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RESUMEN
Se entiende por componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje en esta concepción a los sujetos del
mismo: alumno y profesor, es decir, componentes personales y a los componentes metodológicos expresados
en los objetivos de todos los niveles; los contenidos, referidos a los conocimientos, habilidades y valores, no
solo en su expresión en la asignatura, sino en los ejes transversales, relación intermateria, contextualización,
etc.; las fuentes, los métodos, la evaluación y las formas organizativas.
Concepción didáctica integradora significa asumir principios, categorías didácticas en sistema en una
dimensión de integración en la que el desarrollo del alumno penetra lo teórico, lo metodológico y la práctica
pedagógica. Es la metodología de actuación del profesor desde una asignatura teniendo en cuenta todos los
componentes y factores del proceso de enseñanza-aprendizaje.
El nivel microcurricular en esta concepción es la acción concreta del alumno y el profesor a través de la
asignatura o área de conocimiento integrada con todos los componentes y factores del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
1. El diagnóstico integral del estado real de los procesos de desarrollo del alumno en lo individual y la
tendencia grupal y de las potencialidades de los componentes, factores y contextos que intervienen en
su formación es el punto de partida para el diseño, ejecución y evaluación del proceso de enseñanza-
aprendizaje a nivel microcurricular.
El sistema de conocimientos es la base del contenido de enseñanza constituido por la selección de los
hechos, conceptos, regularidades, leyes, teorías de la ciencia en la asignatura enriquecidos por sus
interconexiones con otras materias, con los ejes transversales del currículum y su contextualización y
se seleccionan por su potencial instructivo y educativo y los intereses y motivaciones de los alumnos
para lograr los objetivos de la enseñanza, grado, asignatura o área del conocimiento.
El diagnóstico debe ser integral de los procesos de desarrollo del alumno incluyendo lo cognitivo, lo valorativo,
lo comunicativo y las características y potencialidades de los componentes no personales del proceso de
enseñanza-aprendizaje. Es una actividad permanente de la asignatura que se integra con las demás y
obtiene una caracterización única e integradora del nivel de desarrollo.
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b. Procesos valorativos o actitudinales:
-Intereses, motivaciones, aspiraciones, necesidades.
-Sentimientos, convicciones, orientaciones valorativas, cualidades.
c. Procesos comunicativos:
-Formas de expresión.
-Relaciones personales, familiares, sociales.
-Integración al grupo.
Poseer un diagnóstico del estado de desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje en sus resultados y
potencialidades permite al profesor asumir una posición activa y creadora en la dirección del mismo. Esta
posición incluye el rediseño o adecuación cuando se trata del programa de asignatura que por lo regular está
concebido como programa base nacional hasta la estructura de unidad temática y de diseño cuando se trata
de la concepción didáctica del nivel microcurricular para cumplir los objetivos de una enseñanza y un grado
determinados con las particularidades de un grupo de alumnos.
El primer componente sobre el cual el profesor debe desarrollar su labor de rediseño o diseño de acuerdo a la
estructura didáctica de que se trate, es decir, asignatura, unidad temática o clase, es sobre los objetivos.
La experiencia en el desarrollo de estos programas indica que en muchas ocasiones los profesores no
trabajan con estos objetivos y como consecuencia no alcanzan el dominio de la intención principal de la
asignatura en la formación del alumno.
El proceso de rediseño de los objetivos de programa y unidad temática logrando niveles de integración que
permitan determinar la intención principal de estas estructuras didácticas constituye una acción científico-
metodológica de mucha importancia en la preparación del profesor para desarrollar su labor de dirección.
En esta concepción se precisan los rasgos de la taxonomía de los objetivos integradores denominación
utilizada para este proceso de rediseño.
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Para elaborar un objetivo integrador de las estructuras didácticas de asignatura y unidad temática es
necesario tener en cuenta los elementos siguientes:
Formular un objetivo integrador para un programa o unidad temática no significa renunciar a los objetivos
estatales previstos, sino proponerse el máximo nivel real posible a alcanzar con un grupo de alumnos en un
contexto determinado.
La habilidad del pensamiento lógico más integradora a lograr se determina entre las que con más frecuencia
se debe ejercitar en relación con los elementos de mayor esencialidad del sistema de conocimientos de la
asignatura o la unidad temática y más posibilidades ofrece de ser lograda por la mayoría de los alumnos del
grupo de acuerdo a su desarrollo.
Se trata de determinar la idea de máxima esencialidad que revela la asignatura y penetra todo su desarrollo,
lo que debe guiar la sistematicidad con que se organicen los conocimientos. Esta idea como tendencia
coincide con conceptos generales, regularidades, leyes, teorías, que permiten organizar los elementos
fácticos(hechos, procesos).
