Está en la página 1de 4

TELON DE FONDO (Globalizacion Virtual O Real / Jorge Beinstein).

Intro: La crisis de 1997 sorprendió al neoliberalismo en pleno delirio triunfalista. La euforia


comenzó (fines de los '80), cuando F.Fukuyama proclamó el “fin de la Historia” (instauración de un
milenio capitalista sin guerras ni grandes disputas políticas y sociales motorizado por una incesante
revolución tecnológica / 1990) seguido luego por una lista de “pensadores” simplistas como
P.Drucker (anunció “el fin de lo social” siendo reemplazado por el individualismo y la identidad
empresaria / 1993), o Kenichi Ohmae (la avalancha globalizante significaba “el fin del estado-
nación” disuelto en regiones y enclaves industriales, financieros y comerciales / 1997).
Estos discursos ocultaban su fragilidad. Quedó demostrado a partir de 1997 , cuando se hizo
evidente que los economistas neoliberales eran incapaces de pronosticar la llegada de la crisis, su
prolongación y profundización.
Al derrumbarse la URSS y los estados socialistas europeos, los liberales creyeron tocar el cielo
con las manos, sin embargo en ese momento Japón entraba en decadencia y a fines de 1994 se
producía la temprana muerte de la “recuperacion latinoamericana” a partir de la crisis mexicana. En
1996 aparecieron, en áreas claves del mercado internacional, síntomas de saturación y en
consecuencia, de sobreproducción potencial y sobre todo inquietantes movimientos especulativos
que enturbianban el clima económico gral. Finalmente en Julio de 1997 llegó el crack que aplastó a
los que ahora llamamos ex tigres asiáticos (paises emergentes como Corea del Sur, Tailandia o
Indonesia, que mostraban crecimientos explosivos).
A continuación cayó la 3° ilusión periférica, la exURSS y Europa del Este, donde la exitosa
reconversión capitalista devino en involución productiva, proliferación de mafias y degradación
social. Solo quedó en pié, aunque seriamente deteriorado, el milagro de la superpotencia
norteamericana. 1997 aparece ahora como un punto de ruptura, no entre la prosperidad y la crisis
sino entre una breve etapa de euforia financiera e ideológica y el ingreso en una era recesiva de
larga duración; donde la magnitud de factores negativos acumulados deja poco margen para
escenarios de crecimiento global significativo.
Tendencias Decisivas: Por debajo de la euforia globalista operaron, durante los '90 corrientes
profundas, provenientes de la crisis de los 70 y en ciertos casos desde antes. Algunas como los
procesos de concentración económica fueron sepultadas por la propaganda, otras como las
declinaciones estatales fueron despojadas de sus efectos negativos y presentadas como símbolos de
progreso y aquellas inocultables como la extensión de la miseria y la criminalidad fueron señaladas
como males pasajeros que el propio sistema terminaría por superar.
La Division Entre Centro y Periferia: En lugar de diluirse en una nueva distribución internacional
del potencial productivo, se ha profundizado aun mas. Segun estadísticas del B.M. (1998) los países
calificados como de “alto ingreso” (aprox. el 16% de la población planetaria) representaban en 1980
el 73% del Producto Bruto Global saltando al 80 % en 1996. No se trata de crecimiento productivo,
sino del progreso de los mas ricos contra el retroceso absoluto de los mas pobres: Los países del G7
aumentaron su PBI per capita entre 1985 y 1995 en un 22%; mientras que los 47 países menos
desarrollados (1050 m. de habitantes en 1996) descendían un 15 % y un 2° grupo de 51 naciones de
ingreso medio-bajo (1.150 millones de personas) sufria una reducción del 14 %.
Pero la brecha geográfica se ha profundizado mucho mas que lo expresado en cifras, la
superconcentración de los medios de comunicación y el potencial del procesamiento informático, la
degradación de los sistemas educativos y científicos periféricos, la generalización del caos urbano y
el deterioro estatal en esas naciones, entre otros aspectos; colocan a los países de alto desarrollo en
una suerte de monopolio tecnológico que nos retrotrae al panorama de comienzos del siglo XX.
Cabe destacar, que la reproducción de hiperdesarrollo y subdesarrollo, territorialmente bien
delimitados, atravesó teorías desarrollistas-keynesianas, neoliberales y socialistas.
La Concentración Empresaria Mundial: La participación de las 200 grandes empresas globales en
el Producto Bruto Mundial pasó del 24 % (1982) a mas del 30 % (1995) llegando al 33 % (1997).
La casi totalidad de las mismas tienen su casa matriz en países centrales; en 1995, por ej. el 89 % de
la facturación de las primeras 500 empresas globales correspondía a firmas originarias del G7.
Los procesos de concentración geográfica y empresaria se potenciaron mutuamente. La periferia
(donde se produjeron masivas privatizaciones, liquidaciones de PYMES, extinciones o fuertes
reducciones de burocracias nacionales) quedó indefensa frente al poder de los grupos
transnacionales. En gral. la hipertrofia financiera (estancamiento y retracción de numerosos
mercados) y la aceleración de la guerra tecnológica; causaron una sucesión de absorciones, fusiones
y quiebras cuyo beneficiarios han sido grupos de negocios selectos, cuya variedad de operaciones es
unificada a través de prácticas gerenciales de corto plazo (mas cerca del espíritu de la especulación
que de la producción, sobrecargando a la globalización de componentes parasitarios).
