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Raíces Históricas de la Lucha de las Mujeres.

Las raíces históricas y los debates actuales en el movimiento de mujeres y feminista.


Charla virtual a cargo de Rosa L. Nassif, organizada por el Partido del Trabajo y del
Pueblo de Córdoba el 7 de agosto de 2020.

Me da mucha alegría de poder estar compartiendo con ustedes, aunque sea de esta
forma limitada que nos permite la virtualidad. Pero también la aprovechamos y tiene
sus ventajas porque podemos coincidir en este espacio desde lugares bastante
distantes que antes no lo podíamos hacer presencialmente en forma simultánea. En
esta charla vamos a referirnos a un movimiento que está presente con muchísima
fuerza, aun en las condiciones tan difíciles de la pandemia.

Un movimiento muy heterogéneo, muy complejo y que está en desarrollo. Por eso
creo que cada uno de estos encuentros para reflexionar sobre el tema de la larga
lucha de las mujeres nos deja siempre la inquietud de seguir participando en ese
movimiento, que es la cuestión principal y, al mismo tiempo, tratar de estudiar esa
realidad compleja. También avanzar en el estudio teórico porque hay problemas muy
importantes, algunos nuevos, donde nosotros estamos tratando de aproximar alguna
respuesta, pero no significa que tengamos todo resuelto.

Uno podría decir por suerte, porque el día que tengamos todo resuelto también sería
pensar que el movimiento puede terminar. Vamos a comenzar haciendo una breve
referencia a la situación actual para ir después a los temas que me propusieron: El
origen histórico de la opresión de las mujeres, para comprender el origen de la lucha
de las mujeres; guiadas `por esta idea tan sabia de Mao Tsetung: “donde hay
opresión hay resistencia”. Ya que se pueden entender más profundamente las luchas
de resistencia si uno entiende las causas que provocan esas luchas.

En segundo lugar, me referiría al desarrollo histórico de ese movimiento llegando


hasta el momento actual, por supuesto muy sintéticamente. Finalmente abordaría
algunos de los debates que hay hoy en el movimiento de mujeres. En esa última parte
tal vez podríamos interactuar con las preguntas que vayan haciendo porque son los
debates en los que estamos inmersas todos los días.

Situación actual Sobre la situación que estamos viviendo, todas sabemos que es una
situación muy grave y difícil, de una crisis muy profunda, donde esta verdadera
catástrofe sanitaria, esta pandemia, lo que ha hecho fue agravar todas las otras crisis
que venimos sufriendo hace 2 décadas, pero que se profundizaron en esos fatales
cuatro años de gobierno macrista.

Todavía seguimos festejando haberlo podido derrotar electoralmente. Ayer (7 de


agosto), se conmemoraron cuatro años del movimiento de los Cayetanos que fue el
núcleo principal en esa lucha, que permitió acumular fuerzas al movimiento popular
en las calles contra las políticas del macrismo y nos permitió converger en ese frente
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político, el Frente de Todos, en el que participamos y que tuvo el mérito principal de


haber permitido derrotar al macrismo.

También hay que tener presente, porque hace al momento actual, que esa derrota
fue electoral y muy ajustada, donde las fuerzas que se nuclean alrededor de ese polo
político, Juntos por el Cambio, son fuerzas que tienen un gran poder económico y
también una base de sustentación social que se ha expresado repetidamente en las
calles. Como dicen tantas compañeras que están en la primera línea hoy
protagonizando la lucha para que se pueda resolver en algo los problemas
alimentarios de hambre y de salud que hay, “no queremos ni imaginarnos lo que sería
esto si todavía estuviera Macri”.

No dudamos que sería mucho peor. Porque el gobierno de Alberto Fernández tuvo
una decisión importante colocando en primer plano la cuestión de la salud y la vida,
cosa en la que coincidimos totalmente. Y nosotros tuvimos la decisión y el acierto
político de haber planteado que la clave era ponernos a la cabeza de la necesidad de
organizar el protagonismo popular, para poder enfrentar en estas dificilísimas
condiciones lo que iba a ser, como lo vemos ahora, una pandemia que ataca en
general, pero particularmente y en forma muy cruel a los sectores que están en las
peores condiciones de vivienda, sin agua, sin alimentos.

Y en eso nos pusimos tanto el Partido como su juventud y todos nuestros


movimientos, principalmente la CCC. Nunca hay que olvidar que se inició el año con la
declaración de emergencia que incluyó nueve emergencias. No es que las
emergencias empiezan ahora. Pero increíblemente no se logró que entre esas
emergencias se incluyera la emergencia en violencia contra las mujeres. Y ese es uno
de los centros hoy de la lucha en la que nosotros estamos: que se apruebe una ley
que declare la emergencia nacional en violencia contra las mujeres.

Hay proyectos presentados en el Congreso, entre ellos uno impulsado por la


compañera Verónica Caliva, pero todavía no lo hemos logrado. Grandes luchas han
hecho las mujeres a pesar de la pandemia, por ejemplo, las compañeras de Neuquén
que han organizado una marcha de 600 personas por el femicidio de María Marta
Toledo que se produjo en Centenario, una localidad próxima a la capital neuquina. En
la marcha se exigía como primera cuestión que se declare a nivel municipal, provincial
y nacional la emergencia en violencia contra las mujeres.

Hay que ver el camino que permitió triunfar en Pilar, que es un hito muy importante
en la lucha que venimos dando porque se consiguió a la vez que se aprueben las
promotoras en violencia y que estén remuneradas, se ha resuelto también una
vivienda que puede servir de refugio. Fíjense que hasta ahora hay poquísimos refugios
para las mujeres, en Tucumán 3 no hay ninguno, nosotros tenemos que poder hacer
el inventario de con cuántos refugios contamos porque oficialmente no nos dan las
cifras. Yo estoy en el Consejo Asesor del Ministerio de las Mujeres, Géneros y
3

Diversidad pero no logramos tener cuántos son los refugios, así que ésta es una de las
tareas que tenemos por delante. Hablando de lo que sufrimos y sufren en particular
los sectores más pobres y vulnerables en esta pandemia, en particular las mujeres, las
compañeras que están en la primera línea de fuego cocinando, sufriendo porque las
comida no alcanza, hay anécdotas en todos los comedores del país de la angustia que
produce cuando se ve el fondo de la olla y todavía hay colas esperando por la comida.
Cuando nosotros decimos que el gobierno ha tomado medidas pero que son
insuficientes es porque son muy insuficientes. Todavía la emergencia alimentaria no
está ni de lejos resuelta. Y hay ya 11 millones de argentinas y argentinos que van a los
comedores, muchos de ellos que no iban antes y comedores que no pueden funcionar
todos los días. A esas compañeras también tenemos que rendir un homenaje especial
porque han fallecido varias por coronavirus.

Dentro de esta situación que se ha agravado durante la pandemia, tengamos en


cuenta que hay 294.600 despidos que se han producido durante estos meses, a pesar
de que están prohibidos, como tantas cosas que se han conseguido que el gobierno
resuelva bien y no se cumplen. Entonces, tenemos que movilizarnos para que eso se
pueda cumplir. Lo mismo pasa con los casos de violencia, no solo los femicidios que
desde ya a nosotras nos atañe particularmente porque es la forma extrema de la
violencia contra las mujeres, que lleva a la muerte.

Y que como sabemos perfectamente nunca es el primer hecho, sino la consecuencia


de una serie de situaciones que muchas de las veces las compañeras denuncian
infructuosamente. Acá está otro de los elementos de la opresión de la mujer que se
va a expresar en lo policial y en lo jurídico. Desde que comenzó la pandemia -tengo las
cifras hasta el 30 de junio, no he podido tener la totalidad del mes de julio- hubo 144
femicidios, víctimas de la violencia machista. 40% en los propios hogares, porque la
situación de encierro agudiza el problema de tener que vivir con el agresor, el
violento, dentro de la casa todo el tiempo.

Siempre hay que recordar que cada una de las víctimas implica a la vez otra serie de
víctimas que son los chicos, hay 177 chicos que se han quedado sin madres en este
lapso al 30 de junio, y también la familia. Es una situación tremenda, pero a la vez, no
ha cesado la lucha contra el hambre y tampoco la lucha de las mujeres, como
decíamos con lo de Pilar, o la lucha de Neuquén, o la movilización que se hizo en
Tucumán hace dos días para evitar que el marido matara a una compañera. Somos
nosotras y las promotoras que se están organizando en todo el país las que estamos
actuando ante la falta de acción efectiva de parte del Estado.

Esa es la red que nosotros tenemos que sostener y fortalecer. 4 Respecto a cómo se
profundiza la crisis y la situación, yo solo querría agregar que acá se está
manifestando una ley que es inexorable: “cuando no se golpea arriba, se descarga
abajo”. O sea, la crisis se ha seguido descargando abajo en los casos que hemos
mencionado y en muchos otros, porque el gobierno no ha tomado ninguna medida de
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fondo para golpear a los que todos estos años y décadas (y uno podría decir en todo
el desarrollo de este sistema de explotación capitalista) se han seguido beneficiando,
acumulando riquezas, un puñado cada vez más pequeño de monopolios y
terratenientes y donde millones estamos en la situación que estamos.

Cuando decimos ninguna medida, es porque, por ejemplo, el Impuesto a las Grandes
Fortunas está parado en el Congreso, impuesto que nosotros hemos empujado y aún
no tiene estado parlamentario. Lo mismo en la situación de Vicentin donde seguimos
la lucha aunque Fernández haya retirado el DNU, pero las obreras y obreros de la
Algodonera de Avellaneda y los aceiteros que han salido a la lucha en Reconquista
están sufriendo el revanchismo patronal.

Por lo tanto, vuelve a darse esta situación que ya conocemos que donde no se avanza
se retrocede; y esto envalentona a la derecha opositora, gorila, que se referencia en
Cambiemos y sigue siendo el peligro principal que enfrentamos. A la vez hay una gran
batalla que perdimos, la batalla de que no había que pagar la deuda sin investigar,
porque la deuda es con el pueblo, sigue siendo con el pueblo, y por lo tanto
sentándose a negociar se ha ido aceptando paso a paso una cantidad de imposiciones
de los acreedores, que sabemos quiénes son.

No solo son de afuera, sino que tienen fuertísimos intereses adentro como el grupo
BlackRock, por ejemplo. El gobierno terminó aceptando pagar los intereses mientras
negociaba, que son más de 4 mil millones de dólares, aceptó la legislación extranjera y
aceptó reconocer el capital total de la deuda. Al mismo tiempo es cierto que consiguió
un alivio de la carga enorme de la deuda que dejó el macrismo que realmente fue una
cuestión de tipo criminal hacia el pueblo y el país, que era tener que pagar más de 15
mil millones de dólares por año y el gobierno ha logrado reducirlo los primeros años a
alrededor de mil millones por año.

Entonces la gran batalla ahora es, con ese respiro que se ha conseguido porque no
nos sacamos la mochila de la deuda pero se la pateó para adelante, qué políticas
vamos a empujar y ayudar a que se concreten para que ese dinero vaya a resolver
verdaderamente los grandes problemas que tenemos. Porque si el plan productivo es
eficaz tiene que ir al desarrollo de una industria nacional autónoma. Como hemos
dicho tantas veces, la Argentina está en condiciones, como se hizo en otros tiempos,
de hacer aviones y satélites como el que acaba de concretar el INVAP junto a la
CONAE.

Es decir, tenemos una fuerza humana y tenemos las condiciones objetivas para un
desarrollo económico independiente, que proporcione un trabajo de buena calidad
para todos los argentinos. Es verdad, decimos que podemos hacer misiles y estamos
en condiciones de hacerlo. Por lo tanto, esa idea que no se puede, que Argentina es
pobre y que no hay plata es mentira. Argentina es un país rico, tenemos un producto
bruto interno de 500 mil millones de dólares. El problema 5 es dónde van esos
5

millones de dólares que es el producto del trabajo y del esfuerzo de todo el pueblo. La
batalla que tenemos por delante nosotros, como parte del pueblo y del Frente de
Todos es discutir a fondo qué rumbo político y económico va a poder darse para que
verdaderamente la crisis no la siga pagando el pueblo y el país pueda resolver un
desarrollo independiente del imperialismo y que termine con el latifundio, los
monopolios, la banca financiera, etc.

La opresión de la mujer de la que vamos a hablar en particular puede y debe seguir


tratándose de ir resolviendo en el mientras tanto, como los movimientos sociales, la
clase obrera y el pueblo van arrancando dentro del sistema todo lo que pueden para
ir paliando en algo la dificilísima situación que soportan. Pero solo en un proceso de
liberación nacional y social podrán las mujeres como el conjunto del pueblo liberarse
definitivamente.

