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LA JUSTICIA COMUNAL Y EL ESTADO CONSTITUCIONAL DE DERECHO

Por: Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx.

1. Resumen

Los modelos de Estado han ido evolucionando a lo largo de la historia, y


actualmente algunas naciones como la nuestra, han llegado a acuñar el modelo de
Estado constitucional de Derecho, pero aún hay algunas prácticas que no van
acorde a este. Ante ello nos planteamos: ¿Cómo incide la justicia comunal en el
Estado Constitucional de Derecho?, en consecuencia, nos trazamos como objetivo
determinar la incidencia de la justicia comunal en el Estado Constitucional de
Derecho. La investigación es básica, analítica y sintética, utilizó la técnica de la
observación y el fichaje. Legándose a concluir que: La práctica de la justicia
comunal incide negativamente en el Estado Constitucional de Derecho.

2. Introducción

2.1. Planteamiento del problema

Es menester iniciar refiriendo que la capacidad de libertad individual, es


también reconocido como un principio de una sistematización legal, por tanto,
es una de las protecciones instauradas, en lo que respecta a la Constitución a
favor de la persona.

Tal es así, que su práctica en Colombia depende de los gobernadores de


justicia, asimismo, de cada una de las instituciones que posee el territorio
Constitucional de Derecho, contemplándose en documentos de carácter
internacional, principalmente en La Dogma de Derechos del Hombre
correspondiente al residente de 1789, asimismo, en La Manifestación
Ecuménica de Derechos Humanos de 1948.

Sin embargo a lo largo de la historia tal y como es de verse en Bolivia, se ha


venido observando la desidia del Estado, de poder dar solución a conflictos que
son ocasionados por personas que transgreden normas existentes que rigen su
ordenamiento jurídico, por cuanto sus autoridades parecería que vienen
trabajando en defensa de estas personas quienes adquieren la calidad de
infractoras, dándoles libertad a pesar de existir suficientes medios de prueba
que demuestran la comisión de un hecho que atenta las buenas costumbres de
su sociedad (Vásquez, 2018, p.12).

Lo que no está muy lejano de nuestra sociedad, ya que al existir un problema


de índole jurídico y social, surge la necesidad de contar con la defensa de la
Justicia Comunal, la cual es llamada también procedimientos legales de las
poblaciones organizadas, la misma que coexiste hasta la actualidad con sus
mismas costumbres, supeditados a las reglas jurídicas que ejerce el gobierno
peruano; pasando varias épocas que no ha afectado su accionar, pues este
espacio de su competencia ha prevalecido en el tiempo y tiene la protección de
las rondas campesinas, lo cual se encuentra debidamente reconocida por
nuestro territorio Peruano y es considerada como agente de seguridad y de paz
principalmente en casos determinados, aplicando sus propias normas a través
del Derecho Consuetudinario.
Para tal efecto solucionar conflictos existentes en un Estado Constitucional de
Derecho, llegando a trasgredir derechos primordiales, tal es así el caso de la
vulneración en relación al albedrió de los individuos infractores los cuales son
intervenidos y juzgados por estas, señalando que sus intervenciones tienen su
sustento jurídico de acuerdo con el art. 149 de la Constitución Política peruana,
en el cual se da a conocer sus jurisdicciones de estas comunidades, a través
del amparo de las Rondas Comunales, de igual forma el mando de profesar
situaciones jurisdiccionales dentro de su colectividad, teniendo en cuenta a no
atentar contra el amparo primordial de las personas (Vásquez, 2018, p.12).

Antagónicamente, en la zonas de la sierra, a su vez coexisten ordenamientos


de Justicia Comunal; a través de los cuales no únicamente están constituidos
para resguardar sus intereses, asimismo, ante una situación de infracción del
estatuto penal y civil; en donde los sospechosos, son supeditados a las Rondas
Comunales, empleando así un precepto de acorde a sus prácticas usadas, el
cual trata a partir de la responsabilidad colectiva, reflexión, apoyo de seguridad
y pos hasta sus bases; sin embargo, este castigo reside en hacerles andar por
las calles, con el objeto que las personas castigadas sean conocidas por su
población.

