“En las áreas de conocimiento, ¿cómo podemos diferenciar entre cambio

y progreso?” Desarrolle su respuesta haciendo referencia a dos áreas de

conocimiento.

El siguiente título se basa en la premisa de que “cambio” y “progreso”

son dos conceptos distintos que se utilizan de diferente manera en cada área

de conocimiento. La siguiente cuestión: “¿cómo podemos diferenciar entre

cambio y progreso?”, presupone la diferenciación entre ambos conceptos,

dando a entender que, en determinadas situaciones, sólo puede darse uno de

ellos, pero lo cierto es que siempre que existe progreso es porque ha habido un

cambio, pero no siempre que hay un cambio tiene que haber progreso.

Para comprender el título con profundidad, voy a definir “cambio como el paso

de una situación en el conocimiento hacia otro diferente para recibir o tomar

este nuevo en su lugar, y “progreso” como una mejora o avance que se

experimenta desde un conocimiento determinado hacia otro mejor, más

avanzado y desarrollo.

De este modo, voy a explorar esta pregunta de conocimiento evaluando

qué criterios sigue cada área de conocimiento para diferenciar entre cambio y

progreso. Para ello voy a utilizar las áreas de ciencias naturales y artes, ya que

ambas son muy diferentes en tanto que utilizan métodos y criterios distintos

para la producción de conocimiento. Por ello, voy a definir ambos conceptos en

cada una de las dos áreas, y voy a explorar de qué manera existe el cambio y/o

progreso en las áreas escogidas, y en qué ocasiones podemos hablar de

progreso y en cuáles hablamos sólo de cambio.

 El área de las ciencias naturales consiste en el estudio de los sistemas

de la naturaleza, por medio de una metodología empleada para la obtención de

nuevos conocimientos, denominada método científico. Este método consiste en

la formulación de diversas hipótesis y su comprobación, donde los resultados

son analizados para que se formulen leyes o teorías que se divulguen a la

comunidad científica. Estas leyes y teorías se van modificando gracias a la

obtención de nuevos conocimientos en un campo determinado. Es por ello por

lo que se dice que la ciencia está en constante cambio. Por tanto, podemos

definir el cambio en la ciencia como el paso de una teoría hacia otra diferente

para tomar esta nueva en su lugar.

Un ejemplo sería la modificación en la clasificación de las vitaminas.

Antiguamente, las vitaminas se nombraban en función de la enfermedad que

producía la carencia de esa vitamina. Por ejemplo, la vitamina D antes se

llamaba antirraquitica, porque la falta de ésta produce raquitismo.

Posteriormente se nombraron con letras, y actualmente, se emplea además su

nombre químico, como vitamina C o ácido ascórbico. Esto supone un mero

cambio dentro de la biología, pues no se ha ampliado el conocimiento sobre las

vitaminas, simplemente se han alterado sus nombres, por tanto, hablamos de

cambio para referirnos a la alteración en la clasificación del conocimiento, de

las etiquetas que se ponen al conocimiento existente.

Para que existiera progreso, el cambio debería conllevar una mejoría, un

avance en la rama estudiada. Por tanto, podemos definir progreso en las

ciencias naturales como el paso de una teoría hacia otra más válida, que

ofrezca una explicación más cercana a la realidad.

 Un ejemplo sería el paso de la teoría de la generación espontánea a la

teoría de la biogénesis. La primera teoría sostenía que ciertos seres vivos

nacían de materia inorgánica que surgía espontáneamente. Esta teoría fue

aceptada hasta que Luis Pasteur la refutó con su teoría de la biogénesis,

demostrando que los seres vivos provienen de otros anteriores, no de la

materia inerte.

Esta refutación supuso un cambio en la biología, y un progreso en el

entendimiento del origen de la vida, ya que Pasteur consiguió demostrar cómo

se originaron los seres vivos y refutó la teoría errónea. Por tanto, podríamos

afirmar que el progreso en las ciencias naturales consiste en la refutación de

una teoría para tomar otra más válida, por lo que no sería posible volver a la

anterior debido a que se ha demostrado su falsedad.

No obstante, cabe cuestionarse, ¿cuándo en las ciencias naturales se

crea una nueva teoría que refuta la anterior, esto siempre implica progreso?

En el caso de la teoría de los cuatro elementos, esta defendía que la materia se

componía de aire, agua, fuego y tierra, hasta que, en el 1667, Johann Becher

propuso otro modelo de composición de la materia, afirmando que esta se

componía únicamente de tierra y agua, y el aire y fuego eran agentes

transformadores. A partir de este nuevo modelo Georg Stahl postuló la teoría

del flogisto, afirmando que el flogisto era la sustancia responsable de las

reacciones de combustión. Esta teoría supuso un progreso en la química, pues

hubo un avance en el entendimiento de la combustión de la materia, hasta que,

a finales del siglo XVII, Antoine Lavoisier demostró la inexistencia del flogisto.

Por tanto, en este caso, aunque ha existido un progreso en el paradigma, este

se ha falsado, y por ello no ha existido ningún progreso final, sino que se ha

vuelto al mismo punto de partida.