El origen de la opresión En esta situación donde, como dijimos, se ha agravado el


sufrimiento y la opresión de las mujeres durante la pandemia, con las cifras que
hemos dado de femicidios, de violencia, siempre planteamos que las mujeres en esta
sociedad no sólo sufrimos la explotación por ser parte del pueblo y de la clase obrera
sino una opresión específica por ser mujer, por eso hablamos de doble opresión. Es
decir, que sufrimos por ser pobre y ser mujer, como dice la bella poesía de Carmen
Soler. Sufrimos también por ser originarias y ser mujer, por ser obreras o campesinas
y por ser mujer, por ser negras y por ser mujer, cargamos siempre, además, la mochila
de sufrir por ser mujer, de estar oprimida.

Esa opresión no existió siempre. Esto es fundamental tener en cuenta, por lo cual
volvemos a la cuestión del origen de la opresión, porque la opresión de la mujer no
existió siempre sino que surge en determinado momento de desarrollo social.
Durante la llamada comunidad primitiva o comunismo primitivo que fue hace decenas
de miles de años y tal vez podamos hablar de millones de años si pensamos en el
largo proceso en que se gestó al Homo Sapiens. Para este tema siempre recomiendo
el trabajo de Federico Engels, El papel del trabajo en la transformación del mono en
hombre, que aunque tiene más de 100 años y en muchas cosas puntuales fue
superado por nuevos descubrimientos científicos, el núcleo principal de ese análisis
sigue siendo absolutamente correcto y esclarecedor. En ese texto se muestra con
muchísima claridad cómo en esa comunidad primitiva había igualdad de sexos, había
una unidad basada en la cooperación.

Además, por una necesidad objetiva porque siendo como especie mucho más débil
que las especies que habían en el contexto aquel de millones de años, por lo menos
dos millones transcurrieron en ese proceso, solo cooperando se podían defender esos
pequeños grupos humanos de los peligros naturales. Y también de otros grupos
vecinos que disputaban por la cantidad de productos bastante 6 escasos en esa etapa
basada en la recolección. Señalo esto de la cooperación porque, por ejemplo, entre
las cosas que se han metido es que el individualismo y la competencia que caracteriza
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este sistema social y en general todo el sistema de clases es de origen natural, o sea,
que es propio del género humano, esto es absolutamente falso. No solo porque
vemos la capacidad de solidaridad que hay hoy en nuestro pueblo, en nuestras
mujeres, sino porque la humanidad no hubiera llegado hasta donde hoy estamos sino
hubiera primado la solidaridad y la cooperación en sus orígenes.

A su vez, esa necesidad significaba que tanto mujeres como hombres tenían que
participar en la producción de la propia existencia. Esto que diferencia al hombre de
los animales que no solo se reproduce y se adapta a las condiciones que encuentra,
sino que tiene la capacidad de transformar aquello que encuentra. Esa capacidad se
articula a través de algo propiamente humano, único, que es el trabajo. Esto lo
fundamenta también con trabajos muy serios el investigador inglés, Richard Leakey,
entre ellos en su libro, EL origen del Hombre.

Entonces, el lugar que cada uno ocupa en la producción, en el proceso de trabajo, va


a ser decisivo en todas las fases del desarrollo de la sociedad. Y en esta primera etapa
la mujer participaba junto a los varones en las actividades de la recolección y la caza
que garantizaban la supervivencia del grupo. Al mismo tiempo empieza a darse una
primera división del trabajo a partir de algunas diferencias que tienen que ver con lo
biológico y el sexo entre el hombre y la mujer por una razón bastante obvia, de que
hay un periodo importante de meses donde las mujeres no podían participar a la par
de los varones en la cacería por los embarazos, y en los primeros meses de lactancia,
lo que la obligaba a quedarse en el lugar donde se asentaba ese pequeño grupo. Pero
esto no provocaba una cuestión de jerarquías en esa sociedad; por el contrario, la
mujer por esa misma situación descubre la posibilidad del cultivo, de la agricultura
que libera en parte al grupo de lo que es la búsqueda fortuita de lo que se recolecta.
Por lo tanto, siguiendo con esta apretada síntesis, en todas las comunidades de ese
larguísimo periodo de la humanidad la mujer tenía un lugar relevante; inclusive la
filiación, o sea, la posibilidad de determinar en qué familia quedaban los hijos era de
tipo materna. No nos gusta hablar de matriarcado porque daría la idea de un poder de
las mujeres y vamos a ver que las mujeres no ejercían un poder sobre los demás
miembros de la comunidad, recién va a haber un poder de un grupo sobre otro
cuando la sociedad se divide en clases y surge el patriarcado. Pero este largo periodo
de filiación materna es una de las demostraciones de que no existió siempre la
opresión de la mujer, ni la explotación del trabajo humano.

Sino que eso surge en determinado momento del desarrollo histórico y nosotros
luchamos con la convicción de que también el propio desarrollo social histórico
genera las condiciones para terminar con las bases objetivas de la explotación del
trabajo y de la opresión de la mujer. Nos apoyamos en los ejemplos históricos de las
grandes revoluciones, la Rusa, la China, la Cubana, que abrieron un periodo
importante de construcción de una nueva sociedad liberada de la explotación de
clases y que permitieron importantes avances en las condiciones de vida de las
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mujeres y la lucha por 7 su liberación. Reflexionar sobre esos periodos en los que más
avanzamos, que son los periodos revolucionarios, nos permite también avanzar en la
comprensión que hemos adquirido, porque tenemos que decir que muchas de
nosotras no la teníamos antes, de que si bien la revolución y la liberación social es la
condición necesaria para la liberación de las mujeres, no es la condición suficiente; no
es que viene por añadidura y que vamos a resolver todo aquello que conlleva el poder
patriarcal y que se construye junto con el poder de una clase explotadora sobre el
conjunto de la sociedad. Les señalaba simplemente esta breve referencia histórica
que sería bueno poder seguir desarrollando en otras charlas analizando cómo se
manifiesta esta opresión y subordinación de la mujer en los distintos períodos
históricos en que la sociedad se divide en clases antagónicas.

Ustedes pueden consultar para este tema el libro de Federico Engels, El origen de la
familia, la propiedad privada y el Estado y el de Alejandra Kollontai, Catorce
Conferencias en la Universidad Sverdlov de Leningrado (1921). Pero sí me interesa
que podamos retener que la opresión de la mujer y la explotación de clase surge,
sobre la base de la anterior división del trabajo (entre el hombre y la mujer, entre el
trabajo intelectual y el manual y entre la ciudad y el campo), cuando aumenta la
productividad del trabajo y se genera un excedente.

Es decir, no solo se produce para lo que se necesita para vivir, sino que se produce un
poco más, y comienza la lucha de quién se va a apropiar de ese excedente. Y surge
también la posibilidad de apropiarse de los pueblos vencidos ya que al haber un
excedente en la producción, también cambia algo que seguramente se daba en el
período anterior, que en las guerras que había entre grupos diferentes los vencidos
eran muertos o liberados. ¿Por qué? Porque la productividad del trabajo no permitía
tomar prisioneros que pudieran producir el alimento que los mantuvieran vivos y
además trabajar para los vencedores.

Solo cuando hay un excedente es posible la esclavitud. Surge el interrogante de por


qué son los varones los que pueden apropiarse de ese excedente. Hay distintas
hipótesis; una de ellas es que en la división del trabajo previo son los varones los que
participaban activamente y todo el tiempo en la caza, primero, y se ocuparan luego de
la domesticación de los animales; también cumplen el papel principal en la guerra y
por lo tanto son los propietarios de las armas.

De ahí, según esta hipótesis, que se apropiaran luego de los prisioneros y los obligaran
a trabajar como esclavos para ellos. Sería esta situación la que les confirió un poder
previo que en determinado momento les permitió exigir que era necesario que lo que
ellos poseían lo heredaran sus hijos. Pero existe el gran problema de que no es posible
saber con certeza quién es el padre, recién hace relativamente poco tiempo pudo
resolverse con el ADN. Pero siempre se supo quién era la madre, por eso los hijos
pertenecían a la familia de la madre. Entonces el patriarcado, que no es otra cosa
como su nombre lo indica que el poder del padre, impuso que quiénes heredaran
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fueran sus hijos; para garantizar esto se obliga a la mujer a la monogamia y se cambia
la filiación materna por la paterna. Imponer este cambio llevó sin 8 duda a una larga
lucha, quizás de siglos, no es que de un día para el otro se dice que termina un
derecho y empieza otro. Pero finalmente se impone, y surge junto con la propiedad
privada, la familia monogámica y el Estado que garantice este nuevo orden social. Esa
nueva familia, el nombre latino famulus quiere decir esclavos, tiene un patrón, padre-
patrón, que es dueño de la mujer, de los hijos y de los esclavos.

Les voy a leer una cita de Federico Engels, del libro El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado, de 1884, que me parece fundamental para todos los
debates que están planteados hoy alrededor del patriarcado. “El primer antagonismo
de clases que surge en la esclavitud coincide con el desarrollo del antagonismo entre
el hombre y la mujer en la monogamia y la primera opresión de clases que es la del
sexo femenino por el masculino”. “La monogamia y su consecuencia, la prostitución,
es la primera gran derrota de las mujeres”. Podríamos decir que desde entonces
comienza la larga lucha de las mujeres, a partir de esa gran derrota.

La mujer es recluida en el trabajo doméstico, marginada del trabajo social, salvo las
esclavas. Muchas veces se habla de Grecia y de otras grandes civilizaciones de la
antigüedad considerando sólo a la parte de la población libre, pero la inmensa
mayoría de los que trabajan son esclavos en todas esas sociedades y las mujeres
esclavas trabajan a la par de los varones. Tenemos que decir que hasta una parte del
siglo XIX y siglo XX la lucha de las mujeres queda invisibilizada dentro de la lucha de
los hombres. Siempre hablamos de Espartaco como el gran símbolo de la lucha de los
esclavos y tendríamos que encontrar alguna Espartaca, porque sin duda las mujeres
esclavas eran crucificadas después de cada una de esas rebeliones con la cabeza para
abajo igual que los esclavos, en todos los caminos que llevaban a Roma. Aun en esos
momentos, la mujer esclava sufría además la violencia sexual de los amos. Como
plantea Rita Segato, en la violación como en todas las situaciones de gran violencia
sobre la mujer hay, fundamentalmente, una cuestión de poder, no de placer.

Las esclavas eran violadas para que produzcan más esclavos y trabajaban hasta los 9
meses de gestación a la par de los varones. Una de las cuestiones que me parece
importante subrayar es que la opresión de las mujeres, la que en el siglo XX se va a
expresar en la categoría conceptual de género, la opresión de género es transversal
a todas las clases sociales, pero no la sufren de igual modo todas las clases sociales.
Para dar un ejemplo, la matrona romana en la Roma esclavista, tenía mucho prestigio
social, participaba y organizaba grandes fiestas, era respetada por los caballeros, al
igual que en el feudalismo las mujeres de los señores feudales, pero en su casa, así
como ellas oprimían a los siervos y a los esclavos con la misma crueldad y prepotencia
que los varones, sufrían en la familia la opresión y la humillación del marido. Eran
sirvientas y siervas del marido porque a partir de la propiedad privada, como vemos
hasta ahora y se expresa en forma brutal en los femicidios, la idea dominante es que
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la mujer es parte de los objetos que posee el 9 hombre, es de su propiedad y puede


hacer con ella lo que quiera. Hay que decir también que gracias a la lucha de las
mujeres y a la conciencia que van tomando muchos varones a partir de su propia
lucha social y política y del esfuerzo nuestro algunas de estas ideas van cambiando.
Entonces, este tema que recorre todas las clases pero no es igual en todas las clases
sociales, es una de las grandes complejidades que tiene hoy el movimiento de
mujeres y que nosotras no podemos resolver mecánicamente. Es un tema que dejo
planteado.

No voy a desarrollar por el tiempo que tenemos todas las etapas históricas de esta
lucha. Les dejo la inquietud porque es muy interesante, y daremos un salto al
momento del capitalismo.

El capitalismo Hemos tratado de mostrar a través de todo lo anterior que no es


cierto que el patriarcado surge con el capitalismo. ¿Por qué digo esto? Porque a la
vez de que el movimiento de mujeres incorporó con mucha fuerza, como algo muy
positivo y que nos unifica, la lucha contra el patriarcado, ha surgido un debate
importante en relación a este tema.

Hay teorías, principalmente la que sostiene Silvia Federici, que plantean que la
opresión de las mujeres se origina en el capitalismo, vinculado a la función del trabajo
doméstico ejercido por la mujer y necesario para la reproducción de la fuerza de
trabajo en el capitalismo; en interpretación de Federici esta función de cuidado a
cargo de las mujeres es más fundamental para la existencia del sistema capitalista que
la explotación de la fuerza de trabajo en la producción; de ahí su crítica a Marx. Esta
referencia que hacemos a Federeci no es con la pretensión de realizar en este
momento un análisis crítico de su obra de gran influencia en el feminismo, análisis
que sin duda es necesario hacer. Lo hago sólo con el propósito de señalar nuestra
diferencia con su posición sobre el origen del patriarcado. Para un análisis más
detallado de este tema, les recomiendo el artículo de Micaela Gomiz, en revista La
Marea digital: Debates abiertos en el movimiento de mujeres y feminista.

