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quien llevó él mismo
nuestros pecados en
su cuerpo sobre el
madero, para que
nosotros, estando
muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y
por cuya herida
fuisteis sanados.
2

SILABO DEL CURSO


1. CURSO: Epístolas Paulinas
2. JUSTIFICACION
Las cartas escritas por el apó stol Pablo constituyen las dos terceras partes
del Nuevo Testamento. No fueron escritas desde una torre de cristal (“para
responder a preguntas que nadie formuló ”) ni para satisfacer a los aficionados de
la religió n. No. Cada una de ellas, cada línea, cada palabra de ellas brotan del
corazó n apasionado de un hombre de Dios, sobrenaturalmente inspirado, que
vivió y murió movido por el amor y por la bú squeda de todo aquello que exaltara
a su amado Señ or.
No hay en ellas la “prudencia” y la “delicadeza” como se las entiende y
tanto gustan hoy, y que no son sino caretas de contemporizació n y de debilidad
de espíritu, rayanas con la hipocresía y la falta de integridad. Son pá ginas
marcadas con lá grimas y sangre, escritas en el fragor de la “buena batalla”, en el
“segundo aliento” de la carrera cuyo trofeo es la “corona de justicia”, y que
revelan todo lo concerniente a la vida, al cará cter y a la misió n de la Iglesia.
El curso está diseñ ado con la intenció n de que el estudiante sea afectado má s
que por la letra, por el espíritu de estos escritos sagrados. Para ello se
acompañ an breves comentarios acerca de la ocasió n y contenido, así como un
bosquejo de cada epístola. Los bosquejos han sido tomados de la Biblia VIDA y
del excelente libro “Nuestro Nuevo Testamento”, de Merril C. Tenney.
3. SUMILLA
La asignatura en menció n estudia los libros del Nuevo Testamento,
descritas como Epístolas Paulinas, por medio del mé todo de estudio sinté tico, en
la que se aborda principalmente la autoría, fecha, y lugar de composició n de
cada libro; el contenido y los aspectos má s resaltantes son materia de reflexió n y
aná lisis en clase.
4. UNIDADES DE ESTUDIO
La asignatura consta de ocho unidades de estudio de cuatro horas cada una,
lo cual no impide que el maestro parcele el tiempo y el orden de la epístola en la
forma que mejor convenga a las posibilidades y/o necesidades de los
estudiantes.
5. OBJETIVOS
GENERAL
Suministrar el marco histó rico-eclesiá stico y teoló gico de las epístolas
paulinas
ESPECIFICOS
Apreciar la importancia de las epístolas paulinas en la labor ministerial
6. CAPACIDADES
Conceptual
Conoce el contenido histó rico y teoló gico de cada uno de las epístolas
paulinas
Actitudinal,
Reconoce la importancia para el ministerio cristiano el contenido histó rico,
teoló gico y doctrinal de las epístolas paulinas
Procedimental
Enseñ a y comparte con la iglesia el mensaje de las epístolas paulinas, por
medio de la enseñ anza y la predicació n
7. METODOLOGÍA
Dadas la estrechez del tiempo y la amplitud de la materia, é sta se desarrollará
mediante la modalidad de conferencia y trabajos grupales e individuales.
5. EVALUACIÓN
3
Participació n en clase : 20%
Trabajo grupal : 30%
Trabajo individual : 20%
Examen escrito : 30%
4

6. BIBLIOGRAFÍA
ALEXANDER, David y Pat (Compiladores), Manual Bíblico Ilustrado. Miami:
Editorial, 1985,
BARCLAY, William. El Nuevo Testamento Comentado. Varios volú menes, Bs.As.
Argentina: Ediciones La Aurora.
BONNET y SCHROEDER. Comentario del Nuevo Testamento. Varios volú menes, El
Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones.

GUTHRIE, D.; MOTHER, J. Nuevo Comentario Bíblico. E.U.A.: CBP., 1981. 972 pp.
HALLEY, Henry. Compendio Manual de la Biblia. E.U.A.: Editorial Moody, 1953. 468
pp.

HARRISON, Everett F. Introducción al Nuevo Testamento. Grand Rapids, Michigan:


TELL, 1980.

HENDRIKSEN, Guillermo. Comentario del Nuevo Testamento. Varios volú menes,


Grand Rapids, Michigan: Subcomisió n de Literatura Cristiana.
JAMIESON, Roberto. Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia. CBP., 1981.
Tomo II. 882 pp.
MANLEY, ROBINSON, STIBBS. Nuevo Auxiliar Bíblico. Miami: Editorial Caribe,
1958.

MILES, A.R. Introducción Popular. s.p.i., 1982. 253 pp.

PEARLMAN, Myer. A Través de la Biblia Libro por Libro. Miami: Editorial VIDA.
ROBERTSON, A.T. Imágenes Verbales en el Nuevo Testamento. Varios volú menes,
Terrasa, Barcelona-Españ a: Editorial CLIE.

TENNEY, Merril C. Nuestro Nuevo Testamento. Chicago, Illinois: Editorial MOODY,


1973.

UNGER, Merril. Manual Bíblico de Unger. E.U.A.: PE., 1985. 954 pp.

©IBISEP
Propiedad intelectual del Instituto Bíblico Semipresencial, de Las Asambleas de Dios del
Perú Edició n 2011.
Edició n anterior 1990, 2001,2003,2007. La presente edició n 2010, ha sido revisada y
ampliada.
Impreso en Lima — Perú
5

ÍNDICE
PORTADA.

.............................................................................................................................................................
1

SILABO DEL CURSO...................................................................................... 2


UNIDAD I INTRODUCCIÓN A LAS EPÍSTOLAS PAULINAS.......................................5
1. Generalidades................................................................................................................. 5

2. Cartas y epístolas.................................................................................................... 5
3. ¿Cartas o epístolas?............................................................................................... 5
4. Características de las epístolas................................................................5
4.1. Las epístolas son ocasionales…....................................................5
4.2. Las epístolas son prá cticas...........................................................6
4.3. Las epístolas son autoritativas.....................................................6

UNIDAD II LAS EPÍSTOLAS Y EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO..................6


1. Las escrituras del antiguo testamento en la vida de la iglesia............6
2. Las escrituras del nuevo testamento en la vida de la iglesia..............6
3. Las epístolas paulinas............................................................................7
4. El valor histó rico, teoló gico y doctrinal de las epístolas…...................7

UNIDAD III EL AGRUPAMIENTO DE LAS CARTAS PAULINAS..................................7

1. Las epístolas escatoló gicas…................................................................7


2. Las epístolas evangélicas o columnares.................................................8
3. Las epístolas carcelarias….....................................................................8
4. Las epístolas carcelarias….....................................................................8
5. El hombre detrá s de las epístolas…......................................................8
UNIDAD IV GÁLATAS Y 1, 2 TESALONICENSES........................................... 9

UNIDAD V 1 Y 2 CORINTIOS...................................................................... 13

UNIDAD VI EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS..................................... 16

UNIDAD VII EPÍSTOLAS DE FILEMÓN Y COLOSENSES................................. 18

UNIDAD VIII EPÍSTOLAS A LOS EFESIOS Y COLOSENSES............................. 20

UNIDAD IX 1 TIMOTEO, TITO Y 2 TIMOTEO................................................ 23

UNIDAD X EPÍSTOLA A LOS HEBREOS...................................................... 27


6

UNIDAD I INTRODUCCIÓN A LAS EPÍSTOLAS PAULINAS


1. GENERALIDADES
La epístola es uno de los varios gé neros literarios que se dan en la Biblia. De los
veintisiete libros que conforman el Nuevo Testamento, veintiuno son epístolas, las que se
dividen en dos grupos: Generales y Paulinas.

Se denominan Epístolas Generales las dirigidas a un pú blico mayor que una iglesia
local (Santiago, 1,2 Pedro, 1,2,3 Juan y Judas).

Y Epístolas Paulinas son las escritas por el apó stol Pablo que, si aceptamos que é l
escribió Hebreos, suman 14 y son: Romanos, 1,2 Corintios, Gálatas, Efesios,
Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito, Filemón y
Hebreos. El orden de estas epístolas en el canon del Nuevo Testamento obedece
estrictamente a su extensió n y no tiene nada que ver ni con su contenido ni con la fecha
de su producció n. En el presente curso estudiaremos las cartas paulinas segú n el orden
cronoló gico en el que fueron escritas.
2. CARTAS Y EPÍSTOLAS
Si bien es cierto que carta y epístola son términos sinó nimos, estudios realizados en
una gran cantidad de papiros antiguos han establecido que eran dos géneros literarios
diferentes.

La epístola era dirigida a muchas personas, con contenido didá ctico y de cará cter
duradero (se citan como ejemplos las colecciones de cartas de Isó crates y Plató n, ambos
discípulos de Só crates).
La carta, en cambio, era de interé s só lo para su destinatario o destinatarios.
Al igual que ahora, antiguamente las cartas tenían un formato que constaba de seis
partes. La carta del Concilio de Jerusalé n (Hch.15:23-29) es un buen ejemplo de ello:

1. Nombre del Escritor (Los apó stoles y los ancianos o hermanos”, v.23a.).
2. Nombre del destinatario (“a los hermanos de entre los gentiles que está n en
Antioquía, en Siria, y en Cilicia”. v.23b).
3. Saludo (“Salud”, v.23b).
4. Petición de oració n o acció n de gracias, no ocurre en este caso. (Un ejemplo es
“Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo...” Ro.1:3).
5. Texto (vv.24-29).
6. Saludo final y despedida (“Pasadlo bien” v.29).

En muchos casos el punto cuatro tomaba la forma de un deseo expresado en oració n:


“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma” (3 Jn.2). O simplemente se omitía.
3. ¿CARTAS O EPÍSTOLAS?
De todas las epístolas del Nuevo Testamento, a Hebreos le faltan los puntos 1-3 y 1
Juan no tiene los puntos 1-3 y 6 arriba mencionados. No llenan las formalidades de una
carta, pero es evidente que estaban dirigidas a determinadas personas (He.10:32-34;
13:1-25; 1 Jn.2:7,12-14,19,26). Si bien es cierto que Hebreos tiene mucho de tratado,
puede ser considerada como carta. El texto de 1 Juan si es el de una carta, a pesar de la
falta de formalidades que hemos mencionado.

Santiago y 2 Pedro cubren casi todas las formalidades de una carta (les falta el punto
6), pero no tienen destinatario específico. Son las ú nicas que pueden ser consideradas
como epístolas, es decir, fueron dirigidas a toda la iglesia.

La importancia de estos escritos no depende de có mo se les catalogue sino del hecho


de su inspiració n divina, por lo que son de valor y vigencia universal.
4. CARACTERÍSTICAS DE LA EPÍSTOLA
Hay muchas formas de agrupar las epístolas, ya por su contenido, ya por sus autores,
etc., etc., pero todas se caracterizan por ser ocasionales, prácticas y autoritativas.

4.1. Las epístolas son ocasionales. Es necesario tener presente que las epístolas son
del primer siglo y que son escritos ocasionales, que obedecen a problemas,
necesidades, circunstancias de sus destinatarios, quienes entendieron su contenido
pues estaban familiarizados con los asuntos en ellas tratados: “¿No os acordá is que
cuando yo estaba con vosotros, os decía esto?” (2 Ts. 2:5 cf. 1 Ts. 5:5,1,2).
7

En ocasiones el autor sagrado estaba respondiendo a preguntas que se le


habían hecho: “En cuanto a las cosas que me escribisteis” (1 Co. 7:1 y ss.).

O corregía deficiencias acerca de las cuales tenía informació n fidedigna: “Porque


he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre
vosotros contiendas” (1 Co. 1:11). En conclusió n, si para nosotros, en las postrimerías del
siglo XX, hay pasajes o afirmaciones difíciles de entender, no sucedió así con los
destinatarios del primer siglo, ellos entendieron y aplicaron el mensaje de las epístolas.
“Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, o también entendéis; y espero que
hasta el fin las entenderéis”, “Porque aunque os contriste con la carta, no me pesa...
porque fuisteis contristados para arrepentimiento” (2 Co. 1:13; 7,8,9 cf. 1 Co. 2:1-4).

4.2. Las epístolas son prácticas. No fueron escritas como ensayos teoló gicos (aunque
son ricas en contenido teoló gico), ni para deleitar a los amantes de la lectura (si bien es
cierto que en cuanto a estilo literario no tienen nada que envidiar a los clá sicos griegos),
sino “para enseñ ar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2
Ti.3:16,17).

4.3. Las epístolas son autoritativas. Ellas fueron dirigidas a congregaciones


nacientes, algunas tenían pocos añ os, y aun meses de vida, y enfrentaban problemas de
dentro y de fuera que muchas veces amenazaron su existencia. Contra viento y marea el
Espíritu Santo estaba edificando la Iglesia sobre el fundamento doctrinal dado a través de
los apó stoles.

