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El mito

Europa, hija del rey Agenor, estaba un día en la playa con sus amigas
cuando fue vista por Zeus, quien en seguida se sintió atraído por la belleza
de la joven. Para acercarse a la doncella sin levantar sospechas el dios se
metamorfoseó en un toro blanco y resplandeciente: con esta forma Zeus se
acercó y sentó a los pies de la joven. Europa, temerosa en un principio por la
presencia del animal, poco a poco fue cobrando confianza y empezó a
acariciarlo. Fue tanta la confianza que cogió que llegó a sentarse sobre el
lomo del animal, el cual aprovechó la ocasión para levantarse y adentrarse
en el mar llevándose a la joven consigo, sentada en su lomo y aferrada a sus
cuernos. A través del mar ambos llegan hasta la isla de Creta, donde el dios
y la mortal se unieron a la sombra de unos árboles que, en recuerdo de
dicho acontecimiento, nunca perderían sus hojas.
De este amor nacieron tres hijos: Minos, Sarpedón y Radamantis. Además,
Europa recibió tres presentes: Talo (un autómata de bronce encargado de
vigilar las costas de Creta), un perro que no dejaba escapar ninguna presa y
una jabalina que nunca fallaba el blanco. Después Zeus casó a Europa con
Asterión, rey de Creta, quien adoptó los hijos de Zeus por no tenerlos
propios. Finalmente, el toro cuya forma había adoptado Zeus se transformó
en una constelación y pasó a ser un signo del Zodiaco.

El mito en el arte
Son numerosas las representaciones de este mito y nos muestran casi
siempre el momento en el que Zeus, transformado en toro, huye con Europa
a través del mar.

Rapto de Europa, Rembrandt, 1632, J. Paul Getty Museum, Los Ángeles.


Rapto de Europa, Pedro Pablo Rubens, 1628-29, Museo del Prado, Madrid.

OTRA HISTORIA

¿Cómo fue raptada Europa?


El dios se transformó en un hermoso toro blanco y se mezcló con unas
reses que pastaban por aquel campo, dejando que el grupo de mujeres
se acercase a donde estaba. Mansamente se fue acercando a
Europa, ésta al verlo, sorprendida por la hermosura del animal alzó su
mano y lo acarició. Las ninfas, también ajenas y alegres, cogieron las
flores e hicieron una corona con la que coronaron al toro.
Todas siguieron cantando y jugando hasta que Europa se sube a modo
de juego sobre el falso toro y este sale corriendo dejando absortas a las
ninfas y haciendo que Europa se agarrase a los cuernos para no caerse.
El toro se echó al mar, que cruzó a nado y a una gran velocidad,
dirigiéndose a la isla de Creta.

¿Qué se hizo por rescatar a Europa?


Su padre, furioso por el rapto de su hija, dispuso que partiese de
inmediato Cadmo, su hijo, para rescatar a su hermana, prohibiéndole
que se presentara de nuevo en palacio si no era con ella. Pero éste, tras
días de infructuosa búsqueda de huellas o pistas, acudió al oráculo a
pedir consejo. Este le habló así: Cubre tus ojos Cadmo y sal por
cualquier puerta, toma la dirección a la que te dirija esa puerta y
cuando veas una vaca con la luna en su cara, síguela sin cesar
hasta que cese su camino. Entonces funda tu casa Cadmo, porque
esa será tu tierra.
Cadmo, confuso por la respuesta del oráculo ya que él quería consejo
para encontrar a su hermana, hizo lo que le dijo y salió del templo por
una puerta aleatoria con los ojos vendados. Días después, mientras
continuaba junto a sus doce compañeros la búsqueda de Europa, vio a la
becerra con la luna dibujada y la siguió durante tres días hasta el sitio en
que se derrumbó muerta, estaba en Beocia y allí cumplió con las
ordenanzas. Construyó una fortaleza a la que llamó Cadmea.
Para celebrar la fundación de lo que iba a ser su ciudad, decidió ofrecer
un sacrificio a Atenea, entonces envió a sus compañeros a por agua al
bosque, sin saber que aquel paraje estaba consagrado al dios Ares.
Todos ellos fueron atacados y devorados por un enorme dragón que
protegía aquel lugar.
Ante la tardanza de sus hombres, Cadmo salió en su búsqueda
descubriendo su trágico final. Como buen guerrero que era vengó a sus
amigos matando al monstruo. A punto estuvo Ares de vengar la muerte
de su dragón, pero Zeus intercedió y envió al joven a Atenea.
Planta los dientes del dragón esta noche y veras nacer de ellos
cientos de fieros guerreros, más ocúltate de ellos pues te
matarán. Nada más nacer, se matarán entre ellos. Cuando
queden pocos y cansados, lucha con ellos y vence a algunos. Si lo
haces así tendrás a tu merced a los mejores y más fieles
guerreros con los que puedas soñar . –  Le dijo Atenea.

Así lo hizo y surgieron de la tierra cientos guerreros completamente


armados, eran los Spartoi. De repente comenzaron a luchar entre ellos
hasta que solo quedaron cinco, entonces Cadmo salió a luchar contra ellos
venciendo a dos, aquellos guerreros juraron lealtad a Cadmo y le ayudaron
a construir la muralla alrededor de Cadmia, una vez terminada ya tenían
una nueva ciudad a la que llamaron Tebas. Sus nombres eran Ctonio y
Equión.
Mientras tanto, su hermana Europa, había conocido ya la identidad de su
captor: Zeus; que se había revelado nada más pisar la isla. Allí la
nombró reina, la primera de Creta, y también le hizo cuatro regalos: un
collar hecho por Hefesto, un autómata gigante de bronce llamado Talos, un
perro que nunca soltaba su presa llamado Lélapeé y una jabalina que nunca
erraba.

¿Qué fue de Cadmo?


Cadmo se quedó gobernando su ciudad, pero aún no se había librado de la
venganza de Ares. El dios de la guerra le ofreció su perdón a cambio de
acceder a la mano de su hija, Harmonía. Tebas quedó a cargo de Equión y
Cadmo partió junto a Harmonía a Iliria, en las orillas del Adriático, donde
fueron transformados en serpientes y llevados a los Campos Elíseos.

¿Qué fue de Europa?


Tras llegar a Creta, Europa tuvo tres hijos engendrados por Zeus: Minos,
Radamantis y Sarpedón. Asterión, rey legítimo de Creta, se casó con ella,
ya que era voluntad de Zeus que fuera reina, y adoptó a sus hijos.
Asterión no quiso tener hijos con la que había sido una de las amantes
preferidas del dios, al contrario, la trató como un padre, educó y nombró
como herederos a los hijos que su mujer había tenido con Zeus.

Algunos autores tenían a éstos como hijos de Asterión, identificándolo


entonces como el raptor de Europa. El emblema de Creta (un toro) que
figuraba en el barco que usó Asterión para sacarla de Fenicia se identificaría
pues con el rapto de Zeus transformado en toro.

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