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No tenemos que ser buenos para ser salvos, pero sí tenemos que ser salvos para ser buenos.

No se
trata de quiénes somos, sino de a quién pertenecemos. ¡Cuán bueno es Dios! "No hay nada que
podamos hacer para que Él nos ame más, ni nada que podamos hacer para que nos ame menos".

La paz es una profunda disposición del corazón. Es humildad, es la capacidad de renunciar a la


necesidad de ser aprobados por los demás o por nosotros mismos. Esa posibilidad tiene base en la
certeza que nuestros aciertos o nuestras faltas en cualquier área no afectan en absoluto el amor de
Dios hacia nosotros y nuestros prójimos. La paz que viene de confiar en que Dios acepta nuestro
auténtico ser es la base de nuestra capacidad para llevar el amor reconciliador de Dios a otros en los
ámbitos más humildes y en las acciones más humildes y cotidianas.

MI TESTIMONIO SOBRE MIS CREENCIAS ACTUALES


Y LAS CREENCIAS ADVENTISTAS DEL 7º DÍA.
Por Wolfgang Streich
I – Mi Experiencia

Mi nombre es Wolfgang Streich. Nací en una familia Adventista del 7º día (IASD) bastante de la línea
tradicional yo diría, aunque mis padres eran personas con mente muy abierta. Fui bautizado el año
1979 a la edad de 9 años. Amaba a la iglesia Adventista y estaba muy feliz de ser un miembro joven de
la misma. Durante muchos años no se me ocurrió nunca que la iglesia en que había nacido podría
estar predicando ciertas posturas equivocadas. Mucho menos se me cruzó siquiera por la mente que
algún día estaría dejando de ser miembro de mi amada iglesia.

Desde muy pequeño me gustaba leer mucho, y en mi familia teníamos la mayoría de las publicaciones
adventistas, desde una enorme colección de libros de Elena de White, otros libros, revistas, y por
supuesto el himnario adventista y los folletos de Escuela Sabática. Estudié en el Colegio Adventista de
Asunción toda mi primaria. La educación Media la realicé en el Instituto Adventista Alberdi, donde
realmente empecé a identificarme plenamente con la cultura o estilo de vida Adventista, aunque
también empecé a cuestionar ciertas contradicciones en la vida de algunas personas.

Mi vida Terciaria comenzó el año 1998 en el Colegio Adventista del Plata (C.A.P), donde inicié mis
estudios de Teología. Todo parecía ir rumbo en popa. Mis padres, mi familia y amigos esperaban verme
pronto convertido en todo un Pastor. No todo fue fácil. Durante el proceso de la carrera muchas veces
tuve dudas, no del Señor, sino de mi capacidad para poder ser un líder de este pueblo al que amaba
con todo mi corazón. Fuertes nubes de depresión a veces nublaban mi mente. Un hecho providencial
ocurrió en este proceso. Sin yo comprenderlo plenamente, ciertas circunstancias me llevaron a realizar
un paréntesis en la carrera el año 1990. Sin planearlo siquiera, me ofrecieron estudiar ese año en el
Instituto Bíblico Asunción (I.B.A), de los Hermanos Menonitas, en Paraguay. Fue una experiencia
enriquecedora, donde pude crecer muchísimo en amplitud de mente, referente al concepto de Pueblo
de Dios. El Evangelio de la Gracia empezó a producir profundas impresiones en mi corazón. No
comprendía mucho de lo que el Señor estaba planeando hacer en mi vida futura.

El año 1991 regresé, para ese entonces a la nueva Universidad Adventista del Plata (U.A.P). Muchas
preguntas había en muchos alumnos sobre el nuevo rumbo que tomaría la institución, que hasta ese
entonces se había regido por postulados y reglamentos basados en el Adventismo tradicional,
(Adventismo Histórico). Muchas sorpresas nos llevamos con ciertos cambios que a muchos nos
parecieron afectar los principios que seguíamos fielmente anteriormente. Especialmente nos chocó a
algunos que para ese año las señoritas tenían la libertad de utilizar maquillaje y alhajas, cosa antes
impensable.

En medio de cierta confusión respecto a los postulados Históricos del Adventismo empezamos a recibir
en la biblioteca una revista titulada "Nuestro Firme Fundamento" de Hope Internacional, la línea más
conservadora de los que se autodenominaban “Adventístas Históricos”. El grupo de Hope, estaba
luchando por que no se modificaran ciertas posturas tradicionales que parecían afectar la doctrina
Adventista. Para ese año también escuché por primera vez los nombres de Desmond Ford y de
Walter Rea, profundos enemigos de Hope, a quienes estos acusaban de estar destruyendo los pilares
de la fe Adventista. No me interioricé mucho en la teología de estos personajes, pero sus nombres
quedaron grabados en mi mente. Todo esto impulsó a que para ese año pulularan distintas líneas de
pensamiento dentro del Seminario. Precisamente en esa época, dos compañeros empezaron a lograr
un fuerte liderazgo promoviendo ideas, citas y debates entre los compañeros. Ellos eran Andrés y
Sergio. Andrés había estudiado teología en EE.UU., y había sido formado por el grupo de "Adventistas
Históricos". Sergio era un nuevo adventista, recién convertido, pero venía con un "cierto aire de
santidad". Parecía un poco raro. Ellos seguían una vida de cumplimiento estricto a sus convicciones.
Lo más notorio era su alimentación. No comían carne, queso ni huevos, cumpliendo hasta un extremo
irrisible las normas de estilo de vida enseñadas por Elena de White en el siglo XIX. Sergio pasó por
algo que a nosotros nos pareció un poco gracioso, el romper su noviazgo, por fuertes convicciones de
que el beso era pecado durante el noviazgo.

El año 1991 para mi fue un año de mucha confusión en el campo de las ideas. Había pasado mucho
tiempo leyendo “Nuestro Firme Fundamento”, y casi había llegado a la conclusión de que una de las
verdades fundamentales del Adventismo era que existía la posibilidad “por la gracia de Dios” de vivir
una vida sin pecado, antes de la venida de Cristo. Aunque yo intelectualmente aceptaba estaba
posibilidad, en la práctica me parecía esto imposible. Todo esto fue creando un gran conflicto en mi
mente Había cosas que no podía entender.

Para el año 1992, algunos cosas que ocurrieron aclararon mis ideas. En primer lugar Andrés y Sergio
ya no estaban. Andrés había dejado la iglesia. Decían que se había vuelto alcohólico, que fumaba, y
tenía varias mujeres. Creo que era verdad. A Sergio lo volvimos a ver luego de un tiempo. También
había dejado la iglesia, y había intentado suicidarse en la ciudad de Mendoza. Milagrosamente fue
salvado por la ayuda de una persona que habló con el.

