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Aristóteles

Adalberto Carranza Ramos

En este escrito sobre Aristóteles dividido en tres partes podremos encontrar sólo un poco
de su sistema metafísico. No ahondaremos en su vida ya que apelo a que ya se tenga
conocimiento de él. En la primera parte se explican qué y cuáles son las cuatro causas
aristotélicas, así como su relación con el hilemorfismo. En la parte segunda de este escrito
veremos qué es la substancia, potencia y acto y cómo se relaciona la substancia con la
potencia y acto. Por último, se expone el tema de la substancia suprasensible y se presenta la
diferencia que hay entre el dios aristotélico y el Dios que profesa la religión católica.

I. Las cuatro causas aristotélicas y su relación con el hilemorfismo

“Causa” para Aristóteles tendrán distintos sentidos que iremos abordando poco a poco.
Éste llega a la conclusión de que esas causas deben de ser finitas y las reduce a estas cuatro:

1. Causa material;
2. Causa formal;
3. Causa eficiente;
4. Causa final.

La primera causa (material) es “aquello de-lo-cual- se hace algo, siendo aquello


inmanente (en esto)”1. No se trata más que de lo que está hecho algo. Es decir, con esta
definición de Aristóteles podemos decir que una estatua está hecha de oro, bronce, plata, etc.,
que una puerta está hecha de madera, aluminio, etc. Estamos hablando de que estos metales
y madera son la causa material tanto de la estatua como de la puerta. Asimismo, encontramos
algunos tipos de la causa material, por ejemplo:

a) La materia prima: Estamos hablando aquí de aquellos entes corpóreos que necesitan
apoyarse en una sustancia no espiritual para poder subsistir, algo distinto a lo que
ellos son y esto es la materia prima.

1
Metafísica, V, 2, 1013 a20.
b) La materia segunda: Esta es definida como aquella sustancia que es susceptible a los
accidentes. Así, la materia prima es causa material de que la madera sea y sea madera;
y ahora, esa madera es causa material en relación a los accidentes como puede ser el
color, figura, etc.2

La causa material se puede decir que es de lo que están hechas las cosas, pero
definiéndolo así queda de manera muy general, por ello se puede dividir en dos tipos de
materias. La materia prima viene siendo aquello que hace que una cosa siga siendo aun a
pesar de todos los accidentes que puedan modificar su forma, volvemos al ejemplo del
hombre y causa material que es la carne y los huesos, podríamos decir que su materia prima
es precisamente esos huesos y la carne, los accidentes que le vengan por ejemplo si es alto,
bajo, rubio, negro, etc., esto es ya la materia segunda. La primera es aquello que hace que
una cosa sea y sea cosa y se apoya en otro ente no espiritual para subsistir y la segunda es
aquella sustancia que se apoya de los accidentes y que pueden modificarlo sin cambiar su
esencia.

La causa formal Aristóteles la define como “la forma y el modelo, es decir, la definición
de la esencia y los géneros de ésta”3. Es decir, la forma en la que un hombre es un hombre
en tanto el alma, pero también su color, virtud, etc., hablamos de la esencia del ser. Y la
esencia no es más que aquello que hace que una cosa sea lo que es y no otra, por ejemplo,
formalmente un hombre tiene alma y es bueno.

Ahora, estas dos primeras causas tratan sobre la materia y la forma en que se constituyen
todas las cosas. Ahora, un hombre visto de una manera estática sólo podemos definirlo con
dos causas: material en cuanto está hecho de carne y huesos y en su forma en tanto tiene
alma y esto lo hace ser. Pero si le añadimos nacimiento, familia, crecimiento, entonces ya
podremos definir las dos causas restantes y para poder identificar estas causas, definamos la
causa eficiente y la final.