Ellos, los apóstoles, se esforzaban en anunciar “todo el consejo de


Dios”(Hch.20:27; 1 Co.15:3; Mt. 28:20). Ellos eran conscientes y responsables de la
autoridad con la que habían sido investidos por Dios mismo. “Te mando delante de
Dios...” (1 Ti. 6:13, cf. 1 Ti. 4:11). Ellos recibieron revelació n divina y la transmitieron con
autoridad a fin de edificar la Iglesia (Gá . 1:11,12; 1 Co.11:23 y ss.). El “yo digo, no el
Señ or” de Pablo (1 Co.7:12 es para afirmar su autoridad apostó lica (cf.1 Co.7:25,40).

UNIDAD II LAS EPÍSTOLAS Y EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO

1. LAS ESCRITURAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO EN LA VIDA DE LA


IGLESIA
Durante los primeros años de su existencia, la Iglesia dependió del Antiguo
Testamento (Mr. 12:24; Lc. 24:44) y las palabras del Señor Jesucristo (1 Co.
9:9,13,14;11,23 y ss; 1 Ts. 4:15). Paralelamente, como una respuesta a diversas
necesidades y problemas, surgió una nueva línea de autoridad, la autoridad apostó lica (1
Co. 11:2; 2 Ts. 2:15; 3:6). Instrumentos de Dios e inspirados por el Espíritu Santo, los
apó stoles dieron una enseñ anza pertinente y autoritativa en forma oral y escrita que la
Iglesia aceptó como del Señ or.
2. LAS ESCRITURAS DEL NUEVO TESTAMENTO EN LA VIDA DE LA IGLESIA
Antes de finalizar el primer siglo, todos los libros del Nuevo Testamento fueron
escritos, copiados y diseminados en todas las iglesias. Es probable que la epístola de
Santiago sea el primer escrito cristiano. Le siguen las epístolas de Pablo, las cuales
gozaron de gran aceptació n y estima en toda la iglesia y se divulgaron intensamente.
Posteriormente, fueron escritos los cuatro Evangelios, los Hechos, las Epístolas Generales
y el Apocalipsis (95 d.C.).

A la par que los libros del Nuevo Testamento, también circularon otros escrito tales
como 1 Clemente, epístola escrita por Clemente de Roma (96 d.C.) a la iglesia de Corinto
(hay una epístola 2 Clemente, de autor desconocido y que no gozó de mayor aceptación), La
Didache (La Enseñanza de los Doce Apóstoles (c.120), La Epístola de Bernabé (c.130), y El
Pastor de Hermas (c.140), escrito por Hermas, hermano de Pío, obispo de Roma.

Estos escritos fueron muy apreciados, por lo menos en ciertos sectores de la


Iglesia y aun por algunos prominentes dirigentes cristianos como Clemente de
Alejandría y Orígenes 1. También aparecieron diversos evangelios, hechos, epístolas y
Apocalipsis de dudosa procedencia y que no fueron aceptados por la Iglesia.

1
Durante la segunda mitad del siglo segundo surgieron notables maestros cristianos que enfrentaron dignamente los embates de herejías
que falsos hermanos intentaron introducir en la Iglesia. Entre ellos destacan Irinero de Lion (130-200), Clemente de Alejandría (150-
215), Tertuliano de Cártago (160-220) y Orígenes de Alejandría (185-215), todos ellos brillantes pensadores y escritores, cuyas obras
dieron estabilidad doctrinal a la Iglesia y son fuente de valiosa información acerca del desarrollo de la doctrina cristiana y de las
corrientes doctrinal erróneas que circularon en su época.
8

A mediados del tercer siglo, los 27 libros del Nuevo Testamento eran conocidos y
respetados por toda la Iglesia. Sin embargo, en un primer momento no todos fueron
reconocidos plenamente.

Fue Orígenes (245 d.C.) quien usó el té rmino homolegómena (libros


“confirmados” o “aceptados”) para referirse a los cuatro Evangelios, las epístolas de
Pablo, Hechos, 1 Pedro, y 1 Juan y Apocalipsis, universalmente reconocidos como
inspirados.

Los antilegómena (“discutidos” o “cuestionados”), así se refirió Orígenes a


Hebreos, 2 Pedro, 2 y 3 Juan, Santiago y Judas; siendo cuestionados por asuntos que
nada tenían que ver con su contenido y que no les restaba su reconocida autoridad. Por
ejemplo, Santiago y Judas se llaman “siervos” de Cristo y no apó stoles y el autor de 2 y 3
de Juan se autotitula “presbítero” o “anciano”. El autor de Hebreos no da su nombre y su
estilo es diferente al de las epístolas paulinas, igualmente el estilo de 2 Pedro difiere de 1
Pedro. Judas fue cuestionado por su referencia al libro apó crifo de Enoc (Judas 14-15), y
Santiago por estar dirigida a los judíos conversos y no a la iglesia gentil universal. La
inspiració n de estos libros cuestionados se fue imponiendo por su propio peso y a fines
del cuarto siglo, la iglesia de occidente los reconoció como canó nicos. La iglesia de oriente
hizo lo mismo en el siglo quinto2.

3. LAS EPÍSTOLAS PAULINAS


 Las Epístolas en la vida de la iglesia. Aunque estas cartas son conocidas como
epístolas, ellas difieren de la connotació n general de las epístolas griegas, en el sentido
de que no fueran escritas para una audiencia literaria. Al mismo tiempos ellas deben ser
distinguidas de las cartas privadas ya que fueron escritos con un propó sito semi pú blico.
En realidad ellas crearon una nueva categoría, sin paralelo en la literatura
contemporá nea. Su forma se adaptó de una manera magnífica para satisfacer las
necesidades prá cticas y doctrinales de las primeras comunidades cristianas.

Ninguna de ellas fue escrita con un propó sito literario, ni aun aquella de tanta
calidad como lo es la epístola de Romanos, la cual, má s que ninguna de las otras cartas,
refleja ser algo como un tratado teoló gico.

4. EL VALOR HISTORICO TEOLOGICO Y DOCTRINAL DE LAS EPISTOLAS


PAULINAS
A causa de su propósito esencialmente práctico, estas cartas arrojan bastante luz
sobre lo que eran las congregaciones cristianas durante el primer periodo. Ellas reflejan la
lucha del cristianismo contra el medio ambiente pagano, ellas no esconden el hecho de que
se produjeran problemas de carácter moral. Además las epístolas muestran claramente que
algunas de las iglesias estaban tan confundidas acerca de la verdad cristiana que fue fácil
para algunas doctrinas erróneas ganar el apoyo de los miembros. No había uniformidad
entre las iglesias en materia de organización, y en una iglesia a lo menos (Corinto) parece
haberse introducido una considerable medida de desorden.

Las cartas, por lo tanto, deben ser vistas como la obra de un misionero cristiano
quien se sentía diariamente con la responsabilidad de las iglesias (cf. 2 Co. 11:28).
Algunas epístolas fueron escritas durante periodos de intensa actividad, mientras otras
son el producto de un descanso obligado, como por ejemplo, las epístolas carcelarias. No
puede pensarse que las epístolas má s antiguas fueron el producto de una larga reflexió n.
Ellas representan en contexto y en estilo, la respuesta espontá nea de los apó stoles a
situaciones que demandaban acció n y consejo inmediato.

Esta es la razó n por la cual las epístolas abundan en divagaciones. Puede ser
prontamente imaginarnos que Pablo escribió o dictó la mayoría de sus cartas teniendo
una variada gama de preocupaciones en su mente, ademá s de la preocupació n particular
del momento. Pero al mismo tiempo Pablo es consciente que está escribiendo con
autoridad. Sus cartas nunca dejan la impresió n de ser expresiones casuales de opinió n.
Pablo no tenía dudas acerca de có mo el camino y el pensamiento de la vida cristiana
deberían desarrollarse, y es esta convicció n lo que da poder y autoridad a sus cartas.

2
Luego de derrotar a su cuñado Licinio, Constantino se consolidó como dueño absoluto del vasto Imperio Romano (324 d.C.) y trasladó
la capital del Imperio a Bizancio (actual Estambul), a la que puso el nombre de Constantinopla (“ciudad de Constantino”). Esta decisión,
muy propio de un estadista hábil y calculador como lo fue Constantino, fue parte de su estrategia para mantener la hegemonía del
imperio y su poder personal. Constantino gobernó desde la nueva capital y estableció emperadores asociados en Roma. Más tarde, en el
año 375, Teodosio dividió el Imperio en Oriental (capital Constantinopla) y Occidental (capital Roma). Se les denominó Griego y
Latino, respectivamente, por el idioma que prevalecía en cada uno de ellos. Esta división afectó a la iglesia, pues también se dividió en
Iglesia Oriental (Griega) e Iglesia Occidental (Latina). El obispo de Roma reclamó mayor reconocimiento por ser apostólica (esta
reclamación devino en el papado), y el obispo de Constantinopla reclamó para sí el título de patriarca (que mantiene hasta la
actualidad).
9

UNIDAD III EL AGRUPAMIENTO DE LAS CARTAS PAULINAS


Hay trece epístolas en el Nuevo Testamento que pretenden haber sido escritas por el
apó stol Pablo. Estas se distribuyen de una manera natural en cuatro grupos:
1. LAS EPISTOLAS ESCATOLOGICAS
El primer grupo de las epístolas má s antiguas son las escritas a la iglesia de
Tesalónica, ambas escritas desde Corinto durante el segundo viaje misionero de Pablo.
El Apó stol estableció la iglesia en Corinto poco después que llegó a Europa, subsecuente
a su trabajo en Filipos. Sus movimientos entre el periodo del establecimiento de la iglesia
y el envío de las cartas envolvió visitas a Roma y a Atenas.

2. LAS EPISTOLAS EVANGELICAS O CULMNARES


El próximo grupo, es descrita a veces como las grandes cartas evangélicas y está
compuesta de 1 y 2 Corintios, Romanos y Gálatas. Las primeras tres ciertamente
fueron escritas durante el tercer viaje misionero, en tanto que Gá latas probablemente fue
escrita después, si bien es necesario reconocer que algunos eruditos datan Gá latas, como
siendo una de las primeras cartas que salieron de la pluma de Pablo. Fue durante sus
tres añ os de trabajo en É feso que Pablo escribió primeramente a los corintios. Su estadía
allí tocaba ya su fin, como 1 Co. 16:8 muestra. De allí se trasladó a Troas, pasó a
Macedonia y permaneció tres meses en Grecia.

Mientras estaba en Macedonia escribió 2 Corintios, después de haber conocido a


Tito, quien recientemente había estado en Corinto. Cuando arribó a Grecia sin duda que
visitó Corinto, fue mientras estuvo allí que probablemente escribió Romanos. Por aquel
tiempo su obra había finalizado, sus ojos estaban mirando hacia Españ a. Antes de
embarcarse para el oeste, Pablo decidió visitar Jerusalén con el fin de llevar la colecta
para los cristianos pobres de Judea. Esta acció n produjo su arresto, cautividad y
despacho posterior a Roma.
3. LAS EPISTOLAS CARCELARIAS O EPISTOLAS DE LA PRISION
El tercer grupo de epístolas, conocidas como epístolas carcelarias, se les llama así
debido al hecho de que en todas ellas el apó stol se declara a sí mismo como siendo
prisionero. Estas son Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón. Tradicionalmente se
ha pensado que estas epístolas fueron escritas mientras Pablo se encontraba preso en
Roma, y hay buenas razones que apoyan tal manera de pensar. Pero un punto de vista
alternativo sugiere que Filipenses y probablemente las otras, fueron escritas desde É feso.

Lo que má s puede decirse acerca de esta hipó tesis alternativa es que hasta donde
sepamos, Pablo nunca estuvo preso en É feso y que, por lo tanto, la hipó tesis es una
simple conjetura. Es menester mantener una conexió n cercana entre estas cartas, a lo
menos en el caso de Efesios, Colosenses y Filemó n, pues se encuentran íntimamente
conectadas por su contenido como tambié n por las circunstancias histó ricas de su autor.
Estas cuatro epístolas son reflexivas en tono y ello es comprensible si aceptamos que
Pablo estaba en la cá rcel. É l estaba, sin embargo, en contacto con varios camaradas
cristianos por medio de los cuales tuvo conocimiento de las necesidades de las iglesias.

Estas cartas, con la posible excepció n de Efesios, fueron enviadas al igual que las
epístolas anteriores, en respuesta a varias situaciones prá cticas: aumento de doctrinas
heré ticas, problemas de compañ erismo, problemas materiales y espirituales, las
necesidades de un esclavo fugitivo, etc., etc. Es posible, si la teoría de su origen romano
es mantenida, que Filipenses fue escrita primero y enseguida Efesios, Colosenses, y
finalmente Filemó n, pero todas má s o menos en la misma fecha.
4. EPISTOLAS PASTORALES
El cuarto grupo está compuesto de las epístolas pastorales, y ellas son 1 y 2
Timoteo y Tito. Estas tres epístolas implican que Pablo debe haber sido puesto en
libertad después del encarcelamiento de Hechos 28.