El conocimiento abordado con un criterio de sistema no solo se integra de forma interna sino hacia otras
relaciones. Se selecciona a partir del programa base y el profesor con su labor creadora le incluye los
elementos del contexto de actuación del alumno, las relaciones intermaterias, las relaciones con los ejes
transversales integradores del currículum que se adecuen y permitan la motivación, la amplitud de
necesidades e intereses, principios básicos de una adecuada asimilación. Esto hace que el conocimiento no
sea solo aquella selección de hechos, conceptos, principios, leyes, teorías de la ciencia por el programa, sino
que adquiere una nueva dimensión, que garantiza la integración del currículum y de este con la vida y amplía
las posibilidades metodológicas del tratamiento del mismo para su asimilación productiva y creadora por el
alumno, para alcanzar solidez.
Las orientaciones valorativas a reforzar en los alumnos se determinan a partir de las potencialidades que
ofrece el sistema de conocimientos del programa en todos sus componentes. De la variedad de
potencialidades se seleccionan aquellas que en un contexto tempo-espacial concreto se deben priorizar por
contribuir al desarrollo de sentimientos y cualidades necesarias en la formación de los alumnos en una
enseñanza y grado determinados y que están incluidas en los proyectos de ejes transversales como la
educación laboral, ambiental, sexual, ciudadana, etc..
Las orientaciones valorativas que se precisan en el objetivo se convierten en el centro de atención del proceso
de enseñanza-aprendizaje. Toda la selección de conocimientos fácticos (hechos, procesos, datos) para incluir
en el proceso de enseñanza-aprendizaje deben corresponderse con las necesidades de información para
comprender las ideas esenciales, hasta el nivel de actividad intelectual que exige la habilidad principal y la
asimilación de las orientaciones valorativas seleccionadas y priorizadas.
Para asimilar de forma productiva el contenido de enseñanza el alumno debe trabajar con diferentes fuentes
de información, que son específicas en relación con: el sistema de conocimientos, las habilidades y las
orientaciones valorativas a alcanzar en la enseñanza; las posibilidades del contexto en que se desarrolla el
proceso de enseñanza-aprendizaje; y la profundidad que se aspira en el dominio del contenido. Lo anterior
hace que el trabajo con las fuentes se convierta también en parte de la aspiración. Por esas razones en el
objetivo deben quedar precisadas las fuentes principales y específicas de una asignatura o una unidad
temática determinada. La concepción integradora exige el trabajo multidisciplinario con fuentes de contenidos
comunes a diferentes asignaturas y en especial la utilización de todos los contextos de actuación del alumno
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(escuela, familia, Comunidad) y ejes transversales integradores de currículum como fuentes de información y
aplicación de los contenidos.
Las habilidades docentes a desarrollar en los alumnos es otro elemento que necesita ser precisado en el
objetivo integrador de forma tal que se conviertan en aspiración y se evalúen como parte de lo que se debe
lograr. Alcanzar el nivel de precisión de aquellas habilidades docentes principales a formar permite prestar
especial atención a las mismas y dedicar acciones específicas a su formación. La experiencia actual indica
que el profesor da por hecho que el alumno domina los algoritmos de trabajo de tomar una nota, resumir,
hacer esquemas, etc. sin embargo, en muchas ocasiones no hay tal dominio y los alumnos no asimilan el
contenido por no saber procesar la información de las diferentes fuentes. Esto exige que en el desarrollo del
proceso de enseñanza-aprendizaje se ejecuten tareas docentes cuya intención principal es el dominio del
algoritmo de trabajo de estas habilidades y debe comprobarse su correcta utilización en el procesamiento de
la información de las fuentes a partir de la asimilación del contenido. Es necesario desarrollar clases que
permitan la orientación y control directo del profesor sobre las operaciones de los alumnos. Esta
intencionalidad debe permitir que los alumnos dominen estas habilidades docentes, venciendo las mismas de
un período a otro.
El profesor debe proponerse aquellas habilidades docentes que se necesitan y no están formadas en los
alumnos lo que se determina en el diagnóstico. Por ejemplo es posible que en un determinado contexto no
sea necesario aspirar a formar las habilidades de elaborar notas en un noveno grado porque esta ha sido
vencida en grados anteriores, sin embargo en otro contexto es necesario proponérselo incluso en los primeros
años universitarios ya que esta no ha sido formada. La determinación de las habilidades docentes a formar
en un grado no debe ser una decisión aislada de un profesor, sino un trabajo colectivo de todos los docentes
que permita una ejercitación sistemática de las misma y desde una variedad de contenidos para lograr su
verdadera formación.
La independencia cognoscitiva es una de las cualidades que debe alcanzar el alumno en su proceso de
desarrollo de forma tal que se prepare para su actuación independiente, pero esta no se alcanza
espontáneamente, ni de manera súbita, sino necesita de un proceso de formación en el que alcanza niveles
superiores de forma paulatina. El nivel de independencia a alcanzar debe estar previsto en el objetivo y su
determinación es el resultado del análisis del diagnóstico del desarrollo del alumno y de los niveles de esencia
del nuevo contenido, las fuentes a utilizar y otros elementos que en su análisis integrado debe permitir
determinar la tendencia predominante a alcanzar en la independencia cognoscitiva de los alumnos.
