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Programa de Medicina
Bachiller:
C.I.: 28.646.912.
Desarrollo
En el sentido legal tenemos que para ejercer la medicina hay que cumplir con una serie
de requisitos obligatorios para ejercerla. Si tomamos los artículos 3, 4, 13 y 22 de la
Ley del ejercicio de la medicina tendremos lo siguiente:
Artículo 3: “Los y las profesionales legalmente autorizados y autorizadas para el
ejercicio de la medicina son los Doctores y Doctoras en Ciencias Médicas, los
Médicos Cirujanos, Médicas Cirujanas, Médicos Integrales Comunitarios y
Médicas Integrales Comunitarias”
Abordados los requisitos para ejercer la medicina, ahora toca revisar algunos deberes y
derechos de los enfermos según el Código de Deontología Médica. Para esta parte del
informe no citaremos textualmente partes del Código, más bien vamos a hacer reseñas
enumeradas para facilitar la comprensión, empezando con algunos derechos:
1) Un enfermo deposita su vida en las manos de uno o varios profesionales de la
salud, así que lo mínimo que puede esperar es que dichos profesionales se
comporten a la altura, a nivel profesional y moral. Merece el enfermo una
relación de respeto entre ambas partes.
2) Como ser humano con dignidad que es, el enfermo merece una atención
respetuosa y cordial en el ámbito de la salud.
3) Es derecho del paciente, saber qué y cómo le está afectando la salud, así como
los detalles del tratamiento a tomar. El conocimiento del de cosas como los
riesgos y opciones es necesario transmitirlo al enfermo, pues se trata de la vida
de una persona.
4) La intimidad también resulta ser un derecho muy importante para el enfermo,
que además de ser un derecho fundamental, fortalece el vínculo entre enfermo y
el profesional, un vínculo necesario.
5) Cuando se trata de investigación, el enfermo debe poder rechazar la
participación de su persona en procedimientos que puedan suponer
incomodidad o riesgo sobre la integridad o dignidad de sí misma. Es un derecho
que se basa en la libre voluntad de determinación de las personas.
Como se puede ver en los derechos anteriores, el enfermo sigue siendo una persona
respaldada por la ley que tiene una dignidad, honor y voluntad que deben ser
protegidas para su bienestar. Siguiendo con los deberes tenemos los siguientes: