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PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

Magistrada Ponente

STP4548-2019
Radicación Nº 103998
Acta No 94

Bogotá, D.C., nueve (9) de abril de dos mil diecinueve


(2019).

ASUNTO

Se pronuncia la Sala en relación con la demanda de


tutela presentada por el doctor Mario Germán Ardila Mateus,
en calidad de Procurador 198 Judicial I Penal de Puerto
Berrío, contra la Sala Penal del Tribunal Superior de
Antioquia y el Juzgado Cuarto Penal del Circuito
Especializado de ese mismo departamento, a quienes acusa
de haber vulnerado el derecho al debido proceso, dentro del
Radicado Nº 103998
PROCURADURÍA 198 JUDICAL I PENAL
Primera Instancia

asunto penal que se adelanta contra ANTONIO DÍAZ TRIANA


bajo el radicado 68-081-60-00000-2018-00154.

FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN

Del escrito de tutela y de la documentación obrante en


el expediente se llega al conocimiento de lo siguiente:

1. En desarrollo del programa metodológico, la Fiscalía


121 Especializada de Barrancabermeja (Santander) identificó
plenamente a ANTONIO DÍAZ TRIANA (implicado); a quien
citó e hizo comparecer al Juzgado Primero Penal Municipal
con Funciones de Control de esa ciudad, despacho judicial
en el cual, el 25 de octubre de 2018, se llevó a cabo la
audiencia preliminar de formulación de imputación.

La Fiscal delegada formalizó la imputación por el delito


de concierto para delinquir agravado con fines de homicidio,
extorsión y tráfico de estupefacientes (artículo 340, inciso 2º),
norma del Código Penal (Ley 599 de 2000), modificado por la
Ley 1121 de 2006; cargo que no fue aceptado por el
procesado.

En dicha diligencia se impuso medida provisional de


detención preventiva en establecimiento carcelario a
ANTONIO DÍAZ TRIANA.

2. En el citado proceso, el 18 de diciembre de 2018, la


vista fiscal radicó ante el Centro de Servicios Administrativos
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de los Juzgados Penales del Circuito Especializados de


Antioquia acta de preacuerdo, el cual consiste en que el
implicado admite su responsabilidad en el punible de
concierto para delinquir agravado y, por el sometimiento a la
justicia, la Fiscalía General de la Nación, elimina la
circunstancia de agravación establecida en el inciso 2º del
artículo 340 de la Ley 599 de 2000.

3. Le correspondió por reparto el conocimiento de la


referida actuación al Juzgado Cuarto Penal del Circuito
Especializado de Antioquia, autoridad accionada que,
mediante auto de 15 de enero de 2019, se abstuvo de
avocar la misma e impartir el trámite previsto en el artículo
351 de la Ley 906 de 2004, en consideración a que, como el
reato aceptado por el procesado ANTONIO DÍAZ TRIANA vía
preacuerdo, es el de concierto para delinquir simple, al no
encontrarse enlistado en el artículo 35 ibídem, el competente
para verificar los términos del citado acuerdo es el Juez
Penal del Circuito.

Como consecuencia de lo anterior, remitió el proceso a


la Sala Penal del Tribunal Superior de Antioquia, a efectos
de que definiera lo correspondiente a la competencia.

4. Fue así como el Tribunal demandado, a través de


proveído de 28 de enero de 2019, acogió la tesis del Juzgado
Cuarto Penal del Circuito Especializado de Antioquia y fijó la
competencia en el Juzgado Penal del Circuito de Puerto
Berrío.

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5. El doctor Mario Germán Ardila Mateus, en calidad de


Procurador 198 Judicial I Penal de Puerto Berrío promueve
demanda de tutela, al considerar que se desconoció el
derecho al debido proceso, ya que el Juzgado Cuarto Penal
del Circuito Especializado de Antioquia se sustrajo de
adelantar un asunto sometido a su competencia, fijando la
misma en otro funcionario judicial que no es el llamado a
darle trámite al asunto, pues el ilícito por el cual fue
imputado ANTONIO DÍAZ TRIANA corresponde al de
concierto para delinquir agravado, según lo previsto en el
inciso 2º del artículo 340 de la Ley 599 de 2000, respecto del
cual, dado lo establecido en el artículo 35 de la Ley 906 de
2004, es de su conocimiento.