Estas prácticas vulneran abiertamente los derechos, principios y/o garantías


constitucionales. Pero por un lado estas organizaciones comunales, tienen
reconocimiento constitucional; mientras que, por otro lado, alguna de sus
prácticas vulnera el garantismo que la Constitución profesa.

2.2. Antecedentes de investigación

Quindigalle, W (2014). La aplicación de la justicia indígena y los derechos


colectivos en la legislación ecuatoriana. Universidad Central de Ecuador.

Llegándose a concluir que: “Las jurisdicciones aborígenes comprende


elementos de carácter históricos, culturales y legales. Características que
permiten que esta justicia influya decididamente en los pueblos indígenas, a
través de la permanencia, evolución y consolidación de su identidad,
tradiciones y costumbres”.

Cámara, O (2013). La Coexistencia del Derecho Indígena y el Derecho


Ordinario en el Estado Plurinacional de Bolivia. Universidad de Chile.

Llegándose a concluir que:

El Derecho consuetudinario originario, adquiere matices, se puede apreciar que


los indígenas localizados en el occidente, es decir los aimaras y los quechuas
aplican una sanción social o comunal a todo aquel que viole sexualmente a una
menor o una mujer casada; sin embargo, esta sanción generalmente no alcanza
a aquellos que tienen como víctimas a una adolescente o a una mujer mayor
soltera, quedando consecuentemente excluidas de protección.

Quito, L (2016). La actuación de las rondas urbanas del distrito de Cajamarca y


su implicancia en el principio de presunción de inocencia. Universidad Nacional
de Cajamarca.

Llegándose a concluir que:

Las denominadas rondas urbanas surgieron producto de las organizaciones con


sus mismos pobladores. Se vieron en la necesidad de crear e impartir un sistema
de justicia propio al precisar la inactividad del Estado frente a los elevados
índices de inseguridad y, sumado a ello, la desconfianza en la institución Policial
y en el Poder Judicial. De allí, que se afirme que estas organizaciones no tienen
la facultad de desplegar investigaciones, esta facultad es propia del Ministerio
Publico quien la realiza a fin de recopilar los suficientes elementos de convicción
que lo lleven a plantear una acusación. Por tanto, quedó demostrado que la falta
de investigación previa en la labor de las Rondas Urbanas afecta el preámbulo
de inocencia de las personas.

Trelles, E (2014). La justicia comunal en la provincia de Chumbivilcas, durante


el periodo 2010-2012”. Universidad Católica de Santa María.

Llegándose a concluir que:

Una de las manifestaciones de la multiplicidad cultural de una procedencia es a


la vez llamado como “Pluralismo Jurídico”, por ende, entendido asimismo como
convivencia de diversas representaciones que rigen justicia y las que tienen
tipologías inherentes, debido a diferentes aspectos que la hacen particulares, de
igual forma, por las variadas ubicaciones que ocupan sus integrantes.

2.3. Objetivos

2.1. Objetivo general

Determinar la incidencia de la justicia comunal en el Estado Constitucional


de Derecho.

2.2. Objetivos específicos

A. Estudiar el enfoque jurídico, doctrinario y jurisprudencial del Estado


Constitucional de Derecho.

B. Estudiar el enfoque jurídico, doctrinario y jurisprudencial de la justicia


comunal.

2.4. Justificación e importancia

La presente investigación buscó determinar la incidencia de la administración


de justicia comunal dentro del Estado Constitucional de Derecho, teniendo en
cuenta en cuenta, que por un lado la propia Constitución les otorga
reconocimiento y jurisdicción y por otro lado las prácticas de administración de
justicia comunal, muchas veces son vulneradora a los derechos de las
personas juzgadas. Estando allí la importancia, puesto que el ordenamiento
jurídico debe dotar de seguridad jurídica y garantismo, y sus figuras jurídicas,
deben estar reguladas en ese orden.

El tema investigado y desarrollado sirve de aporte para otros trabajos


relacionados, debido a que el marco teórico y su composición es sustento
sobre la investigación en estudio.

