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UNIVERSIDAD PRIVADA DOMINGO SAVIO

ESTUDIANTE: SARAI ARCE DOMINGUEZ

DOCENTE: LIC.- LUIS RENE ORTEGA GUTIERREZ

MATERIA: DERECHO LABORAL Y SOCIAL

CARRERA: ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

29 DE MARZO DEL 2022


Los primeros pasos del sindicalismo boliviano Numerosos fueron los intentos, previos
a la revolución de 1952, por estructurar una organización que aglutine a los
trabajadores y sectores populares en Bolivia. En las décadas del veinte y el treinta del
siglo XX, la Federación Obrera Local (FOL), la Federación Obrera del Trabajo (FOT), la
Federación Obrera Sindical (FOS), la Federación Obrera de La Paz (FOL), entre las más
importantes, dieron pasos muy significativos en ese sentido Anarquistas unas, influidas
por distintas vertientes del marxismo, otras, estas centrales sindicales no fueron
solamente espacios de debate ideológico. Sus huelgas y manifestaciones de protesta,
sus movilizaciones y "acciones directas" lograron importantes reivindicaciones para los
sectores populares, como la jornada de ocho horas y derechos laborales y sociales.
Más aún, marcaron la presencia en el país de viejos actores que se transformaban,
como los artesanos; y de nuevos actores que emergían con fuerza, como los
ferroviarios, los gráficos, los obreros de las minas. También lograron aproximarse a un
actor más heterogéneo y que ejercitaba sus propias maneras de resistir la opresión: los
campesinos indígenas. Fueron años de construcción inaugural o fundadora del
sindicalismo, de darle vida y movimiento a esas instituciones, de ganar espacios a la
sociedad dominante, de ejercitar métodos de lucha, de incursionar a tientas en las
esferas de la política nacional y de las decisiones del Estado. Sus lazos de pertenencia
social se afincaron en conceptos como "obrero", "productor", "trabajador"; sus
adversarios fueron los gobiernos de turno, los patrones, el Estado que defendía a éstos
últimos; sus objetivos. no sólo reivindicativos: tuvieron sueños que fueron más allá de
lo meramente coyuntural. Fue una etapa, ante todo, de acumulación de experiencia,
de formación de identidades colectivas y de prácticas corporativas. Así, a pesar de la
existencia de organizaciones que intentaron aglutinar a distintos sectores, de la
organización de los primeros "congresos obreros", de algunas movilizaciones
"generales", lo que primó fue una visión y un accionar sectorialista y no una
perspectiva más global.