Otro suceso que yo creo fue fundamental; fue el encontrar entre los casetes de sermones de la
universidad un tema sobre Cristología que trajo paz a mi alma, y la seguridad de la Salvación.
Rechacé y repudié totalmente las ideas perfeccionistas que durante más de un año habían confundido
mis pensamientos y acciones. Tanto mis ideas como mi experiencia personal con el Señor tuvieron un
cambio de 180º, diría yo. Tal vez, ese año podría decir yo fue el de mi nuevo nacimiento. Ese año
también me tocó ir a realizar mis prácticas de evangelismo en la ciudad de Punta Alta, unos 700
kilómetros al sur de Buenos Aires. Fue mi oportunidad para empezar a predicar del gozo que produce
ser Justificado por la Fe en Jesús. Mucho pesar me produjo tener que producir dolor en muchas
personas, al tener que enseñar que por amor a Jesús ellos tenían que perder sus puestos de trabajo y
el afecto de sus familias y amigos, cambiando sus estilos de vida, para adaptarse a los postulados del
Adventismo Histórico.

Terminé teología el año 1993, con mucho gozo y paz, especialmente luego de tomar la materia
Romanos, con el pastor David Gullón. Era algo que ni yo podía explicar lo que estaba ocurriendo en mi
vida. Algo que me produjo un dolor fuerte fue el no recibir una propuesta de trabajo formal de parte de
la iglesia al terminar la carrera. Tal vez fue parte del propósito de Dios, el no haber formalizado un
matrimonio, y tener ciertas discrepancias con el sistema de trabajo de ciertos administradores. Mis
críticas a los administradores de la iglesia eran abiertamente conocidas por todos.

Luego de unos meses, ingresé al programa de Misión Global (un programa para abrir iglesias en
nuevos lugares) en la Misión Argentina del Sur, en una ciudad que se llama Tres Arroyos. Luego pasé
por un tiempo en Mariano Roque Alonso, también en Santa Rita, y finalmente en San Ignacio (Estas
ciudades del Paraguay). En esa época mi propósito definido era ser un pastor Adventista Evangélico
(Basado en el Evangelio de las Buenas Noticias del Amor de Jesús, y no en programas apocalípticos
característicos del Adventismo Histórico). Durante un buen tiempo lo pude hacer. Mi sueño de ver a
una iglesia que predicara más de Jesús, y de la justificación por la fe también parecía estar
haciéndose realidad. Trabajé ese tiempo en varios “Revives” tanto con el Pastor Homero Salazar,
evangelista de la Misión Paraguaya, y con Alejandro Bullón, evangelista de la División Sudamericana.

Aunque en las iglesias locales encontraba personas muy legalistas, y un firme apego al Adventismo
Histórico, me parecía que a nivel mundial, y a nivel de la Misión Paraguaya las cosas estaban
cambiando. “Eso” era lo que yo creía. Para 1998 mis sueños empezaron a resquebrajarse en mil
pedazos. Luego de una serie de desacuerdos con el presidente de la Misión Paraguaya, el Pastor
Tomás Recalde en esa época, fui despedido por desobedecer el orden jerárquico, (o más bien “las
ordenes jerárquicas”).

A partir de allí comenzó mi replanteamiento buscando que era realmente lo que ocurría en la iglesia
Adventista del 7º día. ¿Eran errores de líderes humanos?, lo que sería comprensible, pues yo también
soy un ser humano lleno de errores, o ¿eran problemas doctrinales teológicos?
El tiempo me dio las respuestas. Apoyando a la iglesia de Vista Alegre, empecé a tener ciertas
diferencias con el Pastor Cesar Camacho, quien además de explotarme (a cambio de un "posible"
perdón de parte de la Misión) empezó a confrontar mis ideas y posturas sobre el Adventismo
Evangélico que yo propugnaba de manera abierta para ese entonces. Para Julio del año 2000 pedí mi
renuncia a la Iglesia Adventista del 7º día. (Aclaré en mi carta de renuncia que repudiaba al Adventista
Histórico, y que seguiría siendo un Adventista Evangélico) Ya van varios años de procesos donde el
Señor proveyó bálsamo a mi alma, y nuevos conocimientos y percepciones referente al Verdadero
Evangelio. Actualmente soy miembro de la Iglesia Evangélica Raíces, de la denominación Hermanos
Menonitas. Es una larga historia, pero para tratar de ser breve les voy a relatar por qué creo que la
Iglesia Adventista del 7º día, (la que lleva ese nombre, la iglesia Adventista Histórica) No es
evangélica, No es bíblica, y No es Cristocéntrica.

II - Aspectos Doctrinales

Una de las grande preguntas luego de pasar por el I.B.A (año 1990) era por qué la IASD no tenía
buenas relaciones con las demás iglesias evangélicas. Uno de los grandes problemas que tuve antes
de ser despedido del ministerio Adventista fue cuando empecé a salir con una señorita, hija de un
pastor de una iglesia evangélica. Desde el año 1996 tenía un gran grupo de amigos pastores
evangélicos. (Incluso ese año fui aceptado como miembro de la APEP, Asociación de pastores
evangélicos del Paraguay) Solía asistir frecuentemente a campamentos y retiros espirituales de la
comunidad evangélica tanto de la APEP (Asociación de pastores evangélicos) como de LIPPEN (Liga
Paraguaya pro evangelización del niño).

Después de mi despido (1998) las preguntas iban y venían a mi mente. Gracias a Dios por Radio
OBEDIRA, por Alfalit y por tantos amigos que me ayudaron en aquella época. Pero las respuestas no
vinieron de ellos. Las respuestas vinieron sorpresivamente para mí, de grupos de personas que habían
dejado la Iglesia Adventista Histórica y tenían páginas en Internet, contando sus razones por las cuales
dejaron la denominación. Algunos, claro abandonaron por rencillas y por conflictos, lo cual era
comprensible para mí. Pero mucho me sorprendí de algunos que dejaron buscando simplemente la
verdad Bíblica, El Verdadero Firme Fundamento de la Fe.

Tratando de sistematizar voy a empezar a numerar algunas cosas que fui descubriendo:

1- Aunque la teología sistemática de la IASD tiene tal vez un 80% de doctrinas bíblicas, evangélicas,
(ellos tienen 28 doctrinas fundamentales), hay varias que no tienen ningún fundamento bíblico, y son
de invento netamente humano. Aunque uno no lo crea, un poco de levadura leuda toda la masa, y un
poco de teología humana, también leuda toda la masa.

2- Hay 2 doctrinas muy peculiares, que son las que van leudando las otras doctrinas, para hacer de la
Iglesia Adventista una denominación legalista y heterodoxa, apartada totalmente de los postulados de
Solo Cristo, Sola Fe, Sola Scriptura.

