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BATALLA DE JUNIN

La batalla de Junín fue un combate militar de la Guerra de la


Independencia del Perú de España, luchado en las montañas de la
región de Junín, el 6 de agosto de 1824. Fue el comienzo de la
campaña de Simón Bolívar, quien condujo en el Perú la destrucción de
la división del Norte del ejército real español. Con la batalla de
Ayacucho, la campaña terminó a principios de diciembre y con el
imperio español en América del Sur.

En junio, Simón Bolívar condujo a sus fuerzas patriotas hacia el sur


para hacer frente a los españoles realistas comandados por el
Mariscal de Campo, José de Canterac. Los dos ejércitos se encontraron
en las llanuras de Junín, en el noroeste del Valle de Jauja. Bolívar
junto a 8.000 soldados llego a toda prisa para tratar de impedir la
retirada realista hacia el Cuzco, envió a su caballería (1.000
soldados) para evitar el movimiento de tropas españolas hacia fuera
de la llanura de Junín. Los españoles enviaron a su caballería de
1300 soldados para romper la barrera de la caballería patriota que se
aproximaba y dar tiempo a Canterac para que retire a su infantería de
la llanura de Junin.

La Pampa de Junin era un terreno pantanoso cerda del lago Junin y las
tropas patriotas estaban tratando de organizarse para la batalla,
cuando fueron golpeadas por la carga de la caballería española y se
retiraron por la confusión.

Sin embargo, el mando español fue repelido por un escuadrón de


granaderos colombianos comandados por el inglés Felipe Braun, logró
formarse y dirigir el ataque a la retaguardia de la caballería
española. El evento inesperado obligó a la caballería española a
abandonar las armas, retirarse y buscar el apoyo de la infantería,
que ya había abandonado la llanura. La batalla duró aproximadamente
una hora y se produjeron combates cuerpo a cuerpo con lanzas y
espadas (sables). Como había apenas caballerías en la batalla, las
armas de fuego no fueron muy utilizadas, por eso es también llamada
como la "Batalla sin Humo".

BATALLA DE AYACUCHO

La Batalla de Ayacucho acontecio el 9 de diciembre de 1824 en la


Pampa de la Quinua, Ayacucho, entre los realistas y las fuerzas
independentistas. Las fuerzas independentistas fueron liderados por
Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar. El Virrey José
de la Serna sería herido, y después de la segunda batalla el
Comandante en Jefe, José de Canterac, firmaría la capitulación de
Ayacucho donde el ejercito realista reconocía su derrota y la
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independencia del Perú. Actualmente, el ejercito peruano celebra cada


9 de diciembre el aniversario de la Batalla de Ayacucho.

La batalla fue librada por un ejército independista al mando del


general Antonio José de Sucre, integrada por contingentes de Perú y
la Gran Colombia (actuales países de Ecuador, Colombia, Venezuela y
Panamá), las Provincias Unidas del Río de la Plata y Chile (así como
varios voluntarios extranjeros, principalmente británicos), contra un
ejército realista al mando del virrey del Perú, José de la Serna e
Hinojosa y el general José de Canterac, integrado por los realistas
españoles y americanos, además de indígenas nativos aliados.
El enfrentamiento duró cerca de cuatro horas y terminó con una clara
victoria de los soldados patriotas, que destruyeron al ejército
realista después de una dura lucha, tomaron prisionero al virrey del
Perú, José de la Serna, además de sus oficiales de sus 583 y 2000
soldados. Luego de la batalla de Ayacucho se firmaría la Capitulación
de Ayacucho donde se reconocía la independencia del Perú del dominio
de España.

La Batalla de Ayacucho fue la última gran batalla de los españoles en


América del Sur. El reconocimiento por parte de España de esta
independencia se produjo con el Tratado de París el 14 de agosto de
1879.

Simon Bolivar tenía el sueño de unir a las repúblicas americanas que


había ayudado a independizarse en un solo país que se llamaría
Federacion de los Andes, sin embargo no se concretaría por los
intereses particulares de los caudillos americanos en cada estado.
Más adelante, un general que había participado en la guerra de
independencia del Perú, Mariscal Andrés de Santa Cruz instauró la
Confederación Perú-Boliviana en el año 1863, pero se desintegro
debido a la oposición extranjera y nacional.

DECRETO DEL9 DE FEBRERO

El 1 de febrero de 1825, el Mariscal Sucre había entrado a Puno junto


con el Ejército Libertador. Ahí se le unió el doctor Casimiro
Olañeta, sobrino del último de los generales realistas del Alto Perú,
para darle un mensaje, el de promulgar un decreto con el fin de
convocar a asamblea, para definir el futuro de las provincias del
Alto Perú.