Diversos sectores populares y obreros podían tener razones para oponerse a los
grupos que sustentaban al Estado oligárquico, pero 10 - - hicieron sin poder articularse
a partir de un proyecto de sociedad alternativa que exprese los intereses de todos
ellos. Tampoco existió una auténtica "vanguardia", capaz de irradiar a los otros
sectores su perspectiva de clase. La Guerra del Chaco (1932-1935) contribuyó a un
mayor contacto entre distintos sectores populares y a la identificación de un - enemigo
común, la oligarquía minero-terrateniente, pero la represión ejercida contra las
organizaciones laborales y contra los campesinos indígenas desde que se instaurara el
gobierno de Daniel Salamanca en 1931, y durante todo el conflicto bélico, minó en
mucho su capacidad de acción. Por otro lado, se produjo el advenimiento de la
ideología estatista-nacionalista que se manifestó en la esfera gubernamental con el
encumbramiento de los gobiernos del llamado "socialismo militar", ejercidos
sucesivamente por David Toro (1935-1936) y Gennán Busch (1936-1939). Durante esa
etapa, en gran medida fundadora del "nacionalismo revolucionario", militares
imbuidos de nuevas ideas y asesorados por jóvenes intelectuales opositores al sistema
imperante, ensayaron una mayor apertura del Estado a los intereses de los sectores
populares. Con la "sindicalización obligatoria" (1936). se contribuyó decisivamente a la
consolidación y legalización de los sindicatos de las minas y a la aparición de los
primeros sindicatos campesinos, que emergieron en el valle alto de Cochabamba. Con
la dictación del Código del Trabajo (1938), se daba respuesta a los reclamados
derechos laborales. Pero el "socialismo militar". impregnado de una visión
corporativista, intentó subordinadar a las organizaciones sindicales y ponerlas "bajo la
tutela del Estado". Con ese. objetivo, creó la Confederación Sindical de Trabajadores
de Bolivia (CSTB), a la que se incorporaron la mayoría de las organizaciones laborales
del país. Sin embargo, la CSTB no logró frenar el desenvolvimiento "autónomo" de los
sindicatos de base y muy pronto dejó de representar a los sectores obreros que
comenzaban a destacarse por luchas reivindicativas que sobrepasaban los límites del
socialismo militar, principalmente los trabajadores mineros. Retornada la oligarquía al
gobierno desde 1939, fueron justamente los sindicatos mineros los que inauguraron
un nuevo tipo de sindicalismo. Estos, comenzaron a enfrentar a las grandes empresas
estañíferas desde una perspectiva cada vez más clasista y con métodos de lucha que
despertaban su capacidad combativa y una especie de "cultura" del enfrentamiento y
de la "acción directa de masas". La creación de partidos políticos antisistema en los
años de postguerra, como el Partido Obrero Revolucionario (POR). en 1935; el Partido
de 1aIzquierda Revolucionaria (PIR), en 1940; y el Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR), en 1941, añadieron un ingrediente nuevo al desarrollo del
sindicalismo en Bolivia. Todos ellos buscaron penetrar e influir en esas organizaciones
y, en casos extremos, como en el del MNR, convertir a las Federaciones obreras en
"brazos sindicales" de sus organizaciones políticas. Esa fue su intención, cuando, con el
apoyo del presidente nacionalista Gualberto Villarroel (1943-1946). el MNR coadyuvó
directamente en la creación de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de
Bolivia (FSTMB), en junio de 1944

La COB y el sindicalismo revolucionario En el 11 Congreso de la COB, realizado en 1957


unas semanas después del VI11 Congreso de la FSTMB (Pulacayo), dirigentes sindicales
vinculados al POR y al PCB presentaron un documento político que ya había tenido una
amplia aceptación en el congreso minero y que, finalmente, fue aprobado en otro
congreso de ese sector realizado un año después. En ese documento, denominado
"Tareas y Programa del Proletariado Minero", se marcaba, en gran parte, las bases de
lo que posteriormente constituirá la "ideología subyacente" del llamado "sindicalismo
revolucionario". Sobre el papel de la COB, el documento señalaba: "La COB, antes que
co-gobernar, debe desarrollar intensamente su rol político, funcionando como la
organización política obrera de las grandes masas que la revolución necesita para ir
adelante y tomar en sus manos la dirección política de la revolución boliviana (...). La
COB y los sindicatos, por el desarrollo peculiar de nuestra revolución, han
desempeñado un triple rol: organismo sindical. partido político y órgano de poder de
los trabajadores (...por lo que), ha llegado el momento de convertir a la organización
sindical en sustentadora plena del poder, sin intermediación del partido político". Y,
remarcando el rol conductor del proletariado minero, plantearon: "Nosotros somos el
sector más proletarizado, más combativo alrededor de una acción sindical, de un
programa político de clases y por esta razón será de vital importancia que señalemos el
rumbo al que deba marchar la clase trabajadora" (SIDIS). Estas posiciones, no sólo
reivindicaban los principios de la "independencia sindical", sino que, otorgaban a la
FSTMB y a la COB la tarea de desarrollar su propio poder y proyectarlo hacia el Estado.
Así, se daba lugar al nacimiento del "sindicalismo revolucionario", es decir, a un tipo de
sindicalismo que, por un lado. desarrollaba su dimensión política y, por el otro, se
apoyaba principalmente en sus propias fuerzas. En un contexto de gobiernos militares,
inaugurados por el del Gral. René Barrientos Ortuño (1966-1968). fue esta "ideología"
la que permitió a la FSTMB y a la COB, que siguió marchando al ritmo de los mineros,
en actores auténticamente contestatarios y con vocación de poder. Así, cuando
Barrientos intentó imponer nuevamente el Plan Triangular, rebajó salarios. eliminó
definitivamente el control obrero, expulsó mano de obra considerada supernumeraria
y atacó la mayoría de las conquistas sociales obtenidas después del 52, la FSTMB y la
COB reaccionaron con toda fuerza.

