Secretaría Permanente del SELA

N° 2 – Junio de 2012
El actual panorama económico mundial y sus
implicaciones para América Latina y el Caribe
 

I. Tendencias y estimaciones más recientes sobre la economía mundial

El entorno económico internacional manifiesta grandes
debilidades y está lleno de incertidumbres. A pesar de
ciertas noticias positivas sobre el desempeño
coyuntural de la economía de Estados Unidos en los
últimos meses, las tensiones crecientes generadas por
la crisis de deuda del sector público, la preocupante
caída del ritmo de crecimiento de la producción mundial
y las dudas acerca del futuro de la integración en la
Unión Europea – y sus consecuencias directas sobre el
euro – pudieran tener un impacto significativo sobre la
actividad económica global en lo que resta de este año.
De acuerdo al más reciente reporte del FMI, y a pesar
de que se estima todavía un crecimiento robusto en la
mayoría de las economías en desarrollo – muchas de
ellas operando a tasas cercanas a su nivel potencial –
la producción mundial se incrementará a un ritmo
promedio de 3,5% en este año, lo que implica una
reducción de 0,5% respecto de la estimación realizada
por esa misma institución a fines de septiembre
pasado 1 .
Por otra parte, el patrón de crecimiento global
continuará "desequilibrado", siendo liderado por los
países emergentes y en desarrollo. Se proyecta que las
economías industrializadas crecerán sólo un 1.4% en
2012, después de haber crecido a una tasa promedio
anual de 1.6% en 2011, dado que los débiles balances
financieros, de deuda soberana y de las familias,
continuarán restringiendo el aumento de la demanda
en estas naciones 2 .
En cuanto a Europa, se espera que como totalidad la
UE experimente una recesión, y como su situación
permanece en extremo frágil, los shocks recientes
sobre la confianza pudieran impactar mucho más
negativamente a los inversionistas, acelerando aún más
el desapalancamiento bancario con muy adversos
impactos sobre la actividad económica real. Este
escenario muy negativo en la Unión Europea – no solo
en términos económicos y financieros, si no también
institucionales – desencadenaría efectos muy adversos
sobre toda la economía mundial.

De hecho, los riesgos de una mayor desaceleración
económica mundial continúan siendo dominantes. La
renovada fragilidad de los mercados financieros en la
zona euro pudiera acelerar el desapalancamiento
bancario, bloquear los mercados, y golpear la actividad,
tanto en Europa como en el resto del mundo. Por su
parte, en una mirada de mediano plazo, también los
persistentes desbalances fiscales en los Estados Unidos
y en Japón pudieran tener impactos adversos sobre los
mercados financieros, mientras que una desaceleración
abrupta de la economía china podría desestabilizar
seriamente el crecimiento global y reducir
perceptiblemente los precios de los productos básicos
en los mercados internacionales.
Por su parte, el crecimiento de la economía de EUA
aumentará en promedio alrededor de poco más del 2%
anualmente entre 2012 y 2013. En Canadá, el
crecimiento económico que se desaceleró a 2.5% en
2011, crecerá sólo en 2.1%, parcialmente reflejando un
gradual retiro del estímulo fiscal y la continuada
reducción de las exportaciones netas. Después de una
fuerte recuperación de la crisis de 2008-2009, el
mercado laboral comienza a debilitarse, y los salarios
reales se estancan 3 ..
Mientras tanto, las economías en desarrollo – como un
todo – se prevé que crezcan entre 5.7 y 6% en los
próximos dos años, liderado por un todavía robusto
crecimiento en Asia emergente.

                                                                                                                         
1 2
FMI (2012a). World Economic Outlook. Washington, Abril. Idem.
3
Idem.
 
 
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 CUADRO 1. Panorama de las proyecciones de Perspectivas de la Economía Mundial
(Variación porcentual anual, salvo indicación en contrario)

Fuente: FMI. Perspectivas de la Economía Mundial, abril de 2012.FMI.