Esas dos doctrinas son:

a) La doctrina del Santuario Celestial, en que la IASD Histórica aseguran en base a un “estudio” de
Daniel 8 y 9, y una serie de otros textos fuera de contexto, que Cristo pasó el 22 de Octubre de 1844,
en el Santuario del Cielo, del Lugar Santo al Lugar Santísimo. Allí, supuestamente, Cristo ingresó para
realizar un “Juicio investigador”, en el cual deben ser borrados los pecados confesados, y finalmente
los que tienen los libros limpios son los que van a ser salvos. Según ellos, el “Juicio Investigador” va a
concluir algunas semanas antes de que Cristo venga a la tierra por Segunda vez.

b) La doctrina de la inspiración profética de Elena de White: La Iglesia Adventista del 7º día


Histórica asegura en su teología sistemática, en una de sus creencias fundamentales, que el don
profético para el tiempo del fin, fue dado a “la iglesia Remanente” por medio de Elena de White (una de
las fundadoras del movimiento Adventista 1843 a 1915). Aunque podría asegurarse un buen papel en
la formación y liderazgo de la iglesia (así como Wesley, Lutero, Calvino, Meno Simons y otros fueron
líderes de sus denominaciones) la iglesia Adventista va mucho más allá dando a los escritos de Elena
de White un valor canónico, cumpliendo el rol de intérprete de la Biblia, y fundamento para toda
creencia y práctica de los miembros de la iglesia. Aseguran con algunos textos (totalmente agarrados
de los pelos) que ella es el “espíritu de la profecía” prometida para los tiempos de tinieblas espirituales
(“una luz menor para guiar a la luz mayor”).
Estas dos doctrinas "Históricas", hacen que todo lo demás esté leudado de un espíritu exclusivita y
legalista, lo que hace finalmente que las demás 26 doctrinas, estén saturadas de interpretaciones
peculiares, en el marco de una escatología aberrante y disparatada, que guía ciegamente a la gran
mayoría por caminos sinuosos y erráticos. Solo pocos se dan cuenta de cuanta influencia tienen estas
doctrinas, y de las consecuencias prácticas e implicancias que tienen en el tema de la Salvación.

3- Como influyen estas doctrinas en todo lo demás:

a) Influye en la Doctrina de la Salvación: Aunque los adventistas históricos aseguran creer en la


salvación por fe, ellos en la práctica creen en la salvación por ser parte del “Remanente”, que tiene el
“espíritu de profecía”, lo cual le da una guía segura para que sus nombres se mantengan puros y
perfectos en los libros del Santuario Celestial. Fuera de que esto en resumen es puramente salvación
por las obras, las doctrinas adventistas dan a sus miembros un falso sentido de seguridad, basados en
su afiliación y la guía segura de su profetisa.

b) Principalmente influye en la escatología. Todo en la Iglesia Adventista del 7º día Histórica, gira en
torno a la Escatología. Daniel y Apocalipsis, y los diagramas del “tiempo del fin” son pan de cada día,
como diríamos. Por una parte la singular doctrina del Remanente, también sacada de textos fuera de
contexto. Estos aspectos durante un tiempo fueron perdiendo fuerza en ciertos autores adventistas,
pero creo que últimamente el bombardeo de los Adventistas Históricos con dudas referente a los
administradores de la iglesia, ha vuelto a inducir a los pastores y predicadores, y autores de libros a
incursionar permanentemente a esta área, donde muchos creo que han patinado y perdido el equilibrio
referente a aspectos centrales de la Palabra de Dios.

c) La doctrina distintiva del Sábado: Aunque no creo que guardar el sábado sea no evangélico, creo
que la peculiaridad de los Adventistas Históricos, de atribuirle al descanso sabático el rol de “sello de
Dios” en contraste con “la marca de la bestia” a la que ellos denominan al domingo, hace que
realmente la iglesia a la que pertenecí por mucho tiempo, tenga realmente una espantosa soteriología,
basada en la “salvación por el sábado”, Aunque muchas veces ellos niegan esto, en la práctica, en la
enseñanza de la IASD Histórica, y en sus libros de escuela sabática, aún de los niños, hay abundante
evidencia de una salvación por las obras. Para fundamentar esto utilizan las dos doctrinas distintivas:
En el Santuario Celestial, en el lugar santísimo, como elemento principal, no está la sangre de Jesús,
sino la tabla de los 10 mandamientos con “una luz especial iluminando el cuarto mandamiento”.

En la práctica esto se lleva a verdaderas locuras de fanatismo, como que el Sábado (desde la puesta
del sol del viernes) no hay que ir a la facultad, no hay que trabajar, no hay que comprar ni vender nada,
no hay que jugar, no hay que bañarse en la piscina, no hay que cocinar, etc, etc. hasta lo
verdaderamente problemático, es que ellos vean a todos los que no cumplen estos parámetros como
pecadores, que están siendo juzgados como no dignos de entrar al reino celestial, en estos mismos
momentos en el Santuario Celestial.

Si ud, no lo cree lo que le estoy diciendo, simplemente asista un par de sábados a alguna iglesia
Adventista del 7º día Histórica, agarre y lea algunos de los libros de Elena de White, como El gran
Conflicto, o alguno no tan conocido donde ella realmente es específica, como en Mensajes Selectos, o
sus Testimonios para la iglesia. Más fácil aún, acérquese a un niño miembro de una familia Adventista
a preguntarle que es lo que pasa si juegan a la pelota en sábado.

d) El Adventismo Histórico influye especialmente en el Estilo de Vida del miembro Adventista del 7º
día: desde la alimentación, la educación de los hijos, la predicación a los “que no tienen la verdad”, la
música (desde luego solo la música autorizada por E. White es la correcta para escuchar), la
recreación, la vestimenta (nada de joyas, ni de ropas seductoras), y la mayordomía. Tal vez donde más
he notado que hace efecto la doctrina del Santuario y la del don de profecía es en la mayordomía. Es
asombroso ver como los Adventistas Históricos ponen sus diezmos fielmente en un sobre con nombre,
para que vaya a la Central, a gente que ellos ni conocen casi, para que tengan lujosas casas y lujosos
autos, y lujosas vacaciones en hoteles 5 estrellas. Todo sea por la fidelidad al Remanente, y por que
sus nombres permanezcan limpios en los libros que están en el Santuario Celestial.

Y ere erea (en guaraní, demás yerbas), todo está estipulado, toda conducta, todo pensamiento, todo
está regido por un código de ética Whitesista, reformulado y acrecentado por los interpretes y exegetas
de los escritos de Elena de White.
Por esto, firmemente creo yo que la Iglesia Adventista Histórica No es Evangélica. Se ha apartado
fundamentalmente de los Principios de Solo Cristo, solamente la Salvación por la Fe en Jesús, a través
de la Gracia de Dios, y Solamente la Biblia, como norma de Fe y Conducta. La iglesia Adventista del 7º
día Histórica no es heredera en lo más mínimo de la Reforma Protestante. Es más, yo diría que es
heredera de la Deforma Atrofiante.

