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Parte 1 de 6: Definir lo básico

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Ten una idea. Puede ser un producto que siempre quisiste hacer o un servicio
que sientas que la gente necesita. Incluso puede ser algo que la gente no sabe
que necesita, ya que aún se ha inventado.
 Puede ser útil y divertido hacer que personas brillantes y creativas se unan para
una sesión informal de tormenta de ideas. Empieza con una pregunta sencilla
como "¿qué deberíamos construir?". El objetivo no es crear un plan de negocios,
sólo generar algunas ideas. Muchas de las ideas serán inútiles y habrá otras
demasiado corrientes, pero algunas pocas emergerán con un buen potencial.

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Define tus metas. ¿Quieres tener independencia financiera y con el tiempo
vender tu negocio a un mejor postor? ¿Quieres algo pequeño y sustentable que
adores hacer y que derive en un ingreso estable? Es importante saber estas cosas
desde temprano.

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Crea un nombre de trabajo. Puedes hacerlo antes de tener una idea para el
negocio. Y si el nombre es bueno, definir tu idea comercial podría ayudarte. A
medida que el plan crezca y las cosas empiecen a tomar forma, es posible que
aparezca el nombre perfecto, pero no dejes que eso te detenga en las primeras
etapas. Crea un nombre que puedas utilizar mientras hagas tu plan y que no te
importe cambiar después.
 Para divertirte un poco, haz como los Beatles, quienes frecuentemente usaban
nombres graciosos para una canción antes de terminarla. Por ejemplo,
"Yesterday" (Ayer), que durante la etapa de trabajo se llamaba "Scrambled Eggs"
(Huevos revueltos).
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Define tu equipo. ¿Lo harás solo o lo harás con alguno de tus amigos de
confianza? Es posible que ayude a poner mucha sinergia sobre la mesa, ya que
las personas suelen intercambiar ideas entre sí. Con frecuencia, dos personas
juntas pueden crear algo más grande y mejor que la suma de dos partes
separadas.
 Piensa en algunas de las historias de éxito más grandes en tiempos recientes:
John Lennon y Paul McCartney, Bill Gates y Paul Allen, Steve Jobs y Steve
Wozniak, Larry Page y Sergey Brin. En cada caso, la sociedad sacó lo mejor de
cada parte y todos se convirtieron en multimillonarios. ¿Una sociedad es garantía
para volverse millonario? No, pero tampoco hace daño.

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Decide con inteligencia. Cuando escojas a la persona o las personas con las que
construirás tu negocio, ten cuidado. Aunque sea tu mejor amigo, no significa que
será un buen socio para la operación de la empresa. Algunas cosas para
considerar cuando debes elegir a tus socios y los miembros secundarios son las
siguientes:
 ¿La otra persona complementa tu debilidad? ¿O ambos tienen el mismo conjunto
de habilidades? Si se trata de esto último, ten cuidado ya que podrías llegar a
tener demasiados cocineros preparando las mismas recetas mientras las mesas
quedan desatendidas.
 ¿Pueden verse a los ojos en el panorama completo? Es un hecho que habrá
discusiones sobre algunos detalles y es importante tener las cosas claras. No
poder verse a los ojos en el panorama global, que es el propósito real del negocio,
puede provocar una separación irreparable. Asegúrate de que a tu equipo le
importe y que se comprometa con el propósito tanto como tú.
 Si entrevistas diferentes personas, lee materiales sobre cómo detectar el talento
verdadero más allá de las certificaciones, los títulos o la falta de ellos. Los talentos
natos de las personas pueden ser diferentes a las corrientes convencionales de
educación que hayan tenido (o que no pudieron tener) y es importante buscar un
"clic" (que te lleves bien con esa persona) y los talentos latentes tanto como las
credenciales.

