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EL LIDERAZGO CARISMÁTICO NO TRANSFORMACIONAL DE BENITO MUSSOLINI.

BENITO MUSSOLINI (1883-1945) Italia.

“Para el fascismo, el Estado es un ente absoluto, ante el cual individuos y agrupaciones son lo

relativo. Los individuos y las agrupaciones sólo se comprenden en cuanto residen en el Estado”,

B.M., La doctrina del fascismo, 1932.

Benito nació en Dovia di Predappio (Romagna), como hijo de un herrero y una maestra de escuela.

A los 18 años se afilió al Partido Socialista Italiano. A los 22, regresó de Suiza para prestar el

servicio militar y fue encarcelado por sus ideas políticas. Ejerció algunos años como maestro de

escuela y como periodista, antes de convertirse en político beligerante, a partir de su intervención

en el Congreso del Partido Socialista de 1912. Tenía un temperamento rebelde, arribista y

exhibicionista, por lo cual encontró en el periodismo un espacio para expresar sus polémicos

planteamientos y desarrollar parcialmente su ideología y prácticas políticas. En 1915 se casó por lo

civil con Rachele Guidi y tuvo varios hijos. En la Italia de 1918 hubo factores explicativos del

surgimiento y consolidación del fascismo: crecimiento industrial, devaluación, desempleo,

deterioro de los sectores medios de la población, crecimiento de la beligerancia y del poder

sindical, luchas campesinas, pérdida del poder y desorganización de los sectores políticos

tradicionales, una fuerte problemática campo-ciudad; y el desarrollo del socialismo a escala

mundial. En 1919, Mussolini fundó los Fascios italianos de combate que se caracterizaban por su

pragmatismo, nacionalismo exagerado y la acción violenta como lucha política. El fascismo nació

como una necesidad de acción que utilizaba hábilmente el descontento existente en amplios

espectros sociales y el vacío político provocado por el fracaso organizativo de los más importantes

partidos y movimientos políticos tradicionales. Gracias al respaldo del gran capital, Mussolini fue
elegido diputado en 1921 y transformó el movimiento de los Fascios en el Partido nacional

fascista. En 1922 el Rey VÍCTOR MANUEL III le encargó al Duce la formación del gobierno.

Gobernando con la cooperación del Gran Consejo Fascista de 1928, cristalizó su poder en 1939 con

la creación de la Cámara de los Fascios y las veintidós corporaciones presididas por él. El Duce se

convirtió en un dictador y a continuación prohibió los partidos políticos; la libertad de prensa y la

libertad de organización sindical. Creó un partido único y una policía política para el terror.

Mussolini creía en la necesidad de consolidar un imperio colonial que proclamó en 1926. Dentro

de las obras de MUSSOLINI se pueden destacar: el Diario de guerra; Mi vida; La doctrina del

fascismo; escritos y discursos y el Testamento político. El fascismo del que escribió Mussolini, es

una concepción histórica, en la que el hombre es lo que es, únicamente como factor en el proceso

espiritual a que concurre, en el grupo familiar y social, en la nación y en la historia en la que todas

las naciones colaboran, así que fuera de la historia y del Estado, el hombre no es nada. Quiere

rehacer no sólo las formas de la vida humana, sino el contenido, el hombre, el carácter, la fe.

Busca una disciplina y actividad que descienda al interior de los espíritus y allí domine sin disputa.

El Estado fascista limita las libertades inútiles o nocivas.

El balance para Italia, de su participación en la guerra, a la cual fue conducida por el acuerdo entre

Hitler y Mussolini en contra de Francia y Gran Bretaña, fue altamente perjudicial en pérdidas de

vidas humanas, descomposición social y en el desprestigio político y económico. Quedó clara la

ineptitud estratégica militar del Duce y su sometimiento, finalmente vergonzoso, a los designios

del Führer. Hubo improvisación y aventurerismo en el manejo de la política externa y en la

conducción de la guerra.

Benito fue un líder dotado de un gran carisma como conductor de masas, del mismo modo que

Adolf Hitler. Ambos poseedores de positiva capacidad de convicción; arribistas; no universitarios.


oradores brillantes y efectivos, que se rodearon de una camarilla de incondicionales, buscadores

de poder y de prebendas, que condujeron a las mayorías de sus poblaciones a procesos de

degradación, fanatismo, empobrecimiento y muerte. Las juventudes italiana y alemana,

padecieron el sometimiento de su voluntad e ideales a favor del duce y del führer, para responder

en parte al peligro de la expansión socialista en Europa. La existencia del fascismo y del nacional

socialismo son lecciones arduamente padecidas por los pueblos europeos que nos indican, entre

otras cosas, los peligros, inconsistencias y el destino de los regímenes irracionales conducidos por

líderes totalitarios. El fascismo y el nacionalsocialismo, así como sus variantes, articuladas

posteriormente, son la representación y práctica de gobiernos injustos, tiránicos, inhumanos e

inorgánicos.

Desventajas del liderazgo de políticos carismáticos totalitaristas:

 Sus errores suelen ser perdonados


 Sus logros pueden ser excesivamente alabados
 Puede llegar a anular a las personas
 Puede llegar a crear dependencia

Un líder carismático totalitarista puede conseguir los objetivos que se proponga con ayuda de sus

seguidores, ya que es capaz de cualquier cosa por conseguirlo. En el caso de Benito Mussolini se

trató del poder por un líder carismático que se apoya en la noción de “pueblo”, construida desde

la discriminación del otro. Mussolini ejerció un poder personal sobre sus conciudadanos.

Al participar en esta movilización política, cada fascista ve satisfechas sus pulsiones básicas:

dominar al otro, practicar la camaradería, exhibir un machismo desenfrenado y traducir

impunemente el odio en violencia. En calidad de líder carismático, Benito Mussolini garantizará la

realización de tales aspiraciones generando un culto desaforado a su personalidad logrado a través

de la continua propaganda, especialmente a través de la radio. A ese líder correspondió dirigir a las

masas, nunca ciudadanos, para su plena integración en el Estado totalitario.


El fascismo buscó la armonía social bajo la benefactora acción de un jefe ("El Duce"). Sin

su liderazgo, la naturaleza amorfa de las masas habría desembocado en el desgobierno y el caos.

Para llevar a cabo su misión Mussolini se rodeó de una élite competente, preparada y portadora

de la razón y la verdad. Los individuos eran considerados ineptos para la asunción de

responsabilidades y la toma de decisiones por sí mismos, su papel en la sociedad fascista era el

de súbditos, no ciudadanos de pleno derecho, pues sólo contaban en cuánto actores del Estado. El

jefe Mussolini creía estar dotado de un especial carisma superior al del resto de los mortales y con

esto aglutinaba las diferentes tendencias dentro del poder. A sus seguidores sólo les restaba

actuar con una fe ciega expresada a través del culto a la personalidad del Duce. Su papel dirigente

era servir de guía del pueblo, ejerciendo sobre él una labor benefactora y paternal.
BIBLIOGRAFÍA.

1. El Liderazgo Carismático. Sitio web Gestión. En: https://www.gestion.org/el-liderazgo-

carismatico/

2. Elorza, Antonio. (2019) La naturaleza del fascismo histórico. Periódico El País. En:

https://elpais.com/elpais/2019/03/26/opinion/1553625989_381821.html

3. Lozano Cámara, Jorge Juan. (2004) El ascenso de los fascismos. Universidad de Granada,

España. En: http://www.claseshistoria.com/fascismos/c-liderazgo.htm

4. Roa, Hernando. (2003). El liderazgo político - semblanzas. Vniversitas,  (106). 405-453.

En: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=8251061

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