La independencia cognoscitiva tiene una relación directa con la base orientadora de la acción que se necesita
para realizar la tarea docente, se trata de la dimensión que alcanza la posición orientadora del profesor sobre
la actividad de los alumnos.
Los autores que tratan lo relacionado con los niveles de asimilación aunque con diferencias coinciden en tres
niveles fundamentales: la reproducción, la aplicación y la creación. Carlos Alvarez de Zayas (1989) incluye el
nivel de familiarización y por este motivo precisa cuatro niveles en un proceso único de asimilación hasta el
dominio total del contenido.
La reproducción implica la repetición del contenido, esta puede ser con variantes pero en esencia es
reproducir lo procesado.
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La aplicación es nivel en el que el alumno utiliza el contenido en nuevas situaciones.
La creación es el estadio en el que el alumno es capaz de determinar contenidos y métodos para resolver una
situación que para el es nueva.
Al tratarse de un proceso único de asimilación es presumible que la tendencia a la que se aspire en cualquier
nivel de enseñanza es a la aplicación o a la creación, sin desconocer que la familiarización y la reproducción
son estadios necesarios para alcanzar los niveles superiores.
Los estudios realizados acerca del desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje indican que la lógica que
sigue la asimilación del contenido por los alumnos transita por varios eslabones (Galperin, Talízina, Carlos
Álvarez). La motivación, orientación, comprensión, dominio, sistematización y evaluación son momentos de un
proceso único a través del cual el alumno asimila el contenido de enseñanza. Estos eslabones no son
absolutos ya que en la actividad cognoscitiva se producen constantemente manifestaciones de todos, es
decir, su dinámica provoca que unos contenidos se sistematicen y evalúen y simultáneamente otros se
dominan, se comprendan, etc., por la constante interacción entre lo conocido y lo desconocido. Al establecer
esos eslabones solo se quiere reflejar la tendencia principal de la actividad cognoscitiva del alumno en un
momento determinado de su asimilación.
Sin pretender abarcar la dinámica de organización del proceso de enseñanza-aprendizaje en relación con los
eslabones de asimilación se presenta el esquema siguiente:
En la medida que el alumno alcanza mayor nivel de independencia cognoscitiva las actividades prácticas
pueden desplazarse al estudio independiente ya que está en mejores condiciones de lograr el dominio del
contenido con mayor independencia y en consecuencia menor orientación del profesor, esto permite aumentar
el volumen de información en clases teóricas. Sin embargo la tendencia en la escuela media actual y los
primeros años universitarios debe ser a elevar el número de actividades prácticas y disminuir las teóricas ya
que a pesar de existir limitaciones en la independencia cognoscitiva no se trabaja todo lo necesario en
enseñar a los alumnos los algoritmos de procesamiento de la información.
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Los métodos de trabajo independiente básicos del alumno para procesar la información y deben formarse
como habilidades docentes son los siguientes:
Acciones Operaciones
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- Tomar notas sobre la infor- 1. Identifica información en las
mación de una fuente. fuentes.
2. Interpreta la información.
3. Determina los elementos
esenciales.
4. Anota con alguna organización
los elementos esenciales.
Procesar la información de las fuentes significa: identificar las ideas generales y específicas, determinar
elementos esenciales, establecer relaciones entre los elementos de la información y utilizarla para:
1. Responder preguntas, realizar ejercicios.
2. Relatar, describir, caracterizar, explicar, definir, comparar, valorar, argumentar, demostrar, etc.
3. Arribar a sus propias conclusiones.
4. Hacer informes escritos y orales en los que integren los conocimientos para abordar una temática.
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5. Resolver problemas teóricos y prácticos en el marco de la asignatura o de otras asignaturas y
contextos de actuación relacionadas en la vida social de la escuela o la comunidad.
6. Expresarla en forma artística.
Las tareas docentes para desarrollar las habilidades del procesamiento de la información deben precisar al
alumno la acción cognoscitiva final a desarrollar y de acuerdo a el nivel de independencia cognoscitiva que
posee el mismo las operaciones a ejecutar, para lo cual deben poseer las siguientes características:
La evaluación en esta concepción integradora se define como un componente interno que revela el
estado cualitativo del proceso de enseñanza-aprendizaje demostrado en el desarrollo del alumno a partir de
una apreciación que se emite a través de un juicio.
Los elementos fundamentales en el acto evaluativo son el ente a evaluar, el patrón de comparación, el
proceso de comparación y el juicio. El ente a evaluar es el resultado que se obtiene ante una tarea docente, el
patrón de comparación es el ideal a obtener (el objetivo), la comparación es el acercamiento del ente al ideal
y el juicio es el criterio valorativo.
La evaluación bajo esta concepción debe caracterizarse por que:
1. Su finalidad es reconocer el estado en que se encuentra el proceso de desarrollo, si ocurre la
transformación o está frenada.
3. Sus instrumentos deben ser variados, integradores que permitan medir nivel de desarrollo, incluyen
todas las tareas docentes que se desarrollan por el alumno, además de instrumentos específicos para
medir determinados resultados. La aplicación de instrumentos específicos se convierten en actividades
del montaje del proceso docente.