* Epístolas Escatológicas: 1,2 Tesalonicenses


* Epístolas Evangélicas o Columnares: Gá latas, 1,2 Corintios y Romanos
* Epístolas de la Prisión: Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemó n
* Epístolas Pastorales: 1,2 Timoteo y Tito.
En el presente curso, las trataremos en el probable orden cronoló gico en que fueron
escritas. Hemos incluido en la lista a Hebreos, la epístola anó nima a la cual los eruditos
atribuyen autores (Apolos, Bernabé , Lucas, Pablo), lo que no significa de ninguna manera
una afirmació n concluyente de la paternidad paulina de Hebreos (cuya inspiració n divina
está fuera de toda duda).
10

5. El HOMBRE DETRAS DE LAS EPISTOLAS.


Pablo (gr. Paulos=“pequeñ o” o “insignificante”), llamado también Saulo
(Hebreo=“pedido”), era costumbre entre los judíos de la diá spora3 tener un nombre hebreo
y otro romano. De padre fariseo (Hch.23:6) del cual heredó la ciudadanía romana
(Hch.22:28, Pablo nació en Tarso, capital de Cilicia (Hch.22:3) y se crió en Jerusalén, en
donde fue instruido en el Antiguo Testamento y los métodos de interpretació n rabínicos
por Gamaliel (Hch.22:3; 26:4,5).

Conforme a la costumbre judía de aprender un oficio, él aprendió a fabricar


carpas (Hch.18:3). Antes de su conversió n fue un conocido y respetado defensor del
judaísmo y enemigo acérrimo del cristianismo (Gá .1:14; Hch.9:1-2). A continuació n
presentamos un bosquejo de la vida de Pablo para facilitar la comprensió n del tiempo
y las circunstancias de cada epístola (las fechas son aproximadas).

AÑO d.C. VIDA Y MINISTERIO DEL APÓSTOL PABLO


33 Conversión de Pablo (Hch.9:1-9). Para los acontecimientos que precedieron su
conversió n, vé ase Hch.22:3-5; 26:4,5; 1 Ti.1:12-16, y para los que le siguieron,
Hch. 9:19-30; 27:17-21; 26:19,20; Gá .1:15-20.
33-44 Pablo en Tarso, Siria y Cilicia (Hch.9:30; Gá .1:21), incluyendo la estancia en
Antioquía (Hch.11:25,26).
46 Visita a Jerusalén (Hch.11:27-30; 12:25; Gá .2:1-10).
47 Primer viaje misionero: Antioquía, Chipre, Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y
Derbe (Hch.13 y 14).
49 Disensiones con el partido de los judaizantes en Antioquía (Gá .2:11-14).
Escribe Gá latas, desde Antioquía.
50 Pablo visita Jerusalé n y se halla presente en el Concilio Cristiano (Hch.15:1-35).
51 Segundo viaje misionero: Antioquía, Cilicia, sur de Galacia, Troas, Filipos,
Tesaló nica, Berea, Atenas y Corinto (Hch.15:36-18:1).
51-53 Estancia en Corinto (Hch.18:1-18). Escribe 1 y 2 Tesalonicenses.
53 Regreso por É feso y Cesarea a Jerusalé n, y otra vez a Antioquía (Hch.18:18-22).
Tercer viaje misionero: Antioquía, Frigia y Galacia hasta É feso (Hch.18:23,24).
53-56 Estancia en Éfeso (Hch.19:1-20:1).
Escribe 1 Corintios.
56-57 Continuació n del tercer viaje: Macedonia, Grecia(Acaya), Asia (conferencia con
los ancianos de É feso, en Mileto), Tiro, Tolemaida, Cesarea, Jerusalén (Hch.20:1).
Escribe 2 Corintios (¿desde Filipos?), Romanos, desde Corinto.
57-59 Arresto en Jerusalén, dos añ os de prisió n en Cesarea (Hch.21:18-26:32).
59-60 Viaje a Creta, Malta, Regio y Roma (Hch.27).
60-62 En Roma esperando juicio, bajo vigilancias (Hch.28)
Escribe Colosenses, Filemó n, Efesios, Filipenses.

62-65 Pablo libertado (?), vuelve a visitar las iglesias.


Escribe 1 Timoteo y Tito, ¿Hebreos?.
66 ó 67 Encarcelado en Roma
Escribe 2 Timoteo poco antes de su muerte.

UNIDAD IVGÁLATAS Y 1,2 TESALONICENSES


GÁLATAS
1. AUTOR

3
La Diáspora (“lo que se siembra”) se refiere a los judíos que residían fuera de Palestina y que mantenían la fe de sus mayores. Algunos
eran descendientes de los que habían sido llevados al exilio en Babilonia. Otros salieron de Palestina por diversas razones. En el primer
siglo las colonias judías estaban diseminadas en todo el Imperio Romano, en Mesopotamia y Persia y se reunían en sinagogas (“lugar de
asamblea”) para estudiar la Palabra de Dios. Debido a su contacto con la cultura griega, los judíos de la Diáspora eran menos
prejuiciados que los judíos palestinos y muchos de ellos fueron convertidos a Cristo bajo el ministerio de los primeros misioneros.
11

Esta carta ofrece abundante evidencia interna acerca de su autor. El nombre de Pablo
aparece en el saludo introductorio (1.1) y en el cuerpo de la carta (5:2). La experiencia, la
pasió n, nos parece un término má s apropiado, de Pablo, permea toda la carta. Dos
capítulos (1 y 2) son autobiográ ficos y allí encontramos una de las má s inspiradas
declaraciones que resume la esencia de la vida cristiana (2:20). La evidencia externa
también confirma que Pablo es el autor humano de la epístola. Ireneo (fines del segundo
siglo), se refiere a Gá latas como paulina. En el mismo siglo, Clemente de Alejandría y
Orígenes hacen lo mismo.

2. OCASIÓN Y FECHA
Pablo se encuentra en Antioquía hasta donde le llega informació n acerca de la
confusió n provocada por la enseñ anza de maestros judaizantes en las iglesias que é l y
Bernabé fundaron en el sur de Galacia (Hch.13 y 14). El apó stol está consciente de la
gravedad de la situació n, sabe muy bien que el cristianismo corre peligro de convertirse
en una secta judía y escribe esta apasionada carta, llamada con justicia “de la libertad
cristiana”.

La ausencia total de referencias al decreto del Concilio de Jerusalé n (Hch.15) indica que
la carta fue escrita antes de dicho evento, o sea en el añ o 49 d.C.
3. DESTINATARIO
El té rmino Galacia se usaba para referirse tanto al antiguo territorio ubicado en la
parte central de Asia Menor (actual Ankara, Turquía) habitado por las tribus gá licas
provenientes de Europa central, como a la provincia romana 4, conformada por el antiguo
territorio galo, conquistado por los romanos el 25 d.C., y extensos territorios ubicados
hacia el sur. Antioquía de Pisidia, Iconio y Listra, importantes poblaciones del sur de
Galacia, fueron evangelizadas por Pablo y Bernabé en el primer viaje misionero. Si
aceptamos que la carta a los Gá latas fue escrita antes del Concilio de Jerusalé n, la
conclusió n ló gica es que fue dirigida a las iglesias de las ciudades mencionadas.
4. CONTENIDO
El contenido de Gá latas se puede comparar a la batería pesada de un ejército. Pablo
sabe que el conflicto provocado por los maestros judaizantes no es una simple
escaramuza sino una batalla crucial de la que depende el cará cter ú nico del Evangelio de
la Gracia de Dios, mediante el cual solamente el hombre es justificado con Dios. Se trata
de un asunto de vida o muerte(eterna).

Según los maestros judaizantes, para obtener la salvación, los gálatas debían
añadir a la fe la circuncisión y los rituales de la ley mosaica (4:10,21; 5:2; 6:12-15).
Hacer esto es no solamente inú til, dice Pablo ya “que por la ley ninguno se justifica para
con Dios” (3:11), tambié n es someterse al yugo de esclavitud y ponerse bajo maldició n
(5:1; 3:10). En cambio, conforme al Evangelio proclamado por Pablo, tanto judíos como
gentiles pueden obtener la salvació n por gracia por medio de la fe en Cristo y nada má s
(5:6; 3:6-9). Los maestros judaizantes tambié n eran duchos en el uso de la vieja y a veces
rentable tá ctica de atacar al mensajero para desvirtuar el mensaje y, en salvaguarda del
mensaje que é l recibió por revelació n (1:12), Pablo defiende su apostolado (1:1, 7:12;
2:2- 10).
5. CARACTERÍSTICAS
Gá latas se destaca por cuatro características principales:

a) Es la má s precisa y poderosa defensa de la naturaleza del cristianismo.


b) Tiene una contundente respuesta a la antigua cuestió n “¿Có mo se justificará el
hombre con Dios”(Job 9:2): “Por la fe de Cristo” (2:16).

c) Revela los diversos aspectos del fruto del Espíritu (5:22-23) y un listado de las obras de
la carne (5:19-21).

d) Es la segunda despué s de 2 Corintios en referencias biográ ficas.


6. TEMA CENTRAL
La Libertad Cristiana (5:1)

4
El imperio Romano dividió sus posesiones en provincias. Había dos clases de provincias: Las senatoriales y las imperiales. Las
primeras eran aquellas cuyos gobernadores, llamados “procónsules”, eran designados por el Senado romano, sujetos a la aprobación del
emperador. Acaya, Macedonia, Asia, Chipre y Creta fueron provincias senatoriales. Las provincias imperiales estaban bajo la
autoridad directa del emperador y estaban gobernadas por un representante personal de éste. Panfilia, Galacia, Cilicia y Siria fueron
provincias imperiales. Las provincias más pequeñas eran gobernadas por un “procurador”. Judea fue una provincia procuratorial bajo la
vigilancia de Siria. Era común que grupos de ciudadanos romanos se afincaran en una ciudad la cual era llamada “colonia”, como fue el
caso de Filipos.
12

7. BOSQUEJO

I. Introducción: 1:1-9
A. El saludo de Pablo dirigido a los Gá latas, 1:1-5
B. el motivo de la epístola: su abandono del Evangelio, 1:6-9.
II. La Autoridad de Pablo y la autenticidad de su mensaje: 1:10-2:21
A. El Evangelio de Pablo que le fue revelado por Cristo, 1:10-24
B. El Evangelio de Pablo reconocido por los otros apó stoles, 2:1-10.
C. El Evangelio de Pablo reivindicado frente a la contemporizació n de Pedro, 2:11-21
III. El Camino de la Salvación: 3:1-4:31
A. La salvació n en Cristo es por fe, no por obras, 3:1-14
B. La salvació n en Cristo es por la promesa, y no por la ley, 3:15-22
C. Aquellos que confían en Cristo son hijos, no esclavos, 3:23-4:7
D. Protesta del apó stol Pablo, 4:8-20
E. Aquellos que confían en la ley son esclavos y no hijos, 4:21-31
IV. La Senda de la Libertad: 5:1-6:10
A. La libertad no debe perderse por el legalismo, 5:1-12
B. La libertad no debe abusarse mediante el libertinaje, 5:13-26
C. La libertad debe expresarse mediante el servicio, 6:1-10.
V. Posdata
Vida de sacrificio en contraste con el legalismo, 6:11-18.

PRIMERA TESALONICENSES
1. AUTOR
La paternidad literaria de esta epístola es incuestionable desde que en ella se consigna
el nombre de Pablo y muchas referencias personales corroboradas por el relato de
Hechos (1:1; 2:18; 2:2, cf. Hch.16:19 y ss.). La evidencia externa es igualmente
concluyente, fue incluida en la lista del hereje Marció n5 y en el fragmento Muratorio.
2. OCASIÓN Y FECHA
Luego del Concilio de Jerusalé n (Hch.15), Pablo inicia su segundo viaje misionero en
compañ ía de Silas (o Silvano). Salen de Antioquía y pasan por Siria, Cilicia, Derbe y
Listra, en donde se les une Timoteo (Hch.15:40-16:3). De allí se encaminaron al noreste,
a la provincia de Asia, pero Dios los hace cambiar de planes y los envía a la provincia de
Macedonia (Hch.16:6-12), y predican en Filipos (Hch.16:12-40), luego pasan por Anfipolis
y Apolonia y llegan a Tesaló nica, ciudad principal de Macedonia, en donde desarrollan un
breve pero fructífero ministerio, pues en tres semanas establecen una hermosa
congregació n.

Judíos residentes en Tesaló nica provocan un tumulto y los misioneros salen para Berea
(Hch. 17:1-10). De allí Pablo só lo viaja a Atenas, sus compañ eros se le unirá n luego (Hch.
17:13-15). Poco despué s Timoteo va a Atenas y Pablo lo envía a Tesaló nica para
confirmar y exhortar a los nuevos creyentes (3:1-5) y é l baja a Corinto, capital de la
provincia de Acaya (Hch. 18:1-18), en donde Timoteo le busca para entregarle el informe
acerca de la iglesia en Tesaló nica. Es a partir de este informe que Pablo escribe a los
tesalonicenses, posiblemente dentro de los primeros seis meses de haber fundado la
iglesia, en el añ o 51 d.C.
3. DESTINATARIOS
Tesaló nica era una ciudad portuaria bañ ada por el mar Egeo, situada a 160 kiló metros
al suroeste de Filipos, quedaba en la Vía Ignacia, importante ruta comercial terrestre.
Capital de la provincia de Macedonia, esta metró poli tenía en su heterogé nea població n
una comunidad judía de donde salieron los primeros convertidos de la diná mica iglesia
tesalonicense (Hch. 17:1-4). A esta iglesia escribe Pablo.

