Notas de Micología Básica

M. en C. Israel Martínez E.
Material de apoyo del Diplomado de Patología Clínica por Laboratorio, 2019.
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HISTORIA DE LA MICOLOGIA

En la antigüedad, el hombre fue atraído por la forma extraña y variada de los hongos, por su olor y color,
siendo en los tiempos difíciles, cuando los alimentos usuales hacían falta, que fueron apreciados como
alimento. También aprendió rápidamente a aprovechar sus virtudes tóxicas para eliminar al enemigo. Las
razones de esta atracción existen todavía. El hombre del siglo XXI sabe igualmente que los hongos
microscópicos forman parte preponderante de su vida. Nuestros ancestros no pudieron conocer los hongos
microscópicos por falta de ese “ojo mágico” que les permitiera hacerlo: el microscopio.

Primeros encuentros
El registro más antiguo que tenemos sobre el uso de los hongos se lo debemos a las investigaciones del
grupo de Müller-Beck, quienes a lo largo de la década de 1960, encontraron que las culturas europeas del
periodo neolítico, comprendido entre los años 7000 a.C. al 4000 a.C., de la región de los Alpes Suizos y
zonas lacustres del mismo país, consumían hongos y probablemente los utilizaban también para encender
fuego. Los restos de la especie Fistulina hepatica han sido rescatados de la ropa y vestimenta de los hombres
congelados pertenecientes a esa época.
Culturas asiáticas. Los hongos han sido utilizados en las cultura popular asiática desde hace más de cuatro
mil años, cuando los pobladores de esas regiones descubrieron que éstos organismos les brindaban ayuda
medicinal cuando los cocían, y que incluso, podían utilizarlos como alimento. Uno de los hongos más
utilizados por sus características curativas ha sido Ganoderma lucidum (conocido como reishi [灵芝] en
chino, y en México como el hongo michoacano).

Figura 1. Basidiocarpo de Ganoderma lucidum.

Cultura hindú. El uso de los hongos comestibles y tóxicos se conoce desde el año 2000 a.C. en India. La
Amanita muscaria, llamada popularmente “hongo de las moscas”, “trueno” o incluso “casita de los pitufos”,
es físicamente uno de los hongos más espectaculares, debido al color rojo de su sombrero y las escamas
blancas que lo cubren, fue santificado en el Rig Veda de los arios, bajo el nombre de soma.

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Figura 2. Amanita muscaria. Es importante notar que todos los hongos tóxicos
poseen anillo (flecha) y escamas en el basidiocarpo.

Cultura egipcia. Se sabe que la cultura egipcia fue una de las primeras en tomar en cuenta a los hongos. Los
utilizaron durante rituales, tal como lo demuestra una pintura mural en la tumba del faraón Amenemhet
que data del año 1450 a.C. También se sabe que fueron colocados molidos en vasijas dentro de las tumbas
de los faraones, probablemente como agentes curativos o estimulantes durante el gran viaje que debería
realizar el muerto hacia la otra vida.
Por otra parte, se les agradecen descubrimientos de gran trascendencia, tales como la producción de pan y
cerveza, procedimientos que requieren de la fermentación, consecuencia de la intervención de hongos
microscópicos como Saccharomyces cerevisiae. Este hongo se utiliza desde hace más de 7000 años para la
producción de cerveza.
Cultura grecorromana. Los relatos procedentes de la civilización Micénica hace unos 3500 años, indican que
su propio nombre puede deberse a una seta. La conocida leyenda sobre el héroe griego Perseo dice que su
nuevo reino recibió el nombre de Micenas como consecuencia de utilizar una seta como vaso improvisado
para calmar su sed. Los griegos llamaban a los hongos mykes, lo cual significa moco. Se cree que se les
llamaba así por la consistencia viscosa que tienen algunos de ellos en su parte externa y pensaban que
nacían de algunas secreciones producidas por las plantas.

Figura 3. Las diosas Deméter y Perséfone intercambian hongos.

También en Grecia, Eurípides describe en sus narraciones una intoxicación de varios miembros de una
familia provocada por hongos. Teofrasto, filósofo y naturalista, definió a los hongos como plantas
imperfectas, exentas de raíces, de hojas, de flores y de frutos. Dioscórides, médico griego del siglo I, propone
una separación entre Fungi esculenti y Fungi perniciosi. Finalmente, Porfirio consideró a los hongos como
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“comida de los dioses”, por este motivo los griegos los eliminaron de su dieta diaria e incluso hicieron
representaciones en bajorrelieve de deidades utilizando hongos.
Los romanos apreciaron los hongos en su justo valor. Se alimentaban de Amanita cesarea (amanita de los
césares), la cual era recolectada por los esclavos y fue descrita por Cicerón, Horacio, Suetonio y Séneca.
Otras setas que consumían eran Boletus edulis, Lactarius deliciosus y Fistulina hepatica. También se sabe
que Amanita phalloides fue utilizada como instrumento para llegar al poder, por ejemplo, Agripina quería
colocar a su hijo Nerón en el trono de los césares, para ello ordenó mezclar fragmentos de A. phalloides
con trozos de oronja comestible (probablemente A. cesarea), del que mandó un delicioso plato al
emperador Claudio, el cual muere envenado 12 horas más tarde, colocando inmediatamente a Nerón como
el césar de la Roma antigua. Existen otras especies altamente tóxicas y alucinógenas como la Amanita verna
(ángel destructor), A. virosa, A. brunnenses y A. pantherina.

Figura 4. Ilustración de Heinrich Steinhöwe que relata el

envenenamiento de Claudio por Agripina y su hijo Nerón.
El naturalista romano Plinio el Viejo establece en sus escritos las primeras normas para distinguir los hongos
comestibles de los venenosos.

Los hongos durante la edad media

Al igual que en todos los demás aspectos científicos, el avance en los conocimientos acerca de los hongos
durante esta época comprendida entre el siglo X y XV, no solo fue nulo, sino que hubo retraso al haberse
prohibido la difusión de información acerca de los hongos comestibles y venenosos. Fue durante este
periodo cuando apareció en los cereales el hongo Claviceps purpurea, el cual produce un metabolito
llamado ergotamina que, al ser ingerido, genera disfunción en las extremidades y otros síntomas, pudiendo
causar incluso la muerte. Las creencias de aquella época hacían pensar a las personas que aquellos con esos
síntomas estaban poseídos o eran personas que trataban con brujería.

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Figura 5. Claviceps purpurea parasitando trigo.

Los hongos del año 1500 al 1800
A partir del renacimiento, se volvieron a generar conocimientos referentes a los hongos, incluso, gracias a
la imprenta, se publicaron libros que difundían el conocimiento sobre dichos organismos. Un ejemplo de
éstos libros es “Theatrum fungorum”.

Figura 6. Theatrum fungorum de Fransciscus van Steerbeck fue el primer libro

dedicado a los hongos. Bocetos de distintas morfologías de hongos
macroscópicos.
Se sabe que el papa Clemente VII era un consumidor frecuente de hongos, incluso algunas fuentes han
afirmado que comía un plato de hongos diario. Para evitar quedarse sin hongos para comer, prohibió a sus
súbditos recolectar los hongos que el consumía, sin embargo, fue víctima de su propio gusto pues murió en
el año 1534 envenenado por consumir un hongo no comestible.
El médico y botánico francés Jean Ruelle, dejó la medicina para convertirse en sacerdote pero nunca dejó
su amor por la botánica por lo que en el año 1536 escribió “De Natura Stirpium”, el cual es una compilación
de documentos que describen las características morfológicas de los hongos.
En el año 1676, el zar de Rusia Alex Mijailovich, murió por haber consumido un hongo venenoso. Algunos
dicen que eso nunca debió ocurrir ya que las clases adineradas de Rusia en aquel entonces no consumían

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hongos, incluso les llamaban “el pan de los pobres” debido a su popularidad entre las clases menos
acomodadas. Treinta y siete años después, en el año de 1713, muere por el mismo motivo Carlos VI de
Alemania.

