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IBF/IBF

HISTORIA DE LA SALUD MENTAL DE CHILE

ETAPA DE LA CARIDAD (1550-1850)

Se caracteriza por la gestión de la buena muerte.

Junta de Beneficencia Pública: encargada de entregar bienes y recursos para la atención de los
enfermos.

Protomedicato (1566): Autoridad sobre la regulación de la práctica médica


Sociedad Médica (1826): Regula práctica médica, hospitales, farmacias, epidemias.
Junta Nacional de Vacuna (1812)

Financiamiento de la salud era por: diezmos, noveno y medio, subsidios del fisco, intereses de
capital, limosnas, la prestación de servicios a esclavos y militares y los cultos de la Iglesia.

ETAPA DE LA CIENCIA Y ESTADO (1850– 1960)

Impulso de sanidad pública e higiene.

Evidencias de la relación entre pobreza y enfermedad.

Intervención del Estado en políticas de salud.

Descubrimiento de 2 gérmenes patógenos en 1880 abre camino a la Medicina Científica.

En Chile la organización de la Medicina y salud pública muestra hitos importantes:

1858 Junta Directora de Hospitales y Casas de Expósitos.


1875 Junta de Beneficencia.
1880, 1900 Epidemias de cólera y viruela
1886 Primer Código Sanitario, con reformas posteriores en 1925, 1931 y 1967
1921 Proyecto de Servicio de Seguro Social (por Dr. E. González) 1924 se
aprueba
1924 Ministerio de Higiene, Asistencia y previsión Social (actual Ministerio de
Salud).
1938 Ley Medicina Preventiva (Dr. Cruz Coke).
1952 Aparece el Servicio Nacional de Salud.

ETAPA DE LA APOTEOSIS DEL SNS (1960 -1970)

Entre 1952 y 1960 ocurre el establecimiento del SNS desde el punto de vista institucional,
organizativo y de extensión progresiva de sus instrumentos de cobertura.

La estrategia de acción cerca de la comunidad, expansión hacia los sectores rurales y de


provincias, se hizo con el ciclo de destinación (médicos generales de zona y residencias de
especialidades) en el marco de una armónica y productiva Relación Docente Asistencia.
Ya establecido el SNS crea los programas de control de desnutrición, diarrea infantil,
vacunaciones, control del embarazo y parto, entre otros.

El crecimiento y expansión lo lleva a ser un monopolio de atención médica.

1968 SERMENA crea el Fondo de Medicina de Libre Elección.

ETAPA DE LA DESCENTRALIZACIÓN Y PRIVATIZACIÓN (1973 – 1989)

Régimen militar. Se instauran políticas neoliberales y desestatización

1979: Primera reforma descentralizadora de los servicios de salud y creación de FONASA

Críticas a la reforma:

 Suprimir la dirección general de SNS generó conflictos por el poder.


 Municipalización generó descoordinación y atomización del sistema
 Aparición de ISAPRE. Según el DFL de mayo de 1981 estaba destinada a sustituir
progresivamente el sistema público de salud.
 Desarrollo del sector de prestadores privados trae mejoras a la tecnología en la
medicina clínica, pero sube los costos de atención

ETAPA DE LA RESTAURACIÓN DEMOCRÁTICA

La Concertación se mueve fundamentalmente para tratar de recuperar al sector público de su


postración financiera y técnica.

El mayor gasto se va en:

Reajuste de salarios

Inversiones como renovación de hospitales, sistema de rescate y ambulancias SAMU, entre


otros.

La modernización de la gestión cambió los instrumentos de asignación de dinero a las


unidades prestadoras, a través de mecanismos de:

 pago ligados a la producción normalizada de intervenciones en hospitales.


 un per cápita para la atención primaria en un modelo de atención familiar.

Los Fondos Concursables, le han dado oportunidad a los establecimientos públicos de resolver
sus problemas.
ÚLTIMA CRISIS Y CONCLUSIONES

El sector público sigue con problemas estructurales y funcionales.

