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ÉXODO 24

1. Un verdadero avivamiento
1. Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta
de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.
2. Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el
pueblo con él.
3. Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes;
y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que
Jehová ha dicho.
2 Reyes 23:2 Y subió el rey a la casa de Jehová con todos los varones de Judá, y
con todos los moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y profetas y con todo el
pueblo, desde el más chico hasta el más grande; y leyó, oyéndolo ellos, todas las
palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová.
3 Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jehová, de
que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y
sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las
palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó
el pacto.
Todo verdadero avivamiento surge de volverse a Dios y Su palabra, no puede la
iglesia del Señor andar correctamente si no obedece Su Palabra.
Mathew Henry comenta: “Dios hizo un pacto solemne con Israel. Fue muy
solemne, tipificando el pacto de gracia entre Dios y los creyentes por medio de
Cristo. Tan pronto como Dios apartó para sí un pueblo peculiar, los gobernó por la
palabra escrita, y así lo ha hecho desde entonces. Los pactos y los mandamientos
de Dios son tan justos en sí mismos, y para nuestro bien, que mientras más
pensemos en ellos y con más claridad y en forma más completa aparecen ante
nosotros, más razón vemos para cumplirlos”.
Emilio Agüero comenta: “La Biblia abarca todas las necesidades integrales del ser
humano. Esta habla desde una correcta alimentación y la higiene para mantener
sano nuestro cuerpo hasta de cuestiones emocionales como el principio del
perdón, la reconciliación, el amor de pareja, la sexualidad sana, la vida espiritual,
el descanso del cuerpo y del espíritu, la oración, la búsqueda de la excelencia, el
manejo del dinero, el trabajo, la honestidad, la responsabilidad como padres,
amistad, parejas, educación de los hijos, el respeto de estos hacia los padres, nos
da una cosmovisión de vida integral, completa y, lo más importante, es
esperanzadora, porque nos da la solución para salir de la esclavitud del pecado,
emocional y espiritual, que es la fuente de todas nuestras carencias y desgracias”.
Spurgeon: “En el estudio de las Escrituras hay algo extraordinariamente
beneficioso para la mente. Es un tema tan vasto que todos nuestros pensamientos
se pierden en su inmensidad; tan profundo, que nuestro orgullo se hunde en su
infinitud. Cuando se trata de otros temas sentimos que podemos abarcarlos y
enfrentarlos… pero cuando nos damos con el estudio de las Escrituras y
descubrimos que nuestra plomada no puede sondear su profundidad, que nuestro
ojo de águila no puede percibir su altura, nos damos cuenta de que aun el hombre
más sabio puede llegar a parecer un pollino salvaje. Ningún tema tiene la
capacidad de humillar tanto la mente como los pensamientos de Dios.
Mas, si al mismo tiempo humilla la mente, también la expande. El que con
frecuencia piensa en Dios tendrá una mente más amplia que el hombre que se
afana simplemente por lo que le ofrece este mundo estrecho. El estudio más
excelente para ensanchar el alma es el estudio de Cristo y este crucificado. No
hay nada que desarrolle tanto el intelecto, que magnifique tanto el alma del
hombre, como la investigación devota, sincera, y continua del gran tema de la
Deidad”.