Culturas Mesoamericanas
Mesoamérica es un verdadero mosaico de culturas que poseen amplios conocimientos sobre el uso de los
hongos. El reconocido micólogo R.G. Wasson delimitó la extensión de Mesoamérica con el área que abarca
desde el noroeste central de México (Estado de Sinaloa), hasta el noroeste de Costa Rica, la cual cubre las
culturas indígenas conocedoras de hongos macroscópicos comestibles y tóxicos.
Los aztecas conocían más de 50 especies de hongos comestibles, mientras que los purépechas (indígenas
del estado de Michoacán), son capaces de distinguir actualmente, y desde hace siglos, 18 grandes grupos
de hongos que incluyen 57 especies comestibles, identificándolos con base en su color, tamaño, forma,
textura, época de desarrollo y tipo de crecimiento del cuerpo de fructificación, tal como lo hacen los
micólogos en la actualidad. Incluso han representado al hongo Amanita muscaria junto con la muerte
dándole un sentido místico.
El conocimiento que tienen dichos purépechas sobre los hongos ha sido tal, que cuando se les interrogó
acerca de la identidad de estos organismos: ¿Los hongos son plantas o animales? Ellos contestaron que
“los hongos son hongos”, denominándolos echeri uetsikuaro enganaka que significa “flor nacida en la
tierra”: hecho bastante significativo, porque va de acuerdo con las ideas modernas de la Micología en las
que se considera a los hongos como organismos independientes de los vegetales y de los animales (su
naturaleza química y biológica es afín a la célula animal, pero su reproducción es similar en algunos aspectos
a los vegetales inferiores). La denominación científica de los hongos, Fungi (singular, fungus) del latín que
significa “florecimiento o excrecencia de la tierra”, se debe a Tournefort, quien los llamó así en 1694, lo que
coincide asombrosamente con la interpretación purépecha.
Los mayas, desde épocas prehispánicas, también conocían y usaban los hongos, prueba de ello es que son
mencionados en el “Popol Vuh” y en “Los anales de los Cakchiqueles”. Otra muestra son los llamados
“hongos de piedra”, que son pequeñas estatuas o alegorías de 20 a 30cm de altura, fechados entre el 500
y 200 a.C., que han sido estudiadas recientemente por Mayer, aunque fueron estudiadas por primera vez
en 1898, por Sapper en Guatemala y El Salvador relacionándolas con el culto a los hongos, teoría que fue
profundizada por Lowy, relacionándolos con la adoración a un tipo particular de hongos, los alucinógenos.
A pesar de la importancia antropológica de estas estatuas, sólo se conserva una en el museo regional de
Tabasco, México, otras pocas en un museo de Guatemala y las piezas más significativas se localizan en
museos de Zúrich, Viena, Londres, Berlín, Munich y Nueva York.
La relación de los hongos de piedra con los alucinógenos, y en especial con los del género Psilocybe
(ampliamente distribuido en el sur de México), es discutible, ya que los alucinógenos son hongos pequeños
no mayores a 20cm de altura, con el sombrero campanalado o papilado y el pie delgado y generalmente
flexuoso. En cambio las figuras de piedra representan hongos robustos, con el sombrero convexo y el pie
grueso.
Tomando en cuenta estas características morfológicas, el Dr. Gastón Guzmán, autor del libro “El uso de los
hongos en Mesoamérica”, supone que los hongos de piedra están relacionados con las especies comestibles,
ya que estas eran muy importantes entre los indígenas y por ello las representaron en piedra. El hongo
comestible Boletus edulis, es común en la región maya de donde proceden las figuras de piedra y bien podría
ser uno de los hongos a los que aluden dichas piezas.

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Figura 7. Hongos-piedra encontrados en el sur

de México, Guatemala y El Salvador.

Figura 8. Boletus edulis, seta comestible también llamada “seta calabaza”.

En el estado de Nayarit, México, se encontró una pieza de cerámica de 7.5cm de alto, creada
aproximadamente en el año 100 d.C. en donde se observa un chamán debajo de lo que bien podría ser una
Amanita muscaria, lo que fortalece la posibilidad de que los indígenas mesoamericanos hayan usado este
hongo en sus ceremonias.
En Teotihuacán, a los hongos se les llamaba nanacatl y hay representaciones de éstos en los frescos pintados
durante el periodo III, es decir, en los años 300 a 600 de nuestra era. También se ven estos hongos
frecuentemente ligados al culto a Tláloc en varios códices pre o post-colombinos, por ejemplo, en el códice
Vindobonensis, en el cual según Alfonso Caso, se representa una comida de hongos divinos con el glifo
“hongo” en repetidas ocasiones a lo largo del códice. Otro ejemplo es una pintura del siglo XVI de un artista
indígena, pero con influencia española, en la cual hace una representación de la fundación de Tenochtitlán,
en la cual se ve al borde de la laguna nueve glifos que corresponden a imágenes de hongos.
En Guatemala designan a A. muscaria como itzel-oex, que significa hongo diabólico o endemoniado. Las
relaciones antes descritas entre los hongos y lo místico demuestran las importantes raíces etnomicológicas
que se pueden encontrar en las culturas de Mesoamérica.

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Los hongos alucinógenos y el México actual.

Los hongos alucinógenos han sido adorados por los indígenas mesoamericanos desde tiempos
prehispánicos. Sahagún relató bien el uso del teonanácatl (nombre náhuatl para el hongo actualmente
llamado Psilocybe mexicana) entre los aztecas, sin embargo, esta denominación parece haberse perdido,
no así la palabra teotlaquilnanácatl, que Gastón Guzmán encontró cerca del pueblo llamado Necaxa, estado
de Puebla, entre los indígenas que consumían “profanamente” hongos alucinógenos para hablar con Dios.
Dicha palabra significa “el hongo sagrado que describe”.

Figura 9. Teonanacatl (Psylocibe mexicana), representación del códice Magliabecchiano.

En el Códice postcolombino Magliabechiano de la cultura azteca, se puede ver a un indígena ingiriendo un

hongo sagrado que colectó entre otros que tiene enfrente, y al hacerlo, el dios del hongo, una figura
endemoniada que se encuentra atrás del indígena, hace contacto con él para mostrarle o describirle su
mundo.
En el estado de Colima, se descubrió una interesante pieza de cerámica elaborada entre los años 200 a.C. y
100 d.C. que muestra a unos chamanes danzando alrededor de un hongo que se asemeja mucho con un
Psilocybe zapotecorum.
De las 70 especies de Psilocybe que existen en el mundo con propiedades alucinógenas, alrededor de 30
crecen en México y solamente cuatro se conocen en América Central: P. mexicana de Guatemala, P.
cubensis de El Salvador y Honduras y P. caerulescens y P. dumontii de Panamá. De estas especies P. cubensis
es la de mayor distribución mundial a través de las regiones subtropicales y tropicales. Se describió en Cuba
en 1910 y de hecho actualmente se reporta como altamente alergénico.
Entre los indígenas de México, solamente se conoce el uso de los hongos alucinógenos en ceremonias
místicas, el cual va desapareciendo poco a poco y se va sustituyendo por la comercialización inadecuada,
motivada principalmente por la gran demanda que tuvo entre los miembros del movimiento hippie y la que
tiene entre los jóvenes aficionados a ingerir drogas.
Los chamanes que usaban los hongos con fines religiosos, se encuentran prácticamente extintos, quedando
únicamente los mestizos, llamados “ladinos” por los indígenas, que se dedican a recolectar y vender los
hongos alucinógenos a los turistas y locales que van a estos lugares. Este es el triste caso de Huautla de
Jiménez, en el estado de Oaxaca, lugar de nacimiento de la famosa y mundialmente conocida sacerdotisa y
curandera María Sabina.

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Figura 10. María Sabina Magdalena García (22 de Julio, 1894- 22 de

Noviembre, 1985) indígena curandera de la etnia mazateca.