III - Aspectos Importantes a tener en cuenta

Aunque catalogo rotundamente a los Adventistas Históricos como Sectarios y No evangélicos, creo
también definitivamente, que dentro de la iglesia Adventista del 7º día, existen personas individuales,
que son evangélicos, bíblicos, incluso pastores, que están sufriendo y algunos de ellos orando y
procurando un cambio en el rumbo caótico de esta denominación. Muchos no saben que hacer, y
están con mucho miedo a abandonar el barco, ya sea por cuestiones de fe, temor a las iglesias
dominicales, y principalmente a perder a sus familias y amigos.

Existen historias de vida, como las siguientes:

http://adventistaevangelico.blogspot.com/search/label/Testimonio%20de%20William%20Castillo

y de miles de otras vidas que dejaron la IASDHistórica y hoy en día son creyentes Evangélicos,
convertidos y salvados por la Gracia de Dios en base a las grandiosas y maravillosas promesas de Su
Palabra, única y segura representante de la Voluntad de Dios. También tengo el testimonio de otros
amigos míos que continúan en la Iglesia Adventista Histórica, que por ética, no daré sus nombres, ya
que creo que la decisión que ellos tienen que dar la tienen que tomar a su tiempo.

IV – Aspectos de la Historia reciente de la Iglesia Adventista del 7º día y sus doctrinas


distintivas.

Un punto verdaderamente resaltante en la Iglesia Adventista del 7º día se da con sus primeras
relaciones con las iglesias Protestantes en los Estados Unidos de Norteamérica, en la década de 1950.

El total de las denominaciones Protestantes estaban seguras que la IASD no era evangélica, hasta que
un estudioso de las Creencias de las denominaciones (Apologética), el Dr. Walter Martin, reconocido
teólogo Protestante tuvo el deseo de realizar una evaluación de la Iglesia Adventista, en base a
diálogos con los dirigentes, y estudios de los libros y documentos representativos de la denominación.

Aunque con cierta cautela, algunos entusiastas teólogos Adventistas aceptaron el desafío, no
plenamente consientes de lo que ocurriría en ese proceso. El Dr. Martin, además de un estudioso
cristiano, era realmente un cristiano evangélico comprometido con el Señor, y con muy sinceras
intenciones de buscar la verdad en este proceso.

Luego de numerosos encuentros, los representantes de la comisión de dialogo de la Iglesia Adventista


del 7º día, editaron un libro que se llamó: “Los Adventistas responden a preguntas sobre doctrinas”
(Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine). En este libro el Dr. Martin formula
preguntas, y los teólogos Adventistas responden. Fuera de que en este libro se trata de solapar las
posturas extremistas del Adventismo Histórico, se seleccionan las doctrinas Adventistas y se formulan
declaraciones, con un lenguaje muy cordial y ameno, presentando textos bíblicos y declaraciones de
Elena de White y de la Conferencia General, de una manera muy interesante y novedosa. Todas
concuerdan con los postulados básicos de la Reforma Protestante (muy buen trabajo, de paso al
intentar abrir un camino nuevo hacia un Adventismo Teológicamente Evangélico).

Surgió un libro maravilloso. Parecía ahora que la Iglesia Adventista del 7º día se dirigía rápidamente
hacia una plena comunión con la Teología Evangélica, aunque con características particulares, cosa
perfectamente entendible en un contexto de pluralismo teológico, donde las diferencias menores,
referente a cada iglesia se manejan con respeto por las demás.

La publicación del libro trajo tremendas discusiones con los “ADVENTISTAS HISTÓRICOS”. A partir
de allí numerosos teólogos Adventistas empezaron enfatizar sin temor alguno, la Justicia y la Salvación
solo por la Fe, y algunos incluso se predispusieron a practicar el principio de Sola Scriptura,
iniciándose un aparente proceso de corrección doctrinal en la denominación.
De paso, veo muy saludable los procesos de corrección en toda iglesia denominacional, y más aún a
nivel personal individual. No podemos estar creyendo lo mismo siempre. Admiro el proceso y lo
catalogo de ejemplar al ocurrido en la iglesia de Dios Universal (No confundir con la Secta Brasilera
Iglesia Universal del Reino de Dios). La Iglesia de Dios Universal fue un culto de los más extremistas
en su tiempo. Su fundador fue el norteamericano Herbert W. Armstrong que junto con sus hijos
(Richard David y Garner Ted) y sus más allegados aliados (los Evangelistas y ministros ungidos)
crearon un emporio que tenía el único objetivo de lavar las mentes de sus fieles, y sus "bolsillos"
también. Ahora, esta iglesia ha sufrido muchos cambios doctrinales y ya es una más del cristianismo
protestante de corriente principal.

http://www.wcg.org/Espanol/

Continuando con la historia, vamos a ver lo que ocurrió en la Iglesia Adventista luego del lanzamiento
del libro Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine.

En primer lugar fue un impacto muy grande en el mundo Cristiano Evangélico. El Dr. Martin aseguró
que los Adventistas eran Cristianos evangélicos realmente “tal vez un poco inmaduros en su teología y
que se aferraban a conceptos y enseñanzas absurdas”, pero bueno, los aceptó como parte de los
Evangélicos ya que sus doctrinas concordaban con los postulados de la Reforma Protestante.

Recién habían comenzado los problemas para los escritores del libro. Uno de los postulados básicos
del Adventismo Histórico es que: “Es posible para el cristiano alcanzar un estado de vida sin pecado
antes de la venida de Cristo”. Es más, es para los Adventistas históricos una de sus principales
enseñanzas, ya que para esto existe el “Juicio Investigador”, para ver quienes realmente pueden vivir
sin pecar.

Este postulado no apareció en el libro de Respuestas al Dr. Martin. Es más, se negó que la iglesia
cree y predica esta enseñanza.

Por un lado comenzaron feroces reacciones de los Adventistas Históricos, para sacar del control de la
iglesia a los autores del libro, y sacar de circulación el libro. Para inicios de 1970 el objetivo fue
logrado, y pronto en la Asociación General estaban acaparando los lugares varios exponentes del
Adventismo Histórico. Esto trajo una tremenda turbulencia tanto administrativa como doctrinal dentro
de la denominación. Los teólogos de la postura evangélica fueron literalmente perseguidos. Para esta
década empiezan a salir multitudes de teólogos de la denominación, encabezados por el Dr. Desmont
Ford, (uno de los principales teólogos Australianos) quien el 27 de octubre de 1979, proclamó
públicamente que hacía más de treinta años que no había creído la doctrina adventista del santuario.
De igual manera puso en duda el concepto de Elena de White como profetisa inspirada por Dios.

