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Materia:
TEORIA DE LA COMUNICACION
Título:
Maestrando:
Gustavo A. Albertengo
2016
Domicilio:
albertengo@hotmail.com
Teléfonos: (341)155 848782 -6798211
Gustavo A. Albertengo
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Introducción
Las trasformaciones tecnológicas inmersas en el proceso de globalización, han ido gene-
rando la necesidad de concebir cambios en la gestión de las organizaciones, cualquiera
sea su naturaleza (privada o pública), su tamaño (PyME, gran empresa, u organismo gu -
bernamental), o su tipo (de servicios o manufacturera). Este necesario cambio en la ges -
tión, viene acompañado con la necesidad de un aumento en la formación y especializa-
ción de los integrantes de las organizaciones, y de ellas en sí mismas. Así es que, al ini -
ciarse profundos procesos de cambio, las tareas que en distintos puestos o responsabili-
dades se desarrollaban, varían sustancialmente.
Lograr un cambio profundo en una organización no es una misión sencilla; es una tarea
que debe ser debidamente planificada, diseñada y acompañada de una estrategia ade-
cuada para minimizar un efecto que naturalmente surge, y que atenta contra precisamen-
te el cambio buscado, que es la “resistencia al cambio”. En estos procesos, se debe bus-
car que los equilibrios internos se vayan modificando a través de perturbaciones limitadas,
pasando alternadamente a posiciones de equilibrio una y otra vez, mientras el proceso de
transformación se desarrolla. Para obtener éxito en la meta propuesta, hay que lograr que
los actores que participan en las actividades de la organización acepten este proceso en
forma voluntaria y con espíritu cooperativo, y aún más aún, que participen enriqueciéndo-
lo.
La resistencia al cambio
La resistencia al cambio, es una reacción de cualquier sistema que se encuentra en esta-
do de equilibrio, y que percibe una influencia externa o interna, que produce inestabilidad
respecto al punto de equilibrio, a lo cual hay que responder produciendo acciones de
adaptación. El estado de confort en el que la situación de equilibrio mantiene al sistema,
puede ser considerado “la inercia del sistema”, que estimula a que el mismo permanezca
como está. Al imprimir una fuerza de cambio, aparece lo que en fisca mecánica se llama
“fuerza de rozamiento”, que actúa como un obstáculo: es una fuerza inversa al sentido en
que se intenta modificar el sistema, en su ajuste adaptativo, para alcanzar una nueva ho -
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meostasis que le exige la realidad. Según De León (2000) 3 son fuerzas restrictivas que
obstaculizan el cambio. López (2004)4 habla de un fenómeno psicosocial que se debe
estudiar, para conocer y adoptar las reacciones y condiciones que la disminuyan y facili -
ten este cambio
Cabe mencionar que, a través de analizar la resistencia al cambio que se produce en una
organización, se obtiene información significativa respecto a la importancia que la organi-
zación le da al cambio y del grado de apertura de la propia organización, y permite ade -
más detectar los temores subyacentes y los efectos de los mismos. En definitiva medimos
la resistencia, sus causas, y sus manifestaciones.
En base de esto, Franco sugiere las acciones que se deben tomar lograr disminuir la re-
sistencia al cambio, que pasan por hacer un necesario hacer un análisis situacional y una
serie de acciones indispensables: escuchar las expresiones de resistencia y mostrar em-
patía; generar información de hechos, necesidades, objetivos y efectos del cambio; hacer
ajustes a la manera de implementar el cambio; reducir la incertidumbre y la inseguridad;
buscar apoyos que aumenten la credibilidad; no imponer sino persuadir; desarrollar un
cambio participativo; confrontar percepciones y opiniones; no plantar soluciones unilatera-
les; establecer compromiso común; plantear la causa de la necesidad del cambio.
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por la escuela de Palo Alto, porque considero que es la que logra los objetivos planteados
precedentemente.
