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Esta estrategia consiste principalmente

en el estudio y valoración del concepto


de calidad en cada una de las fases de
un proceso de producción.

La gestión de la calidad total es una


estrategia empresarial desarrollada en
los años 50 en el sector industrial de
Japón, aunque más tarde se hizo
mundialmente conocida gracias a un
estudio publicado en la Harvard Business
Review en 1983.

Teniendo, así como finalidad la mejora


constante de bienes y servicios ofertados
y la consecución de la mayor satisfacción
posible por parte del cliente.
La calidad es un proceso de
mejoramiento continuo, en donde todas
las áreas de la empresa participan
activamente en el desarrollo de
productos y servicios, que satisfagan las
necesidades del cliente, logrando con
ello mayor productividad.
La denominación de total es entendible
desde la perspectiva de que
la calidad exigida y evaluada en la
estrategia es aplicada tanto a los
distintos niveles y elementos de una
compañía como al grupo humano que
trabaje en la misma.

Todos los miembros y elementos de una


empresa deben estar concentrados y
enfocados en estimular y garantizar la
mejora continua de la calidad. Por lo tanto, la
calidad debe estar presente en todas las
etapas del proceso: empezando por el
diseño del producto siguiendo por las fases
de su producción y llegando al servicio
postventa de la empresa.
Calidad de producto
Asegurar la calidad del producto implica
tomar medidas para garantizar la calidad de
los procesos de trabajo en todo momento.
En una situación ideal los empleados tienen
el poder de tomar decisiones para mejorar
un proceso y reciben formación continua
para desarrollar sus habilidades.
 
Enfocarnos en los clientes
Este principio se refiere al diseño de
productos o servicios que cumplan o
superen las expectativas del cliente. Esto
implica al producto en sí, su funcionalidad,
atributos, conveniencia e incluso los medios
por los cuales la información sobre el
producto llega hasta el cliente.

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