Ese día fue decisivo para muchos. No pocos aplaudieron exultantes las declaraciones del Dr. Ford.
Luego de esto el Dr. Ford fue llamado a un tribunal de sentencia, en Glaciar View (Estados Unidos)
(abril de 1980) donde el Dr. Ford fue despojado de sus credenciales ministeriales. Luego comenzó una
caza de cabezas, casi al estilo de la Inquisición tras los seguidores del Dr. Ford, o más bien los
seguidores de la línea Adventista Evangélica.

Seguidamente presentamos algunos de los postulados del Dr. Desmond Ford:

“Lo que el sumo sacerdote hacía una vez al año al entrar en el Lugar Santísimo, Cristo lo hizo con su
muerte y ascensión. La purificación del santuario celestial fue también su dedicación, y por lo tanto
apuntó a un evento ocurrido al comienzo de la era cristiana principalmente, no a su final. La
purificación del santuario y la entrada de Cristo en aquel lugar ya habían ocurrido en el tiempo cuando
se escribió el libro de Hebreos”,

“El hecho de que 1844 se fundamente en varias suposiciones imposibles de demostrar no invalida que
Dios haya hecho surgir un pueblo especial” (refiriéndose a la Iglesia Adventista).

“El cuerno pequeño, no los creyentes, es el objeto de la investigación en el juicio del libro de Daniel.
Los santos jamás son el centro de la investigación divina”.

“Los temores respecto de la posición personal ante el juicio investigador han despojado a muchos
miembros de la iglesia del valor del testimonio gozoso. Cuando se presenta el juicio en la forma
tradicional, el resultado es el legalismo y la falta de confianza, porque generalmente se olvida la
primacía de la gracia y de la justicia imputada”

“Dios no necesita 140 años para decidir el destino de los hombres y las mujeres”

“Hebreos afirma claramente que en cumplimiento del simbolismo del Día de la Expiación, Cristo, por
medio de la cruz – resurrección – ascensión, entró al ministerio prefigurado por el segundo
compartimiento del santuario, el lugar santísimo. Hebreos 9 enseña que el Día de la Expiación fue
cumplido por Cristo en el 31 DC”. Aquí Desmond Ford también cita a Elena de White que dice en
Palabras de Vida del Gran Maestro 318: “Cristo vino para demoler todo muro de separación, para abrir
todo departamento del templo, para que cada alma pudiese tener libre acceso a Dios”.

En todo momento el Dr. Ford enfatizó que en Hebreos 9:9 y 10 el termino griego “Ta Hagia”, se refiere
literalmente al Lugar Santísimo.

Con respecto al aspecto de la doctrina distintiva de la inspiración de Elena de White, el Dr. Ford
señaló: “En toda disciplina nuestros eruditos se sienten paralizados por temor de que la expresión de
sus conclusiones eruditas parezca contradecir a Elena G. de White. Esta es una posición deplorable, y
la iglesia progresará muy poco hasta que se remedie esta situación. Nuestro mayor error ha sido hacer
que los escritos de Elena G. de White tengan poder de veto sobre las Escrituras.”

Tenemos que señalar que aunque el Dr. Ford y su señora dejaron el ministerio no abandonaron la
feligresía de la denominación. Ellos son muy queridos y apreciados por muchos miembros de la iglesia
con quienes tienen una relación de amistad y hermandad. El Dr. Ford tiene actualmente un ministerio
llamado Good News Unlimited. (Buenas Nuevas ilimitadas) en Napa, California. Más de 120 pastores y
profesores Adventistas dejaron el ministerio siguiendo los postulados del Dr. Ford.

http://www.goodnewsunlimited.org/

Otros pastores son expulsados:

Otro pastor destacado por su expulsión del ministerio y de la iglesia fue Walter Rea quien acusó con
abundante documentación comprobada a Elena de White de plagiar a autores de su época.

Más información sobre esto se puede ver en:

http://www.ellenwhite.org/espanol/

http://www.geocities.com/alfil2_1999/

http://www.monografias.com/trabajos14/adventistas/adventistas.shtml

Continuemos con la Historia

El Dr. Walter Martín dijo a principios de 1980 lo siguiente:

“Debo, por la presente, permanecer tras mi evaluación original sobre los Adventistas del Séptimo Día,
tal como presenté en mi primer libro sobre ese tema, y más tarde en la primera edición de este
volumen. Sólo los eventos que todavía no se han desarrollado, pero que son conocidos por el Señor,
determinarán si mi evaluación necesitará ser revisada en el futuro. Es mi oración que las corrientes
desviadas dentro del adventismo contemporáneo no prevalezcan, y que el adventismo continúe siendo
cristiano y evangélico, aunque singular como una denominación cristiana”.

El Dr. Martin tenía todavía esperanzas.

En su libro, el Dr. Martin señaló lo siguiente: “Durante los últimos diez años la iglesia Adventista del
Séptimo Día ha visto más turbulencia, tanto administrativa como doctrinal, que en cualquier otro tiempo
en la historia de la organización. Administrativamente hablando, ha habido un número de líderes y
pastores que han sido apartados de sus puestos a causa de sus supuestas o probadas actividades
financieras irregulares, incluyendo la apropiación de fondos. A nivel del gobierno de los Estados
Unidos, la IRS, SEC, FBI y el Departamento de Justicia, todos han iniciado investigaciones, y algunos
administradores de la Asociación de los Adventistas del Séptimo Día podrían incluso enfrentar juicios
de fraude. Doctrinalmente hablando, la iglesia ha desarrollado una gran división entre aquellos
miembros y líderes que están sólidamente dentro del campo evangélico cristiano, y aquellos miembros
y líderes que a causa de su énfasis en la justicia por las obras, legalismo y la posición profética
otorgada a la fundadora Elena G. de White, muy bien pueden con el tiempo mover a la denominación
fuera del campo cristiano evangélico y llevarla quizá a ser verdaderamente una secta”.

Luego que ocurrió la crisis en la IASD con el Dr. Ford, el Dr. Walter Martin, quien había sido el primero
en promover al adventismo entre los evangélicos tuvo que dar una frenada y reexaminar sus posturas.

¿Creían realmente los adventistas en la Salvación únicamente por la Fe, a través de Jesucristo y la
Gracia de Dios, o no? ¿Y creían realmente en el principio Sola Scriptura, o no?

Varias cuestiones llevaron a confirmar al Dr. Martin que el Adventismo había tenido un retroceso con
respecto a Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine. ¿Hacía donde iría la IASD? Solo
Dios lo sabría.

