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Porque no todo estará perdido, aunque…

Todo lo acontecido no es más que el resultado de la educación paupérrima que tenemos


estructurada desde el estado a través de la malla curricular, impartida a muchos que hemos
crecido aprendiendo en un colegio fiscal. Escaza calidad refleja un bajo rendimiento escolar,
resultado de una burda inversión en educación (el más bajo gasto público por % del PBI), lo
que nos SIGUE ubicando en los últimos puestos de la prueba PISA a comparación de países de
la región, sin embargo, esto lo padecen con mayor frustración departamentos como
Huancavelica cuyo NSE-E es casi el 83% (desde el 2016) o Cajamarca que registró en el censo
2017 una de las tasas más elevadas de analfabetismo con un 14.8%, junto con Huancavelica
(17.7%) y Apurímac (16.8%). Entonces, no es acaso esta inestabilidad política el resultado de
un sistema parasitario que se sostiene de este círculo vicioso de corrupción institucional donde
incuban a personajes como Castillo (de Cajamarca) o Patricia Benavides (de Huancavelica) ¿y
qué tienen en común estos dos?: sus orígenes académicos como U. Cesar Vallejo y Alas
Peruanas, respectivamente. Ambas universidades con una calidad académica deficiente o nula,
amparan a estos personajes que se caracterizan por una educación precaria en su formación
escolar (debido a las carencias propias de sus regiones). Son ellos el reflejo de lo que hemos
cultivado como ESTADO-NACIÓN, a lo largo de nuestra evolución republicana y ahora en pleno
2022 ¿nos sorprendemos por las muertes ocurridas tras el infortunio golpe de estado? Todo lo
contrario, ¡celebramos! Cual patética imagen de los congresistas post votación de la icónica
vacancia donde hasta el mismo Ed Málaga (la falsa promesa de un científico en la política) que
se atrevió unirse al absurdo festejo con sus colegas congresistas, en fin, todos vivimos esta
crisis histórica de polarización, la cual hoy se reabren sangrantes las heridas del terrorismo por
la matanza celebrada por muchos.... y sí, tanto que hasta mi propio vecino u otro cualquier
citadino la vive cual mundial de fútbol alentando a los milicos arengando la muerte de otros
por excusarse con el terruqueo, al final del día la muerte de tantos revoltosos no importa con
tal que no arruinen mi felicidad, mi navidad, mi vulnerabilidad social. Así es, así será aún por
unos años más en este país que llamamos Perú. Y si, por unos años más los nadies, los ninis, los
marginales seguirán resistiendo hasta el punto que todo el conflicto social sudamericano
precipite al colapso socio-económico-cultural (a puertas del 2030). Así como hoy, se repite lo
acontecido un 28 de Julio del 2000 donde el gobierno fujimorista SEMBRÓ la violencia y el caos
incendiando el Banco de la Nación atribuyéndosele a la jornada de protesta de la “Marcha de
los Cuatro Suyos”. No señores, aquí no se trata de izquierdas o derechas (es lo más estúpido
que uno puede creer, las narrativas patrióticas), cuando en realidad es que nuestro país vive
atado desde su independencia a la injerencia de inversionistas extranjeros (irónicamente,
siendo la emancipación la primera deuda que nos impone el sistema capitalista, en otrora
feudalista) y lo sabemos todos. La famosa inversión privada extranjera que tecnifica la
explotación a nuestros recursos naturales, ellos siempre han sido los dueños de este espacio
Sudamericano y de otros más. Estos monopolizadores hacen transa con nuestras autoridades
indiferentes por años, pues es el factor crítico en todo este embrollo, desde los tiempos del
incanato con la tara mental de un último inca traidor que por su envidia cayó preso de su
ambición terminando derrotado por los españoles saqueadores (de aquel entonces), que luego
de tanto tiempo se sigue repitiendo la cíclica historia de envidia y traición de nuestras
autoridades llamados “padres de la patria”. No señores, ellos ni nadie nos solucionará la
precariedad que vivimos en la educación sino nuestra insistente AUTOGESTIÓN, pues no hay
más que practicar una cultura de PENSAR EN LOCAL ¡no hay más! Cada pueblo o caserío, cada
barrio o centro poblado o familia nuclear son la clave de la sostenibilidad, tengo esperanza de
que quien entienda estas palabras sabrá que esto es la consigna para resistir y superar la
desigualdad e indiferencia que vivimos ya que nunca cambiará por parte de ellos (los
"macroeconomistas"), pero si existe la solución y es un cambio que nace desde lo local. Hay
ejemplos que se viene dando como el modelo COAR y demás iniciativas afines a la justicia
educativa y crecimiento comunitario microeconómico (la economía del sumak kawsay), porque
sin este factor educacional jamás saldremos del pozo que aún estamos como sociedad, como
país, viviendo el lastre de commodities infravalorados cual migajas negocian por regalías que
nunca son invertidas en educación, CyT, innovación, arte y cultura, etc. Fuerza y resiliencia
¡PIENSA EN LOCAL!

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