El 7 de febrero, Sucre llegó a La Paz y dos días después dictó el


decreto del 9 de febrero, en el que mandó que una asamblea de
diputados del Alto Perú, se reuniese en Oruro y decidiera libremente
la suerte de estos territorios.
CONSIDERANDO:
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1º Que al pasar el Desaguadero el ejército libertador ha tenido el


sólo objeto de redimir las provincias del Alto Perú, de la opresión
española, dejándolas en la posesión de sus derechos.

2º Que no correspondiendo al ejército intervenir en los negocios


domésticos de estos pueblos, es necesario que las provincias
organicen un gobierno, que provea a su conservación, puesto que el
ejército ni quiere ni debe regirlas por sus leyes militares, ni
tampoco puede abandonarlas a la anarquía y el desorden.

3º Que el antiguo Virreinato de Buenos Aires, a quien ellas


pertenecían a tiempo de la revolución de América, carece de un
gobierno general que represente completa, legal y legítimamente la
autoridad de todas las provincias, y que no hay, por consiguiente,
con quien entenderse para el arreglo de ellas.

4º Que este arreglo debe ser el resultado de la deliberación de las


provincias y de un convenio entre los congresos del Perú y el que se
forme en el Río de la Plata.

5º Que siendo la mayor parte del ejército libertador compuesto de


tropas colombianas, no es otra su incumbencia que libertar el país y
dejar al pueblo en la plenitud de su soberanía, dando este testimonio
de justicia, de generosidad y de nuestros principios.

He venido en decretar y decreto:

1º Las provincias que se han conocido con el nombre del Alto Perú,
quedarán dependientes de la primera autoridad del ejército
libertador, mientras una Asamblea de diputados de ellas mismas
delibere de su suerte.

2º Esta Asamblea se compondrá de los diputados que se eligieren en


juntas de parroquias y de provincias.

3º El 12 de marzo próximo se reunirán indispensablemente los


ciudadanos de cada parroquia. en el lugar más público, presididos del
Alcalde del pueblo y cura párroco y elegirán nominalmente cuatro
electores, antecediendo a esta diligencia el nombramiento de dos
escrutadores y un secretario.

4º Los votos se escribirán en un libro por el secretario


públicamente, y serán firmados por el votante; concluido el acto
serán firmadas las relaciones por el presidente, el secretario y los
escrutadores.

5º Para ser elector se requiere ser ciudadano en ejercicio, natural o


vecino del partido con un año de residencia, y con reputación de
honradez y buena conducta.
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6º Concluidas las votaciones, que serán en un solo día, se remitirán


las listas de cada parroquia a la cabecera del partido, dirigidas,
cerradas y selladas, a la municipalidad o al juez civil.

7º El 20 de marzo se reunirán en la cabeza del partido la


municipalidad, el juez, el cura y todo ciudadano que guste asistir al
acto de abrir las listas de elecciones. Para ello se nombrarán por la
municipalidad, o en su defecto por el juez, dos escrutadores y un
secretario.

8º Abiertas públicamente las listas de votaciones, y hecho el


escrutinio de todas las elecciones de las parroquias, resultarán
legítimamente nombrados por el partido los cuatro electores que
tengan mayor número de votos; habiendo igualdad de sufragios decidirá
la suerte. El jefe civil avisará a los que salgan elegidos y se les
entregará como credenciales las listas originales de las votaciones
de las parroquias.

9º Los cuatro electores de cada partido se reunirán el 31 de marzo en


la capital del departamento, para el nombramiento de diputados.

10º Sobre un cálculo aproximativo de la población habrá un diputado


por cada 20 o 25.000 almas; así el departamento de La Paz nombrará a
dos diputados por el partido o cantón de Yungas, dos por el de
Caupolicán, dos por el de Pacajes, dos por el de Sicasica, dos por el
de Omasuyos, dos por el de Larecaja y dos por el de La Paz. El
Departamento de Cochabamba tendrá dos diputados por cada uno de los
cantones de Cochabamba: Arque. Cliza. Sacaba, Quillacollo, Mizque y
la Palca. El Departamento de Chuquisaca dará un diputado por cada uno
de los cantones de Chuquisaca: Oruro, Carangas, Paria, Yamparáez,
Laguna y Cinti. El Departamento de Potosí nombrará diputados por
Potosí, tres por Chayanta, tres por Parco, tres por Chichas, uno por
Atacama y otro por Lípez. El departamento de Santa Cruz tendrá un
diputado por cada uno de los partidos de Santa Cruz, Mojas,
Chiquitos, Cordillera y Valle Grande.

