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Nos encontramos ante un texto literario perteneciente a Gabriel García Márquez, autor
incluido en la Literatura Hispanoamericana. El texto que debemos analizar es un fragmento
del capítulo II que se incluye en la obra Crónica de una muerte anunciada, publicada en
1981.
El carácter literario de este texto se puede observar en el hecho de que el fin primero del
autor es crear un texto con una intención artística, transmitiendo a través del mismo una serie
de valores y de sentimientos. Este texto pertenece al género narrativo, concretamente es una
novela que se caracteriza por contar las acciones realizadas por unos personajes en un
espacio y tiempo determinados. Teniendo en cuenta estos rasgos, las funciones del lenguaje
predominantes son la función poética, ya que se pretende crear belleza en el mensaje, y la
función expresiva porque se muestran los sentimientos y pensamientos de los personajes.
Asimismo, hay que señalar el hecho de que todo texto literario es un fenómeno
comunicativo ya que el emisor, que en este caso es el autor de la obra, transmite sus propias
ideas y sensaciones a un receptor, que es toda persona que lee e interpreta el mensaje
literario, a través de un canal escrito usando como código el lenguaje literario.
El autor formó parte del Boom de los años 60 de la literatura sudamericana como Cortázar,
Vargas Llosa, etc. Gabriel García Márquez es considerado la máxima figura del realismo
mágico, que se caracteriza por el empleo de lo mágico, lo onírico y lo fantástico. Además, sus
obras destacan por la constante presencia de la muerte como núcleo o elemento fundamental,
la representación del cuerpo y sexo de forma más libre y la utilización de nuevas técnicas
narrativas como: la ruptura de la línea temporal, mezcla del lenguaje popular y culto y el uso
de distintos narradores.
Crónica de una muerte anunciada fue publicada en 1981. Esta novela representa la unión
entre el periodismo y la literatura, está basada en hechos reales presenciados y vividos por
Márquez y su familia. Es una novela que refleja a la perfección los postulados de la novela
hispanoamericana de finales del siglo XX.
Los temas generales de la obra son principalmente: el destino trágico, la fatalidad y la muerte
de Santiago Nasar que se anuncia desde el comienzo de la obra y podría haberse evitado.
También están las premoniciones y costumbres propias de la época, la violencia, el honor que
debía recuperar la familia de Ángela Vicario y que hizo que el crimen ocurriese, el machismo
y la educación sexista.
Durante la noche de bodas, Bayardo San Román se percata de que su esposa, Ángela Vicario,
no es virgen. Por esta razón ella regresa a su casa donde les cuenta a sus hermanos que
Santiago Nasar era la persona con la que había tenido relaciones sexuales previamente. Para
recuperar la honra de su familia, los hermanos se ven obligados a matar a Santiago Nasar y, a
pesar de que la mayoría de los habitantes del pueblo sabían lo que iba a ocurrir y algunos
intentaron avisarle, una serie de acontecimientos contribuyeron a su trágica muerte.
Los temas principales de este fragmento son en primer lugar, el machismo, las tradiciones y
las costumbres de la época, ya que Ángela Vicario es obligada por su familia a casarse con
Bayardo San Román por su dinero y sus encantos, a pesar de que ella no lo ama. Por este
motivo, también está presente el tema de la influencia del dinero, pues incluso para conseguir
llamar la atención de Ángela Vicario, Bayardo San Román intenta comprar la casa del viudo
Xius, porque ella le había dicho que esa era la casa que más le gustaba de la zona.
Sobre los personajes, en primer lugar destaca Ángela Vicario, la hija mejor de una familia
con recursos escasos, por este motivo es obligada a casarse a pesar de no amarle, ella se
manifiesta en contra, pero finalmente cede. Además es una chica totalmente sometida por su
madre, vivía reprimida por los convencionalismos; sin embargo, pierde la virginidad antes de
casarse y en vez de tramar algo para evitar que su recién estrenado marido se enterase, fue
valiente y en la noche de bodas, se descubre todo. Este personaje sufre una evolución porque
cuando vuelve aparecer, después de que han pasado 23 años, nos encontramos con una mujer
mucho más segura, que ha sabido encontrar la paz consigo misma y que no tenía problema en
recordar lo sucedido por aquel entonces. Es una mujer que vive un amor apasionado por
Bayardo, al que le escribe cartas con una gran perseverancia, a pesar de no recibir respuesta
alguna.
Por otro lado tenemos a Bayardo San Román, el prometido de Ángela, es un hombre
atractivo, seguro, culto y con bastante poder adquisitivo, pues está dispuesto a comprar la
casa del viejo Xius, para conquistar a Ángela y conseguir la completa aprobación de su
familia. Al enterarse de que su mujer no es virgen, la devuelve pocas horas después de la
boda. Es muy romántico, hace cualquier cosa con tal de agradar a su novia, de hecho, al final
nos enteramos de que ha guardado con mucho cuidado cada una de las cartas que le ha
enviado Ángela a lo largo de los años.
Por último está el viudo Xius, un hombre mayor que poseía la casa más bonita y mejor
ubicada de la zona. Vivía aferrado a los recuerdos de su difunta esposa y por eso se negó a la
propuesta de Bayardo de comprarle la casa.
En relación con los aspectos morfosintácticos más importantes de este fragmento, debemos
destacar, en primer lugar, el uso de sustantivos comunes abstractos (“horror”, “obligación”,
“educación”) que son importantes porque muestran algunas de las cuestiones esenciales que
se reflejan en el contenido del fragmento.
En cuanto a los adjetivos, especialmente interesante es el uso del superlativo relativo cuando
se hace referencia a la casa del viudo de Xius de la que se dice que es “la más bonita del
pueblo”, ya que la casa es el objeto del deseo en este fragmento.
Con respecto a los verbos, predomina la tercera persona del singular tanto del pretérito
perfecto simple (“olvidó”, “dijo”) y del pretérito imperfecto (“parecía”, “era”) del modo
indicativo, ya que se está haciendo mención a acontecimientos ocurridos en el pasado puesto
que se está llevando a cabo una crónica de lo vivido; solo se usa el presente de indicativo
cuando hablan directamente los personajes. Especialmente destacable es el uso de la primera
persona del singular por parte del viudo de Xius cuando dice “Lo siento”.
En conclusión, estamos ante un texto literario que cumple con todas sus características , nos
transmite un mensaje de forma original y se expone todo de acuerdo a los rasgos del
movimiento literario al que corresponde.