 2
 
GRÁFICO 1
Crecimiento del PIB real y precios de materias primas

Fuente: FMI. Perspectivas Económicas. Las Américas. Abril de 2012.

En cuanto al mercado internacional de productos En ausencia de un escenario de crisis dramática para

básicos, las más recientes estimaciones del FMI
señalan que sus precios permanecerán altos durante
el período 2012-2013, aunque sus cotizaciones
tenderían a moderarse, incluso a disminuir en 2013.
Los precios de la energía seguirán en 2012 por encima
de los niveles registrados en el período 2010-2011
dadas las tensiones geopolíticas y ciertas restricciones
de oferta. Por su parte, y en cierta medida por la
incrementada oferta y la ligeramente menor demanda
de Asia, los precios de los alimentos y de los metales,
caerán en 2012 y 2013, pero permanecerán todavía
con registros aceptables para los exportadores de
esos productos básicos 4 .
el caso de la UE, significativas presiones a la baja
también se observan en el mediano y largo plazo. Los
retardos en la aprobación de planes de consolidación
fiscal en EUA (y otras economías avanzadas) podrían
eventualmente incrementar las tasas de interés en
EUA y el costo del financiamiento a nivel global.
Mientras tanto, dificultades respecto a la reorientación
de la demanda de la economía china desde la
inversión hacia el consumo, pudieran resultar en un
ciclo de sobreinversión con impactos adversos sobre el
crecimiento real y potencial. Un menor crecimiento en
Asia reduciría aún más los precios de los productos
básicos, lo cual afectaría negativamente a los
exportadores de commodities.

                                                            
4
FMI (2012a). World Economic Outlook. Washington, Abril.

 
3
En general, un proceso de ajuste – o de reparación de
balances – en las economías avanzadas, aunque
necesario, con muchas probabilidades mantendrá
reducido el crecimiento económico mundial por un
período de tiempo bastante largo.
Al respecto, debe considerarse que ya gran parte de
Europa se encuentra en medio de lo que podría llegar
a ser una década perdida, y Estados Unidos bien
podría experimentar muchos años de crecimiento
económico lento, incluso si logra evitar una segunda
recesión en el período inmediato. Las dificultades
económicas del mundo desarrollado afectarán a las
economías emergentes, aunque sea probable que las
naciones en desarrollo – en general – registren un
mejor crecimiento comparativamente.
Debe destacarse que la brecha en el desempeño
económico entre los diferentes grupos de países que
II. Implicaciones del escenario internacional
las economías de América Latina y el Caribe
En el corto plazo, las condiciones externas en general
se presentan todavía positivas para la mayoría de los
países de América Latina y el Caribe. Las políticas
monetarias en los países industrializados hasta el
momento, parece que seguirían siendo
“acomodaticias” por un período de tiempo, dado el
magro crecimiento, el alto desempleo, y la erosión
continuada de los saldos fiscales de estas naciones.
Todo ello determinaría que las condiciones de
financiamiento externo para la región pudieran
continuar siendo favorables.
Por otra parte, la sostenida demanda de los países
emergentes de Asia continuará apoyando los niveles
de precios de los productos básicos, manteniendo la
relación de términos de intercambio todavía favorable
para la mayoría de los exportadores de commodities
de Sudamérica. Dicho esto, las condiciones parecieran
ser menos favorables para Centroamérica y el Caribe,
donde la demanda externa está más fuertemente
concentrada en los mercados de países desarrollados
y son más dependientes de las remesas y de los
ingresos por turismo. Así, las economías
centroamericanas y caribeñas, continuarán
enfrentando austeras condiciones externas, en la
misma medida que la actividad económica en los
 4
se ha venido observando en los últimos años, no
significa que los mercados emergentes o en
desarrollo, se hayan "desvinculado" de los mercados
desarrollados. La experiencia indica que a largo plazo,
los mercados a nivel mundial están vinculados
estrechamente, y quizá los más conectados sean los
mercados de capitales. Como resultado, los precios de
los activos financieros de todo el mundo tienden a
estar correlacionados. De manera similar, el
crecimiento del comercio y de las cadenas de
producción mundiales en los últimos años
probablemente ha aumentado la correlación de las
tendencias en los flujos de intercambio comercial en
todo el mundo. De esta manera, las tendencias
dominantes en los mercados financieros y los flujos de
intercambio comercial en los países desarrollados
continuarán ejerciendo en el mediano y largo plazo,
una fuerte influencia sobre las economías de las
naciones en desarrollo5.
y estimaciones para
países industrializados y las importaciones
estadounidenses permanezcan 5 deprimidas 6 .
Bajo el pronóstico base del FMI, el crecimiento en la
región se proyecta que se desacelere a cerca de
3.75% en 2012 y que se fortalezca para registrar una
tasa promedio alrededor del 4% en 2013. Esta
desaceleración es consistente con la proyectada
moderación de la actividad económica global o
resultado de políticas un poco más restrictivas para
contrarrestar el aún estimulante escenario
internacional.
El crecimiento regional sigue impulsado por los
exportadores de commodities, para los cuales las
presiones inflacionarias permanecen relevantes en la
misma medida que las condiciones externas
favorables empujan el crecimiento de la demanda
doméstica por arriba del aumento de la producción.
Mientras tanto, el incremento de la producción se
mantiene en niveles razonables en México y
Centroamérica, en parte como resultado de la lenta
pero estable recuperación de la economía de EUA.
                                                            