Ella los usó con fines ceremoniales, rituales y curativos, ya sea en forma directa o para facilitar la exploración
de la mente del “paciente”, parecido al psicoanálisis que se practica en la actualidad. Es importante señalar,
desde el punto de vista etnomicológico, que los hongos psicotónicos siguen siendo ingeridos por ciertos
grupos indígenas de México, como reminiscencia de las costumbres de sus antepasados, para curarse
alguna enfermedad, adivinar el futuro e indagar el lugar donde se encuentran objetos perdidos o personas
desaparecidas, ya que el sujeto que los ingiere parece estar dotado de poderes de telepatía, televidencia y
clarividencia, por lo cual se les llama también hongos adivinadores.
Las ceremonias de ingestión de hongos alucinógenos casi siempre son presididas por un curandero o
chamán, el cual puede ser hombre o mujer, y generalmente se efectúan cerca de los lugares de recolección
de esos hongos, instalándose altares frente a los que se practican ritos que contribuyen a dar mayor
importancia y solemnidad a la ceremonia. María Sabina les dio algunos nombres como “derrumbes” o
“niñitos” al Psilocybe caerulescens, “pajaritos” al P. mexicana, y “sanisidros” al P. cubensis.
Estos hongos tienen acción psicodisléptica, es decir, desvían o perturban el mecanismo psíquico; dicha
acción se debe a las toxinas indólicas denominadas psilocibina y psilocina, ambas muy semejantes en su
composición molecular, pero la segunda carece del radical fosforilo que presenta la psilocibina, la cual es,
el éster fosfórico de la psilocina, siendo esta la 4-hidroxidimetiltriptamina. La psilocibina es la que tiene la
mayor acción alucinógena y la que se encuentra en mayor cantidad en estos hongos.
Las especies alucinógenas de los géneros Psilocybe y Panaeolus, o sus toxinas, tienen una acción
tranquilizante que suscita la liberación de reminiscencias y de reacciones espontáneas del individuo como
consecuencia de la desinhibición mental y emotiva que producen, pero en dosis elevadas pueden conducir
a excesos de violencia, a la muerte o al suicidio. Algunas personas indican que tienen un efecto afrodisíaco,
pero en general, este es secundario o no se presenta.
Después de la ingesta de estos hongos se manifiestan tres etapas mentales: etapa de alucinaciones
pictóricas que conducen a la euforia, etapa mística y de angustia y por último etapa de meditación filosófica.
Como consecuencia del micetismo cerebral se producen cambios físicos como aumento de la presión
arterial, del ritmo cardíaco y de la temperatura corporal. Puede acompañarse de periodos de respiración
arrítmica, náusea, escalofríos, rubor o palidez, midriasis y micción frecuente. Son comunes las sensaciones
somáticas subjetivas como frío, calor, entumecimiento, pesadez de piernas y dolor de cabeza.

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Como ya mencionamos, las especies usadas en México son: Psilocybe mexicana, P. caerulescens, P.
candidipes, P. cubensis, P. yungensis, P. cordispora, P. zapotecorum, P. muliercula y P. aztecorum. Del
género Panaeolus, existen P. sphinctrinus y P. papilionaceus. Después de la recolecta, los hongos se ponen
a secar y antes de ser ingeridos se mezclan con ceniza, la cual les da el carácter alcaloide.

Figura 11. a) Psilocybe caerulescens, b) Psilocybe cubensis, c) Psylocibe zapotecorum, d) Panaeolus sphinctrinus
y e) Panaeolus papilionaceus.

Modernidad y época contemporánea

Como hemos visto hasta aquí, toda la importancia está centrada en los hongos macroscópicos o
macromicetos, sin embargo, recordemos que existe un mundo aparentemente invisible compuesto por
miles de géneros y especies de hongos microscópicos. La producción más importante de vinos, cervezas,
pan, quesos, antibióticos, antimicóticos, inmunosupresores, esteroides, vitaminas, ácidos orgánicos, entre
otros, es llevada a cabo por hongos microscópicos.
Además, algunos géneros son patógenos del hombre (antropopatógenos), de animales (zoopatógenos), de
plantas (fitopatógenos) o de insectos (entomopatógenos). Pueden degradar materia orgánica en
descomposición (saprofitos), pueden vivir como flora normal de seres vivos (comensales), pueden vivir de
manera dependiente con otros organismos como las algas (simbiontes), o crecer sobre y dentro de raíces
de plantas (micorrizas). Por lo tanto, existe una amplia variedad de acciones tanto benéficas como de daño,
generadas por este importante grupo de hongos.

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Figura 12. Beauveria bassiana, hongo entomopatógeno.

Historia de la Micología Médica

Se le llama así a la subdivisión de la Micología que se encarga de estudiar los hongos microscópicos
generadores de enfermedad en humanos y animales.
Cuando un hongo es capaz de introducirse y reproducirse dentro de las células de cualquier tejido,
causándole daño tisular, entonces se genera una micosis. Sea un hongo patógeno u oportunista (exógeno
o endógeno comensal).
El primero en observar una infección micótica (no el hongo) fue Hipócrates, él describió las lesiones
blanquecinas de aspecto algodonoso (algodoncillo), en la boca un bebé.
Quien observa por vez primera hongos levaduriformes al microscopio fue Anton van Leeuwenhoek en
1652. Es así como se inicia el estudio científico de los hongos microscópicos junto con el de otros
microorganismos.
Gracias a la invención del microscopio se lograron avances altamente significativos en la medicina. En
particular en el área de la Micología se describieron los agentes causales de muchas enfermedades
ocasionadas por hongos, logrando un mayor entendimiento de las patologías, sus síntomas y otras
características, permitiendo entonces desarrollar tratamientos.
A continuación se describen los hechos más relevantes sobre los avances cronológicos en Micología médica
desde la invención del microscopio.

Año Científico Logro

Publicó algunas investigaciones sobre hongos en su obra “Nova
1729 Pier H. Micheli plantarum”, creando al mismo tiempo el nombre Aspergillus.

Describen una infección micótica en los pulmones de un cuervo,

1815 Mayer y Emmert
probablemente aspergilosis.
Es el iniciador de la Micología médica. De origen italiano y alumno de
1835 Agostino Bassi Spallanzani, descubrió que la muscardina, una enfermedad del gusano de
seda, era producida por un hongo llamado Beauveria bassiana.
Judío de origen alemán, descubrió que la tiña fávica era causada por un
1837 Robert Remak hongo al que nombró Achorium schoeenleinii en honor a su maestro
Schöenlein.
Estudió el hongo de la tiña fávica, el cual fue descrito dos años antes por su
1839 Johann L. Schöenlein
alumno.

HISTORIA DE LA MICOLOGÍA 10
 Notas de Micología Básica
Año Científico Logro
Bernhard Rudolf Descubrió la levadura del algodoncillo, y en 1845 descubrió la actinomicosis
1839 Konrad von en humanos.
Langenbeck
Médico judío de Budapest, quien consiguió aislar por vez primera el hongo
causal de la tiña fávica y reprodujo la enfermedad, incluso antes de que
Koch formulara sus postulados. De la misma manera, describió la tiña
1841 David Gruby
microspórica y cultivó Microsporum audouinii.
En 1842, presentó el verdadero hongo causante del algodoncillo ante la
Academie de Sciences de París (Candida albicans).
Encontró en las escamas de pacientes con pitiriasis versicolor un hongo que
Carl Ferdinand
1846 posteriormente sería llamado por Robin Microsporum furfur. En 1898,
Eichstedt
Baillon lo clasificó en el género Malassezia.
Utilizó por primera vez el término aspergilosis para una de las primeras
1850 Fressenius
micosis reconocidas en seres humanos o animales.
Publicó el libro “Historié naturelle des vegétaux parasites” donde recopiló
1853 Charles Robin los trabajos sobre dermatofitosis (tiñas) y su tratamiento tópico, así como
la depilación en tiña de la cabeza.
Describió el primer caso de mucormicosis, aunque este término fue
1855 Kurchenmeister
acuñado hasta 1885 por Paltauf.
1860 Vandick Carter En la India, describió y acuñó el término de micetoma.
Investigador estadounidense, estudió los primeros micetomas en
1874 Mc. Questin
Hermosillo, Sonora, e inicia con los estudios de esta entidad en América.
En Europa, reconoció a la actinomicosis como enfermedad de origen
1876 Bollinger
parasitario.
Encontró Actinomyces en la mandíbula de un buey y le llamó a la forma
1877 Harz
parasitaria "grano", el microorganismo era Actinomyces bovis.
1883 Domenico Majocchi Describió el granuloma tricofítico y se dedicó a su estudio durante 40 años.
En honor a Nocard, creó el género Nocardia y en 1890, Eppinger define la
1889 Trevisan
nocardiosis en seres humanos.
Terminó sus estudios en medicina especializándose en dermatología con
Vidal y Besnier. A partir de este año se inicia en el estudio de los hongos,
desarrolla el medio de cultivo universal que lleva su nombre.
Raymond Jacques
1889 De 1890 a 1910, lleva a cabo el estudio sistemático de los dermatofitos,
Adrien Sabouraud
publicando los aspectos clínicos y micológicos en "Les tignes",
considerándolo hoy en día como el micólogo más eminente del siglo XIX.
Hay que recordar que fue el alumno más brillante de Louis Pasteur.
Estudiante de medicina, alumno del patólogo Robert Wernicke, describe en
1892 Alejandro Posadas Argentina el primer caso de coccidiodomicosis con motivo de su tesis
profesional.
Otto Busse y Describieron la criptococosis.
1894
Abraham Buschke
En Chicago, describe la blastomicosis norteamericana.
1894 Caspar Gilchrist
Señaló al hongo negro Madurella mycetomatis como agente causal del
1896 Wright micetoma.