11º Para ser diputado se necesita, ser mayor de veinticinco años;


hijo del departamento o vecino de él, con residencia de cuatro años,
adicto a la causa de la Independencia, de concepto público y
moralidad probada.

12º Verificada la reunión de los electores de los partidos el 31 de


marzo, y presididos por el jefe civil, se procederá a nombrar un
presidente del seno de la Junta, dos escrutadores y un secretario, y
practicado e retirará el jefe civil. En el acto mismo dará cada
elector su voto por tantos diputados cuantos corresponden al
departamento, escribiéndose públicamente. En el mismo día se hará el
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escrutinio, y resultarán diputados los que obtengan la pluralidad


absoluta de votos; habiendo igualdad decidirá la suerte.

13º Ningún ciudadano puede excusarse de desempeñar el cargo de


diputado.

14º La Junta evitará todo cohecho, soborno, o seducción y expulsará


de su seno a los que por estas faltas se hiciesen indignos de la
confianza del pueblo; todo ciudadano tiene derecho a decir de
nulidad, por consiguiente puede usar de él, ante la Junta, debiendo
decidirse el juicio antes de disolverse. Disuelta la Junta no ha
lugar a instancia alguna.

15º Las credenciales de los diputados serán firmadas por todos los
electores, y sus poderes no tendrán otra condición que conformarse al
voto libre de los pueblos por medio de la representación general de
los diputados.

16º Los partidos cuyas capitales de departamento no estén libres,


harán la reunión de sus electores en la cabeza del cantón el mismo
31, de marzo, y nombrarán los diputados que correspondan al partido,
bajo las mismas formalidades que en la Junta del departamento; pero
si hubieres dos o más partidos libres, se reunirán los electores de
ellos en el punto central que elija el presidente del Departamento"
para hacer las elecciones. Los partidos que vayan libertándose
nombrarán sus diputados' en esa misma forma.

17º Los diputados estarán reunidos en Oruro él 5 de abril, "para que


sean examinadas sus credenciales; y si se hallaren presentes las dos
terceras partes, es decir, treinta y seis diputados, se celebrará la
instalación de la Asamblea general del Alto Perú el 19 de abril.

18º Objeto de la Asamblea General será sancionar un régimen de


gobierno provisorio, y decidir sobre la suerte y los destinos de
estas provincias, como sea más conveniente a sus intereses y
felicidad; y mientras una resolución final, legítima y uniforme,
quedarán regidas conforme al artículo primero.

19º Toda intervención de la fuerza armada en las decisiones y


resolución de esta Asamblea, hará nulos los actos en que se mezcle el
poder militar; con esté fin se procurará que los cuerpos del ejército
estén distantes de Oruro.

20º El ejército libertador respetará las deliberaciones de esta


Asamblea, con tal que ellas conserven el orden y la unión, concentren
el poder y eviten la anarquía.

21º Una copia de este Decreto se remitirá al gobierno del Perú, y a


los gobiernos que existen en las provincias del Río de la Plata;
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protestándoles, que no teniendo el ejército libertador miras ni


aspiraciones sobre los pueblos del Alto Perú, el presente Decreto ha
sido una medida 'necesaria para salvar su difícil posición respecto
de los mismos pueblos.

Dado en el cuartel general de La Paz, a 9 de febrero de 1825.

BATALLA DE TUMUSLA

La Batalla de Tumusla, realizada el 1º de abril de 1825, es


consecuencia de la declaratoria de guerra que le hizo el coronel
potosino, Carlos Medinaceli Lizarazu al general Español Pedro Antonio
Olañeta,

La batalla comenzó a las 3 de la tarde y el militar español que


quería dar ejemplo de bravura a sus soldados, montado en su caballo e
iracundo, sable en mano, peleaba junto a sus oficiales y soldados
contra el enemigo. El río se teñía de rojo en la lucha cuerpo a
cuerpo: mientras de los cerros aledaños provenían los disparos de
cañones, fusiles, hondazos y flechazos que dejaban muertos y heridos
por doquier. En el fragor de la lucha. el Gral. Olañeta cae malherido
de su caballo, después de varias horas de pelea, momento en que cesa
la batalla y los sobrevivientes de su diezmado ejército declaran al
ejército vencedor de Medinaceli, su rendición. Los soldados y
oficiales de Olañeta y de Barbarucho Valdés, que también se rindieron
en Chaquelti, en “llanto y sumisión” aceptan la Capitulación.
Finalizada la batalla a las 7 de la noche, el vencedor queda con todo
el botín de guerra, incluida la imprenta y otros bienes. Olañeta es
apresado y cerca de la medianoche acepta la Capitulación de Tumusla.
Olañeta muere el 2 de abril de 1825 y sus restos están enterrados en
Patirana Tumusla.