Parte 2 de 6: Hacer un plan de negocios

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Crea un plan de negocios. Un plan de negocios ayuda a definir lo que necesitas
para comenzar tu negocio, ya sea grande o pequeño. Resume el sentido de tu
negocio en un documento simple. También crea un mapa para los inversores,
banqueros y otras partes que puedan interesarse, con tal de determinar cómo
pueden ayudarte y decidir si tu negocio es viable. Existen muy buenos libros
disponibles acerca de cómo escribir planes de negocio, que cubren diversos
capítulos. Sería bueno que te permitieras revisar al menos uno de ellos como guía
(las librerías, las bibliotecas y el Internet son buenos lugares para encontrarlos).
En pocas palabras, tu plan de negocios debe contener los siguientes elementos:

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Crea un resumen ejecutivo. Serán necesarias varias partes básicas para tu plan
de negocio. La primera es el resumen ejecutivo. Describe el concepto general del
negocio, cómo se financiará, cuánto financiamiento necesitarás, cuál es el estado
actual, incluyendo el estado legal, las personas involucradas y una breve historia,
y cualquier otra cosa que haga ver a tu negocio como una propuesta ganadora.

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Redacta una descripción del negocio. Describe más específicamente tu negocio
y cómo se ajustará al mercado en general. ¿A quién le venderás y cómo
distribuirás el producto? Explica si eres una corporación, una sociedad de
responsabilidad limitada o una empresa unipersonal, y por qué elegiste tomar ese
camino. Describe el producto, sus principales características y por qué la gente lo
querrá.
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Enumera algunas estrategias de mercadeo. Debes conocer tu mercado si
quieres ser exitoso, así que pasa un buen tiempo analizando quién querrá tu
producto y cómo tu plan será atractivo para ellos para poder sacar dividendos de
eso. ¿Qué tamaño tiene tu mercado, habrá oportunidades de expandir el mercado
inicial y cuáles son tus ventas potenciales? Cuando comprendas estas variables,
querrás darlas a conocer a la persona que leerá tu plan.

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Haz un análisis competitivo. A medida que desarrolles las secciones anteriores,
sabrás quiénes serán tus competidores claves. Averigua quién hace algo similar a
lo que estés planeando y cómo ha sido su éxito. Igual de importante es encontrar
debilidades y qué hizo que su empresa se derrumbara.

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Redacta un plan de desarrollo. ¿Cómo crearás tu producto? ¿Se trata de un
servicio que quieres ofrecer o es algo más complejo como software, un producto
físico como un juguete o una tostadora? Sea lo que sea, ¿cómo lo construirás?
Define el proceso, desde la materia prima, pasando por el ensamblaje hasta la
terminación, el empaque, el almacenamiento y el envío. ¿Necesitarás más
personas? ¿Tendrás que trabajar con sindicatos? Todas estas cosas deben
tomarse en cuenta.

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Planifica tus operaciones. ¿Quién será el líder y quiénes lo seguirán? Define tu
organización, desde la recepcionista hasta el director ejecutivo y el papel que
juega cada uno en cuanto a funciones y temas económicos. Conocer la estructura
de tu organización te ayudará a planificar los costos operativos y precisar cuánto
capital necesitarás para ponerla en funcionamiento de forma efectiva. Ten en
mente que tu negocio seguirá evolucionando y que esta es una idea primaria de lo
que se requiere para mantener las cosas en funcionamiento. A medida que el
negocio crezca, es probable que hagas cambios a los planes de contratación para
ajustarte a lo que sucede a tu alrededor. Además, en muchos casos, los miembros
del "personal" serán tú y cualquier persona a la que consultes, como un abogado o
un contador. Está bien, siempre y cuando demuestres que puedes pagar por
asesoramiento externo hasta que tu negocio esté listo para contratar personal.

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Cubre los temas financieros. En resumen, esto describe cuánto planeas gastar y
cuánto tienes. Ya que esta parte es la más dinámica de tu plan y quizás la más
importante para tener estabilidad a largo plazo, debes actualizarla mensualmente
el primer año, cada cuatrimestre el segundo año y anualmente después de eso.