Casi al término de sus estudios de medicina en Rochester, E.E.U.U., definió

1898 Benjamín Schenck
a la esporotricosis y su agente causal.
Estudiante de medicina en Argentina, describió la rinosporidiosis causada
1900 Guillermo Seeber
por Rinosporidium seeberi.
DeBeurman y Henri En Francia, efectuaron los estudios más importantes sobre esporotricosis y
1903
Gougerot en 1912 publicaron "Les Sporotrichoses" en el que se publican 200 casos. Es

HISTORIA DE LA MICOLOGÍA 11
 Notas de Micología Básica
curioso que los franceses hayan estudiado la esporotricosis, puesto que en
Francia prácticamente no se encuentra esta patología.
Año Científico Logro
Durante los primeros trabajos en el Canal de Panamá describió la
1905
Samuel Taylor Darling histoplasmosis. En 1934, William DeMonbreun cultivo el hongo, demostró
su naturaleza dimórfica y reprodujo la enfermedad experimentalmente.
En Brasil, informó del primer caso de paracoccidiodomicosis. A partir de
l909, Adolfo Splendore, médico italiano, inició el estudio del hongo y lo
clasificó como levadura. En 1929, Almeida fue quien delimitó en definitiva
1908 Lutz
esta enfermedad y su agente causal. Esta micosis es exclusiva de
Latinoamérica y son los brasileños y el grupo de Ángela Restrepo en
Colombia, quienes más han contribuido al conocimiento de esta entidad.
Describió en Sao Paulo la cromoblastomicosis, y en 1915, Lane y Medlar
1911 Pedroso
hicieron la primera publicación en Boston.
Comunicó los cuatro casos de micetoma en México. El mejor conocimiento
clínico de este síndrome se debe al Dr. Fernando Latapí, quien además
1911 Cicero
instaló el tratamiento del micetoma actinomicético con sulfas
(diaminodifenilsulfona, DDS) en 1947.
En Suiza, realizó los primeros estudios sobre inmunología de las micosis.
1916 Bruno Bloch Ese mismo año, Chalmers y Archivald precisaron las diferencias etiológicas
entre actinomicetos y eumicetos en micetoma.
De la Universidad de Columbia, inician el estudio científico de la Micología
Hopkins y Horda
1920 médica. A la Dra. Benhan se le considera como la fundadora de la Micología
Benhan
médica moderna.
Dio fin a muchos errores taxonómicos en los hongos levaduriformes al
1923 Berkhout
crear el género Candida.
En Recife, Brasil, describió la enfermedad que lleva su propio nombre, la
1931 Jorge Lobo lobomicosis, causada por Loboa (Lacazia) loboi, hongo que hasta la fecha
no se ha logrado cultivar.
Dr. Antonio González Inicia la Micología en México. Honrado por J. Rippon como “el maestro”.
1940
Ochoa.
González Ochoa y Aislaron un polisacárido de Sporothrix schenckii, contribuyendo mucho al
1947
Soto Figueroa diagnóstico y epidemiología de esta micosis.
Dr. Antonio González Describió el primer caso de paracoccidiodomicosis en México y demostró
1950
Ochoa que el agente causal penetra por inhalación.
Los Drs. Mario Inician el estudio de los hongos alergénicos en México. Reportan como
Salazar Mallén, Julio agentes frecuentes causantes de rinitis y asma alérgicos al Aspergillus
1948 Cueva Velásquez y la fumigatus, Penicillium notatum, Alternaria alternata, Cladosporium sp.,
QFB. Catalina Orozco Mucor sp. y Rhizopus sp.
Victoria.
En Inglaterra, descubrió y aplicó la griseofulvina en dermatofitosis (tiñas),
iniciando un cambio en la respuesta terapéutica antimicótico. El inicio de la
1958 Gentles
biosíntesis de metabolitos activos como antibióticos, hormonas, ácidos
orgánicos, inmunosupresores, entre otros, comienza en 1940.
Identifica una nueva especie, Candida dubliniensis a partir de muestras de
1955 Derek Sullivan cavidad oral en pacientes VIH/SIDA con infecciones orofaríngeas
recurrentes.

HISTORIA DE LA MICOLOGÍA 12
 Notas de Micología Básica

a) b) c) d)

e) f) g) h)

i) j) k) l)
Figura 13. Personajes importantes de la Micología Médica. a) Pier H. Micheli, b) Agostino Bassi, c) Johann
Schöenlein, d) David Gruby, e) Alejandro Posadas, f) Otto Busse, g) Abraham Buschke, h) Raymond
Sabouraud, i) Antonio González Ochoa, j) Kyung Kwon Chung, k) Libero Ajello y l) François Mariat.
Muchos otros micólogos han contribuido en la investigación de diversos hongos sobre todo en Europa y
América como: Ajello, Borelli, Badilet, Chandler, Da Silva Lacaz, Drouhet, Dupot, Eleweski, Emmons,
Delacrétaz, Difonzo, Gordon, Hay, Grigoriu, Rebell, Panconesi, Lodder, Mariat, McGinnis, Negroni, Rippon,
Segretain, Sulliva, Taplin, Ulloa, Vanbreuseghem, Waksman, Zapater, Kwon Chung, entre otros.

HISTORIA DE LA MICOLOGÍA 13
 MICOLOGÍA MÉDICA
INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA MÉDICA

En la biología moderna, se ha descrito la teoría celular, la cual comprende cuatro postulados:

I. Todos los organismos vivos están compuestos por una o más células.
II. Las reacciones químicas de un organismo vivo, incluidos sus procesos liberadores de energía y sus
reacciones biosintéticas, tienen lugar dentro de las células.
III. Las células se originan de otras células.
IV. Las células contienen la información hereditaria de los organismos de los cuales son parte, y esta
información pasa de una célula progenitora a una célula hija.
Así pues, a las células se les considera la unidad estructural y funcional de todo ser vivo.
Todos los organismos son clasificados taxonómicamente en dos grandes súper reinos de acuerdo a la presencia o
ausencia de una membrana nuclear que envuelva el material genético formando un núcleo. Aquellos que no
poseen núcleo pertenecen al reino Prokaryota (pro, anterior y karión, núcleo) y son llamados procariotas, mientras
que aquellos que tienen un núcleo pertenecen al reino Eukarya (Eu, nuevo y karión, núcleo) y son llamados
eucariontes.

Figura 1. Células procariotas y eucariotas.

El súper reino Prokaryoya agrupa dos reinos: Archaebacteria y Eubcateria, caracterizados por presentar células
pequeñas de 1-10 µm, sin envoltura nuclear, que presentan sólo ADN distribuido en el citoplasma sin constituir
cromosomas, con división celular directa mediante fisión binaria, no presentan microtúbulos, huso acromático ni
centriolos.
Muchos de estos organismos son aerobios pero también se pueden encontrar microaerofílicos, anaerobios
facultativos y anaerobios, no presentan mitocondrias, sus enzimas para la oxidación de moléculas orgánicas se
encuentran ligadas a membranas celulares, presentan múltiples sistemas enzimáticos, algunos tienen flagelos
simples, su pared celular está constituida por mureína o péptidoglucano (copolímero formado por N-acetil

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 14
 MICOLOGÍA MÉDICA
glucosamina y ácido N-acetilmurámico con un enlace β-1,4), y en el órden Actinomycetales presentan ácidos
micólicos, diaminopimélicos y algunas ceras, además de proteínas específicas de especie en su pared celular.

a) b)
Figura 2. a) Estructura química del péptidoglucano de la pared celular bacteriana; b) estructura
de la pared celular de los actinomicetos, incluyendo los ácidos micólicos y otros polisacáridos.