4. CONTENIDO

5
Marción, hijo del obispo de Sinope (Ponto), afirmaba que el Dios-Creador del Antiguo Testamento era inferior al Dios- Padre revelado
en Cristo. Su rechazo del Antiguo Testamento alcanzaba a todos los escritos apostólicos de carácter judío. Fue a Roma (144 d.C.) donde
logró varios adeptos, pero su enseñanza fue rechazada por la Iglesia. Hizo una lista, la más antigua que se conoce, de los libros del
Nuevo Testamento, es el fragmento Muratorio (170 d.C.) de procedencia romana. Este documento se llama así porque Luis Antonio
Muratori lo publicó por primera vez en Italia en el año 1740. Contiene todos los libros del Nuevo Testamento, excepto Hebreos,
Santiago y 3 Juan. La segunda carta de Pedro aparece con ciertas dudas.
13

No obstante el hecho de haber nacido en medio de hostilidades y persecució n de parte


de judíos extremistas (1:6; 2:14 cf. Hch. 17:5-8), desde el primer momento, la
congregació n de Tesaló nica se constituyó en un maravilloso ejemplo del poder
transformador del Evangelio predicado por Pablo y sus compañ eros (1:7-10), lo cual
reconoce y encomia el apó stol (1:2-5; 2:13-16). Pero tres semanas, el tiempo que Pablo
estuvo con ellos, de ninguna manera fue suficiente para instruirles en todo lo que
requerían para su desarrollo cristiano.

Algunas de las enseñ anzas de Pablo, la segunda venida de Cristo p.e., no habían
sido bien entendidas y muchos pensaban que los cristianos fallecidos no participarían de
las glorias del inminente retorno del Señ or; Pablo les da una palabra de aliento (4:13-18)
y una exhortació n (5:1-11) sobre el particular. Algunos de ellos todavía estaban envueltos
en prá cticas inmorales y el apó stol les recuerda lo que ya les había enseñ ado, que la
santidad es la voluntad de Dios para todos sus hijos (3:13; 4:1-8; 5:23,24). Les escribe
con el mismo amor y ternura que les prodigó cuando estuvo entre ellos (2:7, 8:17-20; 3:1-
10).
5. CARACTERÍSTICAS
Mencionamos cuatro características:
a) Es un hermoso testimonio del poder transformador del evangelio de nuestro Señ or
Jesucristo.

b) Nos presenta el modelo de un ministerio motivado por el amor, ungido y efectivo, a


pesar de la persecució n y el sufrimiento que ésta provoca.

c) Contiene profundas enseñ anzas acerca de la resurrecció n de los creyentes y de la


segunda venida del Señ or.

d) Es un reconocimiento de la fidelidad y servicio de una iglesia que ama a su Señ or.


6. TEMA CENTRAL
El crecimiento de una nueva iglesia en un medio adverso (1:3).
7. BOSQUEJO

I. Salutación 1:1
II. La situación de la Iglesia, 1:2-10
A. Cará cter de la Iglesia, 1:3
B. Elecció n de la Iglesia, 1:4-7
C. Reputació n de la Iglesia, 1:8-10
III. Relaciones de Pablo con la Iglesia, 5:1-5:11
A. El problema de la moralidad sexual, 4:1-8
B. La recepció n de Pablo por los Tesalonicenses, 2:13-16
C. La preocupació n de Pablo por la Iglesia, 2:17-3:10
D. La oració n de Pablo por la Iglesia, 3:11-13
IV. Los problemas de la Iglesia, 4:1-5:11
A. El problema de la moralidad sexual, 4:1-8
B. El problema de la conducta social, 4:9-12
C. El problema de la condició n de los muertos, 4:13-18
D. El problema de los tiempos y las ocasiones, 5:1-11

V. Exhortaciones y saludos finales, 5:12-28.

SEGUNDA TESALONICENSES
1. AUTOR
En el segundo siglo, Ireneo, Policarpo, Ignacio y Justino reconocieron esta carta como
paulina. A principios del siglo tercero el reconocimiento era universal. Es citada en el
fragmento Muratorio.
2. OCASIÓN Y FECHA
La situació n de la iglesia tesalonicense parece ser la misma que motivó la primera
carta. Probablemente el enviado con dicha carta regresó con informes que indicaron a
Pablo que el error acerca de la segunda venida del Señ or era má s grave de lo que parecía
y estaba afectando seriamente el buen testimonio de la iglesia. Pablo aun se encuentra en
Corinto y escribe nuevamente a los creyentes tesalonicenses. Lo hace dos o tres meses
después de haber escrito la primera carta (fines del 51 o inicios del añ o 52 d.C.).
14

3. DESTINATARIOS
Los creyentes de Tesaló nica (Ver Primera Tesalonicenses).

4. CONTENIDO
Los tesalonicenses habían aceptado la enseñ anza erró nea segú n la cual el día del
Señ or ya había comenzado (es muy probable que tomaron como señ al de ello la
persecució n que estaban sufriendo) (1:3-7). Parece ser que esta enseñ anza nociva estaba
fundamentada en “visiones”. “profecías”y una carta, supuestamente escrita por Pablo
(2:2). Esta situació n sirvió de pretexto a algunos creyentes ociosos y desordenados, ¿los
visionarios y “profetas” de esta enseñ anza?, que con su parloteo crearon mayor desorden
(3:6-12). Pablo corrige ené rgicamente tanto la enseñ anza erró nea como la falta de los
desordenados. El día del Señ or no vendrá , escribe el apó stol:

a) “Sin que antes venga la apostasía”,


b) “Se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdició n, el anticristo (2:1-10). A los
“superespirituales” ociosos dice: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (3:6-10). El
tono de la carta es bastante enérgico, muy apropiado para la situació n”
5. CARACTERÍSTICAS
Esta carta tiene las siguientes características:
a) Su tono es muy ené rgico, demuestra que el amor y la energía no son excluyentes.
b) Es breve pero rica en contenido doctrinal, es ú nica en cuanto a su enseñ anza sobre el
anticristo y los principales acontecimientos relacionados con la segunda venida del Señ or
Jesú s.
6. TEMA CENTRAL
La bienaventurada esperanza de la Iglesia: La segunda venida del Señ or Jesú s (1:7).
7. BOSQUEJO

I. Salutación, 1:1,2
II. La bienaventurada esperanza en medio de la persecución, 1:3-12
A. Acció n de gracias por el crecimiento, 1:3,4
B. Explicació n del propó sito, 1:5
C. Resultados de la bienaventurada esperanza, 1:6-10
D. La oració n de Pablo, 1:11-12
III. Explicación de los acontecimientos, 3:1-17
A. Tranquiliza los á nimos alarmados, 2:1,2
B. Predice la apostasía, 2:3-7
C. El anticristo revelado, 2:8-12
D. Se recomienda conservar una actitud llena de fe, 2:13-17.
IV. Exhortación a mantener buena voluntad, 3:1-15
A. Para orar, 3:1-3
B. Para trabajar, 3:6-15

V. Bendición y saludos finales, 3:16-18.

UNIDAD V 1 Y 2 CORINTIOS
PRIMERA CORINTIOS
1. AUTOR
La carta afirma ser obra de Pablo (1:1; 16:21 cf.1:12-17 y 3:4-6,22). La paternidad
paulina de esta epístola nunca ha sido seriamente cuestionada. Clemente de Roma la cita
por nombre cuando escribe a los Corintios (95 d.C.).
2. OCASIÓN Y FECHA
Segú n 16:8, 19, Pablo escribió la carta en É feso, en donde permaneció tres añ os
(Hch.19:8,10; 20:31), en lo que fue su tercer viaje misionero. Anteriormente Pablo había
escrito a los corintios amonestá ndoles sobre el comportamiento inmoral de algunos
15

creyentes (5:9-11), el paradero de esta carta es desconocido. Posteriormente el apó stol


recibe informes negativos acerca de la condició n de la iglesia corintia (1:11).

La misma iglesia le envía una delegació n (16:17) con una carta en la que le piden
orientació n sobre diversos asuntos (7:1; 8:1; 12:1; 16:1). Seguramente los miembros de
dicha delegació n dieron a Pablo informació n acerca de otros problemas que estaban
afectando a los corintios (6:1; 11:2-16; 11:17-34, p.e.). A todo ello Pablo responde con
esta epístola. La fecha aproximada es 55 d.C.
3. DESTINATARIOS
Luego de ministrar en la provincia de Macedonia (Hch. 16 y 17), Pablo tuvo una breve
estadía en Atenas (Hch. 17:16-43) y luego pasó a Corinto, ciudad capital de la provincia
de Acaya (Hch.18:1). Estraté gicamente ubicada en la franja de tierra que divide a los
mares Egeo y Adriá tico, Corinto fue un centro comercial floreciente y su població n
representaba a las principales razas y culturas de su tiempo.

En su arquitectura esplendorosa destacaba el templo de Afrodita (diosa del amor), que


alojaba a mil sacerdotisas que ejercían la prostitució n y promovían un ritual voluptuoso e
inmoral. Por otro lado, la opulencia de corinto atrajo como la miel a las moscas a toda
clase de malvivientes que convirtieron la ciudad en centro de perversió n. “Vivir a lo
corintio” era una forma de indicar el má s bajo estilo de vida.

El establecimiento de la iglesia en esta ciudad fue el resultado de un trabajo de equipo


durante má s de dieciocho meses (Hch.18:1-11). La congregació n estaba compuesta por
judíos y gentiles, en su mayoría de clase humilde (1:26-28; Hch.18:8).
4. CONTENIDO
La lista de problemas que afectaban a los corintios quita la inspiració n:

PROBLEMÁTICA TEXTO
Divisiones y contiendas 1:10-13
Incesto 5:1-13
Litigios entre creyentes 6:1-11
Inmoralidad sexual 6:12-20
Abuso de la libertad cristiana en cuanto lo caps. 8 y 10
sacrificado a los ídolos
Desorden en el culto caps. 11 y 12
Abuso de los Dones espirituales, etc. caps. 11 y 12

Pablo no se escandaliza ni anatematiza a los corintios, má s bien comienza su carta


dicié ndoles que son “santificados para Cristo Jesú s” (1:2) y “nada os falta en ningú n don”
(1:7), el problema no es del lado de Dios sino de ellos, la parte humana de la Iglesia. A
rengló n seguido les entrega un conjunto de principios y mandatos, ú tiles para ellos y
para toda la iglesia en todo tiempo y lugar.
5. CARACTERÍSTICAS
Esta carta tiene siete características principales:
a) Es el “manual” por excelencia para enfrentar los mú ltiples problemas comunes a la
humanidad del creyente (1:10; 6:17,20: 9:24-27, p.e.).

b) Es ú nica en cuanto a su enseñ anza sobre el matrimonio, segundo casamiento y


celibato (cap.7).

c) El tema de la unidad de la iglesia permea toda la epístola (1:10; 16:20) y es


desarrollado ampliamente usando la figura del cuerpo (cap.12).
d) Es insuperable cuando enseñ a el orden bíblico para el uso de los dones del Espíritu
Santo (caps.12 y 14).

e) Contiene la descripció n má s precisa del amor cristiano (cap.13).


f) Es el libro que má s luz arroja sobre el asunto de la resurrecció n de los muertos
(cap.15).
16

g) Ofrece un modelo inmejorable de cuidado pastoral ejercido con sabiduría y autoridad y


motivado por el amor (2:4-8; 16:14).
6. TEMA CENTRAL
La humanidad de la iglesia (1:11)

7. BOSQUEJO

I. Salutación, 1:1-9
II. Respuesta al informe recibido “por los de Cloé”, 1:10-6:20
A. Las facciones antagó nicas, 1:10-3:32
B. Pablo defiende su ministerio, 4:1-21
C. Censura sobre la inmoralidad, 5:1-13
D. Censura sobre los que recurren a los tribunales civiles, 6:1-11
E. Argumentos contra el libertinaje, 6:12-20.
III. Contestación a las preguntas contenidas en la carta de los corintios, 7:1-16:9
A. Acerca del matrimonio, 7:1-24
B. Acerca de las vírgenes, 7:25-40
C. Acerca de lo sacrificado a los ídolos, 8:1-11:1
D. Problemas acerca del culto, 11:2:34
E. Los Dones Espirituales, 12:1-14:40
F. La resurrecció n del cuerpo, 15:1-58
G. Las ofrendas, 16:1-9

IV. Saludos finales, 16:10-24.

SEGUNDA CORINTIOS
1. AUTOR
La evidencia interna confirma la paternidad paulina de esta carta. Hay en ella pasajes
biográ ficos que la relacionan con 1 Corintios, Hechos y Romanos (cf. 1 Co.1:14;
Hch.19:29; Ro.16:1,2,21,23). Por otro lado, Policarpo e Ireneo, en el segundo siglo, la
citan como paulina y así aparece en el fragmento muratorio (c.170).
2. OCASIÓN Y FECHA
Luego de escribir 1 Corintios, Pablo continuó ministrando en É feso hasta que el
escá ndalo provocado por el sindicato de fabricante de templecillos de la diosa diana lo
obligó a abandonar la ciudad (Hch.19:23-20:1). Algunos pasajes como 12:14 y 13:1-2,
parecen sugerir que Pablo realizó una segunda visita a Corinto, ocasió n en la que fue
agraviado por algunos creyentes (2:5; 7:12).

