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CANNABINOIDES Y CONDUCTA ADICTIVA

Cesar Reyes Jesús


Hernández López Braulio
Morales Zarate Jonathan
Muñoz García Roberto
Nava Barrientos Dulce Claret

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla


Facultad de Ciencias Químicas
Licenciatura en Químico Farmacobiólogo
Herramientas computacionales
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Introducción

Los cannabinoides son compuestos psicoactivos presentes en el cannabis que


actúan en el sistema nervioso a través de receptores específicos de membrana.
Estos receptores están situados en neuronas de muchos circuitos encefálicos,
incluyendo el sistema de recompensa cerebral. Este sistema es clave para entender
la conducta adictiva, y de él forman parte las neuronas, así como algunas neuronas
peptidérgicas de entre las que destacan las neuronas encefalinérgicas.
El consumo de cannabinoides en un alto porcentaje se convierte en una adicción y
provoca un bloqueo cerebral que impide y delimita el modo de aprendizaje, así como
también dificulta el proceso de memorizar y pensar; estos efectos que se adquieren
pueden llegar a ser temporales o definitivas, trayendo consigo más consecuencias
que no sólo afecten al consumidor, si no a las personas que lo rodean.
Se entiende por desarrollo cognitivo a las transformaciones producidas en las
características y las capacidades del pensamiento a través del tiempo. También
hace referencia al conocimiento organizado, pues existe un proceso de aprendizaje.
El termino adaptación es parte de este proceso pues se tiene la capacidad de ajustar
conductas y pensamientos de acuerdo con el contexto en el que se desarrollen los
individuos.
La relación entre los cannabinoides y el desarrollo cognitivo se debe a la
composición psicoactiva de la sustancia que se ingiere y como afecta en el proceso
de aprendizaje, atención e interacción entre la persona que consume y el contexto
en el que debe desarrollarse.
La característica principal del presente trabajo es la descripción de la afectación del
desarrollo cognitivo por la marihuana; las deficiencias que se producen y como
actúa un individuo bajo efectos de la marihuana a corto y largo plazo, de igual
manera la adicción que se crea.
La realización de esta investigación tiene como interés, saber cómo el consumo de
una planta con efectos sobre el cerebro puede alterar un proceso natural de
aprendizaje dado en el crecimiento y desarrollo de una persona; así como también
esas alteraciones se ven reflejadas en el área social.
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¿Cómo es que funciona el cannabinoides en el cerebro y por qué se vuelve


algo adictivo?
En la búsqueda por intentar comprender cómo es que funciona uno de los
componentes principales de algo que perjudica al ser humano, intentará encontrar
cuál es el funcionamiento de este compuesto, además el por qué lo vuelve tan
adictivo hacia las personas y el cómo es que esto afecta de manera directa a nuestro
cerebro.
El consumo de cannabis por parte de adolescentes y adultos jóvenes produce
efectos negativos en su salud biopsicosocial. Esto puede ser temporal ya que esta
sustancia reduce la función cerebral normal y deprime el sistema nervioso central
debido a sus efectos inmediatos, o puede ser permanente, cuando la droga ya ha
causado suficientes daños estructurales graves en el tejido cerebral. La
degradación de la memoria por su uso ocurre porque esta sustancia altera la forma
en que la información es procesada por el hipocampo.
En estudios se han detectado disfunciones en el metabolismo que se encuentran
asociadas a déficits neuropsicológicos de la memoria y aprendizaje, como también
en el control cognitivo y la toma de decisiones.
Investigaciones científicas han demostrado que una persona que fuma diario puede
estar funcionando a un nivel intelectual más bajo la mayoría o todo el tiempo, por lo
tanto, existe una conexión directa entre su uso y malos resultados en la escuela,
malos resultados en el trabajo, malas relaciones con la familia, etc.
La adicción a la marihuana está vinculada con un síndrome de abstinencia leve. Los
que usan marihuana de una forma empedernida han mencionado frecuentemente
sentir irritabilidad, dificultades al dormir, problemas con su temperamento, falta de
apetito, antojos, intranquilidad y/o varias molestias físicas que se presentan más
agudamente entre la primera y la segunda semana después de haber dejado de
usar marihuana.
Las ratas de laboratorio que han sido expuestas a cannabinoides durante la
adolescencia muestran más tarde en la edad adulta una disminución en la respuesta
a la dopamina en el centro de gratificación del cerebro. En la medida que esto se
puede generalizar a los humanos, estos hallazgos podrían ayudar a explicar los
descubrimientos que se han reportado en la mayoría de los estudios
epidemiológicos indicando que el uso de marihuana a una temprana edad
incrementa la propensión a usar drogas y a desarrollar una adicción a otras
sustancias más tarde en sus vidas.
• Analizar las acciones y reacciones de una persona que consume marihuana.
• Identificar la dependencia que se genera por el consumo de cannabinoides.
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Cannabinoides y comportamientos adictivos.


