable colegir que lo que manda la obligación
derivada del derecho humano de acceso a la justicia en condiciones
de igualdad, no es que los auxiliares en la impartición de justicia
cuenten con una acreditación cognoscitiva en la materia de
perspectiva de género, sino más bien que al desarrollar sus
funciones, tales sujetos tomen en cuenta la posible existencia de
situaciones asimétricas de poder o de contextos de desigualdad
estructural basados en el género, y se aparten de estereotipos o
prejuicios que incidan negativamente en las personas, lo que de
suyo implica que se está cumpliendo con el mandato constitucional de
aplicar una perspectiva de género al caso concreto.

La no exigencia de una certificación –institucional y/o académica- en


materia de perspectiva de género, de modo alguno libera a los peritos
del deber de emitir su opinión apartándose de los estereotipos o
prejuicios de género, ya que si el juez se percata que las valoraciones
periciales carecen de objetividad, precisamente, por incurrir en
aspectos que redundan en una discriminación por razón de género,
ello desde luego puede acarrear la relativa consecuencia de restarle el
valor probatorio respectivo y que el juzgador se aparte de esas
consideraciones, al incidir injustificada y negativamente en alguna de
las partes por razón de su género.

Atento a las anteriores consideraciones, esta Segunda Sala


estima que devienen infundados los agravios hechos valer por la
quejosa en la presente vía, pues el hecho de que en la especie el
Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal haya manifestado que carece de "peritos médicos
psiquiatras con conocimiento en perspectiva de género", no depara, por sí
mismo, una violación al derecho humano de acceso a la justicia en
condiciones de igualdad.

Una vez precisado lo anterior, en congruencia con lo asentado


AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [37]

en la presente ejecutoria, esta Segunda Sala


considera pertinente precisar que el hecho de
que se haya establecido que la ausencia de
peritos oficiales especializados en perspectiva
de género, no resulta inconstitucional, en forma
alguna debe ser interpretado o pretextado para que los Tribunales
nacionales dejen de adoptar todas aquellas medidas que resulten
necesarias para lograr que los justiciables tengan un acceso a la tutela
jurisdiccional en condiciones de igualdad y no discriminación, ni que se
abstengan de aplicar un enfoque de género en aquellos casos en que
esté implicada una situación asimétrica de poder o de contextos de
desigualdad estructural -tal y como acontece en la especie-.

Por lo que se exhorta a los órganos jurisdiccionales a que


continúen con el desarrollo y aplicación de las prácticas, programas y
demás directrices de sensibilización de autoridades y demás auxiliares
en la impartición de justicia, a fin de que ejerzan su función en
congruencia con los derechos humanos reconocidos por el Estado
mexicano.

QUINTO. Decisión. En atención a lo determinado, en la materia


de la revisión competencia de esta Segunda Sala, lo procedente es
confirmar la sentencia recurrida y negar el amparo solicitado.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. En la materia de la revisión competencia de la


Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a la


parte quejosa contra las autoridades y actos precisados en el primer
resultando de la presente ejecutoria.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016 [38]
Notifíquese; con testimonio de la presente resolución,
devuélvanse los autos al lugar de su origen y, en su oportunidad,
archívese el toca como asunto concluido.

IMA/ndv

“En términos de lo dispuesto por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación en su sesión del veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo
previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, así como en el
segundo párrafo del artículo 9º del Reglamento de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal para la aplicación de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos”.
AMPARO EN REVISIÓN 1161/2016.
QUEJOSA: **********.

PONENTE:
MINISTRO ALBERTO PÉREZ DAYÁN.

SECRETARIO:
ISIDRO MUÑOZ ACEVEDO.

Í N D I C E

PÁGINAS

SÍNTESIS I

TRÁMITE Y RESOLUCIÓN DEL JUICIO DE AMPARO 1

TRÁMITE DEL RECURSO 5

COMPETENCIA 6

OPORTUNIDAD Y LEGITIMACIÓN 7

ANTECEDENTES 7

ESTUDIO 14

PUNTOS RESOLUTIVOS 37

PRIMERO. En la materia de la revisión competencia de la Segunda


Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se confirma la
sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a


********** la parte quejosa contra las autoridades y actos precisados
en el primer resultando de la presente ejecutoria.

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