Sin embargo, en esas luchas, fue el ala más radicalizada del movimiento minero, el
sindicato de Siglo XX, el que unió a sus luchas reivindicativas una proyección más
política y básicamente afincada en los principios del sindicalismo revolucionario. A ese
campamento minero le tocó soportar la mayor represión, que se tradujo en las
masacres de mayo y septiembre de 1965 y en la de San Juan, del 24 de junio de 1967.
Desde Siglo XX, la radicalización del movimiento minero se fue proyectando al
conjunto de los sindicatos del subsuelo, a la FSTMB y a la COB. Esta última, conducida
por Lechín, fue también blanco de la represión banientista, que incluso utilizó al
movimiento campesino amarrado por el pacto militar-campesino para debilitarla. Otra
vez, su capacidad de resistencia, de sobreponerse a la represión, de hacer funcionar
sindicatos "clandestinos", de engendrar nuevos dirigentes, de enfrentarse
militarmente a un ejército mucho más poderoso que sus propias fuerzas. de muestras
permanentes de heroismo y sacrificio. proyectó al movimiento minero como la
vanguardia del movimiento obrero y popular. En ese periodo, el enriquecimiento y la
ampliación de los elementos constitutivos del sindicalismo revolucionario fueron
afirmándose al "calor de la lucha" y a medida en que el Estado representado por los
militares y, para los mineros también por la COMIBOL, fuera percibido como un
adversario irreconciliable. Desde mediados de la década de los sesentas, el concepto
de "sindicalismo revolucionario" comenzó a ser usado constantemente en los
documentos obreros y en la jerga de los dirigentes y los sindicatos. A partir de la
consulta de documentos escritos de todo tipo y de grabaciones de asambleas.
congresos y otros, conservados en las radios mineras, logré extraer algunos de los
significados más recurrentes de lo que los obreros entendían cuando se referían a ese
concepto ordenador de sus orientaciones ideológicas y de su accionar. Entre éstos,
podemos citar:
1) La "democracia sindical", que tenía como principio básico la participación política
pluralista al interior de los sindicatos y la búsqueda de consenso para preservar por
encima de toda divergencia ideológica la cohesión y unidad obrera. Además, la amplia
participación de las bases en la toma de decisiones a través principalmente del
asambleismo.

2) La independencia de clase, que se tradujo en percibir a los sindicatos como "órganos


de poder" contestatarios que podían obtener de manera autónoma sus propios fines,
sociales y políticos.

3) La conciencia de "vanguardia" que señalaba que los mineros estaban llamados a


conducir o vanguardizar a los otros sectores en pos de sus aspiraciones revolucionarias
y transformadoras. Los partidos políticos sólo eran importantes si se subordinaban al
movimiento obrero, es decir, eran vistos como simples instrumentos de sus
aspiraciones de clase.

4) La "acción directa de masas", que eliminaba toda posibilidad de negociación y10


conciliación con sus adversarios y privilegiaba el enfrentamiento como camino para
obtener sus reivindicaciones.

5) La tesis insurreccionalista. que consideraba que repitiendo lo que el pueblo había


hecho en abril del 52 era posible que los obreros tomaran el poder. La huelga general e
indefinida era el punto de partida.

