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Quiero darles la más cordial de las bienvenidas a la Universidad de Guadalajara, y de manera

particular al Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.

Ojalá que su estancia aquí sea muy feliz y que siempre recuerden su paso por estas aulas como
algo muy provechoso y significativo para sus vidas.

Me gusta comenzar este tipo de mensajes diciendo que ustedes, al ingresar a la universidad, y a la
Universidad de Guadalajara en particular, han tomado la decisión más importante de sus vidas.

Se preguntarán por qué digo esto. Creo que es la decisión más importante de sus vidas porque
tendrán la oportunidad de convertirse en otras personas, en la persona que quieran ser, si se
toman en serio los años que van a vivir en la universidad. No sólo van a poder tener una profesión
y un empleo, o dedicarse a una actividad económica independiente, sino algo más importante:
podrán hacerse de una visión del mundo y de la vida mucho más amplia, más rica, de lo que
hubiera sido si no estuvieran aquí.

Aquí conocerán libros, autores, profesores y compañeros estudiantes con quienes podrán
conversar sobre temas insospechados. Tendrán la oportunidad de escuchar a muchos
conferencistas que regularmente visitan la Universidad de Guadalajara y, ¿por qué no?, tendrán la
posibilidad de hacer una estancia en una universidad de otro país y, si se lo proponen con
particular empeño, la oportunidad de hacer un posgrado en cualquier parte del mundo. Entrar a la
universidad, estudiar y formarse, significa la posibilidad de llegar a ser una persona libre, culta, con
criterio independiente, con juicio sobre las cosas y sobre ustedes mismos. Esto es más claro por el
hecho de que están aquí en el campus universitario dedicado a las humanidades y las ciencias
sociales, que son el puente natural para conocer al ser humano y sus creaciones... (definir qué son
las humanidades)

Aquí entrarán en contacto con una tradición cultural, humanística y científica forjada durante
miles de años, primero en Europa y luego en todo el mundo. Recordemos que las humanidades y
la exploración racional de la realidad fueron fundadas por los griegos hace más de 2,500 años y
que Platón fundó la célebre Academia de la que somos herederos todos los que formamos parte
de una universidad. Esa academia duró mil años y de alguna manera pasó su estafeta a las
universidades medievales, que son el antecedente directo de las modernas

instituciones universitarias. Estamos hablando más o menos de los años 1,100 y 1,200 después de
Cristo, que es el periodo en el que se comenzaron a formar las grandes universidades.

Por si alguno de ustedes no lo sabe, la Universidad de Guadalajara se fundó por primera vez en
1792, cuando México todavía era colonia de España, por decreto del Rey Carlos IV y gracias al
esfuerzo de Fray Antonio Alcalde, quien era el arzobispo de Guadalajara. En aquella época se
llamaba Real Universidad de Guadalajara.

Venimos del mundo antiguo y del mundo clásico; fue allí donde se estableció el basamento de las
ciencias y la cultura de Occidente. Luego, esos conocimientos se amalgamaron con los
conocimientos aportados por el mundo judeo-cristiano, lo que dio a nuestra civilización una mayor
fuerza y complejidad. Y durante muchos años Occidente perdió el contacto con sus orígenes y
fueron los árabes quienes rescataron muchas obras de autores de la antigua Grecia que estaban
perdidas. Pero acaso lo más importante es que aquí van a aprender la importancia que tiene el
conocimiento y el uso de la razón para relacionarnos con la vida y con el mundo; van a aprender a
buscar la verdad de las cosas y a explorar en la infinita profundidad del ser humano y sus
creaciones; van a aprender la importancia de vincular el pensamiento con la acción para que ésta
tenga más sentido y se acerque más a los propósitos que buscamos; espero que aquí aprendan a
conocerse a ustedes mismos a través del estudio y el diálogo racional. Universidad significa
comunidad de maestros y alumnos. En cierto modo, todo el que ingresa a una universidad asume
una especie de llamado, una misión que se sostiene en la creencia en que el conocimiento es
superior a la ignorancia y a los pseudo-saberes que procura el simple sentido común.

Pero entrar a la universidad no es un pase automático a ninguna parte. Estar aquí, en sí mismo, no
es garantía de nada. Y lo más difícil no es conseguir un título, sino adquirir una formación
verdaderamente sólida

Lo que obtengan aquí no será sin esfuerzo y sin sacrificio. La clave de su estancia aquí es que
realmente adquieran conocimientos y que integren una personalidad profesional propia, sólida y
consistente. Y eso, insisto, no lo podrán alcanzar en automático, pues supone un gran esfuerzo
sostenido durante varios años.

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