El privado se complica debido al aumento en los costos de atención.

Salud administrada se propone como la fórmula salvadora. Integración vertical, controlar las
prestaciones, presencia de un médico general y protocolos de tratamiento para enfermedades
costosas.

Ambas, la pública y la privada, avanzan hacia la medicina responsable y regulada. La pública


busca autonomía y eficiencia descentralizando procesos, y la privada contener los costos.

La práctica médica debe tener tres elementos fundamentales:

 Evidencia Técnica: Ciencia


 Respeto al paciente: Ética

Buena gestión clínica: racionalidad de costos

El hombre de cada época se ha enfrentado al problema de la salud mental en base a la cultura,


la política, conocimientos, el avance de la ciencia, etc… propia del momento histórico.

En épocas antiguas no existe separación entre “la enfermedad mental y enfermedad


orgánica”.

Los métodos de diagnóstico y pronóstico se basaban en la astrología, la adivinación, la


interpretación de los sueños, etc…

Aparece la figura del “chamán”, que contiene los conocimientos y el poder necesarios para ser
capaz de curar dichas enfermedades.
Los tratamientos terapéuticos que se llevaban a cabo por medio de amuletos, talismanes,
máscaras, encantamientos, olores desagradables, hechizos, sacrificios, fetiches…

La farmacología se basaba en sustancias de componentes naturales.

También se llevaba a cabo la psicoterapia y la creación de un chivo expiatorio.

En esta época el origen de las enfermedades mentales y también de las físicas era atribuido a
espíritus endemoniados o a otras etiologías de carácter mágico-religioso.

En las civilizaciones antiguas, contemplaron la enfermedad como algo mágico y mitológico.


(Posesión demoníaca).

El planteamiento terapéutico se basaba en elevar a los dioses con plegarias, pero si esto era
insuficiente, se torturaba a la persona afectada y se la sometía a privaciones, con el fin de
convertirla en un mal receptor de dichos espíritus o para conseguir expulsarlos de su cuerpo.

En el Siglo V, A.C., Hipócrates, expone la causa biológica de las enfermedades y que los tipos
temperamentales estaban basados en una mezcla de humores corporales. Así, la sangre, bilis
negra, bilis amarilla y flema permitían catalogar cuatro temperamentos: colérico, sanguíneo,
flemático y melancólico.

En la edad media, desaparece esta actitud científica ante la enfermedad mental y se vuelve a
concepciones místicas y esotéricas, no guiadas por la razón.

Con el aumento del poder y el dominio de la iglesia, se fortalece la idea de que las
enfermedades mentales están relacionadas con posesiones diabólicas, por lo que la
superstición, la demonología y el exorcismo vuelven con toda su amplitud.

Los cuidados de los enfermos pasan a manos de los clérigos, los procedimientos terapéuticos
eran brutales, sometiendo a los afectados a torturas y hogueras para su curación y la salvación
de su

Solamente en los países árabes permanecieron activos los aspectos humanos y naturalistas del
pensamiento hipocrático.

En este período la enfermedad mental se considera primariamente una enfermedad somática,


atribuida a una utilización deficiente de la razón, dando lugar a un entendimiento más
apropiado y realista de la naturaleza humana, destacando la unidad cuerpo-mente y los
fundamentos biológicos de la psicología.
El renacimiento se caracteriza por una época de contrastes en donde aparece el Humanismo.

Se define al hombre como ser individual y se cuestionan los conceptos sobrenaturales y


teológicos propugnados por la iglesia.

La casa de orates de nuestra señora de los Angeles fue nuestra primera institución
especializada en Chile. Fue creada en 1852, por un intendente de Santiago que habría
conocido el manicomio de Lima. Este es el origen del manicomio nacional y actual instituto
psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak, el principal hospital psiquiátrico del país.

En 1952 se creó el SNS, como necesidad de desarrollar un sistema público de salud único e
integrado en una red nacional completa en extensión y complejidad.