El Agravamiento De La desigualdad, La Pobreza y La Exclusión: En la periferia pero también en
los países centrales impulsan y son impulsados los procesos de concentración descriptos;
acompañado por euforias consumistas centradas en bienes y servicios importados. Las víctimas
fueron las clases bajas y un amplio abanico de sectores intermedios que se empobrecieron
rápidamente.
Una 1° línea de pobreza periférica delimitaba (1996, según el B.M.) a 1.300 m. de personas que
sobrevivían con ingresos inferiores a 1 dólar diario; una 2° línea abarcaba a 3.000 m. de personas
con ingresos menores a 2 dólares diarios (60 % de la población de la periferia).
A este megagrupo de pobres del subdesarrollo, debemos asociar una 2° categoría de pobres del
Primer Mundo, que también ha estado creciendo. Se trata de un conjunto cualitativamente diferente
del anterior, integrado por desocupados, subocupados, familias cuyos ingresos las colocan por
debajo de las lineas de pobreza, etc.= En la U.E. el desempleo cobro un fuerte impulso en los '90 (8
m. en 1980, 12 m. en 1990 y cerca de 19 m. en 1996) período en el que las modestas tasas oficiales
de desempleo en Japón empezaron a ascender, a medida que se enfriaba la economía.
Mientras tanto EE.UU. habría conseguido el aparente milagro de reducir el nivel de desocupación
coincidente con un buen ritmo de crecimiento del PBI, pero esto no refleja el deterioro del nivel de
vida de las clases bajas (es resultado de manipulaciones estadísticas que subestiman el volumen real
de desempleados y la expansión de la precarización laboral). El 40% de la PEA ocupada tenía
(1993) ingresos menores que 20 años antes; el salario real promedio (1998) en el sector servicios
era un 4,6 % inferior al de 1973, en la industria el descenso era del 10,9 % hacia 1977.
En síntesis, la globalización liberal se expresó a través de un crecimiento cada vez mas rápido de
pobres y excluidos. En la zona subdesarrollada estos sectores abarcan a la mayoría de la población,
cuyo seno se extienden velozmente grupos en extrema pobreza (áreas de desastre social); en las
zonas de alto desarrollo se trata de “minorías” en aumento, cuyo nivel de consumo se aleja cada vez
mas de las capas superiores y medias nacionales, pero muy por encima del de sus pares periféricos.
Ambos espacios de pobreza no pueden ser unificados bajo rótulos comunes de “pobreza relativa”,
hacerlo sería forzar ideológicamente la realidad; el desastre periférico asume un caracter especifico
de evaluación, que ilustra la no viabilidad global del neoliberalismo.
Desde el punto de vista del funcionamiento de la economía mundial, la caída del consumo de las
capas inferiores no llega a ser “compensada” por la expansión consumista de los grupos
privilegiados. La desaceleración gral. de la demanda y los desajustes estructurales constituyen la
base histórica de la sobreproducción potencial con centro en firmas globales.
La Crisis Del Estado: Fue impulsada en las sociedades centrales por 3 tendencias convergentes. Por
un lado, la expansión global de las grandes empresas (que desbordó a las administraciones públicas)
por otro el endeudamiento creciente (estableció la subordinación de los gobiernos ante “los
mercados financieros”) y finalmente la desocupación, el empobrecimiento y la concentración de
ingresos; cuyas secuelas en términos de marginalidad urbana, predominio del individualismo y
otros factores que deterioraron seriamente el “pacto keynesiano” (“Estado De Bienestar”) instalado
en los '50 y '60, afectaron los vínculos entre estado y sociedad civil (especialmente las clases medias
y bajas): El estado perdió legitimidad “desde arriba” y “desde abajo”. La desregulación financiera y
comercial, las privatizaciones y las deslocalizaciones industriales desarticularon formas de
integración social y control económico que en los '60 parecían “conquistas históricas irreversibles”.
En los países periféricos, esta crisis se manifiesta de manera mas dramática: El incremento
exponencial de los excluidos se combinó con una avalancha de privatizaciones que redujeron a la
mínima expresión la intervención económica pública. Si ya antes de esto disponían de un bajo poder
de decisión, la ola neoliberal llevó al colapso o a drásticas reducciones a las adm. públicas.
El Estado se alejó de las zonas urbanas marginales, convertidas en tierra de nadie; bandas mafiosas
se lanzaron a su captura conformando inéditos panoramas de caós y corrupción. 1997 dejó al
descubierto que el capitalismo no es pura interacción de empresas y clientes sino un conjunto mas
vasto en el que diversos componentes (institucionales, culturales, etc) de regulación y control social
constituyen factores indispensables para la sobrevivencia del Estado, que al degradarse, el sistema
pierde un punto de apoyo esencial y el caos se generaliza.
Entropía: El marco de la Globalizacion se extiende como manchas de aceite.
