Está en la página 1de 3

PARA MEDITAR Y REZAR

PALABRAS PARA LA MEDITACIÓN PERSONAL


Escuela de vicios
“El condicionamiento de la familia –constante, gradual,
amoroso, más tácito que explícito–, constituye para los
hijos una escuela de insuperable eficacia didáctica.
Ahora bien, tenéis que daros cuenta de que este influjo efi-
cacísimo, superior a cualquier otro, es para bien o para mal.
O la familia evangeliza o escandaliza. No escandaliza en
el sentido vulgar –aquello que choca negativamente–, sino
en el sentido más profundo de la palabra –aquello que in-
duce al error y al mal–.
Los padres escandalizan a sus hijos cuando no rezan;
cuando no tienen tiempo ni dinero para Dios y para el es-
píritu, pero lo tienen para el cuidado del cuerpo; cuando
no reciben los sacramentos sino muy de tarde en tarde;
cuando hacen gastos inútiles y por eso no están nunca en
condiciones de ayudar a los necesitados; cuando hacen
por la Riqueza sacrificios y esfuerzos que en modo alguno
están dispuestos a realizar por Dios y por su reino; cuando
huyen de los pobres, aunque sean parientes; cuando mur-
muran y hacen juicios temerarios sin recatarse de nadie;
cuando practican la anticoncepción y rechazan malamente
a los hijos que posiblemente hubieran de venir al mundo...
¿O es que no son conscientes de que con esa vida misera-
ble están desfigurando día a día la imagen de Dios en sus
hijos? ¿O es que no saben que éstos captan por ósmosis
familiar todo lo que ellos irradian con sus vidas y palabras?
Se engañan si esperan que otros sean los que eduquen
cristianamente a sus hijos. Catequesis, escuela católica,
parroquia, son complementos de la familia, pero poco
valen para la educación de aquellos niños que están es-
candalizados en sus familias por acción y por omisión.“
J.M. Iraburu, El Matrimonio en Cristo,
“4. La educación de los hijos”, pp. 33-34.

ORACIÓN PARA PEDIR FIDELIDAD


“Jesús, María y José,
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret,
enséñanos a hacer del hogar
lugar de comunión y de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas,
remansos de paz y de acogida.
Enséñanos a enseñar a nuestros futuros hijos
cómo hacerse cargo de la propia vida,
saber ver las cosas más hermosas y profundas,
conservar siempre el corazón libre,
responder a la llamada que Tú diriges a cada uno de ellos
para realizar el propio proyecto de vida y alcanzar la felici-
dad.
Jesús, María y José,
escuchad y acoged nuestra súplica.”
Papa Francisco, “Oración a la Sagrada Familia” Ángelus,
29.12.2013

También podría gustarte