El caso de John Ankerberg Show

Pocos meses después, el Dr. Martin fue invitado a un programa de televisión evangélico muy popular,
“John Ankerberg Show”, juntamente con el pastor Adventista Dr. William Johnson, director de la
Revista Adventista (Reviw and Herald)

Hablando ante las cámaras sobre el tema de la expiación, el Dr. Martín aseguró que los adventistas
habían dejado de creer en la expiación incompleta en la cruz del calvario. El aseguró que incluso esto
se encontraba en los libros de Elena de White, señalando un párrafo que dice: “Cristo plantó la cruz
entre el cielo y la tierra, y cuando el Padre contempló el sacrificio de su Hijo, se inclinó ante éste en
reconocimiento a su perfección. ‘Es suficiente’ – dijo Dios. ‘La expiación está completada’ “. (Reviw and
Herald, 24 de setiembre de 1901)

El Dr. Martin aseguró que aunque reconocía que algunos adventistas habían rechazado el libro “Los
Adventistas responden...”, esto no había sido hecho por los directivos de la iglesia.

Luego el programa se dirigió hacia el papel que Elena G. de White desempeñaba en la iglesia. ¿Se la
consideraba como a una intérprete infalible de las Escrituras? ¿Estaban los adventistas en libertad
para descartar cualquier porción de sus consejos que eligieran?

Luego de tomar algunos ejemplos en donde Elena de White cambió su posición original sobre algún
aspecto, el presentador del programa volvió a preguntar sobre la infalibilidad de Elena de White. El Dr.
Jonson reaccionó así: “Le daré mi respuesta: No es una intérprete infalible de las Escrituras”

La atención se dirigía ocasionalmente durante el programa a la doctrina del santuario. El Dr. Martin,
expresó sus puntos de vista sobre los errores del adventismo en la interpretación de Hebreos 9.
Entonces el Dr. Matin aseguró que bueno, los adventistas ahora creían que ese “juicio investigador” en
realidad no tenía nada que ver con la salvación del creyente, sino más bien con las “recompensas”.
Dijo: “Puede tener algo que ver con cuántas estrellas llevará en su corona, o con cuantas habitaciones
tendrá en su mansión, pero de todas maneras va a llegar al cielo”.

A lo que el Dr. Johnson respondió: “Bueno, yo no creo en absoluto que el juicio sea para nuestra
salvación”.

No conocemos el lío que debe haberse armado en ese momento entre los pastores de la Asociación
General, si es que estaban viendo el programa. Para volver más interesante y emocionante el
programa de TV, un personaje de la tribuna de oyentes que estaban en el canal se para y dice lo
siguiente: “Yo soy pastor Adventista. Me pregunto si el Dr. Johnson podría decirnos: ¿Qué aplicación
cristiana tiene para nosotros el mensaje de 1844? Nos trae vergüenza y malentendidos con el mundo
cristiano y con los cristianos evangélicos. ¿Por qué no abandonamos el asunto? ¿Qué valor tiene?
Como pastor nunca he podido encontrarle a esa doctrina valor cristiano alguno”.

No hubo una respuesta clara a esta pregunta. Rápidamente el conductor desvió el tema, dado que
presintió que Johnson estaba por tener un paro cardíaco.
Al cerrar el programa el Sr. Ankerberg le preguntó al Dr. Martin si el Adventismo estaba por convertirse
en una secta. La respuesta fue la siguiente: “Todavía no, pero se está acercando a ese punto”

¿Hay dos tipos de Adventismo?

La gran pregunta es: ¿Hay dos tipos de Adventismo dentro de la Iglesia Adventista del 7º día?

Tal ves sí, tal vez no. Desmond Ford fue destituido, y tras el nadie se anima a hablar sobre el tema.
Los que más se acercan a una postura Evangélica, simplemente no hablan de los conflictos que tienen
ellos con las doctrinas adventistas históricas, y menos aún cuando tienen que tomar el voto bautismal
a un nuevo miembro. Algunos pastores han optado por formular un resumen del voto bautismal, pero
cuidan mucho que los de la Asociación no se enteren. Aparentemente hay un gran número de
miembros adventistas de tendencia evangélica, pero ciertamente no lo expresan luego de Glaciar
View.

Lo que sí me atrevo a decir categóricamente es que el Adventismo Histórico, el que gobierna la


Asociación General, y todas sus secretarías, las distintas Divisiones, Asociaciones y Misiones,
representan a una denominación apartada de los postulados Evangélicos de la Reforma Protestante,
con una doctrina extraviada, confusa, y que compromete la verdad bíblica. Sus puntos de vista sobre el
Santuario y 1844, no tienen ningún fundamento bíblico. También aceptan sin reparo la autoridad
suprema de Elena de White para la interpretación de cualquier pasaje bíblico o doctrina de la iglesia.

Podrán aparentar ser una iglesia evangélica ortodoxa bíblicametne. Podrán aparentar ante sus propios
miembros de iglesia. Pero al final y al cabo, las apariencias engañan.

Tal vez haya en la Iglesia Adventista del 7º día personas sinceras, que están en un proceso, pero es
simplemente un proceso. Tarde o temprano tendrán que pasar a la luz, si están en busqueda de la luz.
Si los hay, yo creo que no podrán continuar por mucho tiempo siendo leales a su conciencia y a la
Palabra de Dios, perteneciendo a una iglesia no apegada a los postulados básicos de la Palabra de
Dios. El Espíritu Santo del Dios de la Biblia señala categóricamente que Él guía a la Verdad, y a toda la
Verdad. Y si Él es el que guía, no creo que ninguna persona sincera pueda resistirse. Lo he visto en la
vida de Lutero, lo he experimentado en mi vida, y creo que esto es una realidad en todo ser humano
que es conducido por la voluntad de Dios.

El deseo del Dr. Martin fue siempre ver a una iglesia Adventista Evangélica. En 1989 expresó lo
siguiente: “La mayor alegría de mi vida en el adventismo, y en mis diálogos con ellos, es haber estado
en la ciudad de Jerusalén con Roy A. Anderson, en el año 1970 y ver a Roy Anderson servir la Santa
Cena a pastores evangélicos, a hombres que veinte años atrás ni siquiera habrían mirado en su
dirección, y quiénes ahora lo estaban llamando amado hermano y lo abrazaban, presentándolo como
el hombre que es la cabeza de los pastores Adventistas del Séptimo Día alrededor del mundo, un
hermano en Cristo. Eso sí valió la pena. Volvería a repetirlo de nuevo, con tal de volver a experimentar
ese glorioso momento”.

Lastimosamente hoy en día el Adventismo volvió a su rumbo original. No es más que llanamente una
iglesia o grupo fuera de la orientación principal del Cristianismo Bíblico. Esto lo confirmaron ellos
mismos hace muy corto tiempo, entre el 6 y el 9 de Agosto de 2007, en un encuentro teológico con la
Alianza Mundial Evangélica.

Seguidamente el reporte de Protestante digital:

http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?r=194&n=7246

Miembros representativos de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM) se reunieron


del pasado 5 al 10 de agosto en la Andrews University, Berrien Springs, Michigan. Las dos
organizaciones realizaron unas conclusiones del encuentro que se han plasmado en una declaración
conjunta que reconoce aspectos teológicos en común, pero también diferencias manifiestas que
impiden por parte de la AEM el reconocimiento de la Iglesia adventista como evangélica o protestante.