El patriarcado, ¿se va a caer, o lo vamos a tirar? Insistimos entonces en que el


patriarcado es una característica de la sociedad de clases, no solo de una forma
particular de esta sociedad: la capitalista. Al mismo tiempo hay que tener en cuenta
que recién con el capitalismo, con el ascenso revolucionario de la burguesía, el
movimiento de mujeres va a adquirir visibilidad con una organización propia.

Es la primera vez en la historia en que el movimiento de mujeres se organiza como


tal. A la vez coincide con la incorporación masiva de la mujer a la producción, obligada
a salir del ámbito doméstico y es salvajemente explotada junto con los niños, a veces
más que los varones, en aquellos años iniciales de la acumulación capitalista. Ese
terrible periodo que reflejan Marx en El Capital y Federico Engels en La situación de
la clase obrera en Inglaterra, también abordado por Hernán Doval en un reciente
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artículo en la revista La Marea digital, F. Engels: el joven rebelde que traicionó a 10


su clase, nos permite conocer cómo, en los inicios del capitalismo, en esas sórdidas
fábricas de la manufactura y en el trabajo a domicilio, antes y después de la
revolución industrial, las mujeres junto a los niños eran cruelmente explotadas.

Esta situación en que las mujeres son explotadas en las fábricas y agobiadas por tener
que seguir trabajando cuando regresan a sus hogares para resolver todas las tareas
domésticas, situación que se inaugura con el capitalismo junto con el hecho
objetivamente revolucionario de la incorporación masiva de la mujer a la producción,
es lo que denunciamos como la doble jornada de trabajo. Como respuesta a las
condiciones de trabajo en los primeros talleres manufactureros, con jornadas
interminables, las mujeres serán parte de la lucha de la clase obrera para reducir la
jornada de trabajo a 12 horas y luego a las 8 horas.

Al mismo tiempo se irá organizando el movimiento de mujeres para luchar por sus
propios derechos y reivindicaciones. Antes de continuar con las luchas que durante fin
del siglo XIX y principio del siglo XX, desarrolló el movimiento de mujeres y que se
conoce como "la primera ola", quería referirme a un tema que generalmente le
prestamos poca atención, y es al conjunto de ideas y creencias que legitiman y
legalizan haciendo aparecer como natural el lugar de subordinación y opresión que
sufrimos las mujeres. Se trata, como analiza Marx, del conjunto de formas jurídicas,
religiosas, artísticas o filosóficas, pertenecientes al terreno de lo ideológico, en que
cada sistema social sostiene su estructura económica y de clase y el papel del Estado
con sus aparatos ideológicos y represivos que lo garantice.

Esto nos obliga a librar la lucha en los dos terrenos, antes y ahora, en el terreno
material de lograr la independencia económica y que se nos garantice que por igual
trabajo tengamos igual salario, iguales derechos políticos y jurídicos, que podamos
acceder a los mismos puestos de dirección que los varones, que tengamos guarderías
en las fábricas, etc. Todo lo que es el programa de luchas reivindicativas de las
mujeres, que lleva más de un siglo y que sigue siendo actual, no solo en el terreno
social sino también en el terreno político. Por ejemplo, en Argentina se consiguió la
Ley de Cupos, muchas veces decimos hecha la ley hecha la trampa, pero por lo menos
tenemos una ley. Pero a nivel mundial, solo el 25% de los puestos políticos de gestión
está en manos de mujeres. Habría que ver en Argentina cuál es la proporción de esos
puestos como parte de esa lucha política.

Mitos, costumbres, cuestiones religiosas y filosóficas Como dije antes me voy a


detener en algunos ejemplos de los mitos, las costumbres, las cuestiones religiosas y
filosóficas y a veces hasta científicas que han sostenido históricamente y legitimado la
opresión de las mujeres. Por ejemplo, en el periodo del esclavismo, en la Grecia
clásica, Aristóteles -uno de los grandes filósofos- sostenía en relación al lugar de la
mujer en la procreación, que había dos sexos y un solo genitor, que sólo el varón tenía
capacidad de germinar o fecundar y que la mujer era pasiva, incapaz de 11 sentir
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placer. Esto se conoce como la teoría de un solo genitor con la cual se justificaba que
el hombre tenía derecho a disponer de todo lo engendrado. Esta teoría fue aceptada
durante más de dos mil años, hasta que Harvey demostrara en el siglo XVII que hay
elementos germinativos que portamos las mujeres.

La ciencia tardó mucho en ocuparse de conocer los órganos genitales femeninos. En


todas estas cuestiones, como lo explica muy bien Graciela Tejero Coni en su
artículo, Aspectos histórico-antropológicos de la sexualidad, se evidencia el poder
patriarcal en concreto. Lo mismo podemos advertir en lo mitos que van cambiando
conforme se pasa de la comunidad primitiva sin clases sociales antagónicas a las
sociedades de clase y se va imponiendo el patriarcado. Para tomar solo un ejemplo
que todas conocemos, el mito de Pandora, se habla de "una caja de Pandora" para
señalar que nos podemos encontrar con algo malo inesperado. Pero este mito en sus
orígenes hablaba de Pandora como una mujer que portaba un cofre lleno de tesoros,
no de maldiciones. También el arte en las comunidades primitivas expresaban el lugar
de admiración por las mujeres portadoras de la vida y la fecundidad, vinculada a la
tierra y su papel en la agricultura. Lo mismo en América andina el lugar de la
Pachamama, la madre tierra, a la que aún se le rinde culto. También este cambio en la
estructura social se va expresar en las religiones.

Por ejemplo en el panteón de la Grecia antigua ocupaba un lugar de privilegio Palas


Atenea, diosa de la guerra, de la sabiduría, de la ciencia y de la justicia. Esto lo
desarrolla extensamente Kollontai en el libro que cité. Pensemos por el contrario en
todas las religiones monoteístas, que se gestan sobre la Ley del Padre, dios padre todo
poderoso, creador del cielo y de la tierra, y dentro de eso según la Biblia dios crea a
Eva de una costilla de Adán, y Eva es la culpable de que Adán coma el fruto del árbol
prohibido. Algunos interpretan que es del pecado, y otros que era el árbol de la
sabiduría porque el saber da poder, y estaba prohibido porque no podían ni el
hombre ni la mujer llegar a tener ese saber.

La maldición con la que los echan del paraíso es a Eva “vas a parir con dolor” y Adán
“vas a ganar el pan con el sudor de la frente”. Fíjense el lugar de opresión, de
sometimiento, casi como una condición divina la del poder de estas religiones; y la
religión católica fue la ideología dominante en todo el feudalismo europeo. Las
mujeres que no se sometían eran ferozmente reprimidas y algunas llevadas a la
hoguera acusadas de brujería. Como analizó Marx, las religiones legitiman el orden
social y a la vez lo reflejan. Por eso: no solo hay que criticar la religión, hay que luchar
contra las condiciones objetivas que permiten que eso subsista.

No solo por los aspectos negativos de la religión sino por las necesidades que cubren,
frente a las grandes injusticias y sufrimientos del pueblo las religiones le ofrecen
formas de consuelo sustituto, este "valle de lágrimas" terrenal será recompensado
con un paraíso en el más allá; en otra vida. Por eso Marx decía que a la crítica de las
religiones tiene que seguir la crítica de la sociedad y la lucha por transformarla, que es
12

lo principal, porque si esto no 12 sucede las religiones seguirán sirviendo como


consuelo y resignación para los más oprimidos. Hablamos de estas cuestiones para
señalar la importancia que tienen las batallas ideológicas en todos sus aspectos,
también en aquellos que se manifiestan en las ciencias como en la psicología que
conozco, pero que debe estar en todas las ciencias. Porque al tiempo de luchar para
terminar con las causas de la opresión y de la explotación material hay que luchar
también para revolucionar el terreno de las ideas, de las costumbres, de los prejuicios.
Y este es un grandísimo aporte de Mao Tsetung y de la Revolución Cultural
Proletaria, que por algo se llamaba revolución cultural. La primera revolución que se
hace desde el poder y a partir de una de las enseñanzas que saca el Partido Comunista
de China y Mao Tsetung de la trágica derrota de la revolución socialista en la Unión
Soviética. Esto no quería dejar de plantearlo, aunque como decía cada uno de estos
temas podría dar lugar a una charla o un seminario donde estudiemos todas juntas.

Hitos en la lucha de las mujeres El tercer punto que propusimos desarrollar son los
hitos en la lucha de las mujeres. Como dijimos las luchas de las mujeres adquieren
visibilidad con el advenimiento del capitalismo y sobre todo a partir de su
incorporación masiva a la producción en la revolución industrial. Ya a fines del siglo
XVIII, en la Revolución Francesa, las mujeres campesinas participan activamente en la
gran rebelión plebeya que termina en Francia con el poder monárquico e instala el
poder de la burguesía. Son las mujeres la avanzada que asalta el palacio de Versalles y
lo arranca al Rey y a su corte porque necesitan el pan y los alimentos que están
acumulados ahí mientras los hijos de las campesinas se mueren de hambre.

O sea que tienen sin duda una participación descollante, donde se destaca Rosa
Lacombe, integrante del “Club de ciudadanas revolucionarias”. Sin embargo, les
prohibirán participar en los órganos de poder que instala esa revolución y tampoco
van a ser mencionadas sus necesidades y derechos en la Declaración de los Derechos
del Hombre. Uno siempre entendía que cuando se decía del “hombre” estamos
incluidas y pareciera que no. Recién en setiembre de 1791, la escritora Olympe de
Gouges hizo notar esta ausencia y escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer
y de la Ciudadana. Algo parecido va a pasar en todo el proceso de independencia de
Estados Unidos, donde las mujeres se organizarán para luchar por sus derechos
políticos y desde ya económicos. 13 No podemos dejar de mencionar el Manifiesto del
Partido Comunista redactado por Marx y Engels en 1848 que proporcionará las
bases teóricas a la lucha por terminar con toda forma de explotación y opresión y que
será también una guía para la emancipación femenina. Otro hecho muy importante es
la Comuna de París en 1871. Por primera vez la clase obrera que ya se ha organizado
en forma independiente de la burguesía toma el poder en París. Dura poco tiempo,
sin embargo sirve para bocetar los rasgos generales de un Estado proletario del que
sacarán enseñanzas Marx y Engels. Podemos advertir que el proceso de organización
del movimiento de mujeres se va dando no idénticamente pero en forma simultánea
a la organización independiente de la clase obrera. Desde las barricadas de París las
13

mujeres, que no logran formar parte del Consejo de la Comuna, sí logran: igual salario
por igual trabajo, el divorcio y la abolición de la prostitución bajo la garantía que la
Comuna garantizará trabajo productivo efectivo a las mujeres que están bajo las
condiciones de prostitución.

Ya en 1871, el primer gobierno obrero prohíbe la prostitución, pero con la única


forma en que puede hacerse efectiva -porque en Argentina también está abolida- que
es garantizando a las mujeres las condiciones de trabajo y vivienda con derechos
sociales, sino no se puede. Por eso dice Engels que con la monogamia que saca a la
mujer del trabajo productivo surge la prostitución. Pensamos que este es el camino,
no el que sostienen algunas organizaciones que consideran a la prostitución un
trabajo. Es una polémica que no creo que sea la principal, pero es muy importante.

No quiero dejar de mencionar en los siglos XVIII y XIX la participación de las mujeres
en las luchas anticoloniales. Para nombrar en ellas a todas, recordemos a Micaela
Bastida, compañera de Túpac Amaru que participa activamente en los
levantamientos de 1791- 1792 en el Perú y el Alto Perú, al igual que Bartolina Sisa,
compañera de Túpac Catari. También la tucumana Manuela Pedraza en 1806 que
junto a ciento de mujeres enfrentaron a los invasores ingleses con aceite hirviendo. Y
en la guerra de la independencia, Juana Azurduy al frente de los indios Tarabucos
mantuvo a raya en el Norte al ejército español. En el siglo XX se produce un gran salto
en el desarrollo del movimiento de mujeres y en su organización independiente. Los
distintos momentos de ascenso del movimiento, con sus retrocesos, han sido
sistematizados como las distintas olas y como toda periodización puede ser objeto de
discusión y según los enfoques se jerarquizan unos u otros acontecimientos. Me
parece útil partir de ellas para nuestra exposición. 14

La primera ola Se refiere al período que abarca desde comienzos del siglo XX que se
iniciaría con la situación que antecede a la Primera Guerra Mundial en 1914 hasta la
segunda mitad del siglo XX. Una lucha que adquiere carácter internacional en este
período fue la que permitió establecer el 8 de marzo como Día Internacional de la
Mujer Trabajadora. Alrededor de porqué se impuso esta fecha y si es el día “de la
mujer trabajadora”, o “de la mujer” hay debates. [Las remito a artículos que ha escrito
Germán Vidal en el semanario Hoy]. Hay una discusión si se debe a que en 1908 hay
una gran marcha de mujeres el 8 de marzo en Nueva York que es reprimida; también
hay una ocupación de los talleres Cotton en Nueva York que son incendiados y
mueren una cantidad de mujeres. También se sostiene que tiene que ver con el 23 de
febrero, esa gran marcha de mujeres en la Rusia zarista que encabezan las mujeres y
son reprimidas por el zar y ¿por qué el 8 marzo? porque el 23 de febrero del
calendario gregoriano ruso es el 8 de marzo, entonces se plantea esa fecha. Como
ustedes ven en cualquiera de las opciones siempre hace referencia a momentos
heroicos de la lucha de las mujeres. A su vez en 1910 se hacen dos Congresos
Internacionales de Mujeres organizados y presididos por Clara Zetkin, una gran
14

comunista alemana, que lucha para que se imponga el día internacional de las
mujeres, y consigue que se establezca el 8 de marzo como el Día Internacional de la
Mujer Trabajadora en 1910, con la aprobación de 17 países.