Los modelos experimentales de personas evalúan las propiedades que tienen las
drogas de abuso y permiten comparar la capacidad adictiva de las mismas,
estableciendo grados entre los posibles factores que contribuyen en el refuerzo y la
dependencia, también facilitan la identificación de aquellos mecanismos
neurobiológicos que intervienen en los fenómenos antes mencionados. En este
sentido, los cannabinoides, como el resto de las drogas de abuso, comparten una
serie de características comunes.
Primero, aumentan la recompensa inducida bajo el paradigma conocido como
autoestimulación eléctrica intracraneal (AEIC), este paradigma permite conocer el
umbral de recompensa cerebral que tiene una persona en cada situación
experimental. En 1988 el grupo de Elliot Gardner demostraron con este paradigma,
que las ratas Lewis eran las más sensibles al efecto reforzador del THC a dosis
bajas, de manera que la administración disminuye el citado umbral.
En segundo lugar, está ampliamente constatado por numerosos equipos de
investigación que la administración aguda de agonistas del receptor CB1 aumenta
la activación basal de las neuronas dopaminérgicas de aquellos circuitos
relacionados con el refuerzo y la recompensa, y también lo hace la síntesis, la
liberación basal o la inhibición de la recaptación dopaminérgicas (Poddar y Dewey,
1980; Navarro et al., 1993 y Tanda et al., 1997). Particularmente aumenta la
activación dopaminérgica en la porción del Shell del núcleo accumbens, donde
parece probable que esta ruta neuroquímica actúe como un filtro de entrada.
Hasta hace poco no se había conseguido evaluar que los cannabinoides tuvieran
esa capacidad, sin embargo, parece que el THC tiene efecto apetitivo pero muy
dependiente de la dosis administrada, de modo que con 1 mg/Kg produce un efecto
CLP potente, mientras que, por el contrario, entre las dosis 2 a 4 mg/Kg induce
aversión de manera similar, el efecto del THC es dependiente del tiempo que
transcurre desde el emparejamiento con el entorno y el consumo de THC. En
humanos sucede un fenómeno paralelo, en el que el tiempo y la dosis son factores
determinantes para que el THC tenga efecto condicionante de lugar o aversivo.
(Noyes et al., 1975, Raft et al., 1977 y Laszlo et al, 1981).
Cannabinoides y la dependencia.
Primordialmente los cannabinoides son capaces de inducir tolerancia a los
principales efectos farmacológicos en la mayoría de las especies y también en el
humano. Aunque no se presenta por igual a todos los efectos, existe una tolerancia
cruzada entre los distintos grupos de cannabinoides, pero es mucho más
prolongada que la observada frente a otras drogas de abuso, como la inducida por
los opioides.
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El síndrome de abstinencia aparece como un conjunto de síntomas y signos,