Lo má s probable es que 12:14 y 13:1-2, se refieren a su intenció n de viajar de la cual


Pablo habla en 17:24, y que al salir de É feso visitó varias ciudades de las provincias de
Asia y Macedonia (Hch.20:1-6, cf. 1:8; 2:12,13:7:5). En la provincia de Macedonia,
posiblemente en la ciudad de Filipos, Tito alcanzó a Pablo y le informó del resultado de su
ministerio entre los corintios y la reacció n positiva de é stos a la primera carta de Pablo
(7:6-16). Es evidente que Pablo escribió 2 Corintios desde Macedonia (2:13; 7:5; 8:1; 9:2),
probablemente en el añ o 56 d. C.
3. DESTINATARIOS
La iglesia de Corinto (Ver comentario de 1 Corintios).
4. CONTENIDO
Esta epístola es la má s emotiva de todas las que escribió Pablo. Desde 1:3 hasta 2:13,
Pablo demuestra que no es un super-hombre; siente las persecuciones, se angustia, se
equivoca; pero soporta, perdona y consuela porque ama. Luego resalta la grandeza y
gloria del ministerio de la reconciliació n que la iglesia está llamada a cumplir “en nombre
de Cristo” (2:14-6:10). La Iglesia debe santificarse en el temor de Dios y mostrar al
mundo los signos de la reconciliació n (6:11-7:16). Pablo da un ejemplo personal de
reconciliació n (7:5-16). El amor cristiano se expresa en el dar, por consiguiente ello
no es una carga sino una gracia otorgada por Dios (caps 8 y 9).

En los ú ltimos capítulos (10-13), Pablo hace una apasionada defensa de su ministerio,
no porque se sienta herido en su amor propio, sino porque es un deber para con Dios,
pues fue El quien lo comisionó como apó stol a los gentiles, por consiguiente, vindicar su
ministerio es vindicar la soberanía y la gracia divina.
17

5. CARACTERÍSTICAS
Mencionamos tres características de esta epístola:
a) Es la má s personal y apasionada de todas las cartas escritas por Pablo. En cada
rengló n se siente el palpitar del corazó n del siervo de Dios.

b) El sufrimiento y la debilidad del creyente son explicados y presentados como la


contraparte humana del gozo y la fortaleza que viene de Dios; só lo es consolado el que
sufre; só lo es fortalecido el débil.
c) Presenta un enfoque teoló gico de la ofrenda cristiana.
6. TEMA CENTRAL
La fortaleza divina se apoya en la debilidad humana (12:9).

7. BOSQUEJO

I. Salutación y acción de gracias, 1:1-11


II. Pablo les responde a sus críticos, 1:12-7:16
A. Variaciones de su plan relativo a su visita a Corinto, 1:12-7:16
B. Castigo y perdó n del ofensor grave, 2:5-11
C. La contrariedad de Pablo al no encontrar a Tito en Troas, 2:12-16
D. Las cartas de recomendació n de Pablo, 2:17-3:5
E. Comparació n del antiguo pacto con el nuevo, 3:6-18
E. El cará cter del ministerio de Pablo, 4:1-6
F. La confianza de Pablo frente a la aflicció n, 4:7-5:10
F. El ministerio de la reconciliació n, 5:11-6:10
G. El llamado de Pablo a los corintios, 6:11-7:4
H. La entrevista con Tito en Macedonia, 7:5-16.

III. La colecta para los creyentes pobres de Jerusalén, 8:1-9:15


IV. Pablo vindica su apostolado, 10:1-13:14.
A. Respuesta a las acusaciones de cobardía y debilidad, 10:1-11
Intromisió n en su campo de ministerio de personas no autorizadas, 10:12-18
C. Credenciales que autentifican su ministerio, 11:1-2:18
E. Exhortació n y saludo, 13:11-14.

UNIDAD VI ROMANOS
1. AUTOR
La introducció n (1:1), el estilo inconfundible de Pablo y su relació n con 1 Corintios
(16:13; 1 Co.1:14) declaran la paternidad paulina de Romanos. Ireneo (siglo segundo) la
cita como paulina y así aparece en todas las listas canó nicas.
2. OCASIÓN Y FECHA
Pablo escribió esta carta desde Corinto, en las postrimerías de su tercer viaje
misionero, luego de recolectar fondos en las iglesias de Macedonia y Acaya para los
creyentes pobres de Jerusalé n (Ro.15:25-27; 2 Co.8:1-5). El apó stol se proponía llevar
dichas ofrendas a sus beneficiarios y luego a viajar a Españ a y de paso visitar la iglesia
en Roma (Ro.15:28;29; Hch.19:21). La fecha probable es el 56 o 57 d.C. La menció n de
Febe en 16:1, parece indicar que ella fue la portadora de esta carta.
3. DESTINATARIOS
La imperial ciudad de Roma estaba ubicada en la costa occidental de Italia a orillas del
río Tibet y era el centro del mundo conocido en el primer siglo. Segú n la tradició n fue
fundada el añ o 753 a.C. por Ró mulo y Remo, y en sus inicios fue un reino pequeñ o que
merced a la civilizació n que le fue impartida por sus conquistadores etruscos (siglo VI
a.C.), inició un proceso de expansió n y desarrollo hasta convertirse en el gran imperio
romano, cuyos dominios se extendieron desde el Atlá ntico en el Oeste hasta el río
Eufrates en el Este, y desde Bretañ a en el Norte hasta el desierto de Sahara en el Sur.

En la época de Augusto César (31 a.C.-14 d.C.), la ciudad de Roma tuvo


aproximadamente un milló n de habitantes, de los cuales 400,000 eran esclavos y
300,000 eran ociosos, mantenidos por el gobierno. Los ricos vivían en fastuosas
mansiones en las partes altas de la ciudad en tanto que la gran mayoría, la plebe, vivían
18

hacinados en viviendas multifamiliares, en “asentamientos humanos” de calles estrechas y


sucias. La gran desigualdad social se mantuvo gracias a la “pax romana” y al “pan y circo”
provisto por el gobierno (el Circo máximo tenía capacidad para 150,000 personas, el Coliseo
50,000, el Teatro de Pompeyo 40,000)6.

En Roma había una colonia judía de aproximadamente 30,000 personas que vivían en
cuatro barrios y tenían 13 sinagogas. Muchos de estos judíos, también prosélitos, se
convirtieron a Cristo en Jerusalén (Hch.2:10), y llevaron el mensaje a Roma. Es muy
probable que a éstos se agregaron otros convertidos en las diversas provincias (16:4,5),
formando así la congregació n a la que Pablo escribe desde Corinto, en el añ o 57 d.C.
4. CONTENIDO
Si bien es cierto que Romanos es la má s sistemá tica de todas las cartas escritas por
Pablo, es igualmente cierto que no fue escrita como un tratado teoló gico. Como todas las
cartas, Romanos atiende a una necesidad, en este caso se dirige a una congregació n
llamada a ministrar en la ciudad má s importante y compleja del mundo en el primer
siglo, para alcanzarle una presentació n didá ctica de la necesidad, naturaleza y
consecuencias de la justificació n por fe provista por Dios en Jesucristo y accesible al
hombre a travé s del Evangelio, “poder de Dios para salvació n a todo aquel que
cree”(1:16).

En los primeros tres capítulos, Pablo establece la necesidad universal de la


justificació n, porque “no hay justo ni aú n uno”, “por cuanto todos pecaron y está n
destituidos de la gloria de Dios” (3:10,23). Los caps.4 al 8 son una magistral exposició n
de la naturaleza de la justificació n perfecta y segura, tanto que “ni la muerte, ni la vida,
ni á ngeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,... ni ninguna cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesú s Señ or nuestro”
(8:38,39).

Rechazar la justificació n acarrea dolor. Israel es un dramá tico y aleccionador ejemplo


(caps.9-11). Finalmente, los caps.12-15 consignan las naturales y prá cticas
consecuencias de la justificació n. En el capítulo 16 vemos una hermosa galería de
colaboradores, servidores silenciosos que tuvieron mucho que ver con el gran alcance del
ministerio de Pablo.
5. CARACTERÍSTICAS
Resaltamos cinco características de Romanos:
a) De todas las cartas paulinas é sta es la má s sistemá tica y de gran contenido teoló gico.
Es merecedora del título “Catedral de la Doctrina Cristiana”.

b) Presenta la enseñ anza má s clara acerca de la Revelació n Especial y la ineludible


responsabilidad del hombre a partir de dicha revelació n (1:18-2:16).

c) Expone má s clara y completa la enseñ anza acerca del pecado, como transgresió n
personal de la ley de Dios (3:9-31), y como tendencia inherente a la naturaleza del
hombre caído (5:12-21; 7:1-25).

d) La gloria del Evangelio está en el hecho que revela e imparte la justicia de Dios y
establece la paz entre el hombre creyente y Dios (1:16-17; 5:1).

e) Explica la presente ruina espiritual de Israel por su rechazo de Cristo, y su


restauració n futura, por su conversió n a El (caps.9-11).
6. TEMA CENTRAL
La justificació n por la fe (1:17).

6
El gobierno del Imperio Romano se caracterizó por la paz y el orden, producto de una mezcla de una “libertad controlada”, un poder
militar omnipresente y una legislación férrea. A muchos de los pueblos vasallos el Imperio les permitía conservar sus costumbres, sus
leyes y hasta sus propios gobernantes, a cambio de sumisión al César y acatamiento de las leyes romanas impuestas para mantener el
orden. Todo intento de rebelión era rápida y cruelmente aplastada por el omnipresente ejército romano. La “pax romana” daba sólo dos
alternativas: sumisión o prisión (o muerte). Sin embargo, la “pax romana” tenían un “contrapeso” (por lo menos en la ciudad de Roma);
el “pan y circo” (pensiones a una legión de funcionarios públicos y a desocupados y espectáculos multitudinarios) que el gobierno
romano podía costear con los ingentes recursos provenientes de los impuestos y tributos pagados por sus pueblos vasallos (p.e. había un
impuesto para los viejos solterones).
19

7. BOSQUEJO

I. Introducción y tema, 1:1-17


A. Saludos, 1:1-7
B. Acció n de gracias, 1:8-15
C. Tema, justificació n por la fe, 1:16,17.
II.La necesidad del Evangelio, 1:18-3:20
A. Condenació n de los gentiles, 1:18-32
B. Condenació n de los judíos, 2:1-3:8
C. Condenació n de todos los hombres, 3:9-20.

III. Declaración breve del plan de salvación, 3:21-31.


IV. Abraham, una confirmació n de la justificació n, 4:1-25.
V. Resultados de la justificación, 5:1-21.
VI. Respuesta a la primera objeción a la justificación: Qué promueve el pecado, 6:1-
8:39
A. La justificació n produce santificació n, 6:1-23
B. La ley la gracia, 7:1-25
C. Seguridad de la salvació n, 8:1-39
VII. Respuesta a la segunda objeción: Anula las promesas de Dios, 9:1-11:36
A. La elecció n soberana de Dios, 9:1-33
B. El celo judío y la desobediencia, 10:1-21
C. El futuro de Israel, 11:1-36.
VIII. Exhortaciones prácticas, 12:1-16:27
A. El servicio en la iglesia y otros deberes, 12:1-21
B. Deberes políticos, 13:1-14
C. Responsabilidad personal, 14:1-23
D. Ambiciones misioneras de Pablo, 15:1-33
E. Saludos personales, 16:1-27.

UNIDAD VII FILEMÓN Y COLOSENSES


FILEMÓN
1. AUTOR
La autenticidad de esta carta es incuestionable; en cada línea de ella se percibe el
estilo y el espíritu de Pablo. Algunos la llaman “adjunta” a la de Colosenses por la íntima
relació n que hay entre ellas, ambas cartas fueron escritas al mismo tiempo y entregadas
por las mismas personas (vv.2:23,24; Col.4:7-17). La evidencia externa la presenta en las
má s antiguas listas de las cartas paulinas.
2. OCASIÓN Y FECHA
Pablo escribió desde su celda en Roma (vv.1,9,10,23; Hch.28:30-31), hasta donde llegó
Oné simo el esclavo que defraudó y huyó de la casa de su amo Filemó n, un hijo espiritual
de Pablo y miembro muy activo de la iglesia en Colosas (vv.1,2; Col.4:17). Como resultado
de la ministració n del “prisionero de Jesucristo” (v.11). A pesar de su deseo de retener a
Oné simo (v.13), Pablo lo envía de regreso a su amo, y cumple así la ley de Cristo y la ley
de Cé sar. La carta es enviada con Tíquico y el mismo Oné simo (Col.4:8,9). La fecha
probable es el añ o 62 d.C.
3. DESTINATARIO
Filemó n (griego=“afectuoso”), fue discípulo de Pablo (v.1) y en su casa se reunía la
iglesia de Colosas (v.3). Se presume que la “hermana Apia” es su esposa y Arquipo su
hijo. Segú n el v.2 y Col.4:17, Arquipo era un obrero local o diá cono de la iglesia en
Colosas. Todo indica que Filemó n era una persona adinerada, posiblemente se dedicaba a
la industria textil (Colosas era muy conocida por su lana color pú rpura, llamada
precisamente “colosense”). Pablo escribió a Filemó n para que é ste reciba a Oné simo ,
quié n robó a su amo y huyó de su casa, “no ya como esclavo, sino como... hermano
amado” (v.16).