3. Marco teórico

3.1. Teoría del Estado

La teoría del Estado estudia el origen, evolución, estructura, justificación,


funcionamiento y finalidad del estado.
La expresión Teoría del Estado o Teoría General del Estado proviene de la
traducción de los términos Allgemeine Staatslehre, una de las dos disciplinas
en las que los autores alemanes dividían la ciencia del estado (García Toma,
2010, p. 238).

Estudia el fenómeno estatal tanto en su generalidad como en su realidad


actual. Indaga así las condiciones que presenta, en cuanto organización del
poder o forma de agrupamiento político, y se detiene, particularmente en la
investigación de la realidad de la vida estatal que nos rodea (García Toma,
2010, p. 238).

Ahora, dentro del sistema del Derecho Político, ella constituye el estudio de la
organización de la sociedad mediante instituciones objetivas, en las que hace
residir el poder. Es decir, si las decisiones políticas expresan la voluntad de los
individuos de las que emanan, el título en virtud del cual ellas pueden exigir
obediencia consiste en que el poder no reside en los gobernantes sino en el
Estado (García Toma, 2010, p. 239).

Según García Toma (2010, p. 240-241) la Teoría del Estado Moderno se


fundamenta alrededor de dos conceptos estrechamente vinculados.

a. El estado moderno es estado constitucional que se estructura en un sistema


de órgano mediante los cuales exterioriza una voluntad concreta y realiza
las funciones encaminadas al cumplimiento de sus finalidades esenciales.

b. El estado moderno es estado de derecho que, funcionalmente, somete a una


disciplina jurídica la relación de su actividad con los habitantes de su
territorio, en interés de estos y con la finalidad de protegerlos contra la
arbitrariedad y la injusticia.

La discusión de los constitucionalistas se ha enmarcado en decidir cuál


posición es la más idónea a adoptar. Luego de muchos años de esbozos,
análisis y críticas; se ha legado a inferir que actualmente, lo más acertado para
un país es un Estado Constitucional de Derecho. Pues, en este, prima el
respeto a una norma máxima, cuyo nombre es Constitución; la cual regula
como debe funcionar tanto instituciones públicas y privadas, así como la
sociedad misma.

3.2. Teoría del Estado Constitucional de Derecho

El Estado gira entorno a la Constitución, a la cual se le reconoce además de


naturaleza programática, fuerza vinculante (Ruiz Molleda, 2009, p. 3).

Como lo señala Ruiz Molleda (2009):

Este sistema de normas por encima de la ley (meta-legales) dirigidas a los


poderes públicos y, antes que nada, al legislador, constituyen en conjunto la
Constitución. En otras palabras, estas condiciones sustanciales de validez están
contenidas en la Constitución Política, en el Estado Constitucional de Derecho.
Estas normas sustanciales, condicionan la validez de las leyes: ya sea que
dichas normas impongan límites, como en el caso de los derechos de libertad, o
que impongan obligaciones, como en el caso de los derechos sociales. (p. 4)

Entonces, el Estado Constitucional de Derecho se configura como el


instrumento constituido por el conjunto de estas normas, gracias a las cuales
todos los poderes se encuentran sujetos a la ley, y vinculadas sus decisiones
en observancia a los derechos de todos los individuos (Ferrajoli, 2002, p.7).

Es decir, la consecuencia práctica es la subordinación de las leyes a la


Constitución Política. Pues siguiendo el enfoque Kelseniano, la Constitución, se
encuentra en la cima máxima de la estructura piramidal; por ende, todas las
leyes y demás normas de esta naturaleza, no deben contravenir a la norma
máxima, que es la Constitución.

3.1.1. Elementos del Estado Constitucional de Derecho

A. Carácter vinculante de la Constitución

La Constitución Política es una norma política que organiza y limita el


ejercicio de poder; además es una norma jurídica vinculante para
todos los poderes públicos y para todos en general, sin excepción
alguna (Ruiz Molleda, 2009, p. 6).

La fuerza vinculante de la Constitución es fruto del tránsito del Estado


de Derecho al Estado Constitucional de Derecho. Pues la evolución
hacia el Estado Constitucional de Derecho, generó que la norma
máxima y base de interpretación es la Constitución. Ello, significa el
acogimiento y respeto del principio de constitucionalidad, en pro de la
mejor defensa de los Derechos Fundamentales de los ciudadanos
(Ruiz Molleda, 2009, p. 7).