En ese orden, requirió el amparo de la referida garantía


constitucional y, como consecuencia de ello, se deje sin efectos
las decisiones proferidas por las autoridades accionadas, para
que, en su lugar, se ordene al Juzgado Cuarto Penal del
Circuito Especializado de Antioquia, conocer de la actuación
penal seguida contra ANTONIO DÍAZ TRIANA por ser el
competente.

TRÁMITE DE LA ACCIÓN

Avocado el conocimiento del asunto se ordenó correr


traslado de la demanda a las autoridades accionadas y
vinculadas para el ejercicio del derecho de contradicción.

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Fue así como, la Sala Penal del Tribunal Superior de


Antioquia puso de presente que el amparo deprecado es
improcedente, por cuanto no puede desconocerse que el acta
de preacuerdo hace las veces de acusación, según lo
normado en los artículos 293 y 350 de la Ley 906 de 2004,
razón por la cual, al aceptar el procesado su responsabilidad
finalmente por el punible de concierto para delinquir simple,
el competente para adelantar la actuación seguida en su
contra es el Juzgado Penal del Circuito de Puerto Berrío.

Por su parte, el Juzgado Cuarto Penal del Circuito


Especializado de Antioquia, estimó que las decisiones
censuradas se encuentran soportadas en argumentos de
hecho y de derecho razonables, que tornan improcedente la
presente acción constitucional.

CONSIDERACIONES

1. De conformidad con lo establecido en el numeral 5º


del artículo 2.2.3.1.2.1 del Decreto 1069 de 2015,
modificado por el artículo 1º del Decreto 1983 de 2017, la
Sala de Casación Penal es competente para resolver la
demanda de tutela instaurada por doctor Mario Germán
Ardila Mateus, en calidad de Procurador 198 Judicial I
Penal de Puerto Berrío, al comprometer presuntas
irregularidades del Tribunal Superior de Antioquia, de quien
es su superior funcional, en actuación que vincula al
Juzgado Cuarto Penal de Circuito Especializado de ese
departamento.
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2. Referente a la acción pública que nos ocupa, ha de


precisarse que el artículo 86 de la Constitución Política
establece que se trata de un instrumento concebido para la
protección inmediata de los derechos fundamentales,
cuando estos resulten amenazados o vulnerados por
cualquier acción u omisión, siempre que no exista otro
recurso o medio de defensa judicial, a menos que se utilice
como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable.

3. Ahora bien, en el sub júdice el amparo formulado por


el Procurador 198 Judicial I Penal se orienta a censurar la
providencia de 28 de enero de 2019, proferida por la Sala
Penal del Tribunal Superior de Antioquia, a través de la cual
asignó el conocimiento de la actuación seguida contra
ANTONIO DÍAZ TRIANA al Juzgado Penal del Circuito de
Puerto Berrío, pues acogió la tesis expuesta por el Juzgado
Cuarto Penal de Circuito Especializado de ese departamento,
según la cual, como el reato aceptado por el procesado vía
preacuerdo, es el de concierto para delinquir simple, al no
encontrarse enlistado dicho delito en el artículo 35 ibídem,
no es el competente para conocer del asunto.

Lo anterior, ya que en criterio del accionante, dichos


proveídos constituye una vía de hecho, ante la vulneración
del derecho al debido proceso, pues el ilícito por el cual fue
imputado ANTONIO DÍAZ TRIANA corresponde al de
concierto para delinquir agravado, según lo previsto en el
inciso 2º del artículo 340 de la Ley 599 de 2000, respecto del
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cual, dado lo establecido en el artículo 35 de la Ley 906 de


2004, es de competencia de los Juzgados Penales del
Circuito Especializados.

4. En lo que tiene que ver con la procedencia de la


acción de tutela contra providencias y trámites judiciales, la
doctrina constitucional ha sido clara y enfática en señalar
que este mecanismo solamente resulta procedente de
manera excepcional, pues como regla general la
inconformidad de las partes con lo resuelto por los
funcionarios judiciales ha de ser planteada y debatida en
forma oportuna acudiendo a los medios de impugnación
instituidos en los códigos de procedimiento.