5
Standard & Poor´s (2012). Cambiante entorno económico
mundial y su impacto en América Latina. México, marzo 14.
6
FMI (2012). Regional Economic Outlook. Western Hemisphere.
Washington, April.
La región del Caribe finalmente comenzó a superar su
prolongada recesión en 2011, pero el crecimiento del
PIB real en los países intensivos en turismo del Caribe
sigue constreñido por un ambiente externo todavía
difícil y por la consolidación fiscal, lo cual se refleja en
la estimación de que el producto se expanda sólo
alrededor de 1.5% en 2012 (comparado con 0,5% el
año pasado). La llegada de turistas continúa
recuperándose, pero a diferentes velocidades
determinadas en parte por las débiles condiciones de
empleo en los países de origen. Asimismo, vastos
desafíos derivados de altos niveles de deuda pública y
de adversos términos de intercambio, atribuibles a los
altos niveles de precios del petróleo continúan
contrarrestando el crecimiento.

CUADRO 2.
PIB real, precios al consumidor y saldo en cuenta corriente
en algunas economías de América
(Variación porcentual anual, salvo indicación en contrario)

Fuente: FMI. Perspectivas de la Economía Mundial, abril de 2012.

Las perspectivas son ligeramente más favorables para
los exportadores de productos básicos del área
(Guyana, Suriname, y Trinidad & Tobago), donde se
proyecta que la producción crezca en promedio este
año al 3,5% (2.5% en 2011), apoyada por los
proyectados altos precios del petróleo y del oro.
Mientras tanto, en el caso de Haití se pronostica una
expansión en su economía de cerca del 8% en 2012,
reflejando un incremento en los esfuerzos de
reconstrucción después del terrible terremoto de
inicios de 2010 7 .
De todas formas, las naciones de nuestra región, con
fuertes lazos financieros con Europa tienen que estar
muy vigilantes. Sin embargo, la posibilidad de fuertes
impactos en el terreno financiero por el agravamiento
de la crisis en Europa pudiera no ser todavía tan
7
FMI (2012). Regional Economic Outlook. Western Hemisphere.
Washington, April.

