Está en la página 1de 10

Capitulación de

Ayacucho
La Capitulación de Ayacucho es el tratado firmado por el jefe del estado mayor José de
Canterac y el General Antonio José de Sucre después de la batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de
1824. Por la capitulación de Ayacucho los españoles reconocieron la Independencia del Perú. Así llegó a su
fin 17 años de lucha sangrienta por la independencia de América del Sur.

En esta capitulación se acordó lo siguiente:

1º Reconocimiento pleno de la Independencia del Perú por parte de España.


2º Entrega de las plazas tomadas por los españoles al ejército libertador, con todos los elementos
militares como armas, piezas de artillería, etc. Esto incluía también el puerto del Callao.
3º Se daría libertad a los prisioneros españoles y el gobierno peruano se comprometía a pagarles
el viaje de regreso a su patria.
4º Se respetaría la propiedad de los españoles radicados en el Perú.
5º El gobierno del Perú se comprometía a reconocer la deuda por el gobierno español.

La Batalla de Ayacucho significó el fin de la dominación española en América.

on José Canterac, teniente general


de los reales ejércitos de S. M. C.,
encargado del mando
superior del Perú por haber sido
herido y prisionero en la batalla de
este día el excelentísimo
señor virrey don José de La Serna,
habiendo oído a los señores
generales y jefes que se
reunieron después que, el ejército
español, llenando en todos sentidos
cuanto ha exigido la
reputación de sus armas en la
sangrienta jornada de Ayacucho y
en toda la guerra del Perú, ha
tenido que ceder el campo a las
tropas independientes; y debiendo
conciliar a un tiempo el
honor a los restos de estas fuerzas,
con la disminución de los males del
país, he creído
conveniente proponer y ajustar con
el señor general de división de la
República de Colombia,
Antonio José de Sucre, comandante
en jefe del ejército unido libertador
del Perú, las
condiciones que contienen los
artículos siguientes:
on José Canterac, teniente general
de los reales ejércitos de S. M. C.,
encargado del mando
superior del Perú por haber sido
herido y prisionero en la batalla de
este día el excelentísimo
señor virrey don José de La Serna,
habiendo oído a los señores
generales y jefes que se
reunieron después que, el ejército
español, llenando en todos sentidos
cuanto ha exigido la
reputación de sus armas en la
sangrienta jornada de Ayacucho y
en toda la guerra del Perú, ha
tenido que ceder el campo a las
tropas independientes; y debiendo
conciliar a un tiempo el
honor a los restos de estas fuerzas,
con la disminución de los males del
país, he creído
conveniente proponer y ajustar con
el señor general de división de la
República de Colombia,
Antonio José de Sucre, comandante
en jefe del ejército unido libertador
del Perú, las
condiciones que contienen los
artículos siguientes:
Don José Canterac, teniente general
de los reales ejércitos de S. M. C.,
encargado del mando
superior del Perú por haber sido
herido y prisionero en la batalla de
este día el excelentísimo
señor virrey don José de La Serna,
habiendo oído a los señores
generales y jefes que se
reunieron después que, el ejército
español, llenando en todos sentidos
cuanto ha exigido la
reputación de sus armas en la
sangrienta jornada de Ayacucho y
en toda la guerra del Perú, ha
tenido que ceder el campo a las
tropas independientes; y debiendo
conciliar a un tiempo el
honor a los restos de estas fuerzas,
con la disminución de los males del
país, he creído
conveniente proponer y ajustar con
el señor general de división de la
República de Colombia,
Antonio José de Sucre, comandante
en jefe del ejército unido libertador
del Perú, las
condiciones que contienen los
artículos siguientes
Don José Canterac, teniente general
de los reales ejércitos de S. M. C.,
encargado del mando
superior del Perú por haber sido
herido y prisionero en la batalla de
este día el excelentísimo
señor virrey don José de La Serna,
habiendo oído a los señores
generales y jefes que se
reunieron después que, el ejército
español, llenando en todos sentidos
cuanto ha exigido la
reputación de sus armas en la
sangrienta jornada de Ayacucho y
en toda la guerra del Perú, ha
tenido que ceder el campo a las
tropas independientes; y debiendo
conciliar a un tiempo el
honor a los restos de estas fuerzas,
con la disminución de los males del
país, he creído
conveniente proponer y ajustar con
el señor general de división de la
República de Colombia,
Antonio José de Sucre, comandante
en jefe del ejército unido libertador
del Perú, las
condiciones que contienen los
artículos siguientes
Don José Canterac, teniente general
de los reales ejércitos de S. M. C.,
encargado del mando
superior del Perú por haber sido
herido y prisionero en la batalla de
este día el excelentísimo
señor virrey don José de La Serna,
habiendo oído a los señores
generales y jefes que se
reunieron después que, el ejército
español, llenando en todos sentidos
cuanto ha exigido la
reputación de sus armas en la
sangrienta jornada de Ayacucho y
en toda la guerra del Perú, ha
tenido que ceder el campo a las
tropas independientes; y debiendo
conciliar a un tiempo el
honor a los restos de estas fuerzas,
con la disminución de los males del
país, he creído
conveniente proponer y ajustar con
el señor general de división de la
República de Colombia,
Antonio José de Sucre, comandante
en jefe del ejército unido libertador
del Perú, las
condiciones que contienen los
artículos siguientes

También podría gustarte