El súper reino Eukarya, ha sido dividido por Cavallier y Smith en cinco reinos:

 Animaliae, que estudia a los animales metazoarios con o sin columna vertebral.
 Plantae, que estudia a los musgos, helechos, plantas con conos y plantas con flores.
 Protozoa, que estudia algas, protozoarios, hongos mohos mucilaginosos, hongos acuáticos y anfibios con
formas flageladas y muchos otros microorganismos acuáticos parásitos.
 Chromista, que incluye hongos flagelados.
 Fungi, que incluye a hongos micro y macroscópicos. En la micología médica solo nos ocuparemos del
estudio de estos hongos.

En general, los eucariotes presentan células de 10-100µm, su división celular ocurre por varias modalidades de
mitosis, presentan husos acromáticos y microtúbulos. Realizan reproducción sexual ó asexual y la mayoría de estas
células forman organismos multicelulares con desarrollo extensivo de tejidos, casi todos son aerobios y comparten
el mismo sistema de metabolismo: glucólisis, ciclo de Krebs y cadena de citocromos. Existen diferencias claras
entre los 5 reinos con respecto a morfología, presencia de organelos, composición molecular de paredes y
membranas celulares, nutrición y comportamiento en los diferentes tipos de parasitismo.
El término Fungi, que significa en latín "hongos", designa un reino que incluye a los organismos celulares sin
cloroplastos y por lo tanto heterótrofos que poseen paredes celulares compuestas por quitina (polímero de N-
acetilglucosamina con enlaces β-1,4), que debido a su relativa inmovilidad y a que poseen pared celular, fueron
catalogados por mucho tiempo como plantas. Actualmente los hongos se consideran como un grupo heterogéneo
formado por organismos pertenecientes a por lo menos tres líneas evolutivas independientes. Los hongos son
descomponedores primarios de materia orgánica animal o vegetal en muchos ecosistemas y por lo tanto poseen
un papel relevante en los ciclos biogeoquímicos.
También son de suma importancia en la vida del ser humano gracias a su capacidad de producir antibióticos
enzimas como las proteasas y por su capacidad de fermentar sustratos necesarios para producir pan (Candida
krusei), cerveza y otras bebidas.

Tabla 1. Especies de hongos utilizados biotecnológicamente

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 15
 MICOLOGÍA MÉDICA
Hongo Aplicación
Penicillium chrysogenum (antes P.
Producción de penicilina (antibiótico)
notatum)
Acremonium strictum (antes
Producción de cefalosporina (antibiótico)
Cephalosporium acremonium)
Fermentación acética de granos de cacao
Candidda krusei
(producción del chocolate)
Saccharomyces cerevisiae, Pichia Fermentación alcohólica (industria vinícola y
pastoris, Pichia fermentans. cervecera)
Producción industrial de vitamina C (industria
Aspergillus niger
farmacéutica)
Penicillium citrinium, Aspergillus Producción de mevastatina y lovastatina
terreus (fármacos para el tratamiento de dislipidemia)
Producción de cilocibinas (coadyuvantes en el
Psilocybe sp.
tratamiento de la migraña)
Producción de cortisona y prednisona
Rhizopus nigricans
(esteroides antiinflamatorios)
Claviceps purpurea Producción de ergotamina
Celulasas extracelulares para tratamiento de
Trychoderma sp.
algodón

Se les emplea para lograr el biocontrol de plagas gracias a que pueden ser fitopatógenos, entomopatógenos o
producir compuestos tóxicos a nivel mitocondrial o de cloroplastos lo que les permite funcionar como insecticidas
y herbicidas respectivamente (Bauveria bassiana, Metharhizium anisopliae, Paecilomyces fumosoroseus y
Verticillium lecanii). Se les emplea en la industria alimentaria siendo algunos hongos famosos en la gastronomía
mundial como los champiñones (Agaricus campestris y A. bisporus) y las trufas (Tuber nigrum). En los últimos años
han adquirido gran importancia por utilizarse en trabajos de biorremediación pues son capaces de digerir
polímeros, combustibles, pinturas e incluso explosivos como el trinitrotolueno (TNT). Algunos efectos de los
hongos en la sociedad no son positivos pues son agentes causales de alergias, enfermedades e intoxicaciones que
pueden ser fatales (Alternaria alternara, Cladosporium herbarum y Aspergillus fumigatus).
Son organismos con hábitats bastante diversos, siendo la mayoría terrestres pero pudiendo ser encontrados en
cuerpos de agua dulce e incluso en medios marinos. Poseen una forma particular de alimentación heterótrofa
llamada osmotrofía que consiste en realizar una digestión externa de los alimentos gracias a la secreción de
enzimas llamadas exodespolimerasas y la posterior absorción de las moléculas disueltas.
Pueden ser unicelulares ó pluricelulares, macroscópicos ó microscópicos y su sustrato puede ser materia orgánica
muerta llamándose saprófitos o saprobios, puede ser un hospedero al cual no le causen daño alguno en cuyo caso
se les llama comensales. Si existiera un beneficio mutuo entre el hongo y el hospedero y hubiera una dependencia
mutua para subsistir se les llama simbiontes, mientras que se les llama mutualistas cuando se benefician
hospedero y hongo sin depender el uno del otro. La última opción es cuando dañan a la especie hospedera, en
cuyo caso se llaman patógenos o parásitos.
Los hongos pueden presentar reproducción sexual, la cual se ocurre por medio de esporas (del griego spóra,
semilla), y reproducción asexual, que puede ocurrir por medio de conidios (del griego konios, polvo y idium,

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 16
 MICOLOGÍA MÉDICA
diminuto) y/o fragmentos de hifas. Algunos de ellos pueden presentar ambos tipos de reproducción, sexual y
asexual.

a) b)
Figura 3. a) Conidios capsulados de Cryptococcus neoformans (tinción negativa con tinta china) y b)
basidios y basidiosporas de C. neoformans, producto del cruce de cepas a y α en medio V8 (tinción
con azul de algodón lactofenol).
La unidad funcional de los hongos es la hifa, la cual se define como una célula filamentosa multinucleada. Para
explicar la presencia de múltiples núcleos en una célula, es indispensable recordar que las células eucarióticas son
mucho más grandes que las células procarióticas pero hay límites para el tamaño que una célula puede alcanzar y
seguir siendo funcional. En general, el aumento de tamaño lleva a problemas, como tener una mayor necesidad
de transportar materiales hacia el interior y hacia exterior de la célula, así como la dificultad del núcleo para regular
el funcionamiento de todas las partes celulares. Evolutivamente se resolvieron estos problemas de dos maneras,
una fue la multicelularidad, que le permitió a las células mantener su núcleo y una relación superficie-volumen
relativamente pequeña y por lo tanto eficiente, la otra manera fue la presencia de múltiples núcleos en un
citoplasma en común de una célula achatada o extendida.
Aún a pesar de la ventaja evolutiva brindada por la presencia de múltiples
núcleos en un mismo citoplasma, la mayoría de los hongos llegó más lejos
formando organismos multicelulares. Al conjunto de hifas se les llama
micelio y se pueden especializar en alguna función particular, un ejemplo
de esto ocurre en algunos hongos que forman regiones con hifas
sumamente compactadas llamadas cuerpos fructíferos que se encargan
de la producción de esporas.
Las células de los hongos tienen una membrana plasmática en donde
predomina el ergosterol (ergosta-5,7,22-trien-3β-ol) en vez de colesterol
como ocurriría en una célula animal o el fitosterol como ocurriría en una
vegetal. Aunque ningún hongo es estrictamente anaeróbico, algunos
pueden crecer en condiciones anaerobias (por ejemplo, las levaduras). Se
caracterizan por presentar en su pared celular quitina en combinación
con diversos polisacáridos: dextranas, mananas, xilanas y hemicelulosa,
y pequeñas cantidades de lípidos, que pueden ser diferentes según los
grupos taxonómicos. No obstante, en algunos grupos puede no estar
presente la quitina y, en cambio, o además de esta, están presentes
polisacáridos como quitosana, β-glucanas, mananas, glucógeno,
galactana y polímeros de galactosamina. Las paredes celulares son
estratificadas, generalmente constituidas por dos o varias láminas de
Figura 4. Principales polisacáridos microfibrillas dispuestas en una materia amorfa, quedando la lámina
de la pared celular fúngica.

