Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
327
JACQUES LACAN
Aquello por lo que tiene que velar es que, para autorizarse por sí
mismo, no haya sino analista.
Porque mi tesis, inaugurante por romper con la práctica por la cual
pretendidas Sociedades hacen del análisis un concurso de oposición, no
implica sin embargo que cualquiera sea analista.
Porque en lo que ella enuncia, es del analista de lo que se trata, ella
supone que lo haya.
Autorizarse no es auto-ri(tuali)zar.
Puesto que por otra parte he planteado que es del no-todo de donde
surge el analista.
No-todo ser que habla podría autorizarse a hacerse analista. Prueba
de ello es que el análisis es allí necesario, aunque no es suficiente.
Sólo el analista, es decir no cualquiera, se autoriza únicamente por
sí mismo.
Los hay, ahora hecho está: pero es porque ellos funcionan. Esta
función no vuelve sino probable la ex-sistencia del analista. Probabili
dad suficiente para garantizar que los haya: que las posibilidades sean
grandes para cada uno las deja para todos insuficientes.
Si conviniera sin embargo que no funcionen sino analistas, tomarlo
como objetivo sería digno del trípode italiano.
Quisiera abrir aquí este camino si él quiere seguirlo.
Hace falta para eso (de allí que yo haya esperado para abrirlo), hace
falta para eso tener-en cuenta lo-rea!. Es decir, lo que resulta de nuestra -
experiencia de saber:
Hay saber en lo real. Aunque a este no sea el analista sino el científi
co quien tiene que alojarlo.
El analista aloja otro saber, en otro lugar, pero que debe tener en
cuenta el saber en lo real. El científico produce el saber, del semblante
de hacerse su sujeto. Condición necesaria pero no suficiente. Si él no
seduce al amo velándole que es esa su ruina, ese saber permanecerá
enterrado, como lo estuvo durante los veinte siglos en los que el cien
tífico se creyó sujeto,2 pero solo de disertación más o menos elocuente.
No vuelvo a algo demasiado conocido sino para recordar que el
análisis depende de eso, pero del mismo modo para él eso no basta.
Era preciso que se añadiera allí el clamor de una pretendida huma
nidad para quien el saber no está hecho porque ella no lo desea.
328
NOTA ITALIANA
329
JACQUES LACAN
330
NOTA ITALIANA
1973
Notas
331
JACQUES LACAN
332