LA COB AGONICA

La "prueba de fuego" del sindicalismo revolucionario La reorganización de la COB


durante los gobiernos de Adolfo Siles Salinas (1968-1969) y el Gral. Alfredo Ovando
Candia (1969- 1970). que dieron garantías al desenvolvimiento de la actividad sindical,
estuvo nuevamente marcada por la dinámica de los sindicatos mineros, que fueron los
que más efectiva y rápidamente aprovecharon esa coyuntura. Enorgullecido y
acrecentado socialmente por el papel que cumplió como vanguardia de la resistencia
al gobierno militar de Barrientos, el movimiento minero convocó a un histórico
congreso, en abril de 1970, en el que se autodefinió como el sector llamado a dar las
pautas ideológicas y políticas para el desenvolvimiento futuro del movimiento obrero y
popular en su conjunto. Y fue así, pues la "tesis socialista" que se aprobara en ese
congreso, pronto fue refrendada por el V Congreso de la COB. de mayo de 1970, y
convertida en el documento percibido como fundador de una nueva etapa de su
historia.

La crisis del sindicalismo revolucionario. Sin duda, la derrota de la Asamblea Popular no


significó la desaparici6n del movimiento obrero aglutinado por la COB y hegemonizado
por los mineros, ni mucho menos. Este mostró importantes signos de vitalidad cuando
se enfrentó a las medidas antipopulares y a la represi6n político-sindical de los años de
la dictadura banzerista, cuando contribuyó decisivamente al retorno de la democracia,
cuando se movilizó heroicamente contra los golpes de estado de Alberto Natusch
Busch (1979) y García Meza (1980), o cuando durante el gobierno de la UDP se colocó
en la oposición a esta alianza de centro izquierda. Las características del
desenvolvimiento del movimiento minero y de la COB durante la década de los
setentas y, principalmente de los ochentas, han sido ampliamente estudiadas por
cuentistas sociales y políticos, que han arribado a diferentes conclusiones que
intentaron explicar desde ahí su crisis posterior. No pretendo volver sobre esos pasos,
pues creo que mucho de lo que se ha dicho y escrito, explica bastante certeramente la
posterior agonía de la COB, que hoy en día se expresa aún más definitivamente. Sin
embargo, las páginas anteriores no tuvieran sentido si no afirmara ahora que, en
realidad, lo que verdaderamente condujo al movimiento minero y a la COB a enfrentar
una profunda crisis, fue el desmoronamiento de las bases constitutivas del sindicalismo
revolucionario, es decir, cuando esos principios no lograron proyectar más el poder
obrero al conjunto de la sociedad boliviana. Es más, cuando estos principios
provocaron sucesivas derrotas al movimiento obrero, al salir a la luz sus limitaciones.
Por otro lado, el desmoronamiento de esos principios comenzó con la derrota de la
Asamblea Popular, se profundizó durante la dictadura del Gral. Banzer y fueron
heridos de muerte bajo la UDP, es decir. bastante antes de que el 21 060, decreto que
a veces es colocado como el punto de partida de la crisis del movimiento obrero, fuera
dictado. Sin duda, este fue solamente la estocada final a un movimiento social que ya
no se encontraba a sí mismo, que había dejado poco a poco de ser lo que fue, que
había abandonado sus "lógicas sindicales", por las "lógicas partidarias" y que no había
podido imaginar una otra manera de ser capaz de superar sus viejas limitaciones.
CONCLUSIONES

En el lapso de poco más de un siglo, 1880-2000, los trabajadores mineros han


soportado, con resultados diversos, dos procesos de modernización. El primero creó al
filo del siglo XIX el moderno proletariado y expandió el número de trabajadores. Para
ello desestructuró el anterior modo de vida preindustrial. al introducir el control del
tiempo y del trabajo. La resistencia laboral al capitalismo recientemente implantado,
en el marco de un sistema productivo disciplinario, condujo a la organización laboral. A
una cultura solidaria y a una ciudadanía mediada por sindicatos que contaban con gran
legitimidad social. El segundo, en cambio, desarmó al filo del siglo XX físicamente al
proletariado. El antiguo modo de ser también evidenció una tal trasformación. Los
mineros perdieron centralidad y capacidad de irradiación, desapareció el sindicalismo,
se fragmentó la identidad grupa1 y emergió una voluntad dispersa, desconfiada e
individualista.

CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO

DEL CONTRATO COLECTIVO

Artículo 17°.- Contrato colectivo de trabajo es el convenio celebrado entre uno o más


patronos y un sindicato, federación o confederación o sindicatos de trabajadores, con
el objeto de determinar condiciones generales del trabajo o de reglamentarlo.

Artículo 18°.- El contrato colectivo de trabajo deberá ser obligatoriamente celebrado


por escrito y registrado ante el Inspector del Trabajo.

Artículo 19°.- Sólo los sindicatos, federaciones o confederaciones de sindicatos de


trabajadores, con personería jurídica reconocida por el Supremo Gobierno y
organizados de acuerdo a la Ley General del Trabajo y al presente Reglamento, podrán
suscribir válidamente contratos colectivos.

Artículo 20°.- La representación de todo sindicato, federación o confederación de


sindicatos de trabajadores será ejercida conforme a sus estatutos.

HUELGA y el LOCK OUT


Caracterizar las particularidades del Derecho Laboral Boliviano, referente a la HUELGA
y el LOCK OUT identificando su estructura normativa, se trata de un análisis descriptivo
y objetivo con el cual se intenta aportar al mejor conocimiento del derecho de huelga.
Y anticipamos el tema al escribir que la huelga es un derecho.

MARCO HISTÓRICO

La primera huelga de la historia comenzó el 14 de noviembre de 1152 a.C. y tuvo lugar


durante el reinado de Ramsés III, cuando sesenta artesanos se negaron a realizar su
trabajo en el Valle de los Reyes. Eran picapedreros, carpinteros y dibujantes que,
guiados por el escriba Paturere y dos contramaestres, reclamaron el salario alimenticio
que no habían recibido durante el último mes. Sentados ante la puerta del templo,
clamaron: '"Tenemos hambre y sed". Tras tres días de huelga, por fin recibieron del
visir 50 sacos de trigo.

El derecho de huelga fue reconocido por primera vez en 1864, en Inglaterra, y


constituye en la actualidad uno de los derechos inalienables del hombre reconocidos
por la ONU y gran número de países. Huelgas que han pasado a la historia son la de
1886 en Chicago, por la jornada de ocho horas, la de 1905 en San Petersburgo, de
carácter insurreccional; las revolucionarias de 1917 y 1920, en España y Alemania
respectivamente; la de 1946 en la General Motors de EE.UU., que duró casi un año, y la
de mayo de 1968 en Francia.

En Bolivia la organización sindical se conformó con la Confederación Sindical de


Trabajadores de Bolivia (CSTB) afiliada en la Confederación de Trabajadores de
América Latina (CTAL) aunque nunca había llegado a tener un real poder de
convocatoria entre los trabajadores.

En 1952, apenas 4 días del triunfo de los trabajadores sobre el ejército. Se convocó a
esta reunión por los mineros y se realizó bajo la conducción de su secretario ejecutivo
Juan Lechin Oquendo.

Su primer documento de orientación ideológica proclamaba la lucha por la


nacionalización de las minas, los ferrocarriles y la reforma agraria, declaraba la
independencia política de la COB a nivel nacional e internacional y pedía al gobierno la
derogación de las leyes anti obreras.
Estos procesos de apertura económica han sido devastadores para el derecho
colectivo del trabajo, especialmente, para la Libertad Sindical (derecho de asociación
sindical, derecho de negociación colectiva y derecho de huelga) donde se encuentra el
triángulo indisociable como dice el Profesor Mario de la Cueva y que se cimentó en el
siglo XIX y XX con las luchas sociales por mejores condiciones de trabajo.

MARCO CONCEPTUAL

LA HUELGA

Puede definirse como toda perturbación producida en el proceso productivo y


principalmente la cesación temporal del trabajo, acordado por los trabajadores, para la
defensa y promoción de un objetivo laboral o socioeconómico.

Es la suspensión pacífica de labores por los trabajadores, vez agotado el procedimiento


legal con el fin de lograr el reconocimiento, ciertas pretensiones o demandas para
alcanzar mejores condiciones de trabajo , ésta actitud obliga a renegociar el pliego de
peticiones. Todo acto de manifestación de hostilidad contra las personas o la
propiedad, cae dentro de Ley Penal al tenor del Art. 117 de la LG.T.