  5
 

GRÁFICO 2
América Latina y el Caribe: Crecimiento de PIB, términos de intercambio comercial y brecha del producto

Fuente: FMI. Perspectivas Económicas. Las Américas. Abril de 2012

profunda. Los vínculos en términos de la economía
real (comercio y remesas) con Europa son
corporativamente reducidos, exceptuando los países
caribeños. Por otra parte, los impactos derivados del
desapalancamiento bancario, en un primer momento
pudieran verse mitigados por el hecho de que la
mayoría de las subsidiarias de bancos europeos que
operan en Latinoamérica y el Caribe, parecieran estar
bien capitalizados y – en lo fundamental – financiadas
domésticamente 8 .
Aún así, las repercusiones globales de un evento
dramático en Europa pudieran tener un impacto
mucho más significativo, a través de sus potenciales
efectos sobre los precios de los commodities, sobre la
aversión al riesgo, y sobre los flujos de capitales.
Potenciales shocks en el sector financiero derivados
de una agudización de la crisis en Europa, similares a
los eventos que se detonaron tras el colapso de
Lehman Brothers en 2008, podrían subir el costo y
reducir la disponibilidad de financiamiento para los
deudores locales de América Latina y el Caribe,
incluido el gobierno. Asimismo, acontecimientos tan
adversos en el exterior como el señalado, podrían
generar una mayor aversión al riesgo entre los
inversionistas locales.

                                                            
8
Idem.

 6
 GRÁFICO 3
Deuda externa/PIB
Fuente: Standard & Poor´s. Cambiante entorno económico mundial y su impacto en América Latina. Marzo del 2012.
Como señala el FMI en su más reciente informe, el
impacto de los shocks financieros globales sobre
cualquier economía depende principalmente de dos
factores: a) el grado de integración financiera de esa
economía con el resto del mundo, la cual – todo lo
demás igual – incrementa la sensibilidad a dichos
shocks; y b) la fortaleza de los fundamentos
económicos, la cual ayuda a mitigar los efectos del
shock en la economía real tanto mediante la reducción
de las salidas de capital como mediante la
amortiguación de los impactos económicos de un
shock dado en la cuenta de capital 9 .
Las posiciones externas sostenibles y la flexibilidad de
tipos de cambio constituyen la clave en los países en
desarrollo para reducir los efectos adversos de los
shocks financieros externos sobre su actividad
económica. En América Latina y el Caribe, los
fundamentos económicos mejorados han hecho a la
mayoría de las naciones de la región menos sensibles
a estos shocks en años recientes. Al respecto, debe
considerarse la creciente capacidad de varios
gobiernos de nuestra región para emitir deuda en su
                                                            