Recién en el año 1975 las Naciones Unidas reconocen el 8 de marzo como el Día
Internacional de la Mujer, y está muy bien que incluyamos en ese día a todas las
mujeres, pero no significa diluir que es de las mujeres trabajadoras también, más en
un siglo donde ya la mayoría de las mujeres somos trabajadoras. Un acontecimiento
que tendrá enorme repercusión en esta primera ola será la Primera Guerra Mundial
y sus preparativos ya que obligan a una nueva gran incorporación de la mujer en la
producción, inclusive en lugares que no tenía antes. Porque se consideraba que había
trabajos (como se considera quizás ahora) que no podían hacer las mujeres. No solo
trabajos de fuerza que podría ser razonable hasta que recuperemos nuestra fuerza
natural que la perdimos en siglos de sometimiento, pero hoy tienen que pelear para
conducir un colectivo, que no exige fuerza, sino que hay discriminación. En la guerra
no tuvieron más remedio que aceptar que las mujeres ocupen todos los puestos de
trabajo que los hombres que eran incorporados a los ejércitos dejaban vacante.
Vuelvo a insistir que la incorporación a la producción y el lugar en la producción
son una condición necesaria en el proceso de liberación de las mujeres; necesaria
pero no suficiente ya que no resuelve por sí misma todas las lacras del patriarcado. En
muchas corrientes del feminismo no se le presta suficiente atención a esta cuestión
que es decisiva porque sin independencia económica la mujer está obligada a
depender de otro.

Esto se ve inclusive en los casos de violencia, porque dónde va a ir la mujer si no tiene


dinero, si no tiene 15 vivienda. Exigimos que el Estado cubra esta necesidad; pero a la
vez es un reconocimiento de la desigualdad material que tenemos, muchas veces
trabajando a la par. A fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX se desarrollará una
importante lucha en Gran Bretaña y otros países exigiendo el derecho de las mujeres
a votar, es el movimiento que se conoce como el de las sufragistas. Recién después de
la Primera Guerra Mundial se reconoce legalmente este derecho para las mujeres
mayores de 30 años y en 1928 para todas las mayores de edad. En Argentina se
logrará en 1951 con el impulso de Eva Perón. Pero el hecho histórico de mayor
trascendencia de este período será la Revolución Rusa, permitirá un salto cualitativo
en el desarrollo del movimiento de liberación de las mujeres. Dirigidos por Lenin y el
Partido bolchevique la clase obrera toma el poder y por primera vez comienza la
construcción de una sociedad sin explotadores ni explotados, la sociedad socialista. En
ese periodo, sobre todo en los primeros años revolucionarios, las mujeres conquistan
derechos que no los habían tenido nunca bajo las condiciones del capitalismo. Por
ejemplo, igual salario por igual trabajo, la protección real de la mujer durante el
embarazo y la crianza, el divorcio, el aborto legal y gratuito, el acceso real a la
educación mixta, etc. Entiendo que las que nos ubicamos desde el punto de vista
marxista y revolucionario en el movimiento feminista y en el movimiento de mujeres
15

tenemos la responsabilidad de estudiar con más profundidad los logros y también las
contradicciones de las mujeres en esos procesos revolucionarios.

Con más razón en momentos en que las ideas dominantes plantean, a partir de la
derrota que sufrimos, que fueron un fracaso y que hay que olvidarse de esos
procesos, que este sistema capitalista es el único posible. Sin embargo, no se podrá ir
más allá de hasta donde llegaron esos procesos en la lucha revolucionaria si no se
estudia y se aprende de los aciertos y errores de los mismos.

Nosotras que nos interesamos en particular por la situación de las mujeres tenemos
que analizar los problemas de las mujeres en el socialismo. Les recomiendo para el
periodo de la Revolución Rusa los libros que escribió Alejandra Kollontai, entre ellos
uno que mencioné reeditado recientemente: Catorce conferencias en la Universidad
de Leningrado, en el año 1921. Y para el periodo de la Revolución China La mitad del
cielo, de Claudie Broyelle, que es la historia del movimiento de mujeres en la China
revolucionaria, en particular durante la Revolución Cultural Proletaria. Estudiando
esos dos procesos revolucionarios y la lucha que se da alrededor de la cuestión de la
mujer, aunque aún sea en mi caso un estudio muy incipiente, permite sin embargo
entender mejor una cantidad de cuestiones. Por ejemplo, en el seno del proceso
revolucionario en Rusia se dio una gran lucha alrededor de “el lugar de la mujer”, si
seguía siendo el hogar familiar y además debe incorporarse a la producción, o como
planteaba una línea proletaria revolucionaria que junto con la incorporación a la
producción, (en Rusia, con una economía destruida por 3 años de guerra civil y guerra
imperialista, se va a 16 decretar en la Nueva Política Económica (NEP) el trabajo
obligatorio de hombres y de mujeres) era necesario socializar las tareas domésticas.
Esta línea revolucionaria la va a empujar Kollontai, quien sostiene que sin resolver la
contradicción entre el trabajo privado para la familia y el trabajo social, esa
incorporación a la producción no se va a poder llevar a cabo, o si se lo hace va a ser a
costa de una mayor carga sobre las mujeres, que es lo que hablábamos anteriormente
de la doble jornada de trabajo. Esta línea revolucionaria es derrotada en la Unión
Soviética, según Kollontai alrededor de 1930. Esa derrota se va a manifestar, entre
otros hechos, en una gran campaña para que la mujer vuelva al hogar, también se
volverá a la penalización del aborto que había sido legalizado en 1920. En este
periodo se produce un gran retroceso dentro del movimiento de emancipación de las
mujeres.

Esto nos plantea un interrogante que dejo para ustedes porque no lo tengo resuelto
que es ¿cuánto influye la derrota del movimiento de mujeres y de las mujeres en el
socialismo, como una condición previa a la gran derrota que sufrió la clase obrera en
su conjunto? Es decir, ¿cómo ha influido esta situación para que en la URSS se
restaure el capitalismo? En relación al proceso revolucionario en China entiendo que
no puede soslayarse lo que ha significado el maoísmo para el tratamiento de las
contradicciones en todos los ámbitos de la construcción del socialismo. Por ejemplo,
16

las contradicciones que existen entre las relaciones de producción y las fuerzas
productivas; entre la base material, entre los cambios en la propiedad de los medios
de producción y la necesidad de revolucionarizar también el conjunto de ideas,
costumbres, normas, etc.; es decir que a los cambios en la estructura de la sociedad
se correspondan los cambios en las relaciones sociales y en la superestructura y que
estos exigen como planteara Mao una lucha política e ideológica activa. Les decía
antes que la Revolución Cultural Proletaria tiene ese gran fundamento que parte de la
comprensión de que en socialismo continúa la lucha de clases en todos los aspectos
de la vida social y de la necesidad de continuar la revolución durante la dictadura del
proletariado, en el período de transición del socialismo al comunismo.

Por ejemplo, para pensar, el carácter del trabajo no cambia porque no haya
explotación simplemente y porque la plusvalía, el trabajo excedente no se lo apropie
el capitalista sino el Estado socialista y se proponga distribuirlo de acuerdo a las
necesidades sociales. Es un cambio gigantesco desde ya porque no hay explotación,
pero no cambia el carácter del trabajo si sigue siendo solo una obligación “social”
donde se vende la fuerza de trabajo para obtener un salario. Estas cosas profundas
que tienen que ver con superar la alienación en el trabajo que plantea Marx, las
aborda Mao Tsetung en China y el Che Guevara en Cuba. En lo del Che Guevara
como necesidad de gestar “el hombre nuevo”, Mao, como necesidad de librar una
lucha política e ideológica activa.

Ya Lenin planteaba la necesidad del trabajo voluntario, no como un problema


económico principalmente, como un problema ideológico donde el conjunto de la
sociedad ofrece voluntariamente su trabajo para 17 satisfacer una necesidad social y
buscar un bien común. Y no solo por un interés y una necesidad individual. Si
socializando los medios de producción se va a mantener como el motor principal de
construcción del socialismo, el estímulo y el interés material individual, el
individualismo, etc., como dijo Mao Tsetung refiriéndose a China en la década del 60,
se estará construyendo una sociedad “es apenas diferente al capitalismo, donde
todavía existen como 18 categorías diferentes en el trabajo y todavía la mujer es
considerada inferior”. A pesar de que en el año 1949, pocos meses después de la
revolución, la Ley de Matrimonio en China planteó la discriminación positiva para las
mujeres que habían sido oprimidas durante siglos, al punto que les vendaban los pies
cuando nacían para obligarlas a caminar detrás de los hombres, con los pies chiquitos.
El Estado de la República Popular de China legisla en la Ley de matrimonio que el
Estado no podía ser neutral si una mujer pedía el divorcio sino que tenía que ponerse
del lado de la mujer, porque para que la mujer se anime y pueda romper con el yugo
del patriarcado en China después de milenios de opresión era necesario que el Estado
la apoye.

Eso está escrito en la Ley de Matrimonio del año 1949. Como se ve en libro La mitad
del cielo, la Revolución Cultural se hace también porque luego de los primeros años
17

de la revolución se volvieron a imponer las concepciones burguesas patriarcales y la


mujer continuaba sufriendo una gran opresión en la familia, dependiendo del padre o
del marido, y esto hace que las mujeres estuvieran a la vanguardia en la Revolución
Cultural y fueron las grandes entusiastas de avanzar en la colectivización en todos los
aspectos de la vida social cotidiana.

Si uno ve cómo se abordan las contradicciones en Rusia según lo sostiene Kollontai y


cómo se aborda en China, se va a dar cuenta de esta diferencia filosófica, ideológica y
de comprensión del marxismo y la dialéctica en China. En Mao está siempre presente
la importancia de la lucha política y en el terreno cultural, la comprensión que la
construcción del socialismo exige desarrollar la producción pero que el solo desarrollo
de las fuerzas productivas, el cambio de la base material, no garantiza
automáticamente el cambio de todas las relaciones sociales sostenidas en milenios de
sociedades basadas en la explotación y la opresión. Y que esta lucha hay que darla
ganando a las masas para ese camino y no imponiéndolo desde arriba.

Así como el Estado de las clases dominantes reprime y persuade y se sostiene sobre el
consenso, también el cambio de sociedad tiene que ir ganando un consenso, no solo
en los niveles jurídicos sino en las costumbres e ideas; en la conciencia de las masas
obreras y populares. Dentro de eso tiene que resolver algo que es muy difícil que es el
machismo y todas las lacras del patriarcado, que en China tenía profundas raíces
imperiales y feudales. Si uno quiere ver lo que cuesta cambiar estas ideas, hay que ver
lo que fue la revolución en Cuba, donde las mujeres habían participado en la lucha
armada y con dirigentes como Haydée Santamaría clave en la Sierra y después que
triunfa la revolución encabezan la gran campaña de alfabetización, no logra resolver el
tema del machismo, como tampoco la discriminación a los negros.

Si uno lo piensa fríamente no deberíamos sorprendernos ya que es imposible que


costumbres arraigadas que tienen por lo menos 10 mil años 18 sostenida y conservan
raíces materiales, sociales, religiosas, ideológicas ¿alguien puede creer que en 10
años, 30 años, 50 años se van a resolver? Si no hay una lucha activa también en el
terreno ideológico, de las costumbres y de las ideas profundas es imposible.

Esta es una cuestión importante, es decir, los aportes teóricos, ideológicos que hizo el
marxismo en los distintos momentos, que hizo el Che, que no por eso dejaba de ser
machista, como pasa con tantos compañeros. Y también en este terreno los aportes
del maoísmo que son fundamentales. Retomando el hilo de esta primera ola en el
desarrollo del movimiento de las mujeres luego de habernos detenido en estos
grandes momentos que fueron las revoluciones Rusa y China, es importante que
destaquemos algunos hechos que se producen en el período de la segunda
postguerra en occidente y que permitirán al movimiento de mujeres un nuevo
avance.
18

Se van a producir los aportes en el terreno de la psicología, de la antropología y de


la cultura que van a ayudar a la comprensión de la opresión específica de las mujeres.
Es importante leer a Margaret Mead, ella es una inglesa que en 1948 estudia
determinadas comunidades y llega a la conclusión de que las cualidades de género
masculino y femenino, macho y hembra, no son naturales, no son por el sexo
biológico, sino que se adquieren socialmente.