Parte 3 de 6: Cubrir la parte legal

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Considera tener un abogado o un asesor legal. Habrá muchos obstáculos que
sortear al pasar de ser un asalariado a un dueño de microempresa mal pagado y
con exceso de trabajo. Algunos de estos obstáculos serán montones de
documentos con leyes y regulaciones, desde convenios de construcción hasta
ordenanzas municipales, permisos, requisitos del estado, impuestos, honorarios,
contratos, acciones, sociedades y más. Tener a alguien que puedas llamar cuando
sea necesario no sólo te dará paz mental sino también un recurso muy necesario
que puede ayudarte a que el plan tenga éxito.
 Elige a alguien con el que te lleves bien y que muestre que comprende cuál es tu
negocio. También querrás a alguien con experiencia en esta área, ya que un
asesor legal sin experiencia puede llevarte a tener problemas legales, sufrir multas
o incluso pasar tiempo en prisión.

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Consigue un contador. Querrás a alguien que pueda manejar hábilmente tus
finanzas. Aunque sientas que tú puedes manejar tus propios libros, aún
necesitarás a alguien que entienda el lado impositivo de hacer funcionar un
negocio. Los impuestos pueden ser un tema complicado, así que necesitarás por
lo menos un asesor impositivo. De nuevo, no importa cuánto de tus finanzas
manejen, debe ser alguien de confianza.

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Crea una entidad comercial. Tendrás que decidir qué tipo de entidad de negocio
querrás tener, tanto para temas de impuestos como para eventualmente traer
inversores. La mayoría de personas está familiarizada con las corporaciones, las
sociedades de responsabilidad limitada, etc., pero para una gran mayoría de
dueños de microempresas necesitarás crear una de las siguientes:[1]:
 Una empresa unipersonal, si trabajarás la microempresa por tu cuenta o con tu
cónyuge, sin contratar empleados.
 Una propiedad general, si la trabajarás con un socio.
 Una sociedad limitada, que se compone de varios socios generales que serán
responsables por los problemas con la microempresa y varios socios limitados,
que sólo serán responsables por el monto que deben invertir en el negocio. Todos
comparten las ganancias y las pérdidas.
 Una sociedad de responsabilidad limitada, en la que ningún socio es responsable
por la negligencia del otro.

Parte 4 de 6: Manejar las finanzas

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Cubre los costos iniciales. ¿Cómo financiarás tu microempresa inicialmente? El
banco, capitalistas de riesgo, inversores de proximidad, un programa
gubernamental y tus propios ahorros son opciones viables. Cuando empieces un
negocio, sé realista. Probablemente no consigas el 100 por ciento de lo que
requieras, así que deberás tener una reserva para financiar algunas cosas hasta
que todo esté en funcionamiento. Uno de los caminos más seguros para fracasar
es tener poco capital.
 Recuerda las personas que pueden ayudarte con la inversión: los fundadores (las
personas que comparten tu idea), la familia, los amigos y los tontos.

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Ten más que el mínimo. Podrías determinar que necesitarás $50,000 para
empezar tu microempresa y está bien. Obtienes tus $50,000, compras escritorios,
impresoras y materia prima, pero luego llega el segundo mes y aún te encuentras
en fase de producción, debes pagar la renta, tus empleados quieren recibir su
pago y todas las facturas se acumulan. Cuando esto sucede, tu único recurso es
darte por vencido. Si puedes, trata de tener reservas suficientes para un año sin
ingresos.

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Guarda esos centavos. Planea que tus compras de suministros de oficina y
gastos generales sean mínimos en el inicio. No necesitas un increíble local de
oficinas, las sillas más modernas ni obras de arte costosas en las paredes. Un
pequeño armario en la mejor dirección podría ser suficiente si logras dirigir a tus
clientes a la cafetería cercana para tus reuniones (puedes esperarlos en el
vestíbulo). Muchas microempresas que inician han fracasado por comprar
artilugios costosos en vez de enfocarse en el negocio.

