El gobierno norcoreano y algunos aspectos de la teoría marxista.

La situación política de la república popular democrática de Corea puede ser abordada

desde dos aspectos fundamentales, el primero de ellos remite a la política interior donde se
explicita su régimen totalitario dinástico de corte estalinista encabezado por su máximo
líder Kim Jong-un quién ha posicionado al país como uno de los más aislados e
inaccesibles de la tierra, además, puso de manifiesto la intención de dar continuidad a la
filosofía política del Songun que se encuentra estrechamente relacionada con la idea
Juche. La primera es el complemento de autodefensa, mientras que la segunda está más
referida a la construcción del socialismo y a la filosofía coreana socialista. Asimismo, el
líder supremo mantiene el férreo control del Estado sobre la industria y las principales
actividades económicas, el racionamiento de productos de consumo básico y la prioridad a
la financiación militar y nuclear.

En este gobierno unipartidista, autocrático y dinástico, “el partido de los trabajadores

“controla” el Estado y el presidente “controla” el partido este es el principio básico que
rige el régimen norcoreano”. (WORLD, 2020) La Asamblea Popular Suprema (SPA),
como el órgano que representa a la población, es el vehículo mediante el cual el Partido
ejecuta sus decisiones, por tanto, es considerada la más alta instancia política de Corea del
Norte, siendo contradictorio porque este órgano es “controlado” por el Partido, que a su vez
es “controlado” por el presidente. Por tanto, independientemente del título que detente el
presidente, “es el comandante en jefe de facto del país entero en materia política,
económica, diplomática, industrial, comercial, social, cultural, artística, de defensa y de
seguridad nacional”. (WORLD, 2020)

El segundo aspecto fundamental trata la política exterior en dónde la prioridad del régimen
se concentra en la supervivencia de la dinastía Kim apoyándose de un programa nuclear y
balístico propio que supone el bienestar de la población norcoreana. Esto ha traído
consecuencias importantes al país, tal como sanciones impuestas por la comunidad
internacional como también afectaciones de orden económico. El gobierno ha tenido
acercamientos con países vecinos como Corea del Sur, Rusia, Japón y otros, como EE. UU.
y la UE.
Después del anterior marco contextual, es necesario precisar la conexión con el apartado de
Marx en la teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político escrito
por el filósofo Norberto Bobbio, quién cita a autores clásicos para definir el estado: como la
salida del hombre de la condición de barbarie, mientras que para para el fundador del
socialismo científico, el estado se contempla como un puro y simple instrumento de
dominación.

La consideración del estado como pura y simple superestructura que refleja la situación de
las relaciones sociales determinadas por la base social, y la identificación del estado con el
aparato o los aparatos de los que se vale la clase dominante para mantener su dominio,
razón por la cual el fin del Estado no es un fin noble, como la justicia, la libertad, el
bienestar, etc., sino pura y simplemente es el interés específico de una parte de la sociedad,
no el bien común, sino el bien particular de quien gobierna. (Bobbio, 1987)

En este sentido, el gobierno norcoreano sería la materialización del estado Marxista, en

dónde todo el poder está concentrado en el máximo líder Kim Jong-un, quién a su vez sirve
de ejemplificación para el concepto epistemológico desarrollado por Karl, la superstición
política en dónde todo intento por sobrestimar al estado termina por hacerlo un Dios
terrenal, al que se debe sacrificar incluso la vida en nombre del interés colectivo que más
bien es una pantomima representada por el mismo estado. Hecho que no es ajeno a la
Comisión de Investigación de DDHH, quién ha denunciado a la república popular
democrática de Corea por existentes violaciones masivas, sistemáticas y graves, algunas
constitutivas de crímenes contra la humanidad; allí se ve reflejada la esfera conceptual y
analítica de Marx en la denominación del estado como fenómeno de naturaleza despótica.