B. Supremacía jerárquica en el sistema de fuentes

Entiéndase que la Constitución no sólo es una norma jurídica, sino que


es la norma suprema del ordenamiento jurídico. También es la norma
de mayor importancia en el sistema de fuente del derecho, cuyos
efectos alcanza a todo el ordenamiento jurídico (Ruiz Molleda, 2009, p.
7).

Castillo Córdova (2007), considera:

Que la Constitución es la norma jerárquicamente superior, por encima


de las demás normas. Esto significa que la ley o la norma
reglamentaria deberán de ajustarse a la Constitución si pretenden ser
válidas y regir efectivamente. Ninguna norma con rango de ley ni
mucho menos con rango de reglamento, podrán disponer de modo
distinto a lo que dispone la Constitución. (p. 187)

Esto nos lleva a comprender que, si esquematizamos en una


estructura piramidal a las fuentes del derecho, la Constitución debido a
su supremacía, se encontraría en la cúspide de dicha estructura.

C. Eficacia y aplicación inmediata de la Constitución

La Constitución Política, es de aplicación inmediata y efectiva. Negarle


dicha característica implica regresar al Estado Legislativo de derecho
en el cual la Constitución no vinculaba a los poderes públicos. En
efecto, si la Constitución es una verdadera norma suprema, ello
supone que no requiere reglamentación u otro desarrollo legislativo
para desplegar su fuerza vinculante y obligatoria (Ruiz Molleda, 2009,
p. 8).
En consecuencia, la eficacia directa de la Constitución implica que
todos los llamados a aplicar el derecho, habrán de tomar la norma
constitucional como una premisa de su decisión. Debiendo tener en
cuenta lo siguiente: a) Examinar todas las leyes y cualquier norma
para comprobar si son o no conformes a la Constitución; b) Aplicar la
norma constitucional para extraer de ella la solución del litigio o, en
general, para configurar de un modo u otro una situación jurídica; c)
Interpretar todo el ordenamiento conforme a la Constitución (Ruiz
Molleda, 2009, p. 8).

D. La garantía jurisdiccional de la Constitución

La garantía jurisdiccional consiste en la exigibilidad jurisdiccional del


cumplimiento de la Constitución. Esto implica reconocer la
competencia de los jueces para que resuelvan litigios teniendo en
cuenta el ordenamiento jurídico vigente y consecuentemente la
Constitución; pudiendo concretarse a través del control concreto y del
control abstracto (Ruiz Molleda, 2009, p. 8).

En consecuencia, si un magistrado no respetase la Constitución; los


justiciables pueden acudir a reclamar ello, mediante los procesos
constitucionales, que ésta norma regula. Dichos procesos, son
invocables también cuando exista un escenario de vulneración de la
Constitución, por cualquier entidad pública o privada, o por cualquier
particular de ser el caso.

E. Denso contenido normativo

Consiste pasar de una concepción formal de la Constitución a una


concepción material de la misma; la cual se convierte en un criterio
sustancial de validez de las normas expedidas por el legislador, el
poder político y de las resoluciones de los jueces. Esto supone no solo
respetar lo procedimientos para tomar decisiones, sino que el
contenido de dichas decisiones debe estar ajustado a los principios,
derechos, valores y directrices contenidas en la Constitución Política.
(Ruiz Molleda, 2009, p. 9).

F. Rigidez Constitucional

Como señala Castillo Córdova (2007):

Solo será posible considerar a la Constitución como una norma


fundamental de modo que la ley, y consecuentemente, tampoco el
reglamento pueda contraponérsele eficazmente; si es que se considera
a la Constitución como una norma rígida. (p. 187)

En consecuencia, un sistema jurídico que cuenta con una Constitución


rígida; ninguna ley o norma con rango de ley tiene la capacidad para
reformar, modificar o enmendar parte alguna de la Constitución. La
única forma, para realizar alguna modificación a dicha norma máxima,
es la que ella misma contempla o regula (Ruiz Molleda, 2009, p. 10).