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Haz números y planea con antelación. Diseña tu camino hacia el éxito
financiero. ¿A qué precio quieres vender tu producto o servicio? ¿Cuánto te
costará el producto? Calcula un estimado de beneficio neto, tomando en cuenta
los costos fijos como el alquiler, la electricidad, los empleados, etc.
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Echa un vistazo a tus competidores. Averigua a qué precio venden un producto
similar al tuyo. ¿Puedes añadirle algo (valor agregado) para hacer que tu producto
sea diferente y que tenga un precio más tentador? Por ejemplo, quizás tu empresa
quiera proporcionar un año más de garantía sin costo o un repuesto gratuito o un
dispositivo adicional junto con el producto original.
 La competencia no tiene que ver solamente con los bienes y servicios en sí
mismos. También tiene que ver con tu credibilidad social y ambiental. Los clientes
cada vez son más conscientes de la necesidad de que tu negocio se preocupe con
las condiciones laborales y no dañe el medio ambiente. Las certificaciones
extendidas por organizaciones prestigiosas como niveles o estrellas, pueden
asegurarle a tus clientes que el producto o el servicio está más alineado con sus
valores que uno sin certificaciones.

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Maneja tus costos de funcionamiento. Presta atención a tus costos de
funcionamiento y mantenlos alineados a tus proyecciones. Cuando veas que hubo
un gasto que representa un desperdicio (como electricidad, planes telefónicas,
papelería, embalaje) revísalo bien y estima realmente cuánto necesitas. Minimiza
o elimina el costo de todas las maneras posibles. Piensa de manera moderada
cuando empieces, al punto de alquilar cosas en vez de comprarlas y utilizar planes
de servicios prepago para las necesidades de la microempresa en vez de
encerrarte con contratos a largo plazo.

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Encuentra una forma de recibir pagos. Tendrás que hacer algo para recibir el
pago de tus clientes o usuarios. Puedes conseguir algo como Square, que es
excelente para microempresas ya que requiere de poco papeleo y las tarifas son
mínimas. Sin embargo, si te sientes incómodo con la tecnología, puedes ir a la
antigua y conseguir una cuenta comercial.
 Una cuenta comercial es un contrato en el cual un banco extiende una línea de
crédito a un comerciante que desea aceptar pagos con tarjeta de crédito de una
empresa de tarjetas en particular. Antes, sin este contrato, no se podían aceptar
pagos de ninguna empresa de tarjetas de crédito importante. Sin embargo, Square
ha cambiado eso, así que no te sientas encerrado o limitado a esta opción. Haz
bien tu investigación.
 Square es un dispositivo para deslizar una tarjeta de crédito, que se conecta a un
teléfono inteligente o una tablet y convierte este dispositivo en una especia de caja
registradora. Puede que hayas encontrado este dispositivo en negocios que
frecuentes, ya que se ha vuelto muy común en cafeterías, restaurantes, puestos
ambulantes de comida y otros negocios. Busca un cuadro plástico del tamaño de
una estampilla postal pegado a la tablet o al teléfono.

Parte 5 de 6: Comercializar tu negocio

1 Consigue un sitio web. Si quieres vender en línea, pon tu comercio


electrónico en funcionamiento, ya sea creando un sitio web o hacer que alguien lo
construya para ti. Es la cara visible de la empresa, así que lo que sea que sirva
para que la gentequiera visitarla y quiera quedarse en ella, hazlo.

2 Contrata diseñadores profesionales. Puede que al principio te cuesten


más, pero un sitio bien diseñado y seguro es algo esencial. Debe verse profesional
y funcionar sin problemas. Si incluyes transacciones monetarias, invierte en una
encriptación de seguridad y asegúrate que tus empresas de transferencia de
dinero sean sólidas y confiables.

3
Descubre tu publicista interior. Puede que verdaderamente creas en tu producto
o servicio pero no funcionará a menos que todos los demás crean lo mismo. Si
eres nuevo en el mundo de la publicidad y el mercadeo o no te gusta el campo de
las ventas, ahora es el momento de superar esos sentimientos y ponerte el traje
de publicista. Debes desarrollar un excelente mensaje para convencer a las
personas de que necesitan tu producto o servicio. Un mensaje que refleje el valor,
el propósito y el potencial de lo que ofrece tu negocio. Anota este mensaje de
diferentes formas hasta que encuentres uno que te deje satisfecho, que lo diga
todo y que puedas decir fácilmente. Luego, ¡practícalo como loco!
 Ten tarjetas de presentación interesantes y llamativas.