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 17
 MICOLOGÍA MÉDICA
interna adherida al plasmalema o membrana protoplasmática. Las sustancias de reserva son generalmente
glucógeno y lípidos.
Las membranas celulares cumplen con el modelo de bicapa lipídica, dentro de la que se encuentran incrustadas
moléculas de ergosterol, cuya síntesis es inhibida por los antimicóticos imidazólicos. Los demás organelos son muy
semejantes a los de los otros cuatro reinos: núcleo, membranas, mitocondrias, retículo endoplásmico liso y rugoso,
ribosomas, dictiosomas y vacuolas. Aunque las células fúngicas no presentan cloroplastos, pueden sintetizar
diferentes tipos de pigmentos que les proporcionan coloraciones muy diversas, estas pigmentaciones pueden ser
observadas por ejemplo en siembras in vitro, cuando son hongos microscópicos y desarrollan en los medios de
cultivo agar dextrosa de Sabouraud (ADS), y el agar papa dextrosa (PDA). A los hongos microscópicos que producen
pigmentos cafés o negros se les conoce como dematiáceos, negros o fuliginosos.
Los hongos han sido clasificados en tres tipos, dos de ellos microscópicos y uno macroscópico. Los microscópicos
son hongos filamentosos o mohos, y las levaduras, mientras que a los macroscópicos se les llama setas.

a) b) c)
Figura 5. Colonias de diferentes hongos. a) Geotricum candidum, hongo hialino, b) Trichophyton
rubrum, hongo hialino que produce pigmento rojo y c) Cladosporium sp., hongo negro.

Los macromicetos
Cuando se habla de las setas, se está hablando del grupo de hongos más conocido por la población en general.
Son hongos macroscópicos debido a las grandes agregaciones miceliales del cuerpo de fructificación. Es
importante aclarar, por tanto, que la seta es en realidad la parte visible del hongo y que aparece solo en algunas
temporadas y bajo ciertas condiciones climatológicas, pudiendo durar apenas unos días. El término más adecuado
para definir a los hongos macroscópicos es basidiomicetos filamentosos, término mediante el cual, se entiende
que nos referimos a la parte visible del hongo así como a la parte que se encarga de la nutrición del mismo, que
generalmente no es visible, y que puede encontrarse bajo tierra, en troncos y raíces vivas o en materia en
descomposición. Es por lo anterior, que en ecosistemas forestales son los principales descomponedores de
materia y los principales agentes para que los nutrientes continúen con su ciclo.
Para tener una idea real sobre la importancia de los basidiomicetos en la Tierra, es importante comprender
primero que los ecosistemas son sistemas complejos en los cuales varias especies interactúan unas con otras
formando redes complejas, y es mediante estas interacciones, que un ecosistema puede ser capaz de realizar
funciones como un solo sistema, lo cual no podría ser logrado por un individuo por sí solo.
Micorrizas
A los hongos que viven como simbiontes en las raíces de las plantas se les llama micorrizas (del griego mykes,
hongo y del latín rhiza, raíz). La primera persona en observarlas y darles nombre fue el botánico alemán Albert
Bernhard Frank en el año 1885, pero fue el científico francés Bernard en el año 1900, quien describió lo importante
que eran las micorrizas para las plantas. Mucho tiempo después, la publicación de los estudios de Mosse en
Inglaterra en el año de 1955, demostró que las micorrizas no eran una excepción sino una característica altamente
INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 18
 MICOLOGÍA MÉDICA
frecuente en las plantas. En los últimos años se ha estimado que aproximadamente el 95% de las especies
vegetales conocidas establecen de manera natural y constante este tipo de simbiosis con hongos del suelo, y los
estudios más recientes, nos invitan a pensar incluso en la posibilidad de que la vida se extendió en la tierra tal
como lo hizo gracias a las micorrizas, ya que se han hallado fósiles de cientos de millones de años de antigüedad
que presentan estas formaciones fúngicas en la planta. Hoy en día se sabe que las micorrizas son tan importantes
en los ecosistemas, que incluso hay plantas que no podrían subsistir sin ser micorrizadas, por ejemplo, las
orquídeas.
El beneficio que obtienen plantas y hongos con esta asociación simbiótica es claro: las plantas adquieren una
mayor facilidad para absorber agua y ciertos elementos del suelo como fósforo, nitrógeno, calcio y potasio,
también adquieren protección ante la acidificación del suelo causada por presencia de aluminio, magnesio y azufre,
además de la posibilidad de que el hongo secrete factores de crecimiento que mantendrán activa la raíz de la
planta por mayor tiempo y probablemente agentes que inhiban el crecimiento de otras plantas. El hongo por su
parte, también adquiere numerosos beneficios, como por ejemplo, la obtención de carbohidratos y vitaminas
producidos por la planta y que, el hongo por sí solo, no podría producir.
Según la morfología fúngica, las micorrizas pueden ser clasificadas en tres grupos:
 Ectomicorrizas o formadoras de manto. Se caracterizan porque las hifas del hongo desarrollan una espesa
capa de micelio que se distribuyen en la periferia de las células de la planta, sin penetrar a ellas, y obtienen
los nutrientes como lo harían normalmente. Es el tipo de micorrización predominante entre los árboles
de zonas templadas, produciéndose principalmente sobre especies forestales como los robles, eucaliptos
y pinos.

 Endomicorrizas o micorrizas vesículoarbusculares. Tienen una forma de obtención de nutrientes más

compleja, ya que las hifas penetran en las células y generan en el citoplasma de la célula vegetal vesículas
de alimentación llamadas arbúsculos. Constituyen la simbiosis más extendida sobre el planeta y los hongos
que la generan pueden desarrollar en todo tipo de plantas pero preferentemente lo hacen en hierbas y
gramíneas de praderas, estepas, alta montaña y selvas tropicales. Este grupo de hongos micorrizógenos
se divide en dos tipos diferentes:

 Ericoides. Son de tipo más sencillo, con hifas que penetran en raíces simples para formar ovillos.
Son indispensables para la subsistencia de las plantas de la familia Ericaceae ya que suelen crecer
en suelos con bajos niveles de nutrientes.
 Orquidoides o micorrizas de ovillo. Permiten la nutrición de las semillas de la orquídea, ya que las
orquídeas, al no producir endospermas y por lo tanto carecer de sustancias alimenticias de
reserva, requieren que sus semillas se alimenten completamente de metabolitos producidos por
el hongo.

 Ectendomicorrizas. Se caracterizan por ser una combinación de ectomicorrizas y endomicorrizas ya que

presentan manto externo pero también penetran al interior de las células, aunque éstas últimas no
generan arbúsculos. Son más abundantes en angiospermas que en gimnospermas. Existen dos tipos:

 Arbustoides. Presentan las características habituales de las ectendomicorrizas pero forman rulos
al penetrar en las células.
 Monotropoides. Se diferencian por la forma en la cual las hifas penetran a las células radicales de
la planta.

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 19
 MICOLOGÍA MÉDICA
Las micorrizas intervienen en el flujo y equilibrio de la vegetación en un ecosistema ya que pueden brindarle
ventajas a las plantas nativas frente a las foráneas y viceversa. Esta ventaja se adquiere gracias a la especificidad
que tenga el hongo frente al hospedero, ayudando a este último a obtener una mayor cantidad de nutrientes.
Cuando un hongo micorrizógeno se encuentra con una planta foránea y la afinidad entre ambos es grande, la
planta se puede convertir en una especie invasiva que limita el desarrollo de las plantas nativas afectando el
equilibrio del ecosistema, pero de la misma manera, la presencia de micorrizas en las plantas nativas puede
brindarle a éstas la capacidad de defensa y la probabilidad de ser más exitosas frente a las foráneas, limitando así
la invasión.

Figura 6. Colonización de las micorrizas en la raíz.