En conclusión, podemos afirmar que el cambio en las ciencias naturales

consiste en la alteración de las etiquetas que se ponen a un mismo

conocimiento. Por otro lado, el progreso en las ciencias naturales consiste en el

paso de una teoría hacia otra más válida, otra que ofrezca una explicación más

cercana a la realidad. Esto significa que normalmente, una teoría es desechada

y sustituida por otra gracias a la obtención de nuevos conocimientos, pero

existen casos donde se experimenta un progreso en un paradigma, y cuando

se demuestra su falsedad, no existe ningún progreso final en la rama estudiada

dado que se ha vuelto al mismo punto de partida.

El área del arte también está sometida a constante cambio, en función

de la época histórica o el movimiento estético prevaleciente. Este cambio

consiste en el paso de un estilo artístico hacia otra diferente. Un ejemplo es el

paso de la arquitectura románica a la gótica, donde los muros gruesos con

pocas ventanas y la oscuridad de las construcciones románicas, dejan de

utilizarse para usar un nuevo estilo con muros delgadas, grandes ventanales y

luminosidad, que es el estilo gótico.

Este paso de un tipo de arte a otro hace posible hablar del cambio a

nivel estético. Por tanto, podemos afirmar que el cambio en el arte consiste en

le paso de un estilo determinado hacia otro distinto, pero nunca mejor, pues no

podemos decir que un tipo de arte es más “bonito” o “feo” que otro,

simplemente son diferentes.

Por ello, no podemos hablar de progreso en el arte a nivel estético. Entonces,

¿no es posible hablar de progreso en el arte?

En el arte, además del cambio estético, también existe un cambio a nivel

técnico, en las herramientas y materiales empleados. En este caso, sí

podríamos hablar de progreso. Retomando el ejemplo anterior, desde la

arquitectura románica a la gótica, existe un progreso técnico, debido a que, en

el arte gótico, utilizan materiales resistentes y aparatos que facilitaban la

realización de nuevas obras arquitectónicas, de los que en la arquitectura

románica no se disponían. Por tanto, podemos afirmar que existe un progreso a

nivel técnico, ya que la disposición de aparatos y materiales nuevos permite la

realización de construcciones más perfeccionadas.

Asimismo, si existe progreso a nivel técnico, posiblemente exista algún

progreso estético, pues ambos conceptos van de la mano. Por tanto, ¿es

posible hablar de algún tipo de progreso en el arte a nivel estético?

Aunque a nivel estético no podemos hablar de progreso al decir que una

obra es mejor que otra, sí podemos hablar de progreso en la expresión. Por

ejemplo, en Llanto por la muerte de Cristo de Botticelli, se presentan unos

personajes que expresan un sentimiento aparentemente de tristeza ante la

muerte de Cristo, mientras que en el rosto de la guerra Salvador Dalí

representa una cara llena de dolor que se aprecia fácilmente gracias a la

precisión a la hora de expresar las emociones del rostro. En la segunda obra

mencionada, contemporánea a la primera, se distinguen con mayor facilidad las

emociones: la mirada perdida, las cejas subidas al centro de la frente, los labios

caídos… Esto se debe a que el progreso y la innovación en los materiales y

técnicas de la pintura, permitieron que los sentimientos en las obras se

representan con mayor perfección, dando lugar a un progreso en la

expresividad del arte.

Por tanto, podemos afirmar que el cambio en el arte consiste en el paso

de un estilo artístico hacia otro diferente, con principios estéticos distintos al

anterior. A nivel estético hablamos solo de cambio y no de progreso, porque se

ha producido una modificación que no es mejor ni peor que el estilo anterior, es

diferente. Aún así, cuando hablamos de progreso a nivel estético es para

referirnos a la mejora en la expresividad, en la transmisión de los sentimientos

que se aprecian con mayor claridad. Por otro lado, hablamos de progreso en el

arte principalmente a nivel técnico, para referirnos a la mejoría en la precisión

de las obras y en el uso de herramientas innovadoras.

En conclusión, hablamos de cambio en las ciencias naturales para

referirnos a la alteración de las etiquetas que se ponen a un mismo

conocimiento, y hablamos de progreso cuando una teoría ha sido refutada por

otra más válida, excepto en los casos donde se ha producido un progreso en

un paradigma que se acaba falsando, lo que no supone ningún progreso final.

Por otro lado, en el arte, podemos hablar de cambio a nivel estético, cuando se

pasa de un estilo a otro diferente, pero solo podemos hablar de progreso a

nivel técnico, cuando se introducen mejoras en las técnicas e instrumentos de

creación, y en ocasiones hablamos de progreso a nivel estético para referirnos

a la mejora en la expresividad de las obras.

 Tanto en las ciencias naturales como en el arte, cuando se produce un

progreso no se vuelve atrás. Actualmente no se realzan cuadros con

instrumentos y técnicas antiguas, se buscan técnicas novedosas para seguir

progresando, del mismo modo que cuando se ha progresado de una teoría a

otra en las ciencias naturales, no se vuelve a la teoría anterior cuando ya se ha

desechado tras demostrar su falsedad.

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