4. CONTENIDO
20

Esta brevísima carta es pura dinamita. Presenta el poder de Dios (Dynamys Ro.1:16)
en acció n; poder que derriba todas las barreras espirituales, culturales, raciales, sociales,
que alienan y dividen a los hombres, para crear una nueva sociedad, la Iglesia, “donde no
hay griego ni judío, circuncisió n ni incircuncisió n, bá rbaro ni escita, siervo ni libre, sino
que Cristo es el todo, y en todos” (Col.3:11). Cuando Pablo pide a Filemó n que reciba a
Oné simo “como hermano amado” está dinamitando la base misma de la ominosa
institució n de la esclavitud, institució n que era parte de la estructura de la sociedad
romana (tambié n de la judía).

Y Pablo obra conforme a la ley, la ley romana que confería a Filemó n derechos casi
absolutos sobre la persona y vida de su esclavo Onésimo, la ley mosaica que establecía la
restitució n de lo defraudado por Onésimo, pero sobre todo, Pablo actú a bajo la ley de
Cristo (v.9), en virtud de la cual Filemó n sí podría recibir a Onésimo como “hermano
amado”.
5. CARACTERÍSTICAS
Esta epístola tiene tres características principales:
a) Es un extraordinario testimonio de la manera có mo el cristianismo enfrentó
instituciones injustas como el esclavismo con “armas... poderosas en Dios para la
destrucció n de fortalezas” (2 Co.10:4).

b) Presenta un ejemplo de sustitució n redentora cuando Pablo se identifica con Oné simo
(vv.17,19).

c) La forma como trata Pablo a Onésimo (v.10, cf. v.20) es una demostració n de la
fraternidad cristiana, producto del amor de Dios, que sobrepasa todas las barreras
sociales y raciales.
6. TEMA CENTRAL
El perdó n como expresió n del amor cristiano (v.12).
7. BOSQUEJO

I. Salutación: La Familia, 1-3


II. La amistad, 4-7

III. El favor pedido, 8-20


IV. La despedida. 21-25

COLOSENSES
1. AUTOR
La evidencia interna certifica la paternidad paulina de esta carta (1.1) (En cuanto a su
relació n con Filemó n, ver comentario de dicha carta). Por otro lado, escritores como
Ireneo, Clemente de Alejandría y Tertuliano la reconocieron como paulina.
2. OCASIÓN Y FECHA
Al igual que Filemó n, Filipenses y Efesios, Colosenses fue escrita desde la cá rcel
(4:18). Epafras, pastor de la iglesia en Colosas (1:7-8; 4:12) viajó a Roma para visitar a
Pablo y a la vez informarle de los problemas que estaban afectando a los Colosenses. La
angustia de Epafras (4:12-13) mueve al anciano apó stol a escribir a una congregació n que
no conoce personalmente (2:1) pero que es motivo de su oració n intercesora (1:9-14).
Segú n Filemó n 23, Epafras fue encarcelado en Roma por lo que Pablo envió la carta con
Tíquico y Onésimo (4:7-9). Fecha probable, añ o 62 d.C.
3. DESTINATARIOS
Colosas era un villorrio en el hermoso valle del Lico, en la regió n Frigia, 160 Kms. al
Este de É feso. Colosas y las cercanas Laodicea y Hierá polis (4:13) formaron una
federació n productora de vinos y tejidos de lana. Pablo no visitó la regió n por lo que se
presume que las congregaciones en esos lugares fueron establecidas por convertidos en
É feso, durante el poderoso ministerio de Pablo; allí (Epafras, Arquipo, Filemó n). Es
notorio que la iglesia de Colosas estaba conformada mayormente por gentiles.

4. CONTENIDO
21

El problema de Colosas era un nocivo sincretismo7, una mezcla de filosofía (2:8),


judaísmo (2:16-17), creencias supersticiones de la regió n (2:18) y ascetismo (2:20-23), que
estaba golpeando la base misma del cristianismo: la persona del Señ or Jesucristo. Pablo
refuta tal herejía afirmando la gloria y preeminencia de Cristo, “cabeza de todo
principado y potestad”, en quien el creyente está “completo” (1:15-2:23). Por
consiguiente, el que está en Cristo disfruta una nueva vida que debe expresarse en todos
los aspectos de la experiencia cotidiana (3:1-4:5).
5. CARACTERÍSTICAS
Citamos tres características de esta carta:
a) Contiene una só lida cristología. Pasajes como 1:15-20 y 2:8-15 son magistrales
declaraciones acerca del cará cter ú nico del Señ or Jesucristo y de su obra redentora.

b) Como pocos escritos, Colosenses revela la naturaleza de la vida cristiana y el privilegio


sin par de haber “resucitado con Cristo” (3:1).

c) Hace notoria la responsabilidad del ministro hacia aquellos hermanos o congregaciones


que no son resultado directo de su ministerio pero que son parte de la Iglesia de Aquel
que lo estableció como ministro (servidor) de ella.
6. TEMA CENTRAL
La preeminencia de Cristo (1:16).
7. BOSQUEJO

I. Salutación, 1:1,2
II. La preeminencia de Cristo en nuestras relaciones personales, 1:3-2:7
A. En los contactos personales, 1:3-8
B. En la presentació n personal, 1:9-23
C. En el propó sito personal, 1:24-2:7
III. La preeminencia de Cristo en la doctrina, 2:8-3:4
A. La falsa filosofía va contra Cristo, 2:8-15
B. El falso culto va contra Cristo, 2:16-19
C. El falso ascetismo va contra Cristo, 2:20-3:4
IV. La preeminencia de Cristo en la ética, 3:5-4:6
A. En los preceptos negativos: “Dejad...”, 3:5-11
B. En los preceptos positivos: “Vestíos...”, 3:12-17
C. En las relaciones familiares, 3:18-4:1
D. En lo general, 4:2-6.

V. Saludos personales de despedida, 4:7-18.

UNIDAD VIII EFESIOS Y FILIPENSES


EFESIOS
1. AUTOR
Efesios es la epístola paulina má s citada por los primeros escritores cristianos. La
menciona Ireneo y el fragmento Muratorio.
2. OCASIÓN Y FECHA
Por su riqueza doctrinal ésta es una de las cartas má s importantes escritas por Pablo.
Ni ella ni las otras “cartas de la prisió n” nos dan indicios que haya sido motivada por
algú n problema en particular. Es obvio que Pablo está compartiendo una revelació n
recibida en su celda, desde donde escribe (3:1; 4:1; 6:20), posiblemente el añ o 62 d.C.

7
El sincretismo (“coalición de dos adversarios contra un tercero”) es la mezcla de ideas (filosóficas o religiosas) con la Palabra de Dios.
El sincretismo causa debilidad y confusión en la iglesia y puede degenerar en herejía. En el caso de Colosas era una mezcla de ideas
filosóficas y supersticiones paganas con la verdad del evangelio. En nuestros días es común un sincretismo de cuestiones culturales e
ideológicas con el evangelio. El sincretismo siempre resta autoridad a la Palabra de Dios.
22

3. DESTINATARIOS
Hay suficientes razones para suponer que Efesios es una carta-circular dirigida a
varias congregaciones. No incluye los acostumbrados saludos personales, lo que es muy
significativo siendo que Pablo había pasado má s de dos añ os en É feso (Hch.19:8,10). Es
igualmente significativo que no trata ningú n problema específico, sea doctrinal o
pastoral. Es probable que haya sido dirigida a las iglesias de la provincia de Asia de las
cuales la de É feso era la principal (cf.1:9-11).
4. CONTENIDO
Efesios es el Apocalipsis (“revelació n”) de la Iglesia. Los primeros tres capítulos nos
presenta a la Iglesia sentada (señ al de autoridad) en los “lugares celestiales” (esta
expresió n ocurre cuatro veces en esta secció n: 1:3;1:20;2:6 y 3:10). La Iglesia es elegida
“en Cristo” (1:4-6), está sentada juntamente con El en “lugares celestiales” (1:3,20;2:6), es
el Cuerpo de Cristo (1:23) y juntamente con El cumple el propó sito redentor del Padre (1:7-
10), quebrantando el poder del “príncipe de la potestad del aire” (2:2) y proclamando la
reconciliació n mediante la cruz (2:14-16). En suma, ¡la multiforme sabiduría de Dios es
revelada por la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales! (3:10). Los
siguientes tres capítulos (4-6) muestran el “andar digno” (4:1) de la Iglesia en los “lugares
terrenales”, en la comunidad cristiana (4:1-32), en los á mbitos sociales, familiares y
laborales (5:1-6:9), vistiendo toda la armadura de Dios (6:10-20).
5. CARACTERÍSTICAS
Destacan las siguientes cuatro características:
a) Es el escrito de mayor riqueza eclesioló gica en toda la Biblia.
b) La palabra “misterio” (Griego=mystérion=“escondido”, “secreto”) (ocurre 7 veces) indica
la naturaleza del contenido de la epístola: “que por revelació n me fue declarado el
misterio”(3:3).
c) Es la ú nica epístola que muestra claramente el aspecto có smico del propó sito eterno de
Dios8 (1:10) y el lugar de la Iglesia en el cumplimiento del plan divino.
d) Declara que la gloria de la Iglesia está en su relació n con Cristo (la expresió n “en
Cristo” ocurre 36 veces).
6. TEMA CENTRAL
La singularidad de la Iglesia (3:10).
7. BOSQUEJO

I. Introducción, 1:1,2
II. La Constitución de la Iglesia, 1:3-14
A. Por el Padre, 1:3-6
B. Por el Hijo, 1:6-12
C. Por medio del Espíritu Santo, 1:13,14
III. Una oración para que la Iglesia sea consciente, 1:15-23
A. De la esperanza de su llamamiento, 1:15-18a
B. De la herencia que le corresponde entre los santos, 1:18b
C. De la grandeza del poder que hay a su favor, 1:19
D. De la jefatura de Cristo, 1:20-23
IV. La creación de la Iglesia, 2:1-10
A. Su material: De los hijos de ira, 2:1-3
B. Su medio: Por gracia, 2:4-9
C. Su propó sito: Para buenas obras, 2:10

V. La unidad de la Iglesia, 2:11-22


VI. El llamamiento de la Iglesia, 3:1-21
A. Para revelar la sabiduría de Dios, 3:1-13
B. Para experimentar la plenitud de Dios, 3:14-21
VII. La conducta de la Iglesia, 4:1-6:9
A. Su ministerio: Diversidad en la unidad, 4:1-16
B. Sus normas morales, 4:17-5:14
C. Su comportamiento como cuerpo, en relació n con el mundo, 5:15-21
D. Sus normas domé sticas, 5:22-6:9.

8
El propósito de Dios es “reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los
cielos, como las que están en la tierra” (Ef.1:10). Tiene que ver con toda su creación; incluye la redención de los seres humanos y de
todas las cosas (Col.1:20), es decir, de todo lo que ha sido afectado por el pecado (Ro.8:19-21). Ver Col.1:20; Ef. d1:20-23; 2 Co. 5:17-
21.
23

VIII. La lucha de la Iglesia, 6:10-20


IX. Conclusión, 6:21-24

FILIPENSES
1. AUTOR
É sta es la má s personal de las cartas de Pablo dirigida a una iglesia. Clemente de
Roma (90 d.C.) e Ignacio (110) la citaron como paulina.
2. OCASIÓN Y FECHA
Pablo estuvo en prisió n cuando escribió a los Filipenses (1:7,13) y las expresiones
“todo el pretorio” (1:13) y “los de la casa de César” (4:22) indican que escribe desde Roma,
probablemente el añ o 62 d.C. Es evidente la cá lida relació n entre Pablo y los filipenses.
Entre otras cosas, los filipenses apoyaron econó micamente al apó stol (4:15-16; 2
Co.11:9). Dicho apoyo, muy significativo al principio, cesó durante un tiempo, pero fue
reanudado (4:10) cuando los filipenses enviaron a Roma a Epafrodito, portador de una
generosa ofrenda de amor para Pablo (4:18). En esta ocasió n el apó stol escribe esta carta
cuyo espíritu es de acció n de gracias y gozo, y la envía con Epafrodito (3:25-30).

3. DESTINATARIOS
Filipos, ciudad principal de Macedonia Oriental, debe su nombre a Filipo II de
Macedonia, padre de Alejandro Magno quien vivió allí desde 358 a.C. Estaba ubicada a 14
Kms. del mar Egeo, sobre la Vía Ignacia la gran carretera que unía el Bó sforo con el
Adriá tico en direcció n a Roma. Era una colonia romana (Hch 6:12) y sus habitantes
poseían la ciudadanía romana (Hch.16:21).