Lock Out

El cierre o paro patronal, también conocido por su nombre inglés de lockout


(literalmente "cerrar y dejar fuera" , expresión utilizada en inglés para referirse al
apagado o puesta fuera de servicio de una máquina. Los requisitos para su
procedencia eran significativamente simples y favorables al patrón, en comparación
con los exigidos a los obreros para ejercer el derecho de huelga.

El lock out

El lock out (palabra inglesa que significa cerrar a alguien la puerta) es el cierre de una o
varias unidades de producción por los patrones para obligar a los obreros y empleados
a que acepten las decisiones que tratan de imponer.

El cierre patronal o lock out se opone a la huelga por varios rasgos:

Es una iniciativa o respuesta del patrón.


No implica coalición.

Puede en efecto llevarse a cabo en una sola empresa que pertenezca a un solo patrón.

Se distinguen varios tipos de lock out, según:

Su motivación Lock out de represalias, para responder a una huelga o a movimientos


reinvindicativos (el tipo más frecuente).

Lock out preventivo, de intimidación, para prevenir una huelga o para excluir del
personal a ciertos elementos considerados como indeseables.

Su extensión y modalidades.

Los out aislado, parcial, lock out de solidaridad, lock out colectivo.

Régimen jurídico: En Francia, el lock out es lícito a partir de la ley del 25 de mayo de
1864 que derogó el artículo 414 del Código Penal que prohibía la "coalición patronal".
De hecho la jurisprudencia, aunque continuó admitiendo la legitimidad del
procedimiento, subordina su licitud a ciertas condiciones: no prohibición por un
convenio colectivo, validez de fines (un lock out que trate de atacar la libertad sindical
es ilícito), recurso previo a los procedimientos de conciliación (acerca de este punto, la
jurisprudencia es menos homogénea). El lock out suspende pero no rompe el contrato
de trabajo, salvo que vaya acompañado - caso frecuente - de despido. En dicho caso,
salvo que la falta cometida por el despido sea grave, dará lugar a las indemnizaciones
previstas en caso de ruptura abusiva.

El Lock Out

O paro empresarial, es un recurso patronal inmerso en el Art. 116 de la L.G.T. que,


faculta a los empleadores cuando las disposiciones del laudo arbitral son contrarias a
sus intereses; y éstos deciden cerrar el centro laboral afectado, tienen que comunicar
por escrito a la inspectoría del trabajo, fundamentando las razones que determinan la
adopción de tal recurso legal y especificando el tiempo de clausura del mismo,
adjuntando también la nómina de trabajadores que quedarán cesantes.

Prohibición en el Sector Público


A1 ser los empleados públicos de unidades centralizadas representantes directos del
Estado el Art. 118 de la I,.G.T. y D.S. 1958, de 16-03-50, prohíben terminantemente la
suspensión de actividades en los servicios de carácter público. Su contravención está
sancionada penalmente.

Bolivia: Ley Nº 316, 11 de diciembre de 2012

Disposición final

Artículo Único.- Los procesos penales pendientes seguidos por la comisión de los
delitos previstos en los Artículos 232 (Sabotaje) y 234 (Lock-Out, Huelgas y Paros
Ilegales) del Código Penal, se sujetarán a la aplicación de la norma penal más
favorable, de acuerdo a lo previsto en el segundo párrafo del Artículo 4 del Código
Penal.

Decreto de 23 de agosto de 1943, reglamentario de la ley general del trabajo. (en su


tenor actualizado hasta 1992).

CAPITULO II DE LA HUELGA Y EL LOCK-OUT

 Art. 159. Fracasadas las gestiones de conciliación y arbitraje, los trabajadores podrán


declarar la huelga y los patronos el cierre de fábricas o establecimientos o lock-out, a
condición de que la resolución se tome por lo menos por las 3/4 partes de los
trabajadores o patronos interesados, respectivamente.

