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Polvo de madera

La industria del manejo de la madera inicia desde la tala de árboles hasta la producción de
muebles y otros materiales, el polvo de madera se produce como un residuo cuando se
utilizan máquinas o herramientas para moldear, cortar y transformar la madera, los
trabajadores de estas zonas, como carpinteros, lijadores, torneros y ebanistas se ven expuestos
a altas cantidades de este componente, que ha sido clasificado como cancerígeno del grupo 1,
por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC).

El polvo de madera se encuentra formado por partículas como celulosa (en un 40% o 50%),
poliosas, lignina y variadas sustancias de bajo peso molecular que se desprenden de la
materia prima cuando sobre ella se realizan cierto tipo de trabajos. Adicionalmente, esta
sustancia puede contener restos de productos utilizados en el proceso de transformación que
realiza el hombre, como fijadores, conservantes, antifúngicos, barnices, tintes y metales como
el cromo.

Debemos tener en cuenta que hay distintas clasificaciones del polvo de madera dependiendo
del árbol que proceda, en general se diferencian dos grupos, las maderas blandas que
proceden de especies de árboles de la subdivisión gimnospermas y en especial de la clase
coniferae, y las maderas duras que proceden de especies angiospermas que son más
frondosas. En general, se ha relacionado de forma más reiterada los problemas de salud con
el polvo de madera proveniente de maderas duras.

Al entrar en contacto con el tracto respiratorio, el polvo de madera se deposita en la nariz y la


garganta, también puede causar daños para la piel y los ojos, además de generar riesgos de
explosiones e incendios. Este agente está relacionado con el cáncer de la cavidad nasal y de
los senos paranasales, que son poco frecuentes representando respectivamente el 0,2% y el
0,8% de los tumores malignos del organismo, pero que cuando se presentan son en la
mayoría de los casos atribuidos a la exposición a polvo de madera.

La fisiopatología de la exposición al desarrollo del cáncer de fosas nasales fue estudiada por
el Instituto Nacional de Salud Ocupacional de Copenhague que encontraron en personas con
este tipo de cáncer y anterior exposición al polvo de madera una baja incidencia de mutación
en KRAS (un gen que produce una proteína encargada de regular la proliferación celular),
pero una mutación más abundante en p53 (un gen supresor tumoral que impide que las
células crezcan de manera descontrolada).

El Ministerio de Sanidad de España, considera que es suficiente el haber estado expuesto


durante un año al polvo de madera para que exista la posibilidad de desarrollar este tipo de
tumores en el futuro, estimándose que los trabajadores con exposición profesional tiene un
riesgo 900 veces mayor que la población general.

Además de los riesgos de cáncer elevados se pueden presentar otras patologías asociadas con
la exposición a este agente, principalmente cuando el tamaño de las partículas es inferior o
igual a 10 micrómetros y causan problemas en las vías respiratorias inferiores, como asma,
alveolitis, fibrosis pulmonar y rinitis. Se afecta también la capacidad de limpieza que tienen
los cilios en la mucosa, lo que hace que los agentes tóxicos no puedan eliminarse tan rápido
al entrar a las vías respiratorias y permanezcan más tiempo en contacto con el tejido
produciendo irritación.

Los trabajadores más expuestos son aquellos que se dedican a la carpintería, fabricación de
muebles, construcción, aserraderos, silvicultura, producción de tableros de madera,
construcción de buques y barcos y fabricación de otros productos de madera. La exposición
más alta se da generalmente en la fabricación de muebles debido al proceso de lijado a
máquina o similares, de igual forma el peligro para la salud se da en cualquiera de los
procesos que utilizan la madera en cualquier parte de su ciclo de vida.

La primera opción para el control de la exposición es la sustitución del material que se debe
realizar siempre que sea posible, la idea es cambiar al agente por otro menos peligroso o
eliminar los procedimiento que generan el polvo de madera que afecta la salud humana, este
punto aunque es el más efectivo también es el más difícil, debido a que en torno a la
transformación de la madera ya se encuentra un proceso productivo y cambiarlo implicaría
una afectación a los costos y una logística y planificación que requerirían mucho tiempo y
esfuerzo para realmente llevarse a cabo.

La segunda opción para el control de la exposición es el cerramiento del proceso, es decir,


evitar la dispersión del polvo de madera por el aire, sin embargo, para que esto pueda
aplicarse se necesita un proceso completamente automatización que permita hacer un
cerramiento de las máquinas existentes con algún material que prevenga la dispersión de los
residuos del procesamiento de la madera.

La tercera opción para el control de la exposición es la reducción de la exposición a un nivel


tan bajo como sea posible, utilizando sistema de extracción localizada, separación de zonas
sucias y limpieza de las instalaciones.

Por último, la cuarta opción para el control de la exposición es la utilización de equipos de


protección individual, como gafas de protección, guantes de protección, máscaras con filtro
tipo P3, entre otros. Esta no debe ser la única medida de prevención.

Referencias:
European Commision. (2008). Risk assessment of wood dust: assessment of exposure, health
effects and biological mechanisms.Grant agreement ID: QLK4-CT-2000-00573
Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. (2021). Polvo de maderas duras. Ficha
N°4.
Rojas-García, Yosimar, & Peñalver-Paolini, Andreína. (2015). Exposición ocupacional a
polvo de madera y cáncer de senos paranasales. Medicina y Seguridad del Trabajo,
61(238), 112-124. https://dx.doi.org/10.4321/S0465-546X2015000100010

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