Los seres humanos han encontrado la manera de utilizar las micorrizas para su propio beneficio, por ejemplo,
desarrollando técnicas de micorrización de plantas de viveros para aumentar la biomasa vegetal, produciéndose
plantas con mayor altura, vigor y área foliar, incrementando los rendimientos entre un 15 y 50%. Esta técnica es
realizada con hongos ectomicorrizógenos y endomicorrizógenos manipulados biotecnológicamente, pero que
fueron cuidadosamente seleccionados, ya que como vimos con anterioridad, no todos los hongos micorrizógenos
funcionan igual en un ambiente determinado ni poseen la misma afinidad por todas las plantas. Se sabe que
mediante estas técnicas, la fertilización se hace más eficiente, por lo que la dosis de fertilizante que se agregue al
cultivo puede disminuirse en un 50 e incluso 80% por lo que no solamente se produce una planta más resistente
y con mayor biomasa, sino que se eliminan en gran medida los efectos negativos causados por fertilizantes
químicos en el medio ambiente
En la industria también son importantes los hongos micorrizógenos debido a que producen compuestos de alto
interés en muchas áreas, por ejemplo, el hongo ectomicorrítico Lyophyllum shimeji produce una enzima
dependiente de flavina llamada piranosa 2-oxidasa (P2Ox), que es un biocatalizador con amplio potencial para
biotransformación de carbohidratos y en la química de síntesis de carbohidratos. También se ha encontrado que
P2Ox es muy útil como bioelemento en las células productoras de biocombustible, por lo que podría remplazar a
la glucosa oxidasa. Aunque hoy en día esta producción se hace en la bacteria E. coli gracias a que le fue insertado

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 20
 MICOLOGÍA MÉDICA
el gen p2ox cDNA y se logró su expresión, la importancia del hongo no disminuye, ya que nos abre las puertas para
el estudio de muchos otros compuestos que sean producidos por macromicetos.
Los hongos macroscópicos por tanto, aunque se encuentren en estado saprofítico libre o como micorrizas,
desempeñan el papel fundamental de secuestrar nutrientes del suelo, concentrar nutrientes obtenidos de materia
orgánica en descomposición, reubicar nutrientes entre diferentes fuentes orgánicas y, ultimadamente, permiten
que los nutrientes estén disponibles para que las plantas puedan continuar con su productividad primaria.
Debido a que la distribución de nutrientes suele ser heterogénea, las hifas de los macromicetos en la naturaleza
crean grandes ramificaciones y canales a lo largo del suelo mientras buscan dichos nutrientes, pudiendo
extenderse por varios metros e incluso hectáreas y, aun cuando son inmóviles, regeneran y redistribuyen
constantemente estas redes en búsqueda de compuestos para alimentarse. Algunos ejemplos de la extensión que
pueden alcanzar estas redes de hongos se pueden encontrar en EE.UU., en donde algunos miembros del género
Armillaria han infectado zonas tan amplias que pueden verse en fotografías aéreas. Los cálculos estiman que en
el estado de Montana hay redes que abarcan una superficie de 8 hectáreas, mientras que en el estado de
Washington hay una que mide más de 600 hectáreas.
Algunos de los hongos que han demostrado tener la asombrosa capacidad de extenderse ampliamente entre las
raíces de los bosques de coníferas son Armillaria mellea, Armillaria bulbosa y Armillaria ostoyae que es un hongo
saprófito comestible llamado comúnmente seta miel. La técnica de distribución del hongo en la superficie del
suelo para alcanzar los nutrientes y poder compartirlos, es tan eficaz, que incluso se ha calculado que la edad de
algunas de estas zonas es de entre 1,500 y 10,000 años, siendo el organismo viviente más viejo conocido en la
Tierra en la actualidad.

Hongos comestibles
Aunque los hongos representan poco valor nutricional, el gusto por comerlos se debe a su olor y sabor. Cuando
escuchamos la palabra “hongo”, inmediatamente nos imaginamos estructuras o figuras que poseen un “sombrero”
o carpóforo, ya sean pequeños como los champiñones (Agaricus hortensis, o de mayor tamaño como los yuyos
(Amanita cesarea). Existen más de 200 nombres populares que corresponden a cerca de 400 especies diferentes.
Estos crecen en tierras altas o frías entre bosques de pinos, encinos y abedules. En México, existen unas 20
especies que se consumen con frecuencia. También se les conoce como setas, que es la parte visible y comestible
de los hongos macroscópicos, que emergen en determinada época del año a partir del micelio o talo (estructura
funcional de los hongos), que se encuentra debajo de la tierra. Las setas, botánicamente, constituyen el cuerpo
fructífero o fruto del hongo. La función biológica de estos hongos, es la de liberar las “esporas”, que se forman en
su himenio.

Composición química de las setas: También poseen:

 Agua: 80-92 %  Vitaminas: B1, B2, B6, niacina, folatos y D.
 Proteínas: 2-3 %  Minerales: fósforo, potasio y hierro.
 Carbohidratos: 3 – 5 %  Oligoelementos: cobre y zinc.
 Grasas: 0.2-0.5 %  Fibra: 2 – 3 % celulosa
 Calorías: entre 25-35 Kcal/100 g.
 Trazas de provitamina-A, vitamina B12,
calcio y colesterol.

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 21
 MICOLOGÍA MÉDICA
Setas comestibles en México
Agaricus campestris, A. arvensis, A. bisporus, A. hortensis y A. xanthodermus (champiñones); Amanita caesarea
(yuyos), Boletus edulis (pambacito), B. badius, B. luteus, Lactarius deliciosus (enchilados), L. torminosus, Morchella
esculenta (elotitos o choles), Pleorotus ostreatus (orejas), P. eryngii, Russula aeruginea, R. cyanoxantha, R. vesca,
Sarcodon imbricatum, Cantharellus cibarius, Lepiota procera, Pholiota mutabilis. Además de contar con nuestro
hongo autóctono: el cuitlacoche, o huitlacoche (excremento de maíz), Ustilago maydis. Los aztecas contaminaban
a propósito los elotes para que sobre estos, creciera el cuerpo de fructificación o “soro” (el cual carece de
carpóforo o sombrero), de tal manera que se eleva el consumo de cuitlacoche en temporadas del cultivo de maíz.

Figura 7. Hongos comestibles. Agaricus bisporus, Agaricus campestris, Boletus edulis, Lactarius deliciosus,
Morchella esculenta, Pleorotus ostreatus, Sarcodon imbrincatum, Pholiota mutabilis y Ustilago maydis.

El hongo comestible más exótico: la trufa

Las trufas son hongos que crecen debajo de la tierra, en bosques de encinos y robles en el centro y sur de Europa,
sobretodo en Francia e Italia. Son del tamaño, forma y color de una papa pequeña y para sacarlas se utilizan perros
y cerdos adiestrados. Debido a su exquisito aroma, estos animales pueden detectarlos y sacarlos con el hocico. Es
tan caro este hongo, que un platillo cuesta entre los 150 hasta 450 dólares. Existen 3 especies de trufas: Tuber
nigrum (T. melanosporum), llamada trufa negra. Tuber aestivum (trufa de verano) y Tuber magnatum llamada
trufa blanca.

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 22
 MICOLOGÍA MÉDICA
Setas orientales medicinales
Las setas también son utilizadas en la medicina tradicional asiática desde hace milenios. En las últimas décadas ha
aumentado en Occidente el interés por las setas orientales, al haberse puesto de manifiesto sus propiedades
curativas mediante diversas investigaciones. Se pueden encontrar disponibles frescas, deshidratadas, en conserva
o en extractos. Algunos ejemplos son:

 Lentinula edodes (椎茸 shiitake, seta fragante en japonés). Produce lentinano, el cual es un polisacárido
inmunoestimulante gracias a que estimula la producción de interferón y linfocitos T. Está demostrada
también la producción de eritadenina y superóxido-dismutasa. La primera es una molécula que disminuye
los niveles de colesterol sanguíneo, y la segunda, es una enzima antioxidante. Actualmente, se utiliza este
hongo en el tratamiento contra el cáncer, VIH-SIDA, y otras enfermedades infecciosas.
 Pholiota nameko (ナメコ, nameko, frijolito en japonés). Se consume en sopas y se le atribuyen acciones
anticancerosas y estimulantes del sistema inmunitario.
 Grifola frondosa (舞茸, maitake, seta danzarina). Contiene un polisacárido derivado del glucano al que se
le atribuyen propiedades anticancerosas, antihipertensivas y antidiabéticas.
 Cordyceps sinensis.: Es un pequeño hongo que crece sobre las larvas de algunos insectos en la región del
Himalaya. Se utiliza como antiasmático y broncodilatador, incluso algunos atletas chinos lo utilizan para
aumentar el rendimiento de las pruebas deportivas. También en utilizado como afrodisíaco y estimulante
de la erección.
 Ganoderma lucidum (灵芝] reishi en chino, ganoderma u hongo michoacano). Se encuentra distribuido en
todo el mundo creciendo como parásito o saprófito sobre una gran cantidad de árboles. Además de
utilizarse en la cocina, se usa como inmunoestimulante y anticanceroso, debido a que contiene lentinano.

a) b)

c) d)
Figura 8. Hongos medicinales. a) Lentinula edodes, b) Pholiota nameko, c) Grifola
frondosa y d) Cordyceps sinensis.