No obstante, importante resulta recordar que la Corte


Constitucional, en reiterada jurisprudencia, ha unificado y
sistematizado los requisitos de procedencia excepcional de la
acción de amparo contra decisiones judiciales, para lo cual
ha fijado unos presupuestos generales y otros específicos de
procedibilidad:

Los primeros se concretan a que: i) la cuestión que se


discuta resulte de evidente relevancia constitucional; ii) se
hayan agotado todos los medios –ordinarios y extraordinarios– de
defensa judicial al alcance de la persona afectada, salvo que
se trate de evitar la consumación de un perjuicio
irremediable; iii) se cumpla el requisito de la inmediatez, es
decir, que la tutela se hubiere interpuesto en un término
razonable y proporcionado a partir del hecho que originó la
vulneración; iv) cuando se trate de una irregularidad
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procesal, debe quedar claro que la misma tiene un efecto


decisivo o determinante en la sentencia que se impugna y
que afecta los derechos fundamentales de la parte actora; v)
el accionante identifique de manera razonable tanto los
hechos que generaron la vulneración como los derechos
vulnerados y que hubiere alegado tal vulneración en el
proceso judicial siempre que esto hubiere sido posible y; vi)
no se trate de sentencias de tutela.

Mientras que los segundos, implican la demostración


de, por lo menos, uno de los siguientes vicios: i) defecto
orgánico (falta de competencia del funcionario judicial); ii)
defecto procedimental absoluto (desconocer el procedimiento
legal establecido); iii) defecto fáctico (que la decisión carezca
de fundamentación probatoria); iv) defecto material o
sustantivo (aplicar normas inexistentes o inconstitucionales);
v) error inducido (que la decisión judicial se haya adoptado
con base en el engaño de un tercero); vi) decisión sin
motivación (ausencia de fundamentos fácticos y jurídicos en
la decisión); vii) desconocimiento del precedente (apartarse de
los criterios de interpretación de los derechos definidos por
la Corte Constitucional) y viii) violación directa de la
Constitución.

5. Analizados los anteriores requisitos de procedibilidad


de la acción de tutela contra providencias judiciales, la Sala
encuentra acreditados los mismos como pasa a exponer.

5.1 Que la cuestión que se discuta resulte de evidente


relevancia constitucional. Esta exigencia se cumple por
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cuanto se solicita el amparo del derecho fundamental al


debido proceso, garantizado a través de la Constitución
Nacional en su artículo 29.

5.2 Que hayan sido agotados todos los medios -


ordinarios y extraordinarios- de defensa judicial, salvo que se
trate de evitar la consumación de un perjuicio iusfundamental
irremediable. En relación con este requisito, dado que se
trata la actuación objeto de controversia de una definición
de competencia, ya se surtió el trámite debido ante la Sala
Penal del Tribunal Superior de Antioquia, autoridad llamada
a resolver la misma, de acuerdo con lo normado en el
numeral 5º del artículo 34 y el artículo 54 de la Ley 906 de
2004.

5.3 Que se cumpla el requisito de la inmediatez. La Sala,


atendiendo el criterio del plazo razonable,1 constata que este
se cumple porque el amparo fue solicitado antes que
operaran los seis meses, contados a partir de la expedición
de la decisión censurada.

5.4 La irregularidad procesal advertida tiene un efecto


decisivo o determinante en las decisiones objeto de
controversia, ya que se asignó el conocimiento del proceso
adelantado contra ANTONIO DÍAZ TRIANA, a un despacho
judicial que no es el competente.

5.5 Identificación razonable de los hechos que generaron


la presunta vulneración de los derechos fundamentales
1
Cfr. CC T-243 de 2008 y T-328 de 2010.
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invocados. Se evidencia que el motivo de inconformidad del


accionante es que las autoridades accionadas hayan definido
la competencia para conocer del proceso penal seguido
contra ANTONIO DÍAZ TRIANA, desconociendo las normas
procesales que regulación dicho tópico, las cuales son de
obligatorio cumplimiento.
5.6 Que la decisión judicial contra la cual se formula la
acción de tutela no se corresponda con sentencias de tutela.
Este requisito se cumple porque las decisiones censuradas
fueron proferidas por las autoridades accionadas en el curso
de un proceso penal.

Es así como la Sala advierte que la solicitud de amparo


cumple con los requisitos generales de procedencia de la
acción de tutela contra decisiones judiciales.

6. Ahora, en lo tocante al estudio de fondo sobre el


cumplimiento las causales especiales de procedencia, se
evidencia que las accionadas incurrieron en un defecto
procedimental, al interpretarse de forma errada las normas
que regulan la asignación de la competencia en materia
penal.

