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Entre 1919 y 1922 hubo cinco gobiernos diferentes, todos incapaces de emprender la
acción decisiva que la situación del Nuevo Estado Italiano exigía. En 1919 Benito
Mussolini funda el partido fascista italiano, el cual alcanzó 35 curules en las elecciones de
1921 ante 122 de los socialistas.
En una atmósfera de huelgas, los fascistas efectuaron una marcha sobre Roma en
octubre de 1921 que culminó en que el rey Víctor Manuel III invitara a Mussolini a formar
un gobierno.
1. Nacionalismo extremo.
2. Un sistema de gobierno totalitario.
3. Un estado monopartita era esencial.
- No había cabida para la democracia.
- Particularmente hostil al comunismo.
4. La autosuficiencia económica (autarquía) era importante para el desarrollo del
estado.
5. La fuerza militar y la violencia eran parte integral del estilo de vida.
- “La paz es absurda; el fascismo no cree en ella”
1. Un principio prometedor
- Se impulsó la industria con subsidios gubernamentales cuando fue necesario.
- La “batalla del trigo” estimuló a los agricultores a concentrarse en la producción
de trigo como parte de la campaña de autosuficiencia.
- Programa de recuperación de tierra como parte de la campaña para mejorar e
incrementar el rendimiento agrícola.
+ Desecación de ciénagas, irrigación y reforestación de montes.
- Programa de obras públicas para reducir el desempleo.
2. Problemas irresueltos
- Poco se había hecho para remediar la escasez básica de materias primas
(carbón y petróleo).
- Se revalorizó la lira en 90 por una libra esterlina.
+ Tuvo el efecto de encarecer las exportaciones para el mercado mundial y
reducir los pedidos.
- La gran depresión empeoró las cosas (1929)
+ Las exportaciones declinaron y el desempleo subió, pero el Duce no devaluó
la lira hasta 1936.
+ Los salarios descendieron más que los precios.
- No se proporcionó seguros contra enfermedades hasta 1943.
- El régimen fascista era ineficiente y corrupto, esto impidió que muchas de sus
políticas fuesen realizadas cabalmente.
Cuando Mussolini empezó a discriminar a los judíos en 1938, muchos italianos pensaron
que se estaba dejando llevar por Hitler y no querían que Italia se convirtiera en un satélite
alemán.
El ingreso de Italia a la guerra fue desastroso para Mussolini, pues con las derrotas puso
en manifiesto la superficialidad de todo su sistema y las debilidades económicas del país.
Para julio de 1943 muchos de los propios líderes fascistas comprendieron que era
absurdo tratar de continuar la guerra, y el rey fue obligado a despedir a Mussolini. El
fascismo desapareció y las únicas realizaciones que permanecieron después de la guerra
fueron el convenio con la Iglesia y las obras públicas.