Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Es aquel procedimiento a través del cual se produce, válidamente, normas jurídicas que adquieren
el rasgo de obligatoriedad propio del Derecho, por lo tanto, la característica de ser impuestas
legítimamente a las personas mediante los instrumentos de coacción del Estado.
• La legislación constitucional.
• La costumbre constitucional.
Es la fuente formal directa por excelencia, y constituye la súper legalidad del Estado. Sin ella, no
habría orden social, ni estabilidad estatal. Sin la legislación constitucional tampoco existiría la
seguridad jurídica, la paz social, el desarrollo integran de los pueblos, el bienestar individual y
colectivo ni justicia en sus diversas manifestaciones.
Su función consiste en crear, organizar, estabilizar y gobernar todos los actos de la comunidad
política. La legislación constitucional es producto de la autodeterminación de los pueblos y una
clara manifestación soberana de la independencia nacional.
En el caso peruano, los tratados intencionales son fuente del Derecho Constitucional,
especialmente si se trata de los Derechos Humanos, puesto que éstos han inspirado al legislador
en la creación de nuevas normas constitucionales, al tiempo que son referente obligatorio para la
interpretación de los derechos fundamentales de las personas; así lo dispone la cuarto disposición
transitoria y final de la Constitución peruana de 1993.
a. Elemento material, que está dado por la conducta jurídico política repetida por gobernantes y
gobernados al interior de la comunidad estatal, sin poderse determinar con precisión sus
comienzos ni avizorar el tiempo en que deje de practicarse. Se le conoce también con el
nombre de consuetudo inveterata.
b. Elemento espiritual, que viene a ser la conciencia colectiva, que nos empuja a creer en la
obligatoriedad del cumplimiento de la práctica político-jurídica, por parte de la población. Al
igual que el anterior, la conciencia de obligatoriedad (vinculatoriedad) se forja en años,
décadas o siglos. Se le denomina también opinio iuris necesitatis. No debemos perder de vista
que la costumbre, en sí misma, es un simple hecho o conjunto de hechos espontáneos, libres,
voluntarios, carentes de sanción para quienes no la acatan. Se convierte en fuente jurídico
constitucional, cuando la adhesión a ese hecho deja de ser un acto libre, y pasa a ser un
comportamiento susceptible de ser exigido, controlado y valorado por la comunidad política.
• Valor de la Costumbre:
La costumbre es el tronco común de donde han brotado todas las leyes, las mismas que han
determinado la creación de las diversas disciplinas jurídicas que hoy conocemos. De allí que la
valoración de la costumbre como fuente del Derecho, no sea igual en el Derecho
Constitucional que en las otras ramas jurídicas. En estas últimas quizá la costumbre sea menos
importante que en el primero.
Debido a la complejidad de la estructura, competencias y funciones de la organización estatal,
las normas derivadas del bloque de constitucionalidad no pueden preverlo todo; quedando
muchos aspectos sin tratar o, en todo caso, tratados con ambigüedad, vaguedad, deficiencia,
etc. Es aquí donde entra a tallar el importantísimo rol de la costumbre constitucional.
En los países que cuentan con una Constitución escrita, la costumbre constitucional juega el
papel de fuente supletoria en dos circunstancias específicas:
a. Regulación de las materias expresamente delegadas por la suprema normatividad.
b. Suplencia de las lagunas, vacíos o deficiencias de la legislación constitucional.
-- Secundun cosntitutionem.
-- Praeter constitutionam.
-- Contra constitutionem.
b. Costumbre Praeter Constitutionem, es aquella costumbre que nos ayuda a suplir los
vacíos, lagunas, ambigüedades o deficiencias de normatividad. Su uso frecuente lo hallamos en las
labores de integración jurídico, operación intelectiva que permite a los magistrados, regular
materias no previstas en el texto de la Constitución. Se la denomina también innovativa o
introductiva, en razón de su influencia renovadora o recreativa de la norma constitucional. Por
ejemplo, la costumbre norteamericana del control judicial de la constitucionalidad de las leyes, ha
contribuido a hacer de la Constitución de los EE. UU., una norma realmente suprema y de la
máxima jerarquía. En nuestro país, es costumbre que el primer presidente del Consejo de
Ministros, firme la resolución de su propio nombramiento y las de sus colegas, sin haber
juramentado; esta costumbre llena un vacío constitucional, ya que, de otra manera, sería
imposible armar el gabinete ministerial entrante.
Derogación por desuso, cuando una norma concreta del texto constitucional ha
dejado de usarse por el transcurso del tiempo.
Por tergiversación de su sentido, cuando en la mecánica operativa de su aplicación, los
magistrados hayan dado otro sentido y finalidad.
Por móviles políticos, cuando en atención a razones de voluntad política, se haya
decidido aplicar la norma constitucional, en sentido opuesto a su literalidad. Por
ejemplo, la Constitución norteamericana establece que el Presidente de la República,
sea elegido por el conjunto de ciudadanos electores, o se por un grupo de
representantes populares, que el pueblo haya elegido previamente para tal objeto. En
otras palabras, se trata de una elección indirecta, en la que el pueblo elige a un
conjunto de ciudadanos, p ara que éstos, a su vez, elijan al presidente. Pero como
estos ciudadanos electores, sufrían fuertes presiones de sus partidos, para evitar la
manipulación electoral, se instituyó la costumbre de elegir al Presidente en comicios
universales y directos, a pesar que la Constitución continúa ordenando el mecanismo ya
descrito. Entre nosotros, la Constitución establece que el Primer Ministro debe proponer
los nombres del futuro gabinete que presidirá. Por costumbre contra constitutionem, es el
Presidente quien escoge directamente a los ministros, llegando, a veces, a darse el
nombramiento ministerial en distintas carteras, mucho antes de la designación del
Premier.
Se consideran como fuentes formales indirectas del Derecho Constitucional, las siguientes:
-- La doctrina constitucional.
La doctrina constitucional juega el rol de fuente indirecta, puesto que, al ser recogida por los
legisladores y magistrados, influye en la elaboración de las normas y la producción de la
jurisprudencia especializada.
a. Fundamenta y provee de los elementos técnicos necesarios para la construcción teórica de las
instituciones jurídico-políticas.
b. En el aspecto práctico, sirve para mejorar las labores de interpretación, aplicación e integración
de la normativa constitucional.
Los principios constitucionales son normas guías, básicas, rectoras, que sirven, no sólo para
interpretar, aplicar e integrar el orden normativo, sino también para elaborar las normas
integrantes del bloque de constitucionalidad y las infraconstitucionales.
b. Amplitud conceptual y axiológica, los principios no se limitan al campo formal de una disciplina,
trascienden sus fronteras, se integran y complementan con los principios de otras disciplinas.
c. Esencialidad constructora del sistema jurídico, los principios buscan construir sistemas
normativos que regulen las relaciones del Estado con los ciudadanos y las complejas
interrelaciones de los ciudadanos entre sí. Esto implica la construcción de un sistema jerarquizado
de normas.