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¿Cómo imagino al Perú en el año 2050?

Manifiesto Futurista Perú 2050.

Las cosas habrán cambiado, Perú un país donde emerge la cosmivisión histórica del
Tahuantisuyo. Sucede lo que muchos podríamos haber imaginado sobre el futuro de
nuestra sociedad peruana, ya desde el 2030 las cosas toman un giro duro y abrupto
para la nación. Tras los consecutivos enfrentamientos entre las organizaciones
criminales que fueron disputando el poder a través de la fachada de un partido político,
se generan desmanes por pugnar el poder en el gobierno del 2026, tras una segunda
vuelta muy reñida entre dos bandos extremos. Una población ardida del desempleo, la
falta de integridad cultural y la inequidad educativa se viene encima con los resultados
de los organismos electorales quienes emiten los resultados, anunciando al electo
mandatario. Y las masas explotan.

Así se vienen años duros que podrían favorecer a una guerra civil que en paralelo
se vive en diferentes países de la región de Latinoamérica. Pasarán los años,
décadas que por fin a mediados del año 2050 se avizoraría un cambio estructural
que nos costará aprender para evolucionar como región continental. Reconstruir
nuestra identidad cultural dejando cicatrizar la herida sociopolítica que nos
dividía, pero que fue regenerándose la herida con las nuevas generaciones
venideras tras superar las así conocidas trampas del desarrollo.
Estas trampas del desarrollo fue reconocida por la ciudadanía desde años
anteriores al 2050, entre ellas como por ejemplo que la pobreza no es más que
un engaño cultural y estructural porque se le vendía la idea a las personas con
escasos recursos monetarios que podían (si así quisieran) ahorrar y así
progresar, pero a su vez se les entregaba créditos para comprar lo que ellos
quisiesen así terminaban en deudas que no sabían como resolver ya que el
mismo estado nunca se preocupaba de educar a sus ciudadanos, precisamente,
por ello esta trampa se convertía en un circulo vicioso.
Muchos vivieron así hasta el 2030, hasta la gran explosión cultural que azotó a
toda Latinoamérica. Durante 30 años se vivió una ola revolucionaría en
tecnologías emergentes que se dieron a conocer en base a la acción ciudadana
colectiva, estas tecnologías se introdujeron al momento de que la población no
confiaba más en el sistema gubernamental incluyendo las entidades del estado
como el ministerio de salud. Las invenciones tecnológicas cimentaron las bases
de un multigobierno regional que impulsaría la reforma sociopolítica del Perú al
2050 introduciendo el poder de la data.
Así es como avizoro mi Perú, un país con un gran potencial capaz de alcanzar y
superar sus expectativas, donde las personas con han podido redistribuir el
poder político y económico siendo capaces de acceder a una tecnología muy
avanzada, como aparatos inteligentes que serán controlados sin mover un solo
dedo (de forma psíquica), vehículos inteligentes donde la inteligencia artificial
estará unida a la robótica, la realidad aumenta será extendida por el metaverso
y solo en dicho espacio inmersivo existirán las transacciones con los billetes
virtuales cambiados por bancos encriptados en el ciberespacio. Por ende, no
habrá más desempleo en la sociedad del 2050 quedando atrás la pobreza
porque quien trabaje será por puro placer de expresar su máximo potencial de
cada peruano, cediéndole el trabajo pesado y administrativo a las criaturas
virtuales y robots automatizados que servirán a las comunidades integradas en
los diferentes oficios de productividad.
La corrupción ya no será un problema sociopolítico, no quiere decir que no exista,
sino que podrá ser un proceso rápidamente identificado y sancionado para una
mejora continua en la población, ya que se contará con un proceso inteligente
que regule el desequilibrio de poderes haciéndolos más transparentes y
equitativos con la redistribución de la riqueza pública. Inclusive las elecciones
serán no una serie de promesas por cumplir, más bien se propondrán una serie
de indicadores por alcanzar donde los ciudadanos tendrán una gobernanza
reciproca con las autoridades participativas, haciendo una gestión
gubernamental de inteligencias colectivas.
Asimismo, la salud pública podrá ser potenciada con la telemedicina sin fronteras
donde los mejores médicos del país podrán integrar su visión clínica con la
cosmovisión propia del lugar del paciente a través de una medicina
personalizada. Cuyo registro sería el código del genoma de cada individuo, así
cada ciudadano sabría de antemano a que enfermedades será susceptible,
acogiéndose a planes preventivos diseñados por el mismo ministerio de salud
de aquella época futura.
La contaminación ambiental que fuera en otrora un gran problema de la
industrialización y malos hábitos ciudadanos, pues para el 2050 existirá un
verdadero cambio radical de consciencia ambiental. Debido en especial por
impulsar el uso de energías circulares de autoabastecimiento, donde cada
agrupación urbana podría desarrollar sus propias fuentes de energías
renovables no dependiente de monopolios industriales. Trabajando una
agricultura de la mano con robots granjeros, así la población se dedique a cultivar
su propia autorrealización vocacional en un país más justo e integrador,
Para lograr un país así solo será posible comprendiendo nuestras diferencias,
reconociendo nuestra fragmentación cultural que aún se mantiene cual costra
sangrante que pasará por un proceso cicatrizante donde nos dolerá mucho como
nación, pero será necesario para lograr la consolidación de una nación soberana,
respetuosa de su pasado y venturosa de su futuro.
Augurio un Perú como potencia mundial rico en oportunidades aprovechadas por
su gente y para el resto del mundo. Ese es el país que veo y construiré.

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