Había avances en cuanto a la salud mental.

Sin embargo durante el gobierno militar hubo un retroceso y la salud mental y la psiquiatría no
constituyeron una preocupación relevante para la autoridad.

En el período de los años 90, viene el optimismo de la mano de un gobierno democrático. La


SM y PSQ ocupan un lugar importante dentro del sector salud.

Periodo del 95 – 96: vulnerabilidad de los logros, críticas a los resultados cuanti y cualitativos.
Hubo racionalización financiera.

Periodo 96-97: racionalización economicista del sector salud. En este periodo fue definida la
salud mental y psiquiatría como la quinta prioridad sanitaria del país.

A partir de 1990, durante el Gobierno Democrático que sucedió a la dictadura militar, el


Ministerio de Salud de Chile, comienza a desarrollar acciones dirigidas a reformar el modelo de
atención en Salud Mental de la población. Es de esta manera, como en el año 2000 se inicia el
proceso de implementación del Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría.

Este plan tiene como propósito fundamental el contribuir a que, tanto las personas afectadas
por una enfermedad mental, como sus familias y las comunidades, alcancen y mantengan la
mayor capacidad posible para interactuar entre sí, y con el medio ambiente.
Mediante el mismo, se impulsa el bienestar subjetivo, el desarrollo y el uso óptimo de las
potencialidades psicológicas, cognitivas, afectivas y relacionales, de las personas, así como el
logro de sus metas individuales y colectivas.

Tomando como punto de partida el concepto de que la Salud (y en especial la Salud Mental),
tal como lo define la O.M.S, dependen, no solo de factores biológicos inherentes a las
personas y grupos, sino también de las condiciones en que ellos viven, las acciones que
favorezcan la Salud Mental serán entonces, todas aquellas que promuevan y mejoren las
condiciones psicosociales, fundamentalmente en el ámbito de la familia, del barrio, de la
escuela y del trabajo.

Las acciones para la rehabilitación y la reinserción social y laboral forman parte de la atención
integral y requieren, en forma especial, del protagonismo de las familias, los pacientes y las
organizaciones sociales, con el apoyo técnico y financiamiento de los programas de salud y de
otros servicios sociales.

Este modelo de atención se caracteriza por privilegiar la atención ambulatoria (por sobre la
atención cerrada).

El hombre de cada época se ha enfrentado al problema de la salud mental en base a la cultura,


la política, conocimientos, el avance de la ciencia, etc… propia del momento histórico.

En épocas antiguas no existe separación entre “la enfermedad mental y enfermedad


orgánica”.

Los métodos de diagnóstico y pronóstico se basaban en la astrología, la adivinación, la


interpretación de los sueños, etc…

Aparece la figura del “chamán”, que contiene los conocimientos y el poder necesarios para ser
capaz de curar dichas enfermedades.

Los tratamientos terapéuticos que se llevaban a cabo por medio de amuletos, talismanes,
máscaras, encantamientos, olores desagradables, hechizos, sacrificios, fetiches…

La farmacología se
basaba en sustancias
de componentes
naturales.
También se llevaba a cabo la psicoterapia y la creación de un chivo expiatorio.

En esta época el origen de las enfermedades mentales y también de las físicas era atribuido a
espíritus endemoniados o a otras etiologías de carácter mágico-religioso.

En las civilizaciones antiguas, contemplaron la enfermedad como algo mágico y mitológico.


(Posesión demoníaca).

El planteamiento terapéutico se basaba en elevar a los dioses con plegarias, pero si esto era
insuficiente, se torturaba a la persona afectada y se la sometía a privaciones, con el fin de
convertirla en un mal receptor de dichos espíritus o para conseguir expulsarlos de su cuerpo.

En el Siglo V, A.C., Hipócrates, expone la causa biológica de las enfermedades y que los tipos
temperamentales estaban basados en una mezcla de humores corporales. Así, la sangre, bilis
negra, bilis amarilla y flema permitían catalogar cuatro temperamentos: colérico, sanguíneo,
flemático y melancólico.