Las circunstancias que rodearon al establecimiento de la iglesia en Filipos se registran


en Hechos 16:6-40. El primer fruto fue una dama llamada Lidia (Hch 6:14). Parece ser
que las mujeres tuvieron un rol descollante en esta congregació n (Hch.16:13-15; 4:2).
¿Esto explica la fuerte ligazó n afectiva que unió desde el primer momento al apó stol y la
congregació n?.
4. CONTENIDO
Esta carta es continuació n y explicació n del glorioso culto de adoració n que Pablo y
Silas celebraron en la cá rcel de Filipos (Hch.16:25) (¡y lo hace desde otra cá rcel!). Pablo
comparte su gozo con sus muy amados hermanos de Filipos (1:4;18:2:17), gozo que no
mengua ni en las circunstancias má s adversas y que surge de su vital relació n con el
Señ or Jesú s (1:21) y el “entrañ able amor de Jesucristo” (1:8), motivació n de todo lo que él
es y todo lo que él hace. Tal gozo no es un fin sino un resultado de una vida de humildad,
unidad y servicio cristiano (cap.2) y que tiene como meta suprema al Señ or Jesucristo
(cap.3).

Pablo presenta a Timoteo y Epafrodito como ejemplos de tal estilo de vida (2:19-30).
Pablo concluye con una arenga final y se pone como ejemplo a imitar por los filipenses (4:1-
9), y les agradece su generosa ayuda (4:10-20).
5. CARACTERÍSTICAS
Mencionamos cuatro características de esta carta:
a) Apela al corazó n de todo cristiano, particularmente al corazó n del ministro, en cuanto
a lo que debe ser la meta de su vida (Cristo) y la motivació n de todo lo que hace (amor).

b) Presenta el modelo de relació n pastor-iglesia; motivada por el amor y sustentada en el


respeto y servicio recíproco.

c) Enseñ a que el gozo es un rasgo distintivo de la vida cristiana y que no depende de


determinadas circunstancias (prestigio, dinero), sino de una íntima relació n con Dios y
una motivació n correcta para hacer las cosas.

d) Es cristocéntrica (1:12-26) y cristoló gica (2:1-11).


6. TEMA CENTRAL
El gozo, signo de la vida cristiana (4:4).

7. BOSQUEJO
24

I. Salutación, 1:1,2
II. Acción de gracias y oración por los Filipenses, 1:3-11
III. Para Pablo el vivir es Cristo, 1:12-4:1
A. Su encarcelamiento ha facilitado la propagació n del Evangelio, 1:12-18
B. Una decisió n difícil: Quedarse o partir, 1:19-26
C. El significado de “vivir en Cristo”, 1:27-2:30
D. La excelencia de conocer a Cristo, 3:1-11
E. Necesidad de crecimiento, 3:12-16
F. Contraste entre los enemigos y los amigos de la cruz, 3:17-4:1
IV. Exhortaciones finales, 4:2-23
A. El ruego por la unidad y la paz, 4:2-9
B. Testimonio final y agradecimiento por ofrendas de amor, 4:10-20
C. Saludos y bendiciones, 4:21-23

UNIDAD IX 1 TIMOTEO, TITO Y 2 TIMOTEO


PRIMERA TIMOTEO
1. AUTOR
La paternidad paulina de esta epístola ha sido cuestionada por ciertos críticos en los
ú ltimos cien añ os. Felizmente tal comportamiento ha cesado y los má s prominentes
críticos del Nuevo Testamento afirman la autoría paulina. Algunas objeciones hechas
tienen que ver con la aparente discrepancia del itinerario dado por Lucas en la parte final
de Hechos y los viajes que menciona Pablo en las cartas pastorales. Esta dificultad
desaparece si se acepta que Pablo sufrió dos encarcelamientos con un periodo intermedio
de la libertad en el cual realizó los viajes mencionados en las pastorales. Las objeciones
referentes al estilo paulino y a problemas supuestamente posteriores al siglo primero
mencionados en las cartas, han sido dejadas de lado por su inconsistencia. La evidencia
externa de la autenticidad de esta carta, así como Tito y 1 Timoteo, es só lida. Ignacio,
Ireneo, Policarpo, Tertuliano y Clemente de Alejandría, en el siglo segundo, las
consideraron como cartas apostó licas genuinas.
2. OCASIÓN Y FECHA
Es claro que las cartas pastorales son posteriores a los acontecimientos relatados en
Hechos. Esta afirmació n es apoyada por las siguientes evidencias:

a) Cuando escribió 1 Timoteo y Tito, Pablo no estaba en la cá rcel (Tit.3:12), pero estaba
preso cuando escribió 2 Timoteo (2 Ti. 1:8,16,17), y esperaba el final de su carrera (2 Ti. 4:6-
8).

b) Segú n las cartas pastorales, Pablo visitó Macedonia (1 Ti.1:3), Creta (Tit.1:5) y Troas (2
Ti. 4:13), viajes que no concuerdan con el relato de Hechos. Por consiguiente, es claro que
Pablo gozó de un período de libertad (Ro. 15:21), Colosas (Flm. 22) y Filipos (Fil.2:24). Lo
que si es seguro es que estuvo en Creta en donde dejó a Tito (Tit. 1:5) y ¿estando en
Mileto (2 Ti.4:20)?, encargó a Timoteo el cuidado de la iglesia de É feso (1 Ti.1:3). Es muy
posible que de Mileto haya pasado a Troas (2 Ti. 4:20) y de allí a Macedonia, en donde
escribió la primera carta a Timoteo (¿desde Filipos?), en el añ o 64 d.C.
3. DESTINATARIO
Natural de Listra (actual Turquía), de madre judía y padre griego (Hch.16:1), Timoteo
(griego=“temeroso de Dios”) fue compañ ero y colaborador muy querido del apó stol Pablo
(Fil.2:19-22). Pablo le trata como hijo (2 Ti.2:1; Fil.2:22) y se presume que se convirtió al
Señ or en la primera visita del apó stol a Listra (Hch.14:8-23). Su rá pido crecimiento
espiritual le granjeó el cariñ o y el respeto de la iglesia de Listra (Hch.16:2) y fue ordenado
al ministerio por el presbiterio (cuerpo de ancianos) de dicha iglesia (1 Ti.4:14). No
obstante su juventud, Pablo le encomendó el cuidado de la iglesia en É feso (1 Ti.1,3) y le
escribe para darle indicaciones para el cumplimiento de su delicada misió n.
4. CONTENIDO
Las indicaciones del viejo maestro al joven discípulo tienen que ver primero con la
persona de Timoteo como ministro de Dios (1:18,19; 3:15; 4:12,14-16) su autoridad es
espiritual y no debe fundarse ni en el encargo de Pablo ni en su posició n de pastor sino
en su ejemplo como hombre de Dios, pues só lo a partir de su condició n de irreprochable
25

podía “mandar” (1:3) y gobernar la iglesia del Señ or. Luego Pablo instruye al joven obrero
sobre la oració n y el orden en la adoració n a Dios (cap.2), los requisitos que deben llenar
los oficiales de la iglesia (cap.3); la apostasía (4:1-6); el cuidado de las viudas y la relació n
fraternal de los diferentes grupos de la iglesia (cap.5: y 6).
5. CARACTERÍSTICAS
Tienen cuatro características principales:
a) Presenta un hermoso ejemplo de la forma personal y afectuosa que un ministro
experimentado puede ¿o debe? ayudar a un ministro principiante.

b) Enseñ a claramente que la base del ministerio cristiano es la conducta ejemplar del
ministro, que se conduce dignamente en la casa de Dios (3:5).

c) Presenta como ineludible la necesidad del buen ministro de Jesucristo de “nutrirse”


primero “con las palabras de fe y de la buena doctrina” (4:6), para poder enseñ ar con
eficacia a los hermanos.

d) Enfatiza el valor de ministrar adecuadamente a los diferentes grupos (jó venes y


ancianos) sociales, etc., a fin de lograr la unidad fraternal de la iglesia.
6. TEMA CENTRAL
La importancia del ejemplo del ministro como base de su ministerio:
7. BOSQUEJO

I. Salutación, 1:1,2

II. La situación en Éfeso, 1:3-17

III. Encargo a Timoteo, 1:18-20


IV. Instrucciones con respecto a la oración pública, 2:1-15
A. Las oraciones, 2:1-8
B. Conducta de las mujeres, 2:9-15
V. Requisitos que deben reunir los funcionarios de la Iglesia, 3:1-13

VI. Propósito del encargo, 3:14-16


VII. Instrucciones concernientes a la apostasía, 4:1-16
A. Descripció n de la apostasía, 4:1-5
B. Mé todos de tratar con la apostasía, 4:6-16
VIII. Instrucciones relativas a grupos e individuos en la Iglesia, 5:1-6:21
A. Hombres y mujeres, jó venes y ancianos, 5:1,2
B. Viudas, 5:3-16
C. Ancianos y candidatos a serlo, 5:17-25
D. Esclavos, 6:1,2
E. Falsos maestros, 6:3-10
F. Timoteo, 6:11-21

TITO
1. AUTOR
Pablo. (Ver comentario sobre 1 Timoteo).
2. OCASIÓN Y FECHA
Como ya hemos visto, luego de sufrir dos añ os de carcelería en Roma (Hch.28:30),
Pablo tuvo un período de libertad durante el cual desarrolló un intenso trabajo (ver
comentarios sobre 1 Timoteo). Después de ministrar juntos en la isla de Creta, Pablo se
trasladó a Macedonia y dejó a Tito al frente de la naciente congregació n por ellos
establecida en la isla (1:5, cf.1 Ti.1:3). La carta fue escrita por Pablo en tiempo cercano a
la primera carta que envió a Timoteo, probablemente desde el mismo lugar, en el añ o 64
d.C.
3. DESTINATARIO
Tito formó parte del grupo de compañ eros que gozaron de la mayor confianza de Pablo
(2 Co.2:12,13; 7:6). De origen griego (Gá .2:3), fue enviado de Pablo a Corinto para atender
el asunto de las ofrendas para los creyentes pobres de Jerusalén (2 Co.8:6; 12:18). Se
presume que el nombre de Tito no aparece en Hechos porque fue hermano de Lucas y que
26

Lucas es “el hermano” de 2 Co.8:18,22. La dedicació n y capacidad de Tito es evidente


dado el resultado de su ministerio entre los problemá ticos corintios (2 Co. caps.2,7,8,12).
Sin duda era la persona má s indicada para establecer los fundamentos doctrinales y de
gobierno en la iglesia de Creta. Parece que luego de su efectivo trabajo en Creta, ministró
en Dalmacia (actual Croacia) (2 Ti.4:10).
4. CONTENIDO
Da la impresió n que Pablo estuvo poco tiempo en Creta. ¿Porque presentía que su
partida se acercaba y, por ende, debía apresurar su trabajo? , o ¿porque confiaba que Tito
continuaría el trabajo satisfactoriamente?, y encargó a su discípulo la tarea de consolidar
y extender el ministerio de la iglesia cretense. La tarea no sería nada fá cil pues los
cretenses eran mentirosos empedernidos (1:12,13) y Tito deberá reprenderlos “duramente
para que sean sanos en la fe” (1:13), de manera que demuestren en su vida el poder
transformador del Evangelio de Jesucristo (1:16; 2:14; 3:8). Para ello Tito tenía que
enseñ ar la sana doctrina (2:1), establecer personas idó neas en la direcció n de la iglesia
(1:5-10), reprender a los falsos maestros y anular su nociva enseñ anza (1:10-14),
enseñ ar sus deberes y responsabilidades a los diferentes grupos dentro de la iglesia (2:2-
15), instruir a los creyentes acerca de sus responsabilidades sociales y políticas (3:1-9), y
aplicar las necesarias medidas disciplinarias para mantener la salud espiritual de la
iglesia (3:10-12). Por supuesto, Tito debe ser el ejemplo prá ctico de su propia enseñ anza
(2:7).
5. CARACTERÍSTICAS
Mencionamos tres características principales de esta carta:
a) Presenta un buen ejemplo del trabajo cooperativo, complementario, armonioso y, por
ende, efectivo de dos o má s obreros cristianos que buscan la edificació n del reino de Dios.

b) Las “fá bulas”, “mandamientos de hombres” (1:14) está n implícitas en la iglesia y el


obrero cristiano debe discernirlas y erradicarlas con la sana doctrina (2:1).

c) La sana doctrina y las buenas obras son elementos constitutivos de la vida cristiana
agradable a Dios (3:8,14).
6. TEMA CENTRAL
La vida cristiana se expresa en buenas y piadosas obras (3:8).
7. BOSQUEJO

I. Salutación, 1:1-4
II. Instrucciones para la corrección de las deficiencias en la iglesia de Creta, 1:5-16
A. Requisitos de ancianos y obispos, 1:5-9
B. advertencias contra influencias judaizantes, 1:10-16
III. Instrucciones para la enseñanza y ministración al pueblo de Dios, 2:1-15
A. Para los ancianos y ancianas de la congregació n, 2:1-5
B. Para los jó venes, 2:6-8
C. Para los esclavos, 2:9,10
D. La relació n natural entre la salvació n y la é tica personal, 2:11-15
IV. Instrucciones acerca del comportamiento de los creyentes en el mundo, 3:1-15
A. Responsabilidades cívicas y sociales de los creyentes, 3:1,2
B. Testimonio del poder transformador de Dios, 3:3-7
C. Consejos finales, 3:8-11
D. Peticiones personales finales, 3:12-15.