9
FMI (2012). Regional Economic Outlook. Western Hemisphere.
Washington, April.
 
moneda local con plazos más largos y cada vez más
en tasas de interés fijas nominales, lo cual ha
reducido su vulnerabilidad ante una repentina pérdida
de liquidez externa o un repunte marcado en las tasas
de interés.
Adicionalmente, el Gráfico 3 muestra la convergencia
gradual a la baja, que se ha observado en los niveles
de deuda externa en promedio entre los países de
Asia y de América Latina y el Caribe en los últimos
años. La mejora en la posición externa neta de
muchos países de nuestra región se deriva en gran
parte del crecimiento de sus mercados locales de
capitales así como de las reformas fiscales que han
contenido el crecimiento de la deuda del sector
público. De acuerdo con el FMI, el vencimiento
promedio de la deuda local en circulación en América
Latina y el Caribe excedió los ocho años (en 2010) en
comparación con un promedio de cuatro años en
2003. Los vencimientos de nuevas emisiones de
bonos soberanos ahora promedian 14 años 10 .
10
Standard & Poor´s (2012). Cambiante entorno económico
mundial y su impacto en América Latina. México, marzo 14.
7
 III. Desafíos de política del actual entorno internacional para las economías
de América Latina y el Caribe
En el actual contexto, los países de América Latina y
el Caribe deberían continuar reconstituyendo sus
“amortiguadores anticíclicos”, para recuperar espacio
fiscal, preservar la credibilidad financiera e
incrementar la flexibilidad de la política monetaria.
Este reto es particularmente crucial para Sudamérica,
que se ha beneficiado de los continuados términos de
intercambio favorables y bajas tasas de interés. Con
niveles de producción cercanos o por arriba de la
potencial, Algunos países necesitan evitar las
presiones derivadas del calentamiento. México y
Centroamérica, que dependen más de la economía
norteamericana, también requieren la reconstitución
de sus amortiguadores fiscales, especialmente en
Centroamérica, donde el producto está cercano al
potencial y las deudas públicas se aproximan a niveles
no confortables. Débiles balances del sector público y
la dependencia del turismo continuará restringiendo
las posibilidades de crecimiento en el Caribe, donde la
consolidación fiscal se necesita fortalecer a pesar del
deprimido ambiente de crecimiento. En general,
pudiera resumirse que:
1.- Los principales exportadores de productos básicos
sudamericanos integrados financieramente 11 deberían
tomar ventaja de las todavía favorables condiciones
externas para continuar reduciendo sus niveles de
deuda pública, de tal forma que se permita la debida
flexibilidad a la política monetaria, y se preserve la
credibilidad fiscal. Los bancos centrales deberán
permanecer vigilantes acerca de las condiciones de
liquidez, las cuales pudieran verse afectadas en un
escenario de incrementado nerviosismo en las
finanzas globales. Mientras tanto, la flexibilidad de las
tasas de cambio debe ser preservada para amortiguar
los shocks, al tiempo que las políticas
macroprudenciales pudieran controlar los excesos
financieros.
2.- Por su parte, otros exportadores de productos
básicos de nuestra región necesitan comenzar a
revertir las políticas pro-cíclicas que han venido
aplicando, las cuales pudieran estar exacerbando
presiones inflacionarias, erosionando las capacidades
de amortiguación, y debilitando los balances de
pagos.
                                                            
11
Chile, Colombia, Perú y Uruguay
8
3.- Los países de Centroamérica, muchos de los cuales
operan ya a niveles muy cercanos a su potencial y
tienen coeficientes de deuda en relación a su PIB
superiores a los registrados en el período de pre-
crisis, deben redoblar sus esfuerzos para consolidar
sus posiciones fiscales, mientras fortalecen sus
marcos de regulación prudencial.
4.- La mayoría de las naciones caribeñas deberán
enfocarse en reducir sus altos niveles de déficit fiscal
y en atender sus fragilidades financieras, dadas las
amenazas que estos dos elementos implican para la
estabilidad 12 .
Un elemento clave en el análisis de lo que acontecerá
en la región será la capacidad que tengan los
gobiernos para conjugar el control de las metas
inflacionarias junto con regímenes de tipos de cambio
flexibles. Varios países han tenido que intervenir en
los mercados cambiarios para comprar dólares y
aliviar la presión derivada de una marcada apreciación
de su moneda. Tales presiones podrían persistir por
algún tiempo, obligando a las autoridades a permitir
una fuerte apreciación de la moneda o a continuar
comprando dólares, modificando de manera implícita
la conducta del tipo de cambio y la política monetaria.
En general, en conjunto, América Latina y el Caribe ha
ganado mayor resistencia económica en los últimos
años, con menores tasas de inflación, menor
dependencia del financiamiento externo y una mayor
flexibilidad en las políticas para responder a shocks
externos. El fortalecimiento de la calidad crediticia en
muchos países ha ido en línea con alentadoras
tendencias sociales que constituyen un buen augurio
para la estabilidad de las políticas en los próximos
años.
A pesar de estas tendencias alentadoras, gran parte
de ALC adolece de una capacidad relativamente
limitada para crecer con base en motores autónomos
de crecimiento. Las perspectivas de crecimiento
relativamente débil reflejan muchos factores,
incluyendo la manera en que la región se inserta
dentro de la economía mundial y la comparativamente
12
FMI (2012). Regional Economic Outlook. Western Hemisphere.
Washington, April.