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 23
 MICOLOGÍA MÉDICA
Un ejemplo de hongo toxico
Claviceps purpurea (cornezuelo de centeno o ergot), un hongo
casi microscópico, fuera de lo común. Este pequeño hongo de
escasos milímetros, es un parásito de gramíneas cultivadas
como trigo, cebada, mijo y arroz. Al parasitar los granos del
centeno, produce potentes alcaloides parecidos al ácido
lisérgico que causan el ergotismo. Esta intoxicación o
micetismo (enfermedad causada por la ingesta de metabolitos
fúngicos), conocida como el mal de San Antonio o enfermedad
de los ardidos, fue causa de muchas muertes a principios de
los años 1890 en Francia. Afortunadamente, este hongo
también produce ergotamina, ergocristina y otros metabolitos
secundarios utilizados en ginecología y psiquiatría.

Los micromicetos
Hongos filamentosos. Los hongos filamentosos son los que
vemos crecer en frutas, pan y otros alimentos cuando están
viejos. Se trata de agregaciones celulares que forman micelio
y se hacen visibles. El cuerpo de un hongo filamentoso tiene Figura 9. Cornezuelo del centeno, Claviceps
dos porciones, una reproductiva y otra vegetativa. La parte purpurea.
vegetativa, que es haploide y generalmente no presenta
coloración, está compuesta por hifas que a menudo están divididas por tabiques llamados septos, por lo que se
les llama hifas septadas (del latín septum, división). Cuando no existen dichas divisiones se les llama hifas
cenocíticas (del griego koinos, unidad o unión). La porción reproductiva suele ser visible por ser un micelio
compacto y está formado por células diploides, generalmente coloridas.

Hongos levaduriformes. Los hongos levaduriformes en general pueden ser aislados de cortezas de árboles, flores
y frutos e incluso pueden ser encontrados como simbiontes de animales e insectos. Son siempre unicelulares, de
forma casi esférica. No existe en ellos una distinción entre cuerpo vegetativo y reproductivo. Son fácilmente
diferenciables de las bacterias, en primer lugar por ser mucho más grandes, siendo fácilmente observables con el
aumento 40X de un microscopio óptico compuesto, mientras que las bacterias generalmente se tienen que
observar con el aumento de 100X. Por otra parte, al ser células eucarióticas poseen núcleo y sistemas
membranosos intracitoplasmáticos. El primer genoma eucarionte que fue secuenciado, fue el de una levadura,
Saccharomyces cerevisiae, el cual ha sido utilizado por el ser humano desde hace más de 7000 años.

Sin importar si se trata de hongos macroscópicos o microscópicos, según su línea evolutiva podrán presentar
reproducción sexual o asexual. Y es importante distinguir las estructuras morfológicas de las estructuras
reproductivas pues sirven como un avance en la identificación del hongo.

Reproducción asexual de hongos filamentosos

Como ya se había mencionado, la reproducción asexual de los hongos puede ocurrir a partir de fragmentaciones
de las hifas o bien, a partir de conidios, los cuales recibirán su nombre según la estructura a partir de la cual nazcan.

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 24
 MICOLOGÍA MÉDICA
Taloconidios. Conidios que nacen directamente de las hifas:
 Artroconidios. Conidios que se articulan o fragmentan, por ejemplo Geotrichum candidum.
 Blastoconidios: Conidios que forman brotes o yemas, por ejemplo Candida glabrata.
 Clamidioconidios. Conidios de reproducción y de resistencia. Cualquier hongo cuando se resiste a
crecer desarrolla clamidoconidios, por ejemplo Candida albicans en medio Corn-Meal adicionado con
Tween-80.
 Dictioconidios. Conidios septados longitudinal y tranversalmente, parecidos a “granadas de mano”.
Son producidos por la mayoría de los hongos negros de la familia Dematiaceae, por ejemplo Alternaria
alternata.
 Aleuroconidios. Son conidios que nacen directamente de las hifas, sin separarse de la misma, se les
llama también microaleuroconidios, se pueden encontrar por ejemplo en Microsporum sp.

a) b)

c) d)

e)
Figura 10. Tipos de taloconidios. a) artroconidios de Geotricum candidum, b) blastoconidios de Candida albicans, c)
clamidoconidios de C. albicans, d) dictioconidios de Phytomyces sp. y e) aleurioconidios de Trichophyton tonsurans.

Conidios. Nacen a partir de estructuras especializadas, no directamente de las hifas como los taloconidios.

INTRODUCCIÓN A LA MICOLOGÍA 25
 MICOLOGÍA MÉDICA

 Microconidios. Unicelulares, por ejemplo Penicillium sp.

 Macroconidios. Pluricelulares con septos transversales, por ejemplo Trichophyton sp.

a) b)
Figura 11. a) microconidios de Penicillium sp. y b) macroconidios de Trichophyton mentagrophytes.

Esporangioconidios. Conidios que se encuentran dentro de una bolsa llamada esporangio, por ejemplo en Mucor
sp.

Figura 12. Esporangio de Mucor mucedo. Dentro del esporangio se encuentra los esporangioconidios.
Para analizar la morfología macroscópica y microscópica de los hongos, éstos se siembran en medios como el PDA,
el cual favorece la producción de pigmentos, y ADS, que estimula el crecimiento fúngico, para posteriormente
observar las colonias adultas.

La morfología microscópica de los hongos filamentosos depende de características tales como:

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 Tipo de reproducción: Sexual o asexual.
 Características de las hifas:
 Origen: Verdaderas o pseudohifas.
 Función: Micelio vegetativo o reproductivo.
 Forma: Filamentoso o levaduriforme.
 Diámetro: Macrosifonado (> 1 µm) o microsifonado (< 1µm).
 Pigmentos: Hialinos o dematiáceos.
 Septos: Septados o cenocíticos.
Su morfología macroscópica depende de:
 Sobre la superficie o anverso:
 Textura: polvosa, algodonosa, vellosa, lanosa o aterciopelada, granulosa o cremosa.
 Superficie: plana, convexa, plegada, cerebriforme, crateriforme, corrugada.
 Aspecto: seca o húmeda.
 Color: blanco, crema, marrón, rosa, amarillento, naranja, rojo, verde, azulada, violeta, grisácea,
café o negro.
 Bajo el medio o al reverso (producción de pigmentos):
 Hongos hialinos: producen cualquier pigmento menos de tipo melánico o negro.
 Hongos negros, dematiáceos o fuliginosos: presentan pigmento negro o melánico.

Referencias
1. Mariat, Francois. El hombre y los hongos. Desarrollo actual de la Micología médica en México. Edit. Instituto
SINTEX. Pags. 9-16. >1980.
2. Guzmán, Gastón: El uso de los hongos en Mesoamérica. Revista Ciencia y Desarrollo. CONACYT. 1984. 59:17-
26.
3. MD en español: Hongos salvadores. Pags. 105-120.Abril 1967.
4. Herrera, T., Ulloa, M.: El reino de los hongos. Micología básica y aplicada. UNAM Y Fondo de cultura económica.
1990.
5. Rippon, J. W: Tratado de Micología médica. Hongos y actinomicetos patógenos. 3ª. Ed. Edit. Latinoamericana.
Mc. GRAW-HILL. 1990.
6. Guzmán G.: “El uso de los hongos comestibles, venenosos y destructores de madera. Edit. Limusa. México, D.F.
1977.
7. Charles Darwin, M.A., F.R.S. On The Origin of species by means of natural selection. Sixth Edition, January, 1872.

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