En fin, luego de la victoria de Tumusla que efectivamente dio


Libertad e Independencia a Bolivia y a Latinoamérica, los únicos
“héroes” y beneficiados fueron los “dos caras” de la logia: Casimiro
Olañeta, Urcullo, Uzín, Serrano, Rodríguez, Calvimonte, Antequera,
Urdininea, Alvarado, etc. 0A la que también pertenecían, dicen las
malas lenguas, Sucre, Arenales, Sánchez de Velasco y otros políticos
de la época; y los “héroes prestados”, como el historiador
cochabambino, Franz Gustavo Morales, llama a Bolívar, Sucre, Burdett
O´Connor, Braun; que mutuamente se ayudaban en sus comunes errores,
transfugios y tramoyas; en tanto el verdadero héroe de la batalla de
Tumusla era desterrado como Gobernador a Cotagaita, sin que haya sido
invitado a los homenajes, fiestas, condecoraciones, bailes, brindis,
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ceremonias de los que gozaban, los de la logia “dos caras” y los


“héroes prestados”.

DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA (09/07/1825)

Convocada nuevamente la Asamblea Deliberante en Chuquisaca, el 9 de


julio de 1825, y concluida se determinó la completa independencia del
Alto Perú, bajo la forma republicana, por soberana de sus hijos.
Finalmente, el presidente de la Asamblea José Mariano Serrano, junto
a una comisión, redactó el Acta de la Independencia que lleva fecha
del 6 de agosto de 1825, en honor a la Batalla de Junín ganada por
Bolívar.

El mundo sabe que el Alto Perú ha sido en el continente de América,


el ara donde vertió la primera sangre de los libres y la tierra donde
existe la tumba del último de los tiranos. [...] Los departamentos
del Alto Perú protestan a la faz de la tierra entera, que sus
resolución irrevocable es gobernarse por sí mismos.

La independencia fue declarada por 7 representantes de Charcas, 14 de


Potosí, 12 de La Paz, 13 de Cochabamba y 2 de Santa Cruz.

ACTA DE LA INDEPENDENCIA (06/08/1825)

El acta de independencia, redactada por el presidente del Congreso,


José Mariano Serrano

Acta de la Independencia del Alto Perú, hoy Bolivia

«Declaración: La representación soberana de las provincias del Alto-


Perú, profundamente penetrada del grandor e inmenso peso de su
responsabilidad para con el cielo y la tierra, en el acto de
pronunciar la suerte futura de sus comitentes, despojándose en las
aras de la justicia todo espíritu de parcialidad, interés y miras
privadas; habiendo implorado, llena de sumisión y respetuoso ardor,
la paternal asistencia del Hacedor santo del orbe, y tranquila en lo
íntimo de su conciencia por la buena fe, detención, moderación,
justicia y profundas meditaciones que presiden a la presente
resolución, declara solemnemente a nombre y absoluto poder de sus
dignos representados: Que ha llegado el venturoso día en que los
inalterables y ardientes votos del Alto Perú, por emanciparse del
poder injusto, opresor y miserable de Rey Fernando VII, mil veces
corroborados con la sangre de sus Hijos, consten con la solemnidad y
autenticidad que al presente, y que cese para con esta privilegiada
región la condición degradante de colonia de España, junto con toda
dependencia, tanto de ella, como de su actual y posteriores monarcas:
que en consecuencia, y siendo al mismo tiempo interesante a su dicha,
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no asociarse a ninguna de las repúblicas vecinas, se erige en un


Estado soberano e independiente de todas las naciones, protestan a la
faz de la tierra entera, que su voluntad irrevocable es gobernarse
por sí mismos, y ser regidos por la constitución, leyes y autoridades
que ellos propios se diesen y creyesen más conducentes a su futura
felicidad en clase de nación, y el sostén inalterable de su santa
religión Católica, y de los sacrosantos derechos de honor, vida,
libertad, igualdad, propiedad y seguridad. Y para la invariabilidad y
firmeza de esta resolución se ligan, vinculan y comprometen, por
medio de esta representación soberana, a sostenerla tan firme,
constante y heroicamente, que en caso necesario sean consagrados con
placer a su cumplimiento, defensa e inalterabilidad, la vida misma
con los haberes, y cuanto hay caro para los hombres. Imprímase
comuníquese a quien corresponda para su publicación y circulación.
Dada en la sala de sesiones en 6 de agosto de 1825, firmada de
nuestra mano, y refrendada por nuestros diputados secretarios».

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