Queda claro que estos tres principios, que constituyen una de las principales aportaciones
de la Escuela de Palo Alto a la comprensión de la comunicación que se produce en una
organización cualquiera sea su naturaleza. Llevado a un caso real, significa que una orga-
nización tiene características propias totales, que la definen y la caracterizan, que se ge -
nera a través de la suma e interacción de las características de cada una de sus área, di-
recciones o gerencias. Por otra parte, las áreas interactúan todas entre sí a través del in -
tercambio continuo de información, en la generación de cadena de valor del insumo, o del
servicio brindado, con lo cual todas las áreas se relacionan a través de un entramado de
relaciones, de acuerdo al segundo principio. Y finalmente toda organización posee reglas
propias que se fueron autogenerando y que estabilizan el sistema
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Esta visión de la Escuela de Palo Alto, que considera las situaciones globales de interac -
ción de las que participa el ser humano, es directamente aplicable en la dinámica de una
organización, cuando lo que se busca es una comunicación eficaz que disminuya la resis-
tencia al cambio en un proceso de transformación. En cambio, en las organizaciones don-
de el modelo comunicacional responde al Funcionalismo, al modelo lineal como el pro-
puesto por Shannon y Weaver, y al no tener en cuenta la realidad sistémica de la organi-
zación, la comunicación no es eficaz como instrumento de disminución de la resistencia al
cambio en este caso. La comunicación es una generación de información y su transmisión
de las altas esferas hacia abajo, y las relaciones internas se fracturan. Un proceso de
cambio bajo estos principios de comunicación, claramente no ayudaría a disminuir la re-
sistencia, que es lo que sí se puede esperar de los modelos circulares de comunicación,
donde la idea de la retroalimentación juega un papel importante (feed-back).
Cabe remarcar que, desde esta mirada, considerar el contexto es una de las categorías
analíticas fundamentales para el estudio de la comunicación. Esto significa que las accio-
nes y las interacciones, no pueden entenderse, si no se ubican en un contexto determina-
do del sistema en el que se realizan o tienen lugar. Esto se denomina, según los investi-
gadores de Palo Alto, “encuadrar las observaciones”, y significa que “hay que aprender a
mirar todo el entorno de un fenómeno comunicativo para poder percibir el conjunto de ac-
tores implicados” (Mucchielli, 1998: 46) 10. Hay que tener una mirada totalizadora de la or-
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ganización, su situación, el entorno en que desarrolla sus actividades, que nos permita
entonces aplicar estos principios.
Por otra parte, esta mirada nos permite trabajar sin evaluar hechos históricos de la propia
organización, ya que los mismos se consideran sintetizados en la estructura de funciona-
miento presente, considerando que lo pasado influye (y determina) necesaria y directa-
mente el presente. De esta manera, se deja a un lado el análisis histórico de la organiza-
ción, para enfocar en el presente. Nos permite trabajar en estrategias de comunicación, al
“qué” y al “cómo” de la situación, sin preocuparnos por el origen histórico de las causas de
las situaciones reales y actuales. O sea, se diagraman acciones de comunicación en tér -
minos de comportamientos entre actores de la organización, y de sus relaciones sociales.
(Weakland, 1977: 456)11.
Para resumir, las razones por la que elegí los principios comunicacionales de la escuela
de Palo Alto, como los apropiados para aplicar en una organización para lograr la minimi -
zación de la resistencia al cambio, entendiendo que una buena comunicación es el ca-
mino apropiado para ese fin, son las siguientes:.
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Respecto a las demás perspectivas, los ejes conceptuales en que se asientan, no son
modelos aplicables al ejemplo planteado
Teoría crítica:. La “teoría crítica” designa aquellas teorías que son críticas del capitalismo
y de la dominación, refiriéndose al trabajo de la Escuela de Frankfurt, y de los pensadores
como Theodor W. Adorno, Max Horkheimer, Jürgen Habermas, y Herbert Marcuse.
Estudios culturales Británicos Han trabajado con diversas cuestiones a través de pregun-
tarse la manera que el entorno social, la edad, el género o la identidad étnica afectan la
relación que mantienen las personas con la cultura. Trata de comprender la recepción de
los programas televisados por los diferentes públicos, o si el estilo de vida de los jóvenes
constituyen o no unas formas de resistencia. Conceden a los medios de comunicación y a
las vivencias de las clases populares una atención hasta entonces reservada a la cultura
de los letrados, rechazando las fronteras entre las disciplinas académicas, cuestionan lo
que está en juego políticamente en la cultura. (Richard Hoggart ; Raymond Williams;
Edward Palmer Thompson Stuart Hall , Antonio Gramsci (noción de hegemonía))
Jorge González: considera frentes culturales; las zonas de fronteras (límites de contacto
entre los distintos grupos), o frente de batalla, según como se los mire; considera elemen-
tos transclasistas (elementos comunes para la construcción de consensos)
Bibliografía
(1) Zemmelman, H. (1997). Conocimiento y sujetos Sociales. México, D.F.: El Colegio de
México.
(2) González, A. (julio de 2012). Formación de equipos de trabajo autodirigidos como
propuesta para disminuir la resistencia al cambio en personal de salud sindicalizado.
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