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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN


TALLER DE LENGUAJE II - COMISIÓN 1

GUÍA SOBRE LA PELÍCULA "REBELIÓN EN LAS ONDAS"

-Alvarez Matías, matias.alvarez@mi.unc.edu.ar (44157927)


Guía de preguntas sobre “Pump up the volume” (Rebelión en las
ondas).

1. Fuera de aire, en su vida cotidiana, Mark es un adolescente particularmente


tímido y distante para las personas a su alrededor; si bien ambas son características
que en conjunto lo presentan como una personalidad hostil, es verdad que la
primera de éstas se marca en su comportamiento en la escuela, mientras que la
segunda se hace patente en la vida doméstica y la relación con sus padres. Sin
embargo, en la transmisión de la radio, esta hostilidad se transmuta en rebeldía, y
desencadena la disconformidad que la motiva. En tanto, su “personaje” al aire es
uno desenfrenado, sin barreras para lo que comparte y sin ninguna traba para
expresar las emociones que, habitualmente, reprimiría (ira, tristeza, soledad).

2. Hay varios elementos claves que se repiten a lo largo de sus transmisiones. El


primero, es el ya clásico So be it, una muletilla que puede traducirse como “que así
sea”, que explicita el desinterés escéptico y generalizado sobre el que su visión se
forma. Otro elemento, no es tanto una frase sino más bien una temática, opinión o,
si se quiere, una perspectiva: proclamar el odio hacia todo. En su radio, Mark
asegura odiar a prácticamente cualquier institución o persona que represente la
conformidad con formas cristalizadas de ver el mundo (sus padres, su escuela, sus
consejeros estudiantiles, los sesentas, el consumo de drogas incluso). En repetidas
ocasiones expresa su odio y rechazo hacia el sistema y todo lo que forma parte de
él.

La frase Talk hard se vuelve relevante en la historia y es repetida en varias


ocasiones, puntualmente al final de la película. Se vuelve un lema para la audiencia
de Mark e incluso hay graffitis en la escuela con ella. Su traducción es "hablar duro"
pero refiere a hacerse oír, rebelarse, hablar fuerte y dejar de permitir la censura.

3. Las imágenes acústicas que recordamos son: los sonidos fingiendo estar
masturbándose (ruido de palmas, gemidos, gritos varios); las grabaciones de
flatulencias, y los eructos en vivo; breves partes de canciones sobre las que
comenta y dialoga; y los sonidos telefónicos que realmente genera al llamar a sus
radioescuchas (ruido de botones, tono de llamada, timbre, etc.). Según entendí, con
estos elementos busca, sea con la recreación de ambientes distendidos o del uso
de un tono humorístico, parodiar el estereotipo de adolescente a través del cual él
piensa que es medido por los adultos. Así, indistintamente actúa el prototipo de
sexualidad adolescente descontrolada y compulsiva, el de grosero, escatológico y
sin modales, y el de un joven ocioso que no hace más que estar encerrado en su
cuarto sin hacer nada.

Con estos ruidos groseros demuestra el poco interés que tiene en ser políticamente
correcto y rebelarse contra los mandatos impuestos por la sociedad sobre lo que
está bien o mal, lo que se puede hacer/decir en público.

4. Con todos elementos anteriores, crea una base en la que los adolescentes
radioescuchas pueden verse reflejado dos veces: una, por como los adultos los
representan y prejuzgan; otra, por la presentación de problemas reales y que los
aquejan en su rutina cotidiana. Así conecta profundamente con los espectadores ya
que demuestra no sólo conocer, sino también sufrir sus experiencias como
adolescentes. Igualmente, activa su programa como plataforma de interacción,
anónima o no, para socializar todo lo que no pueda ser canalizado en otros ámbitos:
poemas eróticos, deseos suicidas, experiencias conflictivas y hasta traumáticas.

5. Lenny Bruce fue un comediante estadounidense multifacético que destacó como


guionista, cantante y actor. Sin embargo, saltó a la fama con una serie de álbumes
de comedia, en los que se caracterizaba por su irreverencia y total libertad (algunos
hasta llegarían a decir, corriente de conciencia) respecto a los temas con los que
bromeaba: desde la sexualidad, la raza y la religión, hasta el aborto, el Ku Klux Klan
y la política internacional. Su discurso predilecto era el de la cotidianeidad (así
llamada vulgaridad e incluso obscenidad), estableciendo cuasi conversaciones con
un receptor inexistente que, sin embargo, colaboraba al asegurar la elocuencia del
comediante, característica del stand-up. Respecto a qué movimiento cultural, él
formó parte informalmente de lo que más tarde sería apropiado como la
contracultura anti-sistema de 1960/70, beatnik en principio y más tarde elaborada
alrededor de lo hippie.

6-7. Es difícil catalogar como “genial” a personajes activos hoy día, siendo que esta
categoría suele lograrse con la incorporación de un individuo a “la historia”. En otras
palabras, es más fácil entender la genialidad cuando ésta se haya distanciada en el
tiempo. Sin embargo, si tuviera que dar un ejemplo, propondría a Malena Pichot
como genia de la insolencia (y a quien escucho, actualmente, por Futurock). Desde
sus inicios, estableció proyectos de marcada y decidida orientación feminista,
realizando críticas no sólo ácidas y creativas, sino también –y en especial-
brillantemente cómicas. Además, sus varios proyectos (y si bien tiene como raíz el
stand-up y la actuación) incorporan varias modalidades artísticas, sea en disciplinas
(instrumentalización, filmografía, escritura, canto, actuación) o en soportes (radio,
redes sociales, Youtube; series, sketchs cortos, espectáculos teatrales). Así, ella
establece relaciones entre el compromiso político e intelectual/académico y la mal
llamada cultura de masas (televisiva, entre otras).

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