SEGUNDA TIMOTEO
1. AUTOR
Pablo (ver comentario de 1 Timoteo).
2. OCASIÓN Y FECHA
É sta es la ú ltima y la má s conmovedora de las tres cartas pastorales. Fue escrita en
circunstancias muy diferentes a las de los dos anteriores (1 Timoteo y Tito) (Tito 3:12).
Ahora, Pablo está encarcelado y sufre penalidades como si fuera un malhechor (1:16;2:9).
Mayor es su sufrimiento causado por el abandono de los amigos (1:15) só lo Lucas
permanece a su lado (4:11) y el apó stol anticipa su propia partida (4:6-8,18). Pero el viejo
guerrero está dispuesto a pelear hasta el ú ltimo instante de su vida y empuñ ando
27

firmemente la “espada del Espíritu” (Ef.6:17), escribe a su amado discípulo y asesta


certeras estocadas al adversario del pueblo de Dios (1 P.5:8). El escenario: una hú meda
celda en Roma. La fecha probable: añ o 67 d.C.

3. DESTINATARIO
Timoteo, hijo espiritual de Pablo y fiel ministro del Evangelio de Jesucristo (1:2;2:1;
1:4,5) (Ver comentario 1 Timoteo).
4. CONTENIDO
Pablo entrega a Timoteo, cual legado de amor, sus ú ltimas instrucciones. El anciano
tutor reconoce la sinceridad y fidelidad de su discípulo y le anima a seguir sus pisadas
(cap.1); le recuerda que el servicio cristiano demanda la totalidad de su ser y de sus
capacidades (le anima mediante una triple comparació n: con el soldado, con el atleta y
con el labrador) (cap.2); le advierte acerca del advenimiento de tiempos peligrosos debido
a hombres perversos con apariencia de piedad y la necesidad de persistir en la enseñ anza
de las Sagradas Escrituras (cap.3). El capítulo cuatro es quizá el pasaje má s cargado de
emociones y sentimientos, propios de un gigante espiritual. El anciano varó n de Dios
concluye su epístola con una declaració n de confianza victoriosa y de adoració n a su
Señ or (4:18).
5. CARACTERÍSTICAS
a) Contiene las palabras finales y dignas de un hombre que durante 35 añ os sirvió con
integridad a Dios y afectó profundamente la historia de la humanidad.

b) Define el ministerio cristiano en té rminos de “esfuerzo”, “sufrir penalidades”,


“diligencia”, “persistencia”, palabras un tanto devaluadas en nuestros tiempos.

c) Declara la inspiració n de las Escrituras y su poder transformador, de manera que el


buen obrero es aquel que la escudriñ a y la predica y enseñ a con sumo cuidado.

d) Resalta el cará cter de la relació n maestro-discípulo. Es una relació n personal de amor


y respeto.
6. TEMA CENTRAL
El esfuerzo y entrega que demanda un ministerio aprobado (2:15).

7. BOSQUEJO

I. Introducción, 1:1-5
A. Saludos, 1:1,2
B. Acció n de gracias, 1:3-5
II. Primer encargo, 1:6-18
A. Avivar el don, 1:6,7
B. Estar dispuesto a sufrir, 1:8-10
C. El ejemplo de Pablo, 11,12
D. Retener la verdad, 1:13,14
E. La situació n presente de Pablo, 1:15-18
III. Segundo encargo, 2:1-13
A. Debe ser fuerte, 2:1
B. Debe comunicar el mensaje a hombres fieles, 2:2
C. Triple ejemplo: Un soldado, un atleta y un agricultor, 2:3-7
D. Jesucristo, la inspiració n para la firmeza, 2:8-13
IV. Tercer encargo, 2:14-3:17
A. Debe evitar conversaciones y controversias inú tiles, 2:14-26
B. Advertencias sobre la apostasía que se acerca, 3:1-9
C. Perseverar en la fe, 3:10-17
V. Cuarto encargo, 4:1-8
A. Debe predicar la Palabra, 4:1-5
B. La confesió n triunfante de Pablo, 4:6-8
VI. Recomendaciones finales, 4:9-19

VII. Saludos y bendición final, 4:20-22


28

UNIDAD X HEBREOS
1. AUTOR
Al igual que 1 Juan, esta epístola no consigna el nombre de su autor. Su estilo
literario es de lo má s depurado y el autor tiene un dominio profundo de la Septuaginta, la
versió n griega del Antiguo Testamento9, lo que hace suponer que es un judío de habla
griega. Desde antiguo se citan los nombres de Bernabé, Apolos y Pablo, como posibles
autores de esta carta. ¿Qué indicios nos da la misma carta? Es evidente una estrecha
relació n de larga data del autor con sus lectores, le preocupa el estado espiritual de ellos
(5:12, cf.1 Co.3:2), y abriga la esperanza de volver a verlos (13:19) en compañ ía de
Timoteo (quien ha recuperado su libertad luego de un tiempo de encarcelamiento) (13:23).

La evidencia externa tampoco es concluyente, aunque Clemente de Alejandría (fines


del siglo segundo) afirma que Pablo escribió la epístola en hebreo y Lucas la tradujo al
griego, má s tarde Orígenes (185-254 d.C.) asumió una postura similar, es difícil afirmar
quié n es el autor humano de esta hermosa carta. La hemos incluido en el listado de las
cartas paulinas con las reservas del caso. Su inspiració n divina es evidente y nunca ha
sido cuestionada.
2. OCASIÓN Y FECHA
Clemente de Roma (95 d.C.) cita la carta como conocida desde mucho tiempo atrá s.
Por otro lado, el autor alude al sacerdocio y al ritual levítico como vigentes, lo que indica
que fue escrita antes de la destrucció n del templo judío (70 d.C.). Si Pablo tuvo tres añ os
de libertad, luego de sufrir dos añ os de encarcelamiento en Roma (Hch.28), y visitó varios
lugares antes de ser nuevamente apresado (ver introducció n a 1 Timoteo), y en el
supuesto de ser el autor de la carta, es probable que el apó stol escribió Hebreos el 64
d.C., probablemente tambié n, en Macedonia, en donde se encontraba con Lucas (2
Ti.4:11).
3. DESTINATARIOS
Aquí también pisamos terreno frá gil, pues la carta no identifica claramente a sus
destinatarios. De ello sabemos que eran cristianos desde mucho tiempo atrá s (5:12), pero
no habían alcanzado la debida madurez cristiana (5:11-6:2), eso si, eran muy
colaboradores y serviciales para con otros creyentes (6:10) y en el pasado habían
afrontado con entereza grandes tribulaciones (10:32-34). Por otro lado, la manera como el
autor les refiere la versió n griega del Antiguo Testamento (Septuaginta) indica que eran
judíos cristianos, lo que explica el sobrescrito “a los hebreos”, y de habla griega.

Posiblemente se encontraban en Roma, la figura del coliseo romano (12:1) puede ser
significativo en este caso. Ademá s, la primera noticia acerca de la existencia de esta carta
viene de Roma, en donde, como ya hemos visto, era ampliamente conocida antes del 95
d.C.
4. CONTENIDO
Tal como su autor dice, la carta es “la palabra de exhortació n” (13:22) dirigida a un
grupo de cristianos de buen testimonio en el pasado (6:10; 10:32) que se encuentran en
una peligrosa situació n de estancamiento espiritual, agravada por la persecució n
desatada contra ellos (12:3,4), pero provocada por la negligencia (2:1) y la indiferencia
(5:11; 10:25). Tal situació n podía generar en ellos “un corazó n malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo”. Frente a este peligro, el escritor los exhorta a reafirmar su
confianza en Jesucristo, “el autor y consumador de la fe” (12:2).

Jesú s es mayor que los profetas (1:1-3), mayor que los á ngeles (1:4-2:18), mayor que
Moisés (3:1-19), mayor que Josué (4:1-16), y mayor que Aaró n (5:1-10:18). Só lo en El está
la “salvació n tan grande” que ellos han descuidado peligrosamente. Fuera de El no hay
ninguna esperanza de salvació n.
5. CARACTERÍSTICAS
a) Su estilo literario es sobresaliente.
b) Es el libro del NT que hace má s referencia y aplicació n del Antiguo Testamento.
c) Su profunda y variada cristología es descollante en toda la Biblia.
d) Contiene el principal capítulo de la Biblia sobre la fe.
e) Advierte con suma severidad sobre la apostasía espiritual.

9
La versión griega del Antiguo Testamento es conocida con el nombre de Septuaginta (o su abreviatura en números romanos LXX),
debido a una leyenda según la cual Ptolomeo II Filadelfo, Rey de Egipto, ordenó a setentidos ancianos hebreos que tradujeran al griego
el Antiguo Testamento, cada uno en forma independiente, trabajo que realizaron en setentidos días, en Alejandría, Egipto. Lo cierto es
que ésta traducción es el resultado de un proceso que pudo durar más de un siglo y que concluyó a mediados del segundo siglo a.C.
También es conocida como la versión de Los Setenta. Esta versión fue ampliamente citada por el Señor Jesús y los escritores bíblicos.
29

f) Su palabra clave es “mejor”. Aparece 13 veces.


6. TEMA CENTRAL
Superioridad de Cristo y del Pacto sellado con su sangre (8:6).
7. BOSQUEJO

I. Superioridad del Hijo sobre los profetas y los ángeles, 1:1-2:18


A. El Hijo superior a los profetas, 1:1-3
B. El Hijo superior a los á ngeles en su persona y obra, 1:14
C. Advertencia contra el extravío, 2:1-4
D. El Hijo superior a los á ngeles en su autoridad, 2:5-9
E. El Hijo superior a los á ngeles en su perfecta humanidad, 2:10-13
F. El Hijo superior a los á ngeles en su victoria sobre el pecado y la muerte, 2:14-18.
II. Superioridad del Hijo sobre Moisés y Josué, 3:1-4:13
A. El Hijo superior a Moisé s, 3:1-6
B. Advertencia para no apartarse del Dios vivo, 3:7-19
C. El Hijo superior a Josué dado el reposo que ofrece, 4:1-8
D. El Hijo superior a Josué por la redenció n que provee, 4:9-13
III. Superioridad del sacerdocio de Cristo, 4:14-8:5
A. El sacerdocio de Cristo superior al de Aaró n, 4:14-5:10
B. Exhortació n para buscar la madurez, 5:11-14
C. En pos del pleno discernimiento, 6:1-3
D. El peligro de recaer en el judaísmo, 6:4-8
E. El contraste con la madurez en Cristo, 6:9-12
F. Incentivo a madurar en Cristo, 6:13-20
G. Superioridad del sacerdocio de Melquisedec sobre el de Aaró n, 7:1-22
H. La superior eficacia y perpetuidad del sacerdocio de Cristo, 7:23-28
I. Cristo, sumo sacerdote en el santuario celestial, 8:1-5
IV. Superioridad del nuevo pacto sobre el antiguo pacto, 8:6-10:39
A. La naturaleza satisfactoria del nuevo pacto, 8:6-13
B. La naturaleza del viejo pacto, 9:1-10
C. La realidad bajo el nuevo pacto, 9:11-14
D. El nuevo pacto sellado por la sangre de Cristo, 9:15-22
E. El mejor santuario del nuevo pacto, 9:23-24
F. El mejor sacrificio del nuevo pacto, 9:25-10:4
G. El nuevo pacto basado sobre el perfecto sacrificio de Cristo, 10:5-10
H. La superioridad del nuevo pacto debido a la actual entronizació n de Cristo, 10:11-14
I. El nuevo pacto es superior en vista del cará cter definitivo del sacrificio de Cristo, 10:15-
18
J. Llamado a una vida de fe, 10:19-25
K. Advertencia contra el volver al judaísmo, 10:26-31
L. Llamado a una fe paciente, 10:32-39.
V. Superioridad de la fe, 11:1-13:18
A. La superioridad de la fe perseverante, 11:1-3
B. La fe que vislumbra la promesa, 11:4-12
C. La realidad y la esperanza de la fe, 11:13-31
D. Los “otros” héroes de la fe, 11:32-38
E. La fe de los santos del Antiguo Testamento y nuestra fe, 11:39-40
F. La carrera y la meta de la fe, 12:1-4
G. La reprensió n como un incentivo para la fe, 12:5-11
H. Advertencia de Esaú , 12:12-17
I. El resultado de la fe que ha obtenido la promesa, 12:18-24
J. Advertencia contra los que se niegan a escuchar la voz de Dios, 12:25-29
K. La expresió n de la fe en la vida diaria, 13:1-6
L. La expresió n de la fe en un testimonio estable, 13:7-9
LL. La fe expresada como separació n del judaísmo, 13:10-14
M. La fe expresada en culto espiritual y obediencia, 13:15-17.
VI. Bendición Final, 13:18-25

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