Y que se adquieren con cualidades diferentes según las comunidades, lo que es


apreciado como masculino o femenino en cada una de esas comunidades se
construye socialmente. El otro gran aporte en el año 1949 es el de Simone de
Beauvoir, que escribe un libro muy esclarecedor El Segundo Sexo, donde estudia
cómo lo masculino y lo femenino se modela como una identidad adquirida, no
natural, y se modela en oposición de un sexo contra otro.

Por lo tanto, la idea de absolutizar la contraposición entre los sexos como


contradicción principal no ayuda al desarrollo del movimiento de mujeres si no se
lucha a la vez que contra el sistema la sociedad que modela también una identidad
masculina para poder explotarla mejor. Ahora hay algunos trabajos muy interesantes
sobre las masculinidades. Entre esos he leído un trabajo del antropólogo Hernán
Palermo sobre cómo entre los obreros petroleros las patronales aprovechan los
prejuicios que existen como la idea de “si sos macho o no para ver cuantas horas
aguantas”, “qué trabajos más pesados podés hacer”, “no seas mariquita”, “no llores
porque no volvés a tu casa” impone los ritmos y organización del trabajo que le
conviene. No puede ser de otro modo, porque la sociedad y la educación en particular
dentro de las grandes instituciones legitiman, preparan los sujetos aptos para
reproducirla.

Por eso cuando nos dicen que insistimos con la opresión de las mujeres siendo que
hay mujeres más machistas que los varones, decimos que es cierto porque algunas
aún no se han liberado del rol que tienen asignado socialmente: formar a los hijos en
las concepciones patriarcales y machistas. Por eso lo fundamental de esta gran
revolución del movimiento de mujeres es el cambio de la cabeza de las que van a ser
madres y van a estar a cargo de las familias. Esas chicas de 5, 8 y 10 años que van a 19
las marchas no van a decirle a sus hijos “esto no hagas porque sos varón, que lo haga
tu hermanita”.

Ahí viene la importancia que tiene la lucha contra el patriarcado en general, porque
golpea en los pilares fundamentales que sostienen este sistema capitalista
imperialista de opresión. Por lo tanto, no subestimamos la importancia que tiene esta
lucha por cambiar las cabezas y por pelear las leyes necesarias. Decimos que el
cambio a fondo es imposible si no se da vuelta el viento, como decía Mártires López, y
para eso tiene que soplar con fuerza revolucionaria.
19

Mencionando las influencias ideológicas en algunas disciplinas no puedo dejar de


mencionar porque me toca de cerca a los padres tutelares de la psicología oficial hoy
en las facultades, que es Freud, con su teoría psicoanalítica sobre la sexualidad es el
monumento al falocentrismo, explicando la sexualidad femenina a partir de la envidia
al pene y el complejo de castración, teorías que se siguen repitiendo hasta ahora. O
de Lacan, que sigue hablando como si fuera natural la ley del padre, y todo se
organiza alrededor de la lucha entre el deseo y la ley del padre. Mensaje para las
compañeras que están en las facultades.

Que cuando hablamos de que no se puede luchar para cambiar lo material sin luchar
a la vez por cambiar las ideas, esto hace que nuestra lucha en el movimiento
estudiantil y como profesionales no puede limitarse y reducirse a las reivindicaciones
económicas, a que luchemos por el apunte, por el comedor, etc. Eso es fantástico, es
condición necesaria para estudiar, pero si no nos metemos en las polémicas con los
contenidos vamos a salir a la calle con el pañuelo verde pero en la facultad nos van a
seguir metiendo la ley del padre.

Y también, por supuesto, la lucha con todas las concepciones pos modernas que
predominan especialmente en las ciencias sociales. La segunda ola El inicio de la
segunda ola se ubica en la segunda mitad del siglo XX. En este período se producen las
grandes revoluciones y luchas anticoloniales. Triunfa la Revolución Cubana, el Mayo
Francés, las luchas anti raciales y el movimiento hippie en EEUU, el triunfo del pueblo
vietnamita, la Revolución Cultural en China.

Las grandes puebladas antidictatoriales en nuestro país en el marco de un gran auge


revolucionario mundial. Pero hay otras revoluciones que se van a dar en las relaciones
entre los sexos donde juega un gran papel la píldora anticonceptiva, una mayor
libertad sexual y la lucha de los movimientos exigiendo el respeto a la diversidad
sexual. Para valorar los cambios que se produjeron en este aspecto téngase en cuenta
que hasta 1960 la Organización Mundial de la Salud consideraba a la homosexualidad
una enfermedad, al igual que el DC4, el decálogo de la psiquiatría yanqui, pero que lo
usábamos en todo el mundo.

Por lo tanto, la homofobia, o sea, la discriminación de no aceptar la diversidad sexual


era un tema reforzado por la ciencia entre comillas. Esto inficionaba todos los
sectores sociales y también los partidos de izquierda y revolucionarios, nadie quedaba
afuera de eso. 20 En este período vuelve a manifestarse con claridad dentro del
movimiento de mujeres, junto a un feminismo reformista, un feminismo
revolucionario que sostiene que la liberación de la mujer exige luchar por la
liberación de toda la sociedad pero que, a la vez, la revolución social no puede
limitarse a terminar con las diferencias de clase sino también con todas las diferencias
de sexo.
20

Fíjense que nosotros seguimos discutiendo hasta ahora si puede haber un feminismo
revolucionario, marxista, si las comunistas revolucionarias nos consideramos parte del
feminismo. Yo ya tomé partido, en medio del debate.

Creo que somos parte del movimiento feminista, creo que ese inmenso movimiento
que es heterogéneo, diverso, que está en desarrollo exige que nosotras participemos
dentro de él para ayudar a que pueda ser hegemonizado por las concepciones que
plantean que ese movimiento tiene que confluir con el movimiento obrero y popular,
para lograr verdaderamente la liberación de las mujeres.

No encuentro ninguna razón para estar afuera, primero porque obligada a estudiar
un poco el movimiento feminista, no solo en el 60 sino desde sus orígenes, hay
corrientes revolucionarias y marxistas dentro del feminismo desde la época en que
Clara Zetkin luchaba por la organización internacional de las mujeres comunistas.
Nunca han sido hegemónicas, pero también es cierto que una parte del movimiento
comunista de mujeres, nosotras incluidas, lo tenemos en debate, entendiendo que:
¿por qué feminista y no sólo movimiento de mujeres?

Y también se puede decir, somos parte del movimiento de mujeres y también


feministas, porque hay una masa de mujeres que son parte del movimiento de
mujeres que no se consideran feministas, como muchas de nosotras no nos
considerábamos hasta hace muy poco. Pero eso no quiere decir que si el feminismo
hoy es la lucha por los derechos de las mujeres y está hegemonizado por sectores que
plantean que hay que terminar con el patriarcado, o sea que ha salido
mayoritariamente de la lucha macho-hembra para plantear una cuestión fundamental
del poder y del Estado como es el patriarcado, aunque no planteen en su mayoría
terminar con el Estado de las clases dominantes sino desde posiciones reformistas.
Pero la verdad transitamos junto a sectores con posiciones tan distintas a las nuestras
con los que coincidimos políticamente en algunos puntos, que por qué no podemos
transitar junto con un movimiento que podemos caracterizar reformista, dentro del
feminismo, que pelea por reivindicaciones comunes por las que peleamos nosotros,
incluido terminar con el patriarcado, a pesar de que mantengamos diferencias que las
voy a plantear en el debate.

Pero no vamos a poder profundizar e incidir dentro de ese movimiento inmenso,


heterogéneo, con mayoría de jóvenes que no saben muy bien qué se discute y cuál es
la diferencia, si no nos metemos en ese movimiento.

En la medida en que he participado hace tres años en estas charlas las jóvenes me han
ido convenciendo de la justeza de esta posición. Este es un debate abierto, en el
Partido, en la Juventud, no está definido pero para eso es importante este
intercambio. 21
21

La tercera ola La categoría de género Esta tercera ola se da entre la década del 80 y
del 90. De toda la riqueza que tiene destaco dos cuestiones. Una es que el ascenso del
movimiento de mujeres se da en un periodo de retroceso del resto del movimiento
popular a partir de la derrota histórica que sufre la clase obrera por la restauración
capitalista en los países socialistas lo que permite un gran avance de la derecha y de la
reacción; momento en que se impone un nuevo orden mundial y se afirma el triunfo
omnímodo del capitalismo imperialista.

También en nuestro país en la década del 90 con el gobierno de Menem-Cavallo, se


impondrá la política llamada neoliberal, privatista y de profundo contenido
antinacional y antipopular. Sin embargo, asistimos a uno de los mayores desarrollos
del movimiento de mujeres que ha continuado en ascenso hasta hoy.

Además de un extraordinario desarrollo de la lucha política y reivindicativa del


movimiento de mujeres, el otro hecho a destacar en este periodo es la elaboración
teórica de la categoría de género. Joan Scott es una de las que elabora este
concepto según lo analiza Graciela Tejero Coni, quien nos ayudó mucho a la
comprensión de que no solo había un tema de clase sino de género. Y quiero señalar
que es un mérito del PCR que en su Programa para la revolución democrática,
agraria, antiimperialista en marcha ininterrumpida al socialismo, cuando analiza el
movimiento de mujeres y la necesidad de su participación en la lucha revolucionaria
como condición para que esta triunfe, incorpora que las mujeres sufrimos una doble
opresión, de clase y de género.

Que la contradicción principal es de clase pero que la de género existe y exige un


tratamiento específico. Siendo maoístas, también agregamos que en determinadas
condiciones la de género puede pasar a ser principal, es decir, si un obrero golpea o
quiere matar a su mujer, que también es obrera o puede ser una burguesa, la
contradicción principal no es de clase sino que es de género.

Es un femicida. Esto no es sólo un tema teórico, sino que ha tenido una gran
incidencia para el abordaje de complejos problemas de la práctica política como los
que abordaron las compañeras de la CCC y del movimiento de desocupados. Esto lo
hemos aprendido nosotros en las asambleas de La Matanza, con una compañera
entrañable, María Conti, que militó ahí como integrante de la Comisión Nacional de
Mujeres del Partido. Ella trabajaba en la Escuela de Psicología Social y ayudó a que las
psicólogas sociales tomaran el tema de la formación de promotoras contra la violencia
hacia las mujeres.

Se planteaba si era correcto que una compañera dijera en la asamblea que su marido
la golpeaba, porque eso podía dividir el movimiento, cómo se iba a decir eso si incluso
podía ser un dirigente el golpeador. Se logró ganar a la dirección del movimiento y a
Juan Carlos Alderete para que las compañeras pudieran plantear en las asambleas que
eran golpeadas. Las compañeras que por primera vez se animaban a hablar en público
22

y eran aplaudidas decían “acá hablo y me aplauden pero en mi casa me golpea y está
acá el que me golpea”; fue un paso muy 22 importante que pudieran hablar en la
asamblea de esta situación y, al igual que en muchos otros temas, la CCC ha sido un
gran instrumento no sólo para la lucha reivindicativa sino para ayudar a resolver
temas muy difíciles de la vida cotidiana.

Por primera vez en la Escuela Amarilla pusieron un cartel que dice “el compañero que
golpea a una compañera no es un compañero”. Muy compleja es esta relación porque
se expresa en los partidos políticos y en sus juventudes, con los acosos, violencias,
violaciones, etc. Entonces, tenemos que precisar a qué se refiere esta categoría de
género, les leeré la definición que para mí lo expresa mejor tomada del trabajo de
Graciela Tejero Coni: “es un fenómeno social y cultural que hace referencia a las
relaciones de poder, con carácter histórico, entre los varones y las mujeres.

Por la cual, los varones se consideran socialmente sostenidos para tener poder sobre
las mujeres. Por lo tanto es una relación que incluye relaciones de propiedad, de
clase y de producción y reproducción, que hacen tanto al pasado como al presente”.

Hoy entre los debates está el tema de los géneros, no ya del género. El riesgo más
grande de los géneros no es reconocer que haya otros, porque si existen en la
realidad debemos reconocerlos. Sino cuando se trata de invisibilizar y subestimar al
gran género oprimido que es el de las mujeres.

Además, no se plantea con suficiente fuerza que si los otros géneros son oprimidos
dentro del patriarcado, es por esa relación de poder estatal que se ha impuesto con la
propiedad privada y la división de la sociedad en clases, que es de los varones sobre
las mujeres y sobre todo el resto de las diversidades.

Tiene que ver con la complejidad de la sociedad y con los derechos que han ido
logrando de todos los sectores oprimidos de la sociedad, no solo el de las mujeres
sino el de las homosexuales, lesbianas, travestis, trans, y más y es necesario respetar
el derecho de todos ellos.