Ahora, se necesita de un agente exterior para poder constituir a un ente corpóreo, es decir,
la materia y la forma por sí solas no pueden constituir a un ente corpóreo, necesitan de una
causa que los componga, es aquí donde entra la causa eficiente. Aristóteles la define como

2
Alvira, T. Metafísica (8ª ed.), EUNSA, España, 2001, p. 217
3
Metafísica, V, 2, 1013a25
“aquello de donde proviene el inicio primero del cambio y del reposo”4. Dicho de otra
manera, “el principio del que fluye primariamente cualquier acción que hace que algo sea,
o que sea de algún modo”5. Así, la causa eficiente es la fuente o aquello que causa el
movimiento, el cambio de un objeto o que ha producido ese algo, siendo éste un agente
externo de la causa formal y material; cabe señalar que estas dos causas no son un ente en
cuanto tal sino el sólo el principio del ente y la causa eficiente lo hace ser ente.

En cuanto a la causa eficiente podemos decir que es aquello que crea un efecto en un
objeto, pero de manera particular y que sea semejante a la causa del objeto. Por ejemplo, el
fuego puede transmitir calor, pero no en cuanto es luminoso sino por el calor que irradia.
Asimismo, de manera intelectual, un maestro es la causa eficiente de un alumno en cuanto
éste le comunica parte de los conocimientos que tiene6. Y así podemos poner varios ejemplos
para poder comprender cómo es que actúa la causa eficiente en los entes, mencionaré uno
más, un objeto puede transmitir calor a otro objeto, pero sólo en la manera que el objeto que
transmite llegue a tener más temperatura que el objeto al que le quiere transmitir, así se
produce un cambio, función que tiene esta causa.

“(Está la causa entendida) como fin, y éste es aquello para-lo-cual”7, así es como define
Aristóteles a la causa final, es decir, la finalidad o el objetivo en el que el hombre se
encamina. Aquí es mucho más fácil de entender ya que estamos hablando de los fines que
tiene cada objeto, cosa o ser. Y puede existir distintos tipos de fin, pero entendiendo la idea
de Aristóteles este fin al final de cuentas es el bien, el bien como obrar en la vida del hombre
e incluso de los animales y de todas las cosas. Por ejemplo, el hombre no está en el mundo
sólo para existir, sino que él mismo se propone metas, objetivos que quiere cumplir durante
e incluso al final de su vida.

Estas cuatro causas pueden tratarse y definirse separadamente pero no puede actuar
separadas, sino que todas tiene una conexión. Como lo mencioné más arriba, las dos primeras
causas pueden explicar la causa del hombre en un punto de vista estático, de manera dinámica
ya agregamos la causa eficiente y final. Ahora, la materia y la forma no se unen sino es por

4
Ibid. 1013a30
5
Alvira, T. Op. cit., p. 223
6
Ibid., p. 224
7
Metafísica. V, 2, 1013a30
la acción de un agente exterior (causa eficiente) que a su vez no actúa si no es por la
intervención de un fin.

Definiendo y explicando las causas aristotélicas me remito a hacer la relación que tiene
con el hilemorfismo. Esto no es más que la relación que hay entre la materia y la forma
respecto al ser corpóreo, hablamos de lo corpóreo ya que sólo así se puede hablar de la
materia. Ahora, el ente corpóreo depende de su materia y su forma, ya que si se le quita
cualquiera de las dos dejaría de ser y se convertiría en otra sustancia. Un ejemplo claro sería
el de cualquier animal, es imposible que existiera si se le quitara su cuerpo, es decir, si se le
quita su forma sustancial deja de ser lo que era8. Entonces, para que un ente pueda ser necesita
tener forma y materia, no se puede hablar de un ser corpóreo si en él no hay alguna de estas
dos causas y si se hace entonces se hablaría de otra sustancia.

II. La substancia y su relación con la potencia y el acto

Para Aristóteles la substancia tiene dos sentidos,

“de una parte el sujeto último que ya no se predica de otra cosa; de otra parte, lo que siendo algo
determinado es también capaz de existencia separada. Y tal es la conformación, es decir, la forma
específica de cada cosa”9.