1 - El caos urbano es uno de ellos, coincidente con el fenómeno de expansión demográfica y
declinación económica en la periferia, donde se suceden los primeros colapsos; expresiones que
empieza a tocar espacios, por ahora minoritarios, de algunos países centrales.
Integrando el proceso de degradación urbana pero extendiéndose mas allá del mismo, fueron
emergiendo las “zonas grises”: Mientras aumenta la urbanización de la humanidad, el mismo
deviene mayormente en periférico, cuyas ciudades del se expande velozmente el porcentaje de
marginales residentes en las áreas de exclusión (donde la legalidad estatal desaparece).
2 - En los '90 creció como nunca antes la inseguridad urbana, uno de sus aspectos mas llamativos ha
sido la multiplicación de delitos de alta violencia (El fenómeno ha sido asociado a los procesos de
crisis-repliegue del estado y de maginalidad-desocupación-pobreza). Esta es la base social de la
delincuencia organizada, que suma tramas complejas que conectan elites financieras, políticos
corruptos, estructuras militares y policiales mafiosas, pequeños y grandes traficantes de drogas,
bandas de ladrones y secuestradores.
3 - Hay otro factor: la “descomposición cultural” de vastos sectores que incluye la declinación de
creencias colectivas igualitarias, solidarias, de identidad nacional, reemplazadas por diversas formas
de amoralidad y egoísmo. La extensión mundial del parasitismo significa no solo hiperdepredación
de fuerzas productivas sino también liquidación de reglas de convivencia, regulaciones civilizadas,
convirtiendo la vida cotidiana en un infierno.
4 - Un aspecto complementario es la corrupción que organismos internacionales como el B.M. o el
FMI atribuyen a los Estados subdesarrollados (resistentes a la dinámica de la economía de mercado)
pero la arbitrariedad, el favoritismo o la “imprevisibilidad judicial” (transgresión de normas legales)
son componentes indispensables del capitalismo periférico “real” de los '90, donde empresas
transnacionales, grupos financieros y élites locales operan como depredadores con expectativas de
hiperbeneficios incompatibles con el funcionamiento de reglas de juego, incluso las mas favorables
a dichos intereses. Los Yeltsin, Menem, Fujimori y sus bandas de funcionarios son las versiones
grotescas de las “hábiles maniobras financieras” de G.Soros, de las exigencias despiadadas de
Michel Candessus o de las bravuconadas imperiales de Tony Blair y Bill Clinton.
NOTACION: La expansión de las redes mafiosas constituye hoy un dato decisivo del sistema
global. El ingreso anual mundial del narcotráfico (un negocio de países ricos) era evaluado a
comienzos de esta década en unos 500 mil m. de dólares, actualmente supera los 600 mil m. con
impactos sociales catastróficos. Aparece tambien la distinción entre los “Narco-Estados” (Bolivia,
Nigeria, Birmania, Perú, Pakistán o Marruecos) donde las mafias manejan los resortes
fundamentales del Estado, poniendo abiertamente a su servicio al ejercito, la policía, la justicia, etc;
y los llamados “Estados-Bajo-Influencia”, donde el grado de penetración en el poder es
suficientemente grande como para asegurarles un amplio margen de impunidad como Colombia,
México, Argentina, Panamá o Tailandia.
La Narcoeconomía integra un sistema mas amplio, compuesto por multiplicidad de negocios
ilegales y legales , cuyos ingresos anuales era evaluado (mediados de los '90 según ONU) en aprox.
1 billón de dólares (desde narcotráfico, hasta comercio de armas, prostitución, secuestro, juego
clandestino, contrabando, etc). La cifra “real” sumando los negocios legales asociados (industria,
comercio, turismo, transporte, sector inmobiliario, especulación financiera, etc) en 1997 puede
superar los 3 billones de dólares (alrededor del 10% del Producto Bruto Mundial).
CONCLUSION: El análisis de diversos indicadores nos lleva a formular varias hipótesis sobre
mafia y globalización:
1 - Nos encontramos con un crecimiento vertiginoso del poder mafioso.
2 - El rastreo de cualquier red mafiosa importante nos lleva hasta el corazón de la economía
mundial (los países centrales). Allí se encuentran las conducciones estratégicas del negocio (no
deben ser pensadas como gansters clásicos o “logias” criminales, sino como componentes
“normales” y en ascenso del sistema).
3 - La expansión mafiosa (por su peso relativo, penetración global y conducta depredadora)
constituye no solo un componente esencial de la economía global de mercado sino una de sus
tendencias dominantes coincidente con la euforia neoliberal.
La música de fondo del fenómeno es el desarrollo sin precedentes de las mas variadas formas de
parasitismo. Cabe destacar, que no se deben ignorar otros aspectos como las catástrofes sanitarias
(SIDA, renacimiento de antiguas enfermedades sociales como la tuberculosis, etc), las hambrunas,
la guerras étnicas, las olas de refugiados y otros males, cuya convergencia temporal no puede ser el
resultado de una casualidad sino de causas estructurales, de cambios cuyo motor es la globalización
neoliberal.

También podría gustarte