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Ningún individuo posee un ADN idéntico al de nadie.

Incluso los hermanos gemelos poseen ADN's


diferentes entre sí. Si se diese el hecho de que dos personas poseen un ADN similar en toda su
extensión, entonces estaríamos hablando de clones.

Como bien saben, el ADN se compone por nucleótidos posicionados de manera correlativa,
generando lo que se denomina una secuencia (gracias a las bases nitrogenadas que componen
dichos nucleótidos). 

Dentro del ADN existen secuencias que se repiten en un alto porcentaje, a un nivel medio o
secuencias que no se repiten. En el grupo de las secuencias medianamente repetitivas hay una
clase que se llama "secuencias VNTR" (repeticiones en tándem de número variable). Las
repeticiones de una secuencia se hallan seguidas una detrás de otra (en tándem). Pues muy bien,
estas secuencias se pueden componer de aproximadamente unos 50 nucleótidos, de modo que
existen 30 que actúan de núcleo, y 20 que varían entre repetición y repetición. Los cambios entre
repeticiones se dan entre cromosomas, y más aún entre personas. A causa de esto, son inherentes
a cada persona.

Si una persona tiene sus VNTR características, al tener un hijo le transmite a través de sus
cromosomas una copia característica de estas repeticiones. Por tanto, el hijo tendrá unas
secuencias VNTR propias de él, PERO, que guardarán una relación con las de su padre.
Generalmente suelen existir 13 marcadores iguales que revelen una relación paternal. 

Este test, que además se usa en investigaciones forenses, se denomina fingerprinting.


Al igual que ocurre con los copos de nieve, no hay dos personas iguales, ni siquiera aunque sean
gemelos idénticos. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores de la
Universidad Western Ontario en Canadá tras analizar un millón de marcadores de gemelos idénticos que
derivan de un solo cigoto y que, en principio, coinciden en todos sus rasgos.

El ADN puede variar


Con esta investigación, Singh y su equipo creen que han demostrado que los gemelos monocigóticos no
son genéticamente idénticos. El investigador señala que el 12% del ADN puede variar en los individuos.
«Las células se multiplican a medida que nos desarrollamos y se diferencian. Más importante aún, estas
céulas pueden perder o adquirir ADN adicional. El genoma no es estático».

El psiquiatra Richard O'Reilly, que ha participado en la investigación, espera que el estudio favorezca la
comprensión de la esquizofrenia y ayude a encontrar mejores tratamientos contra la enfermedad.

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