Lo anterior como quiera que, tratándose de la


asignación de competencia de un proceso penal, el criterio
de taxatividad reviste especial trascendencia, en la medida
en que es la misma ley adjetiva la que de manera clara y
expresa define, con la debida antelación, qué funcionario
judicial debe conocer determinadas actuaciones, como

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expresión concreta de la garantía del juez natural con


delimitación de sus competencias y facultades.

Es por ello que el artículo 35 del Código de


Procedimiento Penal, establece de manera inequívoca los
delitos cuyo conocimiento corresponde a los Jueces Penales
del Circuito Especializados; mientas que tratándose de los
Jueces Penales del Circuito, el artículo 36 ejusdem, les
asignó una competencia residual, por virtud de la cual
conocen de “los procesos que no tengan asignación especial
de competencia”.

En otros términos, la codificación procesal señala de


manera taxativa los punibles cuyo conocimiento se atribuye
a los Jueces Penales de Circuito Especializados, como
criterio determinante que permite asignar la competencia en
este caso específico.

Así, en el caso concreto, el 25 de octubre de 2018, a


ANTONIO DÍAZ TRIANA le fue imputado el delito concierto
para delinquir agravado con fines de homicidio, extorsión y
tráfico de estupefacientes, tipificado en el inciso 2º del
artículo 340 de la Ley 599 de 2000.

Producto de la celebración de un preacuerdo con el


ente acusador, el procesado decidió aceptar su su
responsabilidad en el punible de concierto para delinquir
agravado y, por el sometimiento a la justicia, la Fiscalía
General de la Nación, eliminó la circunstancia de agravación
establecida en la precitada disposición que señala:
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Artículo 340. Concierto para delinquir. Cuando varias personas se


concierten con el fin de cometer delitos, cada una de ellas será penada,
por esa sola conducta, con prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento
ocho (108) meses.

Cuando el concierto sea para cometer delitos de….tráfico, fabricación o


porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas,…la
pena será de ocho (8) a dieciocho (18) años y multa de dos mil
setecientos (2.700) hasta treinta mil (30.000) salarios mínimos legales
mensuales vigentes. (…)

7. Se debe recordar que la facultad de administrar


justicia para los jueces está determinada por factores como
el personal, referente al fuero del sujeto activo del
comportamiento delictivo, el objetivo, relativo a la naturaleza
del delito, y el territorial vinculado al lugar geográfico donde
se ejecuta o agota la conducta delictiva.

Atendiendo este orden, en primer lugar, se verifica que


según lo previsto en el numeral 17 del artículo 35 de la Ley
906 de 2004, el conocimiento del delito de concierto para
delinquir agravado está asignado a los juzgados penales del
circuito especializados:

Art. 35. Los jueces penales del circuito especializados conocen de:
(…)
17. Concierto para delinquir agravado según el inciso 2º del artículo 340
del Código Penal.

Así las cosas, le asiste razón al Procurador 198


Judicial I Penal de Puerto Berrío (Antioquia), pues para
adelantar el juicio (verificación de preacuerdo,
individualización de pena, sentencia y lectura de fallo) de

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ANTONIO DÍAZ TRIANA, funcionalmente la competencia


corresponde a los jueces penales de circuito especializado.

Ello como quiera que, no se ofrece equívoco en torno al


factor objetivo el hecho de que el preacuerdo hubiere
consistido en la adecuación típica perteneciente al concierto
para delinquir simple, pues la base fáctica de la imputación,
sobre la que no se reputa ningún tipo de negociación,
corresponde a esta especie delictiva pero en la modalidad
agravada, y fue este comportamiento el que el procesado
aceptó como de su autoría, motivo por el cual, es este tipo
penal el que define la competencia por el factor objetivo.

8. Bajo ese entendido, los argumentos expuestos por las


autoridades accionadas relacionados con que al variar la
calificación jurídica del reato imputado al procesado, esto es,
de concierto para delinquir agravado, a simple, se cambia la
competencia, sin lugar a duda constituyen un defecto
procedimental, se reitera, al interpretarse de forma errada los
nomas que regulan la asignación de la competencia en
materia penal.

Y es que, aunque el Juez Cuarto Penal del Circuito


Especializado de Antioquia en sustento de su decisión, trajo
a colación un pronunciamiento de esta Corporación (AP7684-
2017, 8 de noviembre de 2017), en el cual se asignó la

competencia para conocer de un asunto penal seguido por el


punible de concierto para delinquir agravado, a los juzgados
penales del circuito, ello, fue en consideración a que la

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causal de agravación endilgada correspondía a la descrita en


el inciso 3º del artículo 340 de la Ley 599 de 2000.