3.2. Justicia comunal

La Ronda no aplica leyes según el procedimiento del Sistema de Justicia


clásico, sino que recurre a un debate en que las normas son solo el principio.
En el comité de Ronda, la discusión no se limita al análisis de los hechos, por el
contrario, va a las causas del problema.

La Constitución reconoce un conjunto de Derechos Fundamentales para todos


los ciudadanos. Sin embargo, cerca de un tercio de la población, sobre todo
campesina, enfrenta una serie de barreras para acceder a la justicia. Frente a
esta carencia, las Rondas funcionan como instrumento para el ejercicio de
derechos como aliadas del Estado y sobre todo del Sistema de Justicia
(Hurtado Pozo y Du Puit, 2007, p. 42). Desde 1986, con la Ley N° 24571, el
Estado reconoce en forma expresa la existencia de estas organizaciones,
pertenezcan o no a una comunidad campesina y urbana, como grupos
autónomos de defensa, sin fines políticos, que están al servicio de la población.

Con la promulgación de la Ley N° 27908 en enero del 2003, se logró una


mejora sustancial en la normativa que regula la labor de las Rondas,
especialmente porque se mejoró el reconocimiento de sus derechos y
facultades, de su personalidad jurídica y otros derechos a las Organizaciones
Ronderas. (Hurtado Pozo y Du Puit, 2007, p. 44).

3.4. Pluralismo jurídico y Justicia comunal

La doctrinaria Sally Engle Merry, presenta una sistematización de lo que


diversos especialistas entienden por pluralismo jurídico, entendiéndose que
dentro de la demarcación territorial Estatal pueden convivir varios Sistemas
Jurídicos, o inclusive, sin necesidad de una demarcación territorial, a nivel de
propias organizaciones sociales pueden coexistir esos Sistemas Jurídicos. Esta
definición nos acerca a una clasificación, que es propuesta por la misma
autora. Existen dos tipos de pluralismo jurídico: el clásico y el denominado
nuevo pluralismo jurídico (Aliaga Díaz, 2008, p. 36).

3.4.1. El Pluralismo Jurídico Clásico

Está en referencia a la coexistencia de uno o más Derechos Nativos al


lado del Derecho Europeo o Moderno dentro de un mismo espacio social.
Tal es el caso de la convivencia del Derecho Hindú al lado del Derecho
Anglosajón en la India, o del Derecho Musulmán al lado del Derecho
Occidental en los países árabes. Para el caso peruano, este fenómeno
puede apreciarse a nivel de los quechuas, aymaras, shipibos, aguarunas,
ashánincas, campas, y de las propias Rondas Campesinas, al lado del
Derecho Occidental o Moderno que impera desde la ciudad capital.

3.4.2. El Nuevo Pluralismo Jurídico

Está referido a la coexistencia de varias formas de Derecho o Sistemas


Jurídicos al lado del Derecho Europeo o Moderno, dentro del espacio
social propiamente de éste. Tal es el caso de la presencia de los
Consejos de Organizaciones Industriales, Sindicatos o Cooperativas
Agrícolas, Colegios Profesionales, etc. dentro de sociedades modernas
como la norteamericana. Dichas organizaciones actúan como Gobiernos
Privados u Ordenes Semiautónomos en la producción y administración de
su Derecho, a pesar de encontrarse dentro del propio espacio de
regulación del Derecho Europeo o Moderno. Para el caso de nuestro
país, además de las organizaciones señaladas, podemos incluir el caso
de los Pueblos Jóvenes o Asentamientos Humanos, en los que también
es posible apreciar las características de un orden Semiautónomo que lo
regula (Aliaga Díaz, 2008, p. 37).