Art. 160. No podrá declararse la huelga o el Lock-out antes del vencimiento del plazo
para la denuncia del contrato colectivo, si dicho plazo se hubiera estipulado.

Art. 161. Declarada la huelga, los trabajadores comunicarán a la Inspección del Trabajo


la composición del Comité Huelguista responsable, encargado de dar cuenta a los
asociados o al resto del personal del desarrollo del movimiento y de actuar como
intermediario entre los patronos y el personal en huelga.

Art. 162. La huelga sólo comprende la suspensión pacífica del trabajo. En


consecuencia, constituyen delitos contra la libertad de trabajo y de la industria:

a) La presión por medio de amenazas, ejercida sobre el trabajador por el patrono, el


sindicato o la federación;
b) Todo acto tendiente a destruir o que destruye los materiales, instrumentos o
productos del trabajo o mercaderías, o disminuya su valor o les causa deterioro. Dichos
delitos serán castigados con arreglo a las leyes penales.

Despenalización de la huelga

La Ley Nº 316 de 11 de diciembre de 2012 tiene por objeto la despenalización del


derecho de huelga y la protección del fuero sindical, en virtud de la modificación e
incorporación del parágrafo II. al artículo 232 del Código Penal, eximiendo de
responsabilidad penal a la dirigente y el dirigente sindical o la trabajadora o trabajador
que dentro de un conflicto y en el ejercicio del derecho de huelga, ingrese
pacíficamente a establecimientos industriales, agrícolas o mineros, en defensa de los
intereses laborales o conquistas sociales.

Por otro lado, se deroga el artículo 234 del Código Penal, disponiendo que los procesos
penales pendientes, seguidos por la comisión de los delitos previstos en los artículos
232 (sabotaje) y 234 (Lock Out, Huelgas y Paros Ilegales) del Código Penal, se sujetarán
a la aplicación de la norma penal más favorable, de acuerdo a lo previsto en el segundo
párrafo del artículo 4 del Código Penal. Es así que, el 19 de agosto de 2019 la Fiscalía
General del Estado Plurinacional de Bolivia emite el Instructivo FGE/JLP Nº 187/2019,
disponiendo la aplicación de criterios y directrices de aplicación de la Ley Nº 316 en
favor de la clase trabajadora, en razón de la facultad otorgada al Ministerio Público,
por el artículo 226 parágrafo I. de la Constitución Política del Estado, así como de los
artículos 2, 7 y 30 numerales 2), 7) y 9), además del artículo 49 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, instruyendo en consecuencia al Fiscal General: Aplicar
favorablemente dentro de un proceso penal o una denuncia, querella o informe de
acción directa posterior, cuando el sujeto activo es un dirigente sindical o trabajador
para su posible exención de responsabilidad. Asimismo aplicar de manera objetiva con
relación a las circunstancias de que el hecho no está tipificado como delito.

Por otra parte, se debe analizar objetiva y prioritariamente los casos en que se
presente denuncia, querella o informes de acción directa por el delito de
desobediencia a Resoluciones en Acciones de Defensa y de Inconstitucionalidad, cuyas
víctimas sean trabajadores que aleguen incumplimiento de sentencias o laudos
arbitrales a su favor.

Finalmente, se instruye a los fiscales departamentales realizar la supervisión, control y


seguimiento a los procesos que se tengan aperturados por causas referidas a los
puntos anteriores, garantizando el debido proceso, los derechos y garantías de los
trabajadores para la resolución pronta y oportuna de los casos determinados.

DERECHO CONSTITUCIONAL

Las medidas de conflicto colectivo a cuya adopción se reconoce un derecho a los


empresarios tienen necesariamente que entenderse como comprensivas del cierre
patronal o lock-out. La expresión es desde luego desafortunada, pues, aparte de que
procura la interpretación extensiva, inadmisible en un contexto de conflictos laborales,
su eufemismo reproduce muy bien el del régimen constitucional anterior en estas
materias, régimen, por otro lado, con el que tan resueltamente se quiso «romper».

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