En la edad media, desaparece esta actitud científica ante la enfermedad mental y se vuelve a
concepciones místicas y esotéricas, no guiadas por la razón.

Con el aumento del poder y el dominio de la iglesia, se fortalece la idea de que las
enfermedades mentales están relacionadas con posesiones diabólicas, por lo que la
superstición, la demonología y el exorcismo vuelven con toda su amplitud.

Los cuidados de los enfermos pasan a manos de los clérigos, los procedimientos terapéuticos
eran brutales, sometiendo a los afectados a torturas y hogueras para su curación y la salvación
de su alma.
Solamente en los países árabes permanecieron activos los aspectos humanos y naturalistas del
pensamiento hipocrático.

En este período la enfermedad mental se considera primariamente una enfermedad somática,


tribuida a una utilización deficiente de la razón, dando lugar a un entendimiento más
apropiado y realista de la naturaleza humana, destacando la unidad cuerpo-mente y los
fundamentos biológicos de la psicología.

El renacimiento se caracteriza por una época de contrastes en donde aparece el Humanismo.

Se define al hombre como ser individual y se cuestionan los conceptos sobrenaturales y


teológicos propugnados por la iglesia.

La casa de orates de nuestra señora de los Ángeles fue nuestra primera institución
especializada en Chile. Fue creada en 1852, por un intendente de Santiago que habría
conocido el manicomio de Lima. Este es el origen del manicomio nacional y actual instituto
psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak, el principal hospital psiquiátrico del país.

En 1952 se creó el SNS, como necesidad de desarrollar un sistema público de salud único e
integrado en una red nacional completa en extensión y complejidad.

Habían avances en cuanto a la salud mental.

Sin embargo durante el gobierno militar hubo un retroceso y la salud mental y la psiquiatría no
constituyeron una preocupación relevante para la autoridad.

En el período de los años 90, viene el optimismo de la mano de un gobierno democrático.


La SM y PSQ ocupan un lugar importante dentro del sector salud.
Periodo del 95 – 96: vulnerabilidad de los logros, críticas a los resultados cuanti y
cualitativos. Hubo racionalización financiera.

Periodo 96-97: racionalización economicista del sector salud. En este periodo fue definida la
salud mental y psiquiatría como la quinta prioridad sanitaria del país.

A partir de 1990, durante el Gobierno Democrático que sucedió a la dictadura militar, el


Ministerio de Salud de Chile, comienza a desarrollar acciones dirigidas a reformar el modelo de
atención en Salud Mental de la población. Es de esta manera, como en el año 2000 se inicia el
proceso de implementación del Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría.

Este plan tiene como propósito fundamental el contribuir a que, tanto las personas
afectadas por una enfermedad mental, como sus familias y las comunidades, alcancen y
mantengan la mayor capacidad posible para interactuar entre sí, y con el medio ambiente.

Mediante el mismo, se impulsa el bienestar subjetivo, el desarrollo y el uso óptimo de las


potencialidades psicológicas, cognitivas, afectivas y relacionales, de las personas, así como el
logro de sus metas individuales y colectivas.

Tomando como punto de partida el concepto de que la Salud (y en especial la Salud Mental),
tal como lo define la O.M.S, dependen, no solo de factores biológicos inherentes a las
personas y grupos, sino también de las condiciones en que ellos viven, las acciones que
favorezcan la Salud Mental serán entonces, todas aquellas que promuevan y mejoren las
condiciones psicosociales, fundamentalmente en el ámbito de la familia, del barrio, de la
escuela y del trabajo.

Las acciones para la rehabilitación y la reinserción social y laboral forman parte de la atención
integral y requieren, en forma especial, del protagonismo de las familias, los pacientes y las
organizaciones sociales, con el apoyo técnico y financiamiento de los programas de salud y de
otros servicios sociales.

Este modelo de atención se caracteriza por privilegiar la atención ambulatoria (por sobre la
atención cerrada).

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