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Toma tiempo para desarrollar una excelente presencia en redes
sociales.Puede hacerse antes de que la microempresa esté lista, aumentando la
anticipación. Utiliza Facebook, Google+ y Twitter y cualquier otra red social para
crear entusiasmo y esparcir el mensaje. Querrás construir un boca a boca para
que la gente empiece a seguir tu progreso. Asegúrate de escoger cuentas
comerciales para tu negocio y mantén las cuentas personales separadas. Los
mensajes que envíes deben ajustarse de forma distinta, dependiendo desde cuál
cuenta lo envías.

5
Lleva adelante los planes de comercialización y distribución. Con tu producto
ya construido o el servicio desarrollado, más una expectativa razonable de venta,
empieza el mercadeo. Si harás publicidad en periódicos, necesitarán el texto o las
imágenes con al menos dos meses de antelación a la fecha de publicación. Si
venderás en las tiendas, pon en venta pre-órdenes y haz que te asignen espacios
en estanterías. Si venderás en línea, alista un sitio web para comercio electrónico.
Si ofrecerás un servicio, haz publicidad en revistas profesionales especializadas,
periódicos y en línea.

Parte 6 de 6: Lanzar tu negocio


1 Consigue un espacio. Ya sea en una oficina o una bodega, si necesitas
espacio más allá de tu cochera o tu baño secundario, ahora es el momento de
buscarlo.
 Si no necesitas una oficina más allá de tu casa, pero ocasionalmente requerirás de
un espacio para reuniones, existen lugares en el centro de la ciudad que pueden
suplir esas necesidades, Una búsqueda rápida en Google por "alquiler de
reuniones de negocios tu ciudad o estado" te llevará a muchas opciones de
alquiler en tu región.

2
Crea tu producto o desarrolla tu servicio. Una vez que tienes todo el negocio
planificado, financiado y tienes tu nivel básico de personal, comienza. Ya sea
sentarse con los ingenieros a codificar y probar el software, hacer que la materia
prima sea enviada a tu lugar de fabricación (conocido como "cochera") o comprar
al por mayor para bajar los precios, el proceso de construcción es el tiempo en el
que preparas para salir al mercado. En este tiempo, puede que descubras cosas
como las siguientes:
 La necesidad de modificar algunas ideas. Quizás el producto necesita un color,
una textura o un tamaño diferente. Quizás tus servicios deben ser más amplios,
menos amplios o más detallados. Este es el momento de prestar atención a
cualquier cosa que surja en las fases de prueba y desarrollo. Sabrás cuando algo
necesita modificarse para mejorar o hacerlo un poco más diferente a lo que ofrece
tu competencia.
 Busca retroalimentación. Los amigos y la familia son buenas fuentes para pedir y
obtener retroalimentación. No dudes en utilizarlos como tu caja de resonancia.
 La necesidad de aumentar el tamaño de tu local. Sucede más frecuentemente de
lo esperado. Una vez que la mercadería empieza a apilarse, puede que veas que
tapa la sala, la habitación y el jardín de tu casa. Piensa en el alquiler de locales de
almacenamiento de ser necesario.

3
Lanza tu producto o tu servicio. Cuando el producto está construido, empacado,
codificado, en línea y listo para venderse, o cuando tu servicio está funcionando y
listo para ofrecerse, organiza un evento especial para lanzar tu microempresa.
Envía un comunicado de prensa y anúncialo a todo el mundo. Publícalo en Twitter
y Facebook, haz que el mensaje llegue a todas las esquinas de tu mercado.
¡Tienes una nueva empresa!
 Haz una fiesta e invita a las personas que puedan esparcir la palabra por ti. No
tiene que ser demasiado costosa, compra la comida y las bebidas en tiendas al
por mayor y haz que familiares y amigos ayuden con el servicio. Puedes darles un
producto o servicio a cambio.

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