Para entender qué es la substancia me remito a las definiciones de la materia y la


forma deteniéndome más en la forma. La materia es la parte que hace sensible a los objetos,
es el sustrato de la forma, mientras que la forma es el principio que determina, actualiza,
realiza la materia y por ello es lo que constituye aquello que es cada cosa, es decir, la esencia.

Aristóteles considera la substancia como el compuesto de materia y forma. En un


sentido más estricto la forma es la sustancia. En un sentido aun más fuerte el ser es la
sustancia. En un sentido impropio es materia, en un segundo sentido más apropiado es
compuesto y en un tercer sentido y por excelencia es forma10.

8
Alvira, T. Op. cit., p. 219
9
Metafísica V, 8, 1017b20-25
10
Cfr. Reale G. Historia del pensamiento filosófico y científico I, Herder, Barcelona, 2010, p. 168
Entonces, la substancia es la parte del ser más importante, y para entender mejor qué
es la sustancia pongo estos ejemplos, cuando te pintas el cabello, te tatúas, te haces una
cirugía plástica puede que cambie tu apariencia, pero hay algo en ti que hace que sigas siendo
tú, es decir, hay un sustrato que permanece y es estable y esta es la substancia. Otro ejemplo,
el agua si llega a cambiar la temperatura sigue siendo agua, hay algo fijo y eterno en ello que
no va a cambiar.

La potencia “en su sentido primario, será: principio productor de cambio en otro, o


(en ello mismo, pero) en tanto que otro”11, dice Aristóteles. Podemos notar aquí la influencia
que tuvo Parménides en Aristóteles y es que éste trató de explicar el movimiento de las cosas,
pero que no hizo correctamente o no llegó una conclusión detallada. La potencia es la
capacidad que tiene una cosa para perfeccionarse en tanto que llegue a ser acto. Por ejemplo,
el mármol es potencia en tanto no llegue a ser una estatua, o la madera es la potencia en tanto
que se talle una imagen o se le forma en ella, asimismo, un niño es potencia en tanto que
puede crecer y convertirse en un hombre. Así, la potencia en pocas palabras, es el futuro de
una cosa, del ser en tanto que puede llegar a ser.

El acto es “que la cosa exista, pero no como decimos que existe en potencia12. Puede
parecer una definición muy vaga y es que precisamente no tiene una definición como tal sino
más bien se puede demostrar con ejemplos y contraponiéndolo a la potencia. Aristóteles
hablando aún más del acto dice:

“Lo que queremos decir queda aclarado por medio de la inducción a partir de los casos particulares, y no
es preciso buscar una definición de todo, sino que, a veces, basta con captar la analogía en su conjunto; que
en la relación en que se halla el que edifica con respecto del que puede edificar se halla también el que está
despierto respecto del que está dormido, y el que está viendo respecto del que tiene los ojos cerrados, pero
tiene vista, y lo ya separado de la materia, y lo ya elaborado respecto de lo que está aun sin elaborar. Quede
el acto separado del lado de uno de los miembros de esta distinción y lo posible o capaz, del otro”13. hicimos

detenimiento en esto), etc., y este de acto y potencia se unen y ordenan para constituir las
cosas. La potencia no puede existir por sí sola ya que forma parte del ente en acto, y el acto
queda unido a la potencia. Ahora veamos más detenidamente la relación y es que la potencia

11
Metafísica, V, 12, 1020a5
12
Ibid. IX, 6, 1048a30
13
Ibid. 1048a35-b5
es el sujeto en que se recibe el acto, es decir, la propia experiencia nos va marcando que los
actos se dan conforme a un sujeto14, no hay acto que pueda subsistir por sí mismo, por
ejemplo, podemos observar a un hombre justo, pero no vemos la justicia como tal, vemos
una imagen bella pero no la belleza en sí.