Del mismo modo que en la discusión incluyo que no es correcto que se diluya la
opresión de la mujer, ni que se la trate como una más, como dice Mao Tsetung: las
mujeres llevan sobre sus espaldas la mitad del cielo, y si ese sector oprimido es
invisibilizado se subestima la importancia que tiene su lucha para barrer con todas las
otras opresiones y discriminaciones.

La tercera ola en Argentina Dentro de la primera década, no podemos olvidarnos en


Argentina del movimiento de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en plena dictadura.
Esa lucha heroica que la inicia un puñado de mujeres exigiendo la aparición con vida
de sus hijos inaugura en nuestro país el pañuelo como identificación de un
movimiento. A los pañuelos blancos le seguirán luego el pañuelo verde, el rosa de la
23

emergencia en violencia, hay uno rojo de la separación de la iglesia del Estado, el


multicolor de las diversidades.

Qué importante sería que todos se fundieran en un sólo gran pañuelo que pueda
barrer este sistema espantoso de discriminación, explotación y opresión.

También en esta década de los 80 se hará el primer acto masivo por 8 de Marzo, por
el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Aquí un gran recuerdo para nuestra
querida Carmela, Clelia Iscaro. Ella fue el motor de la unidad que se fue gestando en
el movimiento de mujeres y de su confluencia en los Encuentros Nacionales de
Mujeres. En el año 1986 se realiza el Primer Encuentro Nacional de Mujeres,
fenómeno único en el mundo que se han sostenido durante 35 años.

Han ido creciendo en masividad, con un gran salto producido por la incorporación de
las jóvenes. A la vez también se produce un cambio progresivo en el que los temas
que tenían que ver con los problemas específicos de las mujeres adquirirán cada vez
más presencia en los Encuentros.

No sólo se mantenía una gran participación en los talleres de desocupados, de


trabajo, de crisis, de internacional, barriales, sino que comenzaban a crecer cada vez
más los talleres del aborto, de violencia, de sexualidad, disidencias. Se deben acordar
las que fuimos desde el primer Encuentro, que llegó un momento en que eran tantos
estos talleres que nos costaba contarlos.

Cada vez eran más las compañeras trabajadoras, campesinas, originarias que
necesitaban participar y debatir sus problemas específicos en esos talleres; no
pensemos que eran solo un problema de las jóvenes o las pequeñas burguesas, sino
de la mayoría de las mujeres encuentreras.

Variedad de talleres específicos que se mantienen junto con lo de los grandes


problemas del trabajo, de tierra, de crisis. Ahora estamos en una gran lucha para no
perder el carácter del Encuentro. Nuestro Partido ha peleado, aunque parezca
contradictorio, para que ningún partido se adueñe de los Encuentros, porque en el
momento que algún sector o grupo se apropiara y los Encuentros dejaran de ser
autoconvocados, horizontales, democráticos, etc., y basado en los talleres, ese día se
terminarían los Encuentros. Por lo menos estos Encuentro que convocan a decenas de
miles de mujeres y crecen año a año.

Como ha pasado en todo el mundo o como pasa en cualquier organización masiva


cuando predominan las luchas de partidos o facciones. Así pasó con las asambleas en
el Argentinazo que se fueron desmembrando, copadas por los trotquistas y otros
grupos sectarios. Es importante que las jóvenes que son hoy el gran contingente que
van a los Encuentros puedan entender por qué defendemos tanto los pilares del
Encuentro. Hay un debate que para mí no es el principal, aunque por cómo se plantea
se transforma en principal, que es cómo se van a llamar los Encuentros, porque detrás
24

de cómo se van a llamar y de querer cambiarle el nombre que tuvo desde su origen
está este debate sobre el carácter del Encuentro. Tenemos que dar esta discusión de
manera tal que se pueda diferenciar bien qué es lo principal y lo secundario para
garantizar la continuidad de los ENM. Entre los hitos en el desarrollo del movimiento
de mujeres quiero señalar el caso de Romina Tejerina.

Una gran lucha que ha tenido, también como escenario muy importante los ENM, que
se dio entre el 2003 y el 2005. Romina fue un caso testigo, para nosotros, que
permitió un gran salto en la comprensión de una cantidad de cuestiones muy 24
profundas y difíciles. Romina era una joven jujeña que quedó embarazada por una
violación, que niega su embarazo y que cuando nace el hijo, entra en pánico y lo
mata. María Conti y Mariana Vargas, una joven abogada en Jujuy, encabezaron esta
lucha, junto con nuestro Partido y todo el movimiento de mujeres, tomaron este caso
que ustedes pueden imaginar las dificultades que tenía.

Difícil porque si cuesta que una mayoría de mujeres sencillas acuerden con la lucha
por el aborto legal y gratuito, piensen lo que era que se ganaran para luchar
defendiendo a alguien que era considerada asesina, a una mujer jovencita que
ocultara el embarazo y entrara en esa locura vinculada al momento del parto, que
implicaba que lo único que quería era deshacerse de ese ser al que vivía como una
cosa monstruosa. Y lo conseguimos y fue bandera de los movimientos de mujeres la
consigna de Justicia para Romina Tejerina y luego, la lucha por su libertad ya que
estuvo 14 años presa. Pero esta lucha que en parte perdimos, en el fondo la ganamos
porque se logró conmover a la opinión pública, incluida figuras importantes de la
cultura como León Gieco, y que se avanzara en comprender en la figura de Romina la
inmensa injusticia que sufren cientos de mujeres. De ahí la justeza de la consigna que
también se fue construyendo conjuntamente en los Encuentros y en el movimiento de
mujeres de: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto
legal para no morir.

Las tres son importantes y no están garantizadas en la Argentina. Porque la ESI no se


enseña en la mayoría de las escuelas, en Tucumán está prohibido. Hablando de
Tucumán, no quiero olvidarme que ese monstruo, hijo de otro monstruo, un
abusador, que es Ricardo Bussi, ha presentado en la Legislatura tucumana un
proyecto para declarar el 8 de agosto “el día de las dos vidas”, por la fecha donde
perdimos la batalla por el aborto legal en el Senado.

La Casa de las Mujeres Norma Nassif está trabajando un petitorio y tenemos que
movilizarnos para impedir que esto se apruebe. Ya la ciudad de Tucumán se ha
declarado Capital de “las dos vidas”. Y ese feto que es un monstruo que desfila con los
pañuelos celestes ha sido hecho en Tucumán. Yo que soy tan orgullosamente
tucumana tengo que hablar de las cosas espantosas que pasan en mi provincia y en
todo el norte, no sé cómo será en las otras provincias. El caso de Romina tenemos que
25

tenerlo como uno de los grandes hitos de la lucha del movimiento de mujeres y del
PCR, que conmovió a la sociedad argentina.

Después junto con lo que puede considerarse el desarrollo de una cuarta ola, en el
siglo XXI, se lograron grandes triunfos como la Ley del Matrimonio Igualitario. No
hablo de la Asignación Universal por Hijo que beneficia en general pero
particularmente a las mujeres, cuando se ganó que vayan a nombre de las mujeres, lo
que es una conquista importante. Lo mismo que ahora se pelea para que los terrenos
que se den en el Plan Procrear sea con el nombre de las compañeras. Así como
nosotras luchamos para que el movimiento de mujeres confluya con el movimiento
popular, tenemos que luchar, sobre todo las revolucionarias y comunistas, 25 para
que el movimiento obrero, el movimiento de desocupados, el movimiento juvenil
tome como propias todas las reivindicaciones de las mujeres.

No solo igual salario por igual trabajo, que está muy bien, sino el conjunto de las
reivindicaciones específicas que tenemos como mujeres. En el año 2015 se produjo
otro gran salto, que es el movimiento Ni Una Menos. Comienza con una lucha contra
los femicidios en Santa Fe, después es tomada por algunas periodistas, trasciende y se
produce un nuevo impulso en la masificación del movimiento de mujeres. Me parece
que en este momento el mismo desbordó el cauce que daban los Encuentros
Nacionales de Mujeres y permitió a su vez un nuevo salto. La relación es recíproca
pero ninguno se reduce al otro.

Sin los Encuentros de Mujeres, no tendría la fuerza que tiene en la Argentina el


movimiento de mujeres. Mayor que en cualquier otro lugar del mundo y esto sí no es
chovinismo de pequeña potencia, esto es verdad.

Pero al mismo tiempo, ese movimiento de mujeres con las características que tiene,
con su complejidad, con los nuevos problemas que nos plantea, nos coloca en un
escenario que trasciende lo del ENM y a la vez penetra en los mismos dando a los
ENM una complejidad y una riqueza nueva. Entonces, si esta relación dialéctica no la
comprendemos, vamos a tener dificultades.

Tanto en qué curso va a tener el movimiento feminista que se despliega masivamente


en las calles y a la vez qué curso van a tener los ENM, porque son realidades que se
interpenetran. Creo que este es un debate que tenemos que profundizar. El 19 de
octubre de 2016 se realizó el primer paro de mujeres en nuestro país, tras el
femicidio de Lucía Pérez en Mar del Plata. El 8 de marzo de 2017 hicimos el Primer
Paro Internacional de Mujeres que se repitió en los siguientes 8 de marzo. El
movimiento Me Too (Yo también) en 2017, una versión estadounidense del argentino
Ni Una Menos que denunciaba abusos y hostigamientos sexuales. Después vino la
gran ola verde, que algunos consideran que estaríamos ante la quinta ola. La ola
verde no es el pañuelo verde simplemente, porque sino diríamos que esta la ola
verde, la rosada…
26

No es sólo la importante lucha por la legalización del aborto. Esta ola verde integra
todos los pañuelos, todas las reivindicaciones del feminismo y los tiñe de algo muy
profundo que es la lucha contra el patriarcado. En ella se subsume toda la lucha de las
masas oprimidas y discriminadas por distintas causas en esta sociedad de clases.
Como decía al comienzo, no creamos que este movimiento que hoy no puede salir en
oleadas a la calle por la pandemia, no está vivo. Se está expresando en luchas como
las de Pilar en Córdoba, como la de Santa Fe con el juicio por Rosalía Jara, donde se
consiguió la televisación del juicio y el femicida -que además había sido un abusador
serial- fue condenado a perpetua.

Otra lucha importante fue la de Neuquén donde marcharon 600 personas, la de


Quilmes, la de Tucumán, Jujuy, Salta... no querría olvidarme de ninguna porque han
habido luchas en todo el país. Ese movimiento está, como está el movimiento obrero
y popular, desesperado por terminar esta pandemia de una vez y poder salir a 26
imponer lo nuestro en las calles, que es el único lugar en donde el pueblo puede
pelear e imponer sus derechos. Por eso muchas cosas que están pasando y
envalentona a la oposición de derecha se origina en esa inferioridad que tiene hoy el
movimiento popular, que es consciente de la necesidad de la cuarentena, consciente
del riesgo de muerte que se corre que es muy superior en los sectores más pobres,
consciente de las terribles debilidades que tiene el sistema de salud.

Nuestras médicas, enfermeras, camillistas y compañeros, compañeras de la CCC que


están atendiendo los comedores solidariamente, se están muriendo, en condiciones
donde no tienen ni siquiera los mínimos elementos de protección. Lo que hablábamos
de la angustia de las compañeras en los comedores, cuando ven el fondo de la olla y
hay cola con gente pidiendo comida; la angustia de las compañeras que no pueden
atender como sería necesario a los enfermos graves porque no hay lugar ni
condiciones. Quiero decir que estamos sufriendo mucho.

Al mismo tiempo tenemos esta limitación para la lucha, tenemos conciencia de que
esta situación nos está enchalecando, pero estamos juntando fuerza y bronca para
salir con todo. Por ejemplo, para imponer que se trate ya la Ley del Aborto Legal que
se dijo que iba a ser una de las primeras en tratarse. Que se trate ya la Emergencia en
Violencia de Género, el impuesto a las grandes fortunas. Esas son nuestras próximas
peleas. Por eso estamos contentas también porque tenemos muchas peleas por
delante y somos conscientes de nuestra fuerza.

Debates Voy a plantear los títulos de los debates. El gran debate gira alrededor del
patriarcado. Algo ya adelantamos sobre esto: se podría reducir a una concepción
reformista y a una concepción revolucionaria sobre el patriarcado. En estas diferentes
ideas tiene mucho que ver si se entiende o no el origen del patriarcado. Porque si se
entendiera que existe porque existe la propiedad privada y la división de la sociedad
en clases sociales y que el Estado la sostiene, se podría entender inmediatamente que
si no se termina con esto que caracteriza hoy a la sociedad capitalista podremos
27

arrancarle algunas cosas al patriarcado, importantes, pero no se va a caer. Hay que


voltearlo.

