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01 Consolación.

2 Corintios 1:3-7 RV 1960 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de
misericordias y Dios de toda consolación, 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones,
para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio
de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. 5 Porque de la manera que
abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra
consolación. 6 Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos
consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas
aflicciones que nosotros también padecemos. 7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme,
pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.

Un grito de angustia.

Job 7:1-21 RV 1960


¿No es acaso brega la vida del hombre sobre la tierra,
La vida del hombre aquí en la tierra es la de un soldado que cumple su servicio,
Y sus días como los días del jornalero? 2 Como el siervo suspira por la sombra,
Y como el jornalero espera el reposo de su trabajo, 3 Así he recibido meses de calamidad,
Y noches de trabajo me dieron por cuenta. 4 Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré?
Mas la noche es larga, y estoy lleno de inquietudes hasta el alba. 5 Mi carne está vestida de
gusanos, y de costras de polvo;
Mi piel hendida y abominable. 6 Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor,
Y fenecieron sin esperanza. 7 Acuérdate que mi vida es un soplo,
Y que mis ojos no volverán a ver el bien. 8 Los ojos de los que me ven, no me verán más;
Fijarás en mí tus ojos, y dejaré de ser. 9 Como la nube se desvanece y se va,
Así el que desciende al Seol no subirá; 10 No volverá más a su casa,
Ni su lugar le conocerá más. 11 Por tanto, no refrenaré mi boca;
Hablaré en la angustia de mi espíritu,
Y me quejaré con la amargura de mi alma. 12 ¿Soy yo el mar, o un monstruo marino,

1
Para que me pongas guarda? 13 Cuando digo: Me consolará mi lecho,
Mi cama atenuará mis quejas; 14 Entonces me asustas con sueños,
Y me aterras con visiones. 15 Y así mi alma tuvo por mejor la estrangulación,
Y quiso la muerte más que mis huesos. 16 Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre;
Déjame, pues, porque mis días son vanidad. 17 ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas,
Y para que pongas sobre él tu corazón,(A) 18 Y lo visites todas las mañanas,
Y todos los momentos lo pruebes? 19 ¿Hasta cuándo no apartarás de mí tu mirada,
Y no me soltarás siquiera hasta que trague mi saliva? 20 Si he pecado, ¿qué puedo hacerte a ti, oh
Guarda de los hombres?
¿Por qué me pones por blanco tuyo,
Hasta convertirme en una carga para mí mismo? 21 ¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas
mi iniquidad?
Porque ahora dormiré en el polvo,
Y si me buscares de mañana, ya no existiré.

El consuelo de la salvación.
Isaías 51:1-6 RV 1960 Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra
de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados. 2 Mirad a
Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé,
y lo bendije y lo multipliqué. 3 Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus
soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella
alegría y gozo, alabanza y voces de canto. 4 Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía;
porque de mí saldrá la ley, y mi justicia para luz de los pueblos. 5 Cercana está mi justicia, ha
salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí me esperan los de la costa, y en mi
brazo ponen su esperanza. 6 Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los
cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma
manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no perecerá.

2
Bienaventurados
Mateo 5:3-4 RV 1960 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos. 4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

La consolación de Israel. La consolación del mundo


Lucas 2:21-33 RV 1960 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño,le pusieron por nombre
JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. 22 Y cuando se
cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén
para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la
matriz será llamado santo al Señor), 24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del
Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. 25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo
estaba sobre él. 26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que
viese al Ungido del Señor. 27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del
niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28 él le tomó en sus
brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,
Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación, 31 La cual has preparado en
presencia de todos los pueblos; 32 Luz para revelación a los gentiles,
Y gloria de tu pueblo Israel. 33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de
él.

3
Bernabé, hijo de consolación. Todos somos Bernabé

Hechos 4:32-37 RV 1960 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y
ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.(F)
33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante
gracia era sobre todos ellos. 34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los
que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35 y lo ponían a los
pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.(G) 36 Entonces José, a quien los
apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural
de Chipre, 37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los
apóstoles.

Profetizar también es consolar


1 Corintios 14:1-3 RV 1960 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que
profeticéis. 2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le
entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. 3 Pero el que profetiza habla a los hombres
para edificación, exhortación y consolación.

Judas y Silas
Hechos 15:22-35 RV 1960 22 Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la
iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía
por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos; 23 y escribir por
conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles
que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. 24 Por cuanto hemos oído que algunos que han
salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando
vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, 25 nos ha parecido bien, habiendo
llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo,
26 hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 27 Así que
enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. 28 Porque ha
parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas
necesarias: 29 que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación;
de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien. 30 Así, pues, los que fueron
enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron la carta; 31
habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación. 32 Y Judas y Silas, como ellos también
eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras. 33 Y pasando
algún tiempo allí, fueron despedidos en paz por los hermanos, para volver a aquellos que los habían
enviado. 34 Mas a Silas le pareció bien el quedarse allí. 35 Y Pablo y Bernabé continuaron en
Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.
4
Pablo sale de la Cárcel
Hechos 16:40 RV 1960 Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto
a los hermanos, los consolaron, y se fueron.

La consolación de las Escrituras. La consolación de Cristo.


Romanos 15:1-6 RV 1960 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los
débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. 2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que
es bueno, para edificación. 3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está
escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. 4 Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 5 Pero el Dios de la paciencia y de la
consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 6 para que unánimes, a una
voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

El consolador. El Espíritu en nosotros.


Juan 14:15-18 RV 1960 Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os
dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

5
Consolación en la Iglesia. Un cuerpo
4:15-16 RV 1960 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la
cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las
coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor.

Efesios 5:28-32 RV 1960 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su
propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque somos
miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.(F) 32 Grande es este misterio; mas yo
digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

2 Corintios 7:1-16 RV 1960 1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos
de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. 2
Admitidnos: a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado. 3 No
lo digo para condenaros; pues ya he dicho antes que estáis en nuestro corazón, para morir y para
vivir juntamente. 4 Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de
vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones. 5
Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en
todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. 6 Pero Dios, que consuela a los
humildes, nos consoló con la venida de Tito; 7 y no sólo con su venida, sino también con la
consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran
afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aun más. 8 Porque
aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella
carta, aunque por algún tiempo, os contristó. 9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados,
sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios,
para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. 10 Porque la tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo
produce muerte. 11 Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué
solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué
celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto. 12 Así que, aunque os
escribí, no fue por causa del que cometió el agravio, ni por causa del que lo padeció, sino para que
se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios. 13 Por esto
hemos sido consolados en vuestra consolación; pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito,
que haya sido confortado su espíritu por todos vosotros. 14 Pues si de algo me he gloriado con él
respecto de vosotros, no he sido avergonzado, sino que así como en todo os hemos hablado con
verdad, también nuestro gloriarnos con Tito resultó verdad. 15 Y su cariño para con vosotros es
aun más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis
con temor y temblor. 16 Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.

6
Filipenses 2:1-11 RV 1960 1
Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del
Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi gozo, sintiendo lo
mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada hagáis por
contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de
los otros. 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo
en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a
sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición
de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por
lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y
debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Despedida.
2 Tesalonicenses 2:15-17 RV 1960 15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que
habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. 16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y
Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por
gracia, 17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

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