Según el art. 149 de nuestra Constitución, el tipo de Pluralismo Jurídico


que nos corresponde tratar es el denominado Pluralismo Jurídico Clásico.
En tal sentido, el derecho que identifica a los diferentes grupos étnicos y
sociales de nuestro país vendría a ser el Derecho Nativo o Comunal. En
el Perú, es posible encontrar, como se ha señalado, una diversidad de
grupos sociales o étnicos que identifican una multiculturalidad nacional y
un Pluralismo Jurídico. La presencia en nuestra serranía de dos grupos
étnicos importantes como los Quechuas y Aymaras, organizados a través
de Comunidades Campesinas o parcialidades, son un ejemplo
permanente de esa diversidad. Según el último registro de Comunidades
Campesinas, al año de 1992 se encontraban reconocidas 4796
Comunidades Campesinas, que representaban un total de cinco millones
de habitantes aproximadamente, en la que no se incluían a las
parcialidades y a las comunidades no reconocidas. A ellos, en la misma
serranía, se ha sumado la presencia de las Rondas Campesinas, que, si
bien no pueden ser identificados como un grupo étnico, constituye una
Organización Social con elementos de autonomía que nos llevan a
sostener su similitud en términos de un Ordenamiento Jurídico diferente.

Para el caso de las Comunidades Campesinas, la presencia de una


organización familiar y una organización comunal define a sus órganos de
resolución. Según la experiencia de los Aymaras del Departamento de
Puno, es posible apreciar a los padres o padrinos, a los ancianos o a las
propias partes dentro de un proceso de conciliación para agotar aquellos
conflictos que identifican como familiar y que familiarmente también debe
ser superado. Un conflicto de pareja, por ejemplo, es típicamente de
competencia del padrino, si es que la pareja es casada, o de los padres y
testigos, si es que la pareja es conviviente (Aliaga Díaz, 2008, p. 37).

Por otro lado, las Rondas Campesinas tienen sus órganos de resolución
legitimados a partir de su Organización Rondera, en el caso de
Cajamarca, por ejemplo, es posible identificar notoriamente a una Junta
Directiva Rondera y a una Asamblea de Ronderos, como instancias de
Resolución de Conflictos de sus caseríos, estancias o sectores. La base
de tal organización se puede encontrar en el Grupo de Ronda, que
constituye la célula que puede integrar a cinco u ocho miembros (Bazán,
2008, p. 52)

4. Materiales y métodos

4.1. Métodos

Analítico, consiste en la desmembración de un todo, descomponiéndolo en sus


parte o elementos, para observar las causas, naturaleza y efectos (Hernandez,
2018, p. 47). En la presente investigación, este método sirvió para
descomponer el problema en sus componentes y conceptualizarlo desde sus
particularidades, teniendo como referencia el marco conceptual, teórico y
jurídico existente.
Sintético, es un proceso de razonamiento que busca reconstruir un suceso de
forma resumida, valiéndose de los elementos más importante que tuvieron
lugar durante dicho suceso (Hernandez, 2018, p. 48). En la presente
investigación, con este método se identificará cada uno de sus fundamentos
tanto de la justicia comunal como del Estado Constitucional de Derecho, para
advertir si pueden coexistir.

4.2. Técnicas e instrumentos

En el presente trabajo se utilizó la técnica del fichaje, para recolectar y


almacenar información respecto al tema materia de investigación, cuyo
instrumento es la ficha que se aplicó a la doctrina y normatividad, existente,
sobre el tema materia de análisis; esto servirá para poder obtener, almacenar y
seleccionar la información más relevante.

Así también se utilizó la técnica de la observación, para identificar los criterios


doctrinarios y normativo, respecto al tema materia de investigación; cuyo
instrumento es la ficha resumen.

5. Conclusiones

Referimos que la justicia comunal, no pueden transigir a la objetividad gubernativa,


por cuanto se etaria atentando contra un Estado Constitucional De Derecho donde
viene existiendo una justicia ordinaria, la que es impartida, es decir por la Policía,
Ministerio Público y Poder Judicial, quienes son los únicos entes rectores de
administrar justicia.

En consecuencia, concluimos que la justicia comunal si vulnera el derecho a la


libertad individual en un Estado Constitucional De Derecho, lo cual hace que la
incidencia de esta primera, en el Estado Constitucional de Derecho, sea negativa.

También sostenemos que esta incidencia negativa, no impide que la justicia


comunal y el Estado Constitucional de Derecho, no puedan coexistir. Si lo pueden
hacer, siempre y cuando se establezcan más limitante y delimitantes a lo
procedimientos de la justicia comunal, en atención al irrestricto respeto de la
Constitución.

6. Referencias bibliográficas

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Revista Jurídica de Cajamarca.

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