2. La sangre del pacto


5. Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y
becerros como sacrificios de paz a Jehová.
6. Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra
mitad de la sangre sobre el altar.
7. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos
todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.
8. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la
sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
9. Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
Hermanos podemos ver durante todo este tiempo que Dios está santificando a Su
pueblo, lo esta preparando para encontrarse con Él y les esta enseñando como
deben honrarlo… la sangre se vuelve a presentar en la historia del pueblo de Dios,
memoremos como en el pasado se usó para cubrir al pueblo durante la plaga de
los primogénitos (Éxodo 12:13) enseñándonos que solo por medio de
derramamiento de sangre podemos ser aceptables a nuestro santo Dios.
Henry comenta: “La sangre del sacrificio se rociaba sobre el altar, sobre el libro y
sobre el pueblo. Ni las personas, su obediencia moral ni sus servicios religiosos
hallarán aceptación de parte del Dios santo, si no es por medio del derramamiento
y el rociamiento de sangre. Además, todas las bendiciones impartidas a ellos eran
por misericordia; el Señor los trataría con bondad. Así, por fe en la sangre de
Cristo, el pecador rinde obediencia voluntaria y aceptable”.
Hermanos este importante tema se ha tergiversado demasiado, pues muchas
personas invocan la sangre del Señor como una oración mágica o pretenden
usarla como un amuleto de protección... cuanto ignoran el precioso significado de
esta hermosa verdad: “En nuestra conversación teológica estamos llegando a usar
la palabra “sangre,” por así decirlo, ligeramente. Me parece que nunca deberíamos
usarla sin estremecimiento… No pase pues por alto una palabra como esta
-sangre-, la sangre de Jesucristo, el querido Hijo de Dios; cuando usted lea de Su
ser ‘Precioso’, recuerde que la palabra nunca tuvo tal riqueza de significado en ella
antes; en ninguna de sus aplicaciones. Metales preciosos -oro y plata; piedras
preciosas – ónice, y ágata, y diamante – estos son solo llamativos juguetes
comparados con la preciosa sangre de Cristo; preciosa, porque Él es Dios así
como hombre; preciosa porque Él es el amado de Jehová – el Cordero de Dios,
sin mancha y sin defecto; preciosa cuando usted piensa en el diseño de Dios;
preciosa cuando usted contempla los efectos que produce; preciosa, ciertamente,
para el corazón de cada pecador perdonado; y preciosa en el canto de cada
Espíritu glorificado delante del trono”
Hebreos 13: 20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor
Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en
vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por
los siglos de los siglos. Amén.
Spurgeon: “cuando nuestro Padre celestial hizo un pacto con Jesucristo a favor
nuestro, ese pacto fue verdadero y firme, "conforme a las misericordias firmes a
David," pero para hacer que permanezca firme debe haber sangre. Ahora, la
sangre ordenada para sellar el pacto no era sangre de toros ni de machos cabríos,
sino la sangre del mismo Hijo de Dios, y esto ha hecho al pacto tan firme y
obligatorio, que es más fácil que pasen el cielo y la tierra que falle una tilde de él.
Dios debe guardar Sus propias promesas. Él es un Dios libre, pero Él se obliga a
Sí mismo; por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta,
Él se ha obligado a Sí mismo a dar las bendiciones del pacto al rebaño
representado por el grandioso Pastor.
Tu Dios, el Padre eterno, ha establecido un pacto solemne con Cristo a favor tuyo,
que te salvará, te guardará, y te hará perfecto. Él te ha salvado; Él ya ha cumplido
una buena parte del testamento en ti, pues te ha colocado en el camino de vida y
te ha guardado hasta este día; y si ciertamente eres Suyo, te guardará hasta el fin.
El Señor no es como el necio que comenzó a construir y no fue capaz de concluir.
Él no comienza a bosquejar un diseño para luego abandonarlo. Él continuará Su
obra hasta que la haya completado en ti. ¿Puedes creer esto realmente? Contigo,
un pobre mortal insignificante, que pronto dormirá en la tumba; ¡contigo, Él ha
establecido un pacto eterno!”

3. La gloria de Dios
15. Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.
16. Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis
días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube.
17. Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la
cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.
18. Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el
monte cuarenta días y cuarenta noches.;
Matthew Henry: “Una nube tapó el monte durante seis días; una señal de la
especial presencia de Dios allí. Moisés estaba seguro que quien le ordenó subir, lo
protegería. Hasta en los atributos gloriosos de Dios, que son terribles hasta lo
sumo para el impío, se regocijan los santos con humilde reverencia. Por medio de
la fe en el sacrificio expiatorio, esperamos mayor honra que la que disfrutara
Moisés en la tierra. Ahora vemos a través de un espejo, oscuramente, pero
cuando Él aparezca, le veremos cara a cara. Esta visión de Dios continuará con el
mismo, creciente, resplandor de gozo, no sólo por unos pocos días, sino por toda
la eternidad”.

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