Las conversaciones representan el seguimiento de una ronda inicial de discusiones entre las dos
organizaciones llevada a cabo en Praga, República Checa, en agosto de 2006. Se aguardaba que la
Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM, por las siglas en inglés, o AEM en castellano)
realizasen una declaración conjunta en los meses siguientes donde identificasen los objetivos
comunes y los resultados de las discusiones teológicas entre las dos organizaciones.

Rolf Hille, presidente de la Comisión teológica de la AEM, y Juan Graz, secretario del Consejo para
relaciones interreligiosas de la iglesia Adventista del Séptimo día, organizaron las conversaciones. Las
discusiones teológicas fueron presididas por Hille y Guillermo G. Johnsson, ayudante al presidente de
la conferencia general de los Adventistas del Séptimo día para las relaciones Interreligiosas. La AEM
también fue representada por J. Buchegger, Bonn Clayton, James Kautt, Herberto Klement, Sven
Wagschal, y Reinhard Hempelmann.

"Pudimos compartir con el mundo evangélico la compresión que tiene la Iglesia adventista de sí
misma, en un esfuerzo para eliminar los prejuicios y clarificar las preguntas respecto de nuestro
mensaje", dijo John Graz, organizador de la reunión y secretario del Concilio de Relaciones
Interreligiosas de la Iglesia Adventista.

La AEM representa a unos 420 millones de cristianos evangélicos de diversas denominaciones en todo
el mundo. La Iglesia Adventista cuenta con 15 millones de miembros en más de 200 países.

COINCIDENCIAS TEOLÓGICAS

Las dos instituciones compartieron una "gran medida de cuestiones y acuerdos teológicos”, dijo Ángel
Rodríguez, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Iglesia Adventista. De hecho, los
participantes adventistas se adhirieron a la Declaración de Fe de la AEM, que se centra en la Biblia
como la Palabra de Dios, la persona de Jesucristo y su obra de salvación, la justificación por la fe, la
oración, la conversión, la santificación y la Segunda Venida de Cristo.

Por lo tanto, se aceptó por ambas partes sin duda alguna la autoridad y la supremacía de la palabra de
Dios, la Trinidad, las naturalezas divinas y humanas de Cristo, la salvación por la fe en Cristo
solamente, la importancia de la oración, la conversión personal, y la santificación, y la esperanza de la
segunda venida de Cristo y del juicio final. Hubo también acuerdo acerca de no fijar nunca una fecha
concreta con respecto al segundo advenimiento.

Y LAS DIVERGENCIAS

Según relata el informe se hallaron también significativas áreas de desacuerdo entre las dos
organizaciones, fundamentalmente en relación con las enseñanzas adventistas del juicio previo al
advenimiento, el papel y la autoridad de Elena G. de White y el sábado como día de reposo para los
cristianos.

Por ello, y a pesar de las antes mencionadas coincidencias, estos puntos de divergencia se
consideraron lo suficientemente importantes como para no poder estar vinculadas en ningún aspecto
religioso las entidades representativas de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial.

CONCLUSIONES

Sin embargo, los participantes concluyeron que los temas en común permiten que los adventistas y la
AEM cooperen en temas comunes, tales como Sociedades Bíblicas, la libertad religiosa o la ayuda
social.

Al mismo tiempo, se reconoce el derecho e incluso la responsabilidad de todas las iglesias de cooperar
y mantener sus propias enseñanzas doctrinales distintivas; entendiendo siempre que los principios de
la libertad, de la tolerancia, de la voluntad, y del respeto religiosos prevalecen en todos los casos.

Algunas expresiones más del Dr. Martin sobre sus encuentros con los Adventistas a un grupo de
jóvenes pastores adventistas (Febrero de 1989) (El doctor Martin falleció el 26 de junio de ese año)

Se planteó la pregunta sobre la postura del Dr Martin sobre la doctrina del santuario en los encuentros
con los líderes adventistas, en 1957.

El Dr Martin contestó: “Es bueno relatar cuando Gerge Cannon me acompañaba en estas ocasiones
(en las reuniones con los teólogos adventistas). El es profesor de griego en el Seminario de Bethel. En
aquel entonces era profesor de griego y de teología en el Colegio Misionero de Nyack. Tiene un
doctorado en griego del Unión Seminary y es un brillante erudito. Geroge, tal como recuerdo, se fue
mano a mano con el Dr. Heppenstall y el Dr. Murdoch (adventistas). Tomando un Nuevo Testamento en
Griego, iba línea sobre línea a través del texto, y cuando llegaron al punto crucial todo el mundo prestó
cuidadosa atención a lo que decían. El profesor Cannon los miró y dijo: ‘No tiene sentido que
continuemos debatiendo sobre el tema. El texto está claro. En su resurrección Jesucristo entró en el
segundo departamento del santuario, dentro del lugar Santísimo, con su propia sangre, habiendo
obtenido eterna redención a nuestro favor. Eso no podía haber ocurrido, ni ocurrió, en el año 1844’.

Los caballeros continuaron examinando el texto, y el profesor Cannon dijo: ‘El texto dice que entró
dentro del segundo departamento, ¿no es así?’ y el Dr. Heppensall dijo: ‘Sí, Dentro del segundo
departamento, en el lugar Santísimo, con su propia sangre, en la resurrección. El texto lo dice así”.

Murdoch estuvo de acuerdo. Ahora ustedes pueden leer esto de Desmond Ford detalladamente.
Probablemente sea uno de los hombres más instruidos y ciertamente uno de los más brillantes que he
encontrado en el adventismo y en la teología en general. Yo creo que encontrarán en él a un hombre
que ha hecho una obra meritoria y recomendada de exégesis aun en esto; pero eso fue admitido en
ese entonces, en los años 50. Ahora, si leemos la obra Questions on Doctrine sobre este tema,
encontraremos que explicaron clara y profundamente lo que Cristo hizo desde su perspectiva de
clarificación. A mí realmente no me importa si lo quieren llamar ‘clarificar’ o ‘retroceder’: lo importante
es que ustedes vuelvan a la verdad de lo que dice el texto. El punto fundamental es: ¿qué es lo que
dice el texto? No es lo que alguien diga que dice el texto. Ya hemos tenido suficiente de romanismo. Ya
he tenido suficiente de esto cuando me educaba en la iglesia. A mí no me importa lo que alguien opine
acerca del texto. Para eso fue que aprendí lenguas, para enterarme de lo que dice el texto. Y yo sé lo
que dice el texto, y dice que eso no sucedió en el año 1844. ¡De ninguna manera! Ustedes pueden
creerlo si así lo desean, pero en el texto no dice eso. Llamen a eso como quieran, clarificación o
retroceso, pero ciertamente es verdad”.

