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FACULTAD JURÍDICA, SOCIAL Y ADMINISTRATIVA

Carrera de Derecho

CIENCIA POLÍTICA
Nombre: María Fernanda Torres Macas.
Curso: 2do “B”
Fecha:01_01_2023

ENSAYO: “Democracia, igualdad y desarrollo social”.

1. INTRODUCCIÓN.
En el presente ensayo se analizará más a fondo la “Democracia, igualdad y desarrollo social”
donde cabe recalcar que para que el acuerdo de “Revolución” transite para el acuerdo de
“Estado”, es necesario ultrapasar la etapa del “doble poder” típico de las situaciones
revolucionarias. (Anweiler,1968). Por ende, la ascensión de una entidad estatal, sin embargo,
no implica necesariamente que cada ciudadano renuncie a cualquier compromiso político o a
cualquier derecho de participación en las decisiones políticas. Antes bien, significa, para dar
uso de una imagen hidrodinámica, un esfuerzo de los propios ciudadanos para encontrar un
nivel menos potente de interacción entre civismo y plebeyismo. El ascenso de la entidad estatal
es concomitante a la modificación de los fluidos ideales revolucionarios en una versión oficial,
en una doctrina que pasa a orientar y sacramentar las deliberaciones de los que tienen el
derecho a tomar (o a participar de) las decisiones colectivas (Araujo,2000).
Entonces, ¿en qué sentido podemos hablar de Estado democrático? Según la Teoría y Filosofía
Política de “Araujo” destaca dos elementos que, a pesar de no establecer una definición
completa, forman parte de sus atributos esenciales y los vamos a ver a continuación.
2. DESARROLLO.
La democracia se sustancia en la extensión de la igualdad jurídica a toda la sociedad; frente a
un régimen autocrático, un régimen democrático convierte a los súbditos en ciudadanos si sus
derechos fundamentales son reconocidos. Sin embargo, una verdadera y eficaz democracia no
sólo reconoce ni acredita, sino que además garantiza, extiende y protege esos derechos
(Ruiz,2010, pp.10,15)
1) El Estado democrático, como cualquier otro Estado, supone una clara separación en el
interior de la ciudadanía y en la sociedad entre los que se dedican exclusiva o principalmente a
las actividades políticas estas son, aquellas actividades cuyo propósito último es establecer
reglas y tomar decisiones que son de suma importancia y obligatorias para el conjunto de la
población bajo la autoridad del Estado y los que se dedican a realizar cualquier otra actividad.
Siendo así que, los primeros son los funcionarios públicos y los activistas profesionales, los
segundos son los súbditos.
2) Por otro lado en el Estado democrático, las reglas y las decisiones propuestas por los
funcionarios públicos son influenciadas y autorizadas, por medios legalmente reconocidos (de
modo explícito o por el silencio de la ley), por aproximadamente toda la población/sociedad
adulta de los súbditos. Esos medios son aquellos derechos políticos, y los poseedores de la
plenitud de esos derechos, o sea, los que los tienen en una reconocida igualdad con los demás
se denominan ciudadanos (Araujo,2000, pp.184,187).
La primera e importante característica distingue al Estado democrático del simple acuerdo
civitas/gobierno, la República, mientras que la segunda característica no sólo distingue al
Estado democrático de la República, sino también hace referencia a otras formas de Estado,
puesto que en el Estado democrático los derechos políticos son reconocidos para la parte más
extensa posible de la población de los súbditos, con base en un principio normativo que es la
mejor y excelente aproximación del ideal plebeyista compatible con la apariencia de la entidad
estatal. (Borja, 2007, pp. 173, 182).
Sin embargo, en el Estado democrático se abren amplias y sistemáticas oportunidades de
participación de los pueblos en la decisión de sus propios destinos; por ende, el Estado
democrático termina siendo un modelo meramente conceptual compuesto de realidades e
ideales (Borja, 2007, pp. 173, 182).
Existen varios problemas que no ayudan a superar la desigualdad y alcanzar el desarrollo por
medio del Estado democrático, siendo así, las demandas de los votantes por políticas que
reduzcan la desigualdad siguen siendo relativamente débiles. La falta de presión de los
votantes se plasma en la participación política limitada y desigual en una sociedad. A pesar de
la práctica generalizada del voto obligatorio, la participación de los votantes en la región se ha
mantenido por debajo del 70%, en promedio. Aún más importante, la participación está
atravesada de una manera que resulta ser perjudicial para las personas de bajos recursos
económicos, dado que es menos habitual votar entre los que tienen un mínimo nivel de
educación y riqueza.
La desigualdad afecta de manera directa, a las dinámicas políticas y la posibilidad de acceso al
poder por la población. Sin embargo, cuando votan, los más desfavorecidos están menos
informados y, por lo tanto, son menos efectivos en la elección de los candidatos que
representan sus intereses económicos. Las personas de bajos recursos son los mayores
beneficiarios de los servicios públicos básicos, como la educación y la salud pública.

La desigualdad, a través de múltiples canales, impide la creación y consolidación de una base


social bastante amplia (Ruiz,2010).

Desafortunadamente, la demanda de los votantes por inversiones gubernamentales en los


bienes públicos es limitada, ya sea debido a una baja confianza en la capacidad de las
autoridades de gastar eficientemente los recursos públicos en estos campos, o ya sea debido a
una prioridad por los beneficios inmediatos, como las transferencias monetarias, a expensas de
favorecer a más largo plazo, como una educación de calidad y la salud pública. La democracia
en América Latina presenta elementos de debilidad relacionados con la incapacidad del Estado
de extender los derechos humanos fundamentales a toda la población algunas características
comunes explican la debilidad democrática; la desigualdad es la más relevante, pues los
mayores niveles de concentración de la riqueza mundial se encuentran en esa región
relacionándose con la subsistencia de bolsas de pobreza e indigencia que chocan con los
valores medios de riqueza de los países, siendo la mayoría de ellos de renta media y, en
algunos casos, alta(Ruiz,2010).

3. CONCLUSIONES

Como conclusión tenemos que:

 El problema de la desigualdad surge por la falta de control de la ciudadanía sobre el


Estado, lo que resulta en la desafección hacia las instituciones.
 En una democracia ideal la participación de la ciudadanía es el factor que materializa los
cambios y es la opinión de suma importancia, por lo que es necesario que entre
gobernantes y ciudadanos establezcan un diálogo para alcanzar objetivos comunes y el
desarrollo por medio del Estado democrático.
 En América Latina es necesario regímenes democráticos que aseguren y fomenten la
participación ciudadana y un Estado eficaz en el diseño y la ejecución de políticas
adecuadas, para así disminuir la brecha entre pobres y ricos, y aumentar el crecimiento
de la cohesión social y la participación ciudadana.

REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS:

Bibliografía
Anweiler, O. (1968). The Political Ideology of the Leaders of the Petrograd Soviet in the Spring
of 1917”. Revolutionary Russia: Harvard University Press.

Araujo, C. (2000). Estado y democracia . Brasil: Lua Nova N° 51.

Hobbes, T. (1990). Behemoth or the Long Parliament. Chicago: Chicago University Press.

Ruiz, S. (2010). LA DEMOCRACIA EN AMÉRICA LATINA Y LA CONSTANTE AMENAZA DE


LA DESIGUALDAD. España: Universidad de Jaén.

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