Hay un artículo muy interesante de Micaela Gomiz, que está en La Marea digital,
Debates abiertos en el movimiento de mujeres y feminista, donde ella se hace esa
pregunta, el patriarcado ¿se va a caer o hay que voltearlo? Hace un debate muy de
fondo que recomiendo leer. También recomiendo el artículo de Belén Spinetta que
escribe en Lanza Llamas, una muy buena revista cultural juvenil, Prostitución: sacar
el velo de lo “polémica” sobre la cuestión de qué se discute detrás de lo del trabajo
sexual. 27 Entonces, si se comprende el origen y las causas de la opresión de las
mujeres, se tiene que comprender inmediatamente que hay que terminar con esta
sociedad y este poder, para generar las condiciones necesarias, no suficientes, para
terminar con el patriarcado.

Este es el debate. Dentro del reformismo hay distintas vertientes, hay algunas que son
individualistas, que tienen un fuerte sostén en las concepciones posmodernas. Entre
esas, el padre del concepto de deconstrucción es Jacques Derrida, un francés
posmoderno o posestructuralista que lo utiliza vinculado a la linguística y el lenguaje
pero que se ha hecho extensivo a posiciones que privilegian los cambios en la
superestructura.

Hay que saber que él es quien plantea poniendo el centro en lo superestructural


ignorando la base material de la que dependen. En esta charla me refería
anteriormente a situaciones inversas en que se le da importancia a la base objetiva
material y a veces subestimamos la base ideológica, las concepciones, etc. Pero en
general predomina al revés, o sea, se considera que cambiando elementos de la
superestructura o de lo ideológico, por sí mismo va a cambiar la sociedad. Fíjense qué
complicadas que son las discusiones.

Toda esta corriente, muchos de los posmodernos vienen del marxismo, son
decepcionados sobre todo del PC francés y del marxismo francés, y después con la
derrota han considerado que fracasó el marxismo y se fueron al diablo. Dentro de ese
diablo plantean de fondo, sea en lo individual o en lo social, que no se puede cambiar
la sociedad, cuestión que afirman como si fuera un dogma.

La mayoría de ellos discute contra el dogmatismo nuestro, pero afirman el dogma de


que este es el único mundo posible; que este es el único sistema posible y como dijo
el expresidente de Uruguay Pepe Mujica, ex Tupamaro, ya que no podemos cambiar la
sociedad nos tenemos que conformar con cambiar las veredas.

Algunos tienen un poco más de ambición que cambiar las veredas, pero se quedan
ahí, en el cambio del pequeño sector que pueden cambiar o en el cambio individual.
Llevado a lo individual, la idea de la deconstrucción acentúa la importancia que
tendría que cada una de nosotras y nosotros cambiemos las ideas y los prejuicios que
28

tenemos. Entonces, si nos deconstruimos vamos a entender, por ejemplo, que en las
tareas domésticas no es que el varón tiene que “ayudarnos”, hay que hacerlas en
conjunto, ya que aún no las hemos podido socializar. Bienvenida esa deconstrucción.
Para nosotras sería parte de la lucha ideológica, política, de ideas, activa, dentro y
fuera de la casa.

Eso sería lo que el Che habla del Hombre Nuevo, pero sobre la base de hacer la
revolución, la tarea primera del Hombre Nuevo es hacer la revolución, para lo cual
tendrá que cambiar una cantidad de ideas que tiene y también, por supuesto,
tenemos que cambiar las mujeres también. Hay toda una corriente que no niega lo
colectivo, al contrario, lo definiría como un reformismo social colectivo, que plantea la
idea de que como la clase obrera ya no es más el sujeto del cambio revolucionario,
otro dogma que se afirma, hay nuevos sujetos sociales que son los que pueden
producir esos cambios.

Nuevos actores, por ejemplo, las mujeres, los ecologistas o los pueblos originarios.
Así se sostiene que el feminismo va a lograr que se acabe el patriarcado o que el
feminismo va a terminar con lo que para Federici es la base fundamental del
capitalismo que es el trabajo doméstico. Dice que si termináramos con el trabajo
doméstico terminaríamos con el capitalismo.

Ahora, cómo se puede terminar con el trabajo doméstico si no se termina con el


capitalismo no lo puede explicar Federici. Muchas de estas posiciones reformistas se
vinculan con los planteos de construir poder popular, economía popular y prácticas
emancipadoras.

Que sería en definitiva la forma de cambiar evolutivamente la sociedad. Ese es


nuestro debate con el feminismo reformista y con todas las corrientes afines, con las
que nos unimos en la lucha actual. También y para terminar antes de abrir el debate
con ustedes, quiero reafirmar que hay dentro del feminismo una posición
revolucionaria y proletaria que comparto, que plantea que es necesario, a la vez que
se pelea para terminar con las lacras del patriarcado, luchar para terminar con lo que
lo sostiene que es este sistema social basado en la explotación y la opresión: el
sistema capitalista en su etapa imperialista; y en nuestro país nos exige barrer con el
Estado oligárquico imperialista para avanzar en un proceso de liberación nacional y
social que permita la liberación de las mujeres.

Para lo cual es imprescindible el papel dirigente de la clase obrera y de una


vanguardia revolucionaria, como el núcleo que ayude a unir a las grandes masas,
oprimidas y explotadas en todo el mundo para barrer con toda forma de explotación y
opresión.

Preguntas: -Hablábamos con las compañeras sobre el movimiento de mujeres, los


distintos feminismos, sobre todo el tema de la violencia contra las mujeres y se armó
un debate interesante que es si, las mujeres trans, travestis, todas las feminidades que
29

biológicamente no son mujeres pueden estar consideradas como parte del movimiento
de mujeres. Como si fuera un sub conjunto dentro del movimiento de mujeres.

Rosa: Yo creo que si se consideran mujeres son parte del movimiento de mujeres.
Además, creo que es un avance de la lucha contra la opresión y la discriminación que
no las discriminemos. -Creo que si se consideran mujeres son parte del movimiento de
mujeres, pero había una compañera que consideraba que son parte del movimiento
feminista pero no del movimiento de mujeres. Creo que son parte del movimiento
feminista y de mujeres en tanto se consideran mujeres.

Rosa: Hay una gran confusión, me incluyo y trato de organizar mi confusión, porque
hay cada vez más aspectos nuevos que conocemos. Me ayudó en esto un cuadro que
hizo Graciela Tejero Coni, que diferencia tres niveles: sexo, sexualidad y género y que
como toda clasificación corre el riesgo de simplificar lo que es mucho más complejo.

El sexo es biológico y se conocen tres: mujer, varón e intersex, que no puede ser
definido ni como varón ni como mujer. Eso es un dato biológico y tiene bases
biológicas registrables. El intersex fue muy cruelmente tratado por la medicina, con
tratamientos hormonales en forma indiscriminada sin respetar las decisiones y los
sentimientos de cada una de las personas intersex, tratando de normatizar si son
mujeres o varones.

La sexualidad es construida social y culturalmente y depende de las elecciones y


preferencias individuales. Los usos y costumbres sexuales varían culturalmente,
socialmente, individualmente y tiene que ver a la vez con el objeto de placer y
satisfacción sexual, con la elección subjetiva. No está determinada biológicamente.

El género y los géneros, tiene que ver con una cuestión de poder y de opresión de
un género dominante, jerárquico, masculino por decisión social, opresión que como
he desarrollado tiene que ver con el patriarcado y el lugar subordinado de la mujer
principalmente pero que se proyecta sobre otras identidades sexuales también
discriminadas: transexuales, travestis y aún quienes dicen “no me considero ni varón
ni mujer”.

He dicho que soy respetuosa de estos fenómenos relativamente nuevos, mucho de los
cuales no comprendo profundamente. Sin embargo advierto que en estos temas
empieza a tener mucho peso el relativismo postmoderno, porque parecería que no se
acepta ninguna relación con la realidad objetiva sino que todo es subjetivo.

Como decía Glenda, en un momento no se tenía para nada en cuenta lo subjetivo,


tampoco puede ser que todo sea subjetivo; y es fuente de mucha confusión
psicológica sobre todo en los adolescentes. Percibo que estos temas están muy
imbricados desde el punto de vista filosófico y psicológico con la idea de que no hay
identidad ni unidad, sino que todo fluye, no se acepta la unidad en la diversidad, solo
hay diversidad. Estas ideas que son de la década del 80 y del 90 de relativismo
30

absoluto, nada es verdad ni mentira, este relativismo gnoseológico que concluye en


que no hay una verdad objetiva está incidiendo mucho. Yo llego hasta acá. Creo que
son temas que lejos de cerrarlos tenemos que seguir investigando y es tarea para
ustedes.

A continuación se hicieron varias preguntas y se dieron opiniones de las


participantes:

-Cómo ves que se expresa la lucha de clases entre nosotros, considerando que las
mujeres venimos avanzando y organizándonos para abordar estos temas y compañeros
varones no lo están haciendo. Nosotras venimos estudiando, buscando la formas de
luchar contra el patriarcado, cómo ir a la discusión con los compañeros que vemos
que se quedan más. -Así como nos planteas que pensemos cómo las derrotas de los
procesos revolucionarios de los países que fueron socialistas y se restauró el
capitalismo pueden estar vinculadas al 30 retroceso en las conquistas que habían
logrado las mujeres, cómo el proceso en la Argentina con ENM y la organización de
las mujeres puede influir en la lucha de clases y en la salida revolucionaria de la
Argentina. -A partir de las nuevas diversidades, me pregunto si hay una relación entre
estas subjetividades propias del posmodernismo que están potenciadas, ¿hay una
relación con la base objetiva de la lucha contra el patriarcado?

En la lucha de las mujeres contra el patriarcado aparecen nuevas formas de


sexualidad para no vincularse con el género opresor y eso se potencia con las ideas
posmodernistas de la lucha contra el patriarcado en sí mismo sin romper con la
estructura de fondo. -Voy a pensar seriamente si adhiero al feminismo y que tenemos
que estudiar.

Creo que hay un tema en la quinta ola que tiene que ver con el deconstructivismo tan
de todos los días, que creo que se contrapone con el conocimiento de la realidad. Si
vamos a partir del viejo Castoriadis, el tema era cómo se construía la realidad, es
decir que tendríamos que ir al tema de cómo conocemos. Lo del intersex es muy
dramático, conocí una compañera intersex, no solo usan tratamientos hormonales,
también hay cirugía, quirúrgico, ablación del clítoris, luego hormonas… En el ENM
de La Plata, todo lo que acaba de plantear Rosa fue muy discutido con un centro que
era cambiar el carácter al Encuentro.

Fue una pelea dura. Pero me parece que nos tenemos que poner a estudiarlo porque
los debates, sobre todo entre las y los jóvenes, son muy profundos. Pero también
tenemos que ver que hay avances, hay avances en las compañeras campesinas que van
peleando por abordar estas cuestiones como el aborto, que la mayoría no está de
acuerdo, pero se va abordando. También creo que hay ejemplos como en el Astillero
Río Santiago donde se ha logrado que haya un crecimiento muy grande de obreras en
la producción, en una fábrica esencialmente masculina. Obreras que han logrado
tener delegadas de género. Y que, en esta pandemia, por ejemplo, en relación a los
refugios de mujeres están construyendo con conteiner, un refugio para la casa de la
mujer en la zona del campo. Así como camas y todo lo que hace a la pandemia.
31

- La pandemia que es mundial ¿no demuestra el fracaso del capitalismo?, ojo, no estoy
diciendo que se va a caer por la pandemia, al contrario, porque efectivamente la
descarga es sobre los que menos tienen. Pero realmente me parece que es una olla a
presión, estamos esperando que esta pandemia termine para salir a la calle. Hay
pueblos como los bolivianos que están en la calle, hay otros pueblos de Latinoamérica
también. Digo esto en relación a que ese afán de lucha nos tiene que permitir avanzar
principalmente en la construcción del Partido y avanzar en nuestros objetivos
principales.

-Yo creo que el problema no es que ya no hablemos solo de género masculino y


femenino. Me parece un avance que estén integrados todos los géneros. Con esa
dificultad de que todo fluye. Me pregunto qué pasa con la identidad, con la
construcción de la identidad, cómo es que hoy sos una cosa y mañana podes ser otra.
31 Digo, nosotros venimos perdiendo como partido, yo creo que venimos perdiendo la
disputa con ese sector que hoy está ampliamente con la idea que se expresa en el ENM
de que las mujeres no somos lo más oprimido, aparece como que la comunidad
LGBTQ+ como parte de esa opresión y se deja de lado la opresión de las mujeres.
Creo que es un encubrimiento de cuál es el origen de la causa de la opresión, y que es
una posición abiertamente antimarxista, porque no por nada aparecen explicando
desde la revolución industrial la opresión de la mujer como si antes no hubiera
existido nada. Sobre el colonialismo no conozco pero sé que muchas de esas mujeres
que están en esas corrientes reformistas levantan lo del colonialismo todo el tiempo,
pero también creo que tenemos una gran falta, no entiendo esta alianza que hemos
hecho con el Frente de Todos, hablás con la mayoría de las mujeres del Frente de
Todos y tienen esta posición ideológica, es decir, reformista. Entiendo que teníamos
que apoyar al Frente desde lo político para vencer a Macri pero entiendo también que
es un sector que siempre nos humilla con su pensamiento reformista y encubre lo del
origen de la opresión de la mujer. Sigue sosteniendo este reformismo para beneficio
propio.