Al respecto, esta Corporación indicó:

Imperioso resulta precisar que, si bien es cierto el Fiscal Setenta y


Cinco Especializado de Cali, al imputar cargos a SAULO MINA
BETANCOURT y JOHN FERNANDO MINA UL hizo referencia que, entre
otros, se atribuía la comisión del reato de concierto para delinquir
agravado consagrado en el «parágrafo 2º del inciso 2º del artículo 340
del Código Penal», lo cual podría dar lugar a confusión, en virtud a la
competencia establecida en el numeral 17 del canon 35 ibidem2 para
los jueces penales de circuito especializados, a renglón seguido se
encargó de especificar que el agravante en realidad correspondía a que:
«La pena privativa de la libertad se aumentará en la mitad para quienes
organicen, fomenten, promuevan, dirijan, encabecen, constituyan o
financien el concierto para delinquir», vale decir, el inciso 3º de aquella
disposición.

Así, no se puede equipararse las circunstancias del


caso objeto de análisis en dicho pronunciamiento, a las del
asunto seguido contra ANTONIO DÍAZ TRIANA, pues la
variación de la calificación jurídica de la conducta
presuntamente delictiva desplegada por el prenombrado
obedeció al preacuerdo que suscribió con el ente acusador, y
no a un ajuste en virtud del principio de legalidad.

9. En este orden, al establecerse la viabilidad de la


acción de tutela en el presente caso, la Sala concederá el
amparo al derecho fundamental al debido proceso invocado
por el doctor Mario Germán Ardila Mateus, en calidad de
2
Artículo 35. De los jueces penales de circuito especializados. Los jueces penales de circuito
especializado conocen de: […] 17. Concierto para delinquir agravado según el inciso 2º del
artículo 340 del Código Penal […].
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Procurador 198 Judicial I Penal de Puerto Berrío


(Antioquia).

En ese contexto, se dejarán sin efecto las providencias


dictadas por el Juzgado Cuarto Penal del Circuito
Especializado que propuso incidente de definición de
competencia y, la Sala Penal del Tribunal Superior de
Antioquia, que resolvió el mismo, asignando el conocimiento
del proceso con radicación 68-081-60-00000-2018-00154
seguido contra ANTONIO DÍAZ TRIANA al Juzgado Penal del
Circuito de Puerto Berrío.

Como consecuencia de lo anterior, se ordenará al Juez


Cuarto Penal del Circuito Especializado de Antioquia que, en
el término improrrogable de cinco (5) días hábiles, contados
a partir de la notificación de esta decisión, asuma el
conocimiento del asunto penal que se adelanta contra
ANTONIO DÍAZ TRIANA bajo el radicado 68-081-60-00000-
2018-00154.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Decisión de Tutelas


No. 1 de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República y
por autoridad de la Ley,

RESUELVE

1. TUTELAR el derecho fundamental al debido proceso


invocado por el doctor Mario Germán Ardila Mateus, en

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calidad de Procurador 198 Judicial I Penal de Puerto


Berrío (Antioquia).

2. DEJAR SIN EFECTOS las providencias dictadas por


el Juzgado Cuarto Penal del Circuito Especializado que
propuso incidente de definición de competencia y, la Sala
Penal del Tribunal Superior de Antioquia, que resolvió el
mismo, asignando el conocimiento del proceso con
radicación 68-081-60-00000-2018-00154 seguido contra
ANTONIO DÍAZ TRIANA al Juzgado Penal del Circuito de
Puerto Berrío.
3. ORDENAR al Juez Cuarto Penal del Circuito
Especializado de Antioquia que, en el término improrrogable
de cinco (5) días hábiles, contados a partir de la notificación
de esta decisión, asuma el conocimiento del asunto penal
que se adelanta contra ANTONIO DÍAZ TRIANA bajo el
radicado 68-081-60-00000-2018-00154.

4. Remitir copia de la presente decisión al proceso


penal en referencia.

5. Notificar este fallo a las partes de conformidad con el


artículo 30 del Decreto 2591 de 1991.

6. Enviar el expediente a la Corte Constitucional para la


eventual revisión de este fallo, en caso de no ser impugnado.

Cúmplase

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JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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