caracterizados por breves secuencias motoras frecuentemente interrumpidas antes
de alcanzar el final de estas en las que se incluyen síntomas como frotamiento facial
y temblor de manos, secuencias de rascado, vocalizaciones, etc.…; y otros
síntomas como potosíes palpebrales, piloerección, diarrea, hipertermia y postura
corporal anómala, no observándose pérdida de peso (Tsou et al., 1995).
Fenómenos de resistencia en los efectos farmacológicos de los cannabinoides, la
gran parte de los efectos agudos registrados después de la administración de
cannabinoides desarrollan resistencia cuando la administración se repite durante un
periodo largo y de manera constante. Esto se ha visto tanto en humanos como
animales de experimentación, y se ha visto para efectos como la inhibición motora,
la hipotermia, la analgésica, y otros efectos.
Realizando esta serie de experimentos se han recabado datos, tales como que la
administración aguda oh crónica (5 días) del cannabinoide a una dosis habitual para
producir efectos psicotrópicos se vuelve notable ya que a partir de aquí el grado de
inhibición motora se reduce significativamente tanto en personas, como a las ratas
de experimentación.
Se ha buscado una explicación de esta tolerancia farmacológica en dos posibles
mecanismos, en primer lugar, se ha propuesto que la tolerancia pudiera ser
metabólica ya que los niveles de esta misma tomada en el plasma de una
administración de 7-14 días se reduzca significativamente comparada con los
niveles tomados tras una administración aguda.
Otra serie de estudios han puesto de manifiesto que la tolerancia farmacológica
para los cannabinoides tiene principalmente una fase farmacodinámica, es decir se
produce como consecuencia de una reducción notable en la densidad, afinidad y/o
eficacia de los receptores CB1 presentes en las regiones cerebrales implicadas en
los efectos farmacológicos de los cannabinoides.
Individuos bajo efectos psicoactivos presentan cambios en el organismo a nivel
mental y físico. El efecto del cannabinoide sobre el cerebro hace que cambie la
percepción y estado de ánimo, presentando alucinaciones de la vida real.
Cuando alguien se encuentra en un estado inconsciente el cerebro no trabaja de la
manera correcta, siendo ahí el momento en el cual inicia el deterioro cognitivo, pues
la persona deja a un lado la lógica y lo correcto, reaccionando y accionando sin
pensar en lo que lo rodea y poniendo en riesgo su integridad y la de los demás.
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Conclusión
Con los datos recabados en la investigación y tomando en cuenta que la principal
razón por la que las personas consumen la marihuana es la búsqueda de placer se
concluye que a pesar de que sea temporal o permanente el daño ocasionado por el
cannabis, afecta de manera significativa en el ámbito social y escolar del individuo,
pues el uso de esta sustancia deprime el sistema nervioso central y reduce en cierta
medida algunas de las funciones cerebrales, llevando a la disminución del contacto
social y de las relaciones interpersonales. Además de las alteraciones metabólicas
que llevan al decrecimiento de la memoria y el aprendizaje, como lo es la forma en
la que el hipocampo procesa la información, también se encontró que existen daños
que contribuyen al deterioro cognitivo, y se produce por el consumo prolongado de
marihuana en el llamado síndrome de abstinencia que implica insomnio e
inapetencia, entre otros efectos.
En este sentido, sabemos que las personas expuestas a cannabinoides en etapas
precoces del desarrollo, desarrollan una mayor vulnerabilidad a los efectos
reforzadores de los opioides, tanto bajo los paradigmas que valoran el
condicionamiento pavloviano, como es el condicionamiento de lugar preferencial
donde resultan más reforzadoras las dosis bajas de THC, como también bajo
modelos animales que valoran el condicionamiento instrumental.
Respecto al comportamiento adictivo que trae consigo el consumo de marihuana se
halló que comparte el mismo mecanismo de adicción que otras drogas, pues da una
recompensa al cerebro, es decir proporciona algún efecto que se busca en una
droga, dar relajación, exaltación u otros activando ciertos receptores del cuerpo que
se encuentran en distintas zonas, de esto depende el efecto que produce, y,
progresivamente y con el uso prolongado crea resistencia al disminuir la eficacia de
los receptores CB1, dificultando la recepción de sus moléculas.
Estos datos, refuerzan la importancia clínica de tener en cuenta las consecuencias
a largo plazo del consumo de cannabinoides y abren una ventana conceptual para
la comprensión del fenómeno de la dependencia a las drogas de abuso, que en el
futuro probablemente proporcione un abordaje terapéutico.
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