Rosa: Bueno son muchas preguntas y opiniones muy interesantes. Creo que es
importante que partamos de la práctica, esto es clave. Lo que tenemos que estudiar,
ver, aprender, tiene que ver en primer lugar con estar en esa práctica, conocer esa
práctica que es muy rica, en este caso la práctica social que está haciendo el
movimiento de mujeres, hay ejemplos avanzados de los que podemos aprender.
Nombré algunos ejemplos históricos pero es bueno recoger también los que tenemos
ahora y conocer esa realidad para transformarla. También es muy importante que se
estén dando experiencias avanzadas dentro del movimiento obrero que es uno de los
pilares donde se tiene que dar esta transformación, no solo política sino en las
concepciones y en las ideas. Por lo tanto, es muy importante lo que se trajo del
Astilleros Río Santiago, que se construya un refugio para mujeres es un avance
extraordinario porque implica tomar en sus manos ayudar a resolver un problema que
es el producto de la violencia que ejercen algunos varones sobre las mujeres y es
32

también una demostración, por lo que se planteaba en una de las peguntas, de cómo
hay avances entre los compañeros varones.

Acuerdo con la opinión de que la base filosófica del constructivismo como idea de que
la realidad la construyo subjetivamente o socialmente en oposición a conocer una
realidad objetiva que existe independientemente de mi, para transformarla está,
efectivamente, en una de las ideas que pone el centro en la necesidad de
“deconstruirme”. Ya que si construyo la realidad también la puedo deconstruir pero
deconstruyéndome yo. No “deconstruyendo” la realidad. Es decir, uso a propósito el
término deconstruir porque no quiere decir que en sí sea malo si lo uso con el
significado de remover, transformar, 32 cambiar como muchas veces lo hacemos.
Pero evidentemente está unido a una idea, un marco teórico de que todo el cambio
es a nivel de las ideas, de las conciencias, de las concepciones y de la subjetividad.
Existe lo objetivo y lo subjetivo y al mismo tiempo hay una contradicción entre lo
subjetivo y lo objetivo.

Entiendo que es fundamental no reducir ninguno de los dos aspectos al otro. Cambiar
lo objetivo no cambia de por sí lo subjetivo. Crea las mejores condiciones para que
cambie, pero no es mecánico. Y muchísimo menos que por cambiar lo subjetivo
vamos a cambiar lo objetivo. Pero a la vez si no hay cambios subjetivos no va a
cambiar lo objetivo. Esta relación dialéctica es la que se da también entre la teoría y la
práctica, el propio marxismo que es una elaboración teórica a partir de la práctica
plantea que la teoría revolucionaria debe dirigir la práctica, para que esa práctica
pueda culminar en una salida revolucionaria.

Entonces, la relación teoría-práctica, objetivo-subjetivo es una relación dialéctica


donde lo principal es lo objetivo, la práctica. Pero al mismo tiempo y en determinadas
condiciones lo subjetivo y lo teórico pasa a ser principal. Por eso estamos dándole la
importancia a la necesidad de estudiar, porque estos temas tenemos que poder
abordarlos desde el punto de vista de clase y desde la concepción marxista, leninista,
maoísta, o sea, científica. Por lo tanto, que sea desde el punto de vista de clase, una
posición revolucionaria y una teoría marxista, son fundamentales cuanto más
complejo son los problemas que tenemos que abordar. Entonces cualquier actitud de,
“yo tengo todas las respuestas porque me ubico desde que soy revolucionaria y los
otros son reformistas”, para mi es totalmente negativo. Tenemos que ir con modestia,
porque no venimos de saber todo, y a la vez estamos orgullosas y orgullosos de lo que
hemos construido como partido, como movimientos, como corriente. No tenemos
pocos méritos, pero tampoco, como decía Mao, tenemos que andar con el rabo
parado. Insisto porque en esa dialéctica no quiero que se interprete como un
relativismo absoluto, de decir ni lo uno ni lo otro. Es muy importante saber desde
dónde nos posicionamos, desde la práctica, desde la lucha de clases, desde el
marxismo y sus desarrollos, desde la línea que nosotros hemos construido, desde ahí
33

tenemos que posicionarnos para abordar lo nuevo y desarrollarlo, y para aprender de


todas las cosas que se desarrollan por fuera de nosotros.

Al mismo tiempo, estamos viviendo un momento histórico de una profunda crisis del
sistema capitalista mundial donde la pandemia ha mostrado el carácter irresoluble de
su contradicción fundamental: entre un puñado de individuos, menos del 1% de la
población mundial que se apropia del 90% de las riquezas que produce el 99%
restante. Esta contradicción es imposible de resolver dentro del sistema capitalista
imperialista. Como tampoco se puede resolver dentro de él el uso irracional de los
recursos naturales. Porque el capitalismo es depredador por naturaleza desde sus
orígenes, como dijo Marx, nació chorreando sangre y continúa desarrollándose, pero
lo hace a un costo cada vez mayor 33 para la humanidad y para la propia tierra. Por
eso es cierto como planearon ustedes que han crecido con mucha fuerza distintos
movimientos ecologistas.

Engels en el libro El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, que
ya mencioné plantea que si permitimos que se desarrolle el irracionalismo de la
producción capitalista -yo agrego más en su fase imperialista-, si no le ponemos
límites, puede llegar a terminar con la propia tierra y con nuestra especie. Sobre todos
estos temas el marxismo nos da elementos generales que nos ayudan para el análisis
pero insisto en que no tenemos que pensar que tenemos todas las respuestas.
Tenemos que afirmarnos en aquellas cosas que nos permitan avanzar y defender con
firmeza aquello que nuestra práctica indica que es fundamental para el desarrollo del
movimiento popular. Por eso defendemos los ENM, el movimiento obrero y los
movimientos sociales. Todo lo que hemos construido lo defendemos para avanzar. Les
decía que esta crisis, inmensa y global, da la gran oportunidad de discutir que hay otro
camino posible que el capitalista. Por eso hay que enfrentar con argumentos la idea
de que este es el único sistema posible. Y plantear que si este es el único sistema que
nos va a llevar de pandemia en pandemia por la propia irracionalidad que tiene -lo
están diciendo empresarios y científicos que no son marxistas, que van a venir otras
pandemias- hay que cambiarlo. Tenemos que construir la fuerza suficiente para
hacerlo porque el capitalismo no va a caer solo. Y de esta pandemia, si las cosas no
cambian, vamos a salir mucho peor nosotros, la mayoría del pueblo y de los pueblos, y
van a salir enriquecidos, como ahora, los que en medio de la pandemia en Argentina
han seguido ganando plata a montones. Los grandes exportadores, las cerealeras, los
monopolios alimentarios, los terratenientes, los bancos, esos no han perdido un peso.
Lo han perdido los pequeños y medianos productores, los que se quedaron sin
trabajo, el pueblo. Entonces, cómo vamos a creer que de acá va a salir un mundo
mejor porque sí. En relación a varias preguntas sobre el movimiento de mujeres y su
aporte al movimiento popular, creo que es cierto que éste tiene mucho que aprender
del movimiento de mujeres. Pero no debemos olvidar que el movimiento de mujeres
es parte del movimiento popular, con su especificidad de la que hablamos hoy y tiene
también mucho que aprender del movimiento obrero y popular.
34

Y, si la práctica es lo que ayuda a avanzar es lógico que las mujeres a través de su


práctica avancen mucho más que los varones en la comprensión de la opresión de la
mujer. Lo que no quiere decir que los que tienen la obligación de dirigir al conjunto,
los cuadros varones del partido, tienen la obligación de revisar a fondo todas las ideas
que les impide estar a la altura del avance del movimiento femenino. Entonces sería
muy importante que los compañeros participen de las movilizaciones con las
compañeras. En esto entiendo que hay un debate con un sector de las feministas que
muchas veces no quieren que participen varones en las luchas nuestras. Pero tenemos
34 que ganar esa batalla, de que los varones no son enemigos, no portan
individualmente al patriarcado, lo porta la sociedad que les da ese rol y aunque
también hay que decir que en general les queda muy cómodo. Por eso mismo les
cuesta más comprenderlo, porque no lo sufren directamente. Ahora están obligados,
sobre todo los comunistas y los revolucionarios, a avanzar en la conciencia y
comprensión ideológica del problema, porque si no a la vez, no van a poder dirigir al
conjunto. Tengamos en cuenta que en nuestros movimientos la mayoría son mujeres
y esas mujeres están empujando para estar en las direcciones donde hoy aún son una
minoría. Analicemos todo lo nuestro y demos batalla con razón, con medida y sin
sobrepasarnos para defender en primer lugar lo que nos une, pero abordando estas
contradicciones que son objetivas. Sobre los debates con las posiciones reformistas y
con las diversidades tengamos en cuenta que la lucha contra la injusticia y la
discriminación que hemos llevado adelante las mujeres ha permitido que otras
diversidades y otros sectores oprimidos como el LGBTQ+, no binario también
planteen sus reivindicaciones y su discriminación.

Nosotros tenemos que festejar eso porque realmente no luchan porque sean
posmodernos, luchan porque están oprimidos y discriminados; tenemos que debatir
fraternalmente con las concepciones que le impiden ver las causas de estas injusticias.
Pero todas las luchas comienzan enfrentando los efectos, no las causas, entonces
bienvenidas todas las luchas que sumen a la lucha popular y a la de las mujeres.
Porque el enemigo no está en las reformistas, la contradicción principal hoy no es
reforma- revolución. La contradicción principal es entre el conjunto de las clases
dominantes, los terratenientes, la burguesía intermediaria, los grandes monopolios, el
imperialismo y todos los reaccionarios -hoy representados por Macri y todos los que
se suman a esa oposición- y todo el campo popular. Ubico al reformismo en el campo
popular porque si los revolucionarios fuéramos mayoría ya hubiéramos hecho la
revolución, entonces somos una minoría a nivel de ideas, de concepciones y de
programa. Y tenemos que ver cómo nos apoyamos en la inmensa mayoría que son las
únicas que pueden cambiar la sociedad, que son las que pueden lograr llevar adelante
una revolución. Por eso nuestra alianza con el peronismo en el Frente de Todos,
porque necesitamos esa unidad para derrotarlo a Macri, y necesitaremos mucho más
para derrotar al capitalismo y al imperialismo. Por esta razón decimos siempre que
necesitamos crecer como Partido y como Juventud, y estamos contentos de los pasos
35

que dimos aún en medio de la pandemia. Para seguir creciendo tenemos que ser
amplios, ser modestos, aprender de las masas y de otras corrientes que en algunas
cuestiones han estudiado temas que no estudiamos nosotros, aunque no coincidamos
con sus conclusiones. Por ejemplo, en el tema de la ecología. Muchos hemos
subestimado a los ecologistas, pero los ecologistas han seguido investigando con sus
ideas, por supuesto; tal vez sin ver el imperialismo. Pero solo si participamos de los
movimientos ecologista y de defensa del medio ambiente como lo hicimos con lo de
los humedales en Santa Fe vamos a poder incidir para que ese movimiento encuentre
un cauce y un objetivo antiimperialista y revolucionario. 35 Bueno, nos hemos
extendido mucho en este intercambio pero se ve que era necesario por la
participación y la perseverancia de ustedes se ve que lo necesitábamos. Estas charlas
nos estimulan y nos llena de alegría ver que somos muchas las que estamos pensando
en las mismas cosas.

Bibliografía Broyelle, Claudie: La mitad del cielo, Ed. Agora De Beauvoir, Simone: El
Segundo Sexo, Siglo XX Doval, Hernán: F. Engels: el joven rebelde que traicionó a su
clase, en revista La Marea digital Engels, Federico: El papel del trabajo en la
transformación del mono en hombre. Ed. Cartago, México Engels, Federico: El origen
de la familia, la propiedad privada y el Estado. Ocean Sur Engels, Federico: La
situación de la clase obrera en Inglaterra. Ed. Diáspora Gomiz, Micaela: Debates
abiertos en el movimiento de mujeres y feminista. El patriarcado, ¿se va a caer, o lo
vamos a tirar? En revista La Marea digital. Kollontay, Alejandra: Catorce Conferencias
en la Universidad Sverdlov de Leningrado (1921). Ed. Cienflores Leakey, Richard: El
origen del Hombre. Aguilar Editorial Marx, Carlos y Engels, Federico: Manifiesto del
Partido Comunista. Ed. Agora Spinetta, Belén: Prostitución: sacar el velo de lo
“polémica”, en revista digital Lanza Llamas. Tejero Coni, Graciela: Aspectos histórico-
antropológicos de la sexualidad. Vidal, Germán: artículos sobre el origen del 8 de
Marzo en Semanario Hoy.

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