Un joven pastor adventista le preguntó entonces al Dr. Martin lo siguiente: ¿Cómo es que la iglesia
puede cambiar? Desmond Ford todavía está predicando pero sin las credenciales. Muchos creen que
ha enunciado las verdades de una manera exacta. ¿Será suficiente para nosotros, predicar la verdad
por nosotros mismos, y seguir oficiando entierros, siendo que los jóvenes predicadores Adventistas del
Séptimo Día tienden a inclinarse hacia las posiciones evangélicas, o deberíamos hacer algo más?

(Aclaración mía: Creo que tal vez le temblaban las rodillas al pastor al hacer una pregunta como esta)

El Dr. Martin respondió: “Tú estás en una situación difícil si eres adventista y te encuentras entre la
espada y la pared en relación con la Sra. White y algunas creencias no evangélicas que han sido
aceptadas por la denominación. Posees tus credenciales, tienes tu iglesia, tienes tu ministerio de
enseñanza, fuere lo que fuere o cualquiera que fuere tu función en la iglesia; y la tentación es
permanecer dentro de la iglesia y obrar por un cambio en la iglesia. Esta filosofía ha estado en pie
desde el año 1957 hasta el año 1960 cuando por primera vez comenzó Questions on Doctrine y The
Truth About Seventh-Day Advenstism y ha logrado generar una considerable controversia. Si embargo
tiene que haber, por parte de cada individuo, un momento de verdad, un instante de sometimiento de
una manera o de otra. Esto envuelve a veces grandes pérdidas en perspectivas de tiempo y espacio.
Yo admiro a los pastores Adventistas del Séptimo Día, a aquellos que están en posiciones de
autoridad, a pastores y maestros que han pensado que en buena conciencia no podían aceptar
algunas cosas que previamente habían creído y levantaron la bandera para que todos la pudieran ver.
Personalmente diría que esa decisión fue la correcta. Pero yo no puedo jugar el papel de Espíritu
Santo y de conciencia para los demás. Esa es mi convicción en el asunto. Creo que Ford hizo
exactamente lo que tenía que hacer. Creo que fue algo así como un moderno Martín Lutero”.

V- Conclusión Final.

Yo, Wolfgang Streich, luego de haber nacido en una familia Adventista de 3º generación, y haber sido
miembro por 21 años, y pastor de Misión Global por casi 5 años, creo firmemente, luego de varios
años de haber dejado la denominación, que la Iglesia Adventista nunca va a cambiar. Seguirá siendo
un 80 % evangélica y cristiana, pero un punto teológico afectará siempre a otros puntos, como la
levadura leuda la masa, y eso siempre traerá problemas más serios.
La escatología adventista es ultra recalcitrantemente disparatada, gracias a los dos aspectos que yo
considero la desvían de la Verdad: La doctrina de que Cristo entró en el lugar Santísimo en el cielo el
22 de octubre de 1844 para realizar un “Juicio Investigador”, y todo lo demás fundamentan en la
infalibilidad papal de la profetiza Elena de White.

Todo lo demás, la justificación, la santificación y la glorificación está llena de un Adventismocentrismo


aberrante que contradice la verdad fundamental del Evangelio: Solo Cristo – Cristo es el centro del
todo. Esto va a continuar así posiblemente para siempre, hasta que Cristo venga en Gloria y Majestad.
Es muy humillante para cualquier Adventista Histórico reconocer que su iglesia estuvo equivocada
durante más de una centena de años.

El último año de mi ministerio en la iglesia Adventista (1998) llegó a nuestro campo con bombos y
platillos el libro del Dr. Samuel Koranteng Pipim, “Recibiendo la Palabra”. Ese fue el toque final para
que yo decidiera salir del Adventismo. Allí se presenta la postura de que los que dejamos de creer en
Elena de White, y en la doctrina del Santuario, que somos unos “liberales” de la escuela de la “alta
crítica” y que así como dejamos de creer en las “doctrinas distintivas” tampoco creemos en la fidelidad
de la Biblia. ¡Eso es una falacia!... ¡Eso es una falacia!... ¡Eso es una falacia! Al dejar la iglesia
Adventista Histórica, fue cuando mejor pude estudiar la Biblia, con una lupa, sí, con una lupa para ver
a profundidad lo que dice el texto, y con un borrador, para borrar las estupideces que me enseñaron, y
con auriculares, para no escuchar la voz de las teorías humanas, sino solo la voz de Dios.

Por eso, no soy Adventista del 7º día, Histórico. No creo en la dirigencia de los Adventistas del 7º día.
Son todos dominados por una ciega pasión, temiendo modificar una coma o una tilde a las posturas
históricas de la Sra. Elena White, a pesar de que muchos saben que cosas hay en juego detrás de
todo esto.

Aseguro categóricamente que las escuelas Adventistas, los colegios y Universidades dirigidos por la
Denominación han perdido el rumbo. Más que crear espacios plurales de pensamiento, han creado
sistemas de estructuras mentales por los cuales los jóvenes Adventistas están determinados a creer
solo en lo que enseña la denominación, sin tener la más mínima posibilidad de diferir ni de comparar
sus creencias con las de otros.

Mi anhelo y mi oración es por los Adventistas, que están adentro de la organización. Tanto por los
miembros como por los líderes. Solo un milagro puede abrir sus mentes. Solo un milagro los sacará del
Obscurantismo en que está toda esta organización de cerca de 15 millones de personas.

Muchos me dirán. Pero ¿No tiene acaso la iglesia Adventista las mejores universidades del mundo?
¿No es la iglesia una de las de mayor crecimiento? ¿No ve nuestros sanatorios? ¿Y nuestras casas
editoras? ¿No es eso señal de que Dios nos está bendiciendo?

Yo solo respondo: ¿No tienen los testigos de Jehová un crecimiento similar, y casas editoras similares?
¿No tienen los mormones templos suntuosos en cada barrio del planeta tierra? ¿No tiene el
consumismo catedrales para sus millares de fieles en cada ciudad (shopings, discotecas, y
supermercados)? Acaso ¿Dios no los está bendiciendo a ellos también?

El hace llover sobre justos y sobre injustos. El da el sol a buenos y malos. Pero al final no contará ante
el Trono de Dios el tener tantos colegios, tantos sanatorios, tantas universidades, o tantos seguidores.
La pregunta será “¿Qué has hecho de Jesús el Cristo?” Y “¿Qué has hecho con mi Palabra?”

“Si alguno le añade algo, Dios le añadirá las plagas descritas en este libro. Y si alguno quita palabras
de éste libro de la profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritos
en este libro” Ap 22:18 19

Publicado por Lic. Wolfgang Streich


Mas información: http://adventistaevangelico.blogspot.com/

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