III. La substancia suprasensible

A esta sustancia Aristóteles la llama como la sustancia eterna e inmóvil pero antes de
exponer bien este tema, él hace una demostración y lo hace de la siguiente manera: se sabe
que las sustancias son las realidades primeras, en el sentido en que los demás modos de ser
dependen de la substancia. Después, si la substancia fuera corruptible entonces no existirían
las cosas incorruptibles. Pero, Aristóteles dice que el tiempo es eterno y el movimiento en la
concepción que tenemos no es más que la consecuencia del tiempo. Ahora, la condición que
pondrá para poder fundar el hecho de que un tiempo o un movimiento sea eterno lo hace en
su libro de Física y dice que sólo en el caso en que subsista un primer Principio que sea su
causa, pero, ¿Cuál debería ser este principio para que sea causa de este movimiento o tiempo
eterno? Debe ser eterno, si el movimiento es eterno también debe serlo su causa e inmóvil,
sólo lo inmóvil es causa absoluta de lo móvil, dice Aristóteles en su libro de Física15.

Asimismo, debe estar exento de toda potencia, es decir, que sea acto puro. Y así es como
llegamos a la substancia suprasensible. Llegamos a la parte teológica de los escritos
aristotélicos, aquí ya podemos decir que nombra a dios como el primer principio en el
que “penden el Universo y la Naturaleza”16. La actividad realizada en él es de las más
perfectas y placenteras y en el que nosotros sólo podemos alcanzar por breve tiempo,
pero dios lo hace siempre, algo que para nosotros es imposible. Así pues, dios es ese
principio inmóvil y eterno,

La potencia y el acto son los dos principios en que está constituida toda la realidad, hemos
visto que el ente tiene varias composiciones, como materia-forma, sustancia-accidentes (no

14
Alvira, T. Op. cit., p. 88
15
Reale G. Op. cit., p. 170; Aristóteles, Metafísica, XII, 6, 1071b5-15
16
Op. cit. XII, 7, 1072b14
perfecto, inteligible, placentero. La actividad del pensamiento es vida y dios por tanto
tiene esa vida. Su actividad, en sí misma, es vida perfecta y eterna. Esto es el dios
aristotélico17.

El Dios que profesa la fe católica, como el dios aristotélico, es un Dios perfecto y


eterno. Sin embargo, es un Dios amoroso que no sólo se fija en sí mismo sino en su creación
que somos todos los seres existentes ya que todo fue creado por Él. El dios de Aristóteles
puede decirse que es indiferente en tanto la vida de todos los seres, un dios ajeno a los
problemas de la vida y del mundo, en todo caso somos nosotros los que podemos captarlo a
él, pero él a nosotros no, porque no somos perfectos como él, otro “defecto” derivado esta
afirmación es que es egoísta. En cambio, el Dios católico no es indiferente, sino que se
preocupa, atiende, escucha a quienes lo invocan, es aquí donde hay otra diferencia, este Dios
es omnipresente, omnipotente, omnisciente, todopoderoso.

En conclusión, Aristóteles es digno de admirarse en tanto que sus obras son completas
y muy detalladas, en su Metafísica, extensa, por cierto, es una obra la cual nos hace pensar
qué es lo que hay más allá de nuestros sentidos, qué es lo que nos constituye como personas,
como ser humano, como ser. Lo expuesto en este escrito trata sólo una parte de lo que son
los modos de ser, trata de reflejar lo laborioso que ha deber sido el que este filosofo haya
encontrado tales definiciones y tales relaciones. El ente, decimos, está compuesto por cuatro
causas, constituido por la esencia que le otorga el ser tiene la capacidad de potencia y estar
en acto. Somos seres mortales e imperfectos, pero hay un ser que es perfecto y eterno exento
de potencia, es dios y es la substancia suprasensible.

17
Ibid. 1072b15-25

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