Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Nací en una familia católica, donde la religión y la creencia de Dios era parte del
día a día. Llegué a tener todos los sacramentos de acuerdo con mi edad
(bautizo, primera comunión y confirmación) y asistir semanalmente a misa.
Uno de mis primeros recuerdos en torno a la espiritualidad (4 años de edad,
aproximadamente) es el de mi hermano enseñándome el “Padre Nuestro” para
que me lo aprendiera de memoria y lo rezáramos juntos antes de acostarnos,
ya que dormíamos en la misma pieza. La costumbre de rezar hizo que mi
relación con Dios fuera muy personal, ya que todos los días -además del rezo
exigido- le agregaba agradecimientos detallados por todo lo bueno de mi vida y
del día en sí, además de peticiones para el bienestar de mi familia y de quienes
lo necesitaran (familiares, amigos, conocidos, etc.). En ese sentido, sentía la
plena confianza de hablar con Dios directamente si me sentía aproblemado y
pedir a Él una solución.
Al llegar a la adolescencia, en función de algunas situaciones persistentes en mi
vida, me sentía molesto con Dios, por lo cual participaba exclusivamente de las
ceremonias exigidas (semana santa y navidad). En esta etapa cuestioné la vida y
las creencias. Sentía que había un Ser Superior, pero que había mucho que no
tenía claro.
En mi paso por la universidad, sentía que gracias al estudio y la práctica de mi
profesión lograba conocer con cierta profundidad al mundo, y me maravillaba
encontrar patrones y/o conexiones entre distintos conceptos como la
psicología, el comportamiento humano, el arte, la ingeniería, etc. De cierta
forma, sentía cómo se revelaba HaShem a través del conocimiento académico.
Cómo el ejercicio de llegar a una propuesta nueva a través del diseño era
prácticamente conectarse con una fuente superior y dar a luz algo no visto en
este mundo.
Al momento de conocer Cabalá primero pasé por un proceso de separación del
cristianismo y luego realicé la Apostasía a la Iglesia Católica, con lo cual me
pude considerar un Noájida. Esto no bastó, por lo cual comencé un proceso
lento de acercamiento al judaísmo, donde me encuentro, luego de 11 años
estudiando Cabalá, realizando un proceso de conversión.
En resumen, mi concepción de Dios y mi vida han cambiado, ya que
actualmente me reconozco a mi y al universo entero integrados en HaShem, lo
cual ha eliminado muchas barreras que bloqueaban mi vida y mi felicidad.
2. ¿Como conocí la cábala y que nivel de transformación a nivel personal opero en
mi?
Desde que era pequeño me hice una promesa muy seria: En caso de llegar a los
30 años sin entender el propósito de la vida me iría al Tíbet a estudiar con algún
maestro. Afortunadamente no fue necesario viajar tan lejos ni esperar tanto, ya
que conocí la Cabalá alrededor de mis 23 años a través de mi suegro en aquel
momento, quien fuera un masón que se había unido a un grupo para estudiar
Cabalá con un joven Maestro: Itzhak Pollack. La familia completa terminó
asistiendo a aquel grupo y su hija eventualmente empezó a comentarme sus
estudios, lo cual me impactó completamente, ya que respondía de forma
armoniosa a todos los cuestionamientos y contradicciones que yo veía en este
mundo (¿por qué a los buenos les va mal y a los malos les va bien? ¿Por qué se
acaba el amor? ¿Por qué la felicidad parece ser pasajera? ¿Cómo puede Dios
estar en todos los sitios al mismo tiempo?), además de integrar conceptos
espirituales y místicos simultáneamente. Al no tener los medios para participar
en las clases directamente, comencé a estudiar a través de videos de Bnei Baruj
y tomar prestados los libros que compraba la familia de mi pareja en aquel
momento. Luego comencé a realizar distintos trabajos con los cuales pude
participar directamente de las clases.
Las clases de Itzhak Pollack me impactaron profundamente, ya que uno de los
pilares de las clases era el Musar, además de centrarse en el autoconocimiento
e introspección. Esto hizo cuestionar mi forma de actuar, y sumado a mis
estudios paralelos a través de contenidos web de Jabad y Aish me hizo
modificar de forma radical mi actuar con mi familia y amigos, saliendo de lo
reactivo para adentrarme en el mundo creativo. Este proceso no se ha detenido
y sólo avanza aceleradamente, lo cual a veces agobia, pero el sentimiento de
completitud es algo inigualable.
Mis amistades más cercanas y amigos podrían decir lo distinto que soy hoy
respecto a cuando empecé a estudiar Cabalá. Afortunadamente, el enfoque de
mi primer Maestro fue muy acertado. En términos de dimensiones sefiróticas
podría decir que lo que más ha cambiado es Guevurá y Maljut. Originalmente
tenía exceso de juicio hacia los demás y a mí mismo, lo cual limitaba mi vida en
muchos aspectos, además de generar un nivel de estrés que me provocaba
constantes dolores estomacales. El límite fue cuando me enfermé de hernia
lumbar, lo cual me hizo cuestionar la forma en que estaba llevando mi vida. En
términos de Maljut, en un comienzo tenía problemas profundos respecto a la
interacción con el mundo físico, incluyendo el dinero. A pesar de haber
estudiado en la universidad, notaba que me estaba quedando atrás
económicamente, lo cual nunca me hizo sentir cómodo, pero tenía miedo a
ganar mucho dinero y estaba convencido de que para ganarlo debía trabajar
mucho. Como se podrán dar cuenta, ambas dimensiones se encuentran
relacionadas.
4. ¿Ha encontrado contradicciones entre su educación y la cábala? ¿En que
aspectos? Si los puede describir.
8. ¿Es más feliz a partir del estudio de la cábala o su nivel de felicidad se mantiene
en los mismos niveles que antes de comenzar su estudio? Si puede realizar una
pequeña descripción de su experiencia interior.
9. Desea agregar algún elemento más que no esta considerado en esta encuesta.
Si lo agrega, ¿cual es el motivo por el cual ha agregado este elemento?