baja inversión en infraestructura física y educación
que tipifica a Latinoamérica y el Caribe 13 .
Estos obstáculos estructurales para un crecimiento
más rápido del PIB en América Latina y el Caribe
adquieren mayor relevancia en un escenario en el que
la economía mundial entra en un largo periodo de
lento crecimiento. Gran parte de América Latina y el
Caribe se ha insertado en la economía mundial a
través de una presencia débil en las exportaciones
mundiales de bienes de alto contenido tecnológico, y
además en las ventas mundiales de servicios, en
especial de las que se basan en el conocimiento. La
productividad total de los factores productivos de
nuestra región, que volvió a crecer nuevamente en la
primera década del siglo actual, todavía evidencia una
tendencia desalentadora en el largo plazo.
Por otra parte, la escasa infraestructura física de la
región y su débil base de mano de obra calificada
también limitan las perspectivas de crecimiento de
largo plazo, impidiendo el desarrollo y consolidación
de un sector productivo con mano de obra más
calificada que genere empleos bien pagados y que
impulse una base manufacturera más sofisticada 14 .
Adicionalmente, y tal y como ha venido señalando el
SELA en los últimos tiempos, América Latina y el
Caribe requiere – sobre todo en el actual escenario –
fortalecer sus capacidades para profundizar los lazos
comerciales y financieros entre los países de nuestra
región. Una mayor integración regional permitiría
aumentar el tamaño de los mercados y compensar de
este modo la dependencia de la demanda externa
extrarregional, a la vez que una mayor integración
financiera haría posible atenuar las dificultades que se
pudieran presentar en materia de acceso al
financiamiento, haciendo más autónomo el proceso de
crecimiento económico en nuestras naciones 15 .
13
Standard & Poor´s (2012). Cambiante entorno económico
mundial y su impacto en América Latina. México, marzo 14.
14
Véase al respecto SELA (2010a). Desarrollos Recientes de la
Facilitación del Comercio, SP/CL/XXXVI.O/Di Nº 20-10, Caracas
15
  Véase al respecto, SELA (2011). Informe sobre el Proceso de
Integración Regional, 2010-2011, SP/CL/XXXVII.O/Di No. 13 –
11), Caracas, octubre.
 
Bibliografía
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do Banco Central de Brasil, Abril. Volumen 6,
Número 2.
 Banco Central de México (2012). Reporte sobre las
economías regionales, octubre-diciembre, 2011.
Marzo 22.
 CEPAL - FAO – IICA (2012). Respuestas de los
países de América Latina y el Caribe al alza de los
precios de los alimentos y opciones de
colaboración. Boletín No.1.
 FMI (2012). Regional Economic Outlook. Western
Hemisphere. Washington, April.
 FMI (2012a). World Economic Outlook.
Washington, April.
 FMI (2012b). Global Financial Stability Report. The
quest for lasting stability. Washington, April.
 SELA (2011), Informe sobre el Proceso de
Integración Regional, 2010-2011,
SP/CL/XXXVII.O/Di No. 13 – 11), Caracas, octubre.
 _______, (2010), Nueva agenda del comercio para
el desarrollo: una propuesta desde América Latina
y el Caribe, (documento SP/CL/XXXVI.O/Di N° 14-
10, Caracas, octubre.
 _______, (2010 a), Desarrollos Recientes de la
Facilitación del Comercio, SP/CL/XXXVI.O/Di Nº 20-
10, Caracas.
 SELA (2011). 1
 Standard & Poor´s (2012). Cambiante entorno
económico mundial y su impacto en América
Latina. México, marzo 14.
 Standard & Poor’s (2012ª). “Latin America and the
Caribbean: Holding steady so far, but